Piensa en frío...él alteró mi mundo (8)

Confesión...

Hola

aqui les dejo el sigueinte capitulo

en lo personal, a mi me encanto espro que a quines lo lean también...

como siempre espero sus comentarios y valoraciones, ya les he dicho lo importante que es para mi saber sus opiniones

espero lo disfruten. comenten por fis!!!!

muchos besos...

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Santiago

Cuando me levanté para abrir la puerta me llevé una sorpresa enorme al ver a Lucas en la entrada de la casa…

-hola- me dijo Lucas con esa gran sonrisa

  • hola…y esta sorpresa?- le pregunté…- y eso?- le dije viendo los tres perros que llevaba con sus respectivas correas

-ellos?... bueno, te presento a mis pequeños amigos…-dijo sonriendo

-si, recuerdo que me dijiste que te gustaban los animales

-bueno, mis amigos y yo queríamos verte y saber si te gustaría salir un rato, apuesto que estás arto de estar en cama

Salimos de la casa Lucas, sus perros y yo… caminamos unos minutos y nos sentamos a hablar en un parque cerca de mi casa mientras sus perros corrían por el parque.

De un momento a otro Lucas se quedo viéndome directo a los ojos muy seriamente…

-que pasa?- le pregunte un poco divertido al verlo tan serio

-me gustas Chago- dijo y yo quedé en blanco- me gustas mucho

Fernando

Estaba parado afuera de la casa de Santiago, llevaba un par e minutos tratando de juntar valor para tocar el timbre dudé, lo admito tuve miedo, tuve terror y sentía una angustia enorme que me oprimía el pecho, pero ya no podía mas, tenía que hablar con él…

Toqué el timbre ansioso, esperé y no… no salía nadie de la casa, insistí por un rato hasta que asumí que hoy tampoco hablaría con él.

Estaba desesperado, no lograba encontrarlo, no lograba hablar con él, si no era en su casa mucho menos podría acercármele en la facultad, no con sus amigos cerca, no con el tal Pablo protegiéndolo, pero ¿porqué?, no tenían que protegerlo de mi, lo que yo menos quería era lastimarlo, quería pedirle perdón, perdón por mi actitud, por como lo traté, perdón por todo lo que le dije.

Caminé cabizbajo, no quise tomar el metro preferí caminar, me serviría para pensar, para meditar sobre lo que me estaba pasando con Santiago, como era posible que sintiera algo tan fuerte por alguien con quien ni siquiera había hablado, ya asumí que me gusta, que me gusta demasiado, no ganaría nada si seguía negándome a mi mismo lo que era tan obvio. Pero, aún así, aunque reconociera que me gusta Santiago, eso no quiere decir que el tenga que saberlo, lo mas probable es que me esté odiando, como iba a decirle “santiago me gustas y no dejo de pensar en ti”, como le diría eso después de todo lo que le había dicho, imposible.

Ni siquiera sabia en donde estaba, caminé por inercia y llegué a un parque.-que importa, después veré como llegar a casa.- pensé.

Me reí de la situación, que irónico era que alguien, que un hombre causara tantos estragos en mi cabeza. No se muy bien que fue, no se si fueron las ansias de verlo o el “destino” como suele decir la gente, pero lo vi, vi a Santiago estaba sentado en una de las bancas del parque pero… no estaba solo

Ese tipo, ese era le mismo que lo esperaba afuera de la facultad, ese sería el tal Lucas, ni siquiera estaba hablando, solo se miraban, se miraban demasiado para mi gusto, en un momento divisé una sonrisa en el rostro de Santiago y el otro tipo le dijo algo, ambos rieron y volvieron a quedarse en silencio, yo en cambio… me paralicé, no supe que hacer, me quede de pie viéndolos como un verdadero idiota, reaccione – tiene que ser ahora, tengo que hablarle ahora- dije en voz alta, respiré hondo y caminé hacia él…

Santiago

Lucas me acababa de decir que le gustaba, que le gustaba mucho y yo no supe que responderle

-no te preocupes, se que te gusta alguien mas, eso se nota, a pesar de saberlo sentí que tenía que decirlo, pero todo bien, no te preocupes- me dijo con una sonrisa radiante, solo  él podía descolocarte por completo y después hacer que vuelvas a aterrizar y recuperes la razón, que podía decirle, nada, solo nos reímos y nos quedamos en silencio

-Santiago- escuché que me llamaba… esa voz, esa voz la había escuchado antes y la ultima vez no fue nada agradable, no puede ser pensé… me giré y ahí estaba Fernando- Hola- dijo mirándome, parecía nervioso?.

-que, que haces tu aquí?- le pregunté, estaba impactado de verlo, había que lo vería mas temprano que tarde en la facultad, pero ahora me había tomado por una total sorpresa

-necesitaba hablar contigo-

-yo no tengo nada que hablar contigo- le respondí firme

-santiago por favor…-dijo angustiado- tenemos que hablar, por favor

No sabia que decir, no sabia que responderle, por un lado algo me decía que lo escuchara pero por otro tenia tanta rabia con el que no quería ni siquiera tener que verle la cara, mucho menos hablarle

-Yo me voy, los dejo, después hablamos- me dijo Lucas…Lucas! Se había mantenido al margen, no iba a pedirle que se fuera ni mucho menos, pero antes de que pudiera decirle cualquier cosa…- tranquilo Chago, piensa en lo que te dije, es algo demasiado obvio, después hablamos- dijo levantándose- te llamo después

Ni siquiera fui capaz de decirle algo, dios! Lucas me superaba, no podía discutirle absolutamente nada, pero si hablaría con el después, de eso no hay duda… ahora, Fernando, que hago con el- pensé

-interrumpí?- pregunto sentándose a mi lado

-Si- le conteste tajante- que quieres?- esta irritado, estaba molesto, no podía creer que después de todo lo que pasó aun así mi corazón se alborotara de una manera tan descontrolada con solo escuchar su voz

  • eso es obvio- me dijo- quiero pedirte perdón

  • ah que bien- le dije sin mirarlo- bueno ya lo hiciste así que yo me voy- le dije levantándome

-no santiago espera- me detuvo tomando mi mano, lo peor que podría haber hecho, denuevo sentía como me temblaban las piernas- no te vallas por favor

-por que no me dejas en paz?- logré preguntarle dentro de todo mi ataque de nervios

-tu tienes la culpa- me dijo mirándome como si algo le causara gracia, se reía, de mi?, era mucho descaro

  • no veo lo gracioso, si o que quieres es burlarte de mi, entonces te aviso que mejor no pierdas tu tiempo, no me interesa pelear contigo

-yo no quiero pelear, es todo lo contrario- me dijo poniéndose serio

-no entiendo- de verdad no lo entendía

-yo tampoco- OK esto era un enredo

-Santiago dime una cosa- volvió a ponerse serio y me miro directo a los ojos- yo te gusto?- me descoloqué…

-que?.. De donde sacas eso, eso no es así- le decía nervioso, santiago cálmate!! Pensé

-estas pálido, no fue una buena pregunta entonces, además estas muy nervioso- denuevo ese tomo divertido

-yo… yo… no me interesa este show- le dije poniéndome de pie- ya me pediste disculpas, no hay nada mas que hablar entonces- di media vuelta y emprendí camino regreso a casa

-porque huyes?!- me dijo tomando mi mano nuevamente- solo quiero hablar! Como te lo explico, por favor

-quien está huyendo?!, de ti? Eso no es así- trate de contestarle lo mas seguro posible, pero en realidad, si estaba huyendo- además yo no quiero hablar contigo!

-bueno no hables!- me dijo levantando la voz- solo escucha, puedes escucharme?!

-habla rápido- le dije

Fernando se quedó viéndome, parecía nervioso, complicado, como si estuviera tratando de encontrar las palabras adecuadas… yo estaba ansioso además, aún mentía mi mano tomada, pensé que se daría cuenta de mi pulso acelerado, aun así no me soltó

-no quiero que pienses que soy un idiota- comenzó a decir muy nervioso- bueno si, si soy un idiota pero no quiero que tengas una mala idea de mi- se contradecía y se le enredaban las palabras- santiago yo, de verdad lamento todo lo que te dije, me descontrolé y no pude frenarme, pero por favor, no pienses que te tengo algún tipo de rechazo o algo así por ser gay- cada vez se veía mas complicado, yo lo miraba impactado me pareció tan tierna su actitud-  a mi no me complica lo que tu seas, quiero decir que no quiero que pienses que soy homofóbico ni nada de eso, de verdad- se quedo en silencio mirando el piso, aun tenia tomada mi mano y con su otra mano me tenia tomado el brazo, como si estuviera reteniéndome

-entonces?- me atreví a preguntar- entonces porque te comportaste así, yo nunca me acerqué a ti y me insultaste demasiado, no es justo…

  • es que- me miro y sus ojos se comenzaron a humedecer- tu me atormentas

-que?- pegunte sorprendido

-me atormentan el día entero, me atormentas incluso de noche, jamás me había pasado algo así y ahora, ahora no se que hacer

-de que hablas no entiendo- le pregunte confundido

  • por favor no me hagas decirlo, por favor- me suplicó

-entonces no puedo entender nada, yo nunca te he molestado, nunca me he acercado a ti, no entiendo como puedes decir que te atormento, no entiendo nada y…

-es que no sales de mi cabeza- me interrumpió- no sales de mi cabeza ni en el día ni en la noche-dijo angustiado – como, como es posible, yo no, nunca, nunca me fije en un hombre!

No lograba asimilar lo que estaba escuchando, sentí que me quede sin aire, pero no me importo, no me importaba ahogarme por no reaccionar, no me importó nada, no podía creer lo que estaba escuchando, dios, Fernando, el.. el pensaba en mi? No puede ser, tiene que ser mentira

-no voy a dejar que te burles de mi- le dije a la defensiva

-por dios santiago no, por favor entiende, no se que hacer, no se como sacarte de mi cabeza, no se como dejar de pensar en ti, no se como dejar de soñar contigo

-conmigo? Pensar en mí?

-OK santiago ya basta, es bien, no voy a conseguir nada negándomelo mas tiempo- me dijo respirando hondo, pero vi como una lagrima atravesaba su mejilla- me gustas santiago, me gustas demasiado, y no logro dejar de pensar en ti, no logro sacarte de mi cabeza, e mis sueños, cuando te trate de esa manera, la única explicación que puedo darle es que te culpé te culpé por alborotar de esta manera mi cabeza, tenia rabia, tenia pena, no sabia que hacer, como podía ser que de un día a otro me fijara en un hombre, con quien nunca había cruzado palabra alguna, con quien jamás tuve contacto, como era posible?!

Me quede inmóvil, no lograba digerir ni mucho menos asimilar lo que estaba escuchando…Fernando, el chico por quien llevaba tanto tiempo suspirando, el chico en quien pensaba a cada momento del día, el chico que pensé que jamás podría tener ni siquiera cerca, el chico que estaba segura no sabia siquiera de mi existencia, el… el me estaba diciendo que yo le gustaba? Me decía que incluso soñaba conmigo?... no, eso tenía que ser mentira

-no puede ser, crees que soy tonto?!- le grite alterado- no soy entupido!! Te equivocaste conmigo, de mi no te vas a burlar!!

-no quiero hacerlo!!, no quiero burlarme, no creo que seas entupido- me dijo angustiado- santiago por favor, no te das cuenta que decirte esto ya es demasiado para mi, por favor no pienses así de mi, era justo eso lo que tanto temía, yo no sería capaz de mentirte, no sería capaz de lastimarte, créeme… por favor

No lograba reaccionar, Fernando había puesto su mano en mi cara la que acariciaba delicadamente, quería encontrar en sus ojos algún indicio de que todo lo que decía era una mentira, quería tener una razón para empujarlo y gritarle que no volviera a molestarme, pero no pude, por que no encontré nada mas que sinceridad en su mirada, no pude porque estaba paralizada, sentía su mano tocar mi mejilla, acariciarla con el mayor de los cuidados, lo tenia tan cerca, sentía su respiración agitada, acababa de decirme que le gustaba, y ahora, ahora yo no era capaz de reaccionar ni de decir absolutamente nada, cuantas veces había soñado con este momento o uno similar, cuantas veces me había imaginado a Fernando diciendo que sentía algo por mi, un millón… un millón de veces me lo imagine, un millón de veces lo pensé y ahora no lo creía

Fernando

Sentía un alivio enorme, sentía que mi alma descansaba, que mi cabeza dejaba de dar vueltas, sentía que por fin había hecho algo bueno, se lo dije, a pesar de haberme jurado que el no se enteraría jamás, se lo dije, le dije que me gustaba porque me desesperé, porque no supe que mas hacer para retenerlo, para que creyera que todo lo que le decía era la pura verdad, estaba seguro mi corazón latía al mismo tiempo que el suyo, estaba seguro que el sentía lo mismo que yo, lo vi, lo vi en sus ojos, en esa expresión entre sorpresa e impacto, me pareció tan tierno, lo encontré tan lindo, sentía que mis manos estaban atadas a él, pegadas a su rostro, no quería soltarlo, no quería dejar de tocarlo, no quería que se alejara de mi.

Hace unos días había asumido lo que sentía por santiago, pero ahora, ahora que el también lo sabia, me sentía flotando, el tenia que creerme, tenia que confiar en que todo lo que le dije era real, por que es así, por que ahora estoy mas seguro que nunca, porque ahora sentía que si se alejaba entonces yo me desvanecería. Dios santiago!! No dejaba de mirarlo, quería que me dijera algo, quería que me dijera que sentía lo mismo que yo, pero no, santiago estaba en un total silencio, solo me miraba, no articulaba palabra alguna, y a mi me estaban carcomiendo los nervios y la angustia

-por favor dime algo- le suplique

El siguió en silencio, bajo la vista y cuando volvió a mirarme vi sus ojos humedecidos, se mordía el labio y parecía estar temblando

-no…por favor… no juegues conmigo-dijo mirándome como si me implorara

Jugar con el? Como haría algo así…nunca, nunca jugaría con él, cualquier otra persona en ese mismo momento me importaba un carajo, pero el no, el me importaba como nadie, santiago de un momento a otro se convirtió en todo, en lo mas importante, en lo mas sagrado, y tan solo había sido confesándole lo que sentía, como había sido tan idiota de querer reprimir esto tan grande que crecía a cada momento dentro de mi, el tenia que creerme, el tenia que confiar en mi, porque ahora que le había contado todo, ahora sabia que no podría estar sin él

  • nunca, jamás- le dije mirándolo fijamente- nunca jugaría contigo

Entonces no supe que mas decir, no supe que mas hacer, no había pensado en esta parte si lograba habar con el, lo único que tenia claro era que no lo soltaría, que no lo dejaría ir, que lo quería conmigo, que quería protegerlo y estar con el siempre.

Acerqué su cuerpo al mío y lo abracé, lo abrace sin ninguna intención de volver a soltarlo, sin ninguna intención de alejarme de él, se sentía tan bien el pulso de ambos, los latidos de ambos que sonaban al mismo tiempo, sincronizados de manera magistral, sentía su respiración agitada, su pecho subía y bajaba acelerado, lo rodeaba con mis brazo, trataba de transmitirle cada sentimiento que me embargaba, mi cuerpo se estremeció cuando sentí sus manos en mi espalda, temblé cuando sentí como devolvía mi abrazo, como sus brazos se aferraban a mi cada vez con mas fuerza, como si no quisiera soltarme, entonces recordé, recordé uno de los primeros sueños que tuve con Santiago, aquel sueño donde el me pedía que asumiera lo que me estaba pasando, ahora lo entendía, ahora comprendía que solo asumiendo no solo a mi mismo, si no que también a él, solo de esa manera conseguiría esa tranquilidad, esa paz que me inundaba, que me quitaba el aliento en un segundo para luego regresármelo con un sin fin de sentimiento mucho mas intensificados aun

Al menos un buen par de minutos llevaba abrazando  a Santiago pero no tenia ninguna intención de soltarlo, y al parecer el tampoco a mi.

  • Tengo que volver a casa- dijo aun apoyado en mi pecho con sus manos en mi espalda

  • no, no aun, por favor- le suplique, no quería dejarlo

Santiagos e separó de mi y su rostro, se veía hermoso, tenia una expresión de calma, la misma calma, la misma paz que yo sentía entre sus brazos

-al menos déjame acompañarte- le dije resignado

-OK- solo eso me respondió y me regalo una hermosa sonrisa

Caminábamos en silencio, por momentos nuestras miradas se encontraban cuando disimuladamente intentábamos mirar al otro, yo no dejaba de sentir mi corazón latiendo acelerado y mi pulso en las nubes, en cuento llegamos a su casa, el trayecto se me hizo demasiado corto

-bueno…-dijo santiago como si intentara decir algo pero no sabia que

  • cuando vuelves a la facultad?- le pregunte para poder retenerlo aunque fuera en la puerta d su casa unos minutos mas

-pasado mañana

  • entonces…-me arriesgué- puedo, venir a verte mañana?- estaba nervioso, me sudaban las manos, el solo me miraba y no respondía nada, los nervios me estaban desesperando, parecía examinarme detalladamente

  • OK – dijo de repente

  • de verdad?-

  • si, bueno, si quieres, si

-claro que quiero

Sabia que la sonrisa de bobo no salía de mi rostro, pero santiago me estaba dando la oportunidad de acercarme a él, de permanecer a su lado, eso me tenia desbordando felicidad

-voy  a entrar- me dijo como pidiéndose, puso las llaves en la puerta y abrió, yo, no podía dejarlo ir así, tenis que atreverme, era lo que mas deseaba, los que mas quería en el mundo, tenis que juntar el valor suficiente y confiar en que la reacción de santiago sería buena- adiós- me dijo mientras entraba a su casa

Y di un paso atrás solo lo mire, y cuando estaba cerrando la puerta, no aguanté mas…

-Santiago espera- le dije volviendo a la puerta

-que pasa?- me pregunto aun nervioso

-no no puedo irme así…- me acerqué a él tome una de sus manos, la apreté con fuerza, claro sin llegar a lastimarlo, me seguí acercando, sentía mi aspiración y la suya alborotadas, si no caía desmallado en ese mismo instante, quizás Santiago lo haría… ni un centímetro separaba mi cara de la suya, el se veía nervioso, termine de acercarme y pose mis labios en los suyos, rogando a dios que el no me ajara, y no lo hizo, solo un momento nuestros labios se juntaron, fue lo mas tierno, lo mas delicado, pero lo mejor que me ha pasado, en cuanto sentí sus labios en los míos cerré los ojos y el también, cuando nos separamos yo abrí los ojos y él aún los mantenía cerrados… se veía perfecto, sin duda era esa la mejor imagen que podía tener, subí la mano que tenia libre y la pose en su mejilla una vez mas, el abrió los ojos lentamente y entre el nerviosismo de ambos, no fuimos capaces de hacer nada mas que dedicarnos una sonrisa el uno al otro, acaricié su rostro por un momento y me alejé…

-te veo mañana- le dije aun sonriéndole

  • nos vemos – respondió sonrojado- adiós

Lo vi cerrar la puerta, permanecí un minuto en las afueras de su casa, me giré y aun con la sonrisa en el rostro comencé a caminar mientras tocaba suavemente los labios, como tratando de convencerme de lo que acababa de pasar… tratando de convencerme de que había sido real

-Santiago…. –pensé aun con la sonrisa y mi mano en mis labios…- claro que fue real.- sentencié en voz alta