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Una de mis esclava graba lo que le ha mandado hacer en mi ausencia para darme una sorpresa. La sorpresa se la lleva ella. Contiene sado.
Un día, una noche, al llegar a la casa después de un viaje, está todo apagado salvo la televisión, pegada en la pantalla encuentro una nota de ella: "En el video tiene lo que me ordenó, creo que le encantará amo".
Pongo el video, ella aparece muy decentemente vestida, poco a poco surge una música excitante y ella comienza a enseñarme lo que hay debajo de ese vestido, unas medias sexys, un ligero ajustado, un tanga transparente, un sujetador minúsculo que muestra unos bellos senos con los pezones erectos. Estas prendas también caen mientras baila, moviéndose provocativamente.
-Estoy muy caliente amo, puedo hacer cualquier locura.
Al quedarse completamente desnuda comienza a acariciarse, pellizcándose y tironeándose de los pezones, de los labios del sexo.
-Me gusta, mire como me gusta. Me ha acostumbrado demasiado a tratarme con dureza como para obtener placer de otra forma.
Me muestra el sexo totalmente mojado.
-Mire, esto le gusta a usted. Sí, yo también lo disfruto, usando mi cuerpo con violencia.
Se da la vuelta y se abre el culo para que vea bien como se mete los dedos en el ano y se masturba. Se humedece los dedos y se masturba alternando los agujeros.
-Amo, me hace falta, aunque no esté cerca necesito entregarme a usted.
Que goza está claro, sus jadeos suenan nítidos sobre la música. Alarga una mano y coge dos velas, una muy gruesa, la otra un poco menos y se las mete, veo como se fuerza para que entren, se agita inquieta con ellas dentro.
-Me duelen amo pero sé que a usted le gustará. Se lo ofrezco, le ofrezco mi dolor que sé que se convertirá en placer.
Poco a poco su excitación aumenta, abre la boca que tiene reseca, cierra los ojos y aumenta la frecuencia y la intensidad con la que se masturba con las velas, se puede ver como entran y salen por delante y por detrás.
-Me imagino que dos gordos sudorosos me follan, mientras usted mira ellos me violan y no hace nada por evitarlo, se que le gustaría, cabrón.
Se corre apretándose las tetas, retorciéndose de gusto. Se deja las velas puestas.
-Lo siento amo. Sé que no debo correrme pero imaginar como me humilla ha sido demasiado. Sé que me merezco el castigo que quiera imponerme y aunque sé que me costará sufrirlo quiero aceptarlo.
Su cara expresa el deseo que la embarga.
-Así andaré todo el día, con el coño y el culo bien empalados. Esto es sólo para que se ponga caliente, lo mejor viene ahora, dentro de un momento. Hasta la noche amo. Espere un poco.
La imagen se difumina.
Aparece de nuevo, ahora desfila llevando diferentes modelos de ropa interior, poniendo diversas poses de lo más excitantes mientras se acaricia con rudeza.
-Tantas veces me ha torturado que ya ni yo misma sé acariciarme con dulzura.
Suena el timbre, en ese momento lleva un sujetador que sostiene el pecho por abajo pero dejándolo todo al desnudo, un liguero, medias, zapatos de tacón alto y un tanga transparente, todo de color rojo. Así va a abrir. Al volver a aparecer va sin el tanga.
-Tratadme como habéis hecho con mi tanga, arrancarme el placer como os apetezca.
Entran dos hombres mayores, uno de ellos grueso y dos jóvenes muy apuestos, uno negro. El mayor, que parece el jefe del grupo, la invita a mostrarse a los demás. Una vez que lo ha hecho le dice que se acerque y se arrodille, desabrocha a los dos hombres mayores que están sentados juntos en un sofá.
-Mi amo me obliga a estar siempre de rodillas para él. Me gusta.
Coge sus pollas flácidas y comienza a masturbarlos y a chuparlos, mira a la cámara con cara de asco para que se vea bien hasta donde está dispuesta a llegar chupando dos pollas viejas y sucias. Los otros dos se dedican a contemplar la escena.
-Usar mi cuerpo de puta, está para eso.
Abre las piernas y el coño, y los mira gozando al exhibirse. Los hombres le dan la vuelta y le hacen chupársela a los jóvenes a los que también tiene que levantársela. La polla negra le hipnotiza, es enorme y brillante, cuando la chupa es como si tratara de sentir el placer que le produce, acaricia al negro, excitada de tocar una piel de color diferente, su sexo abierto palpita, trata de tragártela entera, aunque su tamaño le rompa la garganta, su baba espesa la cubre cuando se retira, para mirarla, como adorando a un ídolo.
- No sabéis tratar a una puta como se merece. Sois unos maricones.
Sólo teniendo esa polla en la boca podría correrse. No le dan tiempo, cuando ya se las ha puesto duras le hacen sentarse frente al negro que la encula obligándole a gritar, y al que no cesa de tocar, después le hacen echarse para atrás y su coño aparece abombado hacia arriba abierto y húmedo buscando una polla, es el viejo el que ocupa ese lugar, el gordo se sienta sobre su cara invitándole a chuparlo, el otro joven se sienta sobre su pecho para que le haga una paja con sus tetas, se las sujeta para que sienta mejor el roce. Todos gozan con su cuerpo. Uno tras otro se va corriendo.
-Decidme lo puta que soy.
Los va limpiando con la boca para volver a estimularlos, ellos la soban por todas partes, le meten dedos y pollas en todos sus agujeros, la llenan de saliva y esperma, la han utilizado de todas las maneras y por todos los sitios posibles, los ha hecho correrse varias veces y ellos a ella. Se ha comportado como una auténtica puta. Se visten y dejan dinero sobre una mesita.
-Amo ya ve que cumplo todas sus órdenes como la más sumisa de las perras. No me he corrido amo. Lo he deseado pero no me he corrido.
Al marcharse se masturba aún llena de semen. Se lame el esperma que han ido dejando en ella, sacándolo del ano o del coño.
-Y ahora lo que más le gusta.
Se pone pinzas en los pezones y en los labios del coño. Así se pone a bailar masturbándose. Al acostumbrarse al dolor coge las pinzas con otras dos para apretarlas aún más. Mira a la cámara provocativa, levantándose las tetas para que se le vean bien. Así, abierta comienza a depilarse, pronto su pubis queda liso haciendo que sus labios hinchados se vean más nítidamente.
-Amo sé que no puedo pero no sé si podré controlar el deseo de correrme.
Se pone correas en los tobillos, las muñecas y el cuello, despacio y acariciándose constantemente. Después se coloca un ancho cinturón para comprimir su cintura y realzar las caderas mostrando su espléndida grupa. Se atas las tetorras hasta que están totalmente congestionadas.
Ahora la cámara toma un primer plano de su coño abierto y caliente.
-Un día le dije que me marcase el culo, las tetas y el coño y no lo hizo. Y sé que esto quería hacerlo usted. Quería ver como me lo hacían.
Con una mano coge los labios del coño, en la otra mano, una aguja, se los vas perforando, se le oye gemir quedamente. Cuando se los ha atravesado se coloca unos aritos para evitar que se le cierren.
-Dios! Cómo duele amo! Pero me calienta. Me calienta pensar en lo que sentirá en la polla cuando note el roce de los aros.
Después se coloca de espaldas sacando el culo.
-Sus marcas en el culo apenas si se notan ya, hace tiempo que me las hizo, no se nota ya que soy una puta masoquista, su puta amo. Verá las mías. Quiero que vea lo que soy capaz de hacer por usted.
Comienza a azotarse y poco a poco el culo rosado se torna rojo, algunos correazos caen sobre la espalda o los muslos, la hace gritar pero la mayoría castigan el culo. De vez en cuando se frota con un cepillo de púas y se pellizca. El culo se va poniendo violáceo hasta coger un morado intenso. Se da la vuelta y se fustiga los muslos, el estómago, las tetas y el coño ardoroso, mientras se muerde los pezones.
-Amo me tiembla todo el cuerpo del dolor. Apenas puedo mantenerme de pie.
Se magrea las tetas preparándolas para lo que le tiene reservadas.
-Perforarme el coño no ha sido muy doloroso, espero que esto tampoco lo sea.
Se perfora los pezones, comienza a quitar agujas de jeringas y a clavárselas. No contenta enciende velas y se la vuelca por todo el cuerpo. Llora y gime, pero continúa.
-Suba y rómpame el culo, soy suya. Lo necesito amo. Rómpamelo sin preocuparse de mi.
Dejo de ver el video y sube, está sobre la cama, atada, con el culo en pompa, balanceándose, sudorosa. No la hago esperar. Entro en ella, aúlla.
-He visto tu video acompañado.
-Dígale que suba.
-No hace falta, está aquí.
Me corro en su culo mientras ella mira a la mujer que la observa, me chupa la polla llena de mierda mientras la mujer sonríe.
-Es tal como me dijiste, una auténtica perra.
-Sí. Te la voy a dejar un rato para que juegues con ella. Tal como está no creo que pueda negarse a complacerte, ja, ja.
-Amo, no por favor suplica la esclava al ver la cara de la otra mujer que no le augura nada bueno o sí.
La mujer le coge las tetas con los pezones atravesados con agujas y se las agita. La esclava gime torturada por el dolor.
-Amo, por favor, amo. Se lo suplico
-Pórtate bien con ella y puede que así ella sea buena contigo, aunque no creo, está demasiado ansiosa de ti para que puedas evitar que te fuerce.
-Haré lo que quiera, de verdad.
-De eso estoy seguro. Harás lo que ella quiera, ja, ja. No tendrás más remedio o todo tu cuerpo lo sentirá como nunca lo has sentido antes.
La mujer le pone más agujas en los labios de su coño apuntando hacia el otro labio. El miedo que siente y la falta de cuidado al perforarla le hace sudar a causa del dolor. Durante unos segundos la mujer mira su obra satisfecha. La esclava se va tranquilizando al remitir sólo un poco el dolor.
-Te gusta como te ha quedado el coño cerda? Le pregunta la mujer. La esclava trata de levantar la cabeza y mirarse pero apenas puede verse. La mujer va por un espejo. Se asombra al verse el coño perforado por más de una docena de agujas.
- No es posible!
-No creas que te he puesto estas agujas para que te den placer, porque ahora estás disfrutando, verdad puta de mierda?
-Sí.
-He visto lo que te has hecho en el culo pero aunque te creas muy valiente te das con mucha suavidad.
-Lo hago por mi amo.
-Lo haces porque eres una puta masoquista pero yo haré que hoy superes tus límites y no puedas olvidar el dolor que vas a sentir.
-Por favor amo, me da miedo.
-Quieres que te desate? Aguantarías mi castigo?
-Creo que no ama, no me desate por favor.
-Hoy si le vas a demostrar a tu amo que eres su puta y lo que estás dispuesta a sufrir por él.
-Si ama, lo haré.
-Y después de castigarte, mientras te dejo sentir todo el dolor que te voy a provocar le daré placer a tu amo.
- No amo! Eso no! Ama por favor! Lo aguantare todo pero lo siento ama, tiene razón, sólo soy su puta
Las dejo solas, la oigo gemir.