Pisando la Sangre: Mi Suegra y La Despedida (2)

Pisando la Sangre: Mi Suegra y La Despedida De Soltera, (2° parte) Mi suegra me Pide un favor muy peculiar para la despedida de soltera de una de sus amigas...

Pisando la Sangre: Mi Suegra y La Despedida De Soltera

2ra parte. (2/2)

Mi suegra me había dado la dirección de la casa donde iba a ser la despedida y me dijo que me presentara como a eso de las 11 de la noche, ellas iban a empezar desde las 8, yo pasé toda la tarde durmiendo, me desperté como a las 9 y me di un baño, y me arreglé como hace mucho tiempo no lo había hecho, me vi frente al espejo y la verdad estaba gordito, no era muy gordo, era como dicen aquí "maiziao" mi estatura es de 1,79 Mts., y pesaba para ese entonces cerca de 100 kg. Hace muchos años y durante un buen tiempo fui al gym, así que tenia al menos buena forma más los cauchitos que me hacían notar, me puse un bóxer de comiquitas de superman, batman y el hombre araña, que vi en el sex shop de esos que solo tiene botoncitos a los lados, hechos para el fin al que lo iba a destinar yo, y me pareció muy cómico, y debajo de este una tanga negra Calvin Klein y una franelilla que hacia juego con este de color negro, en el que acomodé a mi compañero de batallas de un lado para que estuviera cómodo, me puse una camisa negra que tenia como un año que no usaba pero que estaba en perfectas condiciones como para desecharla de una vez, también me puse un pantalón en iguales condiciones me afeité con mucho esmero, abajo no hacia falta, hace mucho tiempo no me salen por la electrolisis, me perfumé y me engominé el pelo (crema para fijar), la verdad yo estaba emocionado y un poco nervioso.

En un morral metí una muda de ropa completa, ya que no sabía el destino de la que me llevaba puesta, y las cosas que había comprado en el sex shop, en la tienda vi unos videos de strippers en fiestas de despedidas de soltera gringas y vi varias cosas que me parecieron interesantes en cuanto a los pasos. Además no era la primera vez que los veía, de por si soy buen bailarín y como buen latino tengo un buen quiebre de cadera, así que bueno esperaba que todo saliera bien y por lo menos nos divirtiéramos todos, la parte que no sabia como y donde se iba a dar era lo de Constanza pensé que seria allí mismo en la fiesta o en un cuarto, descarté de inmediato lo de hacérselo delante de todas, según lo que me había contado mi suegra ella no creo que lo hiciera, lo que si me dijo es que si era necesario que me quedara con Constanza toda la noche.

A 20 para las once salí para el sitio donde me había indicado la suegra, era en Paraíso, una urbanización de lujo cercana a donde nosotros vivíamos, en 5 minutos estaba allá, estacioné mi carro en la calle ampliando la cola, conté más de 10 carros, toqué la puerta y nadie me contestó, después de un rato de tocar y tocar fue que me abrieron, me atendió por supuesto la dueña de la casa que al verme se emocionó y me hizo pasar pero hacia un lado de la casa por donde estaba la entrada de la cocina, allí se escuchaba la bulla y el bochinche que tenia las mujeres en la sala, la música era de Carlos Vives, ella me dejó allí un momento y le iba a avisar a las muchachas que yo había llegado.

Susana la dueña de la casa, tiene cerca de 50 años de buen tamaño más alta que yo, es morena de piel clara, pelo negro y ojos negros casi no tiene senos, pero si tiene un culote y buenas piernas se ve muy bien conservada, muy linda de cara y un lunar debajo del ojo izquierdo la hace ver más bella aun.

Déjenme contarles lo que más o menos aconteció desde las 8 hasta mi llegada, según mi suegra.

A las 8 y algo ya habían llegado casi todas solo faltaban la hermana de la agasajada y alguien más que no recuerdo que llegaron a ¼ para las 9, empezaron a beber y hablar y escuchar música, como es de esperarse se habló de sexo, y cada quien a contar sus propias experiencias, le hablaban a ella como si fuera la primera vez que se casaba y virgen, creo que es normal que traten así a la soltera agasajada, como a las 9 y media empezaron a darse los regalos, prendas intimas muy sugerentes y exclusivas para una noche de sexo, condones de colores olores, sabores y formas distintas, hasta un fino vibrador cromado que causó sorpresa y vergüenza en Constanza y muchas alegrías y entre las demás participantes, a la final Constanza admitió que lo probaría ya que las "muchachas" hablaban maravillas (dijo esto a pesar de estar presentes tres personas muy ligadas a ella)

Después de ese regalo pusieron una peli porno mientras sonaba la música, entre juegos preguntas, cuentos y tragos se hicieron las 11, todas estaban muy excitadas y emocionadas, parecían jovencitas veinteañeras.

En la fiesta estaban:

Natalia, ya la conocen del relato anterior a este.

Mi suegra, también la conocen de los dos relatos anteriores a este.

Susana, la dueña de la casa.

Ismenia, la dueña de la casa de la playa.

Yelitza, mujer de tamaño pequeño, 1,60 aprox. Morena clara muy buenas tetas y lindas piernas, un culito pequeño pero redondo, y la más alegre del grupo, unas bembas grandes y amplia sonrisa.

Cristina, junto con Yelitza son las más jóvenes, su edad no pasa los 40, esa como de mi estatura es de contextura atlética gruesa, blanca con el cabello castaño claro largo, muy exótica, senos medianos y trasero grande, proporcionales a las piernas.

Magdalena, delgada, mucho diría yo, blanca un poco tímida pero con unos traguitos habla hasta por los codos, soltera de 42 años, senos pequeños pero en su sitio y casi sin nalgas, tiene una cara angelical, y delicada. Todas la tratan como la hermana menor.

Gabriela, blanca, alta, pelo corto, negro, grandes senos, delgada un culito normal tiene como 48 años y es la despistada del grupo, según, vive soñando o en las nubes, es muy jovial y liberal.

Aurora, 55 años aprox., la gordita del grupo, blanca, rubia, ojos verdes linda de cara, si fuera más flaca fuera muy hermosa, tiene belleza natural, nunca la recuerdo maquillada, labios finos y mucha carne, tetas y culos grandes, y piernas gruesas.

Estas eran las que estaban en la casa de la playa, ahora en la fiesta estaba unas amigas más del grupo, y tres invitadas de lujo,

Lubdica e Ivania, hermanas muy parecidas más no gemelas ni morochas, pelo largo negro morenas, senos mediananamente grandes, muy serias y elegantes, sus edades oscilaban entre 45 y 50 años, yo las había visto varias veces con el grupo pero no eran tan frecuentes.

Coromoto del Valle, hermana menor de Constanza debía tener cerca de 28 0 30 años, peli roja también, grande tetas, (la vaina es de familia) no tan linda como su hermana pero si esta bien chévere, muy parecidas, con algunas diferencias, era más baja que Constanza, y una cara de bichita (zorra pícara), que lo que provoca es portarse como un perverso medieval con ella.

Carolina, la hija mayor de Constanza, blanca pelirroja senos grandes, ojos verdes y muy parecida su madre, cara grande y exótica, casi tan alta como su madre, estilizada de cintura y piernas gruesas y duras. De carácter muy suave y cariñosa.

Constanza o "Conti" (como la llaman en su familia), la hembra menor de Constanza 19 años bastante flaca, de grandes senos y un culito respingón, blanca y rubia de ojos verdes e intrigantes que le daban un aire de misterio, es más baja que su hermana 1,70 más o menos, simplemente hermosa, pecas en la cara y muy madura.

Constanza, la agasajada. Alta, pelirroja, grandes senos, buenas piernas, blanca y con pecas, algo tímida, pero muy accesible, muy linda eso si, a sus 44 se mantenía en forma y tenia buenas curvas.

Estas eran todas las que estaban presentes en la despedida de soltera, después que Susana me dejó en la cocina esperé por lo menos unos 5 minutos mientras ellas acomodaban los muebles de la sala donde estaban reunidas.

Los nervios me estaban carcomiendo y tenía las manos frías y sudadas, mi corazón estaba agitado ahora estaba más nerviosos que emocionado. Mientras oía las bullas de expectación de las presentes, pensaba cada ves más en no salir, nunca pensé que sentiría tanta pena salir desde que en la época del liceo nos tocó hacer una obra de teatro y casi pongo la torta ante los nervios, mi suegra me dio un susto tocándome por el hombro, me saludó y me dijo que ya casi estaba todo listo, ella notó mi nerviosismo y me dijo que me calmara, le pedí que me trajera un trago seco de lo que estaban bebiendo para calmarme un poco.

Cuando ella salio, pensamientos iban y venían en mi mente, yo sabia más o menos lo que tenia que hacer en eso estaba claro, pero nunca había bailado para un poco de mujeres "revueltas" y mucho menos hacer un striptease delante de varias conocidas, y algunas desconocidas, yo pensaba que la cuestión iba a ser mejor pero que va, los nervios hacían lo suyo. De todas maneras yo ya estaba decidido.

Mi suegra llegó con un vaso de whiskey casi por la mitad. Me lo dio y me lo bebí en dos patadas, le dije que estaba listo, mientras la quemazón de mi garganta ya llegaba al estomago, y me hacia arrugar la cara y respirar agitadamente. Le di el morral y le dije que lo pusiera en un sitio donde pudiera tener acceso a el fácilmente, se lo llevó no sin antes acercarse a mi dándome un suave beso en los labios y pasando la mano por mi paquete, haciendo que una corriente de frío me subiera por la espalda. Al minuto las luces en la sala se hicieron tenues dejando todo en casi penumbra y empezó a sonar You Can Leave Your Hat On.

Espere 5 segundos de la canción y salí de la cocina, pasé por el comedor y un gran arco separaba la sala del comedor, y me paré debajo de este con una pose según yo, "sexy". Apenas me asomé me alumbraron con varias linternas, no se de quien había sido la idea, pero fue agradable ya que me encandilaban y casi no veía a las féminas.

Unas gritaron eufóricamente muy fuertes, silbidos duros y otras se cuajaron de la risa, obviamente las que gritaron eran las que me habían "examinado" pude distinguir claramente los gritos de mi suegra, a medidas que me movía contorneándome, a veces me tenia que voltear por que me daba risa a mi mismo de la pena que tenia, tenia que apretar los dientes para no cagarme de la risa.

Lo que pude ver fue, una silla en el medio donde estaba Constanza sentada tenia un vestido verde claro pegadito con una especia de chaqueta corta arriba, era muy casual aunque parecía elegante, alrededor de ella dispusieron dos sofás grandes en forma de arco rodeando a Constanza y donde estaban sentadas casi todas las demás, también en los apoyabrazos y a cada lado de los sofás, estaban dos sillas donde estaban sentadas las hijas de Constanza.

Miré las caras de cada una de ellas mientras caminaba contorneándome frente a ellas y a las que no me conocían de la reunión anterior, o se reían mucho por que les parecía cómico ver a un gordito bailando sexy con movimientos exagerados, o tenían caras de "que vaina es esta?" por lo menos la hermana de Constanza y las hermanas Lubdica e Ivania, tenían esa cara y no sabían si cagarse de la risa o seguir asombradas, pero Constanza y las mismas hijas se reían contagiosamente, Constanza me dijo en un momento que me acerqué a ella que era un vagabundo por prestarme a las vagabunderías de las muchachas y que no conocía esas facetas mías, solo atiné a decirle que no había visto nada aun, ella puso una cara de sorprendida irónica.

Me sentía ya más cómodo, los gritos de las "muchachas" me calmaron dándome a entender que yo podía hacer lo que quisiera. Mientras la canción seguía, me acercaba a Constanza y le restregaba mi paquete en sus piernas y se lo acercaba de un lado será de su cara, claro aun con la ropa puesta, ella sentada en la silla con las piernas cerradas y los brazos en su regazo no se movía solo miraba alegre el baile. Cuando pasaba por delante de las muchachas, ellas me tiraban de la ropa y me apretaban el paquete rápidamente.

Con las linternas hacían juegos de luces, me alumbraban unas mientras otras tocaban o movían las luces por toda la habitación, las veía beber copiosamente y estaban bien animadas, todas estaban parejas o sea tenían casi el mismo nivel de borrachera, por lo menos la mayoría, las hijas de Constanza no estaban bebiendo whiskey, si no cervezas, pero todas estaban bebiendo.

Cuando me di cuenta yo ya estaba más emocionado con el baile y la jodedera de las mujeres, me estaba acelerando y me creía el dueño del mundo, y de la fiesta, me sentía menos tenso, y aunque estaba más emocionado, no estaba excitado, mi muchacho se estaba portando bien, me acercaba a las hijas de Constanza y estas lo que hacían era reírse y mirar para otro lado y no veían mi pistón cerca de ella, y continuaba hacia donde estaban las demás, así di unas tres rondas más o menos sin quitarme nada aun. Se acabó la canción y empezó a sonar algo raro, Susana fue al equipo rápidamente y puso un disco de changa, música bailable de disco.

Antes de que comenzara a bailar de nuevo, Cristina se paró, detuvo la música un momento y dijo, señoras, lo que aquí pase, aquí se queda… están de acuerdo? Mire la cara de Constanza y estaba algo extrañada, pero su emoción era un poco mayor, las hijas de estas estaban más emocionadas aun, la tía y las otras dos hermanas también asintieron a modo de "bueno vamos a ver que es lo que?" y el resto gritaron "si" al unísono, la música continuó.

Esta ves me puse más acelerado ya estaba súper relajado y empecé a sacar la camisa lentamente del pantalón, me acerqué a Constanza y ella soltó un botón, me acerqué a Yelitza y esta soltó otro, luego a Ismenia y Lubdica, quedaba un solo botón y colocándome frente a Constanza arranqué el último botón haciéndolo saltar y accionando el grito colectivo, me saqué la camisa y la lancé al público que eufóricamente pegaba gritos y se peleaban por la camisa, a la final Gabriela se quedo con ella.

Frente a Constanza me paré con sus piernas debajo de mi, haciendo que mi bulto quedara a 5 centímetros de su estomago y senos, ella me miraba a los ojos y yo le hice señas de que me quitara la correa, ella rápida y nerviosamente la retiró, se la quite de las manos y haciéndola poner de pies la rodee y le di un suave correazo, haciendo pegar un grito de sorpresa todas gritaron más duro y pedían que le diera de nuevo. Así lo hice pero suavemente, la hice sentar de nuevo y me acerqué a cristina y la jale la hice darse vuelta y ella misma empinó el culo y le di un correazo más fuerte que pegó un grito de dolor y sorpresa, todas gritaron mas duro aun, magdalena estaba a su lado y se reía fuertemente medio borracha, senté a Cristina y tomé la mano de Magdalena, ella puso un poco de resistencia pero todas la alentaron a pararse, cuando lo hizo la volteé un poco y en vez de darle con la correa le di una nalgada suave a ella no le gustó mucho, pero como todas volvían a gritar y aupar a ella no le quedó más remedio que reírse un poco nerviosa

Continué con mi baile, acercándome a casi todas, pase por la hermana de Constanza pero ella era de las que menos se reía, fue entonces que Susana me tomó con una mano el bulto con fuerza y empezó a sacar el botón del pantalón con la otra, luego me separé de ella y me dirigí hacia Aurora y deje a ella el trabajo de bajarme el cierre y el pantalón, aprovechando cada momento para pasar la mano por que el paquete que estaba empezando a ponerse morcillón, a la vista quedo el bóxer de dibujos animados y la risa fue general acompañado de gritos, me acerqué a Constanza nuevamente y me senté suavemente en sus piernas, claro apoyado yo en las mías y empecé a restregarle en el estomago mi paquete ella lo sentía y reía nerviosa, muy nerviosa.

Le tomé las manos y se las ubiqué en mis caderas, ella apenas las dejó allí no hacia más anda y se estaba poniendo roja, más de lo es, las hijas estaban muy emocionadas y aupaban su madre a que me bajara el short, ya todas decían "que se lo baje, que se lo baje", ella puso sus manos a cada lado de las ligas y empezó a bajarlo, pero no pudo hacer mucho, apenas bajo la parte de atrás dejándome las nalgas afuera cubierta por una tanga negra, me salí de sus piernas y la tomé de las manos y la jalé hacia a mi, ella se puso de pie y la guié a que se pusiera detrás de mi, tomé sus manos y la hice que me recorriera el cuerpo hasta llegar al bóxer, antes de que me lo bajara hice meter una de sus manos dentro de la liga y que palpara el paquete morcillón. Ella soltó un suspiro de asombro abriendo mucho los ojos, las muchachas que sabían gritaron y aplaudieron y silbaron y brincaron, las demás se dejaban contagiar y reían y gritaban también.

Constanza asombrada lo palpo en el corto tiempo que mantuvo su mano adentro y sacó la mano un poco más emocionada y se dispuso a bajar el bóxer me acordé que el bóxer tiene botones para ser arrancados, no se lo permití, si no que la senté de nuevo y colocándome donde estaba antes, agarré las piernas del bóxer por detrás y les di un tirón, quedando mi morcillón muchacho bien marcado por la tanga negra, todas gritaron nuevamente en una ola de histeria, yo también me estaba poniendo histérico y me estaba empezando a excitar, Ivania se paró y le dio toda la fuerza a las luces dejando todo más claro, ella quería ver bien lo que allí había. Con las luces más claras pude ver la cara de todas, las antiguas conocidas estaban muy alegres y bebían más rápido mientras iba pasando el tiempo, las nuevas miraban y miraban con algo de asombro el bulto bien marcado, me acerqué más a Constanza y ella con cara de asombro no apartaba de mi bulto la vista ella no lo quería tocar, después de negarse tres veces, me separé de ella y me fui a donde estaba su hermana.

Coromoto ni corta ni perezosa me lo agarró con fuerza por encima de la tela causándome un poco de dolor, ella de inmediato lo soltó y me pidió disculpas, no le di importancia y ahora ella comenzó a sobarlo haciendo que se pusiera más largo con dificultad, yo separé un poco la liga para que se estirara a plenitud pero no lo deje salir, y quedó de la misma forma pero más grande.

Todas gritaban emocionadas y empecé a pasarlo de una en una, a la izquierda de Coromoto estaba Carolina, pero no fui hacia ese lado si no al contrario, ella seguía con la vista mi paquete, ye me dirigí a la derecha de Coromoto y allí estaba Yelitza, ella hizo lo mismo que Coromoto lo sobó y apretó suavemente sintiendo al morcillón por todo lo largo, Constanza en la silla se volteó para verlo todo, pase entonces a Ismenia y esta también lo palpó, luego Aurora ella me lo sobó con las dos manos y así sucesivamente, luego de Magdalena, Cristina, ella me apretó las nalgas mientras Magdalena sobaba tímidamente el paquete, y luego se apoderó ella le mi hombría, en el medio de los dos muebles estaban Lubdica e Ivania, estas también sobaron a discreción, pase Gabriela tenia un vaso en la mano de whiskey y se lo quité y casi me lo bebí todo, quería ponerme más ¡happy! Ella aprovecho sus dos manos para hacer lo que las demás hacían, la dueña de la casa tomo la iniciativa y me jalo hacia ella apartándome de Gabriela que puso mala cara y todas rieron, la señora de la casa me apretó las bolas sutilmente mientras me apretaba la cabeza con su otra mano, miré a mi suegra que estaba a su lado y no me apartaba la vista del bulto, cuando terminé con Susana salte a mi suegra y pase hasta donde estaba Natalia todas pegaron sendos gritos de desaprobación y me mandaron a devolver un puesto hasta donde estaba mi suegra, me detuve frente a ella y me comencé a menear provocativamente acercándome mucho a ella, ella no hacia nada solo me lanzaba miradas de desaprobación, pero la única respuesta que obtenía de mi era un sonrisa irónica y perversa, además todas gritaban que "¡que lo sobe, que lo sobe!" hasta Constanza gritaba y las hijas y la hermana, en fin, todas.

Mi suegra se armó de valor (que valor, ni que valor, solo se quitó un poco la mascara) y llevó las manos a mi paquete y cuando me tocó, todas gritaron nuevamente de jubilo, celebrando y le decían a la suegra que era una pervertida, ella no le quedó más remedio que reírse y amenazar a todas de que eso no podía salir de allí por que si no las mataba, más risas mientras ella reconocía lo que le pertenecía a ella más que a todas las allí presente. Todas decían comentarios obscenos y reían alegremente, después que mi suegra tuvo lo suyo todas le decían que ya, que dejara para las demás y que no se acostumbrara, pasé a donde estaba Natalia y esta más segura que las demás, lo tomó por la base y lo apretó duro haciendo que creciera un poco debajo de la fina tela y agarrándome una nalga me pegó hacia ella y pegó la boca de la cabeza que se marcaba sobre la tela. Histeria total.

Todas gritaban y aullaban, Conti a mi izq, estaba absorta en lo que pasaba entre la boca de Natalia y mi paquete, con los ojos abiertos y la boca más abierta aun, no se si fueron ideas mías, pero creí ver que con su boca levemente simulaba los movimientos de Natalia en mi paquete, cuando Natalia me soltó me acerqué a Conti y me le puse en frente, de inmediato hubo un pequeño silencio, solo la música se escuchó, ella volteó a ver a su mama, esta en la silla respiraba agitadamente la miró por un momento y todas empezaron a decir que la dejara que ya era grande, Cristina le dijo dale tu ya eres mayor, y la tía Coromoto le dijo dale, esa ultima fue decisiva pues apenas terminó la tía de decirlo cuando Conti ya tenia las manos sobre el bulto.

Ella apretó suavemente y de inmediato apretó más duro, palpando. Se mordía los labios y sus ojos tenían un brillo de éxtasis, el gran pecho le subía y le bajaba rápidamente, mientras los finos y delicados dedos acariciaban la tela, alguien dijo ya, no se quien fue, pero mi muchacho creció un poco más que ya empezaba a formar la carpa, bailando delante de todas me dirigí a donde estaba Carolina, esta estaba roja de la pena, me le puse enfrente y le bailé cadenciosamente, me le acercaba cada vez más y ella no se decidía a tocarlo, todas aupaban incluso Conti, la que no decía nada era Constanza, solo miraba.

Ella a la final se decidió y lo toca muy tímidamente, la más tímida del grupo, pero me quedé allí dejándola que ella la tocara más tiempo, creo que fue la que más duró tocándolo hasta que se sintió más libre y masajeó suavemente mi ya casi duro sexo.

Me retiré tome un trago del vaso de la señora Ismenia, y me dirigí hacia Constanza, a ella le tocaba me puse a menearme muy sugestivamente frente a ella, me le acercaba y me alejaba hasta que me coloque sobre sus piernas nuevamente y le restregué mi paquete entre sus senos, ella estaba emocionada pero tenia pena, lentamente ella fue levantando sus manos hasta que lo tocó y palpó con mucha delicadeza y parsimonia, lento y suave por todo lo largo que la prenda permitía, me le acerqué un poco más levantándome en punta de los pies y lo puse más cerca a su cara, ella se echó hacia atrás y evito que yo se lo pegara, todas gritaban y le decían que lo besara, que se lo comiera que era todo de ella, me retiré nuevamente me tomé otro trago, y me paré un momento, les dije que ya empezábamos la ultima parte.

Me tomé dos tragos más, estaba más eufórico y quería seguir con el espectáculo me había entusiasmado, me puse a bailar más lentamente frente a todas y Constanza, me fui quitando la franelilla negra que una tenia puesta, lentamente la fui levantando dejando al descubierto mi barriga mediana, y mi pecho donde más o menos se marcan la existencia de unos buenos pectorales, y lo que más sobre salen son mis cauchos laterales, pero las féminas estaban alborotadas más aun, Cristina silbaba muy duro con los dedos en la boca, alguitas gritaban y aullaban, la que menos hacia era Constanza, ello solo se dedicó a mirar.

Empecé a insinuar que me iba a quitar la tanga metiendo los dedos por los lados, todas gritaban que me lo quitara, pero o bajaba un lado y subía el otro, entonces doblando mi cuerpo hacia adelante y tapando mi miembro con el torso inclinado, me saqué la prenda y tomándola con la mano derecha me tapé el tallo a medida que iba subiendo, cuando me puse erecto lo único que me tapaba era la mano con la prenda, todas gritaban hasta el desespero los gritos eran mucho con demasiado, pase caminando delante de todas, ellas alargaban las manos a ver si me quitaban la prenda, y a más de una rechacé con una sonora palmada en sus manos, y me agarraban las nalgas y me daban pellizcos.

Me paré frente a Constanza y quité mi mano quedando la prenda sobre mi tallo, todas le gritaban que lo descubriera, como ella no lo hizo yo simplemente empecé a menearlo un poco y ella se deslizó a lo largo cayendo entre sus piernas, quedando frente a ella, ella lo miró con miedo asombrada o algo perturbada diría yo, ella lentamente fue levantando las manos, y lo tocó y acarició suavemente, todas gritaban más, algunas se habían parado de sus puestos para acerarse y mirar más de cerca lo que hacía Constanza.

Mientras ella lo tocaba empezaron a corear "que lo bese, que lo bese" ella las miró con cara de que no le pidieran eso, pero ellas arremetieron más fuerte, ella les puso nuevamente una cara de desgano o algo de asco no se, lo que si se es que la señora Susana salio del grupo y fue a la cocina, y se trajo un pote de crema batida para fresas, ella me lo dio y como Constanza no quiso besarlo, me puse a bailar meneando el rabo casi duro delante de todas y a la vez iba batiendo la lata de crema, ella alargaban la mano y me lo tocaban y agarraban y le daban un corto pajazo, cada vez que una lo tocaba todas gritaban, me aproximé de nuevo a Constanza y más grande aun se lo puse cerca de la cara, ella estaba muy nerviosa su respiración era entrecortada.

Llevé la punta del pote de crema sobre la cabeza y di un apretón corto y de inmediato una mota de crema quedó en la punta de mi tallo, me lo puse un poco más cerca, todas gritaban y la aupaban, pero su pena pudo más, y no lo besó, se me ocurrió una idea perversa y me arrimé hasta donde estaba Conti. hasta aquí todo iba bien.

Apenas me acerqué Conti tomó mi tallo y acercó su cara a el y de un solo movimiento se metió la cabeza en su boca y embarrándose el labio superior de crema batida. Después lo que pasó fue el desbarajuste, histeria total, todas gritaban y aullaban, Natalia a su lado se le perdía la vista en mi tallo y la boca de Conti, mi suegra suspiraba agitadamente y gritaba de manera obligada acompañando a las demás, Susana en silencio tenia los ojos puestos en la acción de Conti, las demás gritaban eufóricas y Constanza estaba con la boca abierta asombrada de lo que hacia su hija la mejor, esta me pajeaba el tallo y me chupaba la cabeza y lamía el resto de crema batida. Cuando por fin se despegó las mujeres le gritaban celebrando su osadía, ella llevó sus manos para quitarse la crema que tenia en el labio superior y parte de la nariz, yo la detuve, me agaché un poco y la besé pasándole la lengua por donde había crema y aproveché para jugar con su lengua un breve momento, cuando terminé ella se relamió los labios y con una sonrisa miró a todas que la aupaban. La madre tenía una cara de sorpresa que la quijada casi la tenia en el pecho, Conti miró a su madre y le sonrió pícaramente ladeando la cabeza y alzando los hombros

Me alejé un poco y meneando mi tallo, lo volví a llenar de crema y me dirigí hacia donde estaba Yelitza, esta ni lo pensó, se lo metió a la boca y también lo chupeteó y lamió hasta dejarlo limpio de crema, volví a llenarlo de crema y me devolví hacia donde estaba Susana la dueña de la casa, esta tomó mi tallo lleno de crema nuevamente y antes de metérselo lamió la crema y luego procedió a darme un fuerte chupada, mientras me pajeaba, cada vez duraban más chupando, mi tallo estaba duro a tope, cuando por fin ella me soltó, le eche crema nuevamente y pasé a donde estaba Coromoto, esa era una diabla, ella me lo chupó como las actrices pornos, pasó la lengua desde las bolas hasta la punta y volvía de nuevo a ellas, me chupo rápida y fuertemente y pajeaba con la misma intensidad, apenas se podían meter la cabeza y dos o tres dedos cuando mucho de tallo.

Todas las demás lo que hacían era gritar y celebrar cada chupada, ya algunas denotaban un alto grado de borrachera, alegres y gritando como gallinero alborotado, me solté de Coromoto que quedó con ganas de más y me dirigí hacia doña Ismenia y esta sin ningún tipo de pudor lamió la crema y se lo metió, daba largas chupadas y trataba de meterse lo más que podía con la cabeza adentro chupaba y con la lengua presionaba mi glande con su paladar, después de como más de un minuto la solté y me dirigí hacia donde estaba Gabriela, esta estalló en risas nerviosas y amagó dos veces y las gallinas se alborotaron más, ella se decidió y paso un corto lengüetazo debajo de la cabeza antes de chuparla con la crema batida, ella estaba algo nerviosa y a veces lo soltaba para reírse con algo de pena, a ella también le quedó crema en los labios y me acerqué a su boca para lamerla, pero ella fue tajante y no me dejó hacerlo, algunas la abuchearon por no dejarse, pero no me importó puse crema nuevamente y pasé a Cristina, esta como buena mamadora, me lo chupó muy bien, y se notó que se dejó embarrar los labios de crema, los cuales limpié con mi boca cuando ella soltó mi tronco, y me chupó los labios con fuerza, a su lado estaba Magdalena apretándose los muslos con las manos, estaba nerviosa y vi que no quería que me acercara a ella, así que la dejé tranquila y me dirigí hacia donde estaban las hermanas, Ivania fue la primera que lo chupó como desesperada sus ojos se perdían mirando lo que sobraba de tallo, luego Lubdica casi la aparta para ella probar ni siquiera dejó que le pusiera crema y se lo metió de un solo golpe, también chupó como degenerada y fuertemente.

Luego me dirigí hacia donde estaba Aurora y esta también con mucho deseo lo chupó y me las dejó más limpia que las demás, le lamí algo de crema en los labios. Por un momento miré a Constanza y esta se estaba empinando un trago, me acerqué a ella y colocándome sobre sus piernas me le acerque a su oído y le dije suave y melosamente -esta noche es tuya y debes estar lo más sobria posible por que esto es solo el comienzo. Después le di una lamida de oreja y noté como se estremecía y su piel se ponía de gallina.

Me eché crema en mi tallo duro y me dirigí hacia donde estaba Carolina, esta ni corta ni perezosa lo tomó y también me dio una chupada muy suave, muy tierna diría yo ella me miraba con sus ojos verdes como buscando aprobación y le mostré con mi cara mucho placer, la besé aunque no tenia crema en la boca, y su gran lengua invadió toda mi boca y me chupo la mía fuertemente.

Eche crema nuevamente y me dirigí hacia donde estaba Magdalena, esta puso cara de pavor, pero todas le gritaban que lo hiciera que la chupara, ella tenia una boquita pequeña pero si le cabía la cabeza y lentamente con miedo se fue acercando con una resistencia vencida y dispuesta a no desaparecer, finalmente ella metió la cabeza obligándola a ella a abrir lo más que podía su boquita. Todas gritaban, ya empezaba a notar a algunas con ronquera de tanto gritar.

Mientras ella me lamía miré a Natalia que no veía la hora de que le tocara a ella, mi suegra estaba tranquila ella pensó siempre que no me iba a acercar a ella, pero yo sabia que las mujeres allí no la iban a dejar tranquila hasta que ella llevara su parte, cuando Magda terminó me le acerqué y la besé tenia toda la boca embarrada en crema, ella me besó también y que divino besa, a pesar de tener los labios muy finos, besa muy, pero muy bien, quedé encantado son esa boquita y mi tallo se puso más duro mientras la besaba.

Luego me dirigí hacia donde estaba Natalia, esta se levantó de su puesto me quitó la crema y me untó en las tetillas, y me empezó a dar una chupada increíbles, con fuerza y usando los dientes hizo que la piel se me erizara y más cuando llevó una de sus manos a mis nalgas y me clavo las uñas más o menos con sutil fuerza, todas volvieron a gritar y aullar en manadas por esta iniciativa de Natalia, algunas decían yo también quiero, otra ronda, algo así escuché entre la bulla de la música y la algarabía de las muchachas.

Natalia me chupó las dos tetillas y me las dejó ardiendo y supersensibles, se arrodilló y llenándome el tallo de crema me lo chupó como ninguna lo había hecho, mientras me apretaba las nalgas con las uñas, empecé a sentir la contracción de mis bolas y si seguía así iba a estallar en su boca, y creo que eso era lo que quería, cuando todas empezaron a reclamarle y que le tocaba aun a María José y a Constanza, mi suegra puso mala cara y trato de negar su turno, yo me separé de Natalia no sin antes darle un beso ardiente. Me dirigí hacia donde estaba mi suegra.

Todas empezaron a gritar y ella me veía con cara de que no le hiciera eso, por lo menos no allí, igual empecé a bailar suave de forma provocativa mientras Natalia colocaba un poco más de crema en mi tallo, todas empezaron a decir –Que lo chupe!! Que lo chupe!! Inclusive escuché la voz de Constanza decirlo y me volteé a verla ya estaba más animada le vi en sus ojos las ganas de que le tocara a ella, le sonreí con perversidad en mis ojos y se sintió perturbada por un momento. Lo bueno es que mi muchacho estaba más relajado las ganas de acabar se disiparon por un momento y mi suegra no se decidía, intento pararse pero Susana y Natalia se lo impidieron, y me hicieron subir al mueble, coloque los pies a cada lado de las piernas de María José y me agaché un poco acercando mi tallo a su cabeza que estaba pegada del espaldar del mueble y ya no podía echarse mas atrás, en el ultimo instante me miró con mala cara como diciendo –me las vas a pagar, y se entregó a darme una mamada de campeonato, embarrándose toda la cara de crema.

Bueno eso fue el acabose, todas gritaban y silbaban, aullaban y aplaudían, y aproveché la posición para meterle y sacarle la cabeza de su boca como si la estuviera bombeando y por un largo rato lo hice, nuevamente empecé a sentir el estremecimiento de una inminente venida.

Me detuve y ella tenía crema en la boca, las muchachas me pidieron una vez que la besara, pero a eso si no le hice caso, ya que un beso para la mayoría de las personas, es más intimo e implica mucho más que una mamada y seguro todas pensaron lo mismo, porque no volvieron a pedir que la besara.

Aprovechando el descanso, me dirigí a la cocina rápidamente y con un paño me limpie bien toda la crema que tenia regada en mi lampiño pubis, piernas y parte de mi estomago y pene por supuesto, y salí nuevamente, todas hablaban y cuando me vieron empezaron a gritar ¡Constanza! ¡Constanza! ¡Constanza!... me dirigí al dimer de la pared y bajé las luces un poco y bailando eróticamente me acerqué a Constanza ella estaba respirando fuertemente, me le senté en las piernas y la besé mientras ella tomaba mis nalgas desnudas y me las acariciaba, un rato después de besarnos me paré y puse mi miembro cerca de su cara, ella estaba roja de la pena, y hasta sus hijas le decían que lo hiciera, pero ella no se terminaba de decidir, fue cuando tomé y le quité la chaqueta pequeña que tenia puesta y debajo del verde vestido pude notar como sus pezones se marcaba fuertemente.

Arrojé la chaqueta al publico que empezó a gritar nuevamente, hice parar a Constanza la voltee colocándola de frente a la audiencia y me le pegué por detrás colocando mi tallo entre sus nalgas como ella era más alta que yo, apenas la podía besar en el cuello pasé mis manos debajo de sus brazos y me apoderé de sus pezones apretándolos suavemente, unas linternas nuevamente alumbraban el lugar de los acontecimientos, sentí que se le doblaban las piernas y se estremecía, ella echó su cabeza hacia atrás y no le importó que sus hijas estaban allí, estas estaban emocionadas de la alegría y hasta excitadas diría yo, a más de una las vi meterse las manos entre las piernas y estas las apretaban con fuerza.

El vestido de Constanza tenia una abertura por un lado y por allí metí una de mis manos, cuando estaba llegando hacia el triangulo del placer ella me tomó la mano con fuerza sobre el vestido, ella me dijo lastimeramente que no, que me detuviera que no siguiera, me detuve le lancé una mirada interrogativa a mi suegra y esta le preguntó al oído algo a Susana, esta de dirigió hacia un pasillo y mirando a la suegra nuevamente le hice señas del morral, ella entendió y me lo dio, mientras tomaba de la mano a Constanza y seguía a la dueña de la casa, todas celebraban, aplaudían y vitoreaban a Constanza le daban animo y que disfrutara que esa era su noche.

Ella se dejó arrastrar en silencio mirándome a los ojos fijamente, llegué a la puerta señalada por Susana la abrí, entré al cuarto con ella quien había puesto una ligera resistencia, pero cedió al escuchar a Susana decirle que entrara y que por esta noche se olvidara del mundo, cerré la puerta y pude ver que la cama, en la mesita al lado había una champaña en una hielera y dentro de estas habían unas fresas y al lado un par de copas.

Coloqué el bolso a la pata de la cama y me acerqué a Constanza ella se había quedado al lado de la puerta cerrada, la tomé de las dos manos y la llevé al lado de la cama, mire a mi alrededor y allí había un equipo de sonido pequeño, revise rápidamente y puse un disco de Andrea Bocelli y lo programé para que se repitiera cuando terminara.

Apagué la luz del cuarto y encendí una lámpara que estaba en la mesita donde estaba la champaña. Me acerqué a ella que había seguido todos mis movimientos con la cabeza sin moverse de su sitio, me coloqué detrás y le bajé el cierre del vestido, saqué las tiras de sus hombros y el vestido se deslizó suavemente por su cuerpo para arrugarse a sus pies, no tenia sostén, pero si tenia un hilo dental verde claro de encajes que de inmediato se perdía entre sus nalgas grandes redondas, donde algunas estrías se hacían notar como huellas de garras, pero tenia muy buena forma, toda su espalda estaba cargada de pecas.

Le pasé los dedos suavemente desde la mitad de las piernas subiendo por sus nalgas hasta llegar a sus hombros y bajar por sus brazos, me separé un poco de ella y la rodeé examinando la silueta de sus curvas, tenia una barriguita, pero a esa edad quien no la tiene? Solo l@s fanatic@s del los Gym, además siempre es bueno tener donde poner la mano y poder agarrar algo, ya frente a ella de nuevo tomé sus manos, su mirada era de miedo, pero no un miedo de terror, si no un miedo a lo que estaba sintiendo, respiraba de forma agitada, su cuerpo con apenas tocarlo se ponía de gallina, se estremecía violentamente, sus senos eran grande parecían melones, estaban un poco caídos, es inevitable, por el tamaño y el tiempo, pero eran redondos, tanto anchos como abombados, y una aureola mediana y arrugada por la excitación de color rosado cuyos bordes se perdían en el mar de pecas de su pecho y lo blanco de sus senos. Un par pezones largos y duros daba clara demostración de la excitación que Constanza tenía en ese momento.

La guié a la cama y la hice acostarse boca abajo, le quité los zapatos y metí la mano en el morral y saqué dos aceites para masajes, tomé el de olor a fresa y me acomodé sobre sus piernas y mi tallo morcillón ahora, descansó entre sus nalgas, nuevamente su piel se pone de gallina y la recorre el estremecimiento, sus respiración es más fuerte más agitada. Coloco un poco de aceite sobre la parte baja de la espalda, allí comienzo a darle un suave masaje, recorriendo con mis dedos todas sus pecas en sus espalda, mis manos de una vez acarician sus nalgas, nuevamente su piel se pone de gallina y se estremece, recorro los lados de sus senos, su nuca, sus hombros y bajo nuevamente hacia sus nalgas, me levanto un poco y tomo las tiras laterales de su prenda y las bajo de manera firme y lenta, ella lleva sus manos a las mías para detenerme, pero su consciente y deseosa cadera le eleva para que la saque, y no lo puede evitar, húmeda de jugos calientes y olor penetrante, la prenda termina en el suelo después de hundir mi cara en ella por unos segundos.

Nuevamente mis manos recorren sus nalgas y piernas y de nuevo hacia arriba las paso por su raja sin invadirla, subo a cintura y palpo los senos, subo por sus hombros y nuca. Comienzo a bajar nuevamente, por el centro de su espalda, donde esta se eleva por las bocanadas de aire que ya esta tomando, llego al final y sigo de largo hacia el canal, mis dedos resbalosos y con el aroma a fresas silvestres paso el canal apretado, llegando hasta su irreverente orificio, apretado al momento de tocarlo, y acariciarlo, acompañado de un espasmo nuevo en su cuerpo y sus músculos se ponen tensos. Sigo de largo y una humedad caliente se confunde con el aceite de mis dedos y unos pliegos delgados, me dan la bienvenida.

Un suspiro, un gemido y un estremecimiento aun mayor, acompañaron a una oleada de flujos que salieron en el momento que uno de mis dedos entró fácilmente en su sexo, no se para ella cual ha sido la intensidad del mismo pero ella estaba llegando en ese momento. Ligeras convulsiones la estaban haciendo temblar, cada vez que mi dedo entraba y salía suavemente de su sexo. Saco mi dedo por un momento y la hago girar sobre si quedando en el centro de la cama, ella tenía los ojos cerrados y nos los abrió. Meto la mano en el bolso y tomo un lubricante con sabor a fresas también, y derramo un fino chorro por sus senos pecho estomago y dejo caer un poco más sobre su pequeño y bien cuidado bosque de otoño, pero no por la edad si no por el colorido naranja, como las fotos de esas calles en las ciudades nórdicas en épocas de otoño.

Mis dedos recorren su vientre regando el lubricante, subo a sus abombados senos y los acaricio por completo, solo con las dos manos podía cubrirlos completamente cada uno, sintiendo como el pezón se escapa entre ellas, sus senos son suaves abombados, de piel fina, y pezones duros, por un momento los amaso con un deleite preagónico, donde mi tallo endurece rápidamente, despego sus brazos del cuerpo y hago que los coloque por encima de su cabeza, dejando las axilas descubiertas, bien lisa y cuidada, riego el lubricante aromático hasta allá, y parte de sus brazos, y bajo nuevamente a su vientre.

Me bajo de sus piernas y me acuesto a su lado apoyando mi cabeza en mi mano izq., y admirando su gran cuerpo. Ella abre los ojos y me mira, una tierna sonrisa se dibuja en su rostro, y la sonrisa desaparece rápidamente y los ojos se cierran de nuevo cuando mis dedos caen directamente en su bosque inundado de flujos y lubricante, con una de mis piernas hago que ella separé las de ella, y mis dedos recorren libremente su sexo, abro sus labios y dejo pasar un dedo, ella abre los ojos y me mira indecisa en si brincarme encima o quedarse inerte, noto si indecisión y saco el dedo húmedo y me lo llevo a la boca, ella lo sigue con laminada y deseo reprimido, lo bajo de nuevo y lo hundo sacando más jugos, y nuevamente lo subo… a su boca. Ella me mira fijamente mientras mi dedo aparece frente a su boca.

Abro la mía para que ella me siga y abre la suya también y dejo que mi dedo entre libre, ella lentamente cierra su boca y empieza a darle una suave chupada, cerrando los ojos. Lo lame con mucha suavidad. Saco mi dedo de su boca y la llevo a la mía, lo chupo y me acomodo encima de ella sin dejar de mirarla, acoplo nuestros cuerpos, mi tallo quedó a lo largo de su línea divisoria, mi pecho quedo sobre sus montañas, mis manos tomaron las suyas y… …y… …y… …nada, estaba esperando que ella subiera sus piernas y me rodeara la cintura pero no ella las dejo simplemente abiertas.

Un beso tan suave como ardiente hace de nuestras bocas un campo de batalla solo para dos, su lengua larga y gruesa, me invade toda la boca, la chupo como su fuera el clítoris más grande del mundo, la acaricio con los dientes y muerdo con mis labios, fui un claro perdedor en esa batalla, su gran lengua era grande y fuerte, pero era el perdedor más feliz. Mientras mi tallo recorre todo lo largo del pliegue vaginal con ligeros movimientos de cintura. Ella también se movía y presionaba muy levemente casi imperceptible, cuando yo me detenía, ella también lo hacia, no seguía se quedaba a esperar a que yo actuara.

Cada vez era más notable su excitación, lo sentía por debajo de mi tallo, su respiración, sus ojos, en sus manos y su vientre, arqueo mi espalda, elevo mi trasero y mi tallo solo va descendiendo hacia su entrada, en tres o cuatro intentos logro colocar la cabeza en la entrada y mirándola a los ojos, empiezo a meter firme, con fuerza y lentamente mi tallo, que después de vencer una pequeña resistencia a mi cabezota logra meterse milímetro a milímetro hasta llegar al final. Ella abrió sus ojos y su boca y un gemido mudo que solo mis ojos vieron.

Suelto una de sus manos y tomo una de sus piernas por la rodilla y la elevo rodeando mi cintura y colocando su pie en mi espalda muy cerca de mis nalgas, hago la misma operación con la otra, abro mis rodillas y quedo mejor acoplado con ella.

Y empecé un lento bombeo que duraría algo así como 5 minutos, mientras simplemente nos besábamos hasta que un nuevo orgasmo invadió su cuerpo, su sexo era caliente y bien suave su cuerpo estaba caliente, a veces sentía unos ligeros apretones, luego me detuve y elevé mi tronco, la hale por los brazos y la hice sentarse en mis piernas, se guindó de mi cuello mientras la tomaba por las nalgas, y empezaba a bombearla suavemente ella apoyó sus piernas en la cama y me ayudó con el peso, sus movimientos eran algo flojos pero en pocos minutos ya había agarrado el ritmo.

Un nuevo orgasmo la lleno de espasmos musculares y fuerte respiración acompañada de gemidos guturales y uno que otro gruñido. Nos detenemos un momento mientras nos besamos de forma desaforada, con fuerza apretaba sus nalgas y las estrujaba mis manos no podían llegar a su orificio así que me fui girando lentamente y me deje caer hacia atrás y ella encima de mi, yo con la cabeza en la almohada tenia un buen panorama, y abajo vi mi tallo dentro de su sexo.

Ella se acomodó, dobló las rodillas y se inclino hacia delante y sus senos quedaron en mi cara, los tome con ambas manos y los amasaba a medida que lo chupaba con mi boca alternándolos, ella sola empezó a moverse sobre mi tallo, se restregaba, sobre el y sin ritmo fijo buscaba su propio modo de darse placer, hasta que después de un rato ella sola bombeaba y cada vez lo hacia más rápido.

Empezó a gemir sonoramente, mientras yo chupaba con fuerzas sus pezones, mis manos en sus caderas ayudaban a mantener la velocidad y el ritmo, su cabeza buscaba mi oreja o mi cuello y me pasaba la gran lengua rápidamente, me hizo soltarle los senos y metió su lengua en mi boca, se dejo caer sobre mi pecho y me besaba como si fuera se fuera a acabar el mundo en un rato. Y un violento orgasmo la hizo desfallecer encima de mi.

La hice acostarse a mi lado boca abajo y de inmediato me monte encima de ella, coloqué una almohada debajo de su abdomen, y con mis piernas dentro de las suyas fui acomodando mi tallo en la entrada de su sexo desde atrás, estaba muy húmeda y caliente y antes de meterla pasé mi ancha cabeza desde su raja a su ano y viseversa, al final una vez que lo metí, empecé a bombear rápidamente haciéndola gemir ininterrumpidamente, a punto de tener un orgasmo ella, me detuve, levanté una pierna y metí la de ella, luego con la otra coloqué la de ella adentro, ahora estaba más apretado, me acosté completamente sobre ella y me apoyé en mis codos, comencé un rápido y violento bombeo, ella se apoyó en sus codos también y giró su cabeza para besarnos mientras yo continuaba bombeándola, aumenté la intensidad del pistón que hizo que ella me mordiera y me chupara fuertemente los labios y lengua cuando un orgasmo más fuerte la invadió y tuvo que soltar mi boca y morder la almohada, aumente el ritmo a más no poder, ella se contrajo fuertemente soportando el continuo orgasmo gimiéndole a la almohada.

Yo continué bombeando ya estaba por venirme y se lo hice saber y no me respondió, así que aguanté un pelín más y se la saqué, sentí como mis canales se sentía el correr caliente de mi leche y me vacié en su espalda, grandes chorros formaron una laguna y a cada disparo mis piernas se doblaban, dejando grandes gotas sobre sus nalgas que se movían aun al ritmo de su cadera. Y Exhausto caí a su lado boca arriba y respirando fuertemente.

Ella se fue calmando en la misma posición, me incliné sobre sus piernas y tomé una toalla en el morral y le sequé el semen de la espalda y senos, luego me acosté y la traje hacia a mi dándome la espalda, por un rato ella abrazos mis brazos que la tenían abrazada desde atrás.

Luego me paré y la tomé de la mano y la hice seguirme al baño, allí nos dimos un baño y nos enjabonamos mutuamente, luego salimos y nos secamos mutuamente, todo con una calma, como si fuerazo muy viejos conocidos o amantes en una época de romance, sin estereotipos y sin palabras.

En el cuarto ya, se acostó desnuda y yo fui suavemente besando desde los pies hasta su sexo hermoso, de bosque anaranjado y labios muy rozados, finos rodeados de otros más blancos y gordos, besé lentamente ya que estaba sensible aun, pero poco a poco ella misma me fue haciendo aumentar la intensidad de mi lengua y mis labios hasta que un nuevo orgasmo la hizo estremecer, la hice cambiar de posición y me acosté, ella entendió mi intención y me empezó a dar una mamada excelente que me puso mi palo bien duro, la tomé de sus caderas y la acomodé sobre mi, tendí mi mano hacia el suelo y en el bolso saqué un pequeño vibrador anal, que viene con un dispositivo de látex y dentro de este tiene una cámara de aire, a su vez tiene una manguerita y una pequeña bombita manual que hace se ponga más grande el lado de látex, lo unté con un poco de sus jugos que inundaban la entrada delantera, y mientras empezaba a chupar lo empecé a meter ella dio un respingo y me dijo que no que por allí no, le dije que no le iba a doler nada solo iba a disfrutar, ella quiso negarse nuevamente y entonces lo hundí de un solo golpe como es apenas más grueso que el dedo pulgar y estaba bien lubricado, ella solo dio un respingo y se quedó quieta como estudiándolo, luego de ver que no le hizo daño se quedó quieta.

Pronto un nuevo orgasmo la estaba invadiendo y yo a duras penas movía le pequeño aparatito con la mano y chupaba su caliente sexo, cuando estaba a punto de venirse, la hice gatear un poco y me coloque detrás y le metí mi dura tallo húmedo de su saliva en su sexo y empecé a bombear a la vez que encendí el vibrador, ella recúleo torciéndose y aguantando el orgasmo que de inmediato la invadió, aceleré un poco más y le di un apretón a la bombita, ella dio un pequeño respingo, y dos minutos después di otro apretón a la bombita, ella gimió pero estaba teniendo un orgasmo tras otro, aceleré un poco y en menos tiempo volví a dar otro apretón a la bombita ella gimió más duro y hundió su cara en la almohada elevando más el culo, tomé un lubricante y dejé caer un poquito sobre su ano penetrado por el ya no tan pequeño dedo mecánico.

Volví a dar otra apretada a la vejiga y un gruñido se escapó de su boca en la almohada, otro más y por último solo gimió, así que tomándolo por la parte que no entra, empecé a bombearlo, ella gemía y meneaba las caderas muy rápido y empujaba hacia a mi sus nalgas, le di una nueva bombeada a la bombita haciéndola chillar, y continué bombeando frenéticamente ambos orificios, en algunos minutos acabaría, así que saqué el ya no tan pequeño apéndice, inflado y vibrando, saqué mi sexo y metí el vibrador más o menos ya del tamaño de un pene de 12 o 13 cm. aprox. En su vagina, ella al sentirlo dentro se estremeció un poco pero para disfrutarlo, luego unté mi pene con lubricante y le eche a su ano otro poco, ella se dio cuenta de mis intenciones y quiso acostarse, no la deje y le dije que no se resistiera que el dolor iba a ser mínimo, y que iba a tener la mejor experiencia, el ano había quedado lo suficientemente dilatado para mi, el aparatito funciona para lo que es.

Le fui metiendo la cabeza en su rosado ano, me encuentro con la típica resistencia pero con un poco de fuerza y lubricante entró de un golpe pasando casi hasta la mitad de mi tallo, ella dio un grito y se fue acostando en la cama, yo para no dejar que se me saliera me dejo caer sobre ella haciéndola gritar de dolor, le dije que no se moviera que se quedara quieta para que dejara de dolerle, en mi tallo siento el vibrador con más fuerza que cuando lo tenia en su ano, en mis bolas se siente mucho más fuerte. Casi de inmediato ella empieza a mover su cadera el vibrador estaba haciendo muy bien su trabajo, entonces empecé un lento bombeo, ella empezó a gemir y a empujar su culo contra mi, con una pausa relámpago nos pusimos de nuevo en 42 (ella en cuatro patas y yo en dos) y tomándola de las caderas, emprendí un moderado bombeo que aumentaba rápidamente con los minutos.

Creo que no tardé mucho más de 5 minutos, con la velocidad que ya tenia y nada más oírla gemir por el prolongado orgasmo de la que era presa empecé a sentir que me venia, ella me tenía las muñecas apretadas con fuerza, a punto de acabar se la saqué haciéndola chillar al salir mi cabezota, ella temblando con los espasmos se tumba de lado y me le coloco en frente, recibe en su boca mi latiente sexo donde le da dos chupadas y gruesos chorros la llenaron, tragando un poco y otro poco saliéndose le de la comisura y cayendo en la almohada, ella siguió chupándome hasta que no salio más, me acomodé a su lado y la abracé besándonos y ella continuaba convulsionado, pensé que de verdad no había tenido un orgasmo tan fuerte, ella me devoró la boca y sus labios temblaban, después de un rato besándonos ella se acurruco en mi hombro con continuos espasmos, la abrase fuerte y ella también lo hizo.

De repente me dice al oído aun temblando, - sácalo. Pensé: Que le saque que? a que se…. El vibrador!!!, aun lo tenia dentro a mi se me había olvidado, metí mi mano entre sus piernas apretadas y un mar de flujos le chorreaban por una pierna, tomé el vibrador por la manguerita y se lo saqué lentamente, ella respiró profundamente y continuó con espasmos por un rato más y disminuyendo, lo apagué y lo dejé en algún lado de la cama. Respiró aliviada tomando mucho aire, y se me acurrucó nuevamente en el pecho.

-jamás pensé tener un orgasmo así en mi vida, es algo increíble, fascinante, es algo hermoso, no se como describirlo… gracias.

-No me lo agradezcas a mi, agradéceselo a tus amigas, ella fueron las que organizaron esto para que tu sintieras esto hoy

-son unas sinvergüenzas, como es posible que hayan llegado tan lejos… y tu como es posible que te hayas prestado para esto

-y es que acaso no te ha gustado?

-tienes razón si me ha gustado esto fue mucho con demasiado.

Me separé un poco de ella y me senté en la cabecera de la cama, la hice sentar a ella de frente a mi, tomé la botella de champaña, la destapé y tomé las copas, las llené y bebimos comiéndonos las fresas y hablando de trivialidades, de su vida de su trabajo y de sus hijos que son su orgullo.

Apéndice

Al salir del cuarto donde dejé a Constanza durmiendo, quedaban solo en la casa mi suegra, Susana y la señora Ismenia que por vivir lejos se quedaría allí esa noche, ya todas se habían ido incluso las hijas y la hermana de Constanza, metí en el morral la ropa que estaba doblada en la mesa y salimos, mi suegra en su camioneta y yo en mi carro, en el camino pensé en Constanza y las hijas, me hizo jurarle que no tendría nada con sus hijas, ya que era casado, y ella no quería eso para sus hijas, me dijo que me quería volver a ver pero que ahora tenia muchas más dudas y temor a casarse, aunque sentía que amaba a su novio, no era justo, simplemente le dije que los problemas sexuales se arreglan hablando, escuchando, observando y complaciendo, le regalé el vibradorcito, ahora tenia dos.

Entre ellas me contaba mi suegra en ocasiones que aun hablaban de esa despedida, y que Constanza nunca deja de preguntar por mí, ella y yo hasta el sol de hoy no hemos vuelto a tener relaciones, pero si nos tratamos como buenos amigos y cuando hay oportunidad hablamos como tal.

Ya en mi casa, fui directo al cuarto de lavado para dejar la ropa dentro de la lavadora y al revisar el pantalón halle adentro 6 papelitos con teléfonos de: Coromoto, Cristina, Yelitza, Conti, Susana, y el que más me sorprendió, Magdalena. Todos decían más o menos que las llamara en algún momento y mucho tiempo después tuve sexo con Conti, Magdalena, Cristina y Yelitza, Coromoto me ha llamado en par de ocasiones pero la verdad no hemos podido coincidir y Susana mi suegra me hizo prometerle que no, se reservó sus razones. Pero estas son historias que contaré más adelante en la serie Vivir.

Esa noche dormí con mi suegra, y pasamos el domingo haciéndolo como animales como desde las 10 am hasta casi las 3 pm, el resto de la familia llegó como a las 6 de la tarde, esa noche tuve que guapear como los buenos con mi esposa que llegó muy romántica y yo tenia que responder de igual o mejor forma, por suerte estaba de vacaciones y no iba a trabajar el lunes y podría dormir hasta tarde, que iluso fui… me había olvidado de Malu por un momento.

Continuara

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