Piso de estudiantes

Decepción con mi compañera de piso.

PISO DE ESTUDIANTES:

Cerró despacio la puerta. Sus pasos apenas sonaron por el pasillo. Al llegar a la altura de la habitación de su compañera de piso, encontró la puerta semiabierta. Se detuvo oculto en un lateral. Respiraba profundamente, señal inequívoca de que estaba dormida. La tentación pudo más que él y no consiguió resistirse a una furtiva mirada.

En penumbra pudo ver el interior de la habitación. Estaba durmiendo sin pijama sobre las sábanas... La escasa luz que entraba por las rendijas de la persiana dibujaba el contorno de sus pechos desnudos que se movían al lento compás de su respiración. Se quedó inmóvil contemplándolos mientras inconscientemente su pene comenzaba a endurecerse. Lentamente sus ojos fueron acostumbrándose a la oscuridad. Ahora podía ver perfectamente sus largas piernas y las fue recorriendo con su mirada. Su sexo apenas estaba cubierto por unas minúsculas braguitas.

Permaneció un rato en silencio recreándose con su precioso cuerpo desnudo. Un suave ronroneo le asustó y se ocultó tras el marco de la puerta. Temiendo ser descubierto se quedó inmóvil pegado a la pared. Atentamente se concentró en su respiración, alerta por si se producían ruidos y ella se levantaba....

Así estuvo hasta que todo se tranquilizó. Volvió a mirar entonces. Se había dado la vuelta. Estaba de bruces abrazando a la almohada. Su espalda le pareció preciosa... Sus braguitas se habían recogido al girarse y por poco descubrieron una de sus nalgas. Sus piernas estaban separadas, casi abiertas y concentró su mirada en el centro tratando de ver si asomaba su sexo.

Instantes después pensó que lo que estaba haciendo era espiar a su compañera de piso y un poco avergonzado se encaminó sigiloso a su aburrida habitación llena de libros y apuntes, decorada solo con un poster del sistema periódico y varias fotos de escalada libre. Su pene aun permanecía erecto y no pudo negar que esa traviesa aventura de mirón le había divertido y excitado al tiempo.

Despacio se desnudó y se metió entre las sábanas. Pensó que era el calor el que no le dejaba dormir, pero lo que realmente le sucedía era que no podía apartar de su mente el cuerpo casi desnudo de su compañera. Trató de alejar de su mente ese pensamiento pero el pene le seguida erguido y cuanto más lo intentaba más se excitaba. Los recuerdos le venían a la mente sin control...

Pensó entonces en aquél día en el que creyéndose sola no había cerrado la puerta del baño y desde su habitación pudo ver como se desnudaba.

Recordó la excitación que le causó el verla por primera vez en ropa interior y recordó sobre todo el pequeño botecito que dieron sus pechos cuando los liberó del sujetador. De nuevo volvió a llevar su mano al pene como aquel día cuando coqueta la vio desprenderse de las bragas y su tupido coño destacó entre sus pálidos muslos.

Su mano había liberado el miembro del calzoncillo y se alzaba majestuosamente erguido. Despacio los dedos rodearon el tallo y subían y bajaban acariciándolo placenteramente...

Rápidamente sus pensamientos le devolvían la escena de la ducha. Ni por un momento podía dejar de apartar esa grata imagen. La cabeza reclinada hacia atrás con los ojos cerrados dejando que el agua resbalase sugerentemente por su cuerpo mientras sus manos enjabonaban voluptuosamente sus pechos haciendo que los pezones se le levantasen, ... luego las vio descender al tiempo por el estómago, separándose al llegar a los muslos, dando la vuelta por detrás levantando un poco la carne de las nalgas, para volver hacia adelante hasta detenerse en el centro para enjabonar el vello del pubis,..

Fue entonces cuando al acariciarse la vio entreabrir la boca y ladear levemente la cabeza. Imparable, dominado por lo que estaba viendo se acariciaba por encima de los pantalones. Con los ojos cerrados y chorreando agua fue separando las piernas... La vio inclinarse un poco hacia adelante... Como atraídas por la bañera las tetas siguieron la dirección de su cuerpo y se balancearon como si tuvieran vida propia....

Separaba los labios de su sexo con los dedos mientras con la otra mano se iba acariciando con lentos movimientos circulares el centro de su coño. Después de un tiempo, juntó los dedos índice y anular y los colocó justo debajo del chorro de agua. Lentamente los dejó resbalar por su rostro deteniéndose en la boca. Allí dibujo el contorno de los labios y terminó por introducírselos lascivamente, simulando los mismos movimientos que haría si se tratase de otra cosa.... Luego dejó que continuaran descendiendo por el mentón, por el cuello, por sus pechos, por su barriga hasta llegar abajo del todo... Jugó un poco y separó aun más las piernas...

Al introducirlos tensó el cuerpo adelantando su pecho y arqueando su espalda haciendo destacar aun más el perfil de sus tetas coronadas por erectos pezones.

A medida que sus dedos iban entrando en su interior, su boca se iba abriendo dibujando un seductor rictus de placer. Su otra mano recorrió el camino inverso hasta detenerse en los pechos. Pasaba de uno a otro, se acariciaba los pezones, los pellizcaba y retorcía estirándolos para luego soltarlos bruscamente mientas su cadera acompañaba los movimientos de sus dedos.... Pese al ruido de la ducha casi podía oír sus gemidos...

Su pene estaba apunto de reventar y sus dedos subían y bajaban apretando con más fuerza el tallo, imprimiendo un ritmo cada vez más rápido.

Sabía que no tardaría mucho en correrse y por un lado deseaba hacerlo, pero por otro deseaba retrasarlo, prolongar el placer que el mismo se estaba proporcionando...

Le costó trabajo separar su mano de su órgano y parar un poco... Lo suficiente para relajarse un momento y poco a poco volver a reanudar sus maniobras...

El cuerpo que había visto esa noche tan sugerente, tan apetecible, no se le iba de la cabeza... Hacía tiempo que la deseaba, aunque nunca se lo hubiese dicho, aunque supiera que tenía novio y que el compartir piso se debía a un mero accidente...

Sin querer apartarla de su cabeza, recordó aquel sábado en el que llegó por sorpresa y la encontró en el salón viendo la tele abrazada a su pareja. Estaba vestida solo con una camiseta tumbada en el sofá, con las piernas encogidas. Pese a la postura le bastó cruzar dos palabras para saber que no llevaba el sujetador puesto. Sus tetas se dibujaban perfectamente bajo la tensa camiseta y no pudo apartar los ojos de su pecho.

Cuando se encerró en su habitación el pene ya se apretaba húmedamente contra los pantalones. Tumbado sobre la cama dejó volar su imaginación y supuso lo que él la haría si se pusiera en el lugar de su novio.... Seguramente no tendría las bragas puestas y ....

Sus pensamientos quedaron interrumpidos por extraños ruidos.. Inmóvil sobre la cama pudo apreciar con claridad cómo esos extraños ruidos no eran otra cosa que gemidos. Se la está tirando....

Esa noche, su mano buscó desesperada el pene y ya no pudo apartarse de él. A medida que los gemidos aumentaban, su imaginación le describía las posturas en las que su novio estaba gozando de ese cuerpo que tanto deseaba...

Se la representó completamente desnuda, tumbada de espaldas sobre la cama, con las piernas separadas y su sexo esperando recibir el miembro de su novio, esperando impaciente entregarse completamente a él, esperando ansiosamente que la llenara por completo,... Los gemidos se habían vuelto más profundos... Seguramente ya estaría encima de ella.... Ahora se la estaría metiendo por delante,... Si fuera él, la daría la vuelta y la penetraría desde atrás haciendo chocar con fuerza su pubis contra las nalgas,...

Por la forma de gemir, casi de gritar, la estará jodiendo el coño a lo bestia, murmuró ... seguro que la está metiendo su polla hasta el final,... reventándola el coño.... El emplear palabras obscenas le excitó aun más.... Se la está tirando,... Se la está follando,... La está jodiendo,... Se la está pasando por la piedra y a la muy guarra la gusta... se repetía mentalmente...

El placer de nuevo se apoderaba de él haciéndole morder la almohada para ahogar los gemidos. El semen, como aquel día en que se masturbó mientras les oía hacer el amor, volvió a salir incontrolable haciéndole retorcerse sobre las sábanas. Tardó en recuperar el ritmo de la respiración mientras notaba encoger su pene entre los dedos y le acariciaba suavemente con la punta del dedo índice tratando de arrancar los últimos momentos de placer. Solo entonces pudo dormir esa noche.

Al día siguiente cuando se levantó no la encontró en casa. Desayunó y salió como siempre apresurado para la Facultad. Era viernes y comía en el comedor Universitario. No regresaría hasta las nueve a casa. Se ducharía y saldría con la chica que hacía con él las prácticas. No estaba nada convencido con ella pero menos era nada, y en la cama no se comportaba mal del todo. Además se consolaba pensando que solo era una aventura. En cuanto acabase el curso todo se olvidaría y tan solo quedaban tres semanas. Luego los exámenes y la típica frase de estoy muy ocupado, tengo mucho que estudiar,...

Esa noche llegó de madrugada. Después del cine se estaba aburriendo mortalmente en el café donde solían comentar la película y decidió volver a casa. Abrió la puerta ruidosamente creyéndola vacía. Oyó su nombre y contestó.

.- Si soy yo... no esperaba encontrarte en casa perdona si te he despertado,...

-

la dijo desde la puerta.-

- .No... me dolía un poco la cabeza y me he vuelto pronto... ya llevo un ratito aquí ...

-. Lo siento...

-. No,... no pasa nada ...

Se dirigió a la cocina y se preparó algo de cenar. Después fue a su habitación. Hacía mucho calor y después de desnudarse por completo y tirar la ropa al cesto de lavar, se puso una camiseta muy amplia de tirantes y el pantalón de deporte. De allí fue al salón a ver la televisión. Estaban poniendo una película de guerra. Tenía toda la pinta de ser un rollo pero no le apetecía dormir.

-. ¿ Tienes un cigarro me he quedado sin tabaco....?

Sin contestar y con bastante fastidio se levantó de sillón. Sin pensarlo dos veces abrió la puerta de su habitación. No esperaba que estuviese metida en la cama. Rápidamente se cubrió los pechos con la sábana dejando caer el libro que estaba leyendo, sin poder evitar que sus ojos los hubiesen recorrido por entero . Sin duda debía haber llamado antes a la puerta...

Azoradamente se disculpó mientras le ofrecía un Malboro. Se incorporó sobre la cama sujetando la sábana con la mano derecha. Lo tomó con la mano izquierda y se lo llevó a los labios. Estiró un poco el cuello cuando le dio fuego ofreciendo un tímido escote por el que se insinuaba el "canalillo" de sus pechos.

-. Gracias...

-. De nada...

-. ¿ Qué haces tan pronto en casa? ... No me digas que a ti también te dolía la cabeza ...

-.No, no es eso... la peli fue un rollo y no me apetecía estar con los de la tertulia, por eso me he venido...

Ella le pidió que le contase la película y a grandes rasgos comenzó a resumirla el argumento mientras le escuchaba atenta...

En ese momento la ceniza del cigarro la cayó sobre las sábanas y por un movimiento reflejo la apartó rápidamente con la mano derecha. Sus tetas quedaron otra vez al descubierto. Ambos se quedaron inmóviles y por unos segundos ninguno de los dos reaccionó. Sus ojos se quedaron clavados en los oscuros pezones y solo se apartaron un momento para encontrarse frente a frente con su cara de sorpresa. Un poco colorada, sin decir nada, volvió a colocarse la sábana en torno a su pecho. Ninguno de los dos supo cómo salir de la embarazosa situación y se quedaron callados.

-. ¿ Qué estabas viendo en la tele ?

Aceptaron el inicio de la conversación como forma de romper con el tenso silencio. El deseaba salir de la habitación pero no se atrevió a moverse. Además comenzaba a sentir un leve cosquilleo en su pene y temía que se pusiera duro en el momento más inoportuno. Con el pantalón de deporte tan ajustado se le notaría demasiado, eso si no se salía por un lateral....

-. Quieres que vayamos al salón a beber algo....

Se le quedó mirando y sonriendo le contestó que estaba solo con las braguitas,... no podía levantarse... Completamente cortado se disculpó y se ofreció a traerlo el.... mientras podrías ponerte algo.... sin esperar respuesta se levantó y fue a preparar unos cubatas...

Volvió cargado con la última botella de Coca Cola, una de vodca, otra de ron y una de ginebra mediada. En un tazón había metido los únicos hielos del congelador . Ella se había vuelto a tumbar. Sobre la mesilla estaba el cenicero con el cigarro mal apagado aun humeante. Tuvo la sensación de que no la apetecía nada beber con él y que aceptaba la copa por compromiso. Se sintió un poco ridículo y no sabía si marcharse o quedarse... Dejó todo en el suelo y se dio la vuelta mientras ella se incorporaba y se colocaba la sábana alrededor de los pechos como si fuese una toalla de baño.

Colocó varios hielos en cada vaso y la preguntó de que quería el cubata. Se sirvió una escasa ración de vodca. El hizo lo mismo con la ginebra. Chin, chin,... Otro cigarrillo,... te voy a acabar la cajetilla,... da lo mismo tengo otra en mi habitación,... Hacía mucho calor y el primer cubata no duró casi nada. ¿Otro?... Pon la radio... Tampoco el segundo logró mantenerse mucho tiempo entre sus manos... El siguió hablando de la película y haciendo comentarios a cerca de los miembros del cineclub.... La conversación poco a poco se fue haciendo más distendida y entre los cubatas y las críticas que hacían a los conocidos comunes empezaron a reírse.

El sonido de su risa le agradaba. Estás más guapa cuando sonríes.. Le agradeció en piropo con una especial sonrisa elevando las cejas y guiñándole un ojo pícaramente... Al encender otro cigarro sus pechos se movieron aflojando la sábana...

Insinuante, asomando por encima de la sábana se veía el sugerente surco que formaban sus tetas, y le costaba auténticos esfuerzos apartar la mirada y evitar que su pene comenzara inoportunamente a endurecerse. Continuaron hablando y riéndose durante un buen rato. La sensación de compañerismo se acentuaba por el consumo de alcohol y charlaban animadamente sobre multitud de temas, pasando sin profundizar de uno a otro con rapidez. Ambos estaban a gusto.

La sábana cada vez estaba más floja, de forma que ahora, como un atrevido escote, solo cubría la mitad de sus pechos. Sin desearlo notaba como el calor de la excitación y el deseo se iban apoderando de él. Cuando la presión disminuía bastante, volvía a colocársela, aunque cada vez con más desgana, como si el hacerlo se hubiese convertido en un engorroso trámite...

Al acabar el cigarrillo dijo que tenía que ir al servicio. Sin palabras le recordó que estaba desnuda. Se separó de la cama para dejarla salir y volvió un momento la cabeza. La ofreció una camiseta que estaba sobre una silla. Sin embargo la rechazó. Con un brazo se medio cubrió los pechos y se incorporó sobre la cama. Estaba impresionante. Caminó por encima de las sábanas y saltando rápidamente se dirigió al servicio. Se quedó petrificado sin poder apartar la mirada de sus nalgas mientras caminaba.

Bajó la cabeza y se quedó mirando el pene ya completamente erecto que sobresalía por un lateral del pantalón de deporte. Lo rodeó con la mano y se lo acarició. Un escalofrío de placer le recorrió. Cerró los ojos y reclinó la cabeza mientras repetía el movimiento apretando con fuerza. Cuando oyó el ruido de la cisterna se colocó apresuradamente como pudo y cruzó las piernas para disimular lo crecido de su paquete.

Volvió tapándose de igual forma. Esta vez ni se molestó en desviar la mirada de sus pechos. Ella no dijo nada y de nuevo se metió entre las sábanas. Sin dejar de cubrirse con la otra mano comenzó a tirar de la sábana para taparse como antes. Lo hacía muy despacio sabiéndose devorada por sus ojos. Antes de que terminara de cubrirse sus labios se adelantaron impulsivamente y la besaron. No se movió. Más que por que la hubiera gustado, por la sorpresa, por lo inesperado del beso.

El segundo beso paladeó por entero su boca. Cuando se separó ella le seguía mirando inmóvil, turbada. Con una mirada le recorrió entero. Al ver su pene excitado asomar entre los pantalones le miró con estupor a los ojos.

Sin moverse, parecía demasiado sorprendida como para reaccionar, comenzó a acariciar su cara sin saber qué otra cosa hacer. Temía que en cualquier momento despertase de ese extraño sueño y le echase a bocinazos de la habitación. Volvió a besarla obteniendo la misma respuesta: nada ni un solo pestañeo. Continuó dejándose llevar por sus impulsos. Excitado, sus besos se fueron haciendo más y más ansiosos, más apasionados. La besaba con avidez, con furia,... pero ella seguía inmóvil sentada sobre la cama, sin decir nada, tapándose los pechos como un autómata con la sábana.

Su lengua recorría los labios, lamía el interior de su boca buscando encontrarse con la suya,... su lengua entraba y salía una y otra vez apoderándose de todos los rincones de su boca sin siquiera obtener una respuesta a cambio... Como hipnotizada se dejaba besar una y mil veces,... dejaba que su cuello quedase aprisionado entre los cálidos labios de su inesperado amante y se limitaba a ladear dócilmente su cabeza sometida a los caprichos de esa boca que ansiosa la recorría.

Lentamente su brazo se introdujo tras los riñones y tirando de ella la fue recostando. Sin embargo continuaba inmóvil cubriéndose los senos con el brazo. Suavemente la agarró de la muñeca y la colocó su brazo al lado de la cintura. La sábana cubría aun sus senos. Se quedó quieta mientras retiraba la tela dejando aparecer sus rotundos pechos. Los pezones enhiestos destacaban provocadores sobre sus espléndidas tetas. Contempló sus formas durante unos segundos y hambriento se lanzó sobre ellos. Su lengua les recorría,... sus dientes mordían ansiosos los pezones pasando de un pecho a otro, sus labios tiraban con fuerza succionando sobre su piel hasta hacerla chupetones...

Ella seguía inmóvil. Se había limitado a cerrar los ojos y a gemir suavemente cuando sus dientes aprisionaban con fuerza los pezones haciéndola daño.... Parecía realmente dormida ... Tanta quietud le exasperaba,... tanto silencio le desconcertaba.... no le decía nada, no le ordenaba ni seguir ni parar.... A medida que su juego se hacía más atrevido y su boca se apoderaba más y más de sus pechos, comenzó a sentirse completamente dueño de su cuerpo y dejó que su mano recorriera el camino que separa el cuello del sexo.

Lentamente fue descubriendo el tacto de sus hombros, la suavidad de sus duros pechos,... Dejó que sus dedos retorciesen y jugasen con los pezones como la había visto hacer en la ducha... Descendió por el abdomen hasta llegar a su entrepierna... Por encima de sus braguitas fue explorando la forma de su sexo. De reojo vio como sus tetas se movían insinuantes al ritmo de su respiración... Parecía disfrutar de sus caricias, pero ni tan siquiera movió un músculo... Sus dedos tropezaron con el elástico de las braguitas. Sin ninguna delicadeza, temeroso de que en cualquier momento ella reaccionase y le privase de su cuerpo, la bajó las bragas mirando de reojo cómo su coño se descubría ante sus ojos.... Sus dedos se alojaron precipitadamente entre sus labios más secretos haciéndola gemir....

Tenía el sexo completamente abierto... sus dedos resbalaron por los abundantes jugos que impregnaban su entrepierna humedeciéndola el principio de las nalgas... Palpó rápidamente sus formas sin dejar de seguir con la mirada sus maniobras... Sus muslos se fueron relajando y dócil fue separando las piernas descubriendo más y más ese manjar que tantas veces había imaginado mientras se recreaba en la cama con solitarias caricias envidiando a su novio....

A medida que los dedos se internaban entre sus pliegues, su respiración se fue haciendo más y más profunda. Lentamente sus ojos se cerraron y suavemente comenzó a gemir.

Su pene se iba endureciendo aprisionado aun por los pantalones de deporte. La excitación por sentirse completamente dueño de ese cuerpo que tanto ansiaba le dominaba e incapaz de resistirse por más tiempo se desnudó y se situó entre sus piernas. Dirigió su pene con la mano hasta situarlo cuidadosamente frente a la escondida abertura... Sintió el calor de su coño y apenas encontró su abertura empujó nervioso. Entró en ella con cierta dificultad por lo brusco de la penetración. Al recibirle ella arqueó la espalda y dio un pequeño grito de placer. Embistió con fuerza abriéndose camino una y otra vez... Colocó las manos bajo el culo para penetrarla tan profundamente como le fuese posible, buscando que su pecho se restregase contra las tetas, haciendo descansar en ellas todo su peso, como si fueran el colchón de su cuerpo....

A medida que su polla se iba apoderando de su sexo, ella iba gimiendo al ritmo de sus embestidas y sus caderas se movían buscando recibirle más y más.... Sus gritos le resultaban cada vez más familiares... Ahora eran iguales a los que él había oído cuando se la follaba su novio... como cuando se la estaba tirando y él muerto de envidia solo separado por un tabique, intentaba dormir con su aparato completamente tieso y su mente le bombardeada con mil y una imágenes,... con mil y una posiciones,... con mil y una forma de hacerla el amor, de apoderarse de su cuerpo, de gozar de ella,.... Sus recuerdos y el ver convertido en realidad su sueño le excitaba y la follaba apasionadamente mientras sus labios incansablemente se perdían entre sus pechos...

Cansado de esa postura, se retiró de ella e introdujo las manos bajo sus rodillas. Tirando de ellas hacia arriba, la abrió completamente las piernas... El espectáculo que se le ofrecía superó completamente todos y cada uno de los sueños eróticos que había tenido con ella como protagonista... Desde arriba observaba su rostro... los ojos cerrados... con las pechos agitados por la acelerada respiración... abierta el coño completamente para el...

Desde esa postura, se arrodilla y de nuevo la penetra contemplando con orgullo, como a cada embestida, su polla ya entra y sale sin ninguna dificultad del húmedo coño, empujando con fuerza su cuerpo y haciendo balancear las tetas como si fueran montañas de gelatina en miniatura... como cada vez que entraba en ella conseguía hacerla gemir bajo el dominio de su pene....

Sin embargo ella continua con los ojos cerrados, gritando de placer, con los dedos crispados agarrando con fuerza las sábanas, pero sin devolver una sola caricia, sin pronunciar siquiera una palabra,... solo escandalosos gemidos cada vez más y más fuertes.

Cuando sintió llegar el orgasmo se dejo caer sobre ella y volvió a agarrarla por los glúteos clavando en ellos los dedos. Las penetraciones fueron intensas y empujaba hasta que su huevos golpeaban contra su coño... permanecía quieto unos instantes y de nuevo volvía a retirarse recorriendo lentamente el camino de vuelta haciendo que su pene gozase al restregarse con cada milímetro de su sexo... El semen brotó a sacudidas inundando a borbotones las paredes de su interior....

Permaneció sobre ella unos minutos, sin retirar la polla de su sexo, mientras intentaba normalizar el ritmo de la respiración. Aun jadeante rodó y se colocó a su lado. Se incorporó para encender un cigarro y la contempló completamente desnuda sobre la cama... Allí estaba con los ojos cerrados y un rictus de placer en su rostro, despatarrada, rezumando semen mezclado con sus jugos por su coño aun abierto....pero en silencio,... sin una palabra....

La colocó un cigarro encendido sobre los labios y el cenicero sobre su estómago y se colocó a su lado. Esperaba alguna palabra, algo,... una comentario palabra de qué se yo... Cuando acabó de fumar se limitó a ladear la cabeza buscando un cómodo rincón en la almohada dejándole en silencio con sus pensamientos....

Se despertó a mitad de la noche excitado. Su mano estaba acariciándole el pene con lentos movimientos... La llamó por su nombre pero ello no contestó.... Al saberle despierto retiró suavemente la mano y se giró. Ahora estaba de bruces, con sus tentadoras nalgas hacia arriba.... Permaneció unos segundos recreándose en la suave penumbra con el perfil de su cuerpo sin pronunciar palabra. Su mano las recorrió gozando de sus formas, gozando de la suavidad de su piel...

Perezosamente dejó que sus dedos resbalasen por el surco de sus nalgas adentrándose en zonas prohibidas.... Su sexo aun estaba húmedo y medio dormido, la separó las piernas. Se dejó manipular mientras él se situaba de rodillas entre sus piernas... Colocándose detrás volvió a meter allí su polla.... Ella le recibió con un prolongado suspiro... Comenzó entonces a joderla suavemente, centímetro a centímetro... pero ella parecía seguir dormida... De nuevo volvió a escucharla gemir... Su cara ladeada sobre la almohada solo dejaba ver sus ojos cerrados, su boca entreabierta al suspirar, su mano bajo su cuerpo masturbándose...

Antes de lo previsto, los espasmos que preceden al orgasmo, recorrieron su cuerpo y justo cuando comenzó a correrse su polla se salió del cálido agujero salpicando su espalda y su culo.... No se molestó en limpiarla... dejó que sus líquidos fuesen resbalando por su piel.... Nada de nuevo....Era como si realmente siguiese dormida y no la importase que la estuvieran follando... Jadeante volvió a quedarse dormido a su lado...

A la mañana siguiente despertó solo en la cama y decidió quedarse allí. Pensó en lo ocurrido la noche anterior y el pene de nuevo se le hinchó mientras recordaba cómo la había poseído. Escuchó el ruido de la llave en la cerradura. Desde la puerta la oyó preguntar casi con un susurro si ya estaba despierto,... había ido a por el pan. Al entrar en la habitación y verle desnudo y excitado no hizo ningún comentario.

Cuando volvió de la cocina, se acercó a dejar la vuelta sobre la mesilla. El la sujetó de la muñeca y tiró de ella hacia si. Sin resistirse mínimamente, se dejó atraer y volvió a recibir sus besos. Sin oponer ningún impedimento ni decir nada, permitió que los botones de la blusa fuesen cediendo uno a uno descubriendo sus pechos cubiertos por un sugerente sujetador de encaje blanco... Suavemente se recostó sobre la cama dejándose desnudar completamente. Sus labios recorrieron otra vez sus pechos besándola hasta conseguir encabritar los oscuros pezones... Las manos volvieron de nuevo a separarla las piernas abriéndola y haciendo que descubriera solo para sus ojos aquello que debería estar reservado para secretas ocasiones...

Los dedos volvieron a meterse osadamente en su coño haciendo que de su boca se escapase un pequeño quejido... pero siguió sin decir nada... Si él no la besaba ella no hacía ademán. Si él no la acariciaba ella tampoco lo pedía.... Con ambas manos tiró de los labios de su sexo descubriendo su angosta abertura por donde ya resbalaba un cremoso y blanquecino fluido....

Su polla retornó frente a su entrada y de un violento empujón volvió a abrirse camino... Gritó de dolor al ser empalada de forma tan brusca... Sin embargo no necesitó mucho tiempo para que sus empujones tornasen los gritos de dolor en gritos de placer.... El sentirse completamente dueño de ese cuerpo,... el sentirse su amo y señor,... el saber que podía joderla como a él le diese la gana le excitó y otra vez los líquidos presionaban por salir....

En ese momento decidió comprobar si realmente podía hacer lo que quisiera con ese cuerpo, si podía hacer de él todo lo que había imaginado en noches solitarias.... La sola idea casi le hizo correrse... Haciendo verdaderos esfuerzos sacó su pene y comenzó a restregarlo por todo su cuerpo dejando tras de si una estela de pegajoso líquido...

Gozando de su dominio fue subiendo por el abdomen,... se detuvo entre los pechos para luego seguir despacio con su placentero viaje hasta dejarlo reposar sobre su boca... Sus labios continuaron entreabiertos y su pene siguió acercándose. Dócilmente abre la boca y le permite que su polla juegue entre sus labios y desde allí vaya entrando despacio, cada vez más adentro, hasta tener la mitad de su miembro introducido. Tremendamente excitado, empujó con fuerza su boca penetrando casi hasta la garganta....

Las primeras embestidas han sido suaves, pero según se va calentando comienza a mover la cadera entrando cada vez más fuerte. Ella tiene que utilizar una mano para evitar que sus profundas embestidas la penetren hasta la garganta casi hasta ahogarla. Sujetándola por la nuca la levantó un poco la cabeza y dejó reposar suavemente sus nalgas sobre sus pechos mientras movía sus caderas imprimiendo los mismos movimientos que si la estuviese follando el coño... Ella seguía con los ojos cerrados sin hacer nada limitándose a recibir una y otra vez el pene entre sus labios...

Al poco tiempo el semen, ya incontrolable, comenzaba a brotar... Se limitó a tragarlo para no ahogarse.... ni apartó siquiera la cara,... ni lo lamió con gusto.... nada, simplemente nada... Lejos de excitarle más, como el pensaba, tanta pasividad le desilusionó.

El resto del día transcurrió normalmente, como si nada hubiera pasado... A partir de ese sábado durmieron juntos y todos los días la poseía a su entero capricho. El escogía el momento y la postura... él decidía cómo y dónde follarla... Algunos días se la tiraba en la cocina cuando volvía de la facultad Sin preámbulo alguno, la abre de piernas y la baja las bragas metiéndola la polla mientras le hace la comida o friega los cacharros,... Y ella grita como siempre disfrutando como una loca mientras su sexo es invadido repentinamente. Otros días la deja notas sobre la cama pidiéndola que le espere desnuda para joderla nada más llegar y él se encuentra el coño completamente calado.... Probó con ella todas las posturas y juegos que su imaginación fue capaz de sugerirle... pero ella seguía sin participar, seguía limitándose a aceptar todo lo que él hiciera... Probó a ni siquiera darla placer, a disfrutar él solo utilizando su cuerpo como a un simple objeto ... En ninguna ocasión la vio mover ni un solo dedo o pronunciar algún tipo de queja...

Una tarde estaban fumando en la terraza y uno de sus vecinos se asomó. Era un hombre de unos cincuenta años... Ella le comentó que siempre que se cruzaba con él no paraba de mirarla de arriba a abajo y que la daba algo de asco... Pensó entonces en poner a prueba su pasividad. Rodeándola con el brazo comenzó a tocarla visiblemente los pechos por encima de la ropa... Como era de esperar no se lo impidió y decidió tensar la cuerda todo lo que fuese capaz. Despacio fue recogiendo la camisetas hasta sacársela por encima de su cabeza,.... Sus manos descendieron por su espalda hasta llegar a sus glúteos...

El vecino no dejaba de mirarles y él se lo dijo... Giró la cabeza y se quedó unos segundos comprobando que era cierto... No pronunció ninguna palabra.... Desabrochó los corchetes del sujetador y fue bajando los tirantes descubriendo insinuantemente sus pechos... Colocó sus brazos a la espalda exhibiendo fanfarronamente sus tetas.... Abarcando su volumen su mano fue pasando de una a otra con la certeza de que sus caricias despertaban el deseo y la envidia en el vecino del mismo modo que tiempo atrás había despertado en él cuando su anterior amante la hacía gemir....

La ordenó retirarse un poco de la barandilla y apoyar en ella las manos... Desde atrás continuó desnudándola y sabiendo que sus movimientos eran observados sin perder detalle la poseyó pausadamente en el balcón....

Después de cenar tumbados en el sofá, incapaz de superar por más tiempo esa pasividad la preguntó si había disfrutado mientras se la tiraba delante del vecino en la terraza, si realmente la gustaba que la tomara de cualquier forma... Ella le contestó que naturalmente que sí... le confesó que como más disfrutaba era dejándose follar,... la gustaba entregarse y dejarse hacer,... no la importaba que la sometieran... es lo que estaba deseando... ¿ Incluso como esa tarde, delante de la gente ?... Respondió que también así... Curioso le preguntó qué haría si decidiera follársela en un bar o en medio de la clase... ¿ Se dejaría... ?

Sin inmutarse por la pregunta, contestó que como toda mujer, había tenido sueños eróticos similares más de una vez... Nunca lo había pensado con seriedad pero si,... seguramente si lo haría.... La pidió entonces que le contara qué haría si esa noche se la llevaba a un bar que los dos conocían y decidían hacerlo allí... Despacio empezó a contarle que se dejaría desnudar delante de todos... les dejaría que me tocasen todo lo que quisieran,... luego supongo que me dejaría tumbar sobre la barra, o encima de una mesa, o en el suelo, no sé... y allí me dejaría hacer de todo... dejaría que me la metiesen en la boca... que me jodiesen todos los que quisieran disfrutar de mi...

Lejos de excitase con la historia, no entendió cómo se podía disfrutar de esa forma tan pasiva... El siempre había pensado que esto era un juego de dos... Si es cierto que había soñado con dominar a una mujer completamente... En joderla la boca.. el apoderarse de su culo haciéndola incluso daño... el atarla a la cama y metérsela por todos los agujeros... pero ahora que podía hacerlo... si ella no participaba de ese juego...

Cada día que pasaba notaba como su cuerpo le atraía menos... cómo sus tetas le parecían menos sugerentes... cómo ese coño tantas veces abierto, tantas veces taladrado a su capricho le resultaba aburrido, casi hasta indiferente.... Comenzó entonces a buscar excusas para llegar cada día más tarde y con ese pretexto, para no despertarla, acostarse solo en su habitación...

Más o menos a las dos semanas, según llegaba de madrugada escuchó desde la puerta el típico ruido de los muelles que ceden bajo la presión de dos cuerpos, que apasionados se entrelazan sobre una cama... Curioso volvió a caminarse con sigilo y al llegar a la altura de la habitación volvió a encontrar la puerta semiabierta. Otra vez pudo más la tentación que él y no consiguió resistirse a una furtiva mirada.

En penumbra pudo verla sobre la cama. Estaba completamente abierta con los brazos casi en cruz gimiendo como una loca mientras el culo de un chico subía y bajaba enterrando la polla ferozmente en su coño, seguramente ya húmedo y abierto... Ajeno a lo que estaban haciendo, una sensación de libertad le invadió y en silencio se dirigió a su habitación. Como un furtivo amante se desnudó en silencio. Su pene seguía dormido. No había esta vez ningún motivo para que despertase y tranquilamente se metió en la cama.

Sus gritos seguían resonando en la oscuridad de la casa mientras se acurruca entre las sábanas... Sus gemidos siguen pareciendo excitantes... Pero esta vez su imaginación no le devuelve sugerentes imágenes... El verla desnuda sometida inmóvil a un polla ya no le parece tan estimulante...

Follar con ella era tremendamente aburrido... el oírla gritar le había echo suponer todo lo contrario... su imaginación y ese cuerpo tan deseable habían provocado esa farsa.... Al principio llegó a pensar que era por timidez o por inexperiencia... Sin preocuparse en aclararlo dejó que el sueño se fuese apoderando de él....

Al acabar el curso dejó la casa... Pasó el verano y con el, aquella breve relación fue desvaneciéndose en el aire dejando solo como recuerdo unas fotos guardadas en no se sabe qué caja ocupada con libros de la mudanza....

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