Placer en el hospital 07 Gozando en Radiología...

Los radiólogos saben cómo hacer de su trabajo algo ameno y divertido...

CAPÍTULO 7º

GOZANDO EN RADIOLOGÍA

Es Viernes, son las 09:00 de la mañana y en el servicio de Radiología Federico y Ramón lo tienen todo preparado para atender al primer paciente, en este caso es una jovencita de nombre Judith a la que, al parecer, le duele mucho el brazo y acude a la consulta para hacerse unas placas.

La chica no aparenta tener más de dieciocho años y parece un pelín timorata y Fede y Ramón, que son unos cachondos mentales deciden aprovecharse de ello.

-¿Es la primera vez que te haces una radiografía? –Pregunta Ramón, que ya se ha fijado en el impresionante par de domingas que se gasta la paciente y no aparta la vista de ellas.

-S-sí –responde la joven en tono tímido y apocado-. ¿Me va a doler?

-Tranquila, preciosa –se apresura a responder Fede mientras prepara la máquina-. Esto no duele nada.

También él nota como se endurece su verga al darse cuenta del tamaño de la delantera de la muchacha.

Algo más tranquila, Judith sonríe y pregunta…

-¿Y qué tengo que hacer yo, entonces?

-Pues, quitarte el jersey para empezar –Ramón dedica a la jovencita una sonrisa amistosa. Siente su polla a punto de reventar sus pantalones mientras imagina las tetazas de la chavala libres ante sus ojos, ya que ha notado que ésta no lleva sujetador bajo el grueso suéter de lana.

-Vale –Judith, sin rechistar, se quita la prenda, dejando libres sus grandes mamellas talla 110, totalmente blancas y coronadas por unos pezones oscuros y grandes, que hacen las delicias visuales de la pareja de radiólogos.

-¿Has visto que par de melones se gasta la niña? –Cuchichea Federico al oído de su compañero.

-¡Qué si los he visto! –Replica Ramón llevándose la mano al paquete-. ¡Tengo la polla a punto de reventarme el pantalón!

-¿Van a tardar mucho? –Pregunta la jovencita desde la camilla-. Mi madre me espera fuera y…

-Claro, claro –responde Ramón dedicando a la chavala una radiante sonrisa-. Ahora mismo empezamos con las placas.

Dicho esto, toma el brazo dolorido de la paciente y lo coloca en posición, aprovechando para rozar levemente una de las tetazas de Judith, que se sorprende un poco pero decide quedarse callada.

-¿Tienes novio? –Inquiere de repente Federico mientras oprime por segunda vez el disparador de la máquina para que ésta lance sobre el brazo de la joven tetona un nuevo haz de rayos x.

-N-no… -Judith comienza a mosquearse en serio con los dos radiólogos.

También se ha dado cuenta de los bultos de sus entrepiernas, e instintivamente se cubre las tetazas con el brazo libre.

-¡No me lo puedo creer! –Exclama de repente Ramón,  volviendo a rozar tenuemente las domingas de la jovencita-. Una chica tan guapa como tú.

De repente, y como por arte de magia, Judith parece calmarse y replica sonriente…

-No soy guapa, lo único que tengo es un par de tetas del copón.

Y seguidamente hace algo que deja a ambos especialistas sin palabras.

Ni corta ni perezosa, estira su mano buena y acaricia la abultada entrepierna de Federico, al tiempo que susurra con voz cadenciosa y sensual…

-Pero veo que ya os habéis dado cuenta de ello… Mmm…

-Mira que bien –sonríe Fede mientras pellizca los ya duros y enhiestos pezones de la jovencita-. Al final va a ser más fácil de lo que pensábamos, colega.

Ramón, por su parte, ya se ha sacado la polla y está disfrutando de las caricias de la tetona Judith en sus gordas pelotas.

-¡Dios! –Exclama Ramón mientras la chavala comienza a besarle el capullo-. Eso es, cariño, cómesela al tito Ramón.

Hemos de decir que antes de empezar con la mamada, la lasciva jovencita se ha despojado de toda su ropa y aprovechando esto, Fede ha metido la cabeza entre sus piernas y ha comenzado a lamerle el coñito depilado y jugosito.

-¿Te gusta mi lengua, preciosa? –Inquiere Federico sacando la cabeza de entre los muslos de la chavala.

-¡ME ENCANTA! –Gime Judith mientras sigue mamando y pajeando el grueso cipote de Ramón, que se estremece de placer cada vez que la lengua de Judith roza su hinchado glande.

Luego, la joven paciente hace una confesión que casi logra que los dos radiólogos den un bote de alegría.

-Soy totalmente virgen de mis dos agujeritos… ¿No me iréis a hacer daño con vuestros gordos pollones, verdad?

-Tranquila, preciosa –replica Ramón mientras acaricia los cortos cabellos de la chavala al tiempo que se folla su dulce boquita con un cadencioso movimiento de cadera-. Intentaremos hacerte el menor daño posible cuando te rompamos el coñito y el culito.

-Mmm… ¡SÍÍÍ! –Exclama de repente Judith casi fuera de sí mientras propina varios lengüetazos al grueso cipote de Ramón y se frota frenética la mojada rajita, donde Fede continúa dándole a la lengua-. ¡QUIERO QUE ME DESVIGUÉIS, HIJOS DE PUTA! ¡ESTOY HASTA EL COÑO DE ESPERAR A QUE EL IMBÉCIL DE MI NOVIO SE DECIDA A HACERLO!

-¿Vamos a ello, compañero? –Fede se alza del suelo y guiña un ojo a su colega radiólogo, que también se aparta de la chavala mientras se agarra el duro pollón, dispuesto a cumplir el sueño de Judith de ser desvirgada.

Y así, poco después la voluptuosa y libidinosa Judith goza de la maravillosa sensación de ser desvirgada por sus dos orificios por las gruesas y duras pollas de los dos radiólogos del “Santa Cruz”.

-¡OHHH, SÍÍÍ! –Gime la muchachita mientras  se aferra con fuerza a la espalda de Ramón, que es el afortunado rompedor de su himen-. ¡ME ENCANTA SENTIR VUESTRAS VERGAS DURAS EN MI CULITO Y EN MI COÑOOO!

-¡ESTA GUARRA TIENE EL ANO SUPERESTRECHO! –Jadea Fede, que ya comienza a notar como la leche sube por su cipote desde sus gordos cojones, pero se aguanta para gozar un poquito más de la estrechez anal de la paciente.

-Yo no sé tú… -Gime entonces Ramón sacando su cipote del recién estrenado culito de la tetuda Judith-. Pero yo tengo las pelotas a reventar de leche y veo, por la cara que pone, que esta guarrilla está deseosa de que nos corramos sobre sus domingas y su carita de viciosa. ¿Verdad, preciosa?

-Mmm… ¡SÍÍÍ! –Exclama Judith mientras se relame con gesto lascivo y se pellizca los pezones, duros como piedras-. ¡QUIERO VUESTRA LECHE CALIENTE SÓLO PARA MÍÍÍ!

Y así, mientras los dos radiólogos sacuden sus pollas ante la cara de la chavala, ésta abre la boca y traga el espeso y caliente semen que le ofrecen sus dos desvirgadores.