Piensa en frío... él alteró mi mundo (21)

Se levantó del sillón y caminó hacia mi…-¿por qué insistes en hacerme enojar?....esto no te va a gustar- dijo tomando mi brazo con fuerza, me paralicé, algo me decía que se acercaba lo peor...

HOLA HOLA!!!....

Lo prometi, y lo estoy cumpliendo, prometi que ahora que tenia un poquito de tiempo libre lo aprovecharia para escribir, solo una semanita creo que paso desde que publique el útimo, y aqui estoy de nuevo, revolcandome en felicidad, pasar de dos meses a una semana, no lo se, creo que dejaran de odiarme por tardar tanto :'( jajjaja . Ahora... quiero agradecer como siempre a los que comentan y me dan su opinion aqui y en mi mail, los amo a todos - mil gracas de verdad...

ahora a lo que importa xD.. capitulo 21 y creo que ya se por donde va a el final, no quiero decir que lo tenga decidido, todo lo contrario, tengo un millon de ideas revoloteando en mi cabeza y necesito ordenarlas, pero me parece que está cerca, creo, si es que no se me ocurre algo extra en el camino, creo que con este capitulo pueden aclarar algunas dudas que me han planteado quienes me escriben, espero que asi sea, sobre todo porque hay algunas parte que escribi y borre un par/muchas veces, por lo tanto espero que les guste...

hay otra cosita que me gustaria decir, creo que mi nene rudo se gano el odio de varios jajjaja y lo entiendo, hasta yo me molesto cuando escribo las sandeses que hace pero que se le va a hacer xD, me han preguntado mucho sobre mi "inspiracion" bueno dejenme decirles que no tengo xD asi de sencillo y pobre, pero hoy cuando terminaba de escribir el capitulo me di cuenta que hay una cancion que escucho siempre que escribo, sobre todo cuando escribo sobre Tomas creo que podran darse cuenta de porqué... les dejo el link para quienes quieran escucharla, es un cover, pero me gusta mas que la original... http://www.youtube.com/watch?v=hMvHWGFZKIs ahora, le dire solo una cosa, solo es un nene incomprendido, un poco frustrado y esta un poco loco, pero me gusta xD ya no les doy mas lata (a quienes hayan leido esta parte y no se hayan pasado directo al relato jajja) espero les guste, como siempre lo disfruten y por supuesto espero sus comentarios, aqui o en mi mail... gracias por leer, /estoy llorando/ son unos amores...

DISFRUTENLO Y COMENTEN!!.....----- UN BESO...PAULI

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Santiago

-estas exagerando- llevábamos bastante tiempo ya discutiendo sobre lo mismo, y por el rumbo que tomaba la conversación, no nos pondríamos de acuerdo

-a mí no me parece una exageración- dijo exasperado- sabes lo que quiere

-Fernando ya!, basta con el tema por favor

-que quieres que haga? Que lo ignore? No puedo!

-mi amor…-me acerqué a él- Tomás no es un riesgo para nosotros como lo estas pintando- quise acercarme y abrazarlo, pero me rechazo –enserio Fernando, no puedo creer que estés así por él –le dije molesto

-es que no lo ves?! Es claro lo que quiere

-no quiere nada!

-que te dijo?

-ya te lo conté

-no todo, lo sé

-no te estoy ocultando nada!- en realidad si lo hacía, no podía mirarlo a los ojos mientras le mentía, pero es que no quería discutir y sabía que discutiríamos si sabía todo lo que Tomás me había dicho, aunque mi idea no estaba funcionando

-cómo quieres que no me moleste ni me preocupe- dijo mucho más calmado- si por defenderlo incluso me estas mintiendo –carajo, lo había notado igual, volví a mirarlo y lo vi saliendo del cuarto

-hey no te vallas

-no quiero quedarme

-estamos hablando, no hagas esto

-no hablamos, discutimos y no me gusta discutir contigo, prefiero irme

-si no te gusta entonces no hablemos más del tema y ya- se detuvo por un momento y me miro, no se veía molesto, más bien, triste

-no voy a quedarme y hacer como si no pasara nada, tú quieres hacerlo es tu problema, yo no soy así, no funciono así, no me gusta estar con dudas, no me gusta angustiarme por no saber las cosas y sobre todo –se detuvo un momento y dio un suspiro- no soporto darme cuenta de que me estas mintiendo

-Fernando- comencé a decirle

-hablamos después- se acercó a mí y me dio un pequeño beso que apenas sentí, no dijo más y salió de la casa

No lo seguí porque sabía que no lo iba a convencer de quedarse, solo me senté en la cama con la angustia de no saber qué hacer, hay quienes tienen el don o más bien la habilidad de mentir, yo no soy de ellos y aunque no es una característica que me agrade, reconozco que a veces puede ser útil, aunque un segundo después me retracto de lo que estoy pensando, no quiero mentirle, no me gusta, sé que él no me miente y que no lo haría, en realidad, soy patético, lo sé

Rodrigo

No volví a saber de él, miré desde mi lugar el celular aun hecho pedazos en el suelo, seguía donde mismo lo había dejado días atrás.

Si pensé que él me buscaría, que se disculparía, me equivoqué, por supuesto que no lo haría no le importaba y lo más probable es que si al menos me recordara solo se reía de mí.

Llevaba ya varios días encerrado en el departamento con la mínima ilusión de que fuera a verme, cada vez que lo pienso me rio de lo patético que soy en este momento, podría estar disfrutando con un guapo empresario con un lujoso departamento con quien había tenido sexo y que había insistido en volver a verme, pero no, aquí estoy, pensando en ese hijo de puta, podría protagonizar un drama de telenovela

-además de patético soy idiota- me reí de mí mismo, quizás podría buscar al guapo con el que había estado, ¿hacerle un visita sorpresa? Para que…

Aun así dentro de toda la mierda que siento dentro, creo que algo puedo rescatar de esto, no estoy actuando bien, he  dirigido mi rabia hacia alguien que en realidad no me ha hecho absolutamente nada, me importa un carajo si Santiago y Fernando están juntos, no es mi problema, en realidad Santiago no es el problema, el problema soy yo, siempre he sido yo.

Tenía un novio que cualquiera habría envidiado y que me amaba incluso hasta llegar al punto de aceptar que yo no lograra reconocer quien soy ¿por qué? –porque eres un puto cobarde- me respondía siempre.

-al menos puedo agradecerte esto Tomas, gracias enserio- toque fondo, ya hasta hablaba solo

¿quiero estar involucrado en esto? ¿quiero ser el juguete de alguien? ¿puedo hacer como si nada pasara cuando lo vuelva a ver? Si es que vuelvo a verlo ¿puedo soportar que me busque cuando esta aburrido y que incluso me pida que le ayuda a recuperar a su ex?.... –No, no puedo.

Pero… ¿puedo negarme a él y hablarle con la misma firmeza y convicción con la que veo los hechos ahora?...- No lo sé.

Fernando

-algo me dice que no estás bien

-desde cuando eres psicóloga hermanita?- me reí

-puedo ser muchas cosas- dijo sonriendo

-no lo dudo

-quieres hablar conmigo?- me pregunto halando en serio

-no barby… no quiero, porque no tengo nada que decir, no pasa nada- le sonreí, o al menos lo intente, ella no insistió

No quiero esto, no quiero sentirme así, pero no quiero tampoco ser tan idiota de pensar que no pasa nada, lo sé, lo siento, sé que me miente y quiero pensar que solo lo hace para no discutir, pero no puedo negar que me duele que lo haga, por muy mínima que sea la mentira o si solo omite algo importante, me molesta.

¿Qué no pasa nada? ¿Qué ese tipo no es una amenaza?, quizás no lo sea, pero por él me está mintiendo, por él no me mira a los ojos cuando se lo pregunto, como quiere que ignore eso

Mi celular vibra sobre la mesa y sé que es él… “por favor… no quiero pelear, habla conmigo en vez de irte y dejar las cosas así, te amo, lo sabes”

Claro que lo sé, no lo dudo… pero no puedo ignorar como me siento, y tampoco quiero pelear con él, diablos odio pelear con él, por un rato prefiero no contestarle, estoy molesto, muy molesto y sé que cuando estoy así digo cosas de las que luego me arrepiento.

Solo cuando estoy más tranquilo, horas después, cuando son casi las dos de la madrugada, solo ahora le hablo… “también te amo”… no le escribo más porque no quiero decirle más ahora, quizás mañana o en unas horas podremos seguir hablando y espero que entonces si sea honesto conmigo.

Santiago

-no dormiste? –pregunto Diana mirándome con pena

-sí, porqué lo dices?

-quizás porque tu cara de funeral dice lo contrario

-dormí mal

-que paso ahora?- Pablo y Diana habían llegado temprano, muy temprano para mi gusto, pero que le iba a hacer, mi amigo estaba más callado de lo usual –esa cara tiene nombre-dijo pablo como examinando mi rostro

  • Fernando… ¿qué te hizo?- preguntó Diana

-nada nada, solo discutimos un poco y…

-mantente alejado de él- Pablo parecía distraído

-de que hablas?- le pregunté

-oh pablo no vas a empezar a joder a Santiago para que no este con Fernando, no te parece que es un poco inútil a estas alturas, las cosas…

-cierra la boca Diana-le interrumpió Pablo y me miro seriamente- enserio Santiago, mantente lejos de él

-de que hablas?- le pregunté

-de Tomas

-qué?

-ya escuchaste, mantente lejos de Tomas

-porque dices eso?

-ese es el motivo de la discusión? –pregunto Diana

-si- le dije cabizbajo

-esta celoso?- volvió a preguntar Diana

-eso es obvio- le dijo Pablo

-bueno y tú qué sabes… desde cuándo estas en contra de Tomas? –le dijo ella molesta

-Diana si tu no notas lo distinto que llegó Tomas de su viaje no me extraña porque eres tonta, pero no esperes que seamos todos iguales, Santiago-dijo mirándome-  hazme caso, por una vez hazme caso y mantente alejado de Tomás

-Pablo!! –le conteste exasperado- lo de Fernando lo entiendo, pero tú?! No creo lo que estoy escuchando, conoces a Tomás tanto como yo, que te pasa?!- me molesto que hablara así de él, también estaba exagerando

-bien…-me miro molesto- después no te quiero ver sufriendo ni lamentándote porque las peleas con Fernando sean tan seguidas que él termine aburriéndose y te deje, cuando eso pase, al menos yo no quiero escucharte, te queda claro?- mi amigo cuando está molesto en verdad puede ser muy insensible

-qué demonios te pasa Pablo!- le grito Diana- desde cuando estas de parte de Fernando y apoyas su paranoia?

-no estoy de parte de él! No es eso, si ustedes no quieren ver lo que es obvio, no esperen que me quede callado cuando yo si lo noto, el Tomás que volvió no es el mismo que se fue hace tiempo, date cuenta Santiago, algo en el cambio y mucho

-al menos- no lo miré cuando volví a hablarle- al menos podrías evitar ser tan cruel

-qué? –me miro sorprendido

-lo que dices no es justo y… además para mí solo es una excusa para insistir en que tengo que dejar a Fernando, es lo único que te importa, no pensé que podías ser  tan cruel Pablo

-eso crees?- me pregunto serio

-estoy seguro –yo también puedo ser frio con él

-bien…-bajo la mirada un momento- si eso piensas, entonces de que sirve el tiempo que hemos sido amigos, si no me conoces

-pablo no seas melodramático-le dijo Diana riendo

-no te metas-le contesto él sin mirarla- espero estar equivocado Santiago- volvió a decirme -de verdad espero estar equivocado- no dijo más y salió de la casa

-no lo escuches, ya se le pasará- dijo Diana abrazándome, lo que faltaba, ahora incluso Pablo estaba siendo exagerado con Tomás, no era motivo para que se pusieran así, no era motivo para las peleas con Fernando, ni mucho menos para una pataleta de mi amigo, pero esta vez no iba a ser como las otras, esta vez no iba a buscarlo yo para que no estuviera enojado, esta vez era su error, él tendría que disculparse, pablo estaba mal acostumbrado a hacer pataletas y que yo lo soportara, esta vez no.

Rodrigo

Siguen pasando los días y  yo sigo encerrado en el departamento, al menos toda esta mierda me ha servido para descansar de la universidad, las vacaciones no eras más que dos semanas libres, y ya no quedaba mucho para volver a iniciar clases, creo que he dormido más del tiempo que dormí en toda mi adolescencia

Mis padres me habían visitado el día anterior y había quedado más agotado de lo que imaginé, eran ya las cuatro de la tarde y yo recién comenzaba a reaccionar, reuní todo el ánimo que pude y me levante para arreglar un poco el caos en mi departamento, cuando terminé tome una ducha y comí un poco sentado frente al televisor, si esto sí que es relajarse,  claro que mi tranquilidad se terminó cuando el timbre sonó- no quiero visitas, no quiero visitas- me levante de mala gana y abrí la puerta.

Esa típica postura suya, de suficiencia, su mirada despectiva, estaba frente a mí molesto, muy molesto

-qué haces aquí?- le pregunté después de la impresión de tenerlo al frente, ahora, arqueó una de sus cejas y una semi sonrisa apareció en su rostro

-Rodriguito… te extrañaba- se burló, lo ignoré

-qué quieres?

-nene no vas a invitarme a entrar? –podría haberle gritado y escupido toda la rabia y el dolor que sentía, podría haberle reclamado como podía ser tan desgraciado, pero estaba agotado, en serio agotado, solo volví al sillón y dejé la puerta abierta, allá él sí entraba o no

-qué quieres?- volví a preguntar cuando cerró la puerta y se quedó mirándome

-te estuve llamando –lo mire extrañado, él no me llamaba, jamás me llamaba

-no tengo celular- le dije lo que me recuerda que debo comprar otro teléfono

-y eso?

-se rompió-  lo rompí de hecho,  pero él no necesitaba saber esa parte de la historia, de hecho no necesitaba saber nada

Sentí sus pasos cerca pero lo ignoré, quería que se fuera, pero como lo pensé, no era capaz de decírselo, así que solo espere, esperé que saliera del departamento en silencio como todas las otras veces, como siempre lo hacía, la diferencia sería que esta vez yo no le rogaría que se quedara

-tengo la impresión de que estas ignorándome….-estaba detrás de mí, puso sus manos en mis hombros- cariño eso no me gusta –hizo presión y sentí el dolor en mis hombros

-suéltame- susurré

-ese tono…-apretó más fuerte aún- no uses ese tono conmigo Rodrigo

-me estas lastimando- enserio me dolía –suéltame por favor, me duele- le pedí y entonces, solo entonces me di cuenta, le temía, tenía miedo de Tomas por eso accedía a lo que él quería, por eso actuaba como él esperaba, para no disgustarlo, para que no se enfadara, en el fondo, temía de lo que él fuera capaz de hacer

-rodri…- se sentó a mi lado y me miro fríamente –que demonios estás haciendo

-no sé de qué hablas- conteste sin mirarlo

-piensas que evitando mis llamadas o no estando en tu departamento harías que me sintiera mal? Que me arrepienta? Enserio piensas eso?

-viniste?- le pregunté sorprendido, pensé que no iba a volver a aparecer, el me miró por un segundo, luego su boca se curvo en una sonrisa, esa sonrisa

-claro…te lo dije-sonreía- te extrañaba

-Tomas…-me detuve por un momento- ya deja de burlarte –le pedí

-pero nene que dices…ah entiendo, estas molesto conmigo por mi regalo de la otra noche?

-regalo?- enserio es cruel

-sí, como no entendiste el mensaje?- pregunto sonriendo

-lo único que entendí con tu “regalo” es que no vale la pena que piense en ti –sentí mis ojos humedecerse, no quería, no quería llorar frente a él, no quería humillarme más por él

-piensas mucho en mí?- seguía burlándose

-ya basta! –le grite, maldición, le grité- que clase de bestia inhumana eres que no te importa ni un poco como lastimas a los demás, eres tan maldito que disfrutas ver cómo me humillo por ti!! –seguia gritando

-Rodrigo- hablo molesto- no me grites- advirtió

-te grito! Te grito y me importa un carajo si te enojas o no!- tenía que decirlo- tengo toda esta mierda acumulada desde que apareciste a complicarme las cosas, ni siquiera te importo, porque mierda entonces no desapareces y ya!

Se levantó del sillón y caminó hacia mi…-¿por qué insistes en hacerme enojar?....Rodrigo, esto no te va a gustar- dijo tomando mi brazo con fuerza, me paralicé, ahora sería peor…

Santiago

No sabía bien si llamarlo o no, o quizás ir a verlo a su casa, no sabía nada de Fernando, la noche anterior había respondido mi mensaje de madrugada y ahora no sabía qué hacer, por otro lado la pataleta de Pablo también me dejo un poco alterado, ahora, justo cuando necesito a mi amigo el no está, genial

Mis padres estaban en casa, estuve con ellos un rato hablando de cualquier cosa que pudiera distraerme, pero no duro mucho, al rato subí a mi cuarto y me recosté en la cama, tenía el celular al lado y lo miraba esperando que sonara, pero nada

Bárbara

Miraba a mi hermano recostado en el sillón de la sala, con el celular en la mano, lo miraba a cada segundo, estaba nervioso, impaciente, y había logrado ponerme nerviosa a mí

-vas a salir hoy?- le pregunté

-no lo sé –seguía mirando el celular

-pensé que como miras la hora a cada rato…-me miro muy serio

-me estas vigilando?

-no tonto- me reí, en realidad  algo de cierto había en eso- pero te noto…. No sé…intranquilo

-estás loca- me dijo riendo

No quise preguntar nada más, estaba claro que no iba a decirme absolutamente nada, ya estaba impaciente, cuando Fernando iba a atreverse a hablar conmigo sinceramente, reconozco que me siento dolida, me duele saber que él desconfía de la reacción que podamos tener en casa si nos dice que está enamorado de otro hombre, además, Santiago me gusta como cuñado, ahora la impaciente soy yo

Tomás

Hace rato ya que no hablábamos, en realidad yo no tenía nada que decir, solo lo miré, y seguía en la misma posición, después de… creo que han pasado un par de horas y Rodrigo seguía recostado en la cama boca abajo y con la mirada al lado opuesto a donde yo estaba, me excedí, sé que me excedí, pero porque demonios tenía que hacerme enojar, podría haber pensado que estaba dormido pero no, lo sentía sollozar, enserio lo lastimé

-hey…-me acerqué a él y le acaricié la espalda, sentí que su cuerpo se tensó –Rodrigo…

-ve…vete-me interrumpió- por…por…favor- tartamudeaba- solo vete

Podría haberme molestado e incluso, haberlo castigado, de nuevo, y lo pensé, de hecho me molesté, pero él se levantó y se sentó en la orilla de la cama, dándome la espalda envolvió una sábana en su cintura y se puso de pie, entonces las vi bien, las marcas de lo que había hecho, no eran como las veces anteriores no, eran los golpes que le había dado…

Solo se levantó y sin mirarme entro en el baño, me quedé ahí, sentado en la cama sin reaccionar, ¿porque lo golpeé? ¿Por qué lo traté así? Escuché el sonido del agua caer en la ducha, sé que no va  a salir hasta estar seguro de que me fui del departamento, así que comencé a recoger mi ropa del suelo y me vestí, pensé en hablarle antes de irme, pero no iba a contestar así que solo salí del departamento en silencio

Entré en mi casa y me encontré con mis padres y mi hermana sentados en la sala hablando..

-dónde estabas? –pregunto mi padre con su voz ronca, solo lo miré- me imagino donde estabas- se respondió a sí mismo

-hijo…-mi madre, me miraba angustiada, había estado llorando

-no empieces- le pedí

-tomy… estamos estamos preocupados –odio cuando mi hermana me llama así

-no tienen de que preocuparse

-ah no?! –gritó mi padre- y que demonios es esto entonces? –lanzó sobre la mesa un puñado de cosas, papeles, un par de frascos vacíos, unas jeringas y unas pastillas envueltas en una bolsa de tela, supongo que no las escondí bien –desde cuando te estás drogando!?- volvió a gritar

-Tomas... otra vez? …-pregunto mi madre llorando

-nunca lo dejaste!!- mi padre seguía gritando- nunca dejaste esta mierda!!

No, no lo hice, jamás lo dejé y tampoco quería hacerlo…

No quise seguir escuchando, camine a mi habitación con los gritos de mi padre siguiéndome y escuchando a mi madre llorar mientras marcela intentaba tranquilizarla, cerré la puerta y abrí la caja que permanecía con clave cerrada, ahí tenía dinero, suficiente para quitarme de la cabeza cualquier cosa por un tiempo, tome un poco y volví a salir, mi madre tomó mi brazo rogándome que no saliera, que me quedara y hablara con ellos, pero no tenía nada que hablar, para que… ellos no lo entenderían.

Santiago

Desperté con sus besos en mi cuello mientras me acariciaba el rostro…

-Fernando…-dije en un susurro- pensé que no vendrías

-no iba a hacerlo- me miró- pero te extraño y, demonios odio pelear contigo- acune su rostro en mis manos y lo acerqué a mí para besarlo luego me sonrió- lamento lo que paso

-no hablemos más de eso… por favor- le pedí, me miro por un segundo, bastante largo y parecía meditar mi petición- ok…-respondió después de un rato

Se recostó a mi lado y nos quedamos en silencio, al rato después una duda se metió en mi cabeza

-cómo entraste?- le pregunté y cuando lo miré vi que estaba empezando a dormirse

-tu madre, ella me dejo entrar, dijo que estabas aquí y subí a verte, ella es agradable –claro que había sido ella- ahora que lo pienso, ella me habla como si supiera algo o no lo sé, es extraño- dijo riendo

Quise decirle la verdad, que mi madre sabía de lo nuestro, pero no quería complicarlo, más aún, además toda la discusión por Tomas me mantenía cauteloso

-no falta mucho para volver a clases…-dijo bostezando

-lo sé, no me lo recuerdes

-quieres hacer algo antes de volver a la realidad?

-algo como qué?

-no lo sé, quizás podríamos viajar

-de verdad?- le pregunte sorprendido

-sí, si quieres bueno podríamos salir un par de días para estar los dos solos- sus mejillas se sonrojaron un poco

-eso sería estupendo

Nos quedamos por un rato hablando de dónde podríamos ir para estar solos, cuando Fernando decidió que era hora de volver a casa lo acompañé hasta la entrada de la casa para despedirme, lo que menos me esperaba era ver a Marcela en la puerta de mi casa a punto de tocar el timbre

-Santiago!- grito en un suspiro

-marcela… que haces aquí? –le pregunte sorprendido

-por favor dime que está contigo!

-qué? De que hablas?

-mi hermano, por favor di que Tomas está contigo, tiene que haber venido a verte –dijo casi llorando, se veía preocupada, cuando iba a contestarle note el cuerpo de mi novio tenso, lo mire por un segundo y sus ojos se habían oscurecido, su boca formada en una línea dura, maldición no ahora, no ahora que la pelea había terminado

-Marcela lo siento pero no, Tomas no ha venido aquí –le dije tranquilo pero en realidad lo dije mirando a mi novio

-no puede ser- ella se veía angustiada, estaba a punto de llorar- ayúdame a buscarlo, por favor Santiago ayúdame a encontrarlo

-qué?- demonios, no podía estar pasando esto, no podía pedirme esto a mi

-por favor Santiago, ayúdame- imploraba- tú lo conoces mejor que nadie –diablos marcela no hables así, no cuando Fernando al lado- tengo un mal presentimiento, por favor

-marcela cálmate, por favor-le dije- yo no tengo idea donde pueda estar, no puedo ayudarte

-diablos Santiago!! No lo amabas tanto!?- me grito, esto tenía que ser una pesadilla

-oye niña cálmate, no le grites- por fin Fernando hablo pero su tono era ronco y molesto

-oh ya veo- dijo ella mirando  a mi novio y luego viéndome a mí- no puedo creer que hayas cambiado tanto en este tiempo, lamento haberte molestado- no dijo más y solo se giró para irse

Mire a Fernando que me miraba molesto….

-por favor no digas nada- le pedí, no quería discutir

-vino a verte?- pregunto

-diablos no! no he visto a Tomás desde el cumpleaños de Agustín, no empieces por favor

-ok-contesto seco- bueno después hablamos entonces- se acercó a mí y me beso rápido, no dijo más y salió de la casa

Con el pasar de los días, los planes de pasar un tiempo solos con mi novio, hacer un pequeño viaje antes de volver a clases, se esfumaron muy rápido, no estaban siendo unas buenas vacaciones, no dejábamos de pelear, no dejábamos de discutir y siempre era por la misma razón… Tomás

Para hacer el escenario peor aún, llevaba días sin saber de Pablo, al parecer esta vez mi amigo si se había empeñando es parecer enojado, bueno Pablito, yo también puedo ser inmaduro, y no te voy a buscar

Cuando llegó el fin de semana mis padres salieron durante el día, insistieron en que fuera con ellos pero me negué, por el contrario Diana organizo una especie de reunión con algunos amigos, en mi casa, algo pequeño, aunque para Diana el concepto de “pequeño” estaba un poco diferido, grande y desagradable fue la noticia de que aun estando nuestros amigos, Pablo no aparecería en mi casa, Fernando pareció notar su ausencia

-donde esta pablo? –me pregunto extrañado- hace bastante que no lo veo y ya estaba acostumbrado a sus constantes ataques o intentos de mantenernos a un metro de distancia- dijo riendo, entonces me di cuenta de que Fernando y Pablo se llevaban mejor de lo que yo pensaba, resulto ser que tenían varias cosas en común y ya no discutían como antes, bueno, pablo no había dejado de ser un poco antipático con mi novio pero él se reía y le respondía sus ironías, dentro de todo se llevaban bastante bien, lástima que él no estuviera aquí ahora

-no va a venir- le dije un poco cabizbajo

-por qué? Está de viaje o algo así?

-no, bueno en realidad no lo sé- es verdad no tenido idea- pero tuvimos una pequeña discusión y no lo he visto desde entonces –Fernando me miro sorprendido, parecía dudoso de preguntar más- no- le dije- no preguntes por favor, solo espero que deje pataleta luego

Tomás

Hace días ya que no volvía a casa, llevaba el celular en el bolsillo y lo deje sonar hasta que la batería dejó de funcionar y se apagó, cuantos días serían ya? Al menos unos cuatro, ya perdí la cuenta, pero a qué demonios iba a volver, no quería enfrentarme a mi familia y escuchar la misma cantidad de idioteces que me decían cada vez que se daban cuenta de que aún estaba en ese puto mundo lleno de drogas.

Me pasee por distintos vares, termine en la casa de distintos hombres con los que tuve sexo sin siquiera preocuparme de cualquier tipo de consecuencia, llevaba días consumiendo todo tipo de drogas y cuando terminé con el dinero que había tomado del que mantenía guardado, entonces me quedé en el departamento de un tipo que conocí en un bar, parecía estar tan jodido como yo.

Es un lastima pensar que mis padres hayan creído que volviendo a este país yo saldría de toda esta mierda, reconozco que durante un momento yo también lo pensé, porque no lo niego he querido dejar todo esto, pero lo reconsidero y me lo planteo desde un escenario distinto entonces solo tengo una frase y su voz en mi cabeza …. “esto hace tu vida menos miserable… ¿para qué dejarlo?”, es la verdad.

Pero salí de ese departamento y ahora estaba agotado y aún seguía sin la menor intención de volver a casa, quizás podría… no… lo mejor sería desaparecer y dejarlo tranquilo… aunque si lo conozco bien, y creo hacerlo, él va a recibirme…. Solo, espero que no lo haga.

Fernando

-sé que las reuniones familiares no te gustan pero al menos intenta soportar, hazlo por mamá – no entiendo por qué razón mi madre se empeña en querer que Bárbara y yo pasemos tiempo con el tarado de nuestro padre

-lo intento…-le dije- en serio lo intento

-podrías haberle dicho a Santiago que viniera contigo- dijo sonriendo, esa típica sonrisa juguetona de mi hermanita

-para qué?- le pregunté y un mal recuerdo llego a mi cabeza- te recuerdo que uno  de los invitados es Eduardo –bárbara dio un suspiro

-Fernando, hablé con papá, está arrepentido- me dijo, yo la mire por un segundo- bueno, no exactamente arrepentido- se retractó- pero prometió comportarse –me guiñó un ojo

-si claro, me imagino lo arrepentido que debe estar, no barby, no voy a exponer a Santiago a toda la mierda que el pueda lanzarle –le dije tratando de no parece tan molesto por la jodida reunión

Bárbara se quedó en silencio por un minuto, un largo minuto, me extraño, ella no suele quedarse isn hablar, la mire interrogándola y su expresión me pareció divertida, sus ojos brillaban como con emoción y tenía una sonrisa, una linda sonrisa en el rostro, tengo una hermana muy guapa

-lo quieres mucho cierto?- me pregunto aun sonriendo

-ah?- no entendí, pero me re ion ella de todas formas, Bárbara se dirigió hacia la puerta y la cerro con seguro

-quiero que me escuches, solo que me escuches- me miro muy seria- siéntate- hizo un gesto con su mano sobre la cama para que me sentara a su lado

-qué pasa?- le pregunte cuando me senté

-llevo mucho tiempo pensando en cómo abordar este tema contigo y sé que es complicado, enserio es difícil y entiendo tu reacción, de verdad- hablaba y hablaba pero en realidad no decía nada, me estaba poniendo nervioso

-Bárbara, no entiendo lo que estás diciendo, ve al grano- le dije

-cállate y no me interrumpas dije que no quería que dijeras nada solo escucha- me dio un pequeño golpe en el brazo y volvió a sonreír- sé que a veces pareciera que tú eres el mayor de nosotros dos y que cuidas de mí, bueno no parece, lo haces, siempre cuidas de mi- iba a hablar pero no me dejo- estoy tan orgullosa de el hombre que eres, el hombre en el que te convertiste, tienes apenas 21 años y eres más maduro de lo que yo llegaré a ser en mi vida lo sé y me gusta que sea así, aunque me angustia pensar que quizás te convertiste en un hombre maduro demasiado rápido- sus ojos se humedecieron mientras hablaba- aún recuerdo cuando traje a mi primer novio a casa y tú te sentaste frente a él en el sillón para interrogarlo- me reí ante el recuerdo, la primera vez que bárbara trajo alguien a la casa yo tenía 16 años y ella 19, no trajo a los anteriores por un razón muy simple, nuestro padre aún estaba en casa, cuando trajo al primero recién habíamos logrado hacer que se largara y ella estaba feliz de poder presentar a su novio y que mi madre y yo lo conociéramos- eres una personita fenomenal, un poco gruñón y mal humorado- se rio- pero eso ha cambiado, ahora te veo- se detuvo un momento- te veo feliz- comenzó a llorar

-barby que…-le hable pero volvió a interrumpirme

-silencio….-sonrió mientras limpiaba sus lágrimas –sé que lo amas, lo sé, lo presencié y aunque reconozco que en un principio me impacto quiero que sepas lo feliz que estoy por ambos- palidecí, y creo que deje de respirar un minuto

-de que hablas- le pregunté casi en un susurro

-sé que te preocupas por él, que lo cuidas y no quieres que nadie lo lastime- acaricio mi rostro con cariño- no sé cómo habrá iniciado su historia, me gustaría que algún día me lo contaras, pero no tiene que ser ahora, no quiero presionar- volvió a llorar- me convencí a mí misma que no iba a decir nada hasta que tú te decidieras a contarnos la verdad, pero me parece que no tiene sentido seguir mintiendo, es un chico excelente y pienso que  son una hermosa pareja

-qué demonios bárbara que estás diciendo- me altere, ella no podía saberlo, iba a levantarme pero tomo mi brazo con fuerza

-sentado!- me presiono sobre la cama para que me levantara- el día de mi cumpleaños los vi- suspiró- luego del espectáculo horrible que dio papá vi como hablaron aquí mismo, en esta habitación, y Dios! Nunca vi esa mirada en ti y es que se ven tan enamorados, desde ese día sé que amas a Santiago y él a ti y por favor quiero que te graves esto muy bien en la cabeza…-volvió a sonreí- yo te amo y te apoyo y sé que mamá va a pensar igual que yo porque no, quédate tranquilo, no se lo he dicho a nadie, pero quiero que sepas que no hay nada en el mundo que me haga más feliz que ver a mi hermanito enamorado y sonriendo cada vez que recibe un mensaje o ver como tus ojos brillan cuando estas junto a él o esa hermosa sonrisa cada vez que lo nombro, solo quería que lo supieras, y quizás no elegí un buen momento para decírtelo, pero ya lo hice y no hay vuelta atrás- se levantó y se quedó frente a mí, tomo mi rostro y lo levanto para que la mirara- quédate tranquilo y por favor confía en mi para hablar de esto, yo te veo feliz y eso me hace feliz a mí también, me he sentido cómplice en su historia todo este tiempo, no apartes a mama- dijo sonriendo- pero quédate tranquilo, yo no voy a decir nada hasta que tu decidas hablar con ella y cuando eso pase voy a estar a tu lado, como siempre- se acercó y me beso en la frente- te amo pequeño hombrecito, cámbiate esa ropa, yo voy a arreglar un poco mi maquillaje, nos vemos abajo- se dirigió a la puerta y antes de salir dijo- no tardes o mamá va a ponerse nerviosa- me guiñó un ojo y salió.

En qué momento, en que momento ella se había dado cuenta, porque no fui más cuidadoso, por qué no me preocupé mas de no llamar la atención, porque lo amo, y en el fondo quería que se dieran cuenta y dejar de mentir, era esta la razón por la que bárbara siempre me preguntaba por Santiago, siempre sonreía cuando sabía que iba a estar con él, recuerdo ese día, su cumpleaños, cuando Santiago fue a despedirse de ella, estaba extraña, como emocionada, cuando volví por la noche la encontré en mi habitación mirando una fotografía… “confías es mi?” eso había dicho, claro, ya lo sabía, siempre lo supo, quizás cuando la estaba escuchando me aterre y quise salir corriendo para evitar escuchar algo más, pero ahora, ahora entiendo, ahora veo todo mucho más claro, bárbara me abrió los ojos, no es tan inmadura como piensa, el inmaduro he sido yo por querer apartarla a ella y a mi madre de esta historia, no más, no iba a esconderlo más.

Me levante e hice lo que mi hermana dijo, me cambié de ropa y salí a ver a los agradables invitados incluyendo al imbécil de mi padre, la vi hablando acompañada de un grupo de personas, todas familiares, me acerque a ella y pase mi brazo por su cintura.

-gracias- le dije y bese su mejilla, ella como siempre, solo sonrió.

Rodrigo

Ya son varios días, hace días que no lo veo y la verdad, quizás cualquiera diría que no debería esperar verlo después de lo que paso, después de lo que me hizo, miré mi reflejo en el espejo del baño luego de haberme dado una ducha… al menos las marcas en los brazos ya no duelen y están menos coloridas, ¿por qué lo dejé? ¿Por qué permití que me hiciera esto? Podría haberme ido contra él y haberme defendido, pero la verdad es que no supe que hacer, entre en shock y no podía, no quería creer lo que estaba haciendo, además y por muy estúpido que suene, no quería lastimarlo.

En otras ocasiones ya había sido un poco “rudo” conmigo, parecía que le gustaba castigarme como él mismo decía, pero, nunca llegó tan lejos, y la verdad no pensé que lo hiciera, antes había entendido que en realidad le temía, pero ahora era distinto, ya vi de lo que es capaz y luego de salir del shock creo que no le temo, solo siento una terrible sensación de que hay algo mucho peor detrás de esa parada de chico malo y rudo que te castiga al tener sexo, así lo llamo él, como un castigo para que aprendiera a no gritarle, y no es que me hubiera dado una paliza, pero supo dejar marcas, que no eran como las anteriores, no eran mordiscos y “chupones” no, estas eran marcas de la fuerza que hizo para mantenerme quieto y sí, me lastimo, dolió como el infierno

Debería olvidarme de él, dejar dicho con el conserje que no lo volviera a dejar subir si es que volvía a aparecer, en el fondo, sé que va a volver, le gusta ver como estoy después de que me ha lastimado, está loco.

Después de haber estado encerrado en el departamento, jodidas vacaciones de mierda, solo he estado pensando, meditando, tratando de entender en qué puto momento me metí en algo tan retorcido, y me molestó más aún darme cuenta de que no había nadie con quien pudiera hablar, entonces pensé en él

Lucas…

No fue fácil, pero por medio de algunos amigos que aún teníamos en común encontré la forma de localizarlo, por Skype, ya que de Facebook me había bloqueado hace ya bastante tiempo sé que está en el extranjero, creo que en Italia, o al menos eso fue lo que me dijeron, quería hablar con él, aunque no sabía bien que era lo que le diría exactamente, solo quería hablar con alguien que supiera mis secretos, bueno, él los sabe todos, también Santiago debe saber el más importante pero no era a él a quien quería escuchar, nunca sería él, no estoy tan desesperado por ayuda ni atención como para recurrir a la única persona que me hace sentir como un verdadero miserable; Tomas es distinto, el me hace sentir como un imbécil arrastrado.

Le había enviado un par de mensajes, diciendo que necesitaba hablar con él, en “son de paz”, que necesitaba hablar con alguien que supiera ciertas cosas de mí, lo más probable era que no me contestara, pero era Lucas, y el nunca hacía lo más probable, siempre se escapa de la norma, sonreí cuando vi su mensaje…

“estas bien?”… maldito e incorregible muchacho, a pesar de lo perro que fui con él, aun así le importo, apareció en la pantalla y recordé porque siempre me gustó tanto, jodido niño bonito.

-es bueno verte- le dije sonriendo, en serio estaba contento de verlo

-que ocurre Rodrigo?... para que te hayas contactado conmigo debes estar muy mal- me reí

-tú crees?

-sin bromas Rodrigo, estoy ocupado, tengo mucho que estudiar

-está bien, lo siento- no quería que se molestara y me enviara a la mierda donde tantas veces ya me había invitado muy cordialmente

-mierda Rodrigo que te paso?!! –sus ojos se abrieron en sorpresa y entonces recordé que no llevaba camisa y que debían verse las marcas en mi pecho y brazos, parecía preocupado, al menos a él si le preocupo

-ah esto? –pregunté apuntando hacia una de las marcas, si ya las había visto sería inútil tratar de ignorarlas- Bueno, estoy metido en un pequeño lio- sonreí amargamente

-no sé si quiero enterarme, pero haber, suéltalo, en qué te metiste? Y que tienes esto que ver con tu secreto?

-tan perspicaz-le dije- bueno están muy relacionados

-eso te lo hizo alguien con quien estas? –Jodido Lucas, siempre tan inteligente- ¿con quien carajo te estas metiendo Rodrigo? –pregunto negando con la cabeza

-podrías guardar un secreto a tu ex novio?

-creo que ya te he guardado varios

-hay uno que estoy seguro no lo guardaste muy bien, de hecho estoy seguro de que abriste tu bonita boca con Santiago- le dije seriamente, aunque no estaba molesto

-lo siento- parecía apenado- pero te estabas portando como un verdadero tarado, bueno más de lo usual –me reí- sirvió al menos para que lo dejaras tranquilo?

-él no lo ha dicho directamente, pero me imaginé que ya lo sabía

-él no se lo dirá a nadie

-lo sé-le dije seco, de verdad lo sabía, Santiago no era así, yo en cambio, si los papeles hubieran estado invertidos, habría corrido a publicarlo en todas las páginas sociales de la universidad, si soy de lo peor

-no me has contestado Rodrigo….-me miro como acusándome

-no del todo- reconocí, Lucas suspiró- aunque lo que tenía pensado para él, al final solo me perjudicó a mí

-cuéntame-dijo- solo espero que no estés haciendo un estupidez

Oh Lucas si solo supieras las idioteces que he hecho en el último tiempo…

Se lo conté, todo, absolutamente todo, con lujo de detalles y él escuchó atentamente cada palabra que dije

-mierda Rodrigo en qué estás pensando?! –me reprendió

-ahora mismo pienso en lo jodido que estoy

-aléjate de él, tienes que alejarte, Rodrigo hazme caso, por favor-me reí

-que pasa Lucas, te preocupas por mí? –ironicé

-si, lo hago, ahora mismo estoy muy preocupado por ti- no esperaba que me dijera algo así, el noto mi sorpresa- Rodrigo, que nosotros no hayamos terminado de buena manera no quiere decir que yo sea capaz de no interesarme en lo que estás pasando, y aunque no lo creas, no quiero que sufras ni que te lastimen, hazme caso, por una puta vez en tu vida, hazme caso por favor, aléjate de ese tal Tomás- sentí un retorcijón en mi estómago cuando escuché su nombre

-lo sé –le dije- tú no eres como yo

-Rodrigo- dijo exasperado- deja de hablar como si fueras lo peor

-no lo soy?

-no, solo estas equivocado y un poco, bueno, de hecho bastante desorientado

-bastante- dije más para mí que para que él escuchara, pero escuchó

-y esa relación obsesiva y tortuosa no te va a ayudar, lo sabes

-si… lo sé…-escuché ruidos de fondo- estas con alguien? –sonreí

-bueno si- me dijo incómodo- de hecho tengo que irme pero

-pero?- le pregunte sonriendo

-no quiero dejarte así- oh Lucas Lucas Lucas

-tranquilo, estoy bien, fue bueno hablar contigo, en serio… gracias- le sonreí

-está bien, pero quiero que hablemos luego ok?

-claro, siempre es bueno ver una cara bonita- le dije, él sonrió

-ok juguetón, te dejo y hablamos luego, solo escucha una cosa más-lo miré atento- deja tranquilo a Santiago, él no tiene nada que ver con tus líos- maldito Santiago

-no te prometo nada- le dije el solo negó con la cabeza –adiós

Se despidió y la pantalla quedó en negro, cerré el notebook y me quedé en el sillón pensando en todo lo que Lucas había dicho, maldición, tiene toda la razón.

Santiago

Caminaba a casa de Pablo con Diana, maldito pablo, tenía un par de cosas en su casa que ahora necesitaba y como ahora mi amigo había decidido no aparecer por mi casa, entonces tendría que ir yo a por ellas.

Cuando llegamos, Diana comenzó a tocar el timbre insistentemente, después de un rato, me imagine que estaría dormido, apareció Pablo con el pelo alborotado y unos bóxer cubriendo la parte que yo no quería conocer de él, y si, estaba dormido

-ustedes… que… que hacen aquí? –pregunto mientras pasaba su mano por la cara tratando de despertar del todo

-abre- dijo Diana muy seria

-no- contesto él, lo miré sorprendido, ni siquiera un “hola” sería capaz de dirigirme?- estoy ocupado

-durmiendo- volvió a decir Diana, estaba enojada, muy enojada y no se bien cual era el motivo

-no te importa, demonios Diana, porque no llamaron? En serio estoy ocupado- dijo exasperado, y de un momento a otro la puerta se abrió mas aún, una chica rubia, con un vestido corto ajustado al cuerpo y debo decirlo, un cuerpo escultural, salía de la casa arreglándose el cabello y poniéndose los zapatos, wow… si estaba ocupado

Pablo parecía molesto, la chica se giro hacia él y le dio un beso fugaz…-me llamas- le dijo sonriendo y salio de la casa, pablo no dijo nada y dejo la puerta abierta para que entráramos

-no lo creo Pablo, en cualquier momento vas a dejar embarazada a una de esas sueltas con las que te acuestas

-y tu estás celosa cierto Diana- dijo el dejándose caer en el sillón de la sala

-si idiota no te imaginas cuanto- Diana enserio estaba enojada, la miré extrañado –y tu?- pregunto mirándome- no vas a decir nada?

-que quieres que diga?- en otra ocasión lo habría reprendido por portarse como un semental empedernido que solo piensa en sexo con rubias esculturales de ojos azules y piernas largas, pero ahora, bueno, el ambiente estaba un poco tenso

-a qué vienen?- pregunto Pablo sin mirarnos

-yo vine a buscar algunas cosas que tengo aquí y necesito- dije mirándolo, pero me ignoro, demonios Pablo, di media vuelta camino a su habitación

Encontré las cosas que buscaba, un par de documentos que necesitaba para la universidad y volví donde estaban mis amigos

-listo- dije mirando hacia Diana, parecía más molesta que cuando los dejé

-pablo por qué no estuviste en casa de Santiago? Todos preguntaron por ti- oh Diana no, no entres en ese tema por favor, sal de ahí

-ya tenía planes para ese día –le dijo él sin mirarla mientras encendía la televisión

-ya tenías planes? Como que pablo? Sexo con alguna rubia?- dijo ella ironizando

-no- pablo sonrió, parecía recordar algo- fue una pelirroja- claro, también le gustan las pelirrojas, diablos no quiero saber detalles

-diana ya, no preguntes mas

-hazle caso a Santiago- Santiago? Solo me llama Santiago y no Chago cuando está molesto

-eres un imbécil Pablo –le dijo ella molesta, más aun, esto se ponía pero

-mierda Diana! Son mis jodidas vacaciones y yo las aprovecho como quiero! No te metas, con un carajo no te metas!- le dijo el molesto, hasta ahora solo parecía indiferente

-y las estas aprovechando bien? Te parece una buena panera de aprovechar tus vacaciones haciendo una pataleta después de una pelea estúpida con Chago!?

-oh no Diana ya basta ahí!- le dije molesto- no vamos a hablar de eso, no de nuevo

-Santiago tiene razón –dijo pablo volviendo a estar calmado- en realidad no tenemos de que hablar

-en serio pablo? –le pregunte- enserio vas a seguir con la tonta pataleta?

-genial! Esto esta genial!- dijo el poniéndose de pie- ustedes vienen a discutir conmigo temprano por la mañana

-son las cuatro de la tarde idiota- le interrumpió Diana

-al carajo la hora! No tengo interés en pelear con ninguno de los dos

-vamos Santiago –Diana camino hacia la puerta furiosa y yo antes de salir tras ella le hable a mi amigo

-no sería mejor dejar esta tontería, que asumieras tu error y que solo dejaras de intentar convencerme de lo que según tú tengo que hace? En vez de seguir enojado conmigo

-te lo dije Santiago- por primera vez me miraba –yo no voy a opinar más sobre tus líos amorosos, tú sabrás lo que haces

-si, lo sé

-ya está entonces, discusión finalizada –lo miré un segundo y no logre entender cómo podía ser tan niño a veces, me despedí rápido de él y solo salí de la casa, afuera Diana me esperaba molesta, le dije que no debía meterse en la pelea con Pablo y que dejara las cosas así, solo volvimos a mi casa y pasamos la tarde entre ver películas y mensajes que le enviaba a mi guapo novio.

Rodrigo

Estaba comenzando a dormirme cuando escuché el timbre sonar, mi corazón se paralizó por un momento, luego me levante a caminé hacia la puerta, solo él aparecería a las dos de la madrugada y sin avisar, cuando abrí, no me equivoqué, ahí estaba Tomas, apoyado en la pared y con los ojos cerrados, se veía, diferente

-hola- dijo sin abrir los ojos, algo había distinto, bueno yo me sentía distinto ahora que lo veía después de lo que pasó, pero además de eso, donde estaba el “hola nene” con tono burlón que tan bien tenía patentado –puedo entrar?- dijo abriendo los ojos por primera vez, solo me hice a un lado de la puerta para dejar que entrara

-te ocurre algo?- Le pregunte preocupado, en serio, que idiota debo ser para preocuparme por él

-cómo estás?- ignoro mi pregunta

-sorprendido de verte –le dije

-lo sé- dijo con una voz apenas audible –no debiste dejarme entrar Rodrigo

-qué es eso? Una amenaza? –le pregunte sorprendido

-no, una advertencia- me miró- tienes que alejarte de mí, enserio tienes que alejarte –entonces lo vi, estaba pálido, sus ojos rojos, tenía unas ojeras que demostraban el sueño perdido de al menos unas tres noches, me fijé mejor y vi sus manos, estaba temblando, ¿de frio?, no, esto era otra cosa, demonios era otra cosa

-estás drogado –le dije espantado- demonios Tomas que…

-solo tienes que alejarte o más bien, no volver a abrir esa puerta cuando yo esté afuera –volvió a decir, se veía, afligido, me pareció que estaba más débil de lo que demostraba, solo me acerqué a él y sostuve sus brazos- tienes que alejarme- dijo y su cuerpo se inclinó hacia mí, su cabeza en mi hombro y respiraba agitado

-que te paso?- le pregunte angustiado, este no era el Tomas que yo estaba acostumbrado a ver, lo guie hacia el sillón e hice que se sentara, rocé una de sus manos y estaba frio, más bien, estaba congelado, no sabía qué hacer, que decirle, y él no decía nada- Tomás…-comencé a hablarle y entonces mi mano sintió la humedad en uno de los costados de su chaqueta –que es…mierda- me aterré, me paralicé cuando vi debajo de su chaqueta y la camisa celeste que llevaba puesta tenía una mancha enorme de sangre, cuando reaccione volví a tomar sus brazos con fuerza y lo levante, lo hice caminar hacia el baño y ahí le quite la chaqueta y la camisa, tenía una herida de lo que parecía ser un corte con un cuchillo o algo así, no era profunda pero debía llevar un buen tiempo sangrando, le limpie, desinfecte y cure la herida, puse un parche para cubrirla y que dejara de sangrar, corrí al cuarto, busque una camisa y se la lleve para que se vistiera, seguía sin hablar, lo llevé hacia la cama e hice que se recostara en ella, lo dejé allí y prepare algo para que comiera y bebiera, algo caliente- mierda Tomas que te paso? –aun después de todo, me preocupé y agradecí que haya llegado a mi departamento

Tomás

Lo veía caminar de aquí allá, una y otra vez, curo la herida y me llevo a la cama, esto no es lo que te dije que hicieras Rodrigo, esto no es alejarte de mí, cuando abriste la puerta debías gritarme que me fuera a la mierda y que no volviera, debías estar furioso por lo que te hice y restregarme en la cara el monstruo que soy…

-bebe esto- dijo tomando mi cabeza y haciéndome bebe de una taza

-no estás haciendo lo que te dije –me miro como si no entendiera- no te estas alejando de mi

-tu viniste aquí

-debías gritarme, debías querer golpearme, debías haberme gritado que soy lo peor y que no quieres que vuelva a aparecer aquí

-no voy a mentirte- porque no solo me odia y ya

-demonios Rodrigo, no sabes en lo que te estas metiendo

-bueno, explícamelo, y quizás mañana te grite todo lo que quieres escuchar, ahora, bebe- volvió a acercar la taza a mi boca

Esto no está bien, esto no es bueno…

Rodrigo

Por la mañana entre en la habitación y lo vi aun durmiendo, se veía mejor, tenía mejor aspecto que como llego- espero no se haya abierto esa herida- volví a salir de la habitación y lo deje dormir

Tenía algunas cosas que revisar antes de volver a clases, por lo que me concentre mientras Tomas seguía durmiendo, la noche anterior no había logrado cerrar los ojos por un minuto y aun así no me sentía cansado, solo estaba preocupado, abrí mi mail y me sorprendió ver un mail de Lucas…

“Marqué a tu celular y no pude comunicarme, tampoco por Skype, asique recordé tu mail, espero que estés haciendo lo que te dije, contáctame si necesitas hablar… Lucas”

A que se refería en particular? A alejarme de Tomas o dejar tranquilo a Santiago? Porque si era lo primero definitivamente no estaba haciendo lo que él decía.

-creo que perdí mi teléfono- dijo su voz en mi espalda, me gire y Tomás estaba apoyado en uno de los muebles, parecía que le costaba caminar

-no, está aquí- le mostré el teléfono en el sillón, caminó hacia mí y se sentó mirando el teléfono –quieres comer algo?- le pregunte poniéndome de pie, no contesto, de todas formas, yo tenía hambre, fui a la cocina y preparé algo rápido, aunque no me contestara, de todas formas le lleve un café con un sándwich, me senté y me concentré en mi café

-quien es Lucas?- pregunto de repente, lo miré y él no me miraba, parecía muy concentrado mirando hacia una ventana, gire mi vista hacia el notebook aun encendido

-un amigo –le dije aunque no estoy muy seguro de si Lucas y yo somos amigos, me parece que no

Volvió su mirada hacia mí y me observaba en silencio, muy serio, frunció el ceño un segundo y luego suspiro…

-te duele?- pregunto mirándome a los ojos, y entonces entendí que hablaba de las marcas en mi cuello

-no-le dije- ya no

Volvió su mirada a la ventana y se quedó en silencio una vez as, quizás esperaba que dijera que sí, la idea me dio escalofrío…

-anoche-me atreví a decir- anoche estabas

-no lo hagas- me interrumpió –no preguntes lo que no quieres saber

-quiero saber –se rio

-nadie quiere saber de esta mierda- me miro- nadie quiere estar metido en esta mierda, tu tampoco lo quieres

-quiero entenderte

-lo único que debes entender Rodrigo, es que si no te alejas de mí, eso- dijo apuntando las marcas en mi cuello- se va a repetir

-porqué lo hiciste? –ya que el tema había salido, tenía que saberlo- porque te grite?- no contesto, me enojé –a Santiago lo tratabas igual?- me miro furioso, enserio furioso

-Rodrigo… te gusta Santiago?- me pregunto

-qué? NO!... yo lo o…-me callé

-lo odias- dijo afirmando

-si tu no me explicas las cosas, entonces yo no tengo porque explicarte nada tampoco- se rio- tu… -titubee- aun lo quieres?- le pregunté

-no lo sé- dijo sin mirarme

-entonces porque quieres tenerlo?- le pregunte furioso, si no lo quería entonces porque demonios no lo dejaba, se olvidaba y se quedara con… conmigo

-porqué es el único que puede sacarme de esta mierda, algo que tú, tu no podrías hacerlo, ni tu ni nadie, solo Santiago

Lo miré y sentí mis ojos humedecerse, no quise preguntar más, no quería saber más, no ahora…

Maldito Santiago…

Santiago

Fernando y yo estábamos en mi casa junto con Diana, ambos reíamos de las ocurrencias de mi amiga, aunque por momentos pensaba en que sería bueno que Pablo también estuviera aquí, pero no habíamos vuelto a hablar y le pedí a Diana que no volviera a tocar el tema con él, era mejor así.

Además, la noche anterior había recibido un llamado de Marcela, alrededor de las once de la noche, llamo angustiada preguntado si Tomas había aparecido por mi casa, pero no lo había hecho, la verdad, me tenía muy preocupado, le dije que si sabía cualquier cosa le avisaría y le pedí que también me avisara y aparecía en casa, tenía el celular en la mano y estaba pendiente de si sonaba o llegaba un mensaje que me diera noticias, cualquier noticia, pero nada, Fernando me pregunto qué me ocurría y le dije que esperaba que Pablo se comunicara conmigo, si, le mentí, pero es que sabía lo que ocasionaría si le decía que estaba preocupado por Tomás.

Diana comenzó a recoger las cosas que habían tiradas en la sala de la mucha comida chatarra que habíamos estado devorando, Fernando dijo que iba a ayudarle, les dije que iba al baño, pero en realidad entre en mi cuarto y marqué el número de marcela....

Sonó un millón de veces y ella no contestó, entro el buzón de voz y decidí dejarle un mensaje…

“Marcela… soy Santiago, he estado tratando de comunicarme contigo o esperando todo el dia cualquier mensaje de tu parte, no me separo del telefono, estoy muy preocupado, ¿sabes algo de Tomas? no ha venido a mi casa, por favor avísame si sabes algo, un beso”… -corté

-sí, ya veo cómo te preocupa Pablo-me giré y Fernando estaba en la puerta, me miro un segundo y no supe que decirle, solo dio media vuelta y volvió abajo…

Mierda…