Pies de mi novia por otras chicas
Pese a mi debilidad por pies de mi novia, permito que otras chicas le toquen sus pies al excitarme.
Bueno este es un relatos que os voy a contar sobre mi novia, en la que está involucrada también otra amiga suya.
Para empezar tengo que decir que soy fetichista de pies, tengo 27 años, en la red siempre me ha gustado ver material de pies entre chicas; pues no me excita ver otro chico adorando pies de otra chica sin que sea yo jeje. De este tema fetichista, con las anteriores novias que he tenido nunca les he escondido esta debilidad, más que nada porque de esta manera he podido disfrutar en muchas ocasiones de este placer; y por tanto con mi actual y duradera novia no iba a ser una excepción. A continuación describiré a mi novia, Elisa (nombre no real):
Elisa tiene 22 años, es una chica alta (1´70), delgada con una bonita y esbelta figura, blanca y lisa piel, con pelo liso castaño, ojos marrones; es bastante guapa. Tiene cadera alta y unas largas piernas; y además de lo guapa también me encanta como habréis podido imaginar son sus pies. He tenido una suerte grandísima, porque tiene unos pies perfectos para mi gusto. Otras novias que he tenido tenían a veces durezas, o algún dedo raro; o pies demasiado cuadrado pero mi Elisa tiene unos pies preciosos, son blanquitos delgados, con unos dedos perfectamente alineados, además uñas finas y cuadradas que les dan un aspecto muy sensual, sin tenerlas demasiado largas ni demasiado corta; su aspecto es perfecto cuando se observa recorrerlo desde sus dedos, arco, tobillo, gemelo y pierna.
Elisa en las primeras veces que intentaba jugar con su pie, era reticente, porque al mínimo tacto le daban muchas cosquillas y lo apartaba rápidamente y lo escondía, así que me costó un poco al principio hasta que termine de coger confianza con ella y le dije que sentía debilidad por los pies y que los suyos me encantaban; que era una cosa que entraba hasta en el plano sexual a partir de ahí he conseguido que ella misma me busque a veces con sus pies para jugar conmigo hasta el punto de decirme que ya hasta le encantaba las cosas que le hacía y se ponía bastante caliente.
Bueno os podéis imaginar entonces como se los cuida siempre para mi, buscando siempre el perfecto esmalte con el cuidado perfecto de las uñas y su hidratación. Nunca le he visto ninguna imperfección y creo que no se la veré con todo esto.
El relato en cuestión se origina cuando en una conversación tras una escena de pies en la tele, mi novia me mira y se ríe, pensaba que ella creía que me había excitado pero le dije que antes de empezar con ella me excitaba al ver una chica jugar con pies de otra chica, además ella sabía que yo me ponía de muy mal humor que cualquier chico solo la mirase y ya entraba en ira si lo veía observar un segundo sus pies. Ella analizando todo, y un poco confusa me lanzó la siguiente pregunta: "¿ Y si una chica mirara o tocara mis pies, como te sentiría?" . Después de esta pregunta me quedé atónito y muy caliente al imaginar, mi contestación fue: "En ese caso me daría igual, bueno, más bien hasta me gustaría y todo". A ella le hizo gracia y empezó a reírse sorprendida.
Sabiendo esto mi novia empezó a llevar al punto máximo mi fetiche, cada vez que practicábamos sexo ella elevaba su pie y lo llevaba hasta mi boca antes de empezar. Al poco tiempo fuimos a barbacoa con cuatro amigas suyas, allí fue Maria José, la cual de su grupo de amiga es lesbiana desde que lo comentó a toda hace un par de años. Al principio a todas les choco la idea, sobre todo a mi novia, ya que está chica sentía mucho cariño por ella y al decirles eso se dio cuenta de que le había estado gustando desde años atrás. María José es chica con pocas características femeninas, pelo corto, estatura media-alta (1.66), peso normal aunque algo rellenita piel tirando a morena, es extrovertida y muy simpática, suele vestir muy jipié. Sus amigas le han aceptado muy bien su sexualidad y ella de vez en cuando en plan broma hace comentarios para ligar con ellas.
En dicha barbacoa hubo un momento a largas horas de la noche en la cual jugábamos a las cartas en la que maría (sentada en el suelo) agarro pie de otra amiga cruzada de piernas (sentada detrás en unos escalones) y se metió el dedo gordo en la boca; todas empezaron a reírse y mi novia me miro con una sonrisilla sabiendo que me había quedado sorprendido de lo que había pasado. Al irnos mi novia me empezó a hablar y me dijo que estaba segura de que me pondría muy caliente si María hubiese hecho eso con su pie, y no se lo negué viendo lo que había hecho con su otra amiga; y me dijo: "Mañana la invito y tu verás que rápido consigo que me los toque", "aunque contigo delante se cortará". Le dije que vale pero que después por la noche cuando hiciésemos el amor tendría que darme detalles de lo que había pasado esa tarde.
Al día siguiente, por la mañana haciendo yo las maletas para salir, llamó a nuestra casa María José le abrí la puerta y la invitamos a sentarse en el salón mientras que Elisa y yo terminábamos con las maletas, Elisa la había invitado a comer y quedarse con ella esa tarde haciéndole compañía mientras yo estaba fuera. Cuando terminamos me senté a hablar con un poco con Maria José antes de irme, mientras Elisa terminaba de ducharse.
Al poco Elisa entró al salón, se había puesto ropa cómoda, unos tirantes con algo de escote y su falda corta que le llegaba por encima de rodilla, en los pies llevaba puestas unas sandalias blancas, con todo pie al descubierto agarradas solo por dos tiras blancas que salían desde hueco del primer dedo y se abrían hasta llegar ambos lados. Además en la ducha se había cambiado el esmalte de uñas por un morado que llamaba más la atención.
Yo viéndola, ya me estaba poniendo nervioso, y como se hacía tarde le dije que tenía que ir saliendo. Ella me puso cara de pena que me iba en tono irónico y le dije que no pasa nada que estaba Maria José para hacerla compañía ella sonrió y se acerco en medio de nosotros en el sofá y se sentó de lado en las piernas de Maria José y se echo sobre ella apoyando la cabeza en su hombro y rodeando su cuello con sus brazos; la lesbiana ni corta ni perezosa atrajo hacia ella a mi novia por la cintura y con la otra atrajo hacía arriba las piernas de mi novia poniendo su mano disimuladamente en el muslo de Elisa.
Me puse muy caliente, y Elisa encima sonreía al verme con cara de picara. Marché porque no podía aguantar más así como tampoco podía demorar más la salida.
Una vez me fui, Elisa, en brazos de su amiga, le preguntó que es lo que quería de comer a Maria José, está le respondió que le daba igual que todavía no tenia mucha hambre. Entonces empezaron a conversar; para variar la posición busco acomodar cabeza en el sofá, ya que no podía sentarse normalmente pues Maria José tenía con una mano agarrada sus dos piernas durante la conversación. Mi novia estaba un poco nerviosa porque tampoco quería buscar que su amiga le metiera mano, solo quería que jugara con sus pies. Al no querer hacer un movimiento brusco para quitar sus piernas de encima de las de Maria José, desistió y acomodo su cabeza en el respaldo del sofá. Maria José paró la conversación y le dijo que si quería que se pusiese cómoda estirándose en el sofá que a ella no le molestaba ( ¡¡y tanto, si hasta estaría disfrutando¡¡) que ahí tumbada y con las piernas flexionadas parecía estar un poco incómoda.
Mi novia sabía que esa era ocasión perfecta así que se estiró en el sofá. Maria José observo piernas de mi novia y al termina su mirada en los pies vio que mi novia tenía puesta las sandalias, así que alargó su mano y le quito a mi novia las sandalias. Mi novia le sonrió y Maria José no se le pasó el detalle del esmalte que se había puesto Elisa y dijo: "Oye que esmalte más llamativo te has puesto" "Me gustá". Mi novia sonriendo empezó a mover picadamente los deditos de los pies. Maria José observándolos se dio cuenta de que en unas de las uñas le faltaba un poco de esmalte, y riéndose se lo dijo. Mi novia riéndose le dijo que no se había dado cuenta, que vaya fallo. Entonces alargó el brazo a una mesita junto al sofá y cogió el esmalte, diciéndole a Maria José: "Anda termínamelo". Mi novia lo había planeado todo conscientemente, para ser esa la ocasión por donde empezar. Maria José sonriendo cogió el esmalte y flexiono esa pierna de mi novia para poner el pie sobre su muslo y empezar a pintarle. Mientras pintaba Maria José dijo: "Sabes, además de guapa tienes uno pies precioso", "Me das mucha envidia, jejej". Mi novia sonriendo le dijo de que si estaba ligando con ella, que ella ya tenía novio y no era lesbiana. Maria José riéndose dijo que no, que lo decía objetivamente; añadiendo además: "Y sabes qué, con las relaciones que de momento he tenido con otras chicas me he fijado en sus pies y no son ni punto de comparación igual de bonitos que los tuyos". Mi novia dijo: "Te fijas en los pies", "si" (contesto Mariajose). Mi novia sorprendida le dijo que yo tenia debilidad por los pies; y Maria José asustada le dijo que igual el hecho de que estuviera tocando su pie me podría molestar. Ella dijo que no, que solo me pondría agresivo si fuera otro chico pero que en cambio cuando es pies entre chicas me encantaba. Maria José empezó a reírse y dijo que entonces podía tocárselos sin problema. Maria José quiso sabe de que pensaba mi novia cuando yo le dije lo de debilidad por pies, y le contestó que al principio lo entendía menos pero que ya hasta le gustaba bastante. Maria José sorprendida le dijo que entonces le iba a hacer cosquillas en los pies, mi novia dejo que no, pero ella dijo que iban a hacer suavecito. Elisa sonrió y le guiño el ojo a su amiga, la cual no tardó en agarrar el tobillo de mi novia y levantar su pie para con la otra mano empezar a acariciar la planta de Elisa con las yemas de sus dedos. Recorriendo de arriba abajo el piecesito de mi novia. Elisa sonriendo dijo a Maria José que más que cosquillas parecía un masaje, y que le gustando. María José con mirando a mi novia sonrió y agarró arriba los dos pies de mi novia y se los trajo hacia ella empezando a hacerle cosquillas con las uñas. Mi novia no paraba de reir y moverse, no consiguiendo deshacerse pues Maria José tenia más fuerza que ella. María José no paro durante 2 minutos de mover sus uñas por los pies de Elisa disfrutando del situación, hasta que observó que mi novia no podía más de reír y la paró.