Pijas ajenas!

Y la rutina continuó pero el trabajo, las tareas de la casa y la facultad se hicieron un poco más tolerables y un poco más divertidas a partir de los mensajes que me escribía con Emilio y claro Gracias a mi cambio de actitud hacia mi cuerpo y al cómo me ven.

No se trata de ser una loca suelta y andar por ahí calentando a la gente, si digo que hago eso sería una mentira, hay poco lugar para mentes como la mía y más siendo mujer, donde el juicio, la condena por parte de esta sociedad machista están a la orden del día, compartir esto con mi compañero de vida lo elijo yo, en mis pensamientos (y puedo decir que en hechos) soy una puta (guarra) libre:

Emi- estás trabajando con tu compañero?

Yo- si pobre, no agarra una y la semana que viene le hacen la evaluación

Emi- a como fuiste vestida hoy yo tampoco agarraría una

Yo- ¿te pone celoso que se me vea un poco la tanga en este momento ?

Emi- todo lo contrario, me encanta, ¿te la vio ?

Yo- claro y creo que no solo el ....

Emi- cuéntame más !!!

Yo- luego ...a qué hora salís de trabajar

.......

Estaba segura que no solo mi compañero había visto un poco más, desde que salí de casa ese día sentía como que estaba jugando, un juego conmigo misma, que claro quería compartir con Emi. Jugar a ser putita de todos y de nadie a la vez me ponía en un estado de excitación permanente. No soy la mujer que se dan vuelta a mirar, claro que no, pero ser gordita y ahora con una actitud un poco más guarra y cachonda que el resto daba resultados, mi público era muy variado, pero cuanto más normal y asequible era la persona que me miraba más caliente quedaba.

Ese día al subir al ómnibus, una aventura que me someto diariamente, increíblemente había un asiento vacío, nadie parado, un señor aborda el ómnibus junto a mi, muy “caballero” el señor (de unos 50 a 60 años, no soy muy buena estimando edades) me deja pasar primero , los escalones de la entrada me hicieron elevar la pierna un poco más de lo habitual, y en ese esfuerzo claro mi jeans baja un poquito, dejando ver mi ropa interior, ese día había elegido una de las tangas que usaba solo para la guerra. Estoy segura que el don pudo apreciar su tamaño, muy chiquita por cierto, su color, negra y que tanto dentro de mis nalgas quedaba, muy adentro. Al sentarme en el asiento vacío el don se para junto a mi. A mis adentros dialogaba con el veterano, “¿quieres ver más ? ¿Mira lo que tengo aquí? .. simulando que tenía calor me estiro la remera y la suelto, sin mirar sabía que el señor tenía clavada la vista en mis tetas, pudo ver el canal que se forma entre ellas y hasta capaz como casi mís pezones se escapaban de mi sostén, debido al tamaño de mis senos, es un problema con el cual convivía, “¿pero sabes que ? No me importa que se escapen ahora, mírame e imagínate cómo me los chuparías, imagínate estás tetas llenas de tu esperma”, todo eso pensaba y mi vagina comenzaba a responder, a mojar un poco la tanguita.

El don seguramente se imaginaba cosas chanchas, pero lo que no imaginaba era lo que yo estaba pensando en ese momento, seguramente lo superaba en morbo. Estar rodeada de dos o tres hombres como el, con sus pijas cerca de mi, y yo agachada chupando una por una , hasta que uno de ellos se animara a más y me penetrara, “¡¡¡ vamos !!! ¡¡¡Con una sola no!!! ¡¡quiero dos pijas !! ....así comenzaba mi día, pensando como unos veteranos me llenaban de semen por todos mis agujeros, me encantaba mi juego.

A la noche, sentados en el living mirando la tele, con lujo de detalles le compartí a Emilio lo que me estaba pasando en esas situaciones, el respondió, no con palabras, sino con un bulto marcado en su pantalón, a mi me encantaba este juego y obvio que quería más.

Yo: ¡que rica se ve esa pija incluso con ropa!

Emi: ¿te parece ? ¿Y así qué tal?- se baja un poco el pantalón y se la comienza a acariciar un poco. Me arrimo junto a él en el sillón y se la comienzo a acariciar.

Emi: ¿con cuántos hombres estarías? - con su mano izquierda comienza una búsqueda por debajo de mi pantalón, ese que me pongo para estar en casa, nada sexy, lo que si estaba sexy y a emi lo sorprendió, fue mi tanga, la tuve puesta todo el día, y obvio que estaba muy mojada- qué mojada estás gordi !!

Yo: primero probaría con dos, si resisto y me gusta...que seguro que si ...no los contaría jaja

Emi: estuve pensando en alguien que se animaría - a esa altura nos estábamos tocando mutuamente

Yo: mmmm... ¿dime quien ?

Emi: ¿ a que no sabes quien ?

Yo: con tal que se anime y no diga nada me importa poco , lo que quiero es otra pija u otras ja- los tocamientos seguían y yo no paraba de mojar, mi pantalón ya se había humedecido, algo que nunca me había pasado, pero que rico que se sentía.

Emi: Gary !!

Yo: mmmm...no se ...¿y como sabes que se anima ?

Emi: le encanta tus tetas, no para de mirarte ...

Yo: no se ...es cuestión de hablarlo o de confirmarlo jaja ...alguna vez le viste la pija ? - ya estaba desacatada, no me reprimía nada, le estaba preguntando a mi pareja por la pija de su amigo, su hermano de la vida, y eso me calentaba más aún-

Emi: ¿confirmarlo como ?..claro que le vi la pija ..creo que tiene el mismo tamaño que la mía

Yo : me la imagino tan rica como la tuya

Emi: ¡me estás mojando toda la mano !

Yo: seguí así y acabo

Emi: yo también putita.

Yo: muy puta !! Lléname la mano de leche !!!

Y acabamos juntos, mojé todo el pantalón, tanto que incluso el sillón quedó empapado con mis flujos, mi mano quedó limpita pero porque la lamí todita, no dejé una gota, me encanta el semen, el hecho de saborearlo me deja caliente otra vez y con ganas de más.

Emi: que intenso estuvo esto ¿no?

Yo: siii muy !!!

Emi: ¿que hago? le digo a gary ?

Yo: ¿que le vas a decir ? ¿Que me coja ? Jaja Mmmmm...¡¡ mejor dejá esto en mis manos !! Quiero confirmar primero si me cojería

Emi: claro que si, está obsesionado con las tetas y las tuyas dan que hablar!!!

Yo: mmmmm...estoy como para otra cojida más

Emi: dale ...vamos al cuarto ?

Yo: mejor la dejamos acá !!! Quiero mantenernos cachondos !!! ...que hacemos de comer ? La leche me abre el apetito jaja

Mis días transcurrieron aprendiendo a disfrutar mi nuevo estado, mostrarme, sugerir e imaginar lo que haría, me tenía en ese estado de excitación permanente y las aventuras casi inimaginables no tardaron en llegar.