Poder entre mis Piernas (02)

Viendo un video pornográfico en la sala de su departamente me doy cuenta de la verdad sobre Micaela, justo cuando ella aparece, dispuesta a mostrarme muchas otras cosas, entre ellas, su descomunal pene.

Poder entre mis Piernas 02

Fuimos caminando de regreso al salón de belleza, "vivo en el departamento de arriba" me dijo. Entramos y subimos, su decorado era de buen gusto, discreto pero bonito. Estaba un poco desordenado pues me dijo que por la mañana acabó de ver unos videos de una fiesta a la que asistió y no tuvo tiempo de guardarlos.

Platicamos mucho, nada fuera de lo normal, me ofreció tragos y bebimos, yo no lo acostumbraba. Entonces me dijo que se pondría cómoda, que estaba muy cansada y que la disculpara unos segundos. Yo le dije que si, y estando sola se me ocurrió poner uno de los videos, eligiendo uno al azar.

Al comenzar a ver las imágenes mi rostro se encendió, ¡era ella totalmente desnuda, solo con zapatillas de tacón de aguja altísimas! Besaba en la boca a una muchacha, la cual aceptaba gustosa la lengua de Mica. Luego ella dejaba su boca para chaparle lo pezones y seguir bajando hasta su vagina donde le daba lametones y pequeñas succiones al hinchado clítoris de la mujer.

Abrí mi boca presa del tremendo deseo y excitación que sentía. Metí mi mano izquierda por debajo de la blusa acariciando mis senos y apretándome los pezones que parecían explotar por el ardor que sentían. Bajé mi mano derecha a mi entrepierna, la cual estaba muy húmeda, y comencé a sobarme suavemente con los dedos. Nunca me había masturbado en mi vida, siempre fui muy conservadora, y no entendía porqué lo hacía mientras veía 2 mujeres teniendo sexo, pero en ese momento no me importó.

Haciendo mis braguitas a un lado comencé a frotarme el clítoris, el placer que sentía iba en aumento y en un momento me olvide de todo y me subí la falda totalmente a la cintura para poder darme mas gozo. Entonces levanté mi cabeza para ver lo que sucedía en la TV, casi me corro en ese instante. Era Micaela, había girado su cuerpo, ¡el cual lucía una tremenda paloma, gruesa, como de 12 pulgadas! La sumergía con violencia entre la vagina de la otra, no daba crédito a lo que veían mis ojos, era la mas apetitosa de las mujeres y dotada de una poderosa tranca entre sus piernas. Era nada menos que una ¡ardiente hembra transexual¡

De pronto la TV se apago, era Mica que había visto todo. Estaba parada en la puerta del cuarto con el control en la mano, enfundada en una bata negra. No pude hacer otra cosa que gemir por la excitación que no podía quitarme y que no lograba contener.

Nena, ¿te gustó lo que viste?

S… si… si… – apenas pude decir.

Me parece que querés una función más en vivo, ¿o no?

,… – ya no pude responder, mis ojos hablaban por mi.

La miré caminar meneando las caderas, dejó caer su bata y me mostró en su esplendor su enorme falo. Caminó sensualmente sobándolo, semi erecto, acercándose a mí poco a poco. Era increíble poderla observar desnuda, parecía como una ninfa salida de la mitología mientras yo permanecía hincada en el sillón, con la falda arremolinada en mi cintura, sobándome el sexo y con mi rostro enrojecido por la lujuria. Cuando quedó frente a mí, me tomo de los hombros y me puso de pié, comenzó a besarme metiéndome la lengua, enredándola con la mía. Pronto empezó a acariciarme los senos que parecían explotar mientras yo gemía descontrolada, no atinaba a hacer nada más que sentir sus ardientes manos. Luego me sacó la blusa, la falda y el sostén, y mis senos saltaron al frente. Esto pareció estimularla pues, de un tirón, arranco mis pequeñas y mojadas bragas. No soporte más y me le pegué al cuerpo, restregándome como gata en celo. Mica me miró de manera enloquecedora y me indicó que la siguiera.

Caminé tras ella escurriendo mis jugos entre las piernas, al entrar me dijo "hincate y mamame la verga". Nunca había mamado verga antes, así que lo hice lo mejor que pude, como si se tratara de un caramelo gigantesco. La tomé en mis manos y comencé a lamer todo aquel mástil, concentrándome luego en su cabeza, a la que daba pequeñas succiones, girando la punta de mi lengua en la pequeña en su meato. Micaela gimió por el placer, y yo continué con lo mismo y al cabo de unos minutos su falo estaba totalmente erecto.

¡Era peor que como se miraba en la tele! No me lo pude meter entre la boca, por lo que seguí lamiéndolo y chupándolo. Soltó unas gotitas de líquido preseminal su sabor algo salado me gusto mucho y lo tragué todo. Ella empezó a mover sus caderas, cogiéndome por la boca, tomándome de la cabeza y moviéndola acompasadamente a su verga, que yo solté para dejar que me la metiera a su ritmo mientras yo le sobaba los huevos con ambas manos. Solo podía gruñir con semejante tranca en la boca, degustando tan deliciosa verga, gozando de la cogida oral que me daba.

Luego me levantó y me colocó en la cama, comenzó a chuparme una chiche, logrando hacer que me retorciera de placer, que aumento cuando su otra mano acaricio mi clítoris. Yo gemí y solo le decía "¡¡ASÍ!! ¡¡SI, MÁS, MÁS!!, ¡¡¡HAAA…!!!". Luego fue bajando hasta llegar a mi mojada vagina, tragó mis jugos con lujuria y avidez, proporcionándole un inigualable placer a mi sexo. La sujeté de la cabeza para que no lo dejara de hacer y en el punto máximo de gozo levanté mis piernas al cielo formando un ángulo de 90° con el resto de mi cuerpo. Ella comprendió el mensaje e inicio una serie de chupadas y lamidas fuertes. Era delicioso sentir aquella lengua que se metía en mi vagina, la quería más.

Luego Mica se subió sobre mí y formamos un 69 exquisito. Gemía y exclamaba totalmente poseída por la lujuria. ¡Que ricura poder probar su deliciosa verga mientras me comía la vagina! Ella sacó de un cajón cercano a la cama un consolador, como de 18 cm., lo colocó en la entrada de mi vagina y lo metió hasta el fondo mientras me decía "¡Gozá perra, disfrutá de tu tranca!". Acepté gustosa el consolador en mi interior, grité enloquecida por el placer que hacia estremecer mi cuerpo. "¡¡¡SI, SI!!! ¡¡¡NO DEJES DE METERLO!!!". Mientras me metía el consolador y me deleitaba como loca con su lengua en mi clítoris, empecé a sentir mi primer orgasmo.

¡¡¡¡MÁS, MÁAAAASSSSS!!!! ¡¡¡NO PAREEEESSSSS!!! ¡¡¡¡SIIIIIIGGGHH, ASIIIGGHHH!!!!

Me retorcía y le suplicaba por más, y Mica, lejos de parar, me puso en cuatro patas. Seguía metiendo el consolador mientras me besaba las nalgas y me decía "que lindo culito, se ve riquísimo". De pronto sacó el consolador y sentí como ahora era su enorme verga la que pugnaba por entrar. Fue riquísimo sentir su falo hirviendo, entrando y saliendo de mi cuerpo. Al mismo tiempo yo me sobaba los senos, apretando mis pezones erectos excitados.

¡SIIII, SIIII! ¡MICAELAAAAAAAGGGHHH! ¡METÉMELA HASTA EL FONDOOOOUUU!

¿Te gusta perra?, ¿te gusta mi verga?

¡¡¡¡SIIIIIIGGGHHH!!!! ¡¡¡ME GUSTA MUCHOOOOOGGHHHH!!!

¿Qué sos perra?

¡¡¡SIIIII, SAOY UNA PERRAAA!!! ¡¡¡SOY TU PERRA, TU PUTA!!! ¡¡¡CÓGEME, CÓGEME MICA!!! ¡¡¡¡QUIERO SER UNA PUUUUUUTTTTAAAAAGGGHHHHH!!!! – y tuve mi segundo orgasmo.

Luego, víctima de un tremendo orgasmo, Mica empezó a gritar. Sacó su verga gigantesca de mi interior y eyaculó furiosamente sobre mi grupa, pude sentir los chorros de semen hirviente bañando mi espalda, escurriendo por mis costados. El interior de mi sexo ardía. Luego me la dio en la boca y me dijo "Limpiala perra". Lo hice encantada y disfruté del sabor de su lechita caliente, que me comí golosamente todo lo que pude, no quería dejar nada ya que su sabor, nuevo para mí, me gustaba muchísimo.

Me observó con sus hermosísimos ojos almendrados, sudaba copiosamente como yo, sus senos hermosos me miraban como invitándome a chuparlos. Y yo la observaba desde el suelo, con mi culito en pompa, en 4, escurriendo semen por la espalda y saboreándolo todavía entre mi paladar. Me sentía tan sometida, tan de su propiedad… ¡eso me encantaba!

¿No se te ha hecho tarde? – me preguntó sin recibir respuesta alguna, tan solo mis ojos verdes mirándola, perdidos… esa noche sería muy larga, larga e inolvidable

CONTINUARÁ

Estela, la Perra (Garganta de Cuero).

Pueden mandarme sus comentarios y sugerencias a mi correo electrónico. Gracias, besos y abrazos.