Placeres con Papi

Incesto y dominación padre e hija

-¿Te calienta mucho la idea de ser cojida por papito, no? Dijo clavándome un húmedo y caliente beso en mis labios.

-Mmm si papi, me encanta como me besas.

Hacía ya un tiempo que mi padre y yo éramos amantes, cuando se divorció de mi madre decidí quedarme a su lado y se convirtió además de mi padre en mi macho, a mis 18 años tengo un lindo cuerpo y una piel morena que me hace de gran atractivo

Me dio la vuelta y me beso intensamente, su lengua en mi boca jugueteaba mientras sus manos acariciaban mis mejillas y bajaban por mis brazos

-Si papi. Acierto a decir.

Mientras me siento a horcajadas sobre él, nuestros cuerpo se acercan cada vez más mis senos se pegan a su pecho y con delicadeza llevo sus manos a mis nalgas mientras nos besamos intensamente, me deja respirar por un segundo y ahora besa y muerde mi cuello sus manos aprietan y acarician mis nalgas y van subiendo colándose por debajo de mi ropa

Mi respiración se agita cada vez más, mi boca cerca de su oído lo muerdo suavemente mientras sus fuertes manos tocan todo mi cuerpo con cada vez más desespero, sin mucho esperar me quita la blusa y se deshace de mi corpiño que cae en el piso de mi habitación, aprieta suavemente mis tetas, su boca se alimenta de mis pequeños pezones, los cuales cada vez están más duros, es una necesidad, rozo mi rajita con su verga gruesa completamente erecta y yo gimiendo en su oído.

Me quita los pantalones y mis bragas de una sola vez, tomándome de los muslos me levanta para sentarse en mis hombros con mi coñito mojado en su rostro. Me agarra con fuerza y a la vez delicadez, esa firmeza para no carme y comienza a lamer y morder mi coñito apretado y mojado. Mis gemidos son cada vez más seguidos siento cada una de sus lamidas y mordidas en mi coñito. Esta apretadito y lo abre con su lengua, sus manos en mi culo me calientan más y mis senos se notan muy duros y erguidos, puedo notar su verga como un gran sable de lo parada que esta.

Se concentra en mi clítoris, dándome lamidas y mordidas cada vez más intensas, succionando mi piel y la fuerza de sus manos en la piel de mis nalgas, con cada gemido gimo cada vez más fuerte, cada mordida en mi botoncito hace que mis flujos aumenten. Sus manos abren bien mis nalgas y luego de unos ricos lengüetazos por toda mi rajita, mete su lengua en el interior de mi rajita y lame todo mi interior

-Si papi mmm que rico por fa continuaaa. Logro decir, sus lamidas me encantan me hacen retorcer y busco sentir más sus deliciosas lamidas.

Me recuesta con suavidad en mi cama, abriéndome con gentileza las piernas, mientras continua comiéndome mi pequeña rajita, no para de lamerme y morderme los labios, mi clítoris. Lo degusta y recorre en círculos con su lengua la cual entra en mi interior, aprieto las paredes de mi rajita para sentirlo más. No puedo resistirlo más y  tomo su cabeza aprisionándola contra mí, lo necesito adentro, mis gemidos y mis jugos aumentan cada vez más.

Aprendí a descubrir las facetas de mi padre, esos momentos en los cuales me da mucho placer y también aquellos en los cuales se vuelve muy dominante, soy su única hija, su mujer y su sumisa. Solo de él y me encanta que sea así.

Abre mi conchita con sus dedos para introducir más su lengua a lo más profundo que pueda y sentir lo estrecha que soy. Moja los dedos de su otra mano con mis fluidos y suavemente acaricia en círculos la entrada de mi anito, lubricándola bien, los introduce suave y lentamente primero su dedo índice, el sentir como sus dedos se abren paso por mi culito me hace sentir una corriente eléctrica por mi cuerpo y sumándole su lengua, esa gran cantidad de placer no puedo resistir más mi cuerpo se tensa y mis gemidos se hacen intensos, ahogado. Fuera de mi pego con más fuerza su cara contra mi cuevita y mis músculos se contraen me corro sin parar, mientras papá se toma mis jugos.

Su boca recibe todos mis jugos y no me deja descansar sigue mamandome la rajita ahora con más velocidad e intensidad. Mete otro dedo en mi anito y comienza un mete y saca despacio y profundo, las paredes de mi ano se contraen. Estoy teniendo una gran corrida, mis paredes parecen tener vida propia se contraen sin parar, me siento desfallecer de tanto placer y aún sigo con esa inmensa necesidad de que meta su verga por completo en mí.

Su fuerza se hace sentir, me abre las piernas de golpe sujetando mis muslos y clava su verga hasta el fondo de mi coño apretado, abriéndolo con fuerza con el gran grosor de su miembro. Antes de que pueda decir algo comienza un vaivén salvaje y bestial en mi rajita, salpicando mis jugos con cada estocada de su verga. No puedo hacer otra cosa que gemir mis senos se mueven al ritmo de sus embestidas y mi cuerpo esta empapado de sudor, mis flujos bajan por mis piernas mojando toda la cama.

Aprieta mis piernas con fuerza, con domino sobre mi ser, le pertenezco, taladrándome con furia hasta llegar al fondo de mi conchita, para luego sacar su verga con velocidad y volverla a clavar en mi estrecho coñito. Mira a su bebita preciosa como siempre me dice, retorciéndome de placer mis senos rebotando con cada dura embestida que me da.

Saca lentamente su verga de mi rajita y la desliza con delicadeza en la entrada de mi ano. Como ya estoy lubricada por los jugos de mi coñito la mete suave y fácilmente por ahí, abre mis paredes cada centímetro de su carne se adentra en mi interior, hasta que se acaba con una suave pero dura metida de su verga hasta pegar sus huevos contra mi culo, la quita rápidamente dejándome con ganas en mi interior pero la vuelve a ensartar con fuerza en mi rajita, me da un mete y saca furioso por mis dos agujeros, su grueso miembro me hacen sentir repleta cuando se abre paso por mis pequeños agujeros. Ese intercalar de embestidas me calienta más si es posible eso. Mis dedos se dirigen a mi clítoris y comienzo a masturbarme mi otra mano juega con mis pezones, los pellizco y aprieto.

Toma el consolador de mi cómoda, mojándolo con los fluidos que salen de mi rajita, lubricándolo bien con mi humedad y lo entierra con fuerza en mi anito. Me hace soltar un gemido de placer al sentir las paredes de mi esfínter abrirse con tal fuerza. Me toma de la cintura y girándome dejándome como perrita con mi culito en alto para facilitar la entrada de su verga por mi conchita. Acaricia mis labios y mi clítoris con la cabeza de su verga, para luego enterrarla profundamente en su interior y siento como aprieta. Se coloca de pie y agarra fuerte mis cachetes para violar sin compasión mis labios vaginales y obligar a mi coñito a abrirse con cada dura y profunda embestida.  Apoyo mi cabeza contra la cama mis gemidos descontrolados por tener el consolador y su verga al mismo tiempo, me hacen tener un nuevo orgasmo, la manera tan deliciosa como se abre mi concha con sus embestidas me hacen enloquecer.

No me deja descansar, me da con rabia agarrándome más mis nalgas, comienza a reventarme mi coño con cachas profundas y duras, mis jugos siguen saliendo con cada estocada salpicando me mojan a mí y a él, su abdomen está lleno de las salpicadas, está llegando a lo más profundo de mi interior. Sin fuerzas a penas puedo gemir de tanto placer, me dejo hacer lo que desee agradecida por tanto que me ha hecho disfrutar.

-Descansa bebé, ya cuando te recuperes te encargas de la verga de tu papito otra vez. Me dice

Abro mi boquita esperando recibir su leche

-Recuerda beberlo todo preciosa.

Sale de mi interior me agarra de mi cuello masturbándose en mi cara para darme toda su leche caliente y espesa en mi rostro, pelo y labios de perrita. Su perrita, se corre y me deja llena de su esencia. No puedo más y caigo dormida.