Placer por encargo

Había conocido a la mascota de mis vecinos y el solo verlo despertaba en mi sensaciones irresistibles...

PLACER POR ENCARGO

Hola me llamo Rosa, vivo en la Ciudad de México voy a contarles como después de que me inicie en la zoofilia y de descubrir lo delicioso y placentero que es hacerlo con un perro, en serio amigas es algo increíble, se empezó a despertar en mi un gran deseo por experimentar nuevas formas de disfrutarlo aunque tengo poco tiempo haciéndolo. Ahora ya no veo a los perro como antes, ahora me produce una gran excitación cuando los veo en la calle, mis vecinos tiene un rotwailer hermoso de nombre, Zeus, que siempre me gusto, parece de exposición pero ahora mas ya saben por qué jeje. Bueno últimamente cada que lo veía me mojaba toda y fantaseaba con él, luego me bajaba la calentura con mi mascota y mientras me cogía imaginaba que era el perro de mis vecinos. Se había convertido en una verdadera obsesión. Cada que me encontraba a mis vecinos en la calle en compañía de Zeus no perdía la oportunidad de acariciarlo y hablarle un poco. es muy dócil y juguetón, además me llevo muy bien con la Señora, y un día platicando me pidió de favor si podía cuidar su casa el fin de semana y de paso darle de comer a Zeus, por que iban a salir a visitar a unos familiares por unos días, a mi me pareció como un sueño y claro que acepte, mi mente luego luego comenzó a fantasear y planear lo que haría con él.

Llego el día en que salieron mis vecinos, me dejaron las llaves y me encargaron a Zeus, y yo feliz ya saben por que jeje ,como era viernes me apure en la oficina y saliendo me fui directo a ver a Zeus, lo encontré recostado en el patio me vio y se me acerco moviendo la cola, le puse algo de comer y agua cuando acabo le acaricie el lomo, me comenzó a lamer las manos y poco a poco fui bajando la mano hasta llegar a su pene. empecé a acariciar suavemente su capullo, mientras le decía, mami tiene algo rico para ti perrito hermoso ya veras que te va a gustar, vaya que la traía atrasada porque en un instante ya tenia toda de fuera, tenia una verga preciosa, tenia entendido que nunca lo han cruzado ó sea que yo iba a ser su primera hembra. ese día no hice más por que no tenia tiempo suficiente para hacer lo que quería.

El sábado ya con mas calma después de desayunar fui a darle de comer a Zeus, lo encontré de nuevo en el patio, le di de comer y le puse agua comió rápidamente parece que adivino mis pensamientos, porque luego comenzó a juguetear conmigo y a lamerme las manos lo que me empezó a excitar y a hacer que me mojara toda, empecé a acariciarlo y le dije, ven mi amor mami tiene para ti algo muy rico te va a gustar… fui bajando la mano a su capullo y lo comencé a sobar suavemente, las caricias que mis manos propinaban sobre esa enorme pija no tardaron en surtir efecto, porque comenzó a salir su rica verga, tome su bola con mucho cuidado y esto pareció enloquecer a Zeus, porque curvo su espalda y comenzó a moverse para delante en frenético vaivén, así estuvo un rato hasta que lo solté.

Esa verga grande que tanto me excitaba, estaba ahora gigantesca, terriblemente inflamada, de color rojizo, de verdad me impresiono y me tentó, me sentía totalmente mojada, excitada, estaba tan caliente que se me pasaron todos los temores y resistencias que tenia. Así me desprendí de mis propias inhibiciones y quise chupar esa tentadora y gruesa verga, quería probar su sabor y sentir mi boca llena con ese pedazo de carne tan diferente a lo que había conocido, me encanto chupársela, sentía su verga en mi garganta y con mas ganas la chupaba, tenia un sabor agradable, me gustaba, me calentaba porque era diferente a los hombres. No paraba de mamar, Zeus lo estaba disfrutando tanto como yo, un largo rato la estuve chupando, hasta que sentí que era el momento indicado y me puse en cuatro patas y le ofrecí mi preciado culito a Zeus, quien ni lento ni perezoso comenzó a darme unos fuertes lengüetazos por mis nalgas y subiendo cada vez mas hasta mi vulva recogiendo en cada lengüetazo los jugos que me inundaban. Ese lambeteo fuerte, veloz y cada vez mas profundo que se deslizaba entre mis labios y un intermitente, largo y áspero roce en mi clítoris me volvía loca.

Así estuve segundos o minutos que fueron apabullantes al borde del orgasmo, cuando de pronto se subió arriba de mi agarrándome con sus dos patas delanteras la cintura en un fuerte abrazo, sintiendo un repiqueteo caliente y mojado en los costados de los labios de mi vagina, fueron cuatro o cinco intentos, cuando de pronto lo sentí deslizarse dentro mi entrándome con fuerza de una sola estocada hasta el fondo de mi canal, provocándome un escalofrió de placer que me recorrió todo el cuerpo arrancándome un gemido de satisfacción, inmediatamente sentí sus ganas en los furiosos y sumamente ligeros movimientos metiendo y sacando su miembro que ya comenzaba a tomar una rigidez y tamaño increíble, yo recordaba lo descomunal que era y mas me placía. Me sentía terriblemente mojada y comencé a sentir en cada estocada mas placer.

Cuando apenas me penetro, lo sentí hincharse, lo que me produjo un orgasmo sensacional que se potenciaba en cada empujón y se intensificaba cada vez mas al grado que me hizo gritar, jadear, temblar, apretar, no era yo, creo que mis temblores y mis movimientos incitaban a Zeus , porque cada vez se movía con mas fuerza, sentía su roce cada vez mas penetrante, con dureza golpeteaba y masajeaba toda mi zona clitoreana. Estaba embelesada, cuando de pronto sentí que por el aro de mi vagina entro algo mas grueso y comenzó a agrandarse adentro de mi, una dureza terrible se hinchaba cada vez mas, presionaba mi ano, hacia que se dilate y se contraiga, era su botón latiente que presionaba toda mi vagina, que me hacia contraer con fuerza, provocando múltiples sensaciones increíbles, si bien suelo tener orgasmos múltiples tres o cuatro cortitos, estos eran de una intensidad desconocida, cada vez mas fuertes y largos, tenia la sensación de tener varios a la misma vez y no paraban, eran tanto y tan grande el placer que me embargaba, que temblaba cada vez mas, mis gritos iníciales , eran gemidos entrecortados, me sentía poseída. Zeus no paraba de desparramar su leche dentro de mi, esa verga enorme latía en mi ser totalmente inundado, y ese botón que me tenia aprisionada era delirante, estaba tan llena que tenia la sensación que mi vagina se expandía como si fuera una bolsa de plástico que la van llenando de liquido caliente mas de lo que su capacidad aguanta, el placer que experimentaba era infinito, indescriptible, no podía compararlo con nada conocido.

No se cuantos orgasmos tuve, me sentí desmayar del placer, estaba narcotizada por el gozo de tener esa verga canina dentro de mi. Cuanto tiempo paso no lo se pero fueron los momentos mas deliciosos de mi vida, Zeus se movía pero ya no con movimientos de penetración, sino queriendo desprenderse de mi, ese movimiento de presión hacia fuera era alucinante, pero no podía salir de mi porque yo contraía mi vagina y se lo impedía quería seguir disfrutando este momento, quería que nunca terminara, por momentos se quedaba quieto hasta que volvía a tironear y me provocaba oleadas de placer, ya que en cada movimiento su verga latía y esto era la locura total, después de un buen rato dio un tirón y se desprendió de mi con un seco ruido y sentí como torrentes de leche caliente y espesa corrían por mis nalgas, de rodillas como estaba, me desplome agotada de placer.

Por supuesto que esa tarde no termino allí, la llamo la tarde del milagro, por que lo hicimos cuatro veces y lo que descubrí, lo que sentí al quedar abotonada por primera ves a mi amante canino fue como un sueño hecho realidad.

Solo quiero agregar, que a pesar de las lecturas y testimonios que conocía, además de que ya sabía el placer que los canes brindaban, nunca me imagine que al quedar abotonada fuera así, tan grande y con tanta intensidad, no puedo compararlos respecto de los placeres que me brinda un hombre, por que son diferentes e incomparables.

El placer con los hombres, es el placer eterno e infinito del amor racional

El placer con un perro es la excelencia del placer gozado desde lo más instintivo y primitivo y esa sensación de irracionalidad placentera supera cualquier otra.

Pero creo personalmente cuando estas dos situaciones (mujer/perro) se complementan dentro del mismo esquema, se vive el placer desde una dimensión diferente.

Este fue mi testimonio y lo quise dejar documentado ya que lo narrado aquí es tal cual lo experimente y lo viví, y de esta manera diferenciar la realidad de lo fantástico y que sirva de aliciente para aquellas mujeres indecisas que sueñan, imaginan, pero no se animan a tener sexo con su perro, en verdad es algo muy rico.

Escríbanme chicas que quieran tener experiencias con su mascota o que cree tener alguna duda, necesita consultar algo al respecto, les responderé.

Escribirme a: mer79ros@hotmail.com