Placer del bueno
Siempre me he considerado una mujer normal, pero quienes me conocen dicen que soy muy sensual, una hembra cachonda, por donde estoy, donde me presento pero sobre todo por mi forma de caminar con mis movimientos de cintura y de mi colita invito a los hombres a darme fuego.
Placer del bueno
Siempre me he considerado una mujer normal, pero quienes me conocen dicen que soy muy sensual, una hembra cachonda, por donde estoy, donde me presento pero sobre todo por mi forma de caminar con mis movimientos de cintura y de mi colita invito a los hombres a darme fuego.
Después de vivir varios años con un tipo que los últimos dos años no me toco, y además me ponía el cuerno con todas las que podía, incluidas mis vecina y mi mejor amiga, fue entonces que decidí divorciarme y dedicarme a vivir la vida loca como una forma de venganza y también para llenar el vació que la separación me dejo, pues aunque dejar a mi ex es la mejor decisión que he tomado en mi vida, pasar por un divorcio no es fácil, ya que es aceptar que has fracasado, enfrentar los comentarios de la familia, de los que se hicieron llamarse tus amigos, pero lo peor es sentirse necesitada de afecto, de compañía de sexo hasta de con quien pelear, jejeje, chistoso no.
Pero bueno la vida sigue, y un día navegando por Internet me encontré una pagina de contactos sexuales, lo primero que hice fue hacerme miembro ese día solo estuve de curiosa pero no me animaba participar, fue hasta el tercer día que conocí a un moreno, alto, dotado, de origen jamaiquino. Después de chatear por varios meses con el, tras varias sesiones de cibersexo, el me anuncio que venia a México por cuestiones de trabajo y que quería conocerme. Axial que nos vimos como quedamos en el restaurante del hotel donde el se hospedo, después de tomar unas copas y de darnos un que otro beso con pasión y caricias de lo mas morbosas y cachondas, sin importarnos donde nos encontrábamos, accedí a subir a su habitación. Al entrar paso su mano por mi cintura la cual sentí fuerte y grande, logrando erizarme la piel.
Ya dentro me ofreció de tomar y nos sentamos a hablar y hablar, de repente me dijo, que no entendía como mi marido pudo dejarme de desearme, como pudo dormir a mi lado sin tocarme, de fajarme, de saborear todo los rincones de mi cuerpo, eso me hizo sentir deseada, muy excitada y grandes deseos de coger con el hasta sentirme completa y reventada.
Como estuvimos tomando mucho me dio algo de sueño, así que
mientras el entro al baño, me quede medio dormida en la cama. De repente entre
sueños, sentí como comenzaba a desnudarme con mucha delicadeza y yo me deje
hacer; luego, beso mis dedos mis piernas con suavidad fue subiendo sin dejarme
de acariciar y besarme, hasta que llego a mi ingles y a mis labios vaginales mi
clítoris y los comenzó a mordisquear a chupar y a lamer, yo me estaba poniendo
muy cachonda y bien suavecita. En eso escuche entre susurros <
Cuando termine con sus manos vi su enorme pene el cual era grande largo y redondo con sus venas resaltadas de el colgaba dos enormes bolas casi del tamaño de la palma de mi mano entonces me decidí tomar su pene que estaba punto de estallar y me lo metí en la boca, sentía como la punta de su pene tocaba mi garganta y mis campanitas, una de mis manos acompañaba la entrada y salida de ese dulce caramelo en mi boca, cada vez mas rápido, el tomo mi cabeza con sus dos manos mi cabeza y me obligaba a chupar cada vez mas rápido y hasta el fondo casi, casi podría cubrir aquel pene con mi boca aunque me estaba ahojando no me importo en cambio lo estaba disfrutando, hasta que se vino en mi boca dejando una enorme cantidad de semen que no cabía en mi boca y caían por mis mejillas, parte de mi cuello hasta llegar a mis senos.
Un ratito después me acosté en la cama y me limpio con su lengua golosamente, hasta quedar boca con boca mientras nos besábamos saco de su buró tres listones gruesos negros y un vibrador, con los listones ato mis manos en la cabecera, me tapo los ojos, y esta situación me logro excitar mucho mas, su hermoso pene volvió a crecer sin problemas, su lengua empezó a pasar por mi oreja y jugo con ella la mordisqueándola, mientras con sus manos acariciaba mis pezones y apretaba mis senos como si fueran un par de balones, su lengua seguía bajando jugueteando mordiendo mi pecho, yo me estremecía suspiraba de placer y el se paso de largo con su lengua por todas mis partes y me fue besando mi estomago, mi ombligo hasta llegar a mi panocha que estaba tan descuidada por lo que tenia una gran mata de bellos pero eso no le importo su lengua se abrió paso y logro llegar a su objetivo, jugo con ella como le dio la gana, yo no sabia si eran mis jugos o los de el por tantas mamadas que sentía en conchita, pero siguió con mis muslos los cuales chupaba con desesperación, pero decidió regresar a mi matita donde pasaba su lengua con movimientos circulares pero rápidos, se colgó de mis labios vaginales los cuales mordisqueaba con mucha suavidad mientras con la otra mano me metía el vibrador, yo le gritaba de pasión que me soltara que no aguantaba ni un minuto mas estaba ansiosa de tenerlo de abrazarlo de agarrarlo.
Al final de tan bella tortura me desamarro, me puso de perrito y en mi ano metió el vibrador el cual prendió y con su abdomen lo mantuvo siempre dentro de mi ano yo me sentía en la gloria, luego coloco su pene y lo introdujo en mi caliente y jugosa conchita y con ambos a su máxima potencia comenzó el mete y saca con sus enormes manos presionaba mis tetas que bamboleaban de un lado a otro en aquel lugar solo se podía escuchar gritos de placer, el también gemía me decía que quería venirse, dejo libres mis senos y paro un instante para sacar el vibrador de mi ano, tomo mis nalgas las bajo un poco y de un solo tiro me la dejo caer en toda su totalidad en mi hoyito, mientras me cogía por ahí me vine dos veces, con espasmos luego el se vació en su totalidad dentro de mi podía sentir lo caliente de su leche, se agacho puso su boca en mi ano y se dispuso a recibir su propia leche, inmediatamente me di la vuelta me beso compartió su leche conmigo y nos dimos una embarrada fenomenal, quedando los dos sobre aquella cama totalmente cansados pero satisfechos mas a un yo, nos miramos, me miro y me dijo:
-¿no creas que esto se ha acabado?
-por su puesto que no-le conteste y le di un pequeño beso y lo tire sobre la cama y me puse encima de el, y lo comencé a cabalgar como un loca y eso me llevo a otro orgasmo increíble junto al suyo.
Luego nos bañamos y desde ese día no lo he vuelto a ver porque regreso a su país de origen, pero aun seguimos teniendo cibersexo con la esperanza de volver a estar juntos y pasar nuevos momentos de locura y darle rienda suelta a nuestra pasión.
Muchas gracias a todos, por dejarme contar una historia más, hasta la vista.