Placer Importado

Hace un viaje con unos amigos, resulta realmente aburrido durante mucho tiempo pero al fin conoce a alguien que le hará divertirse como nunca.

La historia que les cuento hoy sucedió hace dos años, cuando con una amiga decidimos ir a recorrer el norte argentino, Bolivia y Perú. Mis amigos, me dicen Gato.

Después de aburrirme en lo que a sexo respecta durante 25 días, nos encontrábamos cruzando la frontera de Bolivia, en Copacavana, hacia Puno, en Perú, cuando en la fila para que nos sellen el pasaporte me encuentro parado detrás de un muchacho que dialogaba con una chica en inglés. Yo no encontraba una puta lapicera para llenar los formularios de ingreso al país, y ya hastiado casi grité "¡¡Alguien me presta una lapicera!!". El muchacho que estaba delante se dio vuelta y con una sonrisa de oreja a oreja, que casi me desmaya, me dijo en un mal castellano: "te presto la mía, quieres". Era perfecto, pelo corto y rubio, ojos verdes azulados, flaco, dientes pequeñitos, un bulto que prometía menos de lo que en verdad ofrecía.... Un dios.

Le di las gracias y comenzamos a hablar, tenía 22 años, su madre era Argentina, viajaba solo, la chica era una amiga que conoció recién y lo importante....iba en mi mismo micro!! Y yo no lo había visto. Después del tramiterío, ya en el micro le ofrecí sentarse con nosotros y tomar mates. Él aceptó ya que decía, se estaba aburriendo de andar solo.

Las horas pasaron y comenzó a oscurecer, mi amiga se había quedado dormida en otro asiento, y él, sentado a mi lado comenzaba a dormirse. Y yo, a excitarme.

Todo el micro se encontraba a oscuras, prácticamente todos dormían. Entonces me puse medio de costado y haciéndome el dormido puse mi mano de lleno en su bulto. Damon, así se llamaba, no se movió. Mi mano empezó a moverse lentamente, notaba como por debajo de su bermuda su pija empezaba a crecer. Y la mía también.

Estuve como quince minutos sobando aquel pedazo, y él seguía dormido. Me dije, un poco más...y le bajé la bermuda, casi me muero al tocar esa pija...no llevaba calzoncillos.

Mi mano rodeó esos 19 o 20 cm de carne palpitante, y comencé con una paja que poco a poco se iba convirtiendo en una chapada. Total...nadie podía vernos, sentados en el fondo...

Damon empezó a moverse, a respirar más rápido. Yo me imaginaba que él creería estar soñando, pero cuando alcé la vista vi como me miraba con esa sonrisa radiante que sólo él tiene. Y bajito, muy bajito, me dijo "seguí, lo hacés mejor que una puta". Eso me calentó más, y como si me hubiese inspirado, me la tragué toda de un saque, haciendo que ese BB acabe en mi boca, chorros y chorros de ese néctar tan sabroso e importado que tenía.

Me tomó del mentón y llevó mis labios a los suyos en un beso que todavía hoy puedo sentir. Después nos dormimos, hasta que el viaje llegó a destino... la mágica ciudad de Cuzco.

Yo pensé ahora cada uno por su lado, pero me dijo por qué no nos registrábamos en el mismo hotel. Obvio que dije que si.

Al otro día, después del almuerzo, me voy a dar una ducha, cuando golpean a la puerta de mi habitación. Envuelto en un toallón abro la puerta y ahí estaba él, con su sonrisa, sin decir ni hola. Lo agarré de la remera y lo entré en la habitación, cerrando la puerta con el pie.

En cinco minutos estaba desnudo y en la ducha. Me besaba como desesperado, me decía que lo del micro le había encantado y que quería probar qué mas sabía hacer.

Me arrodillé en la bañadera y empecé a chuparlo, mientras que con una mano y el jabón, iba buscando su agüerito trasero. Cuando estuvo bien enjabonado le metí un dedo. Pude notar que le había gustado, porque me agarró fuerte del pelo y me empezó a coger la boca a medida que con sus movimientos mi dedo entraba y salía de su culo. Su pija entraba en mi boca hasta el fondo, entre eso y el agua que me caía encima casi no podía respirar. Pero me encantaba.

Agarré el jabón y me empecé a enjabonar el orto, quería sentir esa pija en mi culo. Él se dio cuenta, y me indicó que parara, tenía pensado usar su lengua y su saliva para lubricarme. Me inclinó sobre el borde de la bañera y se arrodillo ante mi culo. Jamás pensé que una lengua podía hacerme sentir aquello... Estaba como loco, le pedía a gritos que me la metiera. No se hizo rogar, se enjabonó la pija y me apoyó la cabeza en la entrada de mi culo. Yo instintivamente empujé hacia atrás y sentí como ese pedazo de carne me abría en dos. Me la había metido toda, sentía sus huevos contra mis nalgas. Damon me tomó de la cintura y comenzó a embestirme sin piedad, mientras me decía que lo volvía loco, que le encantaba.

Lo que yo sentía era indescriptible, era como si el hombre que nunca crees que puedes encontrar, te despiertas un día y está al lado tuyo y con la pija parada. Yo no quería que eso acabara así, entonces entre los jadeos que daba le pedí que terminara en mi boca, él solo sonrió otra vez y ve esa sonrisa logró que mi pija lanzara chorros de placer sobre la pared de la bañera. Sin tocarme si quiera había alcanzado un orgasmo espectacular. Cuando se estaba por venir, la sacó tan rápido como la había metido y me tomó de los pelos. Yo abrí mi boca y con mi lengua, mientras él se masturbaba, jugueteaba con sus huevos. Subí un brazo hasta alcanzar su tetilla derecha y la apreté fuerte, provocando en él un gritito ahogado por jadeos que terminaron llenando mi boca y mi cara de leche.. me metí la pija en la boca y la limpié hasta que me pidió que parase, que creía que se iba a desmayar si seguía. Paré, pero solo por media hora, ya que en la cama, después de fumarnos unos cigarrillos, ese mástil de carne estaba dispuesto a hacerme gozar otra vez.

Pero eso.. merece otra historia. Hasta pronto.

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