Plato Especial
Acuden a un restaurante chino, pero no a comer precisamente.
Aunque no soy muy aficionado a la comida china (la verdad es que nunca me fie de estos restaurantes) un par de colegas me convencieron para ir a almolzar a uno de ellos, decian que era el mejor de la ciudad y que bla bla bla.
Asi que me resigne y me dispuse a tomarme una sopa de aleta de tiburon y alguna frusleria mas, el restaurante, a pesar de lo que me habian dicho era igual que todos los demas, y su pretendida calidad solo se reflejaba en los precios, lo mejor con diferencia eran las camareras, jovenes pero de edad indefinida (es dificil calcular la edad de l@s asiatic@s)
Al terminar de comer y entregado al sake Juan uno de mis amigos me dijo:
-Con lo listo que eres y todavia no te has dado cuenta que no estamos aqui por la comida.
Me quede extrañado, no sabia a que se referia, desde luego la comida era abominable (o me lo parecio).
-Joder Carlos¡ que es lo mejor de este restaurante?
-Las camareras- dije sin pestañear
-Bingo¡
-Como que bingo
-Que a eso hemos venido, a por las camareras, el restaurante es una tapadera, comes, te tomas unos sakes y despues te follas a la camarera
-Venga ya
-Laura ven- le dijo a una de las chicas que nos habia atendido, delgada y bajita.
-Que desea usted?
-Que atiendas a nuestro amigo
La chinita a la que llamaban Laura me tomo de la mano y me condujo a la trastienda del restaurante, abrio una de las puertas y me quede alucinado, una cama redonda inmensa, espejo en el techo y paredes rojas con mas espejos. Me desnudo mientras sonreia, apenas hablaba español, con gestos me iba indicando, me quito la ropa, los calcetines y los slips, me condujo al baño que era inmenso con jacuzzi incluido, preparo el baño y me invito a entrar, mientras lo hacia ella se desnudaba y se quedaba en ropa interior (ligueros incluidos),
comenzo a bañarme y a darme un masaje relajante, la cabeza, la espalda, los pies, nada quedo al margen de sus amorosos y orientales cuidados, le desabroche el sujetador y comence a acariciar sus tetitas, pequeñas de oscuro pezon, su piel era suave, ideal para el tacto, para acariciar mientras ella enjabonaba mi polla y mis pelotas con suavidad y mimo, a pesar del sake ingerido sus caricias me puso a cien, empalmado como un chiquillo.
Me invito a salir del baño, me seco y me invito a tumbarme en la cama, no tenia que preocuparme de nada, ella me cuidaba, comenzo a pasarme las tetitas por la polla, rozando sus pezones por mi capullo mientras sonreia, despues comenzo a lamerla desde la punta hasta la raiz, apretandome los huevos y chupando y succionando mi capullo con fuerza, me puso un condon con la boca y se subio sobre mi metiendose la polla en la raja con gracia y agilidad:
-Tu tranquilo, relajado, trabajo mio.
Eso hice, dejarme hacer, ella me montaba haciendo circulos con sus nalgas, cuando vio mi interes en chuparle sus exquisitas tetitas orientales puso unos cojones a mi espalda y mi boca quedo a la altura de sus tetitas, estaban ricas, sabrosas, duras y suaves, ella se clavaba mi polla lentamente, a pesar de la perdida de sensibilidad que el condon le roba a la polla, podia sentir su coñito (mejor los musculos de su coñito) apretandomela, exprimiendomela, pajeandomela, era terso, elastico, apretado y la suave cadencia de la chinita montandome casi a camara lenta, acariciando mi pecho, dejandose caer para clavarsela mas profunda, le meti un dedo en el culo que estaba humedo y lubricado en la entrada por sus jugos, con la misma gracia y naturalidad con la que se metio mi polla en el coño se la saco, la condujo a la entrada de su culo y se la metio hasta las pelotas con absoluta facilidad, manejaba su esfinter con la misma o mas habilidad que los musculos de su vagina, la tenia enculada con todo su peso sobre mi vientre y mi polla, yo tenia el culo levantado, la tenia en peso y ella se bamboleaba sobre mi mientras abria y cerraba su culo y, en consecuencia, mi polla vibraba.
Cuando sintio que me estaba llegando la corrida aumento el ritmo y la fuerza de su esfinter, dilatando cuando mi polla entraba un poco en su culo y apretando cuando salia, yo tranquilo, dejandome hacer, ella decia algo asi como:
-Me gutta¡ me gutta¡- con una vocecilla suave y sensual
Me corri, ya lo creo que me corri, gozando dulcemente, nunca habia imaginado asi el sexo de pago. Ella me desmonto, me quito el condon, limpio la punta de mi capullo con la lengua, me llevo al baño de nuevo donde me ducho como lo hacia mi madre cuando era pequeño, me seco, me vistio y de la mano me llevo de nuevo a mi mesa donde mis colegas esperaban muertos de risa fumandose un cohiba. Habia transcurrido una hora. En la cuenta figuraba un extra de 120 euros por un "plato especial".