Piso de estudiantes

Su mirada me ponía muy nerviosa por no mentaros excitada, sentía como me analizaba y me gustaba más aún cuando bajé la vista por lo aturdida y acalorada y noté el bulto de su entre pierna

Piso de estudiantes

Hola… me llamo Susana, mirad ante todo daros las gracias a todos los que me habéis leído y aun más, a todos aquellos que me habéis escrito. Ante todo perdonarme por privaros del tiempo de publicación, de esos momentos tan satisfactorios como placentero para vosotros. Pero ante todo, me tenéis que perdonar por sí algunas de mis confidencias, os habéis manchado llevados por el ímpetu de mis vivencias.

Bueno no esperéis que os diga como soy… ya sea edad, fisco o quizás religión, pues con que os paséis por mi blogs creo que tenéis mas que suficiente. Os debo confesar que no esta actualizado hace tiempo ya sea por falta de tiempo (ufff... mucho trabajo) o de pereza, bueno que me despisto este es susanabix-misconfidencias.blogspot.com. Aunque si lo que deseáis es poderme ver físicamente, pasaros por mi pagina en www.tuclubprivado.com ... eso si, si os atrevéis.

A continuación os voy a confesar un echo que me ocurrió durante mi época universitaria, mirad durante los tres años que estuve sacándome mi carrera me marché de casa, para ser exacta a un piso de estudiante donde lo compartí con dos chicas más y un chico. Obviamente el primer año íbamos de novatas y todo era nuevo… nueva ciudad, nuevos amigos, nuevo ambiente e incluso nuevos vecinos.

Recuerdo que donde residía y de esto no hace mucho pues ya que finalice mi carrera en el año 2008 e incluso con proyecto fin de carrera, por lo que ya sabéis… hacer cuentas. Bueno continúo, mi idea inicial no era tener el piso donde lo tenía pues mi preferencia era estar más cerca de la zona de “marcha”, pero como mis padres se movieron por su cuenta… al final me encontraron el piso. Obviamente el alquiler como decía mi padre no era problema… siempre que estudiara, este se hallaba en una zona tranquila cerca de la universidad y al menos, no muy lejos de los bares de copas y los verdaderos pisos de estudiantes.

Aunque os debo reconocer que el mejor recuerdo de esos tres años universitarios fue conocer a mis vecinos de planta, bueno en verdad todos los ocupantes del bloque. Nuestro piso… y me voy a referir como “nuestro” mas por ser también de mis “compis”. Os mentare que este estaba en la cuarta planta de un piso de 8 y por dos viviendas por planta. Os debo mencionar también que durante mi primer año de carrera, acabe por sacármelo con algo de apuro a pesa r de hincar los “codos”… joder, que no  todo era estudiar pues también tuve el esfuerzo de aprovechar las juergas y demás movidas.

Bueno sigo… ya que no quisiera enredarme más de lo necesario, por lo que os mencionare lo sucedido durante mi segundo año… ya que de eso se basa mi confesión. Sabéis, aun recuerdo la primera vez que lo vi… la hora obviamente no era la adecuada pero eso era lo de menos, pues serían las 7.00 h de la mañana de un lunes. Yo como era costumbre hacia horas que estaba levantada, más por que aprovechaba para estudiar o dibujar… pero en esos momentos me encontraba en la cocina, con la mirada perdida y fija en los barrotes de la ventana de enfrente, las cuales entre ventana y ventana y a modo de mediana se encuentra un patio interior en cual aprovechamos para tender la ropa.

Perdonar os debería de haberos informado mas sobre el piso y cómo esta este replanteado… hombre se que lo suyo seria un croquis, pero mirad voy a intentar explicároslo lo mejor que pueda. Mirad es piso grande de unos 100 m² cuadrado aproximadamente o mas, con dos puertas de accesos a la vivienda. La principal como todas las viviendas da al pasillo principal y desde el ascensor no solo se accede sino que obviamente nos comunicamos entre vecinos. La puerta trasera se haya en la parte trasera de la vivienda a la cual accedemos a la cocina. En verdad esta es por donde entramos normalmente pues desde el montacargas da a un pasillo común, que desde este tendemos la ropa los vecinos en los tendederos que hay en el patio interior (coño, se nota que lo mí carrera es técnica... Verdad).

Bueno continuo, como he dicho previamente me encontraba en la cocina preparando la cafetera para hacer café y aunque delante tenia la ventana, no me di cuenta de mi vecino… no solo de que este estuviera ya levantado mas por que eso era lo mas normal, sino que este como cada día ya había salido de su casa hacia el ascensor… el cual este se encontraba al lado de la puerta trasera acceso a nuestro piso. Como cada mañana y siempre que nos encontrábamos me daba los buenos días, mi vecino es un hombre muy amable y gentil… un hombre maduro de entre los 40 a 45 años, casado y padre. Con el día a día fuimos intimando y no solo con el… sino con toda su familia en general, pues hasta llegue en un par de ocasiones a hacerle de canguro en uno de sus hijos,  su nombre no es importante y aunque su nombre es compuesto lo llamare por el segundo… José.

Como os he mentado fuimos cogiendo amistad sobre todo durante mi primer año de carrera, cada mañana nos veíamos… ambos madrugadores, sabéis me gustaba cuando me soltaba algún que otro piropo a pesar del tipo que tenia a esas horas de la mañana y la prenda que llevaba. Imaginaros mi estado sin maquillar e incluso había días que ni me había lavado la cara por segunda vez… por lo que en mi rostro, marcaba las ojeras. Normalmente estaba siempre en camisón con un suéter encima o rebeca… en otras ocasiones más por refrescar durante las mañanas, lo que llevaba a esas horas era una sudadera ancha… una de esas 2 o 3 tallas mayor que la mía (joder, no me gustaba que las miradas ajenas… miraran mas haya). Pero obviamente como bien sabéis no siempre todo es calma… ni incluso en la “viña del señor”, pues hacia meses que se escuchaba discusiones en casa de mis vecinos por comentarios de sus hijos era por causa del trabajo de su padre, el cual echaba su madre en cara que amaba más el trabajo que a la familia.

Pero no se por que cierto día lo vi diferente… no precisamente a las 7.00h de la mañana, sino todo lo contrario… hora exacta no os sabría deciros pero si os diré, que yo regresaba de la facultad y nos encontramos dentro del supermercado (Mercadona), el cual se encuentra enfrente de nuestro bloque. Yo estaba comprando algo para cenar esa noche, algunas cosas personales y algo más intimo… cuando de forma inesperada me encontré a mi vecino, este por lo que ojee en su cesta había bebidas alcohólicas, refrescos y algún que otro cosméticos. Tras encontrarnos apenas nos saludamos… mas por que cuando el se me acerco a modo de darme el típico beso en la mejilla, yo ni me acerque… quedando este “tirado” y con cara de tonto. Os debo ser sincera… estaba de lo mas cortada pero este gracias a Dios se dio cuenta, comenzando a darme “palique” (para entendernos conversación) mas a modo de relajarme. Comenzó a preguntarme por mis estudios, la familia, por como me sentía fuera de mi ciudad y claro esta… por mi novio (joder, que tío no pregunta “eso”).

Por no hacerle el feo y más por el tono de sus preguntas con "rin tin tin" me deje llevar, le mencione que la ciudad era demasiado grande a la mía (Joder… agobiante), los estudios le hice saber que los llevo al día… a pesar del comienzo, la familia… bien y punto. Y llegado a la última pregunta le confesé que no tenia novio pues rompí hace casi un año, mi vecino como astuto como un zorro me comento con rapidez y picardía… como una chica tan guapa y con “ese” cuerpo, no había encontrado sustituto... dejando caer con malicia la “posibilidad” de que hubiera salido del armario o sea que me gustará las mujeres. Obviamente tuve que negar tal verdad... replicándole que algo cae de vez en cuando, volvió a preguntar este siendo más descarado en sus preguntas por mis necesidades y como podía controlar estas. Sonrojada le contesté que el día a día se llevaba como una podía… y como me gusta este juguetito (obviamente de preguntas de doble sentido), le mencione que una buena ducha y el teléfono de está… eso si con la ayuda de uno o varios de mis dedos, mientras le miraba pícaramente.

Como no podía ser de otra manera, el sonido de su móvil rompió nuestra armonía y buen rollo, nos cayo como un cubo de agua fría pues nos recordó que somos vecinos y ante las miradas de extraños, sólo soy una chiquilla y que el podría ser hasta mi padre. Tras subir en el ascensor hasta nuestra planta su mirada me ponía muy nerviosa por no mentaros excitada, sentía como me analizaba y me gustaba más aún cuando bajé la vista por lo aturdida y acalorada y noté el bulto de su entre pierna... mmm. Os debo ser sincera me costó quedarme dormida esa noche y a pesar de los dos pedazos de dedazos que me hice.

Días después y con la rutina volvía a levantarme temprano a estudiar, los meses pasaron y el frío de la mañana fue dejando ese calor pegajoso, en los cuales te levantas empapada y no precisamente de follar. Uno de esos días me encontraba en eso que cada mujer tenemos cada 21 días, no imagináis como estamos pues sí hace calor aún más tenemos gracias a la hormonas. Estaba fregando la cafetera cuando lo vi salir... creo que nuestras miradas se cruzaron o quizás fue sólo la mía, pues la suya se fijo en mi transparente camisón y como se me notaba en este mis pezones. Ruborizada y avergonzada le pedí disculpa al tiempo que cerraba la ventana de un solo golpe, más tarde recordé esos momentos… pensé en esa ocasión pérdida ante mi vecino, no sólo por haber comprobado sus intenciones sino por haberlas cerciorado e incluso las mías misma (obviamente no sólo son recuerdos sino hasta pensamientos).

Sabéis... recuerdo (mirad no quisiera abusar demasiado de está palabra como tanto me acusáis) cuando esa misma tarde y de forma fortuita nos encontramos en el ascensor. No podía mirarlo a los ojos más después de mi comportamiento de por la mañana, hasta que José mi vecino, con un comentario rompió el hielo. Mirad no se como pues hay momentos que no los recuerdo con claridad más por que quizás no los considero importante o quizás por que no le he dado importancia. Pero a raíz de sus comentarios... casi en susurros le respondí.

Obviamente este me dijo que no había escuchado nada... llegando a mencionar que quizás estaba perdiendo el oído, tras volverle pero en está ocasión más alto que debía de excusarme las maneras y mi comportamiento de la mañana, llegándole a excusarme por mi estado... "la regla". Este no sólo le quitó importancia sino que me mentó que es una etapa en la mujer que la pone más hermosa entre otros elogios, lo cierto que la conversación con mi vecino subió mi moral.

Me explicó más poniendo a su mujer como ejemplo, los pormenores o cambios que nos produce está... finalizando por mentarme como los aprovecha (sí acabó hablando de sexo). La conversación que fue subiendo de temperatura de menos a más, llegando a sentir como mi cuerpo estaba de lo más sensible y aún más con la explicación que este me daba hacia su mujer. Pues me detallo con todo detalle tal práctica... siendo de lo más minucioso (mmm… malo… malo), llegando a ofrecerme tales servicios que seguramente se habría envalentonado más por la expresión de mi rostro y algún que otro gesto por mi parte, pues al detallarme el tacto hacia los pechos y pezones de su mujer, noté endurecerse los míos llegándome a doler estos e incluso a molestarme el sujetador, pero donde más me delate fue a juntar mis piernas y moverlas de tal forma

Una risa sarcástica y burlona acompañada de una mirada picara me hizo estremecer... mmm, tras llegar al piso tuve que encerrarme con rapidez en mi dormitorio a modo de apaciguar y poner remedio a tal calentura. Aún tengo en mente que por la noche, mientras fregaba o preparaba la cena... no dejaba de mirar por la ventana, deseaba con todo mi corazón verlo y ver de nuevo esa cara de pilló.

Os debo ser sincera... nuevamente paso lo que paso, que esa noche y mas por lo que ocurrió… apenas pude dormí, pues en mis sueños aparecía este y practicábamos todo. Tras sonar mi puntual despertador a las seis de la mañana me tuve que duchar antes de ponerme a estudiar, mi estado era lamentable. Tras salir y ponerme un camisón y mis braguitas me dirigí hacia la cocina para como todas las mañanas hacer café. Os juro que no me di cuenta más por que cuando levanté la vista... lo tenia hay delante de mi ventana, tras los buenos días con esos ojos radiante me pidió con voz terciopelada que le abriera la puerta principal, pues deseaba verme y no sólo admirar mi hermoso rostro.

No os mentiría sí os digo que no lo deseaba, tampoco os diré que le hice esperar pues tras apagar la vitrocerámica, me dirigí hacia la puerta principal cerrando las puertas de los pasillos tras de mi. Tras abrir la puerta principal… le hice pasar sin palabra alguna al tiempo que cerraba está  dejándole a mi espalda (mmm), sentí sus calidas manos como se posaba sobre mis hombros... mmm al tiempo que su cuerpo chocaba contra mi espada y sus labios hacia lo propio con mi cuello. No os mentiría si os digo que sentí al tiempo una oleada de escalofríos... ooohhh, como sus manos se deslizaban desde mis hombros hasta mis brazos al tiempo que arrastraba la cinta de mi camisón... me creí morir, no precisamente por hacerse mis deseos realidad sino por que apareciera alguno de mis compañeros de piso y encontrarme en tal situación.

Nuevamente no pude evitar estremecerme al sentir sus tersas manos por mi piel... al tiempo que mi camisón descendía, comencé a notar hasta el mismo frescor de la mañana a pesar de estar en la entradita. Sí os digo que notaba como mis braguitas se humedecían no era precisamente por una perdida de "pis" por nos nervios y mucho menos por el frío a pesar de estar descalza. Sino por las extraordinarias sensaciones que iba sintiendo, los vellos se me erizaron al mismo tiempo que mis pezones, aunque debido a mi estado no era muy difícil... mmm.

Recuerdo que a veces me susurraba palabras que en esos momentos me hacia sentirme muy especial, me hacia olvidarme de todo... de mi entorno... tanto que ni me di cuenta cuando mi camisón cayó a mis pies y descansaba en el suelo. Sus besos eran diferentes pocos hombres besaban como el, mientras una de sus manos me tenia sujeta por mi cuello después de haber ascendido desde mi espalda... mmmm. Mientras su otra mano... la izquierda, acariciaba mis muslos... hasta donde le dejaba la amplitud de su brazo estirado y finalmente mis nalgas... mmm (joder, no habia momento en que no pensaba cuantas manos tenia este… ji ji ji).

Os debo confesar que estaba aterrada pues deseaba entregarme aún más... en mi cabeza pasaba la idea de tirarme en el suelo y abrirme de piernas, pero obviamente la moralidad que aún me quedaba... aunque eso sí escasa, me lo impedía. Os debo reconocer que en esos momentos... era minima, pero aún así me lo impedía... eso y lo frío que estaba el suelo. Aún recuerdo sus labios besar mi cuello... recorrer estos ascendiendo primero hasta mis lóbulos... mmm, mientras con su mano izquierda acariciaba mis cabellos descendiendo desde mi cuello y a modo de cabalgar por mi médula espinal hasta mi cintura e inició de mis nalgas... mmmm (Joder, menudo orgasmo tuve... pocos hombres hasta el momento acariciaban de tal manera).

Continúo mientras con su otra mano derecha acariciaba mis pechos... mmm, creí que se me iba a salir el corazón de mi pecho de lo rápido que me latía. El contacto de su habilidosa y profesional mano en contacto con mi piel... en especial con mi pecho, me hacia sentir un cúmulo de sensaciones de lo más agradable llegando incluso a nublárseme la vista. Acariciaba mis más que sensibles senos más esto último por mi estado de estar con la regla, mis hormonas revolucionada no me dejó de querer cada vez más. Cuando sus labios dejaron de besar y lamer cada milímetro de mis mamás... continúo, con mordisqueármelos primero y absorbérmelos después... ooohhh. No os sabría decir cuántos orgasmos tuve hasta que dejó mis pechos, pues sus labios descendieron por mi cuerpo hasta mi ombligo y finalizó en mi pubis, mientras sus manos castigaban mis piernas entre caricias. Aún recuerdo cuando beso mi vulva aún con mis empapadas braguitas puestas, pues me hizo lograr un inmenso orgasmo... tan profundo que hasta se me aflojaron las piernas e incluso, poco faltó delatarnos del grito que iba a dar. Me caí hacia delante hasta apoyar mi rostro en su pecho y mis manos a la tela de su chaqueta y como pude aguanté tal... Castigo (dios que placer... ooohhh).

Aún recuerdo cuando dirigí o al menos quise, dirigir mi mano derecha hacia su entre pierna, pues con una mirada y un manotazo me la aparto. Me mentó que el disfruté de esos momentos era sólo mío, finalizando por asegurarme que habría otro momento en el cual le devolviera el mismo favor... siempre que yo quisiera. Lo último que me hizo antes de marcharse y dejar mis labios con su sabor, fue hacerme girar y mientras sus manos se dedicaban a ser inflexible con mi espalda... sus labios hicieron lo mismo., hasta mis nalgas... siendo, joder… como detallaros el inmenso placer que me hizo este lograr. Mirad, cuando sus manos primero se apoderaron de mis glúteos y continúo sus labios... uuummm, tras separar estos y con su lengua no sólo me arrancó un nuevo orgasmo sino un grito de placer, que no sólo hizo que está velada finalizará de está manera sino que finalmente este se marchara. Tras despedirse con rapidez en la puerta como novios cuando adolescente más por no ser sorprendidos, me aseguraba que la próxima vez debía de ser yo quién actuará... más cuando, tras tomar mi mano y se la llevó a su entre pierna... restregándomela contra su bulto.

Pero bueno eso lo dejaremos para otra ocasión pues sino, está confesión se haría interminable, pero no os dejare al menos con la miel en los labios sino os daré un adelanto. Os mentare que durante semanas no hubo ni un solo día que no deseaba repetir aquella experiencia, que durante la cantidad de veces que habíamos coincidido en el ascensor… no deseara detener este y tirarme a su entre pierna. O aun peor, en las veces que me “enrolle y folle” con algún que otro chico, no pensaba que ese chico en verdad era mi vecino… mmm. Pero mi castigo tuvo su final mas cuando coincidió con la semana blanca, pues por suerte o quizás fue el destino… su mujer tuvo que salir por una serie de circunstancias que no voy a entrar, sus hijos no se encontraban y sin saberlo… para que os voy a engañar. Ese día fui a que me prestaran la batidora… ya que la nuestra se había estropeado, tras llamar al timbre y abrirse la puerta… tuve la suerte que quien me abrió fue mi vecino y mi suerte no fue precisamente que el me abriera sino que este se encontraba con una toalla a la cintura.

Mi sorpresa fue mayúscula pues tras hacerme entrar… cerró con rapidez la puerta y tras dejar caer la toalla, me dejo aun más sorprendida que antes. No dije palabra alguna… no precisamente por el tamaño de esta… que la verdad no le mediría mas de 15 o 16 cm, sino mas bien por el grosor. Me pidió que si era momento que le devolviera tal favor… dejando “la pelota en mi campo” (ojo, es un dicho a modo de ser yo quien le tocaba decidir), aun recuerdo que me comporte como una tonta pues tartamudeando le respondí que “vale”, mientras el había comenzado desabotonar mi camisa… mmmuuu. Pero bueno eso os lo dejare para otra ocasión, vale… buenos queridos lectores espero que os haya sido explicita con vosotros y con todas mis niñas... ella sabe a quién me refiero, bueno os dejo hasta pronto, besitos para todos y todas.

Ante todo perdonarme por que quizás no me exprese adecuadamente o no plasme lo que realmente me han hecho sentir o me han hecho hacer, pues aunque lo intento una infinidad de veces que las mismas ansias por plasmar lo sucedido, no me doy cuenta y cuando lo leo más tarde… me doy cuenta que me he comido tanto palabras como símbolos (interrogaciones o exclamaciones). Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil. Para aquellos que deseáis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email susanabix@hotmail.com