Pilar y su hijo
Cuarta y última parte de la tetralogía formada por "Metidos en harina", "La familia de Pilar" y "mi madrina Pilar, mi primo Víctor y yo" Pilar quiere redimirse pero acaba follando con su hijo
Pilar pasó todo el día siguiente sola en casa, su familia no volvía hasta la noche, pensó en lo bajo que había caído, tenía fuertes dolores en el culo por la penetración de Víctor y decidió que no podía seguir así, había caído demasiado bajo, lo que empezó como un juego la había convertido en una auténtica puta, ella en realidad sólo quería jugar con su ahijado, no follar con él y lo de la paja a su hijo y que Víctor la diera por culo la hizo volver a la realidad, ella era un ama de casa con una familia y tenía que ser feliz así y comportarse como tal.
Decidió volver a vestirse como antes y comportarse como antes. Cuando su familia volvió la encontraron con la bata que siempre había utilizado para estar por casa.
Vaya, mamá, dijo Jesusín, has vuelto a tu look de siempre.
Si hijo, ya no tengo edad para ir mostrando cacha por ahí.
Pues a mi me gustaba verte la cacha, dijo Jesusín sonriendo, pero así también me gustas. Tan recatada tiene su morbo.
No digas tonterías, dijo el padre, Y tu Pilar viste como quieras, que para mí, siempre estarás guapa. ¿Has estado sola todo el fin de semana?
No, vinieron a dormir Javi y su primo, en casa de Javi no había sitio como están de obras.
Jesusín frunció el ceño, no Le gustaba que Javi hubiera estado solo en casa con su madre, y además de noche, en más de una ocasión había visto las miradas de deseo que la echaba, bueno, por lo menos estaba también su primo, pensó.
Pilar empezó a andar delante de ellos para dirigirse al salón.
¿Que te pasa, mamá?
Nada, Jesusín, las hemorroides que me están matando, tengo un dolor que no puedo ni andar.
Tienes que cuidarte, cariño, dijo Jesús.
A Jesusín no Le cuadraba nada, se olía algo, su madre había vuelto a ser la de antes, no podía ni andar y todo eso había sucedido el día en que el chaval que la deseaba había dormido en casa,mucha casualidad pensó.
Además si el primo que había ido con Javi era Víctor que tenía fama de mujeriego.
¿Fue Víctor el que durmió en casa?
Si, ese, respondió Pilar distraidamente.
Los días pasaron y el único problema para Pilar es que su hijo no la dejaba en paz, si estaba en el fregadero simulaba tener que coger un vaso de un armario superior para restregar su polla contra su culo.Si se cruzaban en un lugar estrecho se apaña a para sobarle las tetas con las manos.
Deja de sobar e, Jesusín.
Quiero follarme, mamá, no hago nada más que pensar en tus tetas.
Ni lo sueñes, soy tu madre y eso no va a pasar.
Bueno, ya veremos, dijo Jesusín.
Todo sucedió un día en que se quedaron los dos solos en casa. Pilar estaba en la cocina y Jesusín llegó por detrás y Le puso la mano en el culo.
Quita esa mano de ahí inmediatamente.
Lo que tu digas, mamá, dijo Jesusín, quitándole la mano del culo y agarrándole un pecho por encima de la bata.
Para, estate quieto ya te he dicho que no me voy a acostar contigo.
¡Pero si me hiciste una paja!, protestó Jesusín.
Ya, pero eso fue una locura que no volverá a suceder, además tu padre se enteró y no quiero seguir con esto, quiero volver a ser un ama de casa y una madre normal.
¿Se enteró papá?
Si, y Pilar comenzó a recordar lo sucedido......
¿Has hablado con Jesusín?, preguntó Jesús, ¿Como se ha quedado?
Yo creo que satisfecho, contestó Pilar.
Pues vamos a seguir con lo nuestro, dijo Jesús. La paja que me has hecho en el sofá me ha puesto muy caliente y todavía necesito más.
Jesús cogió a Pilar de la mano y se dirigió al dormitorio., la desabrochó la blusa y la empezó a magrear las tetas.
Joder, Pilar, están pegajosas, ¿que has hecho?
Yo, nada, Jesús.
Jesús Le lamió las tetas a Pilar, es semen, dijo ¿Que has hecho ahí dentro con Jesusín?
¿Y tu como sabes que es semen?
Porque me he comido tus tetas muchas veces después de correr e en ellas y tenían el mismo sabor que ahora.
Perdona, Jesús, he tenido que hacerle una paja porque estaba muy nervioso el pobre.
¿Y así tranquilizas a tu hijo?
Leí en algún sitio que algunas tribus del Amazonas lo hacen.
Vaya, dijo Jesús, ahora parece que nos hemos convertido en unos salvajes, aunque la verdad por tu forma de follar, si lo parecemos.
Jesús no dijo nada más, se dirigió al servicio y volvió al dormitorio con una palangana de agua tibia, una esponja y una toalla.
- Siéntate en la cama, Pilar.
Pilar se sentó, Jesús empezó a pasar la esponja por los pechos de Pilar, suavemente, Le encanta a ver cómo corría el agua sobre ellos y al llegar a los pezones caía a la palangana.
El agua tibia y las caricias de su esposo con la esponja hizo que Pilar mojar a sus bragas de gusto.
- ¡Oh, que bueno, Jesús!
-¡Que tetas tienes, Pilar, que tetazas!
Jesús siguió con la operación, cuando Pilar tuvo las tetas limpias cogió la toalla y empezó a secárselas, aprovechando para jugar con ellas, las dio un buen magreo, lo que hizo que Pilar se corriera de nuevo.
Ya me he corrido dos veces, dijo Pilar.
Y más que te vas a correr, zorra, dijo Jesús. Túmbate en la cama.
Pilar se tumbó con la falda puesta, Jesús se la subió lentamente y Le quitó las bragas.
Lo de la paja al hijo, puede pasar, pero que no me entere que te la. mete en este chochito.
Tranquilo, Jesús, este coño es solo para ti, dijo Pilar, pensando en que su ahijado ya lo había tenido.
Antes de penetrarla, Jesús volvió a jugar con las tetas de su mujer, como Le gustaban y ahora además estaban bien limpias, se las empezó a chupar, jugando con sus peones, Pilar estaba otra vez al borde del orgasmo, sus tetas eran muy sensibles.
Jesús viendo que estaba a punto, dirigió su polla al coño de su mujer y se la clavó de un sólo golpe, hasta las pelotas.
¡Oh, así, dijo Pilar, hasta el fondo!
Si, Pilar, si, dijo Jesús empezándose a mover lentamente.
¡Más rápido, más rápido! Gritaba Pilar desesperada.
Si, mi amor, si, dijo Jesús acelerando sus movimientos hasta correr se dentro de ella.
¡Oh, Jesús!, me matas de gusto, cabrón. Pilar se corrió por tercera vez.
Pilar volvió a la realidad y vio a su hijo frente a ella.
O sea, que papá se enteró porque tenías las tetas llenas de mi lefa.
Si, dijo Pilar y habla bien, por favor.
He visto a Javi, por cierto, dijo Jesusín.
Pilar se sobresaltó, lo que no pasó desapercibido para Jesusín.
¿Cómo, como dices?
Que he visto a Javi y me ha dado recuerdos para ti, ¿pero que te pasa, porque tiemblas?
Yo, por nada, dijo Pilar.
Jesusín decidió atacar a fondo, estaba seguro.
¿Has follado con Javi?
¿Follar con Javi?, dijo Pilar colorada, que tontería.
Si, follar con Javi, dijo Jesusín alzando la voz.
Pilar agachó la cabeza y no dijo nada.
- Lo sabía, dijo Jesusín, y si has follado con él vas a follar conmigo, mamá.
La cogió del brazo y se dirigió al dormitorio de sus padres.
Ahí no, por favor, Jesusín.
Si, mamá, aquí, dónde follaste con Javi y con no se cuantos más.
Solamente con Javi y con su primo, con nadie más, de verdad.
Ah, con su primo también, dijo Jesusín, pero que puta eres, mamá.
Jesusín agarró la parte superior de la bata de su madre y estiró, los botones saltaron, quedando a la vista un sujetador negro, agarró las copas y se lo bajo quedando a la vista los pechos de Pilar.
¡Oh, mamá, que tetas tienes, cuanto las he echado de menos!
No, hijo, no, suplicó Pilar.
Si, mamá, si ¡que tetazas, por dios!
Quiero volver a ser como antes, una mujer decente, gimió Pilar.
Ya no puede ser, mamá, has desatado la bestia y ya no tiene remedio.
Jesusín se metió una teta de su madre en la boca y empezó a chupar. Pilar a su pesar se estaba poniendo cachonda, como chupaba el cabrón de su hijo, estaba totalmente mojada.
¡Si, chupa, chupa, sácame la leche como cuando eras un bebé!
A Jesusín se le fue pasando el enfado, se iba a follar a su madre, eso era lo importante, ¿que se había follado a más?, mejor para ellos.
La fue arrimando hacia la cama mientras le seguía besando los pechos, la tumbó, Le levantó la bata y Le bajó las bragas, por fin tenía el coño de su madre al alcance, era bastante peludo, pero Le gustaba.
Jesusín empezó a lamer el coño de su madre, mientras Pilar ya fuera de sí temblaba y suspira a, se corría, la lengua de Jesusín se llenó de los flujos salados de su madre. Jesusín se bajó los pantalones y los calzoncillos y se dispuso a penetrarla.
¡Oh, mamá, que gusto, que calentito está!
Vamos, Jesusín, follarme fuerte.
Jesusín quería ir despacio, era inexperto y a veces se le salía, pero no Le importaba, seguro que con el tiempo mejoraba, allí estaba su madre para enseñarle.
Mientras tanto Pilar gozaba como nunca, tenía la polla de su hijo dentro y Le gustaba esa situación tan morbosa.
¡Mami, Mami, me corro!
¡Córrete dentro del coño de la puta de tu madre!
-¡Si, mamá, si, ya, ya!
Jesusín s corrió y se apretó fuerte contra su madre, hasta el fondo, estuvo un rato dentro de ella, besando Le todo el cuerpo, sobretodo las tetas, al cabo de un rato sacó la polla del coño de su madre y se tumbo a su lado.
¡Oh, mamá, como me ha gustado!
A mi también, hijo, dijo Pilar, pensado que no iba a poder ser la mujer decente que deseaba.