Placer familiar (1)
El inicio de mis placeres y mi primer experiencia.
Placer familiar.
Fase uno: conociendo los placeres.
A veces cuando me acuerdo de lo que paso hace 5 años, me estremezco como si fuera otra vez ese jovencito de 15 años, tan tierno y tan inocente, que en realidad no perdio su virginidad, sino que gano todo un mundo de experiencias excitantes.
Cuando yo era un adoleente me gustaban las niñas de mi edad, o al menos eso pensaba. Me gustaban las rubias delgaditas del salon de al lado, pero claro a todo mundo le gustaban. Todos mis compañeros, mis amigos y mi primo, que hiba en el mismo salon que yo, nos gustaba ver a esas niñas tan flaquitas y espigaditas con esos pezoncitos apenas saltaditos, que apenas se diferenciaban de los niños de menos edad tan solo por las faldas que usaban.
Ocurrio cierto dia que estaba con mi primo detrás de los talleres de la escuela, ya después de la hora de salida que platicábamos sobre ello. Nos gustaba quedarnos ahí porque estaba retirado del resto del plantel y al ser destinado para almacenaje de chatarra, hiban a recoger solo dos miércoles al mes. Mientras estabamos ahí mi primo divagaba sobre esas niñas:
-Vamos primo, dime ¿que parte de esas nenas te gusta mas?.
-Su pechito ¿y a ti?.
-Su culito, blanquito y suavecito.
Yo hice una expresión de desaprobación cuando dijo eso, porque no me imaginaba como alguien podria atreverse a meter su pene en un culo. Se veia que aun me faltaba por conocer de la vida.
-Se ve que te desagrada mi idea, y no se porque si han de ser igual al tuyo.
Yo me sobresalte al oir eso, yo soy delgado y rubio y siempre lo he sido, asi que en cierta forma me parecia un poco a esas niñas, puesto que en esa epoca no me veia aun muy formado como hombre, a diferencia de mi primo que era un poco mas moreno por el lado de su papa, mas fornido y grande. Me sonroje y me enoje y le dije con voz entre temblorosa y enojada:
-¡Que marica eres! No te lleves conmigo.
-¿Por qué? ¿Temes que te guste, primito?
Se acerco a mi y puso una mano sobre mi hombro, y poco a poco se acercaba mas con la aparente intención de besarme o tocarme. Yo me movia nervioso y trataba de reaccionar con fuerza, pero en ese momento senti algo nuevo, algo que no habia sentido. Me di cuenta que mi primo se detuvo y estaba a punto de decir algo, pero eso que sentia me gustaba y no queria que parara, sabia que mi primo bromista como era, seguramente estaba bromeando solamente. Pero ese impulso como hormigueo en mi entrepierna y esa sensación electrica en mi espalda me obligaron a moverme hacia delante y entre cerrar mis ojos, casi por completo.
Mi primo noto eso, y cuando me di cuenta tenia una expresión de incredulidad, me asuste de verlo asi y pense que le diria a todo mundo que era un marica y que mi vida habria terminado por un error, por dejarme llevar por mis sentidos.
El simplemente se quito, se dirigio al exterior y dijo, nos vemos mañana.
Al dia siguiente volvi a clases y todo parecio normal, a pesar de que mi primo no me hablo en todo el dia excepto para decirme que nos veriamos otra vez detrás de los talleres.
Cuando llego el fin del dia y llegamos al lugar, me volteo a ver y me dijo muy serio:
-Tu actitud ayer me sorpendio. No hay duda de lo que vi.
Yo senti como el miedo me recorria y pense que terminaria por cortar nuestra amistad y que seguramente dejaria de hablarme, pero con forme seguia diciendo cosas sobre lo curioso que era todo eso, pense en lo bromista que era mi primo y decidi seguirle el juego:
-...asi que no tengo de otra que confesarte la verdad, tu me gustas, tienes un culito muy rico y quiero cojerte hasta que me cance.
Estuve a punto de golpearlo por eso, pero recorde lo bromista que era y le dije "esta bien mi amor", y esperaria a ver que haria y después le echaría en cara lo marica que se estaba comportando.
Se acerco a mi poco a poco y yo esperaba pacientemente, y cuando estuve a punto de decirle "¡caiste!", me tomo y me beso con pasión en los labios.
Yo no sabia como reaccionar, no sabia que hacer primero, pegarle, gritar, moverme, correr, no sabia, solo sabia que me besaba de una manera que ninguna niña antes habia logrado y que me comenzaba a tocar el culito y a acariciármelo.
Cuando por fin comence a tomar fuerzas y a comprender que pasaba, cuando por fin me decidia a hacer algo, el placer comenzo a invadirme, esas sensaciones que senti el dia anterior y que me impulsaron a tratar de hacer lo que mi primo hacia ahora conmigo.
Intente resistirme pero no pude, intente moverme pero no quise, intente dejar de besarlo, pero comence a responder su beso, comence a tocar tu espalda, a acariciar su pecho varonil y a relajar mi culito y dejar que mi primo, mi varonil y hermoso primo me hiciera en sus manos como arcilla en las de un artista, y asi comenzo a modelar mi piel, mis sentidos y mi moral, comenzo a enseñarme el placer que no habia sentido nunca antes.
Tomo mi mano y la puso en su entrepierna, sobre el bulto que se le habia formado y me dijo: "¿esto es lo que quieres, primo?", y yo le respondi lo mas sensual y femenino que pude "¿si mi amor?", el se sorprendio un poco pero rapidamente entendio que yo ya no era el mismo chico que conocio, y que ya no me interesaba si pensaban mal de mi, ni me interesaban las chicas rubias del salon de a lado, sino que lo unico que queria ahora, era a mi primo, a mi amor, a mi hombre y queria ser su niña, su culito, y sentir ese placer que aun desconocia.
Entonces me miro y me dijo firmemente: "quiero que me la mames".
Poco a poco yo me inque en el suelo mientras el se sacaba esa gran verga de los pantalones. En pocos segundos tenia ante mi la pija mas grande y gruesa que hubiera visto jamas (contando la mia, era la segunda), la sacudio frente a mi y me dijo:
-Quiero que te comas mi pito, que me la chupes todo hasta los huevos y que te tomes mi leche.
Oir sus palabras tan fuertes y tan varoniles me volvieron loco de placer, me senti en el paraíso y no queria volver de aquel lugar. Tome su pene con mis manos y comence a sobarlo, luego con un poco de miedo le di un beso y luego una lamida y asi comence a lamer poco a poco y a chupar su verga morena y peluda, tan excitante y deliciosa como jamas hubiera soñado. Hasta hace poco mas de 30 minutos odiaba a los gays, ahora, solo podia pensar en lo maravilloso que era chuparle el pene a otro hombre, en lo maravilloso que era entregarle tu cuerpo y hacergo gozar como tu lo hacias.
Chupe todo lo que pude hasta el cansancio, después de un rato comence a sentir algo mas caliente aun que ese palo que tenia enfundado en mi boca, y libere ese monstruo de la cueva en la que estaba, mientras probaba ese liquido caliente y espeso del que no tenia mucho conocimiento.
-Esa es mi leche, primo. Ahora quiero que te la tragues como si fueras mi putita.
Lo que me decia era humillante, pero me gustaba, pensar en ser su mujercita me deleitaba, pero en ser su putita ni siquiera podia pensarlo del placer que me causaba oir su tono de voz tan complacido, solo pude decirle "gracias mi amor".
Asi comenzo mi nueva vida, esa que ahora me gusta tanto, y que disfruto diariamente, pero no es toda la historia, porque son cinco fabulosos años de placer, de trabajo para convertirme en la putita que deseaba ser y que comenzaba a tranformarme en una zorrita golosa.
Mi siguiente relato sera mas interesante.