Pilar V. Su entrega total
Como anteriormente, recomiendo la lectura de entregas anteriores y espero que os guste.
Estaba claro que Mayrelis nos seguía la pista. Esta mujer no estaba dispuesta a abandonar.
Nuestras miradas se cruzaron mientras yo seguía abrazado a Pilar, tocándole descaradamente las nalgas y dejando que, desde el otro lado de la calle, Mayrelis lo viera.
Mientras volvía a besarla, ambos salimos de nuestro ensueño cuando escuchamos una voz que nos dice “Hola, no esperaba encontrarlos aquí, pero la verdad…esto es tan pequeño que…ya se sabe..”
Pilar y yo abandonamos nuestros besos y caricias para saludarla y continuar con un rato de charla intrascendente mientras caminábamos los tres juntos.
Finalmente nos metimos en una cervecería y bebíamos mientras continuaba nuestra conversación. Inicialmente de temas laborales, de los temas del curso de formación, de la situación de nuestros países respectivos…..
Tras varias cervezas los temas fueron derivando a cosas más personales. Yo analizaba esta especie de interacción entre Pilar y Mayrelis, no sabía si catalogarlo de complicidad entre ambas o tanteo y marcaje del terreno de cada una. Pilar por su posesión y Mayrelis por la conquista.
De cualquier manera todo transcurría con armonía y mucho doble sentido y picaresca.
Vaciando la tercera cerveza Mayrelis comentó “¿al final compraron muchos juguetes en el sex shop? Esa bolsa está llena…pillines”
Risas cruzadas y el comentario de Pilar ¿quieres verlo? Y para mi asombro empezó a enseñarle parte de las cosas que compramos esa tarde. Las esposas y la tobillera (comentarios pícaros), algo de la lencería (comentarios más pícaros entre ellas) la gargantilla… y enseguida el comentario de Mayrelis “no sabes cuánto deseo yo tener una de estas” “Será que te la pongan” dijo Pilar.
Eso, eso, respondió Mayrelis mirándome y girándose hacia Pilar le suelta “no sabes la suerte que tienes”
Pilar se inclina hacia mí, me come la boca muy húmedamente y le responde sin dejar de mirarme “tienes razón, tengo mucha suerte”
Para enfriar un poco la situación dije de comer algo, ya era la hora de la cena y estaba claro que pasábamos del grupo.
Allí mismo, en la cervecería, pedimos unos platos combinados y seguimos con el consumo de cerveza. Yo jugaba con ventaja pues, por un problema metabólico, no me hace efecto el alcohol, pero tanto Pilar como Mayrelis estaban ya muy alegres.
El efecto diurético de la bebida hizo que Pilar se ausentara para ir al baño, me dio un beso con lengua, miró a Mayrelis y salió en dirección al servicio.
¿Quieres jugar? Le dije a Mayrelis…
“Claro” me respondió mirándome a los ojos mientras acariciaba mi mano. Lo de ayer en los servicios…me supo a poco, quiero más…
Pero yo estoy con Pilar, es ella quién me pertenece
“Si quieres, la puedes compartir y saldrás ganando” me dice “dos al precio de una”
Estaba claro que saldría ganando, más claro me quedó cuando, pasando su lengua por mis labios, agarró mi pene ya duro por encima del pantalón.
Ok, se me ocurre algo, dame tu número de móvil. Espera a que te avise y vente a mi habitación pero has de estar dispuesta a todo ¿lo estás?
“Ponme a prueba, como te dije…puedo y seré lo que tú quieras” me dijo.
El resto de la cena fue épico. Yo sentado con las dos mejores y más apetecibles mujeres del local, ambas deseosas de encamarse conmigo y yo imaginando lo que daría de sí la velada.
De regreso al hotel yo agarrado a la cintura de ambas, pero dedicando mis más húmedos besos a Pilar (para el desespero de Mayrelis)
Cada uno a su habitación
Cuando cerré la puerta abracé a Pilar de la forma más intensa que pude, con mis manos recorriendo su cuerpo hasta desnudarla. De pie, solo con las zapatillas de tacón y el tanga, le coloqué su gargantilla “quiero que la lleves puesta todo el tiempo que estemos juntos, no te la quitarás hasta que regresemos a España” a lo que ella, en silencio, asintió. Posteriormente le coloqué las muñequeras y las tobilleras y la situé delante del espejo mientras yo me colocaba detrás de ella.
Mientras miraba su cuerpo reflejado, mis manos la acariciaban por completo y le decía al oído “Mi amante, mi juguete, mi esclava y mi puta entregada” y ella respondió “eso y todo lo que desees...sólo para ti y contigo”. Mi mano en su sexo, acariciándolo y sintiendo la humedad en la tela del tanga mientras nos mirábamos a los ojos en el espejo. Su primer orgasmo con la introducción de mis dedos para comprobar su dilatación.
Entonces tomé un pañuelo de ella y le vendé los ojos “tu entrega total” le dije a lo que simplemente sonrió.
La llevé a la cama colocándola boca arriba y llevando sus manos a la cabecera para, ayudado de las muñequeras, sujetarla. Me incorporé para desnudarme por completo y situar mi pene en su cara, que giró inmediatamente para atraparlo con su boca y lanzarse a una salvaje y ansiosa mamada.
Mientras hacía esto mis dedos regresaron a su sexo, dilatado, ardiente y dispuesto. Me situé encima de ella y la penetré de golpe con un gemido de placer en sus labios. Sus piernas me rodearon la cintura y sus caderas empujaban rítmicamente buscando más. Yo la follaba salvajemente y sin miramientos hasta coincidir un nuevo orgasmo de ella con mi eyaculación en sus entrañas.
La saqué aún chorreante para llevarla a sus labios y que chupara hasta la última gota, me encanta verla así.
Mi erección no podía bajar con lo que mi mente maquinaba. La tome de las caderas para girarla y colocarla a cuatro, rodillas separadas y dejando ver cómo se escapaba mi corrida de su sexo. Tomé el huevo vibrador y se lo introduje totalmente. Tomé el mando y lo puse en marcha a velocidad media. No quería bajara su excitación y sé cómo mantenerla en ese estado para mí.
Tomé el móvil y envié un SMS situándome pegado a la puerta mientras miraba a Pilar como agitaba las caderas con el vibrador en su coño. Pasos que se aproximan, abro la puerta y entra Mayrelis que se queda perpleja mirando la escena.
Pongo dos dedos de mi mano en sus labios para silenciarla y ella, mirándome a los ojos, empieza a chuparlos mientras se deshace del traje que tenía puesto para enseñarme un delicioso cuerpo desnudo al que sólo le deja las zapatillas.
Mirando a Pilar la llevo hasta el borde de la cama y tomándola de la nuca, la hago inclinarse. Enseguida lo entiende y, manteniéndose de pie, separa sus piernas e inclina el dorso para besar las nalgas de Pilar. La escena es brutal ya que Pilar se deshace de deseo por las vibraciones del huevo en su sexo y Mayrelis situándose, la toma de las caderas para hundir su lengua y sus labios entre las nalgas de Pilar. Mientras veo como lame sus orificios tragándose los restos de mi corrida, Pilar no deja de jadear apretando sus puños sujetos por las muñequeras y me sitúo detrás de Mayrelis a la que, tomando de las caderas, penetro lentamente hasta el fondo.
Sincronía perfecta entre los tres, Pilar retorciéndose con la boca de Mayrelis en sus nalgas y sus orificios y ésta corriéndose abundantemente mientras la follo.
Al segundo o tercer orgasmo de ambas, saco mi pene del coño y la penetro por el ano mientras veo que Mayrelis manipula el cuerpo de Pilar para colocarla boca arriba, piernas abiertas al máximo para continuar con la comida que le estaba dando.
El ano de Mayrelis es maravilloso, pero ni comparación con el prieto de Pilar. Los cuerpos de estas dos mujeres han sido concebidos para el placer, sentirlo, disfrutarlo y, sobre todo darlo.
Un orgasmo simultáneo de los tres cuerpos, Pilar sujetando con sus muslos a Mayrelis
Mayrelis convulsionando con un tremendo orgasmo anal mientras yo me corría llenando sus entrañas.
Al final los tres sudorosos y jadeantes buscando un poco de descanso.
Le quito el vendaje a Pilar que mira la escena y valora lo sucedido. No dice palabra y me mira dando su consentimiento. Me siento en la silla y le digo a Mayrelis “ven”
Ella lo entiende y gateando se aproxima mientras nos miramos, la tomo del cabello y sin decir palabra se lleva mi pene a su boca. Lo lame, lo besa y se lo traga mientras pongo mis manos en su cabeza acompañando su ritmo y miro a Pilar que, boca arriba y manos sujetas en la cabecera, no para de mover las caderas por el efecto del vibrador que aún tiene dentro. Nuestras miradas incrementan el deseo y tomo a Mayrelis y la hizo para que me cabalgue.
Inmediatamente se sitúa clavándose mi poya hasta el fondo y moviendo desesperada y rítmicamente sus caderas. Todo esto bajo la atenta mirada de Pilar.
May estalla en un orgasmo brutal, con gritos, insultos y arañazos mientras sigo mirando a Pilar.
Cuando se ha recuperado un poco, la levanto de las caderas para salirme de ella, la incorporo, le doy un beso intenso y húmedo, le entrego su traje y le digo “Ahora déjanos solos, ya te volveré a llamar…si quieres”
“Si no me llamáis…vendré a buscaros” dijo mientras me devolvía el beso y salía de la habitación.
Me dirigía a la cama mirando y deseando el cuerpo de Pilar cuando ella se gira colocándose a cuatro, enseñándome sus nalgas abiertas y me dice “tuya y sólo tuya, dispuesta a dártelo todo, rómpeme…lo necesito”
Y sin más la penetré analmente hasta el fondo. Tomé el mando del vibrador y lo puse a máxima velocidad.
Pilar no gemía, gritaba de auténtico placer mientras yo reventaba su maravilloso culo y sentía las vibraciones en su coño. Nuestro orgasmo fue colosal.
Tras recuperarnos un poco la desaté y saqué el huevo vibrador de su sexo.
“Has estado maravillosa” le dije mientras la besaba
“Recuerda, todo lo que me pidas, por ti y para ti de tu amante, de tu esclava, de tu puta..” me dijo
Pasamos al baño para darnos una ducha y regresar a la cama para descansar algo.
En la mesilla vi su móvil iluminado, 5 llamadas perdidas de su marido.