Poema amoroso

Qué queréis, mis queridas lectoras, mis queridos lectores... Que, una vez más, me da por hacer versos...

¡¡¡TE QUIERO…TE QUIERO…TE QUIERO!!!

Anoche soñé contigo

Soñé, bendita ilusión,

Que te tenía en mis brazos…

Que me arrullaba tu amor…

Soñé con tu amor; ese amor

Tan querido, y que al fin

Tú, Musa de este mi amor

Generosa me lo dabas

Y me lo dabas sin  trabas

Sin vergüenzas, sin pudores

Ansiosa de amar, y amada,

Por todos los poros míos

Ni un milímetro  quedaba

A su cuadrado elevado,

De piel desnuda en tu cuerpo

De piel desnuda en mi cuerpo

Sin sentir dulces caricias

Que yo a ti te prodigaba

Que tú a mí me regalabas

En sentida entrega mutua

¡Hay, lo terso de tu piel!,

¡Hay, suavidad de tus senos!

Temblando bajo mis dedos…

Tremolando a mis caricias…

Tu cuevita de Alí Babá

Y las Mil y una Delicias;

Ese su licor divino

Que a grifo su fuente mana

Endulzando su sabor

La sed de la mí boca

Ambrosía que refresca

Los mis tan resecos labios

Y qué decir del momento

Que, abierta en flor de primicias,

Lo de mí más masculino

Nos colmó de sensaciones

Poniendo a los dos el cielo

En nuestras manos a dúo

La Belén, en sus cantares,

Dice: "Morir no es preciso

Pues entrar al cielo puedes

Si el amor es tan sincero

Cual tú y yo lo disfrutamos

En esa noche de ensueños

Pero, ¡oh mi hurí más preciada!

Que esto sólo un sueño fue

Que se acabó al despertar

Y, ¡malhaya sea mi suerte!

Que cuando al fin desperté

Me vi  vivo con la muerte…

Me vi muerto con la vida…

¡Oh, triste sino de mí!

NOTA: De D. Francisco de Quevedo y Villegas tomo una licencia: Ese parafrasear la “muerte” con el dormir, la “vida” con estar despierto… “Mas desperté del dulce desconcierto/ y  vi que estuve vivo con la muerte./ Y vi, que con la vida, estaba muerto”…Pero también tomo aquí otra “Licencia”, ésta de D. Antonio Machado, cuando digo, segundo verso, primera estrofa: “Soñé, bendita ilusión”… ¿Recordáis? “Anoche, cuando dormía/ soñé, ¡bendita ilusión!/ que una fontana crecía/ dentro de mi corazón”