Pierre, Cristina y yo

Esto que voy a contar hoy sucedió el invierno pasado, cuando Pierre conoció a Cristina en el chat telefónico e hcimos un dúo para que ella nos viese y participase.

PIERRE, CRISTINA Y YO

El último viernes de agosto recibí un llamado que me dejó muy agitado porque hacía más de seis meses que no tenía noticias de Pierre, el amigo del cual tantas veces relaté nuestras aventuras en esta página web.

Desde que se había peleado con su última compañera había quedado muy deprimido aunque fue a buscarla a Venezuela ella no quiso volver con él, quizás porque no quería entregarse más a otros tipos que él le conseguía; por esa depresión anímica había dejado de llamarme para proponerme nuevas fantasías.

Al mediodía sonó el teléfono, luego de decir "Hola" oí su cálida voz la cual él sabe poner tan sensual cuando quiere pedirme que vaya a su casa para alguna "fiestita", fue tan grande la emoción que sentí que mi verga se puso dura instantáneamente y mi garganta casi me impidió responderle por lo nervioso que me puse al tenerlo al otro lado del hilo telefónico pero tan cerca de mí.

Ni me preguntó como estaba después de tanto tiempo solamente me largó lo que tenía para decirme y eso era lo siguiente:

-Venite a las 2 de la tarde porque conocí a una cuarentona por el chat telefónico, hablando le conté lo que hacíamos nosotros, ella se entusiasmó y me dijo que nunca había visto a dos hombres haciendo cosas..., la invité a venir hoy por eso te llamo.

Faltaban menos de dos horas para la cita que me daba por eso le dije que iba a almorzar y a las 13.30 tenía que dar una clase por eso no podía llegar antes de las 3 de la tarde.

No le gustó mucho mi negativa postergando la cita, trató de convencerme pero yo no podía faltar a la clase, a regañadientes aceptó porque era mejor tarde a que se quedase con las ganas de exhibirse delante de la tal Cristina que así dijo que se llamaba la mujer del chat telefónico.

-Apúrate y vení lo más rápido que puedas porque a las 16 tengo dos alumnos de francés en casa.

Él también estaba con los horarios ajustados pero por llamarme sobre la hora no pudimos concretar con más tiempo, aunque a mi clase no podía faltar podíamos haber arreglado para un día en que yo no tuviese compromisos impostergables ni él tampoco.

Cuando llegué al edificio el portero al verme me abrió la puerta, luego subí hasta el piso en que estaba su depto., luego de tocar el timbre él me abrió la puerta nos dimos un beso en la mejilla como acostumbrábamos y luego de entrar vi que en un sillón mirando la PC estaba Cristina la cual no me agradó mucho.

No me agradó su aspecto aunque tenía 42 años era lo que representaba pero sus carnes fofas y su cabello desteñido la hacían parecer más desagradable de lo que en realidad era porque era muy amable y estaba ávida por ver como dos hombres gozaban sin la intervención de una mujer.

Después de las presentaciones él se sentó en el sillón con ella sobre sus piernas, mientras la besaba trató de buscar en Internet a alguien con cámara para ver que mostraban o tal vez para mostrarle él algo a los que se conectaran.

Como no tuvo suerte porque algunos de los que se conectaron tenían muchas pretensiones dejó de buscar conexiones para decirme que besase a Cristina y mientras yo lo hacía él me desprendió el pantalón para luego bajármelo hasta las rodillas.

Hizo todo eso con ella aun sentada sobre sus piernas y una vez que logró su objetivo se apoderó de mi verga para comenzar a jugar con ella, cosa que otras veces cuando estábamos solos hacía por encima de mi pantalón hasta que yo la sacaba de su escondrijo.

Ella se sacó el buzo de algodón celeste que cubría sus tetas dejándolas cubiertas con el soutien, ante el pedido de Pierre saqué una para luego ponerme a chupársela con pocas ganas pero como mi verga totalmente dura estaba entre las manos de Pierre yo estaba en la gloria e hice todo lo que él me pedía.

Al poco rato mi mano fue tomada por Pierre y metiéndola por la pierna de su bóxer me puso a jugar con su verga empapada de precum, seguramente se le había mojado por la excitación que había logrado el verme como le chupaba una teta a su amiga.

Mientras yo gozaba sintiendo con que facilidad se deslizaba su prepucio entre mis dedos por causa del líquido viscoso, él disfrutaba viendo como los pezones de ella se ponían duros por las mordidas que le estaban dando mis dientes, luego él se bajó el bóxer apuntando su verga hacia nosotros.

Desatendí un momento los pezones porque cuando me hizo soltar su verga para bajar el bóxer miré para ver por qué me hacía soltarla, en ese momento la vi tan apetitosa que me hubiese puesto a chupársela inmediatamente pero él en vez de ofrecérmela a mí le dijo a ella que lo hiciese.

Alternadamente ella mamó nuestras vergas mientras Pierre le apretaba los pezones en busca de mayor rigidez de estos.

Me encantó ver la cara de gozo que puso Pierre y como relamía sus labios jadeando por el placer que le daba ver como ella alternaba las dos vergas chupando un ratito cada una.

Cuando vio que yo me agitaba mucho porque mi verga repentinamente se puso más tensa interrumpió la felación que me estaba haciendo Cristina diciendo que fuésemos al dormitorio porque en la cama estaríamos más cómodos.

La hizo colocar en el medio de los dos para ver como ella me la mamaba y como su amiga telefónica le pidió que hiciese lo mismo que ella, ante mi asombro porque siempre rehuía cuando yo le pedía que me la chupase empezó a lamerme la parte que había quedado fuera de la boca de Cristina.

Como ella paró de chupármela para ver como lo hacía él y como el glande quedó libre Pierre se lo metió en la boca para comenzar una deliciosa pero temerosa chupada de mi feliz verga, feliz porque deseaba desde hacía mucho tiempo que eso sucediese.

Aproveché que estaba gozando con una cara increíble y empujando mi verga la deslicé hasta su garganta siempre con su húmeda pija entre mis manos, acto que le produjo arcadas suficientes como para abandonarla diciéndome que era un bruto degenerado.

Entre protestas me dijo que nunca había tenido una verga tan al fondo de su garganta y como yo seguía pajeándolo volvió a lamérmela hasta que intente ponerme arriba suyo para hacer un 69 porque yo también tenía derecho a saborear su verga.

Lamentablemente no tuve suerte porque se negó diciéndome que no quería posiciones raras y como mi verga había quedado fuera de su boca aproveché para chupársela a él para que Cristina viese como lo hacía.

Su verga recibía el placer que mi boca le daba, pero su boca necesitaba algo más y fue ella que se lo dio con un efusivo beso que no me pasó inadvertido ya que abandoné su pija para besarlos también.

Fue un triple beso pero lo que más me interesaba era la boca de Pierre, cuando ella se hizo a un lado comencé a besarlo y a morderle la lengua con todo el deseo que tenía reprimido por mucho tiempo hasta que me empujó hacia un lado diciéndome:

-No me gusta que me bese un hombre, hoy lo hice para que Cristina viese pero no quiero más.

Como no teníamos condones no pudimos penetrarla por eso ella nos pajeó a los dos porque quería ver como acabábamos y que hacíamos después.

Unos pocos segundos antes de acabar Pierre se dio cuenta de que era inminente porque estaba mirando atentamente mi pija y se apuró para tomar el lugar de ella puesto que yo estaba sobre él apuntando con mi verga a su pecho el derrame se produjo sobre el velludo pecho de mi amigo.

Ella miraba expectante mientras su clítoris era frenéticamente manipulado por sus dedos hasta que logró tener un orgasmo.

Pierre que tenía todo el pecho cubierto por mi lechada la cual muy hábilmente yo había desparramado sobre sus tetillas, al oír sus gemidos de placer se terminó la paja que yo le estaba haciendo mojándose todo el vientre con su abundante eyaculación.

Él quedó tendido en la cama mientras nosotros fuimos al baño a lavarnos, al volver seguía en la misma posición con cara de satisfacción por lo sucedido y cuando empezamos a vestirnos para irnos se acordó que tenía unos alumnos por lo comenzó a vestirse rápidamente sin siquiera haberse sacado la leche que cubría su pecho y parte de su vientre.

Pensé que le gustaría tener mi leche con la suya sobre su cuerpo porque me extrañó que ni siquiera se hubiese mojado para limpiarse un poco.

Cristina vivía por el Teatro Stella y como me quedaba de paso la llevé hasta su casa antes de volver a la mía.

A la noche hablamos por teléfono y me contó que después que se fueron sus alumnos se fue a bañar y mientras nuestras acabadas se derretían con el contacto del agua, él se había pajeado gozando intensamente al frotarse su pija con mi leche mezclada con la suya.

Me extrañó mucho que a él que le gustas tanto chupar las conchas a Cristina no se lo hubiese hecho por eso aproveché su llamado para preguntárselo.

Me respondió que no le había gustado esa concha flácida cubierta de pelos envejecido por eso no lo había hecho.

Hace más de seis meses que no sé nada de él, espero que cuando se le ocurra alguna "fiestita" vuelva a llamarme.

OMAR

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