Pinceladas biograficas de la puta de mi madre

Asi comienza todo. Pueden seguir las historias de mi madre en mi blog: http://perversionesmentales.blogspot.com/ Abstenerse personas de especial sensibilidad, y con prejuicios morales.

Antecedentes. Pinceladas biográficas de la Puta de mi madre

I

Soy un hijo de puta. Si, un pedazo de hijo de puta. Y no por nada en especial, sino por ser hijo de una PUTA, con mayúsculas.

Pero para mi esto no tiene nada de negativo, sino todo lo contrario, es para mi un verdadero orgullo haber sido afortunado con el hecho de ser parido por una de estas dignas mujeres.

Pero no todo es perfecto, porque me hubiese gustado se hijo de padre desconocido, que sería lo apropiado, y no del, maricón, picha corta y cabrón que la preñó.

Mi madre fue la más puta de las tres hijas de mis abuelos. Por cierto, mi abuelo resultó ser un chulo vicioso que vivió de cobrar los favores sexuales de mi abuela y es por esto que, tanto mi madre como sus hermanas, desde siempre habían visto el ir y venir de los hombres por casa cuando estos iban a follarse a mi abuela, puta de profesión, por lo que siempre habían tenido como algo normal las actividades que allí se realizaban.

Pero volviendo a mi madre. A la muy zorra se la habían follado casi todos los muchachos de su pueblo durante su adolescencia y juventud. Los chavales conocieron los placeres del sexo con ella, y ella había gozado con sus pollas como una loca. Su fama era tan conocida por toda la comarca que los jóvenes de otros pueblos venían a ver si podía disfrutar de sus favores. La mayoría lo conseguían porque a la muy zorrita la volvía loca, ya por entonces, que la follaran.

Pero el tiempo pasaba, y mi madre veía como sus amigas se echaban novios y poco a poco se iban casando mientras ella se estaba quedando sin pareja, ya que todo el que se le acercaba lo hacía solo para follársela, así que comenzó a tantear a los muchachos que por un motivo u otro no se emparejaban. Pero como estos sabían de su fama, la mayoría  la rechazaban como pareja, por puta.

Hasta que, como no, encontró al gilipollas que sería mi padre, un gordito picha corta y eyaculador precoz que nunca había estado con una mujer, y del que se decía que le gustaba que le dieran por el culo.

Así que fue mi madre quien lo desvirgó. Y aprovechando su inexperiencia se dejo preñar por él con la única intención de cazarlo. De aquel embarazo de mierda nací yo. Pero a la muy zorra le salió mal la jugada, porque, una vez casados, el cabrón resultó ser, a parte de maricón, un jodido celoso que durante muchos años la mantuvo a dieta, en cuando al sexo se refiere.

Pero naturalmente, durante el tiempo que mi madre estuvo bajo su dominio, no le había sido totalmente fiel, y mantuvo ocasionalmente algún escarceo amoroso a escondidas, con lo que pudo disfrutar de los placeres carnales que tanto le gustan. Y el primero que consiguió follársela después de casada, fue un hermano de mi padre, mi tío Salvador, que era un guaperas muy seductor.

A mi madre la ponía muy cachonda con sus bromas y juegos insinuantes, propios de un cazador sexual, y los que ella no pudo, ni quiso, resistirse.

Esa relación se izo cada vez mas intensa hasta que irremediablemente ella se enamoró perdidamente de él, o de su polla, porque conseguía que se correrse como una perra jodiéndola siempre con tal intensidad que la dejaba destrozada, por eso mi madre se volvía loca con él. Mi tío la hacía muy feliz.

De esta manera pasaban los días, follando cada vez que podían, y que con el tiempo esto fue casi a diario. Hasta que ocurrió lo que tenia que ocurrir. Se quedó preñada de él.

Se lo montaban tan bien que el gilipollas de mi padre ni se enteraba de lo que ocurría a su alrededor. Así que mi madre parió a mi hermano Antonino, hijo de mi tío Salvador. No se si supo o sospechó alguna vez de que el niño era suyo. Mi madre nunca se lo dijo.

Pero este idilio se fue alargando en el tiempo y la relación entre mi madre y mi tío se fue haciendo cada vez más intensa y lujuriosa, hasta que él fue dándose cuenta de que el vicio de mi madre no tenía limites, y como él no estaba enamorado de ella, comenzó a tener la idea de que podía ser una buena inversión para hacer dinero fácil, a ella no le resultaría difícil, ya que su padre izo lo mismo con su madre. Y mi tío debió pensar -Sera cuestión de tiempo-.

Pero por desgracia el cabrón de mi padre se tuvo que ir, por motivos de trabajo, a que le dieran por el culo a otro lugar y la relación de mi madre con mi tío se interrumpió algunos unos años.

Durante este tiempo mi madre fue muy desgraciada. Mi padre no sabía follársela como ella necesitaba y se merecía y además se lo hacía muy poco, por lo que mi pobre madre sentía verdadero asco cada vez que ese inútil le metía su mierda de picha en su hermoso y valioso coño, y no pudiendo evitar quedarse preñara otra vez, pero por suerte esta vez parió mi hermana María Ángeles, que, sorprendentemente, seria una hermosura de hembra.

Aun así, mi madre lo siguió pasando muy mal durante algún tiempo, pero afortunadamente se cruzó en su camino otro hombre maravilloso, Andrés, un compañero de trabajo de mi padre, alto, fuerte y muy apuesto que consiguió despertar en ella esa pasión que dormía latente en su interior, y como ella siempre ha sido muy caprichosa, se enamoró de él.

Andrés no tardó en darse cuenta de las insinuaciones de mi madre, y pronto comenzaron a tener muy buenas “relaciones”. Follaban siempre que podían. Había días que él le echaba hasta cuatro polvos. El tío estaba desatado. Mi madre no era para menos. Nunca había conocido a una mujer tan caliente, y tan puta. Y ella estaba loca de contenta porque hacía mucho tiempo que no tenía a un hombre con una polla tan grande y gorda, y tan vigoroso a su lado.

Durante todo el día mi madre no pensaba nadie que no fuera él. Esperaba su encuentro  con el ansia de una adolescente enamorada para entregarse a él en cuerpo y alma, para vivir esos gloriosos momentos en los que él la follaba incansablemente hasta dejarla agotada y satisfecha de tanto  placer que recibía.

Andrés sabía que mi madre se había enamorado perdidamente de él, bueno, no sé si de él o de su enorme polla, pero lógicamente a Andrés lo único que le interesaba de mi madre era su coño y lo bien que le mamaba el nabo.

Pero Andrés estaba tan encelado con ella que no calló en la cuenta de que, con tanto semen conque llenaba casi a diario a mi madre era inevitable que nuevamente se quedara preñada. Esta vez tampoco tuvo duda de quien era el padre de la criatura, y cuando se lo dijo, él le tuvo que dejar claro cual era la relación que había entre ambos. Que él no quería saber nada del embarazo ni del niño.

Naturalmente a mi madre esto no le importo lo mas mínimo, pues ella también lo tenía todo muy claro. Aria lo que haría lo que fuera con tal de seguir disfrutando de los placeres que Andrés y su polla le daban.

Hábilmente, la muy zorra se encargó de volver a hacer creer a mi padre que la había embarazado de nuevo. Y el pobre imbécil se lo volvió a tragar todo. Andrés podía estar tranquilo, pese a que siempre supo que el bastardo de mi hermano German era hijo suyo, jamás le prestó la más mínima atención...

Continuara.