Plátano

Una madre incesta con su hijo

Mi experiencia incestuosa es muy reciente.

Tengo una familia tradicional, mi marido, y un hijo.

Lo que no es normal, es el horario laboral de mi marido, pero hace tanto tiempo que ya nos hemos acostumbrado.

Va a su trabajo a las 21 pues ingresa a las 22 hasta la 6 del día siguiente, llegando a casa cerca de las 7, cuando ya mi hijo y yo nos levantamos, él para ir a su escuela y yo a mi escuela donde ejerzo la docencia.

Desayunamos todos juntos, bueno para mi esposo parece una cena tardía.

Durante la mañana mi marido  duerme y a media tarde nos juntamos todos en familia hasta las 21 cuando nuevamente emprende su ida al trabajo y nosotros a dormir.

Se preguntaran? Y cuando? Los  fines de semana, yo ya he cumplido mis 38 y el sus cuarenta, llevamos 20 años de casados, así que la cosa ha mermado considerablemente, pero en las vacaciones siempre decimos que nos pondremos al día.

Nuestro hijo ya es todo un hombrecito.

Y que hombrecito!!!!!

Su desarrollo fue bastante normal, al principio con pajitas y hace un año con una minita, como noviecita.

De la forma que son los chicos actuales estaba segura que ya cogerían pero luego me enteré que no.

No hace mucho la chica lo abandonó.

Allí comenzó su calvario, pues estaba enamorado como solo se puede estar con la primera novia.

Dejó de comer, de estudiar, justo él que era un brillante alumno, se abandonó totalmente, no salía, no se aseaba,  acostado todo el  día con la música a todo volumen, amenazando suicidarse.

Un dramón.

Solo por la noche acallaba a su conjunto preferido para dormir pero previamente ya sin consideración alguna y desparpajo total gritaba sus acabada vía paja.

El padre no estaba y yo temía por su reacción si lo reprendía, ya era un grandote de 1,70 musculoso, además se había puesto iracundo.

Lo llevo al médico y le receta algunos suplementos  dietéticos que le restituyan el apetito también lo deriva al sicólogo.

El sicólogo poco puede con él y termina cambiándolo, pero sin resultado.

Sus pajas eran terribles, yo ya no las podía soportar, por eso armándome de valor, voy a su dormitorio en plenos gritos, abro su puerta y él acostado desnudo boca arriba mientras miraba un video porno en la tv, se sacudía una pija para mi descomunal que justamente esta escupiendo leche a la distancia llegándole hasta su pies.

De a poco se va calmando, siempre abrazando su poronga, y recién se percata de mi presencia.

Se cubre como puede.

Yo dura como una estaca, asustada al punto de creer que tenía una pija descomunal; no, solamente era bastante más gorda y larga que la de su padre, la única que hasta ese instante conocía.

Me atrevo a balbucear: hijo que haces?

Mi único consuelo.

Me atrevo a arrimarme y me siento en su cama, me daba lástima, le pregunto: tanto extrañas a Estela?.

Sí, me estoy volviendo loco de no estar con ella.

Estela su noviecita paso por mi mente, pensar que se tragaba semejante pija.

Le digo: era tu mujer?

Como?

Si hacias el amor con ella?

Me preguntas si cogíamos?

Si.

No, nunca solo besos y algunas caricias.

Pero entonces, no hacían nada mas?

No.

Nunca me contaste cual fue el motivo que te dejase.

Se fue con otro.

Asi porque si nomas?

No cuando se fue me confesó que yo era un tonto pijudo, que ella quería hacerlo y yo no reaccionaba, además tocándome se convenció que era muy grande le dio miedo, mientras que parece que su nuevo novio es más normal.

Pensar que mis amigos me envidian mi tamaño y ella lo rechaza. Los chicos me  dicen plátano, por mi tamaño.

Se la miro, apenas cubierta por la sabana, esta morcillona, es realmente grande aun para una persona mayor, no niego que la miraba con ganitas.

Por mi mente pasaban pensamientos impuros, como la necesidad de experimentar ser cogida por esa cosa que palpitaba allí tan cerca mío, tan a mano…..

Que locura.

Un grito profundo surge de la tv, estaban acabando en la serie porno.

Miro.

No me pude resistir, y dije: de que manera gozó, la muy puta.

De inmediato la desconectó, rojo de vergüenza.

Yo también me sentí avergonzada,  fui casi corriendo a acostarme, presa de mis sucios pensamientos, hasta que el sueño me venció.

Al otro día nos levantamos como si nada hubiese ocurrido.

Lo raro mi nene se había lavado, afeitado su pocos pelos de barba, cambiado y estaba listo para  salir a la escuela.

La tarde transcurrió sin novedades y luego de cenar cuando quedamos solos y ya se retiraba, me dice:

Mama, porque antes de dormir no vienes y te sientas en mi cama, como ayer y  me aconsejas que hacer.

Pensé, eso lo debería hacer tu padre, solo lo pensé.

Llegado el momento,  dudé que hacer, pero más pudo mi instinto maternal y entré a su habitación, estaba leyendo bien tapado, muy normal.

Mama, he tratado de pensar sobre las razones del abandono,

A si? Y que pensaste?

Que nunca me quiso, solo lo hacía por lujuriosa y yo la creí una santa, la respetaba pues así me han educado, ya que el sexo  con el ser amado seria solo luego de la unión legal y religiosa para formar una familia.

Si me hubiese amado como yo a ella, se hubiese aguantado, cierto?

Así era en mi tiempo, ahora es bastante distinto.

Y como era antes respecto de ahora?

A las chicas nos educaban en la creencia que el sexo era algo pecaminoso, hasta la procreación involucra en nuestra religión un pecado.

Cual?

El pecado original.

Claro ni lo había pensado.

Si bien las nenas sentíamos ganas, nos cuidábamos mucho de ellas, solo algunas se llegaban a masturbar, eran las menos.

Se debía llegar virgen al matrimonio.

Y luego en él, la mujer debía ser yacente, como a la espera de que el hombre tuviese ganas, y tomase su papel de activo, mientras nosotras éramos pasivas, aun sin quererlo.

Otra conducta era sinónimo de mala mujer.

Hoy ya no es a si, las chicas toman la iniciativa igual que los muchachos y participan ambos activamente, hay menos hipocresía en el sexo.

Entonces yo tengo la culpa de que me haya  dejado?

Quizás, hijo, tú  fuiste criado, imagino demasiado a la antigua.

También pensé que creía que mi miembro fuese muy grande para ella.

No sé, no creo, a las mujeres nos gustan así.

Quede cortada pues había dicho algo impropio.

Gracias mamita, eres mi sicóloga. No imaginas cuanto me ayudas.

Por favor suspendamos mi visita  al sicólogo, no  saben más  que preguntar por como fue mi infancia, y cuando les digo que fue maravillosa se ven como frustrados, es gastar plata demás.

Curiosa le pregunto: y hoy no te la acaricias?

Si, ahora cuando tú me dejes, miro algo porno y listo.

Ya me levantaba para irme pero ansiaba quedarme.

Me giro y le digo, sabes cuándo chica no había pornografía como ahora.

Y como se masturbaban las nenas?

Pensando en algo lindo que pudiese mostrarnos nuestros novios.

Lo  dije bien adrede para ver si reaccionaba.

Lo de ahora es mucho mas explicito, atrae más, cierto?

Y, si……

Bueno no hagas mucho ruido, ya me voy.

Mama, si quieres quédate a ver un poco, luego te vas, yo me voy a quedar quieto te lo prometo.

Por fin, pensé.

Me quedé y fui a sentarme a su lado.

Enciende la tele y pasa una película bastante interesante de unos amigos que van de parranda a bailar y luego varias parejas lo hacen todos contra todos.

Su cara estaba roja de vergüenza y la mía no se, la sentía caliente lo mismo que mi entrepierna, estaba mojándome bastante.

Siento que se mueve, su mano  debajo las sabanas, hago como si nada.

Mama, bueno….. ya me estoy poniendo nervioso……

Paso mi mano sobre la sabana, siento su dura pija, fue un instante pero ambos sentimos una temblor raro,  me levanto y me agacho para darle un beso en la mejilla y despedirme.

Su mano la apoya sobre mi nuca. No te vayas mami…..

Pero hijo tu te vas a masturbar, no debo verte.

Si claro….. claro……

Su carita parecía iba a hacer un puchero como cuando luego de darle la teta de niño, lo sacaba y comenzaba a berrear por mas.

Se lo digo….. me mira……

Mami no te vayas…..

Al tiempo que se destapaba y vi la belleza de pija que se estaba acariciando. Era gorda, bien roja, cabezona, mojadita, larga, la desee como nunca, pero me contuve.

Lo esperé a que con unas pocas sacudidas su leche manó como de una  fuente con bastante presión, que control tuve que tener para no abalanzarme sobre ella.

Bueno ahora si hasta mañana y salgo.

Me acosté y me comencé a masturbar como una loca, siento un ruido,  en la puerta entreabierta, era él husmeando lo que yo hacia, decidí, ignorarlo y seguir con lo mío hasta que me corrí con fuertes espasmos, no sé cuanto pudo ver en la penumbra del cuarto pero seguramente escuchó mis suspiros de mujer.

Al otro día luego de regresar del colegio, me dijo, mami, no sabes lo bien que me siento desde que tú me conversas antes de dormir.

Lo que pasa que eres un vicioso, mira que pajearte todas las noches. Y para colmo parecería que yo te estuviese excitando.

No, por favor, no pienses eso, aun siendo tan atractiva eres mi madre, nunca lo haría, pero me transmites una calma que nunca había tenido, no imaginas como me interesa lo que me cuentas.

Luego de cenar acomodar todo y despedir a mi marido voy a su cuarto, a qué?

Si lo supiese…… bueno a conversar un  poco con él.

Mama, tengo muchas preguntas que hacerte, algunas me avergüenzan mucho pero necesito saber.

Bien una por vez.

Eres feliz con papá?

Claro mucho.

Y cuando lo hacen?

Bueno,…..  los viernes y sábado a la noche siempre que podamos.

Porque a veces no pueden?

Pues ambos respetamos mis reglas.

Y no es pocas veces?

Ahora ya no, antes lo hacíamos casi todos los  días, y al principio aun  varias veces al día, pero la edad…… y la costumbre.

Con edad se van las ganas?

No, pero hay muchas otras cosas en las que pensar.

Y costumbre, por que?

Bueno, siempre o casi siempre la misma postura, …… pero hasta donde me vas a preguntar?

Una mas, si me dejas y basta por hoy.

Bueno.

Papa la tiene como yo?

y…… si, son casi iguales.

Casi?

Si pendejo curioso, si lo quieres saber la tuya es mas grande y dura.

Me fui enojada sin besarlo.

Me acosté arrepentida de mi reacción, pero este chico estaba ya tratándome de conquistar como hembra, no lo voy a tolerar.

Comparándose con el padre, que desfachatez.

Acaso soy su hembra?

O Dios mío, lo llegaré a ser?

Llegó el fin de semana y todo estuvo muy normal.

Lo raro cogia con el padre y pensaba en la pija del nene.

Lo mío no esta bien, hoy se lo voy a decir.

A  la noche, lo encaro y le explico que nuestras conversaciones están tomando un cariz que no me gusta.

Como?, me pregunta.

Si, para que quieres saber lo que hago con papá?

Para nada, solo saber si eran felices y si se quieren.

Es el amor de mi vida, no he conocido otro hombre más que a él y no deseo conocer a nadie mas, lo amo con todo mi ser.

Y a mi?

También pero como hijo no como hombre, entiendes,

Acaso tu me quieres como madre o como hembra?

Se largo a llorar como un chico.

Lo abracé y calmé, pobrecito, que estaba haciendo?.

No, mama, nunca te podría ver como hembra, eres mi madre.

Un beso y a dormir.

No podía hacerlo, me daba vueltas y vueltas en mi cama, soñaba con su pija, sin embargo con mi marido la pase bomba, era distinto, con el es un morboso deseo de viciosa.

Al final me levanto y voy a verlo, estaba despatarrado, recién había acabado de su pija colgaba un último moco, y su respiración todavía estaba agitada, me le arrimo, me ve, en la tele se estaban dando dos minas un 69 brutal.

Me siento a su lado, le acaricio la pija, le levanto el prepucio cubriendo su cabecita y haciendo que caiga lo que restaba de leche, luego bajo mi puño pajeando su cuerpo gomoso, me mira asombrado.

Hijo me porte mal contigo, no se que me pasa, ….. perdóname.

Su poronga reacciona de a poco, se le va endureciendo, la siento en mi puño y me invade una ola de calor que me va desde la nunca hasta el ojete, como me gusta …….. que caliente me pone ……  la pajeo y veo emerger su cabeza roja brillante, me agacho y me la pongo en la boca con mi lengua se la recorro saboreándola junto con los restos de su lechita, que puta me siento,…… que bien me siento ……   no puedo resistirme,    ……….. me esta viniendo ……. Grito mientras parezco atacada por convulsiones, espasmódicas, me deshago con su pija en mi boca, me duró el espasmo un buen rato, lo goce intensamente, deseaba su leche pero no llegaba, la suelto y por fin salen a borbotones cubriendo mi cara  totalmente,

Con mi mano rescato parte de ella y me la trago, es dulce mas rica que la de Eduardo, es la de mi propio hijo  …… que puta soy …… que feliz me siento…….

Cuando me despierto y veo su cara, me da miedo, me contemplaba, con los ojos desorbitados, la boca abierta, era mi fauno, mi monstruo que me había satisfecho como nadie y su asombro lo ponía así.

Mi concha era un charco de babas, que polvo había tenido, sin tocarme, me había ido en seco como nunca en la vida.

Ambos lloramos abrazados, encharcados en nuestros jugos.

El pidiendo perdón ….. de que?  Hijo yo fui quien te buscó ……

Tu debes perdonar a tu puta madre.

Así dormitamos y luego nos aseamos juntos ambos desnudos, el nunca me había visto así, me acariciaba los pechos, la panza el culo la concha, mientras su poronga daba cabezadas pidiendo mas.

Me agacho y la apunto a mi concha, el no empujaba, le doy un  culazo y me la meto hasta los huevos, como me abrió, que pija hermosa, caliente, divina, cógeme hijito cogerte a tu mami que te ama.

Cuando siento su descarga lo acompaño, estaba tan caliente, que casi no podía tenerme en pie.

Recién reacciono, lo había desvirgado.

Nos vamos a dormir, casi no escuche el despertador y lo llamo para que se levante, el también estaba extenuado.

Esa mañana estaba más pletórica que nunca por suerte nadie se dio cuenta, solo en la escuela la directora me ponderó la brillantez de mi mirada.

A la tarde parecíamos dos extraños, ambos temerosos de ser descubiertos.

A la noche hablamos mucho, el muy avergonzado se seguía culpando de lo ocurrido, pero a la vez me ponderaba lo bella que era como mujer.

Pobrecito, nunca había visto mis tetas, ni las había acariciado, solo chupado cuando muy niño, ahora volvía  a darme gusto, deslumbrado por mi lampiña concha por mi culito y piernas, en fin mil lisonjas.

Tantas fueron que nos sumió en la más maravillosa chupada de concha, un 69 magnifico, ambos nos derramamos dentro de nuestras bocas, luego la penetración tan hermosa como la de anoche, era para repetir.

Ese próximo fin de semana no sé si mi esposo me encontró un  tanto más dilatada, pero no comentó nada por suerte.

Mi regla suspendió por unos días mi placer, pero no deje ni una noche de pajearlo y mamarlo como se merece.

Así seguimos hasta el verano cuando nos fuimos de vacaciones, bueno pero ese relato merece un capitulo aparte, pues fue bastante distinto.