Pink Stallion 3

Erni y Jake follan a lo bestia.

Dedicado a Tragapollas, el único de mil lectores que se ha molestado en dar su opinión. Gracias.

PINK STALLION

3

Expuse todas las prendas encima de la cama y las observé durante un rato pensando que me iba a poner para dar placer a mi hombre. Luego fui al baño, me hice un lavado de recto hasta que el agua salió cristalina, me duché, me puse crema hidratante por todo el cuerpo hasta que la absorvió y quedó como la seda, no tenía que depilarme o afeitarme, porque no había rastro de vello en todo mi cuerpo. Metí la canícula del gel lubricante y me hidraté el recto. Luego di rimmel en las pestañas, sombreé los párpados con un tono dorado, apliqué sobre mis pezones otro maquillaje color oro. Los labios sólo necesitaban un poco de brillo, nada más.

De todas las prendas excogí un tanga bordado de flores negras, unas medias hasta medio muslo que se ajustaban con un elástico de encaje negro y me puse unas bailarinas cuajadas de piedras multicolor. Me miré en el espejo. Me di el visto bueno y fui hacia el salón minimalista decorado en blanco.Me apoyé en el marco del arco que daba acceso a él.

Jake estaba sentado en el sofá de piel blanco.

Sus ojos se iluminaron y me indicó con un gesto que me sentara a su lado.

La visión que Erni produjo en Jake le dejó en un shock momentáneo, no podía imaginar que esa belleza andrógina le produjera tanta excitación, a él, al que siempre le había atraído los hombres con aspecto más viril, los más machos... y ahora tenía frente a él un ser precioso, pero con un aspecto andrógino... y sin embargo... sentía una excitación como hacía tiempo que no tenía. Indicó con un gesto que Erni se sentara a su lado. El chico se fue acercando a él, el bulto del tanga denotaba que también estaba excitándose. Llegó hasta él y se sentó a su lado. Jake le miró a los ojos, le acarició la cara y los hombros y sin decir palabra, le comió los labios.

Los dos se dejaron llevar por la pasión, Erni se dejaba morder y lamer mientras el hacía lo mismo con su amante, que le acariciaba el cuerpo, las piernas cubiertas de aquel tejido suave, la entrepierna endurecida bajo el tanga bordado... y el chico aprovechaba para morder los labios y la lengua del mayor, le arrancó la camisa, se amorrró a sus pezones hasta que se pusieron como pitones y entonces los mordió. La lujuria hizo acto de presencia como no lo habían vivido hasta entonces.

Jake se abrió de piernas para dejar vía libre a su chico y que hiciera con el lo que quisiera. Erni, le desabrochó el pantalón para meter la mano y dar un masaje a los genitales de su hombre, que respondió con un gemido y un bufido de placer. El chico le bajó de un tirón el pantalón y los bóxer para poder acceder a ellos sin impedimento y comenzó a lamer la tranca de su amante ya húmeda. Jugó con su capullo para luego coger la tranca y, mientras le masturbaba, masajeaba los huevos, los pellizcaba, los apretaba, lamía el glande, mordía el prepucio...

Se había vuelto loco de lujuria mientras que su macho jugaba con él. Metía las manos bajo el tanga y jugaba con su ojete, acariciaba las piernas cubiertas de aquella suave tela, metía las manos entre ellas para notar su piel, le olía el culo, le olía el cuerpo, le mordía y lamía el cuello y las orejas, mientras su chico se comía su miembro.

La excitación llegó a un extremo en el que los dos parecían a punto de estallar. Entonces, Jake giró a Erni, le puso boca arriba, le sujetó las piernas sobre sus brazos dejando el culo a su disposición y le penetró sin más, soló con la lubricación de sus jugos naturales. Puso el capullo en la entrada y empujó.

Erni estaba fuera de sí, la lujuria había entrado en su cuerpo y estaba dispuesto a hacer lo que su macho deseara. Cuando se dio la vuelta y le levantó las piernas, no pensó en nada más que se la clavara, que le follara en vivo. Abrió las piernas y dilató el ano para dejar entrar el aparato de su macho... y entró... y entró... hasta el final... y disfrutó cada instante en el que la tranca iba entrando en su interior e iba surcando los impedimentos hasta que sus huevos se aplastaron en su culo y el hombre mugió de gusto, entonces el chico emitió un agudo gemido de placer que sonó algo femenino, algo que al hombre le excitó de tal manera que le indujo a penetrarle con más fuerza de lo habitual.

El chico notó que la lujuria les estaba desbordando y se abrió más para dar entrada al miembro de su amado. Quería darle la oportunidad de que supiera que todavía era un toro semental y que podía joder con toda la fuerza de un hombre, quería que disfrutara de su sexo y lo hiciera con él, con su puto, con su amante, con su chico vestido de lencería femenina, esa sensación nueva para el hombre maduro que le había excitado hasta el límite.

Erni se sentía en éxtasis sexual, su polla aún cubierta del tanga bordado luchaba por librarse al igual que sus cojones que ya sobresalían de la tela, las medias caían sobre sus pantorrillas, las bailarinas habían desaparecido y su cuerpo estaba cubierto de saliva y de líquido preseminal de su amo. El olor a sexo invadía el cuarto acompañado de gemidos, mugidos y sonidos producidos por la penetración y por los morreos que se daban con un estado de excitación fuera de control.

La corrida fue apoteósica. Erni no pudo controlarse y se eyaculó como no recordaba desde la famosa cogida de El Chino. Jake no pudo contenerse al sentir los espasmos del ano de su amor en su cipote y estalló hasta que se quedó vacío. El chico aullaba de placer y el mayor mugía como toro herido, como si se le fuera la vida por la polla. Tal fue la corrida que al finalizar cayeron los dos sobre el sofá como marionetas sin cuerdas.

A partir de aquel día el juego erótico entre los dos fue el pan que les diera la vida. Erni se vestía con las prendas que Jake le regalaba y las sesiones de sexo cobraron vida... y así transcurrió mucho, mucho tiempo.

FIN

Espero que os haya gustado.

Voy a por otro relato de distinto tono... más duro. Espero que os guste.