Pillada a mi novio y mi amigo, parte II
La pillada entre mi novio y mi amigo sigue durante aquella noche. La cosa acabará muy bien.
La primera parte había acabado conmigo volviendo con el resto del grupo y viendo a Sergio y a David bailando como si no hubiera pasado nada.
Estuvimos en esa discoteca una hora más, bailando y apurando las últimas copas. Me acerqué más a David para marcar un poco el terreno. Me encantaba compartirlo con otros pero al final del día él era mi novio. Este, a su vez, en cuanto tenía la ocasión se despegaba de mi y se acercaba más a Sergio, le lanzaba miradas llenas de deseo y le agarraba el culo, el paquete y se restregaba con cada canción, todo de forma muy disimulada.
Una o dos horas más tarde, el grupo decidió que era hora de marcharse y David y yo decidimos coger un taxi para volver a casa. Sergio vivía apenas a 15 minutos a pie de nuestro piso, por lo que se ofreció a compartir el taxi con nosotros para reducir gastos. Nos despedimos de los demás y nos fuimos un par de calles más allá de la discoteca para poder dar caza a un taxi. Intuía que tramaban algo, por lo que en cuanto encontramos un taxi me ofrecí a sentarme al lado del conductor de forma inocente para "poder guiarle mejor durante el camino". El trayecto duraba unos 20 minutos, así que aproveché para dar un poco de conversación al taxista.
El taxista iba centrado en la carretera, pero yo de vez en cuando veía por el lateral del ojo como se tocaban de forma disimulada en los asientos de atrás. Pude ver como David tenía su brazo extendido hacia la entrepierna de Sergio, como movía su mano encima de su paquete y parecía que le estuviera haciendo una paja a escondidas. En otro momento pude ver como Sergio era el que extendía su brazo hacia la entrepierna de David y como parecía estar disfrutando tocando su miembro.
Cuando quedaban apenas 5-10 minutos para llegar a nuestro piso, me giré para informarles de que quedaba poco y fue cuando Sergio, con la mano en el paquete de mi novio, me dijo que le parecía perfecto y me sonrió. El muy cabrón me estaba sonriendo mientras le cogía la polla a mi novio por encima del disfraz. Miré a David y este se mordió el labio. Eso me calentó muchísimo, pero me giré rápido para que el taxista no sospechara que algo pasaba en la parte de atrás.
Cuando llegamos a nuestra calle indiqué al taxista que parara, pagué y salimos del taxi. Cuando ya estábamos los tres fuera, justo antes de despedirnos Sergio se recolocó el paquete de manera muy descarada y dijo que se lo había pasado muy bien aquella noche. David dijo que él también pero que aún era temprano e invitó a mi amigo a nuestro piso a tomar la última copa y quedarse a dormir después si quería. Sergio aceptó rápidamente y yo dije que me parecía genial. Andamos los apenas 50 metros que quedaban hasta el piso y una vez allí nos quitamos los disfraces, nos descalzamos y nos tiramos en el sofá.
Estuvimos charlando unos minutos y supongo que la mezcla de alcohol y cansancio provocó que me encontrara mal, por lo que me levanté y les dije que me dolía la cabeza y que me iría a dormir. Mi novio contestó que le parecía perfecto, se giró y le empezó a comer la boca a Sergio delante mío. El hijo de puta estaba tan cachondo que se subió encima de Sergio y empezó a restregarle el culo mientras le besaba. Veía las lenguas pasar de una boca a la otra, a mi amigo con la polla a la altura del culo de mi novio y este último restregándose contra el paquete de Sergio. La escena era perfecta, pero de golpe mi novio paró, me miró y me dijo que me fuera a dormir.
Una mezcla de vergüenza y calentura me invadió y les dije que ahora me iba, pero no me moví, por lo que al final mi novio se levantó, cogió de la mano a Sergio y se lo llevó a nuestra cama. Parecía que no estaba invitado a la fiesta, así que les dije que dormiría en la habitación de invitados en la cama individual y nadie puso ninguna pega.
Entré en la habitación de invitados y sin cerrar la puerta me quedé en gayumbos con el rabo completamente duro y me metí en la cama. Era la habitación contigua, por lo que podía escuchar como se besaban, como respiraban más fuerte, como resoplaban y como gemían. Escuchaba como podía estar mi novio chupandole el rabo y los huevos a Sergio y yo no conseguía dormir.
En cierto momento escuché como mi novio se quejaba un poco más. Seguramente Sergio le estaba intentando meter su glande por el culo y por mis experiencias previas sabía que ese glande era inmenso. Volví a escuchar sonidos de besos y poco después empecé a escuchar como crujía la cama. Sergio se estaba follando a David.
Mi mente empezó a pensar a gran velocidad. ¿En qué posición estarían? ¿Estarían usando condón? ¿Le estaría gustando a Sergio el culo de mi novio? ¿Estaría mi novio disfrutando de la polla de mi amigo? ¿Qué pasaría al día siguiente cuando Sergio se despertara?
Seguí escuchando el sonido de la cama quejándose bajo sus dos cuerpos y también escuchaba a mi novio gemir como si no se lo hubieran follado así en su vida. Es verdad que Sergio la tenía más grande que yo, pero David nunca que había quejado de nuestra vida sexual y solíamos follar de forma bastante guarra siempre. Pese a eso, nunca lo había escuchado gemir así. Entre gemido y gemido también escuchaba a Sergio soltar algún resoplido. El cabronazo lo estaba disfrutando.
Perdí la noción del tiempo, pero en un momento dado los sonidos cesaron, escuché que decían algo y segundos más tardes aparecieron en la puerta de mi habitación y encendieron la luz.
Yo estaba metido en la cama únicamente con mi ropa interior, completamente tapado con una sábana pero con una erección más que evidente que estaba masajeando y vieron que la situación me estaba gustando. Los dos estaban desnudos y completamente erectos. Hacía tiempo que no veía a Sergio desnudo y verlo de nuevo así y encima al lado de mi novio me puso más caliente aún. Sus huevos se veían enormes y no llevaba un condón puesto, por lo que no sabía si no lo habían utilizado o si se lo había quitado antes de venir a visitarme. Por un lado esperaba que lo hubieran utilizado pero por otro me ponía muy cachondo pensar que mi amigo se hubiera follado a mi novio a pelo, como si fuera su propio novio y lo estuviera marcando.
Sergio tumbó a mi novio encima de la cama y casi encima mío mientras yo seguía tapado hasta el pecho. Mi novio le pasó algo que llevaba en la mano. Era un condón. Sergio lo abrió, se lo puso, se escupió en la mano y restregó su saliva por el condón. Levantó las piernas de David hasta que quedó una a cada lado de su cabeza, apoyó su glande contra su ano y poco a poco fue entrando. Mi novio, con una cara mezcla de gusto y sufrimiento fue recibiendo aquel pene, hasta que los huevos tocaron el culo de mi novio. Los dos me miraron. Me sentí muy pequeño viendo aquella imagen pero a la vez nacía en mí un sentimiento que no había sentido nunca, una especie de unión con mi amigo y mi novio que me provocaba envidia y placer a partes iguales.
Sergio empezó a mover sus caderas, partiendo el culo de David con cada embestida. Veía como la polla de Sergio entraba y salía de mi novio y podía ver como se movían sus huevos, que iban chocando contra las nalgas de David cada vez que se la clavaba. Mi novio no paraba de gemir, lo debía estar gozando mucho.
Después de unos minutos mi novio se giró, se puso a cuatro patas y me miró directamente a la cara mientras yo seguía masajeándome el rabo por debajo de las sábanas. Sergio volvió a apoyar su glande contra el ano de David, que debía estar abriéndose poco a poco ya que cerró los ojos y con una mezcla de dolor y placer volvió a gemir y volvieron a empezar las embestidas. A media follada, mi novio me preguntó si me estaba gustando. Le dije que sí. Me dijo que se alegraba y que ya que me dolía la cabeza podía descansar y que se iban a la otra habitación a seguir. Se levantó, le quitó el condón a Sergio y me lo tiró al lado. Después le cogió la mano, apagó la luz y volvieron a la otra habitación.
Los pensamientos volvieron a mi cabeza. ¿Significaba eso que iban a follar sin condón? ¿Era una forma de decirme que le entregaba su culo a partir de ahora a mi amigo?
Cogí el condón y me lo puse. Mientras escuchaba como seguían follando en la otra habitación, me empecé a tocar y con un par de sacudidas exploté y me corrí dentro del condón. Después me lo quité y lo dejé en la mesita.
Pude sentir como durante minutos o incluso horas estuvieron follando.
En algún momento el cansancio me venció y me quedé dormido, pero me iba despertando y oía constantemente los sonidos de sexo en la habitación contigua.
Y así supongo que pasaron horas, hasta que me desperté y vi que la luz de la otra habitación ya no estaba encendida. Me armé de valor y decidí asomarme. En la cama estaba Sergio abrazando a David de forma muy romántica y con una sábana cubriendo sus cuerpos desnudos. En el suelo pude ver 4 condones tirados. Parecía que lo habían pasado bien.
Cogí algo de ropa del armario, salí en silencio de la habitación y fui hacia la cocina a preparar café.
¿Qué haría cuando se despertaran?