Placeres de la vida 5. En el gym con ropita sexy

Sandra viste muy sexy a Jose y le lleva al gym donde un monitor fuerte y con un paquete enorme le enseñará muchas cosas grandiosas.Sandra cada vez disfruta más del comportamiento bisex de Jose

Antes que nada quería agradecer sus mensajes y mails sobre todo porque algunos son tan calientes y me hablan con tanta confianza que me insipiran nuevas ideas. Y me alegro de haberme hecho amigo de alguno. Tardé en escribir este capítulo disculpenme, es que cada día me pongo más cachonda y me tengo que aliviar.


Placeres de la vida 5. En el gym con ropita sexy

Había sido toda una aventura la mañana en la playa, primero porque Sandra me había obligado a ir con un bikini de chica todo el día (incluso con un poco de relleno en el pecho) y segundo porque había acabado siendo follado y chupando pollas a tres chicos delante de Sandra y su amiga.

Al final llegamos al hoter y para entrar me puse un pareo por las piernas porque no quería dar más la nota dado que llevaba un bikini con un tanga diminuto y por arriba Sandra me había rellenado el bikini con pañuelos de manera que se me abultaba notoriamente la camiseta.

Al entrar en la habitación Sandra me besó y me dijo que estaba orgullosa de mi, que era una pasada lo sensual que yo era.

-De verdad?, no lo dices sólo por seguir el juego - dije yo.

-Claro que no amor, no te has dado cuenta de la cantidad de chicos que les has puesto la polla gorda y dura. Todos se empalmaban porque tu culito se ve bien sexy con tanga.

-Pero Sandra, esto empezó siendo un juego y se nos está yendo de las manos, yo no soy gay y has hecho que me follen el culo no una sino dos pollas. Y me has hecho chuparsela a muchos chicos entre ayer y hoy.

-Lo sé amor, pero no tienes que plantearte si eres gay o no, simplemente es un juego y tu te has excitado muchisimo y te ha gustado, a que sí?. Además no lo pienses más, vamos al gimnasio a movernos un poco que te vendrá bien después de como te han follado el culito jii.

-Al gimnasio?, vale, podemos bajar un rato. Ayer estuvimos y tenía muy buena pinta.

-Claro que sí, además recuerda que te está esperando Carlos como monitor particular de este cuerpecito - me dijo Sandra mientras me daba una palmada en el culo.

Carlos era ese monitor del gimnasio mulato, fuerte y con unas mallas que se le notaba toda su polla sin disimulo y que se fijó el otro día en que yo llevaba unos pantalones muy ajustados.

Sandra y yo nos desnudamos y de repente nos dimos cuenta de que se me había marcado todo el bikini al broncearme. Claro, toda la mañana en la playa con el bikini que Sandra me había pedido que llevara y se me quedó la marca. En mi culo y mi cintura se notaba la marca de un tanga brasileño de pierna muy subida. La verdad es que quedaba extrañísimo en un chico. Pero lo más fuerte es que en el pecho se me había quedado marcado la parte de arriba, con dos triangulos sobre mis pezones y las tiras del bikini.

Me quedé mirándome mucho rato al espejo por delante y por detrás. Al principio me preocupé, pero Sandra me tranquilizó diciendo que no me lo vería nadie. Además Sandra sabía tranquilizarme tocándome mi polla y acariciando mi culito.

-En el fondo te gusta, por eso se te pone dura - me dijo Sandra mientras con un dedo iba acariciando la entrada de mi culito- te hace muy sexy y atractiva, seguro que si te lo ven en el gimnasio más de uno se excitará jiji. Dejame que te voy a vestir para ir al gimnasio.

Sandra me sacó ropa de deporte y me mandó ponérmela. Era ropa suya, unas mallas hasta un poco más abajo de la rodilla y de cintura muy muy baja, un top muy por encima del ombligo y una cinta de pelo. Y por supuesto un pequeño tanga con encajes porque cualquier otra cosa se me hubiera marcado en las mallas.

Yo me quise poner una camiseta por encima, pero Sandra no me dejó.

-Cielo, me vas a hacer que baje al gimnasio vestido de chica, me da mucha vergüenza.

-Claro amor, así Carlos se fijará en ti- me dijo Sandra.

-Pero el no parecía gay, más bien parecía un monitor de gimnasio muy macho que le gusta ligar con todas las chicas que van a gimnasio- le dije a Sandra sin entender nada.

-Exacto Yoli - cuando Sandra me llamaba así es que quería hacerme muy mariquita- eso es lo que pretendo. Me encantaría que ligaras con un macho hetero con una gran polla como Carlos y que te hiciera suya.

Sandra estaba llegando lejos en este juego, cada vez me hacía probar más mi lado gay o femenino y lo extraño es que yo me dejaba hacer, no sé si era mi lado sumiso o que de verdad tenía un lado femenino que me gustaba mucho, pero me volví a acordar de como se le marcaba la polla a Carlos sobre sus mayas y no sé porqué me imaginé que yo era su novia y que me dejaba tocar esa polla para que disfrutase mientras me abrazaba viendo una película.

-uy Sandra, que locura, acabo de imaginarme tumbada en el sillón abrazada a Carlos viendo una pelicula y yo tocando su duro sexo- le expliqué espontáneamente a Sandra.

-Claro que sí, mmmm, como me excita que seas tan femenina Yoli.- me dijo emocionada Sandra- no sólo estoy consiguiendo que te guste chupar una polla, sino que te estás volviendo dulce, sensible y romántica como toda una niñita, jiji.

Salimos de la habitación y Sandra me dejó ponerme una sudadera para no ir en top por todo el hotel. Yo intentaba bajarmela por debajo de la cintura porque con lo que habíamos hablado me había empalmado y se me notaba mi sexo en estas mallas tan ajustadas.

Entramos en el gimnasio y yo me fui a una esquina para que no se me viera mucho. Aún así me di cuenta de que un par de chicos me miraron al pasar, creo que al verme el culito se pensaron que era una chica y les gustó, aunque luego disimularon al darse cuenta de que era un chico.

Carlos estaba ayudando a hacer flexiones a una señora de mediana edad, con unos enormes pechos que se notaban que eran de silicona. Era descarado como se frotaba con la señora, y esta se dejaba encantada. Estaba claro que Carlos era el típico monitor de gimnasio que debía de follarse a todas las chicas, y más con esa polla tan espectacular que se le marcaba. La verdad es que no sé porqué pero por un instante se me pasó por la cabeza que si yo tuviera unos pechos abultados seguro que Carlos se frotaría conmigo.Fue sólo un pensamiento instantaneo que me quité por absurdo rapidamente de la cabeza.

-Anda Yoli, que seguro que estás teniendo envidia de esa señora que se frota con Carlos y gustaría tener unos buenos pechos- de repente me dijo Sandra como si tuviera telepatía.

Yo me quedé callado y me puse rojo como un tomate. Sandra se dió cuenta y creo que le encantó.

-No me digas que estabas pensando eso?- me preguntó Sandra.

-No, no, cómo voy a pensar en ponerme tetas Sandra, es una locura - dije yo rápidamente.

-Vaya vaya, - dijo Sandra-  y yo que dudaba si lo que debía es ayudarte a hacerte gay o a sacar tu lado femenino. Ahora no tengo duda, tú serías feliz si te transformara completamente en mujer.

-No, que dices?

-Amor, no me refiero a operarte tu sexo, tienes una polla muy rica que se te empalma continuamente - aclaró Sandra- me refiero a que si te feminizo un poco más, incluso con unas pequeñas tetas, podrás atraer a más hombres y disfrutarás de más pollas que es lo que te gusta, verdad?

Yo no respondí, no sabía que decir. Mi cabeza me daba vueltas.

-Como sé que tú no te vas a decidir, creo que tendré que obligarte poco a poco - dijo Sandra- además tu feminidad también se te nota porque eres un poco sumisa Yoli. Tú dejame a mi y te haré la mujer más feliz del mundo.

Dicho esto Sandra llamó a Carlos para que viniera. Mientras Carlos se acercaba yo me quedé mirando su paquete. Entre lo grande que era de por si y los tocamientos que había tenido con la señora se le notaba una enorme polla a medio empalmar. Tan absorto estaba que no me di cuenta de que Sandra me quitó la sudadera y me dejó sólo con el top arriba y que abajo se me veían las minúsculas mallas que me marcaban todo, sobre todo mi culito.

-Guau, que tenemos aquí- dijo Carlos mirandome y sonriendo.

-Aquí estamos, que queremos ponernos en forma y necesitamos ayuda. Sobre todo mi amiga - le dijo Sandra señalándome.

-Tu amiga? -preguntó Carlos mirándome- ya me acuerdo de ayer, pero no sabía que era tu “amiga”.

-Sí, se llama Yoli y tenemos que ayudarla entre todos a salir completamente del armario, jiji - dijo Sandra.

Ya estaba Sandra ridiculizándome otra vez. Yo estaba rojo de vergüenza. - Bueno, voy así vestido porque es un juego - dije yo.

-No seas tímida Yoli, no pasa nada porque seas travesti y te guste Carlos. A todas las chicas nos gusta con el cuerpazo que tiene - dijo Sandra.

  • No, a mi no me gusta - dije yo con poca convicción - a mi me gustan las chicas.

  • Cielo, no tienes que ser tan vergonzosa delante de Carlos, tienes que ser más abierta - explicaba Sandra delante de Carlos - el también nota que te mueres por tocarle su polla, verdad Carlos?

Carlos me miraba y ante el descaro de Sandra sonreía fijándose en cómo iba yo vestida. - La verdad es que llevas unas ropas de deporte muy femeninas - comentó Carlos - seguro que más de uno al pasar se ha fijado en cómo se te marca el culito con esas mallas y seguro que les has excitado.

-guau Yoli, vaya piropo que te ha echado Carlos, estoy orgullosa de lo bien que te estoy feminizando. A que te gusta que te piropeen?. Seguro que si tuvieras unos pechos de silicona como la rubia aquella Carlos estaría muy atento a ti en el gimnasio, a que sí Carlos, -dijo Sandra riéndose.

  • Pero que dices? -respondí- cómo voy a ponerme pechos de silicona?.

Pero parecía que nadie me hacía caso.

-Bueno Yoli - me dijo Sandra con voz un poco autoritaria- ya sabes que me tienes que obedecer en todo y quiero que también obedezcas a Carlos en todo lo que te pida. Es tu entrenador y te va a enseñar muchas cosas, asi que tienes que ser obediente y complaciente con el en todo lo que te pida. En todo.

Me sentía una nenita sumisa y obediente a los caprichos de Sandra, y ahora a los de Carlos que me cogió de la mano y me llevó a un lado del gimnasio hablándome del entrenamiento.

Carlos me llevó a una esquina y me hizo apoyar la espalda en la pared y que bajara y subiera de cuclillas manteniendo la espalda recta. Para mantenerme recto Carlos puso sus manos en mis hombros con lo que se pegó mucho a mi y cuando yo bajaba de cuclillas tenía mi cara a escasos centímetros de su entrepierna.

Cada vez que hacía una sentadilla mis ojos veían el impresionante miembro de Carlos marcado en sus mallas y yo creo que él cada vez se acercaba más a mi. Con el cansancio y la excitación yo no podía subir y bajar recto y se me iba la cabeza hacia adelante con lo que en seguida acabé por rozar con mi cara en su pierna y claro noté su bulto. Carlos parecía no darle importancia y seguía agarrándome los hombros y acercándose más a mi por lo que cada vez que yo bajaba su paquete rozaba mi cara.

-Cuidado que me vas a dar un cabezazo, jeje, descansa un poco- me dijo Carlos mientras me hizo quedarme de cuclillas para descansar, con lo que tenía mi cara casi pegada a su polla.

Para animarme Carlos me dijo que iba bien y me hizo una caricia en la cabeza. Como yo estaba de cuclillas me moví hacia delante pegándo completamente mi cara a su paquete. Yo estaba avergonzado, pero me dio tiempo a notar que la tenía morcillona y que le palpitó cuando pegué mi cara. Claramente Carlos lo estaba haciendo intencionadamente, pero yo no le decía nada para ser obediente con mi monitor de gimnasio.

En el siguiente ejercicio tenía que tocarme la punta de los pies sin doblar las rodillas. Al principio no llegaba y Carlos se puso detrás de mi y me empujaba la espalda para que la consiguiera doblar.

Yo obedecía en todo lo que él me decía, pero me daba cuenda de que se pegaba completamente a mi espalda y yo notaba en mi culito todo su sexo. Ya no podía disimular más, Carlos mientras yo hacía el ejercicio estaba pegado a mi culo con todo su sexo que se le notaba a través de su fina malla. Con cada ejercicio me sobaba más mi culo y me hacia notar que estaba empalmado. Yo obedecia incapaz de decirle que no a cada cosa que me hacia, hasta que Carlos notó que yo me estaba empalmando y me dijo que se me notaba mi polla y que fueramos al vestuario a arreglarlo.

-Lo siento Carlos, no sé que me ha pasado, no lo he podido controlar y me he excitado- traté de explicar a Carlos.

-No te preocupes, eso te pasa porque como dice Sandra eres muy mariquita y te está excitando estar al lado de una polla como la mia.

-No, no, yo no soy mariquita - le dije a Carlos.

-Bueno, tu no pienses en eso ahora y haz lo que te digo. - Me decía Carlos mientras entrabamos en el vestuario.

Estabamos solos y Carlos empezó a bajarme las mallas y mi polla, que ya estaba fuera del tanga, saltó como un resorte.

  • No te preocupes nena - me dijo Carlos - yo no soy gay, así que no tengo ningún problema en tocarte tu polla y voy a ayudarte a ponerte bien este tanga y estas mallas para que no se te empalme la polla cuando me veas jiji.

Y me agarró mi polla y dulcemente me la bajó hasta ponermela entre las piernas, echandome los huevos hacia atrás. Yo estaba alteradísimo y se me escapaban a veces gemiditos muy suaves mientras Carlos manipulaba con suavidad mi sexo. Cuando me subió el tanga apenas se me notaba paquete por delante aunque a mi me dolía el tener la polla excitada y doblada entre mis piernas.

Carlos me acarició con sus manos todo mi culito y pasó su mano por toda mi polla hasta mi punta y siguió acariciando hacia donde apuntaba mi polla que era la entrada de mi culito. Como notó que yo aumentaba mis gemidos echó a un lado el tanga y pasó su dedo mojado con las gotitas de líquido preseminal que salian en abundancia de mi sexo por la abertura de mi culito.

  • Tienes un culito muy lindo- me dijo Carlos con dulzura - ahora que no se te nota el bulto por delante, es verdad que tienes unas caderas y un culo muy femenino como dice Sandra.

  • ay Carlos, no me toques así, que sólo he venido a hacer un poco de gimnasia, no debes hacerme esto.

  • Es que no te gusta?, yo creo que sí que te está gustando que te acaricie el culito, verdad Yoli?, por eso te dejas sin decir nada.

  • Es que Sandra me ha dicho que te obedezca en todo lo que me pidas, y tengo que hacerlo.

-Pues si quieres obedecer a Sandra, a ella le gustaría que también fueras sumisa conmigo, como si fueras una nenita, así que tienes que dejar que te acaricie tu culito y te enseñe a explorarlo - me decía Carlos mientras me apretaba cada vez más fuerte su dedo en mi culito- Además me ha dicho Sandra que el otro día te mandó chupar varias pollas y que incluso te estrenaron este culito tan rico.

-Bueno sí, pero fue solo para probar y estaba ella.

-Tu tranquila que solo quiero jugar contigo un rato. Llevo todo el dia muy cachondo y desde que te estoy viendo hacer ejercicios con esas mallas que te marcan todo el culo y ese top me gustaria que me relajaras un poquito. Te miro y me excito mucho, la verdad es que te sienta muy bien esa ropita.

Yo estaba muerta de vergüenza y me sentía indefensa notando las grandes manos de Carlos acariciar mi culito. Pero lo más impactante fue cuando se bajó su pantalón y saco su polla. Cogió mi mano y se la acercó pidiéndome que le acariciara su sexo. Fue impresionante, era más grande aún de lo que se notaba en el bulto de sus mallas. Mi mano notó una polla enorme, dura y caliente. Mucho más grande que las que había probado estos dias atras.Me di la vuelta y la empecé a tocar con las dos manos mientras Carlos empezaba a entrar en extasis.

Me senté en un banco y mientras seguía agarrando la polla con las dos manos Carlos la iba acercando a mi cara y empezaba a tocarme las mejillas con la punta porque aún con mis dos manos no podía dirigir bien toda esa polla.

-Dale un besito cielo, chupala que lo estás deseando- me animaba Carlos.

-Pero es muy grande, y te están saliendo muchas gotitas.

-Si, lo sé, ya verás lo ricas que son, abre la boquita Yoli. Con mi polla dentro de ti te sentirás toda una mujercita que lo estás deseando. No olvides que Sandra quiere que hagas todo lo que yo te diga.

El pensar que Sandra me lo mandaba me daba ánimos y abri la boca probando el sabor de esa enorme polla. Chupé la punta llena de gotitas que me supieron deliciosas y empecé a chupar más y más intentando meterme la cabeza de la polla en mi boca. Apenas me cabía pero cada vez me gustaba más. Seguía chupando y ensalibando esa deliciosa polla, y cada vez que notaba que salian más gotitas por los espasmos los chupaba sin perder ni una gota y me parecían deliciosos.

Cada vez estabamos más en extasis, y cuanto más me decía Carlos que yo era una putita o que era un marica o una chica, más me excitaba y se la intentaba chupar más.

Carlos me folló la boca agarrandome la cabeza con sus grandes manos y confieso que a mi me encantaba aunque casi no podía chuparla entera.

-Putita, me estás poniendo a mil con tu mamada, voy a tener que metertela por tu delicioso culito y correrme en él- me dijo Carlos mientras me daba la vuelta y me hacía apoyar en el banco.

  • No Carlos, eso no. Es imposible que me entre en el culo, es una polla inmensa- dije yo asustado.

-Ya verás como sí. No olvides que Sandra quería que tu fueras mi sumisa. Llámala al móvil y que lo oiga.

  • Cómo?, que llame ahora a Sandra?

-Sí, coge tu móvil y llamala que tenemos que hablar con ella. Y pon el manos libres.

No entendía nada, pero hasta obedecer me excitaba y me daba morbo.

-Hola Sandra, estoy aquí con Carlos y me ha dicho que te llame- dije yo en cuanto Sandra contestó al móvil.

-Hola cielo, que alegría oir que estáis juntos. Qué tal?

-Bien, estoy en los vestuarios con Carlos y no he podido resistirme a chupar su enorme polla. Como me dijiste que le obedeciera en todo.

-Muy bien Yoli, ere un amor. A que te has sentido muy bien? - Preguntó Sandra

-No se, creo que sí - respondí yo.

-Claro que sí, aunque tú no lo sepas eres una mariquita y muy linda, y yo voy a ayudarte a sentir todo con más intensidad, pero tienes que seguir siendo muy obediente- me dijo Sandra.

-Sí, lo intentaré Sandra, pero Carlos ahora está muy muy excitado y dice que quiere follar mi culito, y su polla es enorme amor.

-Claro que sí!!- gritó Sandra emocionada.- Ahora mismo te pones apoyada en el banco y abres tu culito para que te entre toda la polla que se le marcaba en el bañador en tu culo. En tu bolsa de deportes he metido un bote de superlubricante, y una compresa para luego jeje, soy muy previsora Yoli, Y deja el manos libres que quiero oirlo.

-Pero Sandra amor mio, es enorme- dije yo asustado.

-Lo se cielo, y también sé que te entrará toda. Es maravilloso que estés tu solita con un hombre tan guapo y que le hayas seducido sin mi ayuda, sólo con tus encantos. A que te sientes bien? Y te sientes muy femenina?

-No sé, creo que sí, pero estoy confundida, o confundido no sé lo que digo, jiji.

-Cielo, no lo pienses, sólo mira esa preciosa polla y dale un ultimo beso antes de que te penentre tu culito y te haga sentir toda una mujer.

Hice lo que me dijo Sandra y, despues de dar un delicioso beso a la punta empapada en liquido preseminal, me agaché apoyándome sobre un banco y dejé que Carlos actuara.

Carlos cogió el bote de lubricante y se untó bien en la polla y en mi culito y empezó a intentar meterla. Yo tenía el culito dilatado de las folladas que me dieron por la mañana y de todo lo excitado que estaba por la situación y por cómo me estaban convirtiendo, pero esto era diferente. Era una polla enorme que me abría con dolor mi culito y que notaba como me iba llenando completamente.

-No, no, Carlos para, empecé a decir yo.

Pero Sandra empezó a dar ordenes por teléfono. - Si, sigue Carlos, metesela toda. Esta putita de Yoli tiene que aprender a sentir una polla de verdad.

-No, por favor, me duele, es muy grande- mis gemidos se iban convirtiendo en gritos.

-Callate zorra - me chilló Sandra por teléfono- aguanta que para eso te he convertido en toda una mujercita, tienes que aguantar una polla de verdad, y todos sabemos que estás disfrutando muchísimo. Carlos, metesela del todo, que lo está deseando. No tengas contemplación que es una putita de primera.

Carlos me agarró de la cintura y apretó con todas sus fuerzas haciendome chillar como loca.

-siii, que morbo- gritaba Sandra desde el teléfono- es genial saber que están violando a mi putita y que lo está haciendo una polla descomunal. Muy bien Yoli, estás sintiendote mujer de verdad, aguanta, cuando entre toda empezará el placer.

Carlos la metió hasta dentro y yo me sentía completamente llena, el culo me abrasaba haciéndome sentir dolor pero a la vez placer. Carlos estaba muy pegado a mi y me agarró del pecho intentando tocarme como si tuviera tetas

-Que zorra más deliciosa eres, menudo placer me está dando abrir este culito - decía Carlos en éxtasis- que pena que no tengas unas buenas tetas para agarrarte bien.

-Sii, que buena idea - decía Sandra al otro lado del teléfono- a Yoli lo que le faltan son un par de tetas. Verdad que sí Yoli, a que lo estás deseando?. Me estais poniendo super cachonda oyendo por teléfono como folláis.

Ahora Carlos estaba a tope follandome con total fuerza y destrozando mi culito, pero ese dolor y esa sumisión me hacían sentirme una nenita medio violada y eso me excitaba.

Con todas estas sensaciones acabé corriéndome sin que me tocaran mi sexo. Notaba como iba saliendo mi leche a chorros mientras Carlos me penetraba cada vez más profundo.Mi lefa empapaba mi tanga y me resbalaba por mis piernas y en ese momento noté un fuego dentro de mi culo, era la leche de Carlos que me inundaba el interior. Salieron chorros y chorros, Carlos eyaculaba como un caballo y cuando me sacó su polla noté cómo había dejado mi agujero del culo muy muy abierto e iba saliendo su leche que se mezclaba con la mia al resbalar también por mis piernas.

-Guau Yoli, eres toda una putita- dijo Carlos en cuanto se recuperó - tengo que irme que no puedo ausentarme mucho del gimnasio, pero nos volveremos a ver. Despidete por hoy de mi polla.

Y acercó su enorme rabo aún duro a mi boca. Yo absolutamente extasiada solo pude abrir un poco la boca para que el me escurriera los ultimos chorros de su leche que me dejaron su sabor en mi boca.

Cuando Carlos se fue me di cuenta de que el móvil seguía encendido y que Sandra estaba al otro lado.

-Sandra? Sigues ahi?

-Si amor, que delicia, ha sido genial. Te has portado muy bien cielo. A que te sientes muy bien?

-Si, no se, creo que si, estoy confundida.

-mmm ya hablas en femenino y todo jiji. Anda ponte la compresita que te he dejado en tu bolsa porque sino vas a mancharlo todo, seguro que tienes el culito lleno de leche y te va a ir escurriendo todo el dia. Y sube a la habitación del hotel que me lo tienes que contar todo.

Me limpié las piernas y me puse la compresa porque no paraba de salir leche de mi culito, me puse las mallas y salí de los vestuarios.

Al pasar por el gimnasio me di cuenta de que todo el mundo me miraba descaradamente el culito y es que con estas mallas se notaba que llevaba tanga y que llevaba una compresa. Me moría de vergüenza, pero por otro lado me sentía muy sexy, creo que me estaban gustando las pollas gracias a lo que me estaba haciendo Sandra.



en cuanto pueda seguiré con el relato. Y estaré encantado de recibir sugerencias y comentarios. un beso

dulcex@gmx.es