Piso compartido 6

Regreso tras la vacaciones navideñas. (disculpen el retraso)

Enero y nuevo año.

Unas buenas vacaciones con la familia, junto con las comilonas típicas de la época y las borracheras de noche vieja, dejan unos kilillos demás.

Por motivos académicos, este año pasare reyes lejos de casa. Seré el primero en volver al piso el día antes de la noche de reyes, será el primer año que no disfrute esta fiesta con mi familia, al menos para compensar tengo un roscón solo para mí. Por otro lado las chicas regresaran más tarde, estas semanas separados hemos mantenido la comunicación vía móvil.

Raque no regresara hasta al menos mediados de mes, a tiempo para su primer examen, los míos por mala suerte serán mucho antes. Alba vendrá la semana que viene, me muero de ganas de verla y de algo más que verla…

Y Tania tiene vacaciones todo el mes así que ni se sabe cuando aparecerá.

En fin, pues la mañana del 4 de enero aquí me hallo, solito en medio del salón, cargado de maletas y con frio del copón. Deshacer las maletas me lleva más de lo que espero y ya son más de las 3 cuando termino de comer. Rebusco entre la montaña de apuntes del escritorio, los de encima de la cómoda y los que todavía están en la mochila, objetivo para hoy: organizar todo ese mar de papeles.

Una vez organizo semejante cantidad de apuntes, comienzo a leer los temas más densos del examen más próximo, son las 7 de la tarde un sopor horrible me absorbe. Hoy no será un día muy productivo. Cenita ligera y a la cama temprano, soy como una abuela…

5 de Enero, 7 de la mañana en pie y estudiando, parezco un empollón. Después del considerable esfuerzo un taper de mama para comer, me relajo en el sofá y me quedo dormido.

El sueño debe ser maravilloso, porque no quiero despertar e incluso siento como si una mano de verdad me acariciara el paquete.

-Oye chaval – esa voz me saca de mis sueños – al final se me cansara la mano.

Ummm creo que no es un sueño. Abro los ojos y esto si debe ser un verdadero sueño y no lo de antes, pues mi rubia de ensueño esta arrodillada ante el sofá, con su mano en mi entrepierna y esa sonrisa de oreja a oreja, tan guapa como siempre.

  • Y tu aquí – Aun alucino – seguro que esto no un sueño?.

  • Si fuera sueño, sería uno muy bueno – sonríe más si cabe – jajaja.

  • Creía que no llegarías hasta la semana que viene – ya estoy despierto.

  • y dejar que mi chico favorito pasa el día de reyes solo – aprieta fuerte mi pene, que ya va tomando forma – además ya casi te echaba de menos.

  • Eso es a mi – pregunto -  o mi amiguito?.

No responde, pero baja la cremallera de mi pantalón y saca a relucir mi miembro ya casi en todo su esplendor y comienza a pajearlo suavemente.

  • Tu qué crees – sonríe de nuevo.

Y giro sobre mí mismo, abalanzándome sobre ella y cayendo en la alfombra del salón. Busco desesperado sus labios y ella me corresponde, volver a sentir esa chispa que recorre mi cuerpo de nuevo, no tiene precio. Nuestras lenguas se buscan ansiosas, mis manos recorren su torso hasta llegar a sus pecho, joder como los he echado de menos, creo que son más grandes de lo que recordaba jaja.

A patadas a parto la pequeña mesa de centro, para hacer sitio. La alfombra se arruga y retuerce al ritmo de nuestros movimientos y las prendas de ropa vuelan por el salón. Primero mi camiseta, rápidamente seguida de la camisa de Alba y también de su sostén. Sentirla de nuevo piel con piel, notar sus duros pezones sobre mi torso me calienta todavía mas si es posible. Nuestras bocas se separan y mis labios buscan sus pechos y muerden sus pezones, me como sus tetas con glotonería y sin miramientos, y a ella le encanta.

Una vez bien ensalivadas sus tetas, mi lengua baja lentamente por sus barriguita haciéndola cosquillas. Mis manos literalmente le arranca el pantalón, mi cabeza regresa de nuevo a su barriguita y baja aun mas.

Hundo mi cara en sus bragas, ese olor llena mis pulmones y hace que se me erice el bello, están completamente húmedas, las agarro con los dientes y las arrastro, siguiendo el mismo camino que el pantalón y una vez más regreso a ese pequeño paraíso entre piernas. Al pegar mis labios a su vulva y al sentir ese dulce majar en mi boca, mi poya pega un respingo y Alba gime de puro placer cuando mi lengua entre en la que ya casi es su casa y de la nunca querría salir.

Recorre toda su sexualidad con mis labios y lengua, mis manos se unen a la fiesta y la penetran, mientras ella se revuelve inquieta en el suelo. Cuando mi lengua se centra solo en su clítoris sus manos aprietan mi cabeza contra ella y sus piernas, sobre mis hombros se cierran. Es como una cárcel, pero no deseo escapar de ella.

Y cuando le sobre viene el orgasmo aprieta aun mas y se retuerce entre gemidos, su espalda se arquea y grita de puro placer. Grita tanto que aun con sus piernas tapando los oídos, el grito es molesto.

Subo lentamente, mientras ella jadea descontrolada e intenta recuperar la respiración, la beso y en nuestras bocas se mezclan sus fluidos, mi saliva y la suya, es un beso húmedo, nunca mejor dicho.

  • joder sí que te has esmerado – aun jadea mientras habla – pero aun quiero más.

Me hace girar y se pone sobre mí, desabrocha el botón de mi pantalón y saca mi poya por completo, más dura que nunca y palpitante a las espera. Espera muy corta, pues Alba se empala sobre mi juguete brutalmente y me galopa desenfrenada, gimiendo de nuevo.

En la sala solo se ellos sus incipientes gemidos, mis jadeos y el inconfundible sonido de nuestros sexos al chocar. Sus pecho bailan al compas de sus saltos, tiene un movimiento hipnótico y no puedo dejar de mirlaos, mientras mis manos sujetan sus caderas buscando aumentar el ritma de estas.

Su húmeda cavidad se contrae, apretando mi poya, cuando alcanza su segundo orgasmo y cae sobre mi agotada.

  • Ahora soy yo el que quiere mas – susurro a su oído.

Y me levanto, con ellas en brazos y aun con los pantalones en los tobillos, al llevo hasta la pared, su espalda golpe en esta con un ruido sordo y ella protesta, la penetro de nuevo brutal mente, arrancadole un grito de placer y acallando su queja. Sus piernas rodean mi cintura y sus brazos se aferran a mi cuello. Y mis caderas la golpean una y otra vez, y a cada golpe retumba la pared, el cuadro que esta a nuestra derecha, tiembla y corre riesgo de acabar desprendiéndose. Los vecinos deben estar contentos con el sonoro espectáculo.

Alba tiene su tercer orgasmo y gime ya ronca por tanto esfuerzo.

  • Esta vez si puedes acabar dentro – su vocecita cansada habla a mi oído – ahora tomo la píldora.

Esto hace que acelera mis embestidas y acabe dentro, con un manantial blanco que la inunda por completo e incluso rebosa deslizándose por sus piernas. A pesar de las pajas recordándola, mis huevos tenían una carga especial guardada para ella jaja.

La llevo aun en brazos hasta el sofá, y nos tumbamos, aun abrazados. Ahora mi pene ya flácido deja escapar mas semen de su interior y mancha el sofá, qué más da. Estamos en la gloria.

Mi mano recorre su suave y sudada espalda, provocándole escalofríos, mientras ella besa mi cuello y me aprieta en un abrazo sin fin. No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero no importa, pues ella es mi paraíso particular y creo que estoy empezando a sentir algo que solo pasión o deseo…

Cuando nos levantamos nuestros cuerpos están casi pegados por el sudor.

-  Deberíamos ducharnos rubita – hablo a su oído – y quizá limpiar el sofá.

  • Quizás si – me mira el blanquecino manchurrón – antes de que agarre.

Se ríe levemente, esa risa me encanta. Me acerco a ella y pongo mi mano en su mejilla y la otra en su cintura, la miro a los ojos y sus ojos se centran también en mí. Mis labios recorren la distancia que se me para de los suyos como a cámara lenta, sin apartar ni un segundo la mira de sus ojos, que se cierran esperando mi beso. Es un beso largo y sin lengua, solo nuestros labios pegados, nuestras respiraciones acompasadas. Mi corazón late acelerado y estoy seguro que el suyo también.

  • Sabes – me dice cuando nuestro labios se separan – realmente te he echado mucho de menos.

  • Yo también – la beso de nuevo.

Y nos fundimos en un largo abrazo.

Siento mucho el largo retraso, con la tontería casi un año jajaj, disfruten de esta nueva parte y comenten fallos como siempre, las críticas mejoran el producto, un saludo.