Pitillo 4
Alex y Lucia pasan la mañana en centro comercial, para después acabar follandose con ansias en el coche.
Estaba escogiendo qué ponerme antes de meterme a la ducha. Alex se había ido a casa a ducharse y cambiarse de ropa.
Mientras desayunabamos entre café, tostadas y algún que otro beso habíamos quedado en salir a dar una vuelta. Yo tenía que salir a comprarme algo de ropa, y aunque renegando un poco accedió a acompañarme, luego comeríamos en el centro comercial.
Escogí ponerme un vestido sencillo, unas medias y unos botines sin demasiado tacón. Entro al baño, me desnudo y me meto a la ducha. Mientras me ducho pienso en él, sinceramente me encanta desde aquella noche que coincidimos en aquel chat, y estos días han sido bastante intensos. Pufff este chico es bestial en la cama… nadie me había puesto tanto en mucho tiempo. Salgo de la ducha, y me seco el pelo con el secador y decido hacerme una cola de caballo. Termino de secarme y me visto.
Son casi las 12, Alex estaría a punto de venir a recogerme. Así pues, acabo de retocarme cuando suena el timbre. Abro y aparece Alex. Que guapo estaba; iba con unos vaqueros y una camisa.
-¿ Estás lista?- me preguntó sin borrar su sonrisa de la cara.
Yo asentí, cogí mi bolso y salí tras él cerrando la puerta.
Entramos al coche, de mi casa al centro comercial había como una media hora. Por el camino, hablamos de temas diversos, hubieron risas y piques. Él posó su mano en mi muslo mientras conducía, algo que hacía que recordase el frote que esta mañana estando de espalda a él, me había propiciado un intenso orgasmo; lo que me puso algo cachonda.
Al llegar al centro comercial, empezamos a entrar a las tiendas. En la primera no vi nada de mi agrado, tampoco en la segunda. En la tercera o cuarta tienda cogí un par de vaqueros y un par de jerseys y me dirigí al probador. Iba probando cada vaquero con cada jersey, comprobando que quedaban bien. En cada conjunto salía del probador para que él me viese. Unos: te queda genial, y sonrisas picaronas salían de su boca al verme. Acabo de probarme todo, pagué y seguimos. Llegamos a una tienda de lencería y decidí entrar y buscarme algo sexy para él. Entramos a la tienda y cogí un sujetador de encaje negro en conjunto con un culotte también de encaje negro y un picardías rojo transparente. Entro al probador, me desnudo y me pongo en conjunto. Me asomo afuera buscando a Alex, cuando le encuentro le hago una señal para que venga. Lo cojo de la mano y lo meto al probador conmigo. Cuándo estamos dentro sus ojos me escanean de arriba a abajo, se acerca a mí y agarrándome de las caderas me susurra al oído lo que le gusta verme así. No dejo que se separe de mí y lo beso suavemente en los labios.
- Me pones mucho así vestida-
- Pues entonces tendré que comprarme algún otro conjunto y ponermelo más a menudo para ti.
Obtengo su respuesta en forma de beso,
profundo, mientras sus manos pasando a mis nalgas y me aprieta bien contra él. Está cachondo, ambos lo estamos, el beso sigue y una de sus manos pasa a mis pechos, una de mis manos rodea su cintura, y la otra pasa a acariciar su paquete. Pero estamos dentro de un probador en el centro comercial, así que apartamos nuestras manos, nos separamos y tras un dulce besos en los labios sale del probador. Me cambio, salgo y pago el conjunto.
Son las 15 y decidimos buscar un sitio donde comer. Aunque ahora mismo, me apetecería comermelo a él. Entramos a un restaurante italiano y decidimos compartir una pizza. Ahora mismo hasta el modo de comerse la pizza me excita. Al acabar de comer, decidimos salir del centro comercial, como a cualquier chico le desquicia salir de compras aunque espero que la escena del probador le haya servido de incentivo para venirse.
Nos montamos en el coche, y vuelve a poner su mano en mi muslo, no puedo más. dirijo mi mano hacía su paquete, me mira con cara picarona. Le bajo la bragueta y se la saco del calzoncillo, está muy empalmado. Me aproximo a él, sigue conduciendo, y me paso mi lengua por su glande a lo que él responde con un leve gemido. Me la fui metiendo poco a poco en mi boca, y al subir se la roce entera con mis dientes haciendo algo de presión. Sigo chupandosela mientras conduce hasta que me avisa que se va a correr a lo que yo hago caso omiso y me trago toda su leche chupandosela hasta dejarsela limpia. Me incorporo, le guardo la polla y le subo la bragueta. Le doy un beso en la mejilla y seguimos nuestro viaje al mismo tiempo que se enciende su primer cigarro del día.
- Dame una calada. -le digo y me pasa el cigarro
- ¿No te estarás enganchando al tabaco? -me pregunta a la vez que me mira seriamente.
- No, no tranquilo- le respondo devolviendo el cigarro.
- Eso espero no es un vicio bueno, yo debería dejarlo.
- Sí, deberías.
No sé a dónde vamos. De pronto Alex gira a un camino de tierra, 2km después, alejado de cualquier carrera o civilización se para.
Me mira y me besa, su mano se dirije sin rodeos a mi entrepierna, la cual está muy mojada tras la escena del probador y la mamada que me había dado a Alex hacía un momento.
- Puff que mojada estás, no sabes como me pones… pasamos atrás - dijo.
Una vez atrás, voy a sentarme encima suya, pero no me deja, me recuestras en los asientos traseros, me levanta el vestido y por encima de mis medias pasa su dedo por mi raja, mientras me besa y mordisquea el cuello. Una de mis manos está en su espalda, apretandola con los dedos de placer y la otra en su trasero, que me encanta.
- Me toca correrte y saborearte- me dice
- Sí, por favor, estoy deseandolo
Me quita el sujetador dejándome el vestido, puesto que estamos en medio de la carretera y pueden pillarnos. Con sus manos va bajando por mi cuello, mis pezones y baja su cara hasta mi entrepierna. Bajó mis medias y pasó su dedo de nuevo por mi raja encima de mis bragas. Empiezo a gemir y sentir mi sexo muy caliente y húmedo. Alex me quita las bragas y comienda a larmer mi raja, y varios gemidos brotan de mi boca, comienza a hacerme círculos en clitoris a la vez que mete uno de sus dedos en mi coño. Yo jadeo y gimo sin parar. El sigue lamiendo y succionando mi clitoris mientras me introduce un segundo dedo. No puedo más y me corro en su boca. Me quita las medias y las bragas por completo. Ambos nos incorporamos, nos besamos y le bajo los pantalones y los calzones. Está empalmado.
Me siento sobre y me la meto de golpe.
- Dios que gusto- pienso.
Empiezo a subir y bajar a la vez que él sube sus caderas para hacer más profunda la penetración. Sus manos están sobre mis nalgas. Y las mías rodeando su cuello. De vez en cuanto le propicio un beso mordisco en el cuello del placer o un beso en la boca de él. Los cristales del coche empiezan a empañarse del calor que desprendemos.
- Sigue, sí… - le digo entre gemidos
- ¿Te gusta así? - dice él, mientras agarrandome del culo de la mete sin piedad, rápidamente y lo más profundo que puede.
- Oh sí, me voy correr, correte conmigo...
Nuestros movimientos son cada vez más rápidos, fuertes y profundos. Y acabamos corriendonos a la vez. Volvemos a fundirnos un beso y salgo de él. Nos vestimos, salimos del coche y nos montamos de nuevos en los asientos delanteros.
- Bueno y ahora, ¿ qué te apetece hacer? - me pregunta, arrancando el coche.