¡Poco a poco dominandome!

Empezó todo muy despació pero me convenció demasiado deprisa. Quería hacer de mi una sumisa y al principio poco le costó convencerme.

El me enamoro,  pensaba que no podría sentir ni hacer todo aquello por él.

Me presentaré ante todo, me llamo Carol, tengo 20 añitos y un cuerpo con bastantes curvas, soy morena de grandes ojos por no decir que también un gran pecho y culo. Soy una chica muy curiosa y eso fue lo que me llevo a esto.

Un día sin más…Entre a una página de chats… y di con él. Un chico amable, con conversación e interesante.

¡Un cabrón diría a día de hoy!

Después de unas horas de conversación, empezó a cambiar el asunto, todo fue exactamente en el momento en el que me preguntó:

Marcos: - ¿Qué vas a cenar?

Yo: - Pues la verdad no lose…

Marcos: - ¡Pues deberías, aquí tienes una buena polla esperándote!

En ese momento, al leer esa frase, me quedé en blanco porque hasta el momento no me había dicho nada semejante. La verdad es que me puso caliente nada más leerlo porque nunca había hablado con un desconocido por internet y ya de por si soy una chica bastante caliente, entonces decidí seguirle el rollo.

Yo: - Hombre sin saber donde vives… sigo sin tener cena para hoy…

Marcos:- ¡Mira que tenemos aquí! Una guarrita de 20 años con ganas de comer polla…

Yo: - ¿Perdona? ¡Cuidadito con lo que dices!

Marcos:- ¿Es que a caso me equivoco? ¡Si te gusta! Vente a mi casa y ya verás como acabas por saber lo que eres

Yo: - jajaja ¿Y qué soy?

Marcos: - ¡Una zorrita con ganas de que le follen bien fuerte!

No se que me pasaba, pero la verdad es que me hacia gracia la conversación y cada vez que me soltaba cosas así, notaba que me gustaba, se me empezó a mojar el coño y contra eso no podía hacer nada.

¡Rectifico! Sí que podía hacer algo, en un acto reflejo empecé a acariciarme las tetas por encima de la camisa, y fue cuando me dijo:

Marcos:- ¿Qué llevas puesto?

Yo:- Una faldita tejana, una camisa blanca, sujetador y tanguita…jajajaj

Marcos:- No se que haces con el sujetador y el tanga puestos… ¡Quítatelo ya!  Y demuéstrame que lo as hecho

Yo:- ¿Pero…pero como quieres que te lo demuestre?

Marcos: -Sencillo, lo haces delante mío, enciendes la cam y te lo quitas

Yo: - ¡Eres un cabrón! ¿Qué es lo que quieres de mí?

Marcos:- ¿Me sigues el rollo y soy yo el cabrón? Quiero que se te quite la tontería que llevas encima, atarte las manos a la espalda y meterte toda la polla en la boca

Uffff!!! Nunca me habían hablado así, no sabía que hacer ni que decir, incluso se me pasó por la cabeza cerrar la conversación, pero no…Me excitaba, me ponía cachonda simplemente con cuatro cosas que me había dicho…Debí parar…

Marcos:- ¿Qué pasa perrita que no contestas? ¿Que te estas tocando el coño sin pedirme permiso?

Yo:- ¡Perdona! Espera que ahora te tengo que pedir permiso para hacer algo jajaja

Marcos:- No lo dudes…

Yo:- ¿Qué ahora soy tuya o que? Jajaja

Marcos:- ¡Callate y ven a comerme la polla! Calle Genova núm 13, 2º 1ª…ya no tienes excusa.

Yo:- ¿Pero que dices? Que no te e visto, no se como eres, te acabo de conocer

Marcos:- Bueno… Pues buenas noches zorrita…Que te vaya muy bien

Yo: ¡Ehhh! Pero… No…

Marcos:- Jajaja, ¡Lo sabia! Eres una guarra, necesitas polla, aunque también que te castigue… No se me dice que no…Pero ya te iré enseñando a ser una buena perra

Me quité el tanga, sabiendo que estaba muy mojada, no se por que le permitía hablarme así y tampoco sabía porque le estaba haciendo caso, pero tenía ganas de conocerle así que empecé a acatar sus ordenes.

Yo:- Marcos me he quitado el tanga…y mmmm

Marcos:- ¿Mmmm que? Estas mojada, muy mojada….Ponte unos tacones, déjate la falda que llevas y la camisa (¡¡¡sin sujetador!!!), hazte dos trencitas y vente para mi casa. Pica y sube.

Yo:- ¿Ya? ¿En serio?

Marcos:- ¡No tardes, hasta ahora!

Antes de poder contestarle había desaparecido, se desconectó y me quede pensativa y nerviosa en la silla del ordenador. La curiosidad, la intriga, el morbo fue lo que izó que me levantara, me quité el sujetador y tenía los pezones muy duros se me marcaban bastante en la camisa, me puse los tacones y me hice las trenzas como me pidió.

Me puse una chaqueta negra por que me sentía incomoda y al coger las llaves de casa y abrir la puerta para salir, me quedé parada preguntándome que estaba haciendo.

Me acuerdo de que respire muy fuerte y me puse a caminar dirección a su casa, a cada paso que daba se me aceleraba más el corazón sintiendo que no llevaba nada debajo y que estaba a punto de meterme en casa de un completo desconocido.

Llegué a la puerta de su casa y estuve a punto de darme la vuelta cuando sin pensarlo, le di al timbre. Apoyada en la puerta, se abrió sin que nadie contestara.

Subí las escaleras y me encontré una puerta semiabierta…

¡Continuará!