Placeres Inmorales 1

Entonces me despojo, de el ultimo dejo de decencia que quedaba en mi, mi ropa interior dejándome completamente desnuda antes sus ojos.

Esta serie de relatos son una manera de compartir  con ustedes mis experiencias, y poder también liberar, espacio en mi mente, de antemano conociendo que los placeres carnales a veces son mucho mas fuertes que la moral,la descencia, las buenas costumbres y muchas veces también mas fuertes que el amor.

Hola, Mi nombre de pila aunque sé que de cierta manera sé que es importante darlo a conocer, por razones de discreción, y por  que quizás sería divertido que ustedes como asiduos lectores me otorgaran uno para mi aventura secreta en esta pagina.

Debo antes que nada contarles, que tengo 25 años soy una mujer mexicana, residiendo actualmente en la ciudad de México con 6 años de casada, Madre de una hermosa niña, y con un esposo responsable en lo que a vestido y alimento se refiere, aunque quizás falto de atención en cuanto a las artes pasionales se refiere, ustedes entenderán.

Mi cuerpo para ser sincera y sin afán de exagerar desde jovencita a levantado pasiones y otras cosas, pues aunque no soy una reina de belleza siempre me he tratado de cuidar haciendo ejercicio bicicleta y patinaje principalmente y por herencia soy mujer de prominentes nalgas,  Soy una mujer de piel trigueña, mido 1.65, ojos color café claro, tengo mi nariz chatita muchos me han dicho que mi cara es sexy y mi mirada profunda y con mucho que contar, poco a poco se que se iran enterando, soy una mujer con un cuerpo un tanto exuberante, como los hombres dicen bien nalgona y un tanto tetona(36b) no soy un palito pero tampoco estoy rellenita, digamos que por cuerpo no me quejo y menos por uno que otro piropo, pretendiente o intento cortejo.

En lo personal siempre he sido una chica bastante desinhibida, curiosa y morbosa en lo que a cuestión de sexo se refiere desde mis tiempos de colegiala yo soy...  por que no decirlo... Caliente... tengo el gen de la coquetería en la sangre jeje, me encanta vestir ligera de ropa, entallada me fascinan las transparencias, la ropa strech, que se amolda perfectamente al andar de mi cuerpo, me fascina el sentirme deseada, pensada, fantaseada, con esos ojos que atentos me ven pasar los que sienten la urgencia de desvestirme con su mirada, de conocer mis mas íntimos secretos y mis mas perversas pasiones.

Mis historias de infidelidades dentro de mi matrimonio no se podrían concebir sin haber antes conocido a Isaac, un hombre fuerte, presuntuoso, manipulador, mujeriego, y una maravilla en los juegos de cama estas andanzas  comenzaron hace unos cuatro años, esa tarde habíamos ido a visitar un amigo de mi marido Luis el se llama a su casa en donde generalmente y cada quince días ellos solían platicar y jugar billar mientras bebían algunas copas, hablar de todo un poco pero principalmente y suponía yo de olvidarse de su rutina diaria, y dar pie a un poco de descanso.

Habíamos salido ya algo tarde de casa puesto que como toda mujer jeje me tomo mi tiempo para arreglarme, probarme distintos cambios de ropa no sabia que ponerme puesto que hacia un calor muy fuerte en la ciudad por esa época del año y cualquier atuendo que me pusiera se ceñía al cuerpo y por supuesto yo quería verme sexy, cachonda  pero también presentable para que  mi marido Erik se sintiera complacido de tenerme a su lado.

Quizás por la prisa y las presiones de ERIK me puse un brassiere rojo y una tanga de licra también rojo que era muy pequeña apenas y quedaba a la vista entre mi prominente par de nalgas y con esfuerzos sobrenaturales cubría lo que podía de mis labios vaginales que son bastante carnosos por cierto  pero lo hice pensando en que no se notara en mi vestido, un  vestido blanco que jamás me había probado desde que mi mama me lo regalo en mi cumpleaños unos meses atrás así que lo saque del armario me lo puse ya sin fijarme siquiera en como se me veía en el espejo y salimos mas apresurados y ansiosos por la hora en la que íbamos.

En el camino no nos dirigimos mucho la palabra ni la mirada principalmente por el tiempo de juerga que había hecho perder a mi marido, hasta que por fin llegábamos a la casa de Luis Erik volteo a verme, me miro de arriba abajo casi horrorizado

-¿Que me ves?

-¿Ya viste como vas vestida?

-Si ¿qué tiene? la verdad lo dije sin pensar, no me había fijado que el vestido blanco y fresco que cubría mi cuerpo no era mas que un trozo de tela transparente con adornos escotado por enfrente y escotado por detrás, -Maldición

Pensé, este vestido parece más un bluson bastante atrevido o baby doll que un vestido en si, para agravar mas el problema el coordinado que me había puesto, era transparente mis pechos solo se sujetaban un poco de el para no salir disparados fuera del vestido  pero se notaba a kilómetros que prácticamente era solo un adorno, un descarado adorno rojo que dejaba entrever mis pezones cafés grandes y mis tetones hinchados en parte por el calor y por la época de fertilidad en la que me encontraba.

-¿Ya te diste cuenta? Se te ven hasta las anginas mujer, no entiendo que tienes en la cabeza.

-Cállate Erik tu fuiste el que me pidió que te acompañara a parte me puse el maldito vestido con la luz apagada -

trate de excusarme, aunque en parte todo lo que decía era cierto, sabia que yo había cometido el error aunque yo acostumbraba vestir escotada, entallada, y atrevida, sabia que había sobrepasado los limites pero me defendí todo lo que pude y parecía que mi labor había rendido sus frutos, Erik estaba molesto pero ya no tan alterado como al principio, soltó un suspiro y me

-Ten ponte esta chamarra aunque sea, pero para la siguiente vez pon mas atención en ello cariño, una mujer casada no puede andar así casi encuerada por la vida, la suerte es que venimos aquí con Luis y él es de fiar, que si no...

-¿Que sino que?-le pregunte

-Olvídalo mujer, no entenderías esas cosas.

Dentro de mí pensé e imagine a lo que se refería, -habla de penes erectos- pensé para mí y esboce una sonrisa y sin duda sentí un escalofrió y algunas pulsaciones dentro de mis calzoncitos, el ingenuamente pensaba que por decencia de mujer casada no podía si quiera llegar a pensar en ese tipo de cosas, aunque yo muchas veces había fantaseado, y había tenido digamos onanismos mentales y físicos, deseos incontrolables que pensé, seria mejor que el jamás supiera.

Salimos del auto y caminamos del estacionamiento de la unidad habitacional a su casa a paso lento por las sandalias de tacón alto que llevaba, tocamos el timbre del interfon para que nos abriera por ese mecanismo la puerta pues vivía  en un 4to piso, pero para seguir con nuestro dia de mala suerte el botón no servia, y nos ofreció bajar por nosotros.

La puerta se abrió y saludamos

-Hola carbón como estas-saludo mi marido

-Hola Luis? ¿Cómo has estado?.

Fue allí cuando me di cuenta que Luis no estaba solo detrás de él estaba Isaac y Pedro dos amigos de él que usualmente lo visitaban pero por el día, y el momento sentí una opresión demasiado fuerte en mi pecho sentí mucho escalofrío y también la cara de mi marido se veía desencajada, le cambió inmediatamente después de haber visto a Isaac y Pedro detrás de Luis en la puerta.

No le quedó más remedio a mi marido que saludarlos, ellos lo hicieron de la misma manera lo saludaron efusivamente, pero inmediatamente u sentí los ojos de Isaac y Pedro sobre mis pechos, traté de subir el cierre de la chamarra sin ningún resultado pues el cierre se reventó y sólo pude cerrar un poco la chamarra con mis manos, el ambiente se comenzó a tensar un poco, pero Luis se encargo de tranquilizar un poco la situación..

-Vamos pues dijo que nos esperan unos buenos tragos allá arriba.

Entonces comenzamos a subir las escaleras pero claramente Isaac y Pedro tomaron distancia detrás de nosotros, sentí como el vestido poco a poco se subía a mi cintura carta que pisaba un escalón, comencé a sentir un poco más aire de los normales, sabía que mis nalgas habían quedado más expuestas a la vista de esos morbosos tipos, trate inútilmente de mantener un  el vuelo de mi vestido en su lugar inútilmente, mi marido también trató de ir detrás de mí para no dejar que esos tipos cumplieron su cometido de ver más allá de lo permitido, pero a fin de cuentas tenían una vista magnífica de mis glúteos moviéndose a cada escalón y del pedacito de tela cubriéndome mis labios vaginales y mi ano ya bastante marcados por supuesto por el sudor y el material del que estaban hechas.

Sinceramente comencé a sentir humedad dentro de mi tanga, pues de reojo podían sin dudas ver sus miradas lascivas, y creo que con ello el calor que sentían se hacía más evidente, casi a llegar al apartamento de Luis mis tacones me jugaron una mala pasada, me tropecé y quede completamente expuesta a las miradas. Un silencio sepulcral se hizo presente  mi marido sabía que me habían visto hasta las anginas.

Pero hacia más el compromiso que el día para con su amigo que los celos que en ese momento él sintió de ver a su mujer completamente expuesta a entre esos hombres que sabía que no eran leales y  sinceros como Luis.

Comenzaron con una plática amena sin embargo, se sirvieron un par de copas la verdad con el calor que hacía se antojaba de sobremanera un refresco, entonces Isaac muy acomedido, me ofreció una copa.. Sabía que el tipo algo se traía entre manos, su mirada perversa me lo decía todo sabía que no estaba imaginando precisamente cosas decentes.

El apartamento se sentía muy acalorado no es un espacio muy grande y a pesar de que tenían la ventana de la sala abierta aún así se sentía un calor infernal no había parte en mi que no estuviera sudando derritiéndose, y con el calor y con los sudores mis partes más íntimas comenzaron a sensibilizarse, mis pezones comenzaron a erectarse, a honradamente no se veían todavía pues traía la chamarra encima pero sabía que tarde o temprano el calor y obligaría a quitar esa chamarra.

-Qué bueno que hayan venido-dijo Isaac, la verdad ya tiene un buen tiempo que no los habían visto, -y que mujer tan guapa como siempre sin ofenderte Erik-

No cabía duda aquí Isaac era un descarado altanero, prepotente. Un fanfarrón de quinta, bravucón, y que no descansaría hasta obtener algo de mí.

La noche fue pasando con una calma un tanto inusual, las copas de habían hecho poco su efecto, y las pláticas eran un poco más desinhibidas, comenzaron a jugar billar, mientras oíamos música, entre risa y risa se me olvidó que no tenía que quitarme aquélla chamarra prácticamente con el calor y el sudor que hacía mi cuerpo iba a quedar a merced de Isaac y Pedro y que sus pocos escrúpulos..

Entonces en un momento dado, aquélla prenda que cubría el tesoro más preciado de mi marido fue a dar al Perchero, entonces esas miradas curiosas, se convirtieron en miradas del lujuria, de obscenidad, fue hasta ese momento que me di cuenta de lo que había hecho, prácticamente se me veía a plenitud el cuerpo, mis pezones el corte de  triangulito  que traía en mi pubis solo para mi marido con la luz neon de la sala  seguramente me  podían contar hasta los lunares en las nalgas, así estuvimos un rato y pedro e Isaac estaban mas que atentos conmigo como no soy tan mal pensada les seguí el rollo, entonces  mi marido me miro con una cara de molestia que jamás se la había visto, me jaló del brazo y me llevó al coche.

-. Que te has creído. Ya viste lo que hiciste, ahora esos cabrónes ya vieron más de lo que deberían de ver, que van a decir de mí?, Ya nos vamos!, voy a entrar entrar a despedirme y tú me esperarás aquí,.

-A mi no me hables así Erik, que te has creído, no soy un objeto,, si yo quisiera ya me hubiera acostado con muchos tipos. Estás haciendo un teatro, y no lo voy a tolerar.

-No me extrañaría que ya te hayas acostado con alguien.

-¿Que si lo he hecho? ¿Me vas a pegar?

Salí del auto, y como pude por la incomodidad de los tacones, corrí hacia un jardín que esta detrás de el edificio donde vivía, allí me senté, pues sabia Erik por orgullo no me buscaría, con unas copas de mas y enojada, sentí un toque en mi hombro, era Isaac.

-No se molesten! Hacen linda pareja muñeca, además que las muñecas tengo entendido que no lloran verdad.

Me saco una sonrisa

-así es como debe estar siempre sonriente té vez mucho más bella

-Gracias Isaac, ¿Te mando a buscarme Erik? por que si es as vete mejor.

-Para nada ellos se quedaron platicando allá adentro, Luis está calmando a Erik, así que yo personalmente me ofrecí para venir a buscarte.

Una mirada lujuriosa de su parte me escaneo de cuerpo completo, sin duda ahora podía poder claramente las aureolas de mis pezones bajo mi intento de vestido, la tela adherida completamente a mi anatomía, y mis piernas cruzadas no podían ocultar el abultado tamaño de mis caderas y culo.

-Eres muy cachonda muñeca, muy sexy no se como tu marido no ha venido aquí a buscarte.

  • A veces es un poco desinteresado.

-Diría yo y no me lo tomes a mal, es un péndejo.

-Una risa cómplice nos unió en ese jardín en ese momento.

Isaac en ese momento me aprecio tan varonil, tan atrevido, tan decidido, que lo mire con descaro a los ojos.recorri su cuerpo con mi mirada mientras, sentía como mis miradas comenzaban a tener efecto en su miembro viril, no pude evitar viendo como su pene crecía bajo ese pantalón delgado, como queriendo mostrarme, todo lo buen macho que era, era como si el pudiera oler mis fluidos correr de mi panocha palpitante a mi entrepierna, y yo podía oler como esos testículos de semental, de mujeriego, crecían y trabajaban gracias a la visión de mi cuerpo que causaba en el.

Se acerco sin mas sin decir palabra y metió su lengua en mi boca, haciéndome perder el sentido del tiempo, del espacio y la decencia y convirtiéndome en una hembra en celo deseosa de cama. Su lengua parecía quererse apropiar de la mía, peleando por ocupar el espacio que le pertenecía hasta ese momento solo a Erik.

Sus dientes mordiendo suavemente  mis labios me hicieron comenzar a sentir, palpitaciones fuertes dentro de mi, mi corazón latía con fuerza, mi sangre estaba hirviendo, mis labios difícilmente podían contenerse bajo la fina tela del calzón, por la lujuria del momento.

Entonces trate de pensar en mi marido en su cara, en el momento de nuestra boda, en nuestros votos y la bendición, pero estos pensamientos no hicieron mas que elevar mi libido, pusieron mis sentidos a punto de ebullición, un calor mas que insoportable se adueño de mí jamás me había entregado de esta manera a un hombre, ni siquiera por amor.

Me cargo hacia en medio de un adorno de  arbustos, Y me despojo de mi singular vestido dejando a su disposición mi cuerpo, incluso el roce de mis nalgas con las costuras de la tanga me causaba mas y más excitación. Comencé a gemir, primero discretamente, después casi inconscientemente gemía mas fuerte gracias al vigor, y el poderío sexual que demostraba él para conmigo.

-Sabia que te tendría así muñeca, sabia que serias mia, que nadie impediría que fueras mi hembra por una noche, muy a pesar de que sé que a tu marido no le caigo del todo bien, sabia que te tendría para mí,

Entonces me despojo, de el ultimo dejo de decencia que quedaba en mi, mi ropa interior, dejándome completamente desnuda antes sus ojos.

-Cabrona estas mas rica de lo que imagine.

y así yo sentada sobre el baje su cremallera, y vi ante mis ojos algo exquisito para mis ojos, fascinante, una grande cabezona venosa, palpitante, quedo al aire..

Entonces como si fuera un imán mis labios vaginales buscaron apoderarse de ese trozo de carne tan delicioso en un acto tan indecoroso e inmoral como delicioso y carnal. no hubo tiempo de condones ni de precauciones, su carne me inundo poco a poco por dentro, hasta sentir ese glande carnoso y húmedo golpeando mi útero.

Los chasquidos se hacían mas sonoros, los gemidos mas profundos, el poseía como si fuera propiedad publica , como si no supiera que mi esposo querido estaba  donde Luis y que quizás podría enterarse de alguna manera, de que estaba gozando de su

mujer, de su santa y fiel esposa entre unos sucios matorrales

La textura de su miembro venoso me había hecho desde ese momento viciosa, probaba sensaciones nuevas ,bastante fuertes, sus testículos golpeteando en cada embestida provocaron en mi el deseo de seguir siendo poseida.Mis valores y mis principios morales habían sido quebrantados por ese Semental, .

-Reviéntame la pucha Isaac, ahhhhhhhh esto es delicioso

-Eres una caliente muñeca, como una perrita buscona, provocándonos siempre erecciones con tus atuendos insinuantes, pero hoy si que te volaste la bardal tremendos melonzotes que tienes, tremendo cuerpo, pero es mas rico así ¿no crees? que nos compartas ese manjar de cuerpo y darte lo que te mereces y lo que Erik no te da.

Nos unimos en un impúdico beso, mientras que sentía su descarga de leche inundar mi vientre, el clímax de la comulación, del deseo, nuestros cuerpos unidos por el sudor por los fluidos el olor a sexo en el aire.

-No dijimos una sola palabra, me vestí como pude, el fue a su departamento por botana para disimular , yo regrese al carro a recostarme  a pensar.

-Perdóname, creo que fui algo intolerante amor, además enseñar un poco de vez en cuando no es tan malo- dijo mi marido

-Seguro amor no te preocupes, todos tenemos nuestros momentos.

-Ven mi amor, vamos dentro de la casa, Isaac trajo botana de la tienda y una botella mas, creo que esta noche va para largo.

Sentía mis piernas temblorosas, todavía la sensación de aquel pene tan hermoso y rico entrando y saliendo con descaro de mi intimo tesoro, mire a los ojos a mi marido, y dije con una voz misteriosa

-Ya lo creo , que Sera muy larga cariño.

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