Podríamos...

5º Parte.

PODRÍAMOS...

CAPÍTULO 11:

Las cuatro chicas sentadas en una de las mesas del fondo de la cafetería, charlaban animadamente. Fuera la lluvia había cedido un poco, pero antes de ello, había mojado entre risas a las parejas, que tuvieron que correr, entre las bromas de Paulina y Julie, causando los gritos de las otras dos, por el barró y el agua que les caía.

-¿Qué haréis estas vacaciones?-preguntó Carolina mirando a Julie, que también la miraba con una sonrisa de lado, y tocándose la nariz para decirle a la castaña que estaba manchada.

Carolina entendiendo lo que la morena le decía se tocó la nariz, comprobando que de verdad estaba sucia, sonrojándose.

-Ahora que lo dices,-dijo Andrea dirigiendo su vista que anteriormente permanecía clavada en Paulina, miró a Julie, que con su cara de embobada observaba a Carolina.- ¿al final me llevaras?

La pregunta de la rubia hacia la morena, hizo fruncir el ceño de sus acompañantes, demostrando su ignorancia ante lo que estaban escuchando.

-Claro.-respondió sonriendo, pero esta vez completamente.

-¿Dónde vais?-preguntó con interés y un poco de celos en la voz Carolina.

Julie no respondió ninguna de las dos preguntas, seguía en su mundo, contemplando el rostro de la castaña de ojos verdes.

-Iremos a...-miró a Julie pidiéndole consentimiento, pero viendo lo enajenada que estaba con la chica tenía enfrente, supuso que podía contarlo.-...a el orfanato de la ciudad, para pasar las vacaciones con los niños.

En ese momento, Julie dejó de sonreír, y diversas imágenes, al haber escuchado esa palabra, comenzaron a pasar por su mente, recordando tanto buenos como malos momentos.

Bajó la mirada, y las dos chicas que miraban sorprendidas a la rubia y a la morena, observaron como Julie se removía en su asiento, jamás la habían visto tan incomoda.

A la morena no le importaba volver a aquel sitio, había conocido a personas geniales, que la habían ayudado, aunque también había visto la forma mala en la que cualquiera puede acabar... Eso era lo que la incomodaba, el hecho de que pronunciar orfanato, le trajera no sólo a ella, sino a la gente en general, una idea de nostalgia, compasión, tristeza... Que para que mentir, si que lo había en algunos momentos, pero entre aquellos niños, y la gente que cuida de ellos, también hay hueco para la alegría, la diversión y lo buenos y gratos momentos. Porque para Julie eso era la vida, una cadena de instantes, que los había buenos malos y peores, que acababan y comenzaban otra vez con otro sentimiento nuevo, haciendo de todos ellos una montaña rusa.

Carolina miraba a Julie, veía en sus ojos, que no se habían apagado para nada, seguían trasmitiendo aquel brillo especial, pero que se veían melancólicos...

-Si queréis venir.-dijo Julie, levantó la mirada y sonrió.

-¿En serio?-preguntó Paulina.

-No de mentira...-repitió Andrea, como por la mañana, cuando se habían conocido.

Andrea rió, y la pelirroja negó con la cabeza mientras sonreía con sorna.

-Sí, en serio.-volvió a decir Julie mirando a Carolina, que no había apartado la vista de ella.-¿Vienes?

Carolina la miró, sin entender la pregunta por estar absorta en sus pensamientos.

-Sí.-dijo.

A unos escasos centímetros de ellas, Andrea miraba a Paulina, que sonreía con ternura y sus ojos claros se clavaban en la rubia.

-¿Por qué me miras así?-preguntó Andrea ruborizándose.

-¿Quieres que vaya?-le preguntó refiriéndose a la propuesta que les había hecho Julie.

-¿Quieres ir?-le devolvió la pregunta Andrea.

-Si tú quieres que vaya...-respondió jugando Paulina.

-¡Claro que quiero que vayas!-gritó un poco alterada Andrea, provocando las risas de Julie y Carolina, que observaban la escena.

Paulina miró con una sonrisa a Andrea y las ganas de besar la se abrieron pasó, pero la lógica gano la batalla.

-¿No sería ningún inconveniente?-preguntó le preguntó la pelirroja a Julie.

-Por supuesto que no, sólo tengo que hacer una llamada.-dijo Julie levantándose, mientras buscaba el móvil.

Se disculpó con las chicos y dijo que en un momento volvía.

Siguieron hablando, preguntándole a Andrea el porque de ir al orfanato, ella pensó que al haber dicho antes su destino para pasar las vacaciones, y el hecho de que Julie las hubiera invitado, significaba que podría contarles el porque, y sin demasiados detalles y muy por encima les contó que Julie era huérfana y que desde que el estado a los 16 años le concedió la mayoría de edad vivía fuera del orfanato, pero aún mantenía viejos amigos allí, y muchos niños pequeños la admiran y quieren, por lo que todas las vacaciones pasa parte de ellas con ellos.

Mientras las tres preciosas chicas hablaban, Julie marcó el número de su amigo Rúben, más conocido como Pitufo, ya que cuando él le presentó a su madre, ella le llamaba así, por... diferentes motivos.

+Pitufo! ¿Qué tal?

+¿Julie?

+¿Quién va a ser?-dijo riendo Julie.

Rubén rió al otro lado del teléfono, a lejos se escuchaba la voz de su madre.

*Es Julie mamá-contestó Rubén a su madre que cansada, después de trabajar volvía a casa.

+Dile a Doña Vanesa que saludos de mi parte-dijo Julie sonriendo.

*MAMÁ! DICE JULIE QUE HOLA!!- gritó Rubén desde la cocina, con su madre en su habitación.

*DILE QUE ESPERO QUE NO ME HAYA LLAMADO DOÑA VANESA!!-gritó Vanesa, observando las fotos y saludando con un pequeño a “hola” a la de una chica morena de ojos azules.

+La he escuchado-dijo riendo Julie antes de que Rubén lo dijera.

+Pues eso.-dijo riendo también Rubén.-¿Y qué tal vas?-preguntó.

+Si yo te contara...-dijo mirando de lejos, a través del cristal, hacia la mesa ocupada por las chicas que reían amigablemente.

+¿Y eso?-preguntó intrigado Rubén.

+Lo podrás ver por ti mismo...-dijo Julie dejándolo con la duda.

+¿Andrea viene contigo?

+No sólo Andrea, Pitufo.

+Me gusta que me llames Pitufo, tu y mamá sois las únicas que os lo permito.-comentó Rubén triste.

+Lo sé...-dijo Julie compartiendo de diferente manera la tristeza que sentían por distintos motivos, pero que con el paso del tiempo se ese sentimiento se había vuelto cotidiano y común para ellos.-Bueno, y cómo está el piso, ¿lo has quemado?-preguntó riendo Julie.

+No...-respondió haciéndose el desentido.

Los dos rieron.

+Esta vez somos más, así que habrá que dormir en el sillón...-dijo riendo Julie, al verse durmiendo en el sofá como la última vez que Andrea la había acompañado.

Rubén rió recordándolo.

+¿Yo también dormiré allí, no?-preguntó riendo.

+Son dos damas más...-dijo Julie sonriendo.

+Creo que para antes de que vuelvas compraré un sofá-cama mejor.

Rieron por la ocurrencia y siguieron hablando como los grandes amigos y compañeros de piso que eran.


Siento mucho que sea tan corto, pero es que últimamente no tengo tiempo de escribir, y era subir este poquito que acabo de escribir, o esperar hasta el domingo (si puediera subirlo). Suplico perdón, y pido disculpas anticipadamente porque creo que escribiré uno o dos cápitulos más extensos por semana, y los subiré los fines de semana.

Perdón :3