Pillado por la Alicia (II)

Mirar primera parte en Hetero General. Tras follar con Alicia, Irene nos descubre desnudos y dormidos y aunque se hace la dura parece que al final no es para tanto

Me desperté sobresaltado, pensando que me ahogaba, una gran cantidad de agua había caído encima mía, de repente recordé que había estado follando con Alicia durante gran parte de la noche, recordé como había traído a rastras a Irene y como tras acostarla me había tendido una pequeña trampa y me había dado la gran oportunidad de follarla como había deseado tanto tiempo mientras la veía desnudarse a través de la rejilla.

  • ¿Que coño habéis estado haciendo los dos?

  • Joder Irene, te pusiste tibia a base de ron y whisky, te follaste a Ismael en toda mi cara, sabes que le tenía ganas y yo además estaba muy cachonda. Necesitaba una polla que me llenase de leche.

  • ¿Y tenías que follarte a mi hermano puta?

  • ¡¡¡Jajaja!!! No sabías que tu querido hermano usa la rejilla para espiarnos, ¿verdad?

  • ¿Que?

  • Si, el muy cabrón se la menea cuando entramos a ducharnos y seguro que no me ha visto a mi sola, seguro que a Ana y Caro también y mientras tanto se la meneaba como un mono...

  • ¿Es verdad Carlos? ¿Te dedicabas a mirar por la rejilla? ¿Cuantas veces lo has hecho? ¿A quien mirabas? ¿De verdad lo necesitabas?

  • Veras Irene, yo.... Buff.... Mi polla está siempre sedienta y aunque mi chica la contenta casi siempre necesito apaciguarla un poco en ocasiones y tus amigas están muy buenas...

  • ¿Solo a mis amigas? Seguro que estás tan salido que eres capaz hasta de mirar cuando viene Elena.

  • Joder Irene, Elena es nuestra prima,¿De verdad crees.....?

  • Ya me creo todo, nos espías y te pajeas mirando a mis amigas, te follas a Alicia en la cama de Papá y Mamá. ¡Eres un cabrón salido!

  • La que va a hablar... Te follaste al chico al que Alicia tenía puesto el ojo en su cara.

  • Estaba borracha e Ismael llevaba mucho tiempo tirándome los tejos, está muy bueno y yo necesitada, dos más dos son cuatro.

  • Pues como yo, necesitada – Respondimos Alicia y yo a la vez.

  • Bueno, vale, los tres necesitábamos un buen polvo anoche, por esta vez pase, pero ya no tendrás más oportunidad de repetir Carlos, a partir de ahora no vendrán más amigas a casa y por si acaso evitaré que Elena venga, no vaya a ser que estés tan salido que no te baste con las chicas de fuera de la familia.

  • Bueno, se me acabó el rollo, ¿que le vamos a hacer...? Me conformaré con mi chica y la que pueda caer.

  • ¡¡Puto cerdo cabrón!! Te da igual, ¿verdad?

  • Pues si, mi polla no puede quedar insatisfecha.

Irene agarró a Alicia del brazo y se la llevó. Yo me quedé satisfecho ante aquello ya que al mostrar indiferencia dudaba que Irene dejase sus hábitos y yo en un tiempo podría volver a las andadas.

La mañana pasó sin problemas, ellas se quedaron en el cuarto y yo me fui con el ordenador a pasar el rato con algún juego, mientras jugaba Marta me llamó, estaba mejor del resfriado tan bestial que había pillado y tenía ganas de quedar un rato así que fuimos a comer por ahí. Durante la comida estuve contándole por encima lo que había pasado, ella se mordía el labio imaginando aquello, cuando terminé de contárselo pagamos y fuimos a ver una película al cine, una de esas que les gusta a las chicas, la sala estaba medio vacía debido a la hora, la gente no suele ir al cine hasta la tarde y la hora de la siesta los cines están medio vacíos.

Con aquella oscuridad y viendo que la sala estaba para nosotros dos sumándolo a que Marta estaba que se subía por las paredes noté como una mano subía por mi pierna hasta mi polla, desabrochaba el botón del pantalón y bajaba la cremallera. Acto seguido metía su mano dentro del pantalón y empezaba a masajearme el miembro y los testículos. Mi polla estaba goteando líquido preseminal ya ante aquellas acaricias y ella notó que aquello estaba a punto de caramelo, la sacó de su prisión y siguió masturbándome hasta que estuve a punto de correrme, le hice una señal para que parara y no llenar todo, entonces ella paró un segundo, apretó mi polla, y cerró el pellejo para que no saliese nada, mientras mantenía así mi miembro esperó que terminase de correrme y se agachó delante mía metiéndosela en la boca y chupando la leche hasta tragársela toda de una vez.

  • Cuando salgamos de aquí me vas a devolver el favor, con creces...

  • Estoy deseándolo, vas a gritar como una perra.

  • Hazme gritar como a esa puta de anoche, yo haré que te corras hasta dejarte seco, estoy cuestionándome eso de dejarte follar a otras, tu polla y su leche no pueden ser para otras, las quiero solo para mi, ¿vale?

Joder, si aceptaba aquello no podría volver a disfrutar de Alicia ni intentar nada con las otras, era injusto... Mis huevos necesitaban una descarga cada cierto tiempo y no podía estar siempre esperando a que ella estuviese cerca. Tenía que ingeniármelas para cambiar esto.

Cuando salimos de la sala fuimos a una tienda de ropa, a aquella hora no estaba muy concurrida, ella fingió coger bastante ropa para probársela y se metió en el probador, yo cogí también algo y entre después, cuando esperé un momentito para comprobar si no había ningún dependiente cerca de los probadores fui a donde estaba Marta, cuando abrí el probador me quedé petrificado, estaba casi desnuda con el conjunto de ropa interior de encaje blanco que me volvía loco. Venía preparada para no dejarme escapar, quería ser follada si o si y yo no podía resistirme ante aquella visión por lo que sin pensarlo la eché contra el espejo besándola con pasión y dirigí mi mano a su entrepierna, estaba muy húmeda así que aquello iba a ser rápido y brutal.

Desabroché el sujetador liberando sus preciosos y firmes pechos, sus pezones estaban erguidos y calientes, los pellizqué un poco y ella gimió dulcemente en mi oído, fue un gemido preparado para sacar lo peor de mi, dulce y sensual, mientras pellizcaba uno de los pezones me dirigí al otro y lo lamí jugando con el, lamía y chupaba alternativamente arrancando suspiros y gemidos por igual, mi otra mano estaba ocupada en su entrepierna, le había retirado el tanguita a un lado y dos de mis dedos se movían dentro de su sexo, aumenté el ritmo del movimiento de los mismos y ella tuvo su primer orgasmo llenando mi mano de sus fluidos.

No pude aguantar más y le quité las braguitas para poder follarla, mi polla estaba atrapada dentro de mis pantalones y deseaba salir a encontrarse dentro de su cálido y húmedo coño, cuando la saqué y penetré dentro de cueva ella me abrazó fuerte y empecé a embestirla como si no hubiese un mañana, mi polla salía y entraba de su coño con movimientos bruscos pero rítmicos, quería llenarla de mi leche, quería que mi polla llegase a lo más hondo de su ser y quería que gritase aunque corriésemos el riesgo de ser pillados. Como había previsto aquello fue muy rápido, me había corrido hacía poco, pero aquella situación era muy morbosa y ella me había puesto a mil con aquel conjuntito, mi leche inundó su coño mientras ambos teníamos un increíble orgasmo simultaneo, su coño derramó a la vez gran cantidad de fluido, había sido un gran polvo, pero ahora tendría que buscar la manera de poder follar a otras y que ella no tomara represalias, tendría que participar.

Pasaron algunos días e idee mi plan, ahora tenía que ponerlo en marcha así que quedé con Alejandro, el hermano de Marta, le conté sobre la rejilla y que aquel día volverían a ir Alicia y mi hermana a ducharse a casa, el accedió encantado a mirar por ella, esta vez Irene no creo que sospechase ya que la presencia de Alejandro hacía ver aquello muy complicado, a la vez me aseguraba que Irene no abriese de golpe la puerta pues Alejandro podría verla.

Cuando empezamos a escuchar el agua invité a Alejandro a mirar, Alicia debía de haber empezado a desnudarse ya, entonces escuchamos el timbre...

Era Marta y nada pude hacer porque entrase, era muy lista y estaba claro que había deducido algunas cosas, cuando llegamos arriba Alejandro seguía mirando y estaba tocándose, en el momento en que Marta lo vio se corrió manchándose toda la mano de leche, aquello puso furiosa a Marta quien gritando se volvió para irse, en ese momento la puerta se abrió, era Alicia, se había asustado y salió, la toalla cubría su cuerpo desnudo, pero al vernos a Alejandro, Marta y a mi se quedó petrificada y la toalla se cayó al suelo dejándonos ver su precioso cuerpo moreno al desnudo por completo. Mi polla se activó ante aquella visión, era un momento con mucho morbo, Marta estaba enfadada, pero no se movió y su cara empezaba a reflejar algo distinto al enfado, la puerta del cuarto de baño estaba abierta, ante aquel alboroto Irene salió de la ducha sin esperar ver a tanta gente. Cabe decir que Irene, a pesar de ser mi hermana tiene un polvazo, no es tan morena como Alicia, pero sus tetas son impresionantes, con unos grandes y erectos pezones que incitan a cualquiera chuparlos, su curvas son de infarto, llevaba el pubis completamente afeitado, recién rasurado seguramente durante la ducha que acababa de terminar.

Alejandro tenía la polla fuera, no le había dado tiempo a devolverla a su pantalón y ya volvía a ponersele dura ante la visión de ambas chicas desnudas a unos metros de el. Alicia volvió en si, el momento de impresión había acabado y la zorrita escondida estaba emergiendo de nuevo, se acercó a Alejandro y tomó su polla.

  • Vaya chico.... No andas nada mal servido aquí abajo, eres joven, pero tu polla rebosa ganas de mujer, ¿te ha gustado el espectáculo? Si, seguro que si, ya te has corrido, deja que te limpie.

Se agachó y lamió su polla mientras me miraba a mi, estaba claramente queriendo decirme algo, su mirada reflejaba algún tipo de mensaje como “Esto pasa por invitar a un amigo, ahora eres tu el que se queda sin disfrutar”. Siguió chupándole la polla mientras seguía mirándome lascivamente.

Marta entró en estado “Zorra, el es solo mio” al ver que Alicia me dedicaba esa mamada y en un momento ambos estábamos disfrutando de una rica mamada, Marta se estaba dedicando de lleno a conseguir que me corriese antes que Alejandro y casi lo consigue pues Alejandro no pudo resistir aquella boca experimentada y rápidamente llenó la boca de Alicia de semen, unos segundos después yo hice lo mismo en la boca de Marta.

Ambas empezaron a jugar con la leche de sus bocas en un duelo a ver quien era mejor, Marta era muy viciosa, pero Alicia le llevaba 3 años de diferencia y tenía algo de experiencia extra. Mientras, Irene observaba todo sin salir de su asombro. No habían pasado ni 30 segundos cuando Alicia agarró a Alejandro y se lo llevó a la cama de mis padres, Irene volvió en si en ese momento e intentó salir tras ellos, pero Marta la detuvo.

  • Espera, es mi hermano, este momento lo va a disfrutar y tu también junto al tuyo.

  • ¿Que?

Marta le plantó un beso en ese momento.

  • ¿Que haces puta?

  • Te digo que vas a disfrutar de este momento, no se dará más pues Carlos no volverá a follar con otra que no sea yo y creo que deberías saber porque Alicia no pudo aguantar el deseo de meter esa polla en su coño.

La hizo agacharse delante mía y cogiendo mi polla la situó en la entrada de su boca.

  • Chúpasela, aprovecha ahora, me lo ha contado todo, seguro que antes de despertarlos te hiciste un dedo pensando en lo que habría disfrutado Alicia con esa polla.

  • ¿Como.... Como sabes eso?

  • Conozco a las tías como tu, vais de estrechas, pero a la hora de la verdad os chorrea el coño ante una buena polla así que empieza y disfrutala, después no podrás.

Irene discutió más y empezó a lamer tímidamente mi dura polla, poco a poco se fue animando y tal y como decía Marta estaba deseando hacerlo pues se notaba su experiencia chupando pollas, era una delicia sentir aquella lengua alrededor de mi miembro.

  • ¿Ves? No hace mucho mi hermano me folló, es una sensación verdaderamente excitante, me corrí varias veces solo por eso. Carlos folla mucho mejor así que disfrutalo bien.

Mi hermana empezó a chupar fuerte mientras masajeaba mis huevos con pericia, notó como estaba a punto de correrme y paró, entonces mirándome a los ojos me dijo:

  • Tenía que haberme aprovechado cuando os vi aquella noche, tu polla estaba allí, tu polla estaba ahí, lánguida, floja, pero eso no impidió que me pusiera a mil, pero mis deseos competían con mi responsabilidad como hermana y decidí que me haría la dura, aún así lograsteis que admitiese mi necesidad de sexo.

  • Eso estaba claro, no conozco a nadie que no quiera pasar un buen rato, venga, vamos a darle a mi hermanita una buena ración de la polla de su hermano, vas a gritar como nunca, ya verás....

La eché encima de la cama donde Alicia cabalgaba en esos momentos a Alejandro, le abrí las piernas y empecé a lamer su coño, no tardó en chorrear jugos los cuales aproveché como lubricante en su culo. Ya que iba a follarme a Irene lo iba a hacer con todo, no iba a desaprovechar la oportunidad que Alejandro no desaprovechó así que una vez bien preparado sus orificios me puse en posición y penetré su coño con ganas haciéndola gemir bien fuerte, mis huevos rebotaban en la entrada de su coño mientras mi polla entraba y salía con fuertes embestidas.

Marta observaba todo aquello desde un sillón, se había quitado la camisa y el sujetados que llevaba dejando libres sus tetas las cuales acariciaba con una mano y pellizcaba sus pezones, le encantaba el morbo y ver follar a su hermano y a su chico con su hermana debía ser todo un espectáculo. Su falda estaba levantada y sus braguitas yacían en el suelo mojadas, su coño estaba chorreando flujos mientras frotaba su coño rápidamente, se había corrido más de una vez a juzgar por la mancha del sillón.

Justo al lado Alicia estaba siendo enculada por Alejandro, sus tetas morenas estaban contra el colchón, no estaba a cuatro patas como suele ser lo habitual sino que agarraba las almohada y escondía la cabeza en ella ahogando sus gritos.

Yo estaba a punto de correrme cuando Marta abandonó el sillón y apartó a Alicia de Alejandro.

  • Ahora me toca a mi, vamos a follar entre hermanos aquí, si quieres correrte hazte un dedo. Vamos hermanito, haz que tu hermana goce como una perra, hazme gritar.

Se tumbó boca arriba y abrió las piernas poniéndolas sobre los hombros de su hermano y éste la penetró.

  • Bueno, hermanita ¿quieres la polla de tu hermanito en tu precioso y caliente culito?

  • Siiii, vamos, dame fuerte, reviéntamelo, quiero sentir su leche dentro. Quiero que me inundes de su semen de una vez.

La puse a cuatro patas con la cabeza junto a la de Marta, ambas se besaron, la situación incestuosa ya había llegado a su culmen y aquello solo era un pasito más, me puso cachondo al máximo ver a mi chica y mi hermana comiéndose la boca mientras eran folladas por sus hermanos, aquello era sin duda una de las situaciones más excitantes de mi vida así que con mi polla en su máximo punto de dureza la metí en aquel agujero dilatado y preparado para ser follado. Entró justa, pero rápida, la sensación de placer fue tal que en varias embestidas mi polla escupió su leche y llenó su culo rebosando y llenando las sábanas nada más sacarla. Irene acababa de tener un orgasmo muy intenso y cayó rendida sobre la cama mientras mi semen salía de su culo.

Alejandro terminó segundos después, pero en vez de llenar el coñito de su deliciosa hermana decidió correrse fuera dejándola cubierta de leche desde la barriga hasta la boca, Marta ante aquello sonrió sintiéndose satisfecha y retándome a superar aquello. Sería muy difícil conseguir una situación tan excitante como aquella, sobre todo cuando meses después todo acabó entre nosotros, eso si, de la mejor manera posible, algo que contaré un poco más adelante.

A partir de entonces Irene y Alicia ya no cerraban la puerta a menos que mis padres estuviesen por casa sino que me invitaban claramente a enjabonarles la espalda y todo lo que quisiesen....