Pilates Método Nacional

El método Pilates debería ser Institución Nacional y obligatoria, transmitido por TV para todos los amantes de los pies femeninos.

Sandrita hace Pilates. Un día fuimos con Ruty a acompañarla al gimnasio donde toma las clases. Cuando entré, ¡¡¡¡ AL CARAJO CON MIS OJOS !!!! decenas de mujeres recostadas en camillas, vestidas con remera, pantalones de gimnasia a media pantorrilla y ¡¡¡¡ DESCALZAS !!!!, haciendo todos esos movimientos de subir y doblar las piernas, estirar los deditos de los pies como apuntando, arqueando las plantas, separando los deditos, girando con los tobillos en círculos... se me paró instantáneamente, a la velocidad del pensamiento ¡¡¡¡ LA GRAN PUTA MADRE !!!!, cuántos pies moviéndose arquéandose, estirando los deditos, fexionándose, apuntando al cielo, al piso, al techo, al costado, a mí, que estaba clavado al piso, con la boca entreabierta y los ojos mirando para todos lados, con Ruth y Sandrita meándose de la risa contenida.

Para donde mirara había pies, pies y pies, y pies y pies y más pies descalzos de mujer moviéndose y colocándose en todas las posiciones del método Pilates, que podrá ser muy gimnástico para las mujeres que lo enseñan y las que lo practican, pero a los tipos que nos gustan los pies descalzos nos dan vuelta la cabeza, nos hacen humear el cerebro y nos para y endurece la verga como si fuera creado para nuestro solaz y regocijo exclusivamente.

N sé si fue una mina, un tipo o un mandril el que lo inventó, pero se merece el premio Nobel.

Cuando recuperé (un poco), la cordura, Sandrita nos hizo señas que nos sentáramos en un banco a esperarla. Fue a una camilla libre, se descalzó y se recostó para entrar en el ritmo de todas las enloquecedoras mujeres descalzas que se movían para mí.

Ruty seguía méandose de la risa contenida y me hizo notar que si no me moría ahí mismo, pasaba raspando, y le podía hacer frente a lo que fuera.

Más tranquilo, seguí mirando y mirando sin que se me bajara un ápice la verga dura y deseosa. Había mujeres de entre 20 y 50 años, seguramente pies de todos los colores, olores y sabores, lindos, atractivos y feos y poco deseables. Pero había muuuuuuchos pies descalzos y lindos. Cerca mío tenía cuatro camillas una a continuación de otra con sus respectivas mujeres, una cuarentona flaca y de dedos largos y pies venosos, con uñas sin pintar, pero movedizos y atractivos, enfrente mío una chica de unos 25 años, morenita, chiquita y con piecitos de color chocolate, deliciosos para los ojos, uñitas barnizadas de color rosa. La siguiente una dama sin edad, muy remilgada y sería con pies bastante pasables y muy elásticos. Y cerraba la fila una treintañera gordita con pies blanquitos y regordetes, pero para nada despreciables. La siguiente fila era más o menos de la misma calaña, y así hasta el fondo del salón. Unas cuarenta mujeres.

Miré embelesado los movimientos de piernas, de deditos, de talones, de arcos que se estiraban y se curvaban, de pies que se estiraban hacia el cielo y formaban figuras y círculos en el aire. ¡¡¡Cómo no ser globo para que me mantuvieran en el aire golpeando y rebotando en todos los pies que daban el más lindo espectáculo circense que hubiera visto !!!. La verga me taladraba la garganta, tenía tanta calentura que la cabeza y la cara me hervían , estaba colorado y transpirado.

Bueno, para abreviar, volvimos a mi departamento cuando Sandrita terminó, y allí las dos chicas me hicieron una clase particular de Pilates, rozándome y tocándome la cara y los genitales con sus pies descalzos, con el gran final de mi persona en pie con las piernas separadas, Sandrita pajéandome con las plantas de los pies acostada en el suelo frente frente a mí con las piernas levantadas y Ruty recostada en el sillón, levantando las piernas y dándome de comer su sabrosos deditos.

Acabé velozmente, no duré ni 2 minutos, pensando en decenas de pies que me apuntaban con los deditos estirados y me tocaban el cuerpo por todas partes.

El Pialtes debería ser una obligación Social para todos los países, y transmitido por cadena nacional de TV.