Piensa en frío..él altero mi mundo (23)
Mi mano es presionada con fuerza, de un tirón me gira y vuelvo a estar frente a él, antes de que pueda esquivarlo o si quiera piense en alejarme sus manos toman mi rostro con fuerza y me derrumbo cuando siento sus labios, me acerca más a él y presiona mi cuerpo al suyo, quiero esto, no lo aparto env
Hola...
quiero de verdad agradecer toddos los comentarios en la nota que publique, no voy a mencionarlos uno por uno pero quiero que sepan que me emociono mucho leerlos, aqui y tambien en mi mail. gracias por entender u.u los amo O///O
como siempre espero sus opiniones y comentarios (por favor de todo tipo, sean buenos o malos siempre son muy bien recibidos porque se que son criticas constructivas), los esperare con ansias y los agradecere de verdad...
no quiero alargarme demasiado cuando termine el capitulo tenia mil cosas en la cabeza que queria decirles pero la verdad, gran parte de ellas ya la olvide, lo dije, mi memoria no tiene gran capacidad de retencion, seria bueno que comenzara a anotar las cosas xD ... espero disfruten el cappitulo, hay partes que me costaron un infierno escribirlas pero estoy feliz con el resultado, hice algunos cambios en relacion al capitulo anterior, sobre todo en lo que paso entre Diana y Pablo O///O (esos dos son un caso xd) y me gustaria ver como fueron recibidos...
bueno mis queridos y queridas, no les digo mas que gracias por la pasciencia que han tenido conmigo
Disfruten el capitulo!! y opinen y comenten!! saben que leo cada comentario y c/u tiene un lugar especial en mi
Besos, abrazos y cariños... Pauli :)
PD: casi lo olvido, si alguien no esta deacuerdo con que publique una historia Gay siendo mujer (como el mail que recibi en particular), bueno pues lo siento mucho, no puedo decir mas que NO LEAS LO QUE ESCRIBO... el amor es amor, y yo siendo mujer no veo nada de malo en una pareja de hombres que se aman lo encuentro hermoso, a quienes tengan ese prejuicio quiero decirles que... estas muy mal, la sociedad debe dejar de ser tan exclusiva y discrimatoria, si te molesta que una mujer escriba una historia gay solo te estas discriminando a ti mismo y eso es muy triste...
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Santiago
Entraba a la facultad con un cansancio del demonio, había perdido la costumbre de levantarme muy temprano por la mañana, pero con el retorno a clases no tenía nada más que hacer, desde la salida de casa caminaba aun medio dormido, en el camino había hablado con Fernando y quedamos en que nos veríamos por la tarde cuando ya los dos estuviéramos libres, también llame a Pablo y no me extraño para nada haberlo despertado, sin duda a él sería a quien más le afectaría volver a retomar el horario, solo le dije que no olvidara que quería hablar con él y que nos viéramos en la universidad, le pedí que no hiciera planes y que al final del día me acompañara a casa, pensé en hablar con él durante el almuerzo pero sin duda Diana estaría también con nosotros y lo que quería decirle tenía que hacerlo en privado.
Faltaban aun un par de minutos antes de que tuviera la primera clase del día, entre en uno de los baños y en la puerta accidentalmente choqué con alguien que parecía ir más acelerado que yo…
-perdón, lo siento- me disculpe, el pareció sorprenderse un poco, me miro por un segundo, parecía examinarme, comencé a ponerme nervioso y cuando iba a hablar él se adelantó….-fue mi culpa, lo siento- no dijo más y salió del baño acelerado
En el último tiempo los contantes cambios de actitud en Rodrigo me tenían un poco perdido, nunca sé como hablarle ni mucho menos como va a contestarme él, y la verdad es que no le di mucha importancia, pero ahora me dio un poco de curiosidad su mal aspecto, en el momento que se me quedo viendo pude notar su mala cara, parecía que sus vacaciones no han sido muy relajadas si no que todo lo contrario…-debe llevar días sin dormir….- bueno ese no es mi problema.
La mañana se me hizo eterna, no podía más del aburrimiento, pero me mantenía despierto gracias a que Fernando me hablaba por whatsapp, le dije que hablaría con Pablo después de clases por lo que quedamos en comer juntos.
Cuando entre en la cafetería lo divise en una de las mesas al final, un poco apartado del resto, parecía no haber demasiada gente en la facultad, estaba leyendo y no se dio cuenta cuando me acerqué a él, no dije nada y solo me senté a su lado, entonces note que también estaba con audífonos, seguía sin notar mi presencia, tome su mano con disimulo y el giro su mirada hacia mí, le sonreí y el solo me guiño un ojo.
Nos quedamos hablando por un rato de la aburrida mañana que ambos habíamos tenido, apareció Diana que estaba demasiado eufórica y feliz por volver a clases, insólito… como siempre Diana no paraba de hablar exageradamente, yo estoy acostumbrado a ella, pero Fernando parece marearse de vez en cuando y se reía de las ocurrencias de Diana.
Todo cambio cuando Pablo apareció y saludo a todos casi sin mirarnos, se sentó al lado de Diana y ninguno de los dos hablaba, por alguna extraña razón Diana no decía absolutamente nada, lo más probable seria que hayan peleado y por eso ni siquiera se miran, siempre están peleando, no les di importancia.
-que le ocurre?- le pregunte a Fernando cuando note que miraba hacia la mesa donde estaban sus amigos, entre ellos estaba Rodrigo, que parecía apartado de la conversación de los demás, de repente se levantó, dijo algo al grupo y salió de la cafetería muy rápido
-no lo sé, pero esta extraño- Fernando parecía preocupado – sé que Rodrigo tiene algunos problemas con sus padres, quizás le ocurrió algo con ellos
-problemas? Que problemas?
-no tengo idea, nunca habla de ellos, quizás debería…no mejor no
No quise seguir preguntando porque parecía que Fernando estaba un poco complicado, se nota preocupado, debe estar muy extrañado de la actitud de Rodrigo, después de todo y desde mucho antes de que nos conociéramos, ellos eran amigos.
Cuando nos levantamos para volver a clases, Fernando se fue con sus compañeros y yo salí de la cafetería con Diana y Pablo, quienes seguían con un silencio de funeral
-esto es incómodo- les dije, Pablo me ignoro y Diana me miro sin entender –que les pasa? Porque ni siquiera se miran? Porque discutieron ahora? –Diana abrió los ojos en sorpresa y me sorprendí cuando la vi sonrojada, miro hacia otro lado, tomo su celular y se concentró en él
-de que hablas, no pasa nada, me voy, avísame cuando termines y nos vamos juntos- dijo Pablo antes de desaparecer. Diana no parecía tener intención alguna en hablar conmigo, de seguro sería una pelea insignificante, ya se les pasará.
Me despedí de ella y camine rápido a mi siguiente clase…
Rodrigo
-estas bien?- escuché a Fernando mientras se sentaba a mi lado antes de que comenzara a clase
-si – le dije cortante
-claro.. seguro- se calló un momento- Rodrigo, si tienes algún problema y puedo ayudarte o si necesitas algo, no sé, cuentas conmigo
-desde cuando somos amigos?- le pregunte extrañado, el rio
-siempre hemos sido amigos, solo que estábamos … no lo sé… un poco distanciados
-por Santiago –le dije
-no- respondió rápido- por tu culpa y también por mi culpa, te has portado como un idiota y yo también, lo siento –me dijo mientras extendía una mano hacia mí, yo lo mire un segundo y me di cuenta de que hablaba en serio, y sí, siempre habíamos sido amigos y Fernando es, bueno es un buen amigo, siempre lo ha sido, le di la mano y me sonrió, no volvimos a hablar cuando el profesor comenzó la clase…
Fernando… si supieras lo que yo, y que no he hecho nada para advertirles de lo que se les viene, sin duda dejarías de ser mi amigo…
Entonces su rostro, su voz, su sonrisa volvieron a aparecer en mi cabeza, el recuerdo duele, aunque lo odio, duele demasiado.
Tomas…
Santiago
-no vas a decir nada?
-sobre qué?
-oh Pablo por favor! Sabes de lo que hablo
-no tengo idea- suspire
Seguimos caminando en silencio hasta llegar a mi casa, Pablo no decía absolutamente nada, se lo que hace, espera que me carcoma la conciencia y demonios lo está logrando
-quieres comer algo?
-tu qué crees- me reí, camino a la cocina y yo lo seguí, lo miraba hurgar entre la comida eligiendo algo para sacar
-vas a contarme lo que pasa entre Diana y tú? – se giró hacia mí y seriamente marcando cada palabra dijo
-Santiago entre Diana y yo no pasa nada- note algo extraño en su voz pero no distinguí que era, lo deje pasar
-lo siento
-da igual, Diana está loca y…
-no hablo de eso –le interrumpí
-entonces? –seguía sin mirarme
-Pablo!!- le grite – demonios escúchame!- me miro sorprendido, dejo lo que estaba haciendo y camino a una de las sillas, se instaló frente a mí y muy tranquilo me miro
-te escucho
-lo haces a propósito- le dije, el sonrió
-te escucho- repitió, suspiré
-lo siento, lamento lo que dije, lamento haberme molestado contigo, fue injusto, me porte mal, tenías razón, demonios siempre tienes razón, no sé cómo lo haces y eso me molesta, tenías razón con Tomas, tenías razón con las peleas con Fernando, reaccione mal y te ataque injustamente, eres mi mejor amigo, lo eres desde que éramos niños y sé que te preocupas por mí, siempre lo has hecho- sonreí- perdóname, prometo no volver a portarme mal contigo, sé que todo lo que haces y dices lo haces pensando en que no me quieres ver mal, aunque tienes formas un poco extraña de demostrar tu cariño, estoy acostumbrado a ello, y demonios lo siento en verdad, sobre todo porque no eres ni cruel ni insensible, lo siento
-mierda Santiago no llores- no me había dado cuenta que había comenzado a llorar hasta que Pablo me abrazaba
-perdón
-si si, estas perdonado, pero no llores, que te pasa, no es para tanto
-pensé que me odiabas
-mierda no te odio, eres mi mejor amigo, como mi hermano, no te odio, solo estaba enojado, sentido, no lo sé
-lo siento- repetí mientras limpiaba mi cara
-carajo que ya te perdone!! – me reí, es verdad, Pablo no sabe qué hacer ni decir cuando ve a alguien llorar, volví a abrazarlo
-bueno ya Santiago que esto no es una telenovela, suéltame ya
-no seas así! Abrázame
-Santiago
-que me abraces te digo!!- le dije riendo
-Chago ya… es mucho cariño para mí- lo solté después de un rato, sé que no le gusta que lo abrace
Pablo volvió a concentrarse en la comida y mi teléfono comenzó a sonar..
-eh!-dijo Pablo mirándome- ni se te ocurra quedarte aquí… ve a hablar con tu noviecito a otra parte, no quiero escuchar, en serio –me reí y camine a otra parte para hablar con mi novio
Fernando me pregunto cómo había salido mi conversación con Pablo y le dije que estaba todo arreglado, se alegro y quedamos en que vendría a mi casa por la noche…
Cuando volví a la cocina me enccontre a mi amigo instalado comiendo o más bien tragando, ni siquiera masticaba, siempre encontraba algo que le gustara mucho comer
-te vas a enfermar
-que dices… la gente que come no se enferma, viven felices
-comiendo perdices? –me reí
-exacto! Ese es el punto- miraba a Pablo como tragaba y tragaba comida, extrañaba esto
Después de un rato, cuando le dio el bajón y quiso recostarse, según él estaba agotado, subimos a mi cuarto, yo tenía que revisar algunos papeles y Pablo solo quería dormir, entonces lo recordé..
-cuéntame, no seas así
-que quieres que te cuente?- lo mire y estaba con los ojos cerrados
-qué pasa con Diana?- abrió los ojos de golpe y me miro
-cuéntame que paso, porqué discutieron ahora?- Pablo me miraba entre molesto y nervioso… nervioso –Pablo
-nada Chago no pasa nada ya deja de preguntar
-mientras más lo nieguen más me intriga, habla- le dije, en verdad quería saber que estaba pasando… pablo nervioso, Diana y él no se hablan, ella se sonroja, no se miran, que… que demonios…-Pablo…
-qué?..no me mires así!!- estaba en shock, si lo que creía era real, estaba en shock- hey! Deja mirarme así!- me grito
-ustedes, oh por Dios Pablo! Tú y Diana no… que…-no lograba decir lo que estaba pensando, no me salían las palabras
-no! ya deja de mirarme así y quita esas ideas extrañas de tu cabeza, Santiago!!
-Pablo te estas delatando… me cuentas y me cuentas ahora! Todo!
Pablo me miro por un minuto y luego cerrando los ojos… soltó todo, absolutamente todo… esto era demasiado extraño…
-no lo creo… ustedes dos
-no lo repitas
-desde cuando están juntos?
-que… que demonios dices Santiago! Juntos?! Diablos no! solo paso y ya, pero eso es todo no va a repetirse- estuvimos hablando un rato del tema, no podía creer que entre Diana y Pablo hubiera algo, no me calzaba, era imposible, todo el tiempo están peleando, y Pablo ni siquiera es del tipo de hombre que le gusta a mi amiga, son muy distintos y el cuentito de que lo polos opuestos se atraen es una vil y asquerosa mentira, demonios esto no va a terminar bien, lo sé..
Tomás
-que haces ahí? –le pregunte a Marcela cuando entre en mi cuarto y la encontré recostada en la cama, en cuanto me vio sonrió y corrió a abrazarme- que te pasa
-estoy tan feliz y emocionada- yo la mire molesto, me molestaba su efusividad- sé que las cosas ahora van a cambiar y para bien, todo va a volver a ser como era antes de irnos a vivir a España, lo sé y estoy feliz por eso
Miraba a Marcela cabreado, todo el día la soporte hostigándome y molestando cuando fuimos a la universidad para arreglar los papeles del traslado, ya estaba inscrito y matriculado, comenzaría la semana siguiente, mi hermana estaba demasiado emocionada, tanto que me molestaba porque a mí no me importaba en lo más mínimo.
El día completo había sido un asco, tenía ganas de salir de esa casa y librarme de las miradas curiosas de mi familia que insisten en hablar de mi “enfermedad”, estoy arto de decirles que no estoy enfermo, que lo que tengo no se cura y se mejora, oh si, de hecho si mejora, pero solo consiguiendo más y más.
Saque a Marcela de la habitación con la excusa de que estaba cansado y quería dormir, busque mi teléfono y no lo pensé cuando ya estaba marcando su número una vez más…. buzón de voz.
Así había sido todo el maldito día, lance el teléfono al suelo y me recosté en la cama, no debería hacerlo … no debería buscarlo…. Cuando salí del departamento lo hice con el fin de no volver a acercarme a él, por eso la nota, por eso ni siquiera quise despedirme.
Mis ojos comenzaron a cerrarse, los parpados me pesaban, los abro de golpe cuando la imagen llego a mi cabeza, no otra vez…
Ya son varios días donde solo recuerdo, no duermo, no logro dormir, solo recuerdo esa época, esa maldita etapa en mi vida,
… hace apenas un par de semanas que había llegado a España con mi familia por el traslado de mi padre, extrañaba a Santiago, de verdad lo extrañaba y si bien los primeros días hablábamos por Facebook después decidimos que lo dejaríamos, no tenía sentido si no nos volveríamos a ver al menos en un buen tiempo…
Caminaba por la universidad buscando las salas donde tenía clases, aun no me adecuaba, incluso el acento de los españoles me incomodaba un poco, no lograba acostumbrarme, agradecí encontrarme con alguien que era de mi país… Alex….
-hijo… ven a comer por favor, la cena esta lista…-la voz de mi madre mientras golpeaba mi puerta me interrumpió y deje el recuerdo atrás, una vez más.
La comida en familia estaba siendo más que desagradable, todo me molestaba, todo me incomodaba, me desagrada la risa exagerada de mi hermana, la voz de mi madre repitiendo una y otra vez que está feliz por mi “cambio” y mi padre, con esa postura de padre orgulloso que al fin logro enrielar a la oveja descarriada de la casa… todo esto es una puta mentira.
Me apresure y sin que lo notaran salí de la casa antes de que volvieran a hostigarme, solo quería salir, respirar, librarme de ellos por un rato…
Antes de que me diera cuenta ya estaba caminando hacia donde no debía… déjalo tranquilo…- demonios, quizás no sea problema, solo lo saludo y me largo, nada más, estaba parado frente al edificio cuando lo divise caminando desde una de las esquinas, sonreí, comencé a caminar hacia él pero me detuve cuando el buscando las llaves se detuvo en la puerta, llevaba un par de bolsas, hizo un gesto de dolor y dejando los paquetes en el suelo paso una de sus manos por el cuello, le dolía… por mi culpa…
Antes de que se diera cuenta, yo ya había dado media vuelta y salía de allí apresurado…
Fernando
-Bárbara tengo muchas cosas que hacer..-no hay caso, no quiere dejarme vivir en paz
-pero cuéntame! Que tal tu día –preguntaba casi gritando, en realidad no estaba interesada en mis nuevos ramos en la universidad, solo quería saber de Santiago, claro en el último tiempo era lo único que me preguntaba
-todo bien, normal- evitaba hablar del tema, después de la conversación que tuvimos, más bien después del monólogo de mi hermana cuando dijo que lo sabía todo, no habíamos vuelto a hablar del tema, ella siempre me buscaba y lo intentaba, pero yo no quería, era incomodo, aun no me acostumbro a que mi hermana me pregunte por mi “novio”, en realidad nunca me gusto que lo hiciera, ni siquiera cuando tenía novia, no me gusta hablar mucho de ello
-Fernando solo quiero saber si está todo bien… por favor –me pidió
-Barby… si está todo bien, excelente –le sonreí- quédate tranquila -antes de que volviera a decir algo me le adelante- ahora déjame solo por favor tengo muchas cosas que hacer- frunció el ceño y en medio de berrinches salió de la habitación.
Descanse por un rato y tome una ducha, tome mi teléfono y le escribí por whatsapp a Santiago a ver si aún estaba con Pablo, las disculpas habían sido muchas más largas de lo que pensaba, o mi novio es un poco exagerado o Pablo es un desgraciado que quiere hacerlo sufrir, debe ser la segunda opción, eso seguro, muy amigos serán pero Pablo es un verdadero niño, aunque reconozco que desde hace algún tiempo nos hemos llevado mejor de lo que yo hubiera esperado.
-no… estoy solo… ¿quieres venir? –sonreí, claro que quería verlo, pero era bastante tarde y de verdad estaba agotado, un día demasiado largo y agotador, quedamos mejor en vernos al otro día.
Por la mañana cuando iba entrando en la universidad me encontré en la entrada con Pablo…
-porque me miras así?- me pregunto a la defensiva, aguante las ganas de reír, solo pretendía saludarlo
-sabes por qué- sus ojos se abrieron con espanto
-diablos! Le dije a Santiago que no abriera la boca, escúchame una cosa muchachito
-muchachito?- me reí- soy mayor que tu
-cállate y escucha! ..no lo digas, no lo pienses y por nada en el mundo vallas a preguntar absolutamente nada, no quiero que Diana sospeche que le conté a Santiago lo que paso, bien bonito, ya no se puede confiar en ese sin vergüenza- sí, lo acepto, la curiosidad me gano, y Pablo estaba hablando sin que yo lo presionara
-no exageres, tampoco es para tanto, si Santiago me lo conto fue porque no es tan grave- le dije siguiéndole la corriente
-claro! Como no va a ser grave maldición, ahora sé que Santiago va a estar pendiente de si pasa algo entre Diana y yo otra vez- seguí fingiendo pero me sorprendió la idea que cruzo mi cabeza- solo fue una vez y no se va a repetir, jamás, solo fue un error
-un gran error
-sí, lo sé, pero que….¿me estas juzgando?
-yo? Jamás! Solo digo ahora no será fácil
-ya lo sé- pasaba las manos por su cabeza exasperado… diablos…- yo podría hacer como si nada hubiera pasado pero Diana ni siquiera quiere hablarme, yo no la forcé- oh mierda, si es lo que estaba penando
-hablas más de la cuenta Pablo… mucho más ….-le dije riendo, el me miro sin entender y cuando se dio cuenta de lo que le decía su expresión cambio enseguida, quizás no debí ser tan curioso
-bastardo infeliz!!! Santiago no te dijo nada!! –me gritaba, quienes estaban alrededor miraban en nuestra dirección
-tranquilízate, no voy a decir nada –le dije tratando de calmarlo, pero no podía dejar de reír, Pablo iba a volver a gritar, seguramente una orquesta de insultos- me voy! Tengo clases, nos vemos – camine rápido mientras seguía riendo y escuchaba como maldecía a mis espaldas, con razón había estado tanto tiempo con Santiago, de seguro lo había obligado a contar todo.
La mañana paso muy rápido, Pablo no había dejado de enviarme mensajes amenazando mi integridad si Diana se daba cuenta de que yo sabía lo que pasaba, pensándolo bien, podría utilizar muy bien esto, de seguro lo convencería para dejarme tranquilo con Santiago y que no estuviera contantemente repitiendo que aún estoy “condicional”.
Cuando entre en la cafetería, busque a Santiago por el lugar, aún era temprano y había muy poca gente, lo divise en una esquina concentrado en el notebook que tenía en la mesa, no lo pensé mucho solo camine hacia él y lo bese en el cuello antes de que notara que estaba a su lado, me miro sorprendido y sus mejillas se sonrojaron
-te extrañe- le dije sonriendo
-hey… así veo- rio mientras apagaba el equipo y me miraba sonriendo
-porque te sonrojas?
-que quieres que haga, me tomas por sorpresa, aun no me acostumbro
-pues deberías
-bueno, cuando estamos solos sí, pero en público, no lo sé, es extraño, pero me encanta- ese brillo especial en sus ojos apareció y tomo mi mano- tantas veces imagine como seria estar contigo, y créeme que ni mis mejores sueños se acercan a esto, es mucho mejor de lo que había soñado
-lo pensabas de verdad?- nunca habíamos hablado de esto o al menos nunca le había preguntado en detalle
-todo el tiempo- me dijo- te veía y…- se rio- temblaba cuando pasaba por tu lado y no te rías por que hablo enserio- no reí, solo me acerque más a él
-cuéntame
-Fernando… porque?
-quiero saber, nunca me lo has dicho, cuéntame
-ok…-suspiro- siempre te miraba, nunca pensé en acercarme a ti, eso lo sabes, me ponía demasiado nervioso solo saber que estabas en el mismo lugar, ni pensar en hablarte, Pablo me lo decía todo el tiempo…”deja de suspirar cuando lo vez o se va a dar cuenta”- se rio y volvió a mirarme- me aterraba pensar que si lo sabias podías rechazarme o no lo sé, quizás sentirías asco de mi o algo así
-Santiago…
-no…-me callo- querías que te lo contara, bueno ahora vas a oír todo- volvió a suspirar y yo tome su mano con más fuerza- muchas veces pensé buscar alguna excusa para hablarte, la que fuera, cualquier estupidez me serviría y a veces lo practicaba mentalmente, llegaba a acercarme un poco a ti y me paralizaba, no podía, además sabía que tenías novia y eso –se calló por un momento- …eso no me ayudaba a tener mucha confianza sino que todo lo contrario, pensaba que sentirías asco de mi o que me odiarías por saber que estaba enamorado de ti…no estaba, estoy…-corrigió- por eso cuando haces estas cosas, que quizás para cualquiera son insignificantes pero para mí son demasiado, vuelvo a sentir ese cosquilleo y nerviosismo por verte a mi lado y es que aún me parece irreal que estés conmigo
-te amo –le dije, por eso estoy con él, por eso no pienso mucho las cosas cuando lo tengo al lado
-lo sé- sonrió… esa sonrisa… esa sonrisa que tanto amo se dibujó en su rostro, entrelazo su mano a la mía y la otra se posó en mi rostro…-yo también te amo, más de lo que podría haberme imaginado…-una leve caricia en mi rostro y me acerque a él, moría por besarlo
-están en público… ¿lo saben cierto? –la voz característica de Diana me despertó, la mire y nos veía sorprendida
-Diana…- Santiago la miro igual de sorprendido y quito su mano de mi rostro
-estoy feliz de verlos tan bien pero ya decidieron hacerlo público?- nos preguntó muy seria
-no… no, es solo que….-Santiago me miro como si esperaba que yo terminara de explicarlo, pero la verdad es que no sabía que decir, si no hubiera llegado Diana lo habría besado y no me importaba estar en la universidad rodeados de gente, no pensé si alguien nos estaría viendo, no me importo
-creo que están un poco desconectados de la realidad- dijo Diana comenzando a reír, -bueno, se veían muy lindos- mire a Santiago y estaba sonrojado, me reí- vuelvo enseguida- Diana se levantó de la mesa y salió de la cafetería mirando su teléfono
-estas bien? –le pregunte a Santiago, miraba hacia el piso y estaba en silencio
-si…pero…-me miro- no te importa? –lo mire sin entender- que nos vean- dijo completando la pregunta, separe mi vista de su rostro y observe a la gente en la cafetería, divise algunos conocidos, compañeros, incluso algunos amigos, todo el mundo pendiente de sus asuntos, nadie nos miraba, ni cuchicheaba, ni mucho menos parecían interesados en lo que pasaba en nuestra mesa
-no… no lo sé… -volví a mirar a mi novio- al parecer no mucho
Santiago me miraba sonriendo, mi respuesta no había sido muy segura, pero si fue sincera, no sé si me importa, no sé si me preocupa, a veces sí, otras me importa un carajo, mi mayor miedo era el rechazo de mi familia, al menos de las dos personas que me importan, una de ellas lo sabía y estaba feliz, la verdad es que poco me importaba que los demás me juzgaran o dijeran lo que quisieran, tenía el apoyo de mi hermana, muy pronto hablaría con mi madre y en el fondo sé que su reacción va a ser buena, si bárbara lo tomo bien es solo por la forma que nos crio mi madre, no podría decir lo mismo de mi padre, eso sí que sería un infierno, en casa amaban a Santiago, Bárbara lo adoraba, pero sé que cuando cuente todo, ambos nos veremos expuestos a las críticas y los insultos de la bestia miserable que es mi padre, aun no sé si estoy listo para defendernos de él, no me importa su opinión, pero solo yo se lo hiriente y humillante que puede llegar a ser.
-no sabes lo feliz que me haces- Santiago volvió a capturar mi atención, lo mire y sus ojos estaban clavados en mí, por el rato que me quede en silencio pensando él se quedó viendo mi reacción ante su pregunta
-espero que tanto como tú a mí- le dije
Pablo apareció con mala cara frente a nosotros, hasta aquí llego nuestro momento…
-están babeando- dijo a modo de saludo
-hola Pablo, que tal tu mañana, espero que bien, la mía estuvo bastante aburrida pero ahora va mejorando- dijo mi novio sonriendo mientras me miraba
-sigues babeando, me marean, voy por algo para comer- dejo sus cosas sobre la mesa al lado de las de Diana, y camino a comprar algo, entonces recordé, me reí
-ya lo sé- le dije a Santiago
-que sabes?
-lo de Pablo y Diana- me miro sorprendido
-como lo sabes?!
-Pablo habla mucho más de lo que debería –le dije riendo
-te lo conto?!
-no claro que no, pensó que tú me lo habías contado y comenzó a hablar
-oh mi amigo, no tiene filtro –se rio –me lo dijo ayer, no podía creerlo, aun no lo creo
-es gracioso
-gracioso? Es el caos, el fin del mundo, el apocalipsis- me reí- no te rías! No sé cómo voy a hablarles ahora, es, no lo sé, es extraño
-crees que va a repetirse? Pablo dijo que solo fue una vez, que había sido un error y que harían como si nada hubiera pasado
-no lo sé. Ya no se nada, pero no voy a meterme, que ellos lo arreglen, además Diana no tiene idea que Pablo me conto y ahora también lo sabes tú… no no no, prefiero no entrometerme- dijo riendo
Vimos a Diana acercándose, cerramos el tema y nos levantamos para buscar algo de comer…
Al menos una hora estuvimos en la cafetería, Santiago evitaba mirar hacia Diana y Pablo que seguían sin hablarse, yo en cambio los miraba y tenía que aguantar las ganas de reír, más aun después del golpe que me dio Pablo por debajo de la mesa solo porque los miraba.
Salimos en silencio, Diana desapareció antes de que alguien dijera cualquier cosa, bajamos un par de pisos por las escaleras y Pablo se separó de nosotros, Santiago tenia clases cerca yo en cambio tenía que caminar al otro edificio de la facultad, sonrió y me guiño un ojos cuando nos separamos.
En la entrada de la sala me encontré con Rodrigo, miraba su celular concentrado, tanto que ni siquiera noto cuando el profesor pasó por su lado y entro en la sala, estaba actuando muy extraño.
Tome su brazo sin decirle nada y lo hice entrar, nos sentamos en silencio y antes de que la clase comenzara lo mire por un momento, algo extraño había en él, Rodrigo no es así, nunca esta tanto tiempo en silencio, parecía que llevaba días sin dormir, se veía cansado, agotado
-no me mires tanto- dijo con la vista fija al frente, me reí
-estas extraño- entonces me miro
-estas paranoico- dijo con una sonrisa falsa, algo le pasa
-seguro que no tienes algún problema?- le pregunte, de verdad me preocupaba, sabía que tenía algunos problemas con sus padres, de que tipo? No tengo idea pero sé que algo pasa
-no es nada – bajo la vista y evitando que lo viera, algo llamo mi atención
-qué demonios te paso?- moví el cuello de su camisa y note unas marcas extrañas en su cuello, Rodrigo quito mi mano rápido y volvió a cubrirlas
-nada… es… -tartamudeaba- es una alergia
Lo mire por un momento y note que la mano que mantenía en su hombro temblaba, que diablos le está pasando, me preocupe.
El profesor comenzó la clase y no volvimos a hablar, solo espero que no esté metido en algún problema.
Pablo
Tenía la intención de entrar a mi siguiente clase, pero estaba muerto, al final me decidí por caminar a la biblioteca, claro que no para estudiar, más bien buscaría un lugar tranquilo para dormir por un rato.
Caminaba por el patio de la facultad cuando Diana me abordo…
-tenemos que hablar…-Diablos, estaba enojada
-sobre qué?- le pregunte sin importancia
-no te hagas el tonto, sabes de que
-Diana relájate, ya lo hablamos, el mismo día que…
-no lo digas!! –me grito… reí
-lo estas exagerando
-supongo que no se lo has dicho a Santiago cierto, porque ya no me pregunta nada
-de hecho…-va a matarme- ya lo sabe –dije rápido y en voz baja, espero los gritos, pero cuando miro a Diana parece estar en shock- ven…- tomo su brazo y camino con ella a donde podamos sentarnos- no iba a decírselo, lo dedujo por si solo y diablos no soy bueno mintiendo, no pude negarlo así que preferí contarle todo
-qué demonios tienes en la cabeza!! – y aquí vienen los gritos y los insultos- no pero que pregunto si no tienes nada!! No piensas, no razonas, nada!! Eres un idiota, infantil y arrogante… Pablo tú… -me harté
-bueno ya! –le dije haciéndola callar- deja de gritarme, no hagas un escándalo de esto, quedamos en que íbamos a hacer como si nada hubiera pasado, bueno yo estoy haciendo mi parte pero tú no, deja de pensar en eso, además bien que te gusto- me reí- Diana ya pasó, a menos que tu esperes tener algo enserio conmigo?
-ni aunque fueras el último hombre en la tierra, te lo dije, solo fue el momento
-bien! Eso es todo, ya no nos compliquemos más por el tema y seguimos tan amigos como
Siempre – me miraba en silencio y muy seria, hasta que comenzó a reír
-no se en que estaba pensando cuando caí tan bajo contigo- se reía
-hey! Reconoce que te gusto –le dije riendo
-no creas Pablito… no eres la gran cosa- maldita Diana- me voy, tema superado- se levantó y desapareció rápidamente
Bien… llegamos a un acuerdo, lo que paso tampoco estuvo tan mal, pero solo fue una locura de momento, anécdotas que le contare a mis nietos cuando tenga ochenta años o quizás no sea bueno entrar en detalles…pero no es el fin del mundo, pienso en Diana ahora y vuelvo a ver el demonio de cabello largo que no hace más que fastidiar, pero somos amigos hace años, así nos entendemos, ninguno de los dos es tan idiota como para pensar en intentar tener algo cuando es obvio que no resultaría, la idea es tonta, solo fue una “locura de momento” ella misma lo había dicho… si, tema superado.
Rodrigo
Fernando no me quito la vista de encima durante todo el día, desde cuando se preocupaba tanto por mí, ni siquiera éramos tan amigos, o quizás sí, yo solo comencé a odiarlo por saber que estaba con Santiago, pensar en Santiago me lleva a recordarlo a él al instante, y me duele hacerlo.
Prometí que no me iba a humillar más por él, si Tomas quería jugar bueno entonces será mejor que se busque un juguete en cualquier otra parte que esté lejos de mí, aunque de seguro ya tendrá a alguien en mente, claro… Santiago
He pensado en hablar con él, en advertirle, pero la verdad es que no sé qué pueda hacer Tomas para alejarlo de Fernando, ni siquiera sé lo que pretende y tampoco quiero saberlo, solo espero dejar de pensar en él.
Llevo estos días torturándome y luchando conmigo mismo para no contestar sus llamadas, demonios desde cuando estaba tan interesado en hablar conmigo, cada vez que el teléfono sonaba yo me sentaba con él en la mano, veía su nombre en la pantalla y me repetía una y mil veces… “no lo hagas…no le importas…solo eres su juguete...no te arrastres más por él…” … pero no es fácil, no es nada fácil.
Entro en el departamento y me dejo caer sobre el sillón totalmente agotado, aunque es día de semana, quiero hacer algo, distraerme, lo pienso un momento y me pongo de pie, tomo mi chaqueta y vuelvo a salir.
No recuerdo su nombre, estoy en un bar, es al que más voy, sé que estuve con él, lo recuerdo claro que lo recuerdo, ese día Tomas hizo que escuchara como estaba con otro y yo patético despechado me acosté con el primer tipo que se me acerco en el bar, aunque pensándolo bien, tampoco es algo de lo que me arrepienta, es guapo- me río…el me ve y se acerca- no debería, debería estar en la cama, tengo clases temprano por la mañana
Cristian me habla, se alegra de encontrarme, jamás le di mi teléfono y no volvimos a vernos, alguna parte de mí también se alegra de haberlo encontrado, al menos me distrae, hablamos por un rato, propone irnos a su departamento, lo pienso voy a decir que si pero me arrepiento un segundo antes de responder, no quiero esto, no quiero acostarme con él ni con ningún otro solo para dejar de pensar en Tomás, no voy a hacerlo… lo rechazo con la excusa de la universidad y con que necesito dormir y descansar, el acepta sonriente, es guapo muy guapo, me pide mi teléfono diciendo que espera volver a verme, se lo doy gustoso, hablamos por otro rato, reímos, me distrae, pero ya estoy cansado, agotado en realidad, él lo nota y se ofrece para llevarme a casa, antes de que logre contestarle nos interrumpen…
-no, el viene conmigo- esa voz… su voz… me paralizo
-Rodrigo? – Cristian me mira esperando que responda… ¿Qué hago?
-nos vemos después?- le digo cuando reacciono, no lo pensé, solo conteste, pero me arrepiento de no haberle dicho que si cuando quiso que nos fuéramos a su departamento, él sonríe
-está bien, esta vez ya se cómo encontrarte- se acerca a mí, besa mi mejilla, sonríe, ignora a Tomas y se va, lo veo acercarse a un grupo de hombres y hablar con ellos
Camino hacia la salida a paso firme, el me sigue, siento su presencia a mi lado, su aroma, su perfume… aun no lo miro, no puedo, me paraliza todo de él, odio esto, odio sentirme así odio verlo odio esta sensación, pero no lo puedo evitar.
Afuera hace frio, más del que debería por el época del año, cruzo mis brazos en mi pecho y camino en dirección a mi departamento aun sin hablar, sin mirarlo sabe que no voy a decir nada, siento su suspiro
-que estás haciendo? –su voz me envuelve, la extrañaba
-camino a mi casa- le digo con falsa seguridad, sigo caminando, toma mi mano, me detengo y me gira… al fin lo veo, diablos me encanta
-qué demonios estás haciendo?!!! –está enojado, muy enojado, su aliento huele a alcohol y esta tan cerca de mí, no respondo porque no puedo- piensas revolcarte con cada imbécil que se te cruce?!!- me grita… ¿por qué demonios me grita?
-te importa?- le digo molesto, enserio estoy molesto, a él no le importa nada de lo que tenga que ver conmigo, entonces porque demonios no solo desaparece y ya
-es lo que haces ahora?- ya no grita, lo miro, algo le pasa lo sé, se contiene y sus manos toman mis brazos con fuerza, está enojado pero no como las otras veces
-no…-evito su mirada- yo no soy como tú –lo digo, al fin lo digo el me suelta y sé que me está mirando
-es bueno que no seas como yo- su voz cambio
-ni siquiera sé cómo eres- silencio
-aun no tienes una idea?...-mis ojos se cierran y mi piernas tiemblan, su mano mueve el cuello de mi camisa, el recuerdo y sus palabras duelen, se lo que es, es un maldito
-que quieres? –me muevo y esquivo su toque, doy un paso atrás y lo miro con prepotencia, esta serio, no dice nada… sonríe, esa sonrisa, esa maldita sonrisa petulante
-solo pasaba por aquí, fue una coincidencia que nos encontráramos
-una horrible coincidencia- el ríe
-nene estás enojado?- lo odio
-vete al diablo
-esas no son formas de hablarme- no deja de sonreír, lo miro y sé que él puede darse cuenta de cuanto lo odio
Voy a decir algo pero me arrepiento porque no vale la pena y no quiero caer en su maldito juego, doy media vuelta y vuelvo a caminar en dirección a mi departamento, quiero correr salir de allí lo antes posible, pero no quiero que él se dé cuenta de cuanto me cuesta estar a su lado, no voy a dejar que vea lo patético que me he vuelto…
Mi mano es presionada con fuerza, de un tirón me gira y vuelvo a estar frente a él, antes de que pueda esquivarlo o si quiera piense en alejarme sus manos toman mi rostro con fuerza y me derrumbo cuando siento sus labios, me acerca más a él y presiona mi cuerpo al suyo, quiero esto, no lo aparto envuelvo mis brazos en su cuello y lo busco con ansias…
Me besa ansioso, con fuerza, sus dedos tocan mi cuello… lo recuerdo, pongo los pies en la tierra y siento rabia, angustia, no quiero más, lo amo, estúpidamente lo amo, pero el no a mí, solo soy su entretención, uno de sus juguetes, no voy a seguir siéndolo..
Lo aparto de mi con fuerza, el me mira con sorpresa, su pecho sube y baja acelerado igual que el mío, da un paso hacia mí, me aparto
-no!- grito- no más, no quiero más de esto, no quiero más de tu mierda, NO MAS!! –solo me mira, no dice nada, comienzo a caminar rápido y cuando doy vuelta en la esquina corro a mi departamento, entro acelerado, me arrepiento de haber salido, voy a la habitación me quito la ropa y me dejo caer en la cama, miro el techo del cuarto y toco mis labios, paso mi mano con fuerza, como si me estuviera limpiando, cierro los ojos…
-no más- me repito, comienzo a calmarme y le doy la orden a mi cerebro de apagarse y que de una maldita vez me deje descansar
Tomás
Cuando entro en la casa son casi las cuatro de la madrugada, después de ver a Rodrigo volví a entrar en el bar y me quede ahí por un rato, bueno por horas en realidad, con la idea de no pensar en la estupidez que había hecho al acercarme a él pase ese rato con un tipo del que ni siquiera recuerdo el nombre, se me insinuaba de tal manera que incluso llegaba a ser patético, pero al final cedí y tuvimos lo que fue un corto pero intenso encuentro en uno de los baños, no me gusta hacerlo así pero quería dejar de pensar en Rodrigo, no resultó, todo lo contrario después de alejarme del tipo me sentí miserable y patético.
Solo quería tomar un trago, salir por un tiempo de casa, solo eso, ya había estado por un rato en el dichoso bar y cuando iba a regresar a casa lo vi entrar, iba a acercarme a él enseguida pero me arrepentí y solo me quede a una distancia prudente observándolo, cuidando que él no me viera.
Vi cuando ese tipo se le acerco y como se quedaron juntos por un rato, Rodrigo tomo su chaqueta y el tipo seguía con él, era obvio lo que pretendía, entonces me apresure a caminar hacia ellos y escuche cuando él se ofreció para llevarlo a su casa, no iba a dejarlo.
Ahora con la mente fría y calma me reprocho el haberme acercado a él, no debiera importarme, pero maldición me importa, no quiero que este con nadie más, pero tampoco quiero que este conmigo.
-donde diablos estabas?- la voz de mi padre me hace reaccionar
-cerca- trato de ignorarlo y camino al cuarto
-no te basta como has destruido a esta familia con tus idioteces, ahora que tu madre y tu hermana tienen las esperanzas de que todo se arregle una vez más mandas todo a la mierda por ese asqueroso vicio!!- me rio sin que él lo note, no me importa mi familia, lo escucho por un rato y cuando se convence de que no he estado consumiendo ninguna droga me deja en paz.
Caigo en la cama rendido, agotado, evito pensar en lo que paso, tomo el celular y marco el número de Rodrigo, no debería, pero lo hago de todas formas, no contesta… Dejo el teléfono a un lado y trato de dormir, me arrepiento cuando las imágenes comienzan a aparecer…
“-te acostumbraras, seguro que lo harás muy bien..-sonreía mientras caminaba a mi lado haciéndome un recorrido personalizado por la universidad
-cuanto tiempo llevas aquí?
-tres años, te aseguro que hay buenas formas de pasar el tiempo- me sonríe y creo que está coqueteando conmigo, no le respondo porque acabo de llegar, acabo de dejar a mi novio por este maldito viaje, no pretendo tener nada con nadie por el momento…
Grabe error…
Estamos en un bar, no conozco Madrid, entonces dejo que él me guie por los lugares que le gustan, Alex me agrada, me recuerda un poco a Santiago, siempre está sonriendo y tiene un ánimo antinatural para moverse de un lado a otro, es como un niño.
Mucha gente lo saluda, en su mayoría hombres, han pasado unas semanas desde que lo conocí y no he querido preguntarlo, pero tengo la idea de que es gay, tampoco lo he visto con nadie, somos compañeros en la universidad, pero de carreras distintas, desde que nos conocimos se ha dedicado a darme todos los recorrido que necesito para acostumbrarme al cambio, no se mucho de él, solo que esta en Madrid solo, sus padres están viviendo en Alemania por trabajo.
Avanzada la noche me doy cuenta de lo tarde que es, dice que no me preocupe, que su departamento está cerca y que me quede con él, yo acepto.
Bebí mucho más de lo que debería, me cuesta caminar, Alex en cambio se ve intacto se ríe cuando le digo que envidio su aguante con el alcohol, entramos en su departamento y es el típico departamento de un estudiante que vive solo, lo normal.
-solo hay un cuarto, espero no te moleste
-que dices no hay problema, gracias por dejar que me quede, tu sillón se ve cómodo
-no seas tonto, no vas a dormir en el sillón, vas a dormir conmigo- me mira sonriendo- a menos que tengas miedo de que pueda abusar de ti
-tú de mí?- le sigo el juego- ten cuidado, no te confíes tanto –él ríe
-wow… tendré cuidado contigo entonces, aunque estoy ansioso de ver lo que puedes hacer- lo miro y él sonríe coquetamente, viéndolo bien, me gusta…
Entonces me acerco a él, no muy seguro de lo que estoy haciendo, es por esto que no bebo demasiado, pero Alex parece estar muy seguro y camina hacia mí sonriendo, segundos después lo sigo al cuarto mientras la ropa de ambos va quedando en el camino.
Dos semanas después, recién comienzo a darme cuenta de quién es él…
Santiago
Hoy Fernando no se reúne con nosotros para comer, esta con un grupo de compañeros, entre ellos Rodrigo, aunque me gusta tenerlo a mi lado en todo momento, no es bueno que no nos separemos nunca además él tiene sus amigos seria egoísta de mi parte querer acaparar toda su atención las 24 horas del día, aunque lo miro a la distancia, a veces nuestras miradas se cruzan y el me sonríe, yo me sonrojo y rio como bobo…
-ustedes hasta cuando no están juntos están pendientes el uno del otro- Diana se ríe mientras me mira
-que dices no es así
-mal momento eligió tu noviecito para sentarse en otra mesa –pablo llevaba un rato tratando de entender algo que había visto en la clases y que no lograba aprender, me rio mientras lo veo porque su expresión de frustración es entretenida
-lo vas a espantar-dijo Diana- Fernando va a aburrirse de luchar contra tu idiotez –Diana y Pablo ahora hablaban pero yo me mantenía al margen de las peleas triviales entre ellos, era extraño verlos después de enterarme de lo que paso
-tu cállate Diana, no opines
-no me hagas callar! Quien te crees- ahí van de nuevo, me rio mientras los miro –no es culpa de Fernando que no puedas estar sin él para preguntarle algo
-tampoco es mi culpa si tú no puedes estar sin mí y me insultes para que no se note que te gusto
-cállate!! No me gustas!! Me das asco –le dijo gritando
-ah pues bien bonito- pablo comenzó a reír –eso no es lo que decías mientras estábamos en tu cama
Mierda…
Diana no reacciono enseguida, se quedó en silencio con los ojos desorbitados por el impacto y veía a Pablo con un odio que daba miedo, mi amigo por otro lado sonreía mientras la miraba a los ojos, esto va a ser siempre así…
-ahhh!!! –grito pablo cuando diana le dio un bofetada que incluso a mí me dolió –que demonios! Estas loca!
-diana… te excediste- le dije, miraba a Pablo y este sobaba su cara adolorida
-no te pongas de su lado!- me dijo
-no me pongo del lado de nadie Diana, pero por Dios! Lo que paso entre ustedes fue decisión de los dos.. Pablo no te obligo ni tu a él, ahora por favor traten de llevar la fiesta en paz
-tu eres un imbécil…- dijo mirando a Pablo
-bueno ya! Alto ahí.. escucha bien esto porque no lo voy a repetir, somos amigos, te quiero y tú a mi… eres como una hermana, molesta y fastidiosa pero así has sido siempre y no me importa, solo somos eso… amigos, estuvimos juntos una vez ¿Por qué? Ni idea, pero a mí me gusto, a ti te gusto y listo, no se va a repetir porque ni tú quieres algo conmigo ni yo quiero algo contigo enserio, diablos Diana cuando estés vieja te acordaras de que te acostaste con uno de tus amigos y te vas a reír, pero ahora, deja de portarte como un loca esquizofrénica y madura de una buena vez- Pablo no dijo nada más, tomo sus cosas y salió de la cafetería… sin comer, eso significa que en verdad está enojado
Diana y yo lo miramos mientras salía en silencio, los dos estábamos en shock, Pablo no suele portarse de forma tan sensata, pero creo que el golpe le removió algo en la cabeza, Diana me miro como si esperara que yo dijera algo…
-tiene razón…- le dije y me concentre en el texto que tenía que leer para la siguiente clase, me miro sorprendida, definitivamente no era eso lo que esperaba escuchar, pero no dijo nada más.
Por la tarde cuando iba saliendo de la universidad, me encontré con Pablo y dijo que se quedaría hasta más tarde, de Diana no volví a saber en todo el día y con Fernando habíamos estado hablando por whatsapp, la idea era que pasaríamos la tarde juntos, pero tuvo problemas con un grupo de trabajo y estaría ocupado, resignado a volver a casa y estudiar caminaba al metro cuando mi celular comenzó a sonar, vi el numero en la pantalla y una sensación extraña me invadió el cuerpo
-hola…-
-hola, como estas? –la voz de Tomas sonaba tan amable y simpática como siempre, era difícil pensar en los problemas que me había traído en el último tiempo
-bien, cansado… y tú?
-genial, te parece si nos vemos? –pensé en decir no, pero entonces recordé que debía aclararle un par de cosas a Tomas…
Quedamos en que estaría en mi casa en una hora, cuando llegue a casa, llame a Fernando y aún estaba ocupado, iba a decirle que me juntaría con Tomas para aclarar las cosas, pero se escuchaba molesto, dijo que estaba teniendo muchos problemas con sus compañeros y de fondo se escuchaba una discusión, preferí callar, después hablaría con él.
Al poco rato Tomas apareció en mi casa
-es bueno verte- dijo sonriendo
-no exageres Tomas… como estas? Que ha pasado contigo que tienes a tu familia histérica- dejo de sonreír y muy serio pregunto
-que te han dicho?
-nada… Marcela vino aquí preguntando por ti, dijo que habías desaparecido y que no sabían dónde buscarte, estaba desesperada
-mi hermanita es un poco exagerada- sonrió
-a mí me pareció que de verdad estaba preocupada
-bueno, está todo bien, sigo aquí intacto, no me paso nada
-me alegra que sea así
-si?- me sonrió
-claro que sí, no espero que te pase nada malo
-aun te preocupas por mi
-no de la forma que estás pensando- le conteste muy seguro
-que pasa cariño, estas a la defensiva
-Tomas yo…-suspiré- creo que tenemos que aclarar un par de cosas
-tu dirás- volvió a ponerse muy serio
-la última vez que nos vimos tu insinuaste un par de cosas que no me gustaron y que además no son ciertas
-la última vez que nos vimos te recordé lo bien que la pasábamos juntos
-sí, pero lo hiciste comparando mi relación con Fernando
-Santiago por favor…-se rio- le llamas a eso relación?
-que quieres decir
-tu novio no es capaz ni siquiera de acercarse a ti cuando están público o creer que no me di cuenta de la distancia que hay entre ustedes, apuesto que él no ha sido capaz de asumir lo que tienen
-no ha sido fácil ara él, es un cambio muy grande y yo lo entiendo y lo apoyo- le dije molesto
-si? Y por cuanto tiempo… te has preguntado cuanto tiempo estarás así? En las sombras porque tu noviecito no te valora
-no sabes lo que estás diciendo y no tienes derecho a hablar así, no lo conoces
-pero te conozco a ti- su seguridad y prepotencia me molestaban, este no era el Tomas que yo conocía
-qué diablos te pasa Tomas –el me miro sorprendido por un momento y después rio
-quiero recuperarte –su respuesta me tomo por sorpresa y por un par de minutos no pude reaccionar
-eso no va a pasar, yo estoy feliz con mi novio
-no lo creo
-lo amo –le conteste molesto – y el a mí también me ama
Su rostro se endureció y note el enojo en sus ojos, su mandíbula se tensó y mirándome a los ojos ratifico su postura
-estoy seguro de que puedo hacerte cambiar de opinión Santiago
Iba a responder pero escuche el ruido del teléfono de casa, me gire y fui a contestar, no era nada importante, cuando volví a donde estaba Tomas tenía mi celular en sus manos, me vio entrar y muy serio me dijo…
-estaba sonando, no alcance a contestar porque no lo encontraba
Me entrego el teléfono y en la pantalla estaba el aviso de dos llamadas perdidas de Fernando
-tengo que irme…- no hablamos más que eso, Tomas salió de la casa y lo despedí sin volver a tocar el tema
Volví a mirar el teléfono y recordé que Fernando había dicho que me llamaría cuando estuviera en casa desocupado, iba a llamarlo pero preferí tomar mi chaqueta y salir de casa para ir a verlo…
Tomas
Estoy molesto, furioso… quién demonios se cree que es Santiago para hablarme así, salí de su casa y comencé a caminar rápido hacia donde no debía, merecido se tiene lo que voy a hacer, que ama a su noviecito? Ya veremos si dice lo mismo cuando lo tenga a mi disposición y no va a ser difícil.
Cuando me dejo solo por un momento escuche el sonido de su teléfono, lo busque en la habitación y alcance a contestar…
-hola.. estoy en casa por fin
-eh.. perdona pero Santiago está ocupado ahora
-quien habla? –sonreí
-Tomas- le dije aun riendo- le diré a Santiago que te llame cuando se desocupe…- alcance a escuchar su voz pero no distinguí lo que dijo, tengo una idea de lo que puede ser, corte la llamada rápidamente y puse el teléfono en silencio, el muy imbécil insistió… 1…2…3 llamadas perdidas, miraba la pantalla con su nombre y reía pensando en cómo sería cuando tuviera a Santiago comiendo de mi mano otra vez, entonces Santiago volvió y disimule
Entro en el mismo bar que voy casi todos los días, mi presencia en este lugar es casi diaria, bebo por un rato, solo, me siento en la barra y pienso en cómo voy a hacer para que Santiago sea mío de nuevo, entonces me doy cuenta que volví a hacer lo que hacía en España, soy igual a él….
“ Casi cinco meses han pasado desde que comencé a meterme en este hoyo con Alex, él lo disfruta, todo le parece fantástico, tengo leves momento de lucidez donde me cuestiono si estoy haciendo las cosas bien, ya prácticamente no paso tiempo con mi familia, todo el tiempo estoy con Alex… el día a día con él es mucho más entretenido, pasamos días encerrados en su departamento y nuestra rutina es la misma todo el tiempo… alcohol…sexo…drogas…sexo… el mismo ciclo todos los días, me gusta esto…
-solo son juguetes, entretenciones… -se ríe mientras lleva el vaso a su boca
-no te importan –estamos en su departamento…como siempre… la noche anterior habíamos salido a un par de lugares que Alex frecuentaba…
-mira esto…- me dijo cuando entramos, un chico se acercó a él sonriendo, más bien babeando, Alex apenas lo miraba, solo sonreía con superioridad y el muchacho se paseaba a su lado tratando de llamar su atención
Nos encontramos con un grupo de conocidos, Alex me guiño un ojo y sonriendo desapareció con el chico hacia los baños del lugar, después de un rato la curiosidad me gano y camine al baño, encontré a Alex arreglando su pantalón y el chico sentado en el suelo con la cabeza entre las piernas, Alex me miro y sonrió
-te perdiste la diversión- lo mire sorprendido… el chico se veía mal… -vamos, queda donde entretenernos hoy
-no te vallas, por favor- el chico se levantó de piso rápidamente y tomo el brazo de Alex con fuerza… le estaba rogando
-no te arrastres, te ves patético- le dijo este con frialdad, el muchacho lo miro y sus ojos se humedecieron
Alex salió del baño y yo lo seguí
-que le hiciste?
-tu qué crees- se rio- no me mires así… le gusta
-le gusta que lo trates como basura?
-Tomy Tomy Tomy…-se acercó a mí- me encanta cuando pretendes ser un hombre bueno, pero los malos son más entretenidos, sé que vas a disfrutar de esto tanto como yo, solo tienes que tomar el buen gusto de tener a alguien cuando tú quieras
-estás loco –se rio a carcajadas
-se disfrutar Tomas… y tú quieres hacerlo, quieres disfrutar, bueno…. Solo déjate llevar por tus instintos más oscuros- se acercó a mí y comenzó a besarme, sentía la mirada de alguien sobre nosotros, gire mi vista y encontré al mismo chico del baño con los ojos rojos por las lágrimas, sus manos temblaban, Alex lo vio, se rio y tomo mi mano para que saliéramos del lugar…
Un año después… yo ya me había acostumbrado a esa realidad… y me gustaba, ahora no solo era Alex quien jugaba con los demás, yo también tenía mis propios juguetes…
Dejé el vaso en la barra y salí del lugar… no quería seguir pensando en eso, no quería recordar, pero en el último tiempo era lo único que me venía a la cabeza, los recuerdos, las imágenes y escenas de todo lo que hice, de cómo le destruí la vida a algunos y disfrutaba con ello, tenía el mejor de los maestros…
Una vez más estoy afuera del edificio, siempre llego aquí… diablos!... no me arrepiento ni salgo huyendo, entro al edificio y subo un par de pisos hasta su puerta, me siento mareado y el cuerpo me pesa…
Él abre la puerta y me mira sorprendido… no tienes que estar aquí… mi subconsciente trata de hacerme entrar en razón, lo ignoro… quiero estar aquí.
Fernando
Estoy en mi habitación, trato de concentrarme en lo que estoy haciendo, pase una tarde de mierda discutiendo con compañeros de la universidad por un trabajo, quiero ver a Santiago, me molesta haber tenido que cambiar los planes que teníamos por este problema de última hora, pero cuando estoy en casa al fin, quiero al menos hablar con él, contrario a lo que pudiera imaginarme, me contesta él…
¿Qué demonios está haciendo Santiago con ese tipo?...
No dejo de pensar en eso… ”está ocupado”….”no puede hablar ahora”…. porque estaban juntos, donde estaban, que hacían?.... las preguntas se amontonan en mi cabeza y la imagen de ellos dos me tortura, subo el volumen de la música y los audífonos parece que harán mi cabeza explotar…
No escucho cuando golpean la puerta de la habitación, tampoco me doy cuenta de quien está a mis espaldas observándome, solo reacciono cuando siento sus manos en mis hombros y un beso en mi mejilla, quita uno de los audífonos y giro mi cabeza para mirarlo… me encanta
-hola…-me sonríe y sus ojos brillas, yo no reacciono y es que la imagen me deja embobado, se ríe…- ¿sorpresa?
-que haces aquí?
-hey!... ya te dije… sorpresa, pero si estas ocupado…-se separa de mí y retrocede, tomo su mano y lo acerco a mí, se sienta en mis piernas y vuelve a sonreír, a mo su sonrisa
-eres la mejor sorpresa- me mira aun sonriendo y va a decir algo pero se arrepiente y calla, acaricia mi rostro y lo cerco a mí para besarlo, podría tenerlo así todo el tiempo
-en que estas?- dice mirando los apuntes y libros sobre el escritorio
-nada importante- se ríe- o al menos nada que prefiera antes de estar contigo
-eso es bueno, me gusta –no me mira, sé que esta sonrojado
-te gusta ser mi prioridad?
-sabes que si- me da un pequeño beso- tu hermana parecía muy contenta cuando llegue- oh si Bárbara, de seguro se está aguantando las ganas de entrar en el cuarto a gritos preguntando lo que pasa
-le gustas- Santiago ríe- no te rías…te ama- el ríe aún más fuerte
-exageras
-quizás un poco… no te ama como yo…-el vuelve a sonrojarse y yo también, en el último tiempo siento la necesidad constante de repetirle una y otras vez cuanto lo amo
-eso es bueno… sería extraño que me amara de “esa forma”- me rio cuando hace el gesto de comillas
-imposible, nadie te ama más que yo
Santiago va a decir algo pero se escuchan golpes en la puerta, mi novio se pone de pie de prisa antes de que Bárbara entre con una sonrisa hasta las orejas y con cara de complicidad, tantea el terreno y sabe que no debe preguntar, Santiago se pone nervioso con sus preguntas y es que mi hermanita puede ser insoportablemente insistente y curiosa, se queda por un rato hablando de trivialidades con mi novio… bien bonito, Santiago parece entretenido con ella, yo los miro desde mi puesto y me encanta saber que se llevan bien, quiero que Santiago se sienta bien en mi casa con las personas que me importan, esto es importante para mí.
Bárbara sale de la habitación diciendo que saldrá por un rato para comprar un par de cosas, es como si nos estuviera diciendo “tienen tiempo para aprovechar”, miro a Santiago y ya no puede estar más sonrojado, ignoro el comentario de Bárbara cuando ella sale, Santiago está mirando su celular y entonces recuerdo… Tomas…diablos
No quiero decir nada, no quiero insistir con el tema, no quiero convertirme en un maniático y celoso pero es que no soporto la idea de mi novio en compañía de ese tipo, me giro y vuelvo a mirar los textos sobre el escritorio, no voy a decir nada, no voy a hablar del tema, confió en Santiago, no voy a insistir…
-hoy vi a Tomas- dice de repente y la poca calma que aún tengo se desvanece –no vas a preguntarme nada? –no quiero, no quiero preguntar porque no sé cómo voy a reaccionar
-no sé qué preguntarte
-bueno- el suspira- de todas formas quería contarte que hable con el… - mierda..
-Y?- miro a Santiago y no se bien cuál es la expresión en mi rostro, vuelve a suspirar y se levanta de la cama, vuelve a sentarse en mis piernas
-te dije que quería hablar con él para aclarar las cosas y que no piense que puede haber algo entre nosotros, se lo dije y lo entendió, le dije que estoy contigo y que estamos muy bien y que te amo, así el desecha cualquier idea que haya pasado por su cabeza- me mira como si esperara que dijera algo, pero no lo hago- asunto arreglado, se terminó, ya no será un problema- se acerca a mí y besa mis labios- ¿ok?
-no me gusta pensar en ti con él a solas- le digo después de un rato
-lo sé- sonríe- y ya no va a repetirse, me llamo para que nos viéramos, iba a decirle que no pero recordé que tenía que hablar con el entonces le dije que fuera a mi casa, no hablamos por mucho tiempo, en realidad no había mucho que decir y el tenia cosas que hacer, eso es todo… está bien?
-ok…-le digo para finalizar el tema, aún estoy intranquilo, pero no quiero pensar en ello, confió en él…- ahora podríamos aprovechar el tiempo solos los dos
-que dices!...-el ríe a carcajadas- tu hermana va a volver pronto
-mi hermana se demora horas cuando compra algo- me levanto y con el colgando desde mi cuello lo recuesto en la cama mientras lo beso y el no para de reír mientras va quitando mi camisa…
Rodrigo
-cuando?- le pregunto a Lucas frente a la pantalla, hemos hablado por Skype casi todos los días
-la próxima semana, solo voy por una semana pero estoy contento de volver
-me alegra que puedas venir
-podríamos vernos –sonrió, nunca pensé que Lucas volvería a decirme que nos viéramos
-claro que si
Hablamos por un rato y después me senté en el living para seguir con el trabajo de la universidad, llevaba puesto solo los pantalones, el departamento estaba encerrado por lo tanto hacía mucho calor, cuando llegue de la universidad me di una ducha y después comencé a hablar con Lucas, se alegró de ver que las marcas en mi cuello ya casi no se notaban, no entiendo cómo demonios Fernando pudo darse cuenta, al menos lo evite el resto del día a solas para que no volviera a preguntar, sé que no se creyó el cuento de que era una alergia, Fernando no es estúpido
No lograba concentrarme en lo que estaba haciendo, pensé en dormir por un rato y luego tratar de hacer todo lo que tenía pendiente, llamaron a la puerta y me levante de mala gana para ver quién podía ser, jamás pensé que estaría él del otro lado de la puerta
-que haces aquí? –le pregunte sorprendido, se veía extraño, no tenía buen aspecto, me miro como si estuviera examinándome
-estas ocupado?- me pregunta con voz grave, esto no me gusta
-eh… si la verdad, si estoy ocupado –tenerlo cerca me hace sentir vulnerable
-estas con alguien? –lo mire y se veía enojado
-no- respondí rápido- no estoy con nadie
Tomas entro en el departamento sin decir nada más, me giro y lo seguí –vete por favor- le dije, no quiero tenerlo aquí, no quiero que este cerca de mí, no soporto su voz, su sonrisa, me duelen, el me mira y sigue con la expresión seria en su rostro- déjate de tonterías, tu querías esto- toma mis brazos con fuerza y me tira contra la pared, se acerca a mí y comienza a besarme bruscamente, con furia, intento alejarlo pero no me deja, y sus manos se posan en mi pecho, suspiro aun en su boca, su toque me encanta y no logro resistirme por mucho tiempo, cuando me doy cuenta ya estamos en la habitación y el peso de su cuerpo sobre el mío me produce sensaciones que nadie más logra provocar en mi…
Lo miro desde la distancia, la cama parece haberse hecho mucho más grande de lo que era, busco mis pantalones y en silencio comienzo a vestirme, él se queda sentado en la cama con las manos en su rostro, quiero preguntarle lo que ocurre pero su respuesta me asusta, entro al baño y me miro en el espejo, disfruto estar con él, pero cuando todo termina solo me siento miserable, enjuago mi rostro y vuelvo a la habitación… no está.
Salgo del cuarto resignado a que una vez más desapareció sin decir nada y me sorprendo cuando lo veo sentado en el living, solo lleva puesto sus pantalones, dudo si acercarme a él o no
-quien es Lucas? –pregunta mirándome como si estuviera enojado
-un amigo- sé que antes ya me pregunto esto
-te gusta?- pregunta sin rodeos y me sorprende, dudo pero decido decir la verdad, no hay nada de malo en ello
-me gustaba, éramos novios –frunce el ceño y me mira como si esperara que siguiera hablando, entonces hablo sin pensar- a tu querido Santiago le gusta, quizás puedas preguntarle a él si quieres saber algo –me mira sorprendido, no sé porque dije eso, pero sirvió al menos para ver su cara de sorpresa
-qué demonios tiene que ver Santiago en esto? –está enojado- que diablos tiene que ver con tu noviecito- me molesta la manera despectiva en que nombra a Lucas
-son amigos
-por eso lo odias? –pregunta cuando le doy la espalda, me sorprende, como se dio cuenta, al diablo no me importa seguir mintiendo
-sí, Lucas es importante para mí, no quería que estuvieran juntos, me molestaba –Tomas se levanta del sillón y camina hacia mí, yo lo miro y no me gusta su expresión, está enojado, doy un paso atrás y el sigue acercando, retrocedo hasta que me encuentro con la pared –que haces? -le pregunto aterrado, solo una vez vi esa expresión en su cara y el resultado final fue horrible para mi
-cuan idiota puedes llegar a ser Rodrigo… porque diablos me haces enojar!!! –me grita, y lo veo venir, se lo que va a pasar…
Duele… duele mucho, no puedo evitarlo y mis ojos se humedecen cuando toco mi brazo arde, mi pecho tiene marcas nuevas y en la comisura de mi boca brota una gota de sangre… no puedo con esto, no quiero.
Aún está en el departamento, quiero que se largue pero no me atrevo a decírselo, camino hacia el baño y el me sigue, me aterra volver a tenerlo cerca, lo miro y ya no está molesto, va a tocarme pero se arrepiente, me mira y parece pelear consigo mismo, junto valor…
-eres lo peor
-si…-sigue mirándome, me examina
-porque lo haces
-es lo que soy
-nadie puede ser tan maldito
-no sabes nada de mi Rodrigo
-quiero saber… quiero entender… quiero saber porque eres así?
-porque?... eso no importa, solo importa lo que soy capaz de hacer
-no creo que haya más que esto –él sonríe amargamente
-Rodrigo… mate a un hombre
Mierda…
Santiago
-qué ocurre?
-Rodrigo no apareció hoy
-y eso es muy malo
-algo le pasa, Santiago sé que no te agrada y entiendo porque, pero yo lo conozco y el no actúa así, creo que está metido en algo grave
Fernando de verdad parece preocupado, el día anterior me llevo a casa muy tarde por la noche, y hoy cuando desperté en la mañana me llamo para que nos fuéramos juntos a la universidad, era muy temprano, me sorprendió que estuviera despierto tan temprano, tiene un gran parecido a Pablo en lo que se trata de sueño, resulto ser que quería que estuviéramos un rato solos antes de estar en la universidad, por la tarde nos vimos para comer y estábamos solos, Pablo no había querido aparecer en la cafetería, creo que sigue molesto con Diana, cuando quise preguntarle solo me dijo que tenía muchas cosas que hacer y Diana estaba con un grupo de compañeros preparando un trabajo, Fernando estaba muy callado a mi lado…
-no es solo eso lo que te preocupa cierto
-no… no lo es
-que ocurre
-ayer…-me miro y se veía incomodo
-ayer fue perfecto- sonreí, el también sonrió pero luego volvió a estar serio
-no quiero que estés cerca de ese tipo
-Fernando…-me sorprendió saber lo que le preocupaba- ya hablamos de esto
-prométemelo
-no es necesario que lo haga
-él quiere recuperarte
-ya lo hable con él y entendió
-no seas ingenuo por favor Santiago, no entendió nada, solo se calló mientras te escuchaba, eso no quiere decir que no pretenda volver a estar contigo
-estas exagerando
-contesto tu teléfono
-qué?- recordé a Tomas con mi teléfono es sus manos
-porque mierda lo hizo
-no lo sé, Fernando no importa!
-a mí me importa!, diablos Santiago no quiero estar preocupado de si estas cerca de él o no, no quiero pensar en que quiera volver a tenerte, Santiago, por favor… no soporto la idea de perderte
-que dices mi amor eso no va a pasar, te amo
-entonces promételo
-Fernando
-por favor
-está bien –le dije – te prometo que no voy a volver a estar a solas con Tomas –sigo creyendo que es una exageración, pero lo veo preocupado en verdad y no quiero que este así…
Sonríe y se nota más tranquilo, hablamos de trivialidades por un rato y cuando nos levantamos para salir de la cafetería comienza a reír
-lo olvide, quiero que conozcas a alguien
-quien?
-Annie –me sonríe
-cómo?
-viene de vacaciones, en dos semanas más, va a estar por poco tiempo pero quiero que la conozcas, no le he contado sobre lo nuestro pero lo hare cuando este aquí –me miraba sonriendo
-está bien- le dije feliz-quiero conocer a la famosa Annie
Antes de separarnos dice que lo acompañe, que quiere mostrarme algo, entramos en uno de los baños y se queda en silencio hasta que nos quedamos solos, lo miro esperando que hable pero solo sonríe y toma mi mano, camina guiándome hacia uno de los baños privados y me rio mientras el cierra la puerta..
-eres un mentiroso
-no te quejes, he tenido que aguantar las ganas de hacer esto-sonriendo se acerca a mi y acaricia mi rostro, no dice nada, solo me mira a los ojos hasta que me besa, quiero esto todo el tiempo, tengo que aguantar las ganas de correr a él en cada momento, diablos es todo en mi cabeza, mi prioridad y yo la suya, y eso me encanta… pone sus manos en mi cintura y acerca mi cuerpo al suyo, da pequeños besos en mi cuello, cierro los ojos y su toque, su perfume, su olor, todo en él me cautiva, me encanta
-te amo Santiago, te amo demasiado –me mira y adoro también su mirada
-también yo guapo, lo sabes –sonríe y vuelve a buscar mis labios, se sienten voces en el baño, ya no estamos solos, vuelve a abrazarme y cuando el sonido reina otra vez, salimos en silencio.
Nos separamos y cada uno tomo rumbo hacia sus respectivas clases, no lograba concentrarme, no entiendo la angustia de Fernando por Tomas, eso ya está solucionado, no quiero que se preocupe, aunque también la idea de saber cuánto me ama y que solo quiere que este con el me cautiva, a pesar de eso quiero que esté tranquilo por eso voy a cumplir lo que le prometí.