Podríamos...

9º Parte

PODRÍAMOS...

CAPÍTULO 21 :

-¡¡Pasa!!-le gritó Paulina a Julie.

El equipo de los Enanitos, al igual que todos los demás estaba muy bien entrenado, aunque fueran pequeños, aprovechaban eso con su velocidad y por el momento iban ganando.

-Fuera.-dijo Pitufo, que ahora dirigía el partido.

Las chicas estaban entretenidas hablando de todo un poco, tampoco es que mujeres y hombres se separaran, también había grupos de chicas que jugaban al rugby, y chicos que preferían leer o hacer otras cosas dentro.

Carolina había encajado de maravilla con todas, al ser mayor la respetaban mucho, las niñas le decían que era muy guapa, y las mayores le preguntaban si prefería al lobo o vampiro de Crepúsculo.

La gran parte de los niños y niñas que vivían en el orfanato oscilaban entre los cinco y dieciséis años.

-Paulina!-gritó Julie, para que la pelirroja recibiera el pase.

La final, los Enanitos habían conseguido llegar a ella, enfrentándose contra los más mayores.

CAPÍTULO 22:

El día terminó, y con mucha alegría y cansancio, por parte de Julie, Paulina y Pitufo, volvieron a casa. Los niños les habían hecho prometer que volverían el día siguiente para jugar otra vez, y las tres parejas aceptaron gustosas.

Al llegar al apartamento, Andrea cogió de la camiseta a la pelirroja y se la llevo a rastras, alejándola de sus amigos que se peleaban por decidir que comida pedirían a domicilio.

Carolina y Nerea querían comer comida china y, Julie y Rubén preferían hamburguesas...

-Mira cada uno que llame al que quiera y se acabo.-dijo para terminar la discusión Pitufo.

-Nos parece perfecto.-grito Nerea, enfadada con su novio por llevarle la contraria.

Mientras Pitufo se acercaba a su novia para intentar hacer las paces, Julie sonriendo por el show, caminaba hacia la castaña que había cogido el teléfono para llamar y pedir su comida y la de Nerea.

-Buenas noches, un pedido para dos de...-Julie se había colocado detrás suya contemplando el precioso cuerpo de su musa.-Sí, eso es todo. Gracias.

-¿Chino?-preguntó Julie negando con la cabeza, tirándose en el sofá.

-No vivo de hamburguesas como otras...-dijo la castaña, haciendo que la morena pusiera cara de ofendida.

-Me subestimas, también cómo pizza.-dijo Julie sonriendo.

Carolina rió, negando.

-Me ha encantado conocer a esos niños, son muy especiales.-agradeció la castaña, mirando directamente los ojos azules de la morena.

-Me ha encantado que lo pasaras tan bien con ellos.

Nerea y Pitufo seguían la discusión dentro de la cocina.

Carolina y Julie se miraban intensamente, encontrando un mundo en los ojos de la otra.

Despacio y sin prisas sus rostros se fueron acercando para hacer lo que llevaban esperando mucho tiempo. Por fin sus labios se encontraron y desde ese momento supieron que no querrían que se separan nunca más.

Julie disfrutaba del cálido y delicado beso, rozando sus labios con los de la castaña tranquilamente, con los ojos cerrados, sintiendo todo tipo de bichos en el estómago.

Carolina, en medio del beso soltó un suspiro, del placer que le daba el sincero y tierno beso que Julie le estaba dando.

Se separaron como se habían juntado, poco a poco. Sus frentes permanecieron juntas, y ahora era Julie la que suspiraba, dejando salir dos palabras.

-Te quiero.

CAPÍTULO 23:

-¿Por qué hemos salido corriendo?-le pregunta confusa la pelirroja a la rubia.

-Por esto.

No sé como pudo tener tanta estabilidad Paulina como para no caerse, las torneadas piernas de Andrea se habían lanzado agarrándola de la cintura, teniendo que en un rápido movimiento sujetarlas para que la rubia que cruzaba los brazos por detrás del cuello de la pelirroja la pudiera besar.

Fue un beso lleno de anhelo por parte de la rubia, desde que había visto como Paulina se había pasado el día jugando con los pequeños, como cada vez que marcaban un ensayo los niños se le tiraban encima y ella los recibía con una sonrisa y les hacia cosquillas, tenía ganas de besarla.

-Me parece un buen motivo.-dijo Paulina, infinitamente feliz por aquel repentino beso que la había transportado al paraíso ida y vuelta.

Sin poder evitarlo un bostezo inesperado salió de la boca de la pelirroja.

La rubia sonrió con ternura y con un beso en la nariz, pegando más a su osito le dijo:

-¿Me llevas a la cama, y me abrazas toda la noche?

Esa pregunta hizo todo el cuerpo de Paulina empezara a brotar felicidad pura.

-Por supuesto princesa.

Con paso firme, camino como un luchador de sumo hacia la cama, donde acostó lentamente a su princesa, le dio la vuelta a la cama y se tumbo abrazándola por la espalda como le había pedido, quedándose dormida rápidamente con el dulce olor del pelo de Andrea.

----------------------------------------------------------------------------------------------------Este es el fin de esta parte del relato, como así decirlo de la temporada, subiré la siguientes partes en Enero y haré un capítulo por semana. Aún no se acaba.

Muchas gracias por leer.

Feliz navidad y año nuevo. :)