Placeres con papi: Papi puede ser muy dominante
Padre e hija dominanción e incesto
Era uno de esos días en los cuales papá tenía que quedarse hasta tarde haciendo tramites, eso solo significaba una cosa, llegaría de mal humor. Si algo descubrí al poco tiempo de que comenzáramos a tener sexo era que cuando se lo proponía era un completo dominante, por mi parte siempre tendí a ser sumisa y complacerlo en todo.
Entro a mi cuarto con cuidado sin hacer mucho ruido, puedo notar su presencia pero sigo en la computadora sin prestar atención, se acerca a mí despacio y cuando llega agarra ambas tetas con sus manos desde atrás. Las estruja y acaricia con fuerza, eso hace que mis pezones se pongan duros por la sorpresa me doy vuelta y abro mi boca para recibir un profundo beso el cual calla todo lo que pretendía decirle.
-Papi llegaste que bien, digo cuando sus labios se separan de los míos, pero hoy anda dominante lo veo en su mirada.
Lo noto molesto mueve su mano a mi boca para callarme, metiendo algunos dedos en mis pequeños y suaves labios. Con su otra mano acosa con rapidez mis tetas, las estruja con fuerza pellizca mis pequeños pezones sobre la ropa, la situación pasa de mi estoy completamente excitada. Siento su respiración está oliendo mi cuello, procede a morderlo con fuerza, es como si intentara comerlo, lo chupa por todas partes. No le importa si me duele o no. No dice ni una palabra solo sigue en su ataque hacia mi cuerpo entregado a su merced.
Descubrí el placer de ser su sumisa las primeras veces, cuando probaba mis limites, disfruto este tipo de placer, ser su perrita en esos momento como le encanta decirme en esta faceta. Intento moverme un poco por las mordidas, estas dejaran marcas para el día siguiente, mi rajita está cada vez más húmeda, mi papi en plan dominante hace que mi corazón lata, mis pezones se endurecen y yo chupo los dedos que tiene en mi boca.
Se quita la corbata y la coloca alrededor de mi rostro, me amordaza la boca para que no hable, no es la primera vez. Me levanta de la silla y la hace a un lado, tirándome con fuerza sobre mi escritorio. Agarra mi culo con esa fuerza que lo caracteriza, lo levanta y quedo en puntillas, mi culito bien parado y mis tetas apoyadas en el escritorio. Lentamente se acerca el momento, se saca el cinturón y lo deja caer sobre mi hombro para que sepa lo que viene. Levanta la correa lo más alto que puede llegar su brazo y la deja caer sin compasión ni cuidado sobre mi culito, mi culo de perra, su perra.
Me sobresalto por el correazo, mi piel comienza a arder un intento fallido por gritar un poco por el dolor, el estar amordazada me lo impide, aguanto cada azote en mi culo, mis pezones en el escritorio tan duros que me duelen. Sus manos recorren mi cuerpo para abrir con fuerza mis piernas. Coloca su mano en mi cabeza para pegarme más contra el escritorio. Baja si brazo y deja la correa tocar el piso, asi lo mueve hacia adelante pegándome un fuerte correazo en mi coño. Es algo que descubrió desde el principio lo mucho que me mojaba cuando me palmeaba mi intimidad.
Asi intercala correazos potentes sobre mi culo y mi concha. Sé que disfruta cada uno de ellos, de hecho yo también lo hago. De vez en cuando intento gritar más que todo por el sobresalto entre cada correazo, ya siento como quema en mi piel. Pero mi conchita está completamente empapada, el sonido de la correa chocando con mi piel no hace más que excitarme y más contra mi coño siento como salpica. Me volteo a verlo su rostro no es más que de satisfacción.
Se detiene y suspiro, agarra mis brazos y los junta detrás de mi espalda los amarra con su cinturón. Voltea a verme la cara, sus dedos me acarician delicadamente un segundo, llegando a tocar mis labios, los acaricia. Lleva esa misma mano a su bolsillo, sacando una navaja, me altero un poco al verla pero con cuidado corta mi pantalón y mis bragas por entre mis nalgas, mis jugos siguen empapando mi conchita. Estira su brazo y me da una fuerte palmada en mi rajita solo puedo gemir. Su palma acaricia mi zorra en círculos y de arriba abajo, luego termina con otra cruel palmada que tanto me pone caliente. En ese mismo momento y sin lubricar, introduce su dedo índice en mi ano, me retuerzo al sentir como entra violentamente en mi culito. Eso me hace levantar mi culo en puntitas, estoy completamente a su merced y lo disfruto expectante a cada movimiento
Con mi culo parado, su dedo gira en mi interior, siento como mis paredes se dilatan de a poco. Su otra mano en mi clítoris, acariciándolo en círculos apretándolo contra mi cuerpo, con un rápido movimiento su índice sigue presionando y mete su pulgar en mi pequeña rajita. Lo mueve con fuerza, eso me dilata mis paredes se abren y su dedo transita sin problemas. No puedo resistirme esa mezcla de dolor en mi culo y placer en mi rajita me hacen gemir fuertemente aunque este amordazada, su dedo abriéndose paso. Volteo y contemplo como posee mis agujeros sin piedad, me llena con sus fuertes manos. Mi respiración completamente acelerada, mi concha empapada, mi culo ardiendo.
Se baja el pantalón, si verga se libera de su prisión. La acerca con sus manos a la entrada de mi ano, la acaricia con la cabeza de su polla, siento su mirada de lujuria sobre mi piel, agarra mi cabeza con una de sus manos, la atrae hacia su cuerpo mientras mi espalda se arquea. Con su otra mano posiciona su verga en mi esfínter y empuja sus caderas hacia mí, su verga se abre paso. Sus huevos chocan toda enterrada.
-Te hare mi perra esta noche. Dice con una voz imponente a mi oído.
Saca su verga con suma lentitud, mi ano descansa y se cierra un poco, la vuelve a enterrar con fuerza y velocidad en mi interior. No puedo creer lo excitada que estoy mis fluidos salpican cuando me da esas estocada en mi ano. Lo viola de esa manera, mientras que no suelta mi cabeza y con su mano libre se encarga de darme unas buenas nalgadas a mi culo adolorido. Esas duras embestidas me quiero desmayar gimo de dolor y placer.
Sus manos agarran fuertemente mi culo, su ritmo aumento ahora es un mete y saca con rapidez, sus huevos cargados de leche chocan contra mi rajita, sus dedos se entierran en mi piel. Me embiste sin compasión, violando el caliente y frágil cuerpo de su hija. Trato de gemir pero la mordaza me incomoda, la habitación huele a sexo y de fondo se escuchan nuestras pieles chocando.
Una última embestida hasta lo más profundo de mi ser, sacando toda su verga de mi ano, me atrae con sus correas ya no se compadece de su pequeña hija, hoy me disfrutara a su antojo. Empuja mi cabeza contra el escritorio y me regala una mirada dominante, termina de quitar lo que queda de mi pantalón y mis bragas, revelando mi tersa piel a la luz, estoy algo nerviosa se lo que va a pasar. Me sonríe con ternura o quizás malicia se puede dar a diversas interpretaciones, me contempla triunfante levanta su brazo y dejo caer una tras otra, correazos con fuerza sobre mi piel, dejando marcas rojas le excita y cada vez más fuerte son, sabe que le pertenezco en todo sentido y puede hacer de mí su voluntad.
Tomándome del brazo me tira al piso dejándome boca abajo pegada a este. Abre con fuerza mis piernas sus manos me controlan por completo, introduce su verga de un solo golpe en mi adolorida rajita, con mis brazos atados levantando mi pecho del suelo. Comienza un intenso mete y saca en mi interior, mis jugos salpican con cada estocada puedo escuchar sus gruñidos de placer enterrándome su miembro en mi pequeña cueva, violando a su querida hija.
Saca su verga de mi interior, tomándome por los brazos y me arrastra a la cama, se sienta en la orilla y me sienta en sus piernas yo dándole la espalda, tomando mis mulsos abre mis piernas y procede a moverse debajo de mí. Penetrándome con ganas por mi conchita, mis pequeñas tetas rebotan con cada embestida, baja el ritmo la saca con mucho cuidado para luego volverme a embestir con furia. Asi continua sacándola lentamente y enterrándola por completo de una sola estocada yo suspiro y jadeo me encanta que me posea como quiera, es mi padre y mi hombre sobretodo mi dueño no puedo contenerme me corro sin parar. Al mismo tiempo él jadea y gruñe en mi oído.
-Voy a violarte cuando quiera, como quiera, y por donde quiera, y lo vas a disfrutar puta. Dice de esa manera tan dominante que tanto me gusta.
Me tira boca arriba en la cama, quitando la mordaza en mis labios antes de que pueda decir algo introduce con fuerza su dura verga en mi boca, dejándola muy adentro por unos instantes. Me comienzo a ahogar, sus manos toman mi cabeza, se sienta en mis tetas y viola mi garganta, clavándola en el interior de la boca de su hija putita. Trato de aguantar el ritmo y controlar la respiración, esta poseído, esta dominante y yo completamente sumisa y excitada. Con un gran gruñido entierra por completo su verga en mi interior, apretando mi cabeza y dispara chorros de leche caliente en mi garganta. Lo bebo y lo tomo es espeso y delicioso. Disfruto como baja por mi garganta estoy exhausta por tantas embestidas lo miro a los ojos y como bebé me aferro a su verga y la chupo
Por fin se relaja sentado en mi pecho, entre jadeos deja su verga en mi boca, increíble mientras la chupo y lamo con mi cálida y suave lengua empieza a retomar fuerzas otra vez, acaricia mi rostro y soba mis mejillas, me agarra del cabello y comienza a follarme la cabeza en círculos y de arriba abajo para que entre y salga su polla de mi boca. Finalmente quita su verga de mi boca, la deja caer, dándome golpes en las mejillas y mis labios, me mancha con su líquido y mi saliva. Entrecierro mis ojos para sentir el aroma de su verga en mi cara.
Se mueve bajando un poco y se sienta en mi estómago, dejando su gruesa verga entre mis pequeñas tetas, toma otra vez su navaja y corta lo que quedaba de mi ropa en la parte superior de mi cuerpo, la corbata ahora en mi cuello, la aprieta para que apenas pueda respirar y la anuda así. Con su otra correa ata mis pies y mi manos, agarra mis tetas con sus manos y las aprieta contra su verga, las cachetea para ponerlas rojas y mi piel arde, me folla mis tetas con violencia suelto varios gemidos y grititos de dolor, está cumpliendo su palabra de violarme.
Se detiene al verme sufrir, toma su mano y cubre con fuerza mi boca, apretando mi rostro. Acercando su rostro a mis tetas, lamiendo mis pezones dándole alivio a mi piel, subiendo y recorriendo mis mejillas y terminando en mi cuello con una mordida. Aprieta más su mano en mi boca y acerca su rostro varonil a mi cara, lo veo bien.
-Te dije que te violaría, no me importa si te duele o te quejas, voy a violarte hasta que se te quede grabado el sabor de mi semen en tu garganta, voy a reventarte, y te hare mierda con mi verga todos los días de tu vida. Me dice
Diciendo eso, cachetea mi rostro para que me quede claro cuál es mi lugar, el de su puta, Apoya mis piernas atadas en su hombro, introduce su verga en mi interior, mi coño está ardiendo de dolor y placer. Me mira con firmeza, sabe que es mi dueño que desde el primer día aparte de ser mi padre, es mi hombre.
-Ahora voy a embarazarte, y vas a tener a mis hijos puta.
-Si papi soy tu puta. Eres mi dueño… Acierto a decir.
Diciendo esto me mueve hacia atrás y luego hacia adelante, dándome una dura cojida, sujetando mis piernas con su mano y agarrando con fuerza una de mis tetas con la mano libre, taladro mi pequeña zorra. Doy suaves gemidos me desmayo unos cuantos segundos y vuelvo a reaccionar.
Luego de violar brutalmente mi coño entierra su verga nuevamente en mi culo, hasta el fondo y siento como su leche caliente y espesa quema en mi interior. Siento como pasa el tiempo y tus chorros caen en mí. Finalmente me da una palmada en mi concha. Sin desatarme se acerca a mi rostro y me dice.
-Eres mi puta, y siempre lo vas a ser, ni se te ocurra salir con pendejos, o te castigare con correazos hasta que te sangre el culo.
Da una última cachetada en la cara con su verga en mi vientre, y mis tetas para limpiarse sus fluidos con mi piel, me deja atada y sale de mi cuarto.