Piso compartido 5
Un raro dia...
Mi vida no podría ser mejor.
Disfrutar por primera vez de mi semi-indepencia paterna, acostumbrarme bastante bien a la vida universitario y al nivel estudiantil que ello conlleva, convivir con tres chicas, las tres preciosas. Haber disfrutado de las tres, en mayor o menor medida, con o sin intención.
Y es que desde el día T (T de trió) no hemos estado de nuevo los tres juntos a la vez, pero ambas parecen competir entre ellas, porque hay días que no pasa nada entre nosotros, pero el día en el que estoy por la mañana con una, la otra ocupa la tarde, así han pasado casi dos meses y medio, estamos en pleno invierno y se acercan las navidades.
Como cada mañana madrugo para ir a la uní, es 19 de diciembre y será el ultimo día que acuda a clase. Desde hace 5 días ninguna de ellas parece interesarse en mi (sé que 5 días no son nada, pero debido al ritmo que he llevado estos meses, se me hacen eternos) y me levanto con una erección considerable. Voy al baño a ducharme, se que necesito agua fría para relajarme un poco, pero el frio que hoy hace me lo imposibilita. En el cuarto de baño, disponemos de una bañera bastante amplia, donde casi entro ligeramente recostado, con una cortina, para poder usarla como ducha. La vagancia me puede, y la tentación de meterme en la bañera y darme un relajante baño de agua caliente, me hace reconsiderar el ir a clase.
Me siento en dentro y deja que el agua me cubra poco a poco, hasta que me cubre un poco más de medio torso, pero la cabeza de mi erecto miembro asoma entre la espuma, me parece que voy a tener que hacer algo con el…
Mientras comienzo a masturbarme, alguien entra en el baño.
Se supone que el pestillo esta para algo, pero no lo uso desde una de esas mañanas para recordar, en la cual tras una interesante conversación, Raquel decidió unilateralmente aunque sin discusión por mi parte, que era necesario ahorrar agua y que por tanto nos ducharíamos juntos todas las mañanas.
Y claro esta quien soy yo para negarme o mejor dicho quien es el tonto que en mi situación se negaría? .Y así sin más me cogió del cuello de la camisa del pijama y me arrastro literalmente al baño. Donde me desnudo sin miramientos, casi arrancándome la ropa, acto seguido fuella quien se despojo del pijama y se metió en la ducha.
- Dani – dijo haciendo señas para que la siguiera – estas sucio?
Ni me moleste en contestar y la seguí al interior de la ducha, corrí la cortina y abrí el grifo.
El agua corría suavemente por su cuerpo, dibujando a la perfección sus curvas y haciendo una pequeña cascada que discurría a través de sus pezones. Ella cogió el champú y se hecho una abundante cantidad en sus manos, las cuales poso sobre mi cuerpo y comenzó mover para hacer espuma.
Cuando tuvo las manos cubiertas de pompas, las bajo hasta mi miembro, ya perfectamente erecto, recorriéndolo de arriba abajo, retiro la piel que cubría mi glande con delicadez y también enjabono esa parte, dejando mi pene cubierto de espuma. Unte mis manos en el jabón que cubrí partes de mi cuerpo, y comencé a acariciar sus pechos, bajando suavemente con un solo dedo hasta su vagina, donde el resto de mis dedos se unieron para acariciar al completo su entrepierna, comencé a masturbarla, mientras ella hacía lo propio con mi poya y así estuvimos un buen rato, hasta que ambos nos corrimos entre gemidos y jadeos. Tras la correspondiente ducha, necesaria pues en lugar de lavarnos tan solo jugamos con el jabón, salimos y nos secamos. Sobra decir que no solo no ahorramos ni agua, ni tiempo, pues esa mañana ambos llegamos tarde. Al día siguiente, Raque no quiso prescindir del placer mañanero, así que decidió madrugar mas y meterse directamente en mi cama.
Esa idea, aunque maravillosa, también fue descartada al siguiente día, pues de nuevo nos entretuvimos y llegamos tarde. Finalmente y después de varias mañanas de planes e intentos, de polvos y sexo oral, llegamos a la conclusión de no echar el pestillo, de ducharnos juntos, pero de solamente hacer “cosos chachis” (definición usada por Raquel) cuando el tiempo lo permitiera. Como suponéis llegamos tarde más de un día…
Pero hoy no ay prisa, hoy puede ser un gran día, no me importa si es Alba o Raquel, tengo los huevos cargados y voy a vaciarlos a lo grande. Espero lo más silencioso posible, extremadamente excitado, mi poya palpita al ritmo de mi corazón acelerado, haciendo pequeñas olas en la bañera.
Por fin unas manos apartan la cortina de la ducha.
Y sorpresa sorpresa. Suerte no sería la palabra, porque de tres preciosas chicas, la estadística estaba obviamente de mi lado, no podía fallar.
- Hoy es un buen día para pagar la deuda.
Tania todavía me mira entre sorprendida y desconcertada, cubriendo sus exuberantes encantos tras tan solo una toalla enroscada. Tardo una fracción de segundo en asumir la situación, lo que tardo en aparecer esa chispilla viciosas en sus ojos castaños.
- Empléate afondo semental – dice dejando caer la toalla al suelo – me debes una muy gorda.
Semejante imagen hizo que mi poya pegara un salto de alegría, poniéndose todavía más dura si cabe. Sus pechos no eran grandes, eran descomunales, nunca había visto algo así. Perfectamente morenos, era evidente que practicaba toples y coronados por pezones como galletas, negros por completo.
Mientras yo miraba hipnotizado el bamboleo de sus pechotes, ella se introdujo en la bañera y se sentó en el borde de esta completamente abierta de piernas.
- El desayuno está servido – Dijo mientras con dos dedos abría su concha – a que estas esperando?
Y no espere, me puse de rodillas en la bañera y comencé besando sus piernas, acariciando sus rodillas, recorriendo sus suaves muslo con mis labios, maravillado por el penetrante olor a hembra que emanaba.
- Déjate de aperitivos – Dijo agarrando mi cabeza y apretándola contra su sexo – disfruta del plato principal !!.
Está claro que esta chica es muy directa, nada de caricias ni besos. Cuando afloja algo la presión sobre mi cabeza comienzo a trabajar, mi lengua busca su clítoris y juguete con el arrancando los primeros gemidos. Mis labios toman el relevo y comienzo a succionar su durita protuberancia. Ella comienza a mojarse realmente mucho, sus fluidos resbalan por sus piernas y mis dedos buscan su interior con agilidad, penetrándola.
- O DIOS!!! – grito al sentirse invadida – SIGUEEEEEEEEE…
Ya eran 4 dedos de mi mano derecha los que sin descanso entraban y salían de su interior, completamente mojados por la fuente sin fin que en estos momentos era su coño, sus gemidos eran graves y junto con sus roncos jadeos, conforman un coro increíble y muy ruidoso, sin duda despertaría a mis dos amiguitas, ahora pienso que quizás no sea de su agrado compartirme con otra más.
Pero su mano me saca de mis pensamientos, para apretarme de nuevo contra su sexo, a juzgar por sus temblores y algún que otro espasmo, esta punto de correrse. Con dificultad me libro de sus manos y retiro mis dedos, a lo que ella protesta impaciente, pero sus quejas se detiene al sentir mi lengua en su interior. Me la estoy literalmente follando con la lengua. Y ella por fin estalla en un indescriptible orgasmo, cerrando sus piernas y apretando mi cabeza contra ella. Yo disfruto del sabor de su dulce néctar, que si bien no era poco hace unos segundos, es en estos momentos una verdadera cascada de placer.
Por fin se relaja y libera mi cabeza de entre sus piernas. Mi pene esta todavía como el acero, me incorpora para dirigir mi herramienta a su interior. Pero en cuanto mi glande roza su entrada ella reacciona y me detiene.
- No semental – Sonríe con malicia – la deuda ya esta saldada.
- Pero…. – Intento protestas pero su dedo sella mi boca.
Y literalmente me echa del baño empapado, en pelota picada y lo que es peor, con un dolor de huevos horrible y un empalme brutal.
Y en medio del pasillo todavía estoy cuando de su cuarto sale Raque en pijama.
- Vaya! – dice algo sorprendía – hoy toca mañana nudista.
Asustado intento tapar mis partes, algo totalmente imposible con el tamaño actual.
- Relájate, no hay nada que no haya visto ya – dice señalando mi entrepierna – Alba ha sido muy cruel dejándote así después del trabajo realizado.
- No he sido yo – Alba también sale de su habitación con un albornoz – supongo que Tania a descubierto nuestro tesorito.
Y aun no me creo que lo digan tan a la ligera y sin inmutarse ninguna, está claro que no supongo nada para ninguna de ellas. Es un alivio saberlo, pero también me hace sentir algo mal.
- Mierda esa zorrita me ha despertado con sus gritos – Raquel se queja entre bostezos – siento dejarte con la poya así, pero la cama me llama.
Estadística y una mierda, de tres ya son dos las que me dejan con dos pares de cojones, nunca mejor dicho.
- Tranquilo semental – dice Alba agarrando mi pene – yo te hare un sitio en mi cama.
Y tira de mi poya hasta llevarme a su cuarto. Cundo me suelta, deja caer su albornoz al suelo, y solo lleva un minúsculo tanga negro y mas transparente que otra cosa. Me acerco a ella y la encierro entre mis brazos para besar con pura y acumulada pasión y mientras nuestras lenguas se hacen solo una, la cabeza de mi pene se instala entre sus piernas, notando el calor que su concha ya suelta.
- Hoy sabes diferente – Dice cuando sus labios se separan de los míos – Sabes a almeja jaja
Continua riendo con ganas mientras yo la empujo sobre la cama, arranco su tanga de un tirón haciéndolo añicos y mientras aun se ríe, separo sus piernas y la penetro sin compasión. Es en ese momento cuando su risa se corta de golpe, sus azules ojos conectan con los míos, sus piernas me rodean atrayéndome más hacia ella y en ese momento solo existimos ella y yo. De nuevo todo lo demás parece sobrar, ella es mi rubia y solo mía.
Comienzo a moverme lentamente, ella cierra sus ojitos y su boca comienza a gemir suavemente. De nuevo esa linda cara solo para mi.
Mis movimientos van en aumento, ella libera mi cintura para dejarme hacer a mi voluntad, algo que aprovecho para girar con mi pene todavía dentro, quedando ella tumbada completamente sobre la cama de espaldas. Y comienzo a golpear su coño otra vez.
- PLAS! PLAS! PLAS!
Nuestros cuerpos chocan sin cesar.
- MMMMMM!!! – ella gime – AHHHHH!!!
Somos un mar de sudor, nuestra piel resbala y arde al mismo tiempo. Ella grita más alto cuando su interior se contrae en un gran orgasmo. La estrechez que ahora mismo aprieta mi herramienta, hace que peligrosamente esta apunto de córreme.
- Dentro no – Ella percibe las señales – la otra vez tuve que tomar la del día después.
Y es cierto, durante el trió me corrí en su interior, generando un problema que afortunadamente tuvo fácil solución. Pero gracias a ella reacciono a tiempo y la saco justo a tiempo, pues no aguanto más y me corro.
Y válgame dios que corrida, pare una fuente disparando sin parar chorros de esperma sobre su espalda. Menos mal que ella se acordó, sino con esta cantidad de lefa ni todas las píldoras del mundo habrían evitado nada. Soy un exagerado, pienso para mi mientras limpio con un pañuelo (que por cierto acaba inservible) su espalda.
Me tumbo a su lado y la abrazo tiernamente, es curioso como con ella entre mis brazos todo parece fácil y sin preocupaciones.
- Gracias por salvarme – Beso su sudada frente – eres mi heroína.
- Jaja – Sonríe – siempre es un placer salvarte.
Y me abraza más fuerte.
Siento el retraso con esta parte, disculpen las molestias. :)