Piensa en frío... él alteró mi mundo (22)

-es el último día libre, aprovechémoslo- dijo y acerco su rostro al mío para besarme,entonces mis piernas temblaron y envolví mis brazos en su cuello para no caer, sus manos volvieron a posarse en mi cintura por debajo de la ropa

Hola Hola.. se que ha pasado bastante tiempo desde mi ultima publicacion y me siento horrible sobre todo porque prometi no volver a tardar tanto, pero quiero ser sincera con ustedes, este ultimo mes ha sido de caos total, horrible y su bien no pretendo justificarme solo espero que no me odien demasiado :'(

ahora en cuanto al capitulo... en el capitulo anterior muchos de los comentarios que me llegaron al mail y algunos aqui coincidian en algo que siendo muy sincera yo no habia pensado, me plantearon algo que no era lo que yo pretendia que se entiendiera, pero ya que los comentarios coincidieron en ese tema relei el capitulo un par de veces y me di cuenta de que tenian toda la razón, y la idea me gustó, por lo que en este capitulo decidi hacerlo un hecho, espero cuando lo lean se den cuenta de a que parte me refiero. Como siempre he sido muy honesta con ustedes reconozco que este capitulo me costo bastante terminarlo, lo borre varias veces y no partes si no que lo borre completo y lo re escribi muchas veces, no me gustaba como quedaba, supongo que todo eso estaba relacionado con el caos que ha sido este mes, pero bueno aqui esta y espero que les guste... siempre les he pedido que me den sus opiniones, son super importantes, todas las criticas que me hacen trato de mejorarlas ccapitulo a capitulo y espero cumplir con sus expectativas...

por ultimo, en el capitulo anterior les comente que como en su mayoria se centraba en Tomás, quien junto a Rodrigo han tomado mucho mas protagonismo del que pretendi darles en un principio, fue escrito con una cancion de fondo, bueno con este me paso algo similar y quiero compartirlo ocn usedes,... http://www.youtube.com/watch?v=_sMyo15uW3s es una cancion que me ha gustado siempre y significa mucho para mi, siempre me preguntan como me "inspiro" para escribir, buena esta vez esta cancion me ayudo :)

ademas quiero decir que el "protagonismo" que ha tomado Tomas y Rodrigo es crucial para lo que viene, bueno, no doy mas lata, espero que les guste, y patudamente me atrevere a pedirles que me den su opinion, como siempre... besos, mil disculpas una vez mas por la tardanza... disfrutenlo y comenten!!

Pauli :)

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Santiago

-no lo entiendo- Diana me miraba como si me estuviera volviendo loco

-solo, solo me preocupa

-por qué?

-no viste a Marcela como llegó aquí preguntando por Tomás, creo que algo pasa ahí y bueno yo…

-alto ahí- me interrumpió- si algo malo está pasando con Tomas es una lástima, pero ese no es tu problema

-pero

-pero nada- volvió a interrumpir- piensa lo que estás haciendo

Diana

Salí de casa de Santiago bastante preocupada por él, ahora entiendo esas malas caras y las noche sin dormir bien, no tenía idea de que las peleas con Fernando estaban siendo tan seguidas y mucho menos me imaginé el motivo, inevitablemente recordé a Pablo y me di cuenta de que tenía razón, diablos él tenía razón…

Lo pensé mil veces y al final decidí hacer algo por Santiago, estaba entre dos opciones, iría a casa de Tomas y averiguaría que es lo tan malo que estaba pasando y por otro lado quería hablar con Pablo a ver si lograba arreglar un poco las cosas entre ellos dos, aunque es bastante improbable, Pablo no me escucha, jamás lo hace

-qué haces aquí?- me pregunto creo que molesto, supongo que no estaba muy feliz de verme- no tengo ganas de pelear hoy contigo, quizás mañana…

-solo abre la puerta- me miró por un segundo como dudando al final puso sus ojos en blanco y abrió la puerta

-a que se debe el honor de tu agradable visita?

-ya pablo basta- le pedí- no vine a discutir contigo así que por favor deja la ironía

-a que vienes entonces?- pregunto sin mirarme mientras se dirigía a su habitación, lo seguí

-estoy preocupada…-no parecía que estuviera prestando atención a lo que le decía- por Santiago

-Diana…-comenzó a decir como exasperado

-lo se lo sé, dije que no iba a opinar en la pelea entre ustedes y no lo voy a hacer, pero… Pablo eres su mejor amigo, y no está bien, deberías hablar con él

-que paso ahora?- suspiro y se recostó en la cama- que hizo Fernando ahora?

-increíblemente nada- me senté a su lado- tenías razón- reconocí molesta

-en qué?

-con Tomas, está siendo motivo de discusión entre esos dos…- le conté todo lo que Santiago me había dicho, Pablo parecía no estar sorprendido, quizás él sabía esto desde antes

-fue en el cumpleaños de Agustín- dijo después de haber escuchado- ahí fue cuando noté que Tomás está muy distinto, no sé bien que será, pero algo no me gustó

-por qué  no se lo dijiste a Santiago

-lo hice- me miro molesto- tú estabas ahí, quieres que te recree la escena? –ironizó

-no fue una buena manera

-Diana Santiago no es ningún niño, las cosas hay que decirlas tal como son, no adornarlas para que se vean un poco mejor

-desde cuando estás tan maduro?- me miro y se rio

-tu puedes hablar con él, si te lo contó entonces aconséjalo

-pablo- suspiré- sé que hay cosas que solo las habla contigo, creo que esta es una de ellas

-yo no soy el más indicado para hablarle del tema, y además ya te lo dije… no voy a meterme –respondió tajante

-eres igual de testarudo que Santiago –le dije molesta – son unos niños – repetí en mi cabeza

Fernando

El día anterior había ido a casa de Santiago con la idea de contarle la conversación que tuve con mi hermana, pero no estábamos solos y quería que eso lo habláramos en privado, aunque Diana tampoco era un problema, así que cuando pensé que teníamos un segundo solos lo seguí para contarle todo rápido, pero lo que escuché no me gustó, en ese momento preferí ignorarlo y no arruinar la tarde, al menos que no se notara mucho mi molestia, solo lo dejé pasar y al rato después volví a casa.

En la entrada de la casa me encontré con Bárbara que parecía estarme esperando, una idea cruzo mi cabeza, supuse que quería saber si había hablado con Santiago, antes de que preguntara le dije que estaba cansado y que iba a dormir, al parecer ella entendió a la perfección, frunció el ceño y no dijo nada.

Al otro día por la mañana mi madre y mi hermana salieron de casa para ir de compras, quisieron arrastrarme con ellas pero me resistí, las deje hasta la entrada de casa, donde siguieron insistiendo que saliera con ellas cuando vi a Santiago acercarse a la casa, me sorprendió un poco verlo, no habíamos hablado desde el día anterior, en una actitud bastante infantil de mi parte, lo reconozco, no lo llame por la noche ni en todo el día, esperaba hablar con él pero no quería discutir y inevitablemente discutiríamos si hablábamos de porque me miente cada vez que el tema es el famoso Tomás.

-hola…-saludo con una semi sonrisa, mi madre y Bárbara lo saludaron de manera muy afectuosa, Bárbara más aún, de hecho hasta creo que exageraba, Santiago la miro divertido y luego volvió a mirarme, nos miramos un segundo en silencio

-bueno vamos- Bárbara rompió el silencio mientras tomaba a mi madre del brazo y la hacía caminar

-vamos adentro –le dije a Santiago haciéndolo entrar a la casa, caminamos hacia mi habitación, aun en silencio, la situación era muy incomoda

-cómo estás?- me pregunto de repente

-bien… no me dijiste que venías- no esperaba verlo, no aún

-bueno quizás si me hubieras contestado alguna de las llamadas que te hice, podría habértelo dicho

-cómo?- lo mire extrañado y recordé que en todo el día no había tomado en ningún momento el teléfono, lo busque por la habitación y vi que en la pantalla aparecían llamadas perdidas y un par de mensajes, todos de Santiago –lo siento, no lo he visto en todo el día –le dije aun mirando la pantalla

Santiago dio un suspiro y camino hacia mí, lo mire, parecía nervioso- que ocurre?- le pregunte, se veía extraño

-quiero que hablemos- no me gusto la forma en que lo dijo

-sobre qué?

-lo sabes- camino por la habitación dándome la espalda, yo me senté en la cama y lo miré esperando que hablara –estás enojado? –me pregunto aun sin mirarme

-no- es la verdad- no lo estoy

-entonces porque… -se calló, volvió a suspirar y parecía que estuviera eligiendo con cuidado cada palabra que iba a decir

-Santiago que pasa?

-no quiero seguir discutiendo contigo- me miró- no me gusta

-no hemos discutido

-pero lo haremos- dijo- sabes de lo que quiero hablar y también sabes que esto va a terminar con una pelea, no quiero que eso pase

-qué esperas? Que no me moleste cada vez que me doy cuenta que me estas mintiendo

  • no te he mentido!!

-¿no? –le pregunte ironizando

-Fernando…. Lo de ayer… solo, no es lo que piensas yo, estoy preocupado- volvió a suspirar y se sentó a mi lado, me moví en la cama para quedar frente a él

-porque estas preocupado?....- no respondía- por quien estas preocupado? –cambié la pregunta, aunque sabía la respuesta

-tengo una historia con él, y aun siento cariño por él, pero solo somos amigos y tu…

-lo sé- le dije, el seguía sin mirarme- Santiago, si estoy siendo un obstáculo para que corras a estar con él, solo tienes que decirlo

-qué?- me miro- NO! eso no es así! –Se puso de pie- es por esto que no me gusta que hablemos del tema

-es lo que creo

-pues te equivocas!!

-entonces? Explícame

-que quieres que te explique?

-porque me mientes cada vez que algo se relaciona con él, mierda justo con él, porque carajo tienes que mentirme- ya estaba molesto, muy molesto y si bien yo tampoco quería discutir, no soportaba pensar en que Santiago me mentía

-porque te pones así!! Por qué discutimos cada vez que pasa algo con Tomas, prefiero no decirte estas cosas porque no quiero que discutamos ni que te molestes! Como no lo entiendes- dijo también molesto

-crees que tengo cinco años? Que necesito que me arregles las cosas antes de contarlas, demonios Santiago no soy un niño

-lo sé!

-entonces no me trates como si lo fuera!! - me levante de la cama- entiende que es precisamente eso lo que me molesta, que me mientas, prefería que me dijeras que estas preocupado porque tu ex que ahora es tu amigo desapareció y su familia acudió a ti porque no saben dónde está, eso lo entiendo, lo que no entiendo y que me duele es que pienses que voy a portarme como un niño, reconozco que soy celoso, pero no soy un maldito maniaco dominante y  paranoico

-estas exagerando

-tú crees?

-lo dices como si fuera muy fácil, pero sé que si hiciera las cosas como tú dices, sé que si te hubiera dicho que estaba preocupado por Tomas te habrías molestado, lo sé, dices que no pero sabes que estas mintiendo

-ahí está el problema Santiago, yo no miento, nunca te he mentido, en nada y por eso espero que tú seas igual conmigo y si puede que no me guste la idea de que te preocupes por tu ex, pero demonios Santiago, soy tu novio, no tu padre, no soy quien para decirte lo que puedes o no puedes hacer, si quieres seguir siendo su amigo yo no puedo interferir en eso, aunque no me guste, no lo voy a hacer

Nos miramos en silencio, ya no sabía cómo explicarle lo que me molestaba, por qué demonios tenían que complicarse las cosas cuando todo iba tan bien, quizás es una exageración mía, pero me molesta, me molesta mucho y no puedo fingir que no me importa

-lo siento- Santiago se acercó a mí y me abrazo- ya no discutamos, por favor- dijo mientras me abrazaba

Sé lo que esto significa, quiere terminar la conversación y fingir que esta todo arreglado, cada vez que discutimos ocurre lo mismo y yo prefiero ceder porque odio que estemos mal, la diferencia es que esta vez era más incómodo aún, porque mierda le cuesta tanto ser sincero conmigo cuando se trata de él.

Rodrigo

Tomás había pasado una noche más en mi departamento y hoy por la mañana cuando desperté, como tantas otras veces, ya no estaba, pensé en llamarlo, pero me arrepentí, sabía que no contestaría mi llamada, o si lo hacía, recordé la última vez que lo hizo y lo que escuche de fondo, me reí y me recosté en el sillón.

No había dicho nada más, no supe que había pasado ni porqué tenía esa herida, solo le cambié la venda y verifique que no se hubiera abierto, quise preguntarle lo que había pasado, pero sabía que no iba a contarme absolutamente nada.

Después de estar un rato inmóvil, me decidí a salir un poco del departamento, tomar aire fresco o algo así, solo salí a caminar, me encontré con un amigo que no veía hace bastante tiempo, desde que Lucas y yo estábamos juntos, claro el solo sabía que éramos amigos, hablamos por un rato y caminamos a un bar donde solíamos salir en grupo.

Cuando entramos, después de estar bebiendo y hablando por un rato de cosas triviales y sin importancia, di una mirada fugaz al lugar y me sorprendí cuando lo vi, estaba en un rincón del bar, en el sector donde había unos sillones, hablaba con un tipo, de hecho, coqueteaba con un tipo como si nada, el otro parecía ser un niño, se veía muy joven y Tomas le hablaba casi al oído.

Me enfurecí, ardía en rabia, hace solo unas horas estaba en mi departamento, y ahora estaba con otro como si nada, sabia en lo que iba a terminar ese coqueteo, pensé en levantarme y caminar hacia ellos, gritarle al chico que se alejara de Tomas porque era el demonio en persona, un maldito hijo de puta sin corazón y manipulador, pero cuando mi mirada se encontró con la de Tomas, me pareció ver en su rostro un gesto de sorpresa, miro hacia mi amigo y frunció el ceño, luego volvió a mirar al chico…

Definitivamente no haría nada, preferí mantener la poca dignidad que me queda intacta, después de un rato, mi amigo y yo nos levantamos de donde estábamos y cuando íbamos saliendo del lugar sentí los ojos de Tomas sobre mí, volví a mirarlo y por un segundo me sentí con la ganas de correr hacia él y decirle … “no me importas” … pero es mentira, así que solo salí del lugar sin volver a mirarlo

Pablo

-no me mires así

-cállate- me fulmino con la mirada y yo me reí

-te gustó

-demonios Pablo cállate!

-porque te enojas?- le pregunte divertido

-porque para ti todo es una jodida broma! Eres un niño

-Diana no exageres, fue solo un beso- volvió a fulminarme con la mirada y note como se sonrojaba- momento tu…

-me largo, ni siquiera debí venir a hablar contigo

-no momento…hey!...-la seguí mientras caminaba hacia la puerta ignorándome, la tome del brazo y me puse frente a ella- tu…. Diana yo… ¿te gusto? –le pregunté sorprendido ella me miro y se sonrojo más aún

-suéltame!... no seas idiota- me dio un empujón y sin decir más salió de la casa

Me quedé en la puerta por un rato sin reaccionar…-solo fue un beso-….porque reaccionó así, somos amigos pero siempre discutimos, como siempre Diana estaba reclamándome un millón de cosas, que era un amigo desconsiderado, que tenía a Santiago abandonado, que era un inmaduro que solo pensaba en salir, emborracharse y tener sexo, le dije que eso a ella no le importaba y cuando se burló diciendo que no entendía porque siempre obtenía lo que quería de las mujeres que me gustaban, entonces comenzamos un juego entre coqueteos y pesadeces, para molestarla y ganar la pelea la besé, y ella correspondió, demonios, recién me doy cuenta, ¿porque no se apartó?, ¿Por qué no me golpeo y escupió mil insultos como lo hacía siempre?...mierda Diana, pero a mi… me gusto, me gustó mucho.

Santiago

-quieres quedarte?- le pregunte a Fernando cuando llegamos a mi casa, pasamos la tarde juntos en su casa, habíamos arreglado todo y la pelea por Tomas había quedado atrás

-están tus padres-sonrió

-cierto- me reí, recordé que aún no le había contado que mi madre sabía que estábamos juntos

-me voy…-se acercó y me beso

Quiero pensar que esta todo arreglado y que la pelea quedo atrás como todas las otras, pero a pesar de que habíamos estado toda la tarde juntos, no era lo mismo, Fernando estaba muy distante y no hablaba mucho, cuando llegaron a casa su madre y Bárbara, salimos rumbo a mi casa, le dije que camináramos, así aprovecharía de tenerlo otro ratito solo para mí, él sonrió y salimos de su casa.

Mis padres estaban en casa, cenamos y me encerré en mi habitación, solo me quedaba el día domingo antes de volver a clases y tenía que arreglar un par de cosas, aunque no dejaba de pensar en Fernando, quise llamarlo pero me arrepentí, demonios porque teníamos que estar tan distanciados, después de un rato no aguante las ganas de hablarle, pero preferí escribirle…

“espero que hallas llegado sin problema a casa” era una excusa, una mala excusa para saber de él… después de un rato contesto diciendo que acababa de llegar, fue muy cortante, no quise insistir, si no tenía ganas de seguir hablando entonces no lo quise presionar, supongo que la conversación que tuvimos respecto a Tomas no lo dejo muy conforme y seguía molesto

Mi teléfono sonó y tuve la esperanza de que fuera él, pero cuando vi el nombre de Diana en la pantalla, reconozco que estuve un poco desilusionado

-hola…-le hable sin mucho ánimo

-como estas amigo?

-bien

-bien?- no tenía muchas ganas de hablar

-si Diana estoy bien, mejor

-genial…eh, Santiago yo quería, eh…

-qué ocurre?

-hoy fui a… has hablado con Pablo?- me pregunto, parecía nerviosa

-no, no he sabido nada de él, supongo que sigue enojado…¿por qué preguntas?

-es que hoy fui a hablar con él

-Diana te dije que no volvieras a meterte en esto por favor

-lo sé, pero no me aguante y bueno en realidad no hablamos mucho, pero quería saber si el había ido a verte

-no, no sé nada de él

-genial!- grito un poco eufórica

-genial? No se suponía que querías que apareciera?

-eh si, bueno, pero ah Santiago no me hagas caso, yo me entiendo

-estas bien?- su voy se escuchaba nerviosa y por momentos parecía que no estábamos hablando de lo mismo

-sí, si claro, bueno tengo que colgar, un beso descansa!- antes de que pudiera contestarle Diana ya había cortado la llamada, mi amiga parecía nerviosa lo que era muy extraño, tuve curiosidad y pensé en llamarla otra vez y preguntarle bien lo que pasaba, o también pensé en llamar a Pablo y preguntarle lo que habían hablado pero me arrepentí cuando recordé que Pablo seguía enojado conmigo, también por Tomás, tenía más de un problema por él, al final decidí no saber nada de lo que pasaba con Diana, al menos no esa noche, solo me recosté en la cama y trate de pensar en cómo arreglar las cosas…

Primero estaba Pablo, con su ataque orgullo por el que aún no aparecía en mi casa, parecía que esta vez la pelea iba muy enserio y yo ya estaba cansada, extraño a mi amigo, es como mi hermano y no verlo moverse por mi casa con total naturalidad es extraño, incluso mis padres no dejan de preguntarme por él, Diana no para de hablar de él no habla en muy buenos términos, creo que en el último tiempo lo insulta más de lo usual y hasta ahora cuando la pelea ya fue hace un par de semanas ni siquiera hemos hablado por teléfono, como siempre tendré que ceder yo y buscarlo, también exagere cuando le dije que era un insensible, no es así, no sé por qué reaccioné de esa forma…

Por otro lado estaba Fernando, no es nada fácil estar con él, nuestra relación surgió de un forma extraña, hemos tenido tantos problemas que incluso he llegado a cuestionarme si estoy haciendo las cosas bien, si estar con él es lo correcto, lo amo, lo amo demasiado, siempre lo he amado pero… demonios todo el tiempo estamos peleando y aunque reconozco que las reconciliaciones no son para nada desagradables, estoy bastante cansado y sé que él también lo está, quizás la última pelea no había sido monumental pero se darme cuenta cuando está molesto o enojado, el día anterior solo me había escuchado decir que estaba preocupado por Tomas y si bien no dijo nada en el momento su actitud el resto de la tarde fue tan distinta que incluso Diana noto cierta distancia entre los dos, yo quería acercarme, quería hablarle y decirle que no pensara mal de lo que había escuchado, pero si no estábamos solos era un poco difícil, además mi novio es un poco complicado y ahora que lo pienso lo más probable es que en el momento si intentaba acercarme a él, me rechazaría, lo sé

Pero… ¿cómo podía pensar que lo que quiero es volver a estar con tomas?... lo recuerdo …. ”Si estoy siendo un obstáculo para que corras a él, solo tienes que decirlo”…. No podía estar más equivocado, como podía pensar eso… Fernando….Fernando…Fernando…. mi celoso inseguro y orgulloso novio… que difícil es estar contigo, pero aun así, no dejo de amarte…

Rodrigo

Cuando llegue a casa estaba cansado, solo me lancé en la cama y cuando estaba a punto de dormir la puerta me arrastro a la realidad a la fuerza…

-mierda!- me levanté de mala gana de la cama, no era tarde, apenas las diez de la noche, pero yo me sentía agotado… abrí de mala gana y no esperaba tenerlo en la puerta….-¿qué haces aquí?

-no me esperabas? –maldición, parecía molesto

-eh no, la verdad no te esperaba, pensé que no iba a aparecer de nuevo, al menos no en un buen tiempo

-eso querías? Quieres que desaparezca?- frunció el ceño

-no- le respondí seguro, no es lo que quiero, no quiero dejar de verlo-  pero es lo usual en ti o al menos así lo haces conmigo

-que quieres decir?

-Tomas….-me reí –tengo total y absolutamente claro que no soy el único al que buscas cuando estas aburrido, sé que es así, pero no sé cómo eres con el otro…o los otros –corregí… él me miro por un segundo y una semi sonrisa atravesó su rostro pero no la típica sonrisa burlona y de suficiencia, no, esta vez era distinto, creo que no podría explicarlo

-estas con alguien?- volvió a estar muy serio

-no...Iba a dormir …-lo mire un poco perdido- porque estaría con alguien?

-no lo sé, quizás con quien te vi hoy –me perdí más aún

-tomas- volví a reír – dudo que a ti te importe lo que yo haga, pero no, no estoy con nadie- dejé la puerta abierta porque hasta ahora aun estábamos hablando en la puerta del departamento, no sé con qué actitud viene, no sé si quiere entrar y estar conmigo o solo vino a burlarse por lo que solo dejé la puerta abierta y caminé a la cocina a buscar algo de comida, el cansancio repentinamente había desaparecido, estaba hurgando en el refrigerador cuando sentí la puerta cerrarse y los pasos de Tomas acercándose a mí, lo ignore o al menos intenté ignorarlo cuando una de sus manos toco mi hombro y un amargo recuerdo llego a mi mente junto con un profundo dolor y el ardor de las marcas en mi cuello, brazos, hombros y pecho, era el recuerdo, era como si volviera a revivir la sensación, el dolor en las marcas ya casi se había esfumado, pero el contacto de su cuerpo con él mío, incluso siendo tan mínimo, hizo que el ardor reapareciera, mi cuerpo se tensó y tal vez él lo notó porque retiro su mano de inmediato, mis manos se paralizaron en la mesa y deje de respirar, la habitación se me hacía demasiado pequeña y tenía la sensación de estar ahogándome, solo fueron un par de segundos, pero que se me hicieron eternos hasta que volví a sentir el contacto de sus manos, esta vez en mi espalda, era distinto, el cambio era tan fuerte, creo que jamás había sido así, nunca había tenido una caricia de su parte, siempre había sido un jugueteo un poco rudo, yo era su juguete, esta vez no, ahora sentía sus manos recorrer mis espalda con cuidado, ni él ni yo hablábamos, de la sensación de asfixia pase a una agitación exagerada si pensaba que solo era una caricia, pero el jamás me había acariciado…

Su cuerpo se acercó al mío y sus manos se movieron por debajo de mi ropa, el contacto directo de sus manos con mi piel quemaba, pero no de la misma forma que lo hacían las heridas, con su pecho pegado a mi espalda sus manos marcaron el recorrido hacia mi pecho y una de ellas se posó sobre mi corazón, un suspiro en mi oído y el pecho de Tomas subía y bajaba acelerado, mis manos aún estaban paralizadas, por instinto mis ojos se cerraron y quise hablar pero la voz no me salía….-Tomas….-pude pronunciar casi inaudiblemente en un suspiro, él no se detuvo, por el contario los botones de mi camisa fueron abriéndose lentamente uno a uno….-shhhhhh….-despacio, casi en silencio me calló y desde el lóbulo de mi oído su boca marco un camino de besos por mi cuello recorriendo con cuidado y cariño cada una de las marcas en él… cariño…. Jamás me había dado esto…seguía el camino por mi hombro y parecía que se detuviera en cada marca, yo sabía perfectamente donde estaban, las que más dolían…. Era ahí donde sus besos se concentraban… solo entonces lo vi… estaba arrepentido…. Está arrepentido de los golpes, solo ahora puedo estar seguro de ello y solo reafirmo la convicción de que estaré para él, haré lo que él quiere y seré suyo cuantas veces quiera y cuando quiera…. Y me gusta, no quiero dejarlo.

Fernando

Salí de casa temprano, era mi último día antes de volver a la normalidad y el inevitable inicio de clases callera sobre mí, miré la hora en mi celular y aún era temprano…. Ocho de la mañana… quizás exagere, pero la verdad es que no quería estar en casa cuando bárbara apareciera en mi habitación preguntándome si había hablado o no con Santiago, cosa que no había hecho porque en realidad ni siquiera lo pensé, no desde la última vez que estuve en su casa…. –quizás aun está dormido…- si lo llamaba tan temprano por la mañana … debí salir más tarde.

Para evitar despertarlo, en realidad no pretendía ir a otro sitio que no fuera su casa, necesitaba verlo, pero me decidí por hacer un poco de tiempo y tome el camino más largo que me llevara a su casa, me detuve en un parque donde habíamos estado antes, varias veces, las imágenes se amontonaban en mi cabeza y repasaba nuestra historia desde el principio… comenzó mal… pero ha mejorado, toda ha ido mejorando, sin pensar en lo que significa que ahora este ardiendo en celos porque no soporto pensar en el tan Tomas, fuera de eso, todo estaba tan bien, estos días libres debimos haberlos aprovechado, pero al contrario de eso yo me estaba portando como un tonto maniaco y posesivo novio, que tarado…

Seguí caminando y volví a mirar mi celular, parecía una hora más prudente, entonces me decidí a marcarle….

-hola!- no había alcanzado a sonar dos veces cuando contesto

-hola…te desperté?

-no, estoy despierto hace mucho- así parecía, no tenía una voz somnolienta- y tú?...porqué estas despierto tan temprano?- parecía divertido

-quiero verte

-igual yo…aun estas en cama?

-no, estoy a cinco minutos de tu casa-le die- voy a verte o vienes tu a mí?-se rio

-yo voy…

Unos diez minutos después lo vi acercarse a donde yo lo esperaba, sonrió cuando me vio y acelero el paso…-hola….-sonrió cuando estuvo a mi lado, como amo esa sonrisa… Tome su mano y le sonreí, sin decirle nada solo me acerque a él y lo bese…-te extrañé- me dijo, sabia a lo que se refería…-también yo….-me sonrió y caminamos a un lugar en el parque donde nos quedábamos cuando nos reuníamos allí, cuando nos sentamos envolví mis brazos a su alrededor y nos quedamos en silencio por un rato…

-anoche no pude dormir… -dijo después de un rato

-yo tampoco- tenía su mano entrelazada a la mía, inclino su cabeza hacia atrás y me miró- supongo que por la misma razón que tu- le dije, Santiago suspiro y se movió para estar sentado de frente a mi

-lo siento –dijo con la mirada perdida

-que sientes?

-todo, esto, es mi culpa, lo entiendo

-yo no… que ocurre? –le pregunte un poco preocupado, se veía muy afligido

-siento reaccionar mal y actuar mal con lo que concierne a Tomas, lamento las mentiras que quizás como defensa puedo decir que solo intentaba que no discutiéramos, aunque no sirvió- me miro e hizo una mueca de desagrado- anoche no logre conciliar el sueño y me quede pensando en esto

-Santiago-me miro- yo tampoco quiero seguir peleando, es solo que …

-escucha- interrumpió- no solo he discutido contigo en el último tiempo, no quería que Tomas fuera tema entre nosotros pero tengo que reconocer que las cosas se han complicado desde que él apareció, también discutí con Pablo por esto y ahora veo las cosas distintas

-pablo? –me sorprendió- que tiene que ver Pablo en esto?

-discutimos porque él dice que Tomas llego muy distinto a como era, me dijo que tuviera cuidado y que me mantuviera lejos de él y yo reaccione mal, acaba de discutir contigo y me pareció que exageraban demasiado, discutimos por eso y ahora no quiere hablarme- me sorprendió lo que dijo, si había notado la ausencia de Pablo, era obvio que algo había pasado, pero cuando le pregunte a Santiago por el note lo incomodo que se puso y no quise preguntar más, nunca me imaginé que hubieran discutido por esto –también tengo que disculparme con él, pero te prometo que esto se terminó

-porqué lo dices?

-voy a hablar con Tomas- me tensé en cuanto lo escuché- puede que él tenga una idea equivocada de las cosas y si piensa que hay alguna posibilidad de que yo quiera estar con él, se lo voy a aclarar, si lo entiende y lo acepta estupendo, si no- suspiro

-si no?

-entonces es mejor que no vuelva a verlo

-Santiago yo, reconozco que lo mejor para mi seria que no lo vieras más, pero a pesar de lo que puedas pensar, no quiero imponerte nada, ni siquiera aunque se trate de él, solo espero que entiendas que es…-titubee- me molesta estar preocupado y excesivamente celoso por él o por cualquier otro

-lo sé …-cuando lo mire estaba sonriendo- lo sé y lo entiendo … ¿no más peleas? –me reí

-no más peleas –me acerque a él y lo bese

Tomás

Cuando desperté Rodrigo aun está dormido a mi lado, me quedo en silencio viéndolo dormir por un momento, quizás en otro momento, si las cosas fueran distintas, podría haber estado con él, pero ahora con la vida retorcida que llevo, no se puede… él lo sabe, pero no quiere entenderlo.

Después de que lo golpeara cuando salí de su departamento aquel día pensé que no volvería a verlo y la verdad es que no me importo, podría obtener de quien quisiera lo que él me daba solo sexo, pero esta vez fue distinto, lo sé, esta vez no fue solo sexo, creo que es la primera vez que pienso en que sea él quien lo disfrute y no yo, quizás sea remordimiento, quiero pensar eso en vez de que la razón sea que quizás siento algo por él… imposible…

…”te mueves por conveniencia, solo piensas en obtener algo de los demás, no te importa nadie porque eres un maldito”…. Esa frase me daba vueltas la cabeza, junto con la voz de ese hijo de puta por el que entre en toda esta mierda, me convenció de que era verdad, asumí que no me importa nadie ni nada, no me importa mi familia, no me importan los que fueron mis amigos, ni siquiera me importa Santiago y ahora, de la nada, este chico de ojos color miel de lindo rostro y que lo invade el nerviosismo cuando me acerco mucho, él si me importa y es un jodido problema.

Me arrepiento de lo que le hice, me arrepiento de las marcas en sus brazos, me arrepiento de haberlo tratado mal, me arrepiento de haber sido tan maldito cuando hice que escuchara mientras estaba con otro pero también me arrepiento de haberme acercado a él, porque sé que lo voy a lastimar, debería alejarme de él, no volver a verlo, pensar por una puta vez en alguien más que no sea yo mismo, sería lo mejor para él….lo miro mientras balbucea algo entre sueños, me rio porque parece un niño, su mano derecha se mueve por la cama como si buscara algo, sigo mirándolo porque tengo una idea de lo que busca…. A mí…. Debería levantarme y salir del departamento antes de que despierte, como lo he hecho las otras veces, pero no quiero. Entonces me encuentra y un suspiro sale de su boca mientras su mano se posa sobre mi pecho y yo solo lo miro, podría mirarlo por horas… NO!... mi subconsciente me recuerda la mierda que soy y lo que va a suceder si permanezco cerca suyo, por alguna razón no quiero hacerle lo que le he hecho a todos los otros, siempre es lo mismo, se repite la historia y cuando me canso del juguete solo busco otro que me entretenga por un tiempo… no quiero hacer lo mismo con Rodrigo…

Entonces se mueve… está despertando… aun medio dormido se aferra más a mí y me abraza mientras inconscientemente envuelvo uno de mis brazos a su alrededor y dejo que él acomode su rostro sobre mi pecho…

Sé que está despierto, uno de sus dedos se mueve en círculos sobre mi pecho, aun así no habla y yo no lo presiono, espero… vuelvo a mirar las marcas en su brazo y una voz en mi interior grita “lárgate! ... déjalo antes de que le hagas más daño!...”

-te quedaste…-su voz me trae de vuelta a la realidad, lo miro y el está observándome

-si… ¿raro? –le sonrió, casi como si fuera un reflejo

-muy raro…-su abrazo se hace más fuerte- pero me gusta –un punzada me oprime el pecho

-lo sé…- tengo que salir de aquí

De mala gana después de un rato me levanto y busco mi ropa, me pide que me quede, quiero quedarme, pero no debo… vuelvo a poner los pies sobre la tierra y todas las ideas que cruzaron mi cabeza mientras lo veía dormir son sacadas a la fuerza de mi mente, las aparto y retomo mi personaje… él entra en el baño y es el momento que yo aprovecho para salir del departamento sin verlo, sé que cuando salga y no me vea estará desilusionado pero lo ignoro y me alejo sin decirle adiós, aunque no quiera dejarlo

Camino rumbo a la casa donde no he estado hace un par de días, creo que ya va una semana desde que salí de allí, deben estar preocupados.

Cuando entro siento los sollozos de mi madre y alguien se acerca corriendo hacia la puerta, antes de que pueda hablar mi hermana está llorando mientras me abraza… demonios no quiero esto, no soporto este espectáculo, la aparto sin decirle nada y ella me mira suplicante, toma mi mano y la presiona con fuerza, se acerca alguien más, mi madre está frente a mí y noto las ojeras y el cansancio en su rostro, ¿hace cuánto que no duerme?... mientras la miro ella endurece su rostro mientras irradia rabia y frustración, se acerca a mí y me abofetea como nunca antes lo hizo, no reacciono enseguida y cuando lo hago siento como la rabia se acumula en mí, la miro a los ojos con toda la rabia que llevo y ella comienza a llorar, quiere tocarme se acerca a mí pero la esquivo y guardándome cualquier protesta solo camino escaleras arriba y me encierro en la habitación.

Después de tomar una ducha y buscar algo de ropa, miro alrededor en la habitación y me doy cuenta de que han estado aquí, quizás revisando, buscando el motivo del porque estoy así, me molestaría, pero en realidad no me importa, de seguro encontraron bastante.

Me recuesto sobre la cama y cierro los ojos, al rato siento la voz de mi padre, pregunta por mí y comienza a gritar, he escuchado esto tantas veces que ya no me preocupa, lo ignoro… golpean la puerta, mierda no quiero más de esto, no respondo y después de un segundo llamado sin obtener respuesta Marcela entra en la habitación

-cómo estás?- pregunta mientras vuelve a cerrar la puerta y camina hacia la cama- estábamos preocupados- dice apenada, se a dónde va esto- mamá esta arrepentida por lo que paso, ella solo…

-no-la interrumpo- no importa- en realidad me lo merezco

-dónde estabas?- la miro por un segundo incrédulo, sabe que no se lo voy a decir- te busque en todas partes donde pensé que podías ir- bien me siento alagado

-no debiste hacerlo, no debiste perder el tiempo

-eres mi hermano, tu harías lo mismo por mí- no hermanita lo más probable es que no lo haría – incluso fui a casa de Santiago- la miro, está sonriendo, una tonta sonrisa –está muy preocupado por ti –no habla más, solo sonríe y sale de la habitación

Se lo que estás haciendo hermanita, piensas que Santiago va a hacer que cambie, que idea más estúpida, reconozco que yo también lo creí en algún momento, pero en el fondo sé que no es así… aunque no perdería nada si vuelvo a tenerlo, la idea no me desagrada para nada, o quizás sí, quizás si perdería algo….-Rodrigo…-me rio de mí mismo y repito en mi cabeza… no te importa…

Santiago

-dijiste que no eras un exhibicionista- rio

-cambie de opinión- le dije mientras seguía besándolo

Quizás no era buena idea, ni mucho menos un buen lugar, pero extrañaba a mi novio y no me importaba estar en un lugar público, ni tampoco que las horas habían pasado, demasiado rápido, y el parque estuviera mucho más concurrido que cuando llegue, bese su cuello y me estremecí por completo cuando sus manos recorrieron mi cintura bajo la ropa, me embriagué con su olor mientras sus besos se hacían más intensos, entonces se oyeron voces demasiado cerca y lo que parecían ser niños corriendo

-demonios!- dije frustrado mientras me movía para dejar de estar sobre mi novio

-sí, definitivamente el exhibicionismo no es lo tuyo- lo mire y el reía mientras yo estaba molesto

-son niños, tengo consideración –le dije mientras veía a los pequeños que había arruinado nuestra reconciliación, o parte de ella

-amo que seas tan considerado- beso la comisura de mis labios- salgamos de aquí, quiero que dejes de serlo por un rato- lo mire y me guiño un ojo, no tenía que decirlo dos veces porque yo ya estaba de pie, caminamos un poco sin hablar, no íbamos rumbo a mi casa ni tampoco a la suya, no sabía dónde estábamos

-dónde vamos?- le pregunte después  de un rato

-donde no nos molesten- sonrió

-ok pero… donde? –me intrigaba no saber dónde carajo estaba

-confía en mí…- no volví a preguntar, tome su mano por un segundo y la presione, cuando quise soltarla, él no me dejó

Seguimos caminando por un rato, deben haber sido unos veinte minutos y la verdad es que me estaba poniendo nervioso, además del hecho de no saber dónde estaba, Fernando no hablaba y eso era lo que me tenía tan inquieto. Después de haber atravesado el parque completo, donde nos tardamos una eternidad, creo que jamás lo había recorrido completo, llegamos a un sector que no conocía ni tenía idea de su existencia, solo habían rocas gigantescas por todo el lugar, una reja de fierro de casi dos metros marcaba el límite de lo que parecía una casona de otra época, Fernando miro alrededor, corroboro que había un candado que debía pesar unos diez kilos, imposible de abrir, volvió su mirada a mí y sonrió…

-no pretenderás que suba ahí- le dije espantado- o sí?- lo vi moverse ágilmente para atravesar el portón, cuando estuvo en la parte más alta de este, estiro su brazo y luego de resignarme tome su mano pidiéndole a Dios que no me dejara morir en este momento, no ahora, no aun, no justo cuando estoy en plena reconciliación, bueno si lo admito, no será un peligro muy grande saltar una reja de dos metros y un poco más, pero con mis antecedentes no logro tener confianza, siempre fui un poco por no decir muy torpe para estas cosas.

Fernando parecía divertido de mis gestos mientras escalaba ese maldito y condenado muro, solo lo mire por un segundo y con la mirada de advertí que no se riera, una vez en la cima, si lo sé, no estábamos escalando el monte Everest pero para mí es algo similar, mi novio comenzó a bajar ya del otro lado de la reja y cuando estuvo en el suelo después de moverse ágilmente y con un solo salgo llegar a tocar el piso, sonrió y extendió su mano a mí para ayudarme a bajar, mi descenso fue incluso más torpe y difícil que la subida, pero lo logre y en lo que trato de ser un salto para quedar en la misma posición de Fernando más bien pareció que me lance a un precipicio ya resignado de mi destino, pero este no era la muerte como pensaba en ese momento, los brazos de mi novio me tomaron con fuerza y acerco su rostro al mío…

-sano y salvo… no fue tan difícil- sonrió mientras me miraba, puse mis ojos en blanco y me acerque a él para besarlo, pero contrario a lo que yo esperaba, el me esquivo- sigamos… aún falta un poco- volvió a sonreír

Retomamos la caminata y mientras observaba el lugar, la sensación de haber retrocedido un par de siglos volvió a mí, atravesamos los jardines de una gran casona que parecía estar abandonada, el lugar era gigantesco, era de las  típicas mansiones de algo así como el 1800, no tenía idea de que existiera un lugar así en mi ciudad, caminamos unos treinta metros y Fernando se detuvo a mi lado, lo mire y seguí la dirección de su mirada…

Jodido lugar… desde lo que parecía ser una especie de colina, en donde estábamos, la vista era espectacular, no era el típico lugar en altura desde donde puedes ver la ciudad, no, eso lo ves desde cualquier edificio que tengo hasta 25 pisos, aquí en cambio, lo que se ve, es lo bueno de la ciudad, no la parte atochada y contaminada de construcciones que afean el lugar, no… desde mi posición podía ver el parque rodeando la espectacular casona, con razón no lo conocía completo, era jodidamente grande, le seguía el lago, principal centro turístico recreativo de la ciudad, donde se hacían actividades para a familia y ese tipo de cosas, pero lo que veía no era un lugar lleno de gente ni con niños corriendo, lo que veía era naturaleza virgen, sin mancha, no parecía mi ciudad.

Debo haber estado contemplando la vista bastante tiempo, porque luego de un rato la voz de Fernando me saco del trance…

-hermoso… ¿cierto?

-si… esto es… es perfecto- estaba estupefacto- la vista es perfecta

-sí, lo es- volví mis ojos en su dirección y me lo encontré contemplándome con una sonrisa en el rostro, no pude evitar sonrojarme

Tomo mi mano y me acerco más a él…-es el último día libre, aprovechémoslo- dijo y acerco su rostro al mío para besarme, entonces mis piernas temblaron y envolví mis brazos en su cuello para no caer, sus manos volvieron a posarse en mi cintura por debajo de la ropa, las subió marcando el camino de su recorrido en mi pecho, mis brazos se extendieron sobre mi cabeza y la polera que llevaba en menos de un segundo ya estaba en el suelo a nuestros pies, con manos temblorosas toque su pecho y comencé a desvestirlo, su boca no se separaba de la mía, y si lo hacía, era porque bajaba por la comisura de mis labios y se concentraba en mi cuello, logre quitarle parte de la ropa y un escalofrío me atravesó el cuerpo cuando sentí su tacto sobre mi pantalón, sus manos luchando con este para quitarlo y cuando ya no lo tuve, tomo mis manos para recostarme en el piso, sentí la ropa rozar mi espalda mientras mis ojos se cerraba y se intensificaba más aun la sensación de electricidad correr por mi cuerpo, cuando sus labios se posaron en cada rincón de mi pecho, entonces su mirada se encontró con la mía y pude distinguir en sus ojos una mezcla de sentimientos…ansiedad, deseo y amor, amor por sobre todas las otras, acune su rostro en mis manos y lo guie de vuelta a mí, inmóviles nos miramos a los ojos mientras el tiempo se detenía para que ambos disfrutáramos del amor en su máxima expresión, ninguno de los dos dijo nada, no hacía falta decir nada, cuando retomo sus besos sentí el peso de su cuerpo sobre el mío y como buscar la entrada a lo más profundo de mi, aferre mis piernas a él y lo envolví con ellas, un suspiro se escapó de ambos a la vez cuando sentí que mi cuerpo se estremecía con él poseyéndolo, sin dejar de besarnos, mis manos acariciaron su espalda y con fuerza mis dedos presionaron sobre él cuando los movimientos de su cuerpo se iban haciendo nada vez más intensos, los papeles se intercambiaron y sin dejar que su cuerpo abandonara el mío, giramos y ahora me encontraba yo sobre el besando y acariciando su pecho, de su boca se escapaban suspiros de placer mientras nuestras respiraciones se agitaron y se acompañaban, una con la otra al mismo tiempo, entonces sus manos se aferraron a mis caderas con fuerza y supe que el fin para ambos se acercaba, la presión aumento y deje de respirar por un tiempo, Fernando movió su pecho y levantándose se abrazó al mío, su boca busco la mía en el momento justo en el que ambos ahogamos un grito de placer en la boca del otro.

Cuando el aire volvió a entrar en mis pulmones, mi pecho se movía al mismo ritmo del de mi novio, cruce mis brazos en su cuello y volví a recostarlo cayendo exhausto sobre él… mi mirada busco la suya y una vez más ninguno de los dos hablo, cerré los ojos en un suspiro cuando su mano acaricio mis rostro con ternura mientras nuestras respiraciones se normalizaban…-podría estar así contigo para siempre…-dijo después de un rato…-entonces que así sea- le respondí y tome la mano que acariciaba mis rostro para acercarla a mi boca y besarle, entrelazo sus dedos a los míos y volvió a posarlos sobre su pecho… quiero que esto dure para siempre...

Rodrigo

Cuando volví a la habitación no quería convencerme de que lo hubiera hecho una vez más… no podía haber desaparecido como siempre lo hacía sin que yo me diera cuenta, no después de lo que había pasado la noche anterior… hicimos el amor, Tomas me hizo el amor como nunca nadie antes lo había hecho, no había sido solo sexo, había mucho más, lo sentí… entonces porque demonios repetía la misma actitud de siempre ¿para qué?

La noche anterior me había convencido que no importaba lo que ocurriera y aunque intente negarlo estoy total, absoluta y estúpidamente enamorado de él y él lo sabe, siempre lo ha sabido, por eso juega conmigo, porque sabe que haga lo haga siempre estaré esperando que vuelva a golpear a mi puerta

-solo espero que vuelvas pronto- dije mientras volvía a recostarme sobre la cama…

Después de un rato decidí hacer algo productivo en el último día que tenía libre ahora que retomaba las clases en la universidad, me levante y fui a la cocina por algo de comer, encendí la televisión y me senté frente a ella, entonces algo llamo mi atención, sobre una mesa había un papel con algo escrito a mano y una letra que no era la mía, lo tome intrigado…

las cosas cambiaron, lamento las marcas, no volverá a ocurrir, porque no volveremos a vernos, fue la última vez, la verdad es que ya me aburrí de jugar contigo y como tú mismo lo dijiste, no eres el único juguete que tengo, es momento de variar y para hacerlo tengo que desechar algunas cosas, entre ellas estas tú, me divertí contigo más de lo que esperaba, pero no lo suficiente….adiós nene…

Tomás”

- no…-sentí como mi boca se secaba y un dolor en el pecho mientras de mis ojos caían lagrimas- no puede ser… maldito Tomas… esta es la última, esta es la última vez que te ríes de mí….

Fernando

No pretendo dejarlo, ni moverme, estoy tan cómodo al sentir su cuerpo sobre el mío, extrañaba a mi novio, su cabeza aun reposaba en mi pecho y con una de sus manos acariciaba mi abdomen mientras hacía círculos con uno de sus dedos, su aroma llegaba a mí y me embriagaba, cerré mis ojos y disfrute del momento

-te extrañaba- su mirada se encontró con la mía y sonrió

-igual yo…- era como si nos hubiéramos separado o algo así, la verdad es que las peleas constantes nos tenían muy distanciados

-dónde estamos? –pregunto después de un rato más en silencio

-esta casa es patrimonio de una de las familias más importantes de la ciudad, pero está prácticamente abandonada, todos se largaron de aquí y hace años que solo viene alguien a corroborar que la casona siga en pie una vez al mes

-como lo sabes?

-cuando era niño venia aquí, las peleas y los gritos en casa eran tan seguidos que cuando tenía unos ocho años salía de casa y venia aquí

-solo?- me miro y sus ojos se abrieron con sorpresa- eras muy pequeño –sonreí

-no, no solo, en ese entonces Annie aún estaba en la ciudad y nos escapábamos juntos

-Annie? Y esa quién es?- me reí, Santiago frunció el ceño y su expresión y el tono que uso fueron graciosos

-Annie es una amiga de la infancia, crecimos juntos, tiene mi misma edad, su padre es militar y constantemente es trasladado de un lugar a otro, recuerdo que solía viajar mucho, siempre iba a visitarlo a la ciudad donde él estaba, pero cuando cumplimos 15 años, curiosamente nuestro cumpleaños es el mismo día, su padre fue trasladado a suiza, Annie y su madre decidieron seguirlo- recordé esa época y me invadió un poco la melancolía de los malos recuerdos

-y con ella venias aquí?

-si, en una ocasión mi padre había estado bebiendo en casa, comenzó a gritar y quiso golpear a mi madre, como él no estaba con todos los sentidos en orden ella logro esquivar el golpe y el callo al piso golpeándose la cabeza y quedo inconsciente, recuerdo que Bárbara no estaba en casa y mi madre comenzó a llorar cuando mi padre no reaccionaba, yo tenía ocho años, solo pensé en correr a casa de Annie y hacer que sus padres fueran a mi casa, su madre y la mía eras buenas amigas por lo que ella la acompaño al hospital cuando una ambulancia llego a casa, el papa de Annie se quedó con nosotros y se ocupó de asegurar que bárbara estaba en casa de una de sus amigas e iba a pasar la noche allí, para distraernos del mal rato él nos trajo aquí y nos contó un poco de la historia de este lugar, desde entonces Annie y yo veníamos aquí todo el tiempo

-lamento que tu padre se haya portado así

-ya no importa, todo termino bien, aunque aún tengo que verlo, pero no importa mucho

-y no volviste a saber de ella? No volviste a hablar con Annie?

-sí, a veces hablamos por Skype o Facebook o también me escribe y yo a ella, aunque es no le gusta mucho usar Facebook ni nada que se le relaciones, tiene ideas extrañas contra la tecnología y es algo así como ecologista por lo que es más lo que nos escribimos- me reí y recordé las teorías de conspiraciones que según Annie estados unidos planea contra el mundo

-y cuando ella se fue aun seguías viniendo aquí?

-a veces, me gusta pero también me recuerda una mala época

-y entonces por qué me trajiste?

-porque quería compartirlo contigo- sonrió

-me gusta –acerco su rostro al mío y me beso

Volvimos a quedarnos en silencio por un rato, las imágenes y los recuerdos de los años en donde solía refugiarme en este lugar cuando la situación en casa era insostenible y yo siendo aún muy pequeño no era capaz de imponerme ante mi padre, me desagrada pensar en eso, creo que por eso cuando Annie se fue, deje de venir tanto aquí, crecimos juntos y éramos como hermanos, lástima que su viaje haya sido justo en el momento en que todo colapso con mi familia

-qué ocurre?- la voz de Santiago me trajo de vuelta a la realidad

-nada- sonreí y entonces recordé- hay algo que tengo que decirte

-qué es?- me miro como preocupado, espero que no sea una mala noticia

-bárbara lo sabe

-sabe qué?-hizo un gesto de no entender

-nosotros, que estamos juntos, lo sabe – quiso decir algo pero se calló, estaba sorprendido y me miraba como si estuviera esperando alguna reacción de mi parte cuando en realidad era yo quien quería ver su reacción –di algo

-le contaste?

-no- me reí- se dio cuenta

-cómo!? Pero si yo no dije nada y tú no… no entiendo –parecía nervioso

-Santiago tranquilo-le dije- el día de su cumpleaños después de lo que paso con mi padre ella nos vio cuando estuvimos en mi habitación, no dijo nada porque prefirió esperar que yo se los contara pero hace un par de días, hablo conmigo y ya no aguanto, soltó todo

-y tu…-seguía nervioso- como estas? Que piensas?

-bien, la verdad me quito un gran peso de encima

-y tu madre?

-no ella no lo sabe, Bárbara dijo que no iba a contarle nada, que dejaría que yo se lo dijera cuando estuviera listo

-y? tu… cuándo?- demonios, en realidad no lo había pensado, ahora que mi hermana sabía todo, tenía que hablar con mi madre, aunque la idea aun me ponía muy nervioso- no te estoy presionando ni nada- se apuró a decir- pero no sé si lo has pensado

-no la verdad no lo había pensado, supongo que ya es hora, de todas formas me pone nervioso pero tampoco quiero seguir mintiéndole –Santiago sonrió y me dio un pequeño beso

-tómatelo con calma- dijo y volvió a rostro en mi pecho, aferre mi brazo a él y nos quedamos en silencio una vez más…

Pablo

No debería…. Sé que no debería, lo mejor sería ignorarlo pero mierda no he dejado de pensar en eso, podría hablar con Santiago…pero… ¿Qué carajo voy a decirle?... “Chago hace unos días Diana y yo estábamos discutiendo como siempre y para molestarla la bese y ahora no dejo de pensar en ella?... Demonios no!

En realidad tampoco es algo importante, solo fue una broma, un chiste, quise molestarla, me gusta hacerla enojar, se ve divertida, y lo logre… se molestó y mucho pero también no me aparto… de todas formas, no tiene importancia

…entonces porque mierda estoy afuera de su casa…

Salí de casa sin rumbo, solo quería salir, no pensé a donde iría y ahora estaba parado afuera del edificio donde vive Diana esperando que el conserje avise que voy, no debería estar aquí, ni siquiera sé lo que le diré.. Mierda

-que haces aquí?- con los brazos cruzados me miraba como si fuera la peor lastra del mundo

-hey! Esas no son formas de saludar, que genio que tienes –quise hacer que se relaja un poco, pero me miro peor aún- puedo entrar? –le pregunte cuando vi que no se movía ni hablaba, solo me miraba con odio

-no me has dicho que haces aquí

-diablos Diana, no seas niña, tengo que hablar algo importante contigo- sus ojos se abrieron con sorpresa… jodida mentira, en realidad no tenía idea de lo que le diría- es sobre Santiago- mentí

-Entra…- pareció bajar la guardia y camino dándome la espalada –que ocurre con Santiago? Recapacitaste y fuiste a hablar con él, ya era hora pablo de que dejaras de portarte como un niño mal criado y dejaras también de ser tan orgulloso, la verdad es que los dos se portan como niños de cuatro años cuando en realidad ya están arto creciditos y….

¿Por qué nunca se calla?... ahora que la veo bien, creo que nunca la había visto de verdad, o sea, siempre estábamos peleando y nos insultábamos el uno al otro, los únicos momentos de paz que teníamos era cuando estábamos con un grupo grande de amigos o frente a los padres de Santiago que nos reprendían cuando discutíamos, decían que parecíamos un matrimonio, carajo es cierto… Diana camina de un lado a otro y sigue hablando, no la estoy escuchando, nunca escucho todo lo que dice, habla demasiado, tampoco me mira solo habla y camina mientras mueve los brazos exasperada, pareciera que acaba de salir de la cama, lleva el pelo tomado en una cola, una polera blanca que cae en uno de sus hombros y lleva puestos unos shorts negros que me parecen demasiado cortos, la sigo mirando y va descalza hacia la cocina, yo la sigo, por un momento se calla pero solo para tomar un vaso de agua entonces me doy cuenta…. Esta nerviosa

Sonrió tontamente ante la idea que cruza mi cabeza …. yo hago que este nerviosa, está nerviosa por mi… quizás intuyo lo que estaba pensando porque por una milésima de segundo sus ojos se encuentran con los míos y vuelve a mirarme con rabia, desvía la mirada y vuelve a hablar, sigue hablando de la pelea con Santiago y repite una y otra vez que soy un inmaduro que no se toma nada enserio, algo de cierto hay en eso, tengo que reconocerlo…

Mi cabeza da vueltas y me sorprendo a mí mismo cuando me veo imaginando lo que sería estar con ella, la verdad y aunque nunca se lo he dicho, es hermosa… insoportable, mandona, enloquece a cualquiera, me regaña por todo, tiene mal carácter, es obstinada, orgullosa, altanera, gritona y… -sonrío- me gusta…

-además de eso no puedo creer que no hayas sido capaz de ir a disculparte con Santiago antes, porque esperar tanto, tu amigo ha estado muy desanimado y tú en vez de estar apoyándolo y dándole animo estas portándote como un tonto que…

-oh diablos Diana ya cállate!- me mira sorprendida y hasta ahora me doy cuenta porque quería verla de nuevo, antes de que vuelva a hablar me acerco, ella retrocede, pero yo ya estoy a su lado tomando su rostro en mis manos y vuelvo a besarla…

Duele… duele mucho… como lo hace para abofetear tan fuerte, en un segundo cuando me separo de ella y la miro sonriendo ella me abofetea y creo que nunca antes me habían golpeado, lejos de molestarme, sonrió y antes de que su mano vuelva a golpear mi rostro, vuelvo a tomarla y la beso otra vez, me empuja y trata de golpearme, pero no la dejo, hasta que me corresponde y sin dejar de besarnos estamos entrando en su cuarto…

Tomás

Escuche por un rato el discurso de mis padres, no digo nada, no tengo nada que decirles, solo les prestó atención cuando hablan de un tratamiento que podría ayudarme, me rio, no estoy enfermo, solo soy la peor mierda que hay, eso no es una enfermedad, ellos siguen hablando, Marcela una y otra vez intenta tomar mi mano, mi padre hablar autoritario y mi madre solloza en unos de los sillones frente a mí, debería estar atento a lo que dice, pero se el discurso de memoria, y si no sirvió antes no va a servir ahora…

Entonces vuelvo a pensarlo…. “esto hace tu vida menos miserable….”

Definitivamente estaba equivocado, pero aun así no me importaba ni haría el intento de dejarlo… ¿para qué?...

Mi padre habla de la universidad, si lo recuerdo, mi hermana dijo que habían aceptado mi traslado, quizás sería bueno retomar eso, aunque la idea tampoco me entusiasma, la verdad ni siquiera me importa…

Miro a mis padres y la imagen se distorsiona, no quiero, no quiero recordar, pero no logro evitarlo…

…estoy en la cama, en su cuarto, el a mi lado como siempre con un vaso de whisky en la mano, no toma nada más que no sea eso, lo miro y mi cabeza da vueltas, lo odio, lo odio como nunca he odiado a nadie y fantaseo con la idea de que tendrá una muerte dolorosa y horrible, me gusta imaginarlo destruido…

-no me mires así- se ríe, sabe que lo odio, todos lo odian, es un maldito….

Lo ignoro y me levanto con dificultad, la cabeza aun me da vueltas, malditas pastillas, siempre consigue que el efecto sea mayor, sin decir nada se levanta y abre uno de los cajones en el mueble que está en uno de los rincones de ese cuarto, como mierda hace para conseguir tantas, toma otro vaso y lo llena supongo que con lo mismo que está tomando él, se acerca a mí y pone el vaso a la altura de mi boca, yo bebo y es tan fuerte que quema mi garganta, lo miro y él sonríe, le gusta ver que somos igual de miserables

-reconócelo, te encanta esto- no le contesto, no tengo ganas de caer en su juego, no ahora- por favor Tomas… deja de ser tan obstinado y solo disfrútalo, estas aquí por qué quieres, nunca te he obligado- vuelve a poner el baso en mi boca y una vez más mi garganta arde- te das cuenta de lo parecidos que somos nosotros dos? Aunque no te guste pensar en ello, somos iguales, somos la misma mierda, la misma plaga, tú al igual que yo, solo piensas en lo que te produce placer a ti mismo, no piensas en nada mas que no sea satisfacerte a costa incluso de jugar con los demás, somos iguales y eso no va a cambiar nunca- mientras habla sonríe, disfruta ver cómo me desagrada pensar que somos parecidos- que importan los demás… nada, solo importas tú y el resto puede irse a la mierda, somos iguales Tomas, no lo olvides… no nos importa nadie, no nos importa nada más que esto…- lo miro y bebe de un sorbo lo que queda en su baso, entonces son esa sonrisa maliciosa en su rostro, veo como abre el frasco y dos pastillas entran en su boca, es la verdad, no me importa nada, nada más que esto….

Sonriendo se acerca a mí y me besa como solo él sabe hacerlo, entonces mi cabeza vuelve a girar y la habitación se cae a mi alrededor, no escucho nada, no veo nada, solo siento sus manos acariciar mi pecho y su boca recorrer mi cuello, lo imito y voy dejando pequeños mordiscos en su cuerpo, le gusta… y a mí también….

Mi padre sigue hablando, mi cabeza vuelve a la realidad y el recuerdo de Alex queda en lo más oscuro de mi memoria, no sé por cuanto tiempo me he ido, pero recordar solo me hace estar más seguro en lo que soy y lo que necesito…

Otro juguete…

-mañana- digo y mi padre se calla por primera vez, los tres me miran esperando que vuelva a hablar- mañana quiero ir a la universidad y arreglar todo para retomar lo antes posible

Veo a mi madre emocionada y sonriendo, hace mucho que no la veo sonreír, Marcela me ofrece su compañía para hacer los trámites de traslado, acepto solo para dejar el tema, me duele la cabeza y tengo ganas de vomitar, subo a mi cuarto otra vez con la excusa de estar cansado y querer dormir, cierro la puerta con llave y camino al baño… mi estómago queda vacío y es como si hubiera vomitado el recuerdo de Alex y por fin hubiera logrado sacarlo de mí…

Siempre han querido saberlo, siempre me han preguntado porque entre en esto, siempre han insistido en saber con quién pasaba los días cuando desaparecía y volvía semanas después, nadie sabe de él, nadie sabe de Alex, nadie nunca va a saber de él…

Estoy en la cama y las imágenes siguen amontonándose en mi cabeza, son recuerdos, asquerosos recuerdos de todo lo que hice en España, como lo conocí, como fue la primera vez que me di cuenta de demonio con el que estaba y que no me importo, como me convencí de que éramos iguales, el me mostro lo que soy en realidad, lo que necesito, y lo que quiero ahora es otro juguete, el rostro de Rodrigo llega a mi mente pero lo saco en dos segundos, evito pensar en lo que me ocurre cada vez que lo recuerdo y me decido, lo quiero de nuevo, lo quiero para mí de nuevo, quiero a Santiago como ni nuevo juguete, y voy a tenerlo…

Santiago

-porque insiste tanto?

-sabe que estoy contigo

-pero si no se lo dijiste

-lo intuye, aunque no lo parezca, es inteligente- me rio, Bárbara no ha dejado de llamar una y otra vez, después de la tercera vez Fernando ya no contesto el teléfono, dice que está desesperada por saber mi reacción después de que mi novio me contara que ella ya lo sabe todo, después de un rato nos levantamos y el camino de regreso me desanima, también lo hace pensar en volver a subir ese condenado muro.

Caminamos rumbo a mi casa, insiste en dejarme en ella, supongo que mi Fernando está de vuelta, y por ningún motivo voy a dejar que vuelva a marcharse ni a alejarse, ya en la puerta de la casa decide no quedarse, es tarde y sé que quiere dormir al menos doce horas antes de volver a la universidad, me abraza y besa como no lo había hecho hace mucho, hoy retomamos el buen rumbo en nuestra relación y la verdad es que estoy embobado por todo lo ha significado este día, no es solo haber hecho el amor, es más que eso, es una reconciliación como Dios manda, hoy siento que se mas de su vida y me convencí por completo de que no tuvieron sentido ninguna de las estúpidas mentiras que le dije.

No quiero dejarlo ir, lo quiero conmigo, lo quiero en mi cama abrazado a mí toda la  noche, me cautiva con una serie de besos y termino cediendo ante la poca cordura que tengo cuando estoy frente a él.

Una vez dentro de la casa recuerdo mis prioridades, la primera ya está lista, reconciliarme con mi guapo novio, ahora no menos importante esta la reconciliación con mi viejo amigo, sé que es tarde y que lo más probable es que este con un ataque de histeria y con un genio del demonio por tener que retomar las clases, pienso en llamarlo pero desecho la idea porque tengo que disculparme y hablar con él frente a frente, no por teléfono, de todas formas y para asegurarme de que no me odia, le escribo un mensaje diciendo que quiero que hablemos al día siguiente por lo que no haga  planes a la hora de almuerzo porque tengo algo importante que decirle; espero que me responda, estoy nervioso y en un momento el celular suena a mi lado, miro la pantalla y solo dice …”ok… mañana hablamos, acaso hablaste con Diana?” – me extraña su respuesta, por un lado me alivia, me reconforta saber que no me odia y que aún me habla pero no entiendo lo que le pasa a estos dos, solo me preguntan el uno por el otro, le contesto que no y de vuelta me envía un “hablamos mañana…buenas noches”

Bien, ya es hora de terminar con la estupidez, la pelea fue mi culpa y tengo que reconocer que he sido injusto con él, cuando estoy a punto de dormirme el teléfono vuelve a sonar…

“espero no haberte despertado, pero mi hermana me dijo que te avisara que estoy en casa, lamento que haya ido a molestarte, no es nada importante, buenas noches”… Tomás

Dudo en enviarle una respuesta, por un lado me alegra saber que no le ocurrió nada malo, pero no quiero hablar con el aun, no está en mis prioridades, en algún momento tendré que aclararle las cosas, pero no ahora de todas formas y por no ser descortés le contesto pero de forma muy cortante

“estaba a punto de dormir, que bueno que estas bien, no hagas que tu hermana se preocupe tanto, buenas noches”

No quiero que Tomas vuelva a ser tema entre Fernando y yo, y para eso tengo que dejar las cosas claras con él, pero no ahora, no hoy…. hoy fue perfecto y no pretendo arruinarlo…