Placeres anales

La puerta trasera ayuda.

Placeres anales

El geiser de esperma salta al cuarto movimiento arriba- abajo de la mano de Natalia en la verga de Ernesto.

"¡ Cómo me deseabas!- suspira la rubia, poniendo mirada de asombro en sus ojos azules. Se sabe dueña de la situación. Está en una suite de lujo de un hotel boutique en Palermo, después de un almuerzo de ostras, trillas, tarta tibia de manzana con helado en el Oviedo, uno de los mejores restaurantes de Buenos Aires, invitada por el hombre que acaba de correrse.

Se mira en el espejo, se ve linda, el pelo largo, el cuerpo delgado con unos senos pequeños pero erguidos , con pezones sonrosados, con sus puntas erectas, el vello púbico una pequeña línea dorada hasta el botoncito del clítoris.

" ¿ Se te parará otra vez, antes de que tenga que volver a trabajar?- pregunta mimosa. Es su venganza. Ernesto es el hermano de su ex, cuando pasó por la tienda para ver cómo estaba después del divorcio, las víboras de sus amigas, Silvia y Celina fueron las que la convencieron para aceptar la cita, eso sí, siempre a todo lujo, haciéndote valorar.

Ernesto era un pobre hombre, dominado por una esposa beata, pero muy rica. Y el acostarse con él lo ha planteado como venganza contra su ex familia.

" Me tenías tan caliente, como ibas vestida en el restaurante que en cuanto me has tocado, se me ha escapado la leche"- se disculpa .

Natalia sonríe pensando en que es verdad ,que había ido al almuerzo seductora, con un conjunto de saco y pollera gris marengo, panty negro, zapatos a juego con taco muy alto, y una blusa de seda cruda, que se ata a la cintura dejando un escote enorme , que impide llevar corpiño, con lo que los pezones se marcaban en la tela. Quería que él supiera que estaba mucho mejor que la jovencita que andaba ahora con su ex.

" Cariño, no te preocupes, la habitación la tienes hasta mañana a las doce. Yo, hoy tengo que volver a la tienda, y estar en casa por la noche con mi hija, pero podemos volver mañana a primera hora, les digo a mis socias que llegaré tarde y ….."

"Me encantaría, pero ¡ podemos volver a intentarlo ahora?. Si tú me ayudas…"

"Cariño, ¿querés que te haga lo que le hacía a tu hermano, cuando no se le paraba?"

Con mimo coloca a Ernesto apoyado en su costado, agarra el pene con la izquierda, se ensaliva el índice de la derecha y lo mete en el orto del hombre de un solo golpe, que casi salta de la impresión.

"Tontito, te va a gustar, déjate hacer"- le susurra pícara al oído.

Las caricias, poco a poco devuelven dureza al miembro, cuando Natalia cree que podrá penetrarla, se monta sobre él.

Le cabalga rápido, no le interesa venirse, pero se acaricia las lolas y gime como si estuviera al borde del orgasmo, hasta que el hombre vuelve a soltar el semen.

Se recuesta mimosa en su pecho, dejándose abrazar.

"¡ Qué placer me has dado!. Sos un macho, no como tu hermano"- suelta, con apenas un murmullo de voz.

Unos minutos después le besa mientras le dice.- " Me tengo que ir, no pensaba que nos iba a pasar esto, y…Me has hecho tan feliz. ¿ Me das la llave de la habitación y nos vemos mañana en la mañana?"

La tienda está comunicada con un pequeño departamento , donde suelen hacer las pruebas para las clientas. Natalia ha pedido un delivery de lujo, que devoran las tres amigas. Celina y Silvia están ansiosas por saber.

Les cuenta como ha llegado al hotel antes que Ernesto, y se ha preparado para él.

Se ha quedado en medias a medio muslo, con un corsé que deja las lolas al aire. Se ríen cuando le cuenta que se ha dado un poco de rouge en los pezones. Y se ha colocado el arnés con una verga hermosa. Todo negro que contrastara con su piel clara de pelirroja.

Cuando ha entrado el hombre ansioso y la ha visto así , como un travesti dispuesta para él. Se ha quedado parado, impresionado. Pero terriblemente excitado, y dispuesto a obedecerla.

Le ha ordenado que se desnude, lo ha hecho rápido, quedando ante ella con una enorme erección.

Baboseaba , al ponerse a cuatro patas sobre la cama. Natalia ha untado el valle entre sus nalgas con Nivea, le ha metido en el culo, primero un dedo , después dos . Ha comprobado que el agujero está bien lubricado.

Y colocándose tras él , ha apoyado la cabeza de falo de goma en la entrada oscura, y muy lentamente lo ha empujado hasta el fondo.

El vaivén de la sodomización la ha excitado, el golpeteo contra su concha la tenía totalmente mojada. Ha parado y desatándoselo, ha dejado el consolador dentro del ano del hombre.

Se ha tumbado en la cama y se ha hecho penetrar por su excuñado.

Se ríe mientras lo cuenta a sus amigas, que le acompañan en las risas.

" Yo, con la mano en al aparato le marcaba el ritmo, y me he ido, la tenía como una piedra, creo que había tomado una viagrita. Lo he pasado bien"

" Y él qué ha dicho? "-

"Me ha regalado este anillo"- lo enseña a sus amigas, es un pequeño diamante en una montura de platino.- " Si se le ha pasado el trauma de mi despedida, espero que me regale unos pendientes a juego"

" Pero ¿queé le has soltado?, que sos muy bestia"

" Que en su familia , les encanta que les den por culo"

Se besan alegres las mujeres.