Piensa en frío... él alteró mi mundo (19)

Nos fundimos en un beso apasionado, casi rudo y brusco, yo sentía el gusto del alcohol en su boca y jadeaba cuando sus manos me tomaban con fuerza,le escuche repetir en mi oído… “es mi juego y vas a hacer lo que te diga”

Hola!!!! :D

que felicidad volver a publicar!!, diran que soy una patuda por estar contenta despues de lo mucho que he tardado, pero la verdad es que lo estoy, porque no tinen ni idea de lo dificil que fue escribir este capítulo, reconozco que pasé por una crisis de "no se que escribir" y fue terrible, quiero decir que tenia la idea principal pero no sabia como hilarla con la historia y fue muy frustrante u.u

que mas puedo decir... este capítulo tiene un rumbo distinto a los demas, se centra en una parte de la historia que no ha sido la principal en los capitulos anteriores pero me parecio necesario hacerlo de esta forma para asì continuar con la historia correctamente y de forma que se entienda lo que va pasando, no quiero dejar historias a medias ni ideas flotando, asi que de antemano, me disculpo con quienes quizas esten desempcionados con lo que leerán, no quiero decir que este "fome" a mi humildemente me encanto como quedo, pero gustos son gustos..

no doy mas lata, espero que lo disfruten y si no bueno paciencia que escribire el siguiente muy pronto... espero O.o saludos a todos, mil besos y gracias por leer, como siempre espero sus comentarios con ansia, sus opiniones son super importantes para saber si voy por buen camino.. :D

PD: IMPORTANTE!!!... para quienes me escribían al mail, me disculpo por no contestar si es que lo han hecho en el ultimo tiempo pero es que sufri de un percanse muy tonto.. olvide la contraseña del mail O.o si, asi de estupido, me pasa muy seguido pero ya lo solucione!!! para los que me escribian al mail y para quienes quieran hacerlo les pido que me escriban a:

multicolor.bulbs@gmail.com

Mil besos a todos, saludos y COMENTEN !!! :D

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Rodrigo

Iba camino a encontrarme en el mismo bar donde nos topamos hace un par de días con Tomas, el amigo del imbécil de Santiago, ese día estuvimos bebiendo por un rato hasta que él dijo tener cosas que hacer, la verdad es que e gusto en cuanto lo vi, quien lo diría, quizás no solo podía arruinar la fantasía romántica que tenían Santiago y mi querido amigo Fernando, si no que también podría inmiscuirme en su vida, con sus amigos, así, podría presenciar en primera fila la imagen del adorable Santiago destruido por completo. Tomas era simpático, y por sobre todo, muy guapo, no sería ningún sacrificio estar cerca de él…

Santiago

-deja de sonreír, pareces tonto- dijo Pablo mientras me miraba con desprecio, se veía gracioso

-no seas envidioso, esta contento –le reclamo Diana- no le jodas la existencia mas aún, el pobre ya esta bastante acabado

-no me ayudes amiga, no me ayudes- le dije a mi amiga riendo

-Santiago no seas tan modesto, reconoce que estas feliz- dijo seriamente

-lo estoy! Claro que estoy feliz, pero no digas que estoy acabado

-lo estas- me interrumpió Pablo

-porqué dicen eso?!

-babeas, Santiago, estas babeando

-cállense

Diana y Pablo habían llegado temprano a mi casa, en realidad Pablo llego de madrugada, había salido a beber con sus compañeros de facultad y por una extraña razón a mi amigo no le gusta llegar borracho a su casa, por lo que llegó a la mía, mis padres se reían cada vez que esto pasaba, mas aun porque Pablo intentaba hacer como si no estuviera ebrio, era gracioso…

Diana había llegado con el fin de que la acompañara de compras, puedo ser gay pero no me gusta pasearme de tienda en tienda viendo como mi amiga se prueba cada zapato que encuentra y Diana, bueno… es desesperante.

Como decidimos no salir, mis padres fueron a una comida con un grupo de amigos, nosotros nos quedamos y pedimos unas pizas a domicilio, supongo que Pablo noto algo en mi porque comenzó con el interrogatorio, y claro, a nadie le había contado que el día anterior había conocido a la familia de mi novio, lo que para mi, había sido un sueño, exceptuando el incidente con su padre, el que claro también omití de lo que les conté, y bueno… Diana estaba feliz, pero Pablo se lamentaba y aterrado me pregunto ….”o sea que… van en serio?”, después de eso comencé a reírme como un tonto adolescente enamorado lo que me hacia sentir como un niño, pero en el fondo me gusta.

-y ahora?

-ahora que? –mire a Diana extrañado

-que viene ahora?

  • no entiendo, de que hablas?

-Santiago!!, reacciona de una buena vez- dijo enojada- aprovecho de preguntarte ahora que Pablo esta en la cocina y va a demorar porque después de la borrachera de anoche va a comer como un animal- me reí- bueno, la cosa es que van a hacer ahora?

-Diana, en serio, no entiendo

-ok… lo explico con detalle, estas tan lento como Pablo- suspiró- te presentó con su familia, ahora… tú lo vas a presentar con la tuya? Porque yo quiero estar presente cuando eso pase

-momento!, Diana no estas entendiendo, fui al cumpleaños de su hermana, no me presento como su novio si no que como un amigo

-ah!?! Qué?!

-si, eso, te lo dije

-y si solo te presento como su amigo… porque estas tan contento?!

-Diana yo….- me reí, y es que de verdad era algo importante…- sé que debes pensar que estoy loco por estar tan contento, pero, tu no hablas con el como lo hago yo, no sabes lo acomplejado que estaba con el solo hecho de que nos vieran caminando juntos en la calle, todo para el era el peor escenario del mundo donde lo iban a juzgar y criticar y por Dios yo lo entiendo, porque pasé por lo mismo, quizás tu no veas la diferencia, pero eso es porque nunca has tenido que callar algo tan importante de ti, es un paso, para Fernando es un gran paso, además ahora está mucho más suelto, relajado, bueno, yo noto el cambio en él, y estoy feliz por verlo así, y me gusta, bueno, Diana! Yo me entiendo- me reí porque mi amiga me miraba con su típica expresión de estas-total-y-absolutamente-perdido.

-Chago… oh por Dios… mi amigo… estas…. En serio… estas… estás enamorado?- me miro aterrada

-claro que estoy enamorado!!

-enserio?-dijo pablo entrando a la habitación-  en serio seguimos hablando de lo mismo? Ustedes dos están haciendo que mis nauseas por el alcohol vuelvan

Diana y yo nos reímos mientras Pablo me miraba con asco, luego de que nos pidiera por su salud mental como el mismo dijo, cambiar de tema, preferimos dejar de hablar de ello…

Tomas

-y hace cuanto conoces a Santiago, no recuerdo haberte visto con él

-no, la verdad, solo hace unos meses, antes más que toparnos en la universidad, no lo conocía

Nos habíamos vuelto a encontrar con Rodrigo, en un principio pensé que eran amigos él y Santiago, pero resulta que no, no eran más que “conocidos” y había algo que me decía que no se agradaban mucho, primero estaba la incomodidad de Santiago cuando nos encontrábamos los tres y ahora, la mala cara que no pudo esconder Rodrigo cuando le pregunté por Santiago, simplemente lo delato… en otro momento me habría molestado ese gesto, pero ahora estaba intrigado, Santiago no era muy de buscarse la antipatía de alguien, sino que todo lo contrario, todos lo adoraban.

Dejé el tema por un rato y solo seguimos bebiendo y hablando de cualquier cosa, ahora cuando noté que el alcohol empezaba a hacer efectos en mi nuevo amigo, solo entonces, retomé la conversación, pero haciendo uso de lo que venía notando hace ya un rato, su nerviosismo, quizás inconscientemente Rodrigo me estaba coqueteando, pero no resultaba muy efectivo, aunque era entretenido.

-te parece si nos vamos a otra parte?- le pregunte

-otra parte?...-me miro nervioso- donde?

-donde quieras, donde sea… quieres?

-claro… si –un tonta sonrisa se cruzó en su rostro, al parecer Rodrigo iba a divertirme por un rato

Salimos del bar y caminamos a su casa, dijo que vivía solo en un departamento que sus padres pagaban para él ya que ellos vivían en otra región, mejor aún…

Cuando llegamos a su departamento seguimos bebiendo y era cada vez más fácil hacerlo hablar

-y… tú y Santiago son muy amigos?- le pregunte aunque me imaginaba su respuesta

-amigos?...ba!...-bufó- estamos lejos de ser amigos

-ah… o sea que solo se conocen de la universidad, no más que eso?

-lo conozco, se mas de él de lo que el mismo piensa- se rio- pero él no lo sabe y no lo va a saber, al menos no aún

-cómo es eso?- pregunté intrigado

-por…tu…-me miro por un momento- porque hablamos de Santiago?- maldición

-y de que quieres hablar? O que quieres hacer? – le dije mientras me acercaba más a él, aunque fuera seduciéndolo, tenía que sacarle información, y la verdad tampoco sería un sacrificio

-no…no…se…yo…eh- ahí estaban de nuevo los nervios

-que pasa Rodrigo?... estas nervioso?- le pregunte cada vez más cerca

-que ..no…eh..yo…nervioso, no

-tranquilo… no muerdo- se sonrojo

-lo sé..no

-o…-comencé a acariciar su pierna y me acerque mas aún para susurrarle- si quieres… también puedo morder- dio un suspiro y ya lo tenía a mis pies, comencé a besarlo en el cuello y con mis manos iba levantando su camisa y sentía su respiración como iba agitándose, hasta que, más que un suspiro me pareció que se estaba durmiendo

-mierda!- imposible que con un poco de alcohol reaccionara así, tendría que sacarle información después, estando inconsciente no me servía de nada, pensé en dejarlo donde mismo se había dormido y marcharme, pero decidí quedarme para tratar de hacer algo en cuanto reaccionara…

Fernando

-no sé… barby, ya déjame en paz por favor- llevaba un par de horas estudiando para uno de los exámenes finales de la temporada pero por alguna razón mi hermana no dejaba de hablarme, pero no de cualquier cosa, si no que de Santiago, lo que me ponía muy nervioso

-pero… porque no lo invitas?

-porque quieres que lo traiga?

-es agradable, simpático, me agrado

-bueno si, genial- no pude evitar sonreír- pero, con tanta insistencia, lo vas a asustar

-Fernando!!- me reprendió- como dices eso!... pero, no… no me digas que… no me digas que no quiere venir a la casa por lo que paso con el papá…. Fernando habla con él dile que no…

-barby ya!, basta mujer, cálmate-le interrumpí- por eso no te preocupes, ya lo hablamos y está todo bien

-entonces? Por qué no lo traes?

-enserio te agrado?- le pregunte emocionado, ella sonrió

-me encanto… él es… es especial cierto?

-qué?- palidecí

-quiero decir que parece ser buena persona, confiable, no lo sé, es de esas personas especiales que te agradan a los dos minutos de haberlo conocido, no encuentras muchos así, me alegro de que estén juntos, o sea, de que sean amigos- sonrió, mi hermana estaba actuando excesivamente extraña, aunque lo que me decía no me molestaba en lo más mínimo

-ok… voy a decirle que venga, pero no te prometo nada, sé que está en época de exámenes y que no cuenta con mucho tiempo libre

-genial, invítalo, me avisas y así preparo algo especial, te parece?

-si… pero Bárbara… por favor… baja un poco el nivel de tu euforia

-ja j aja… no te prometo nada- me guiñó un ojo mientras sonreía y salió, al fin dejándome en paz

Desde el incidente en el cumpleaños de mi hermana que por desgracia incluyo a mi novio y el troglodita de mi padre, Barbara no había dejado de preguntarme por Santiago, me ponía nervioso que estuviera tan interesada, pero también sé que ella y mi madre son totalmente diferentes a mi padre y que de verdad quedaron muy preocupadas por que Santiago no se sintiera mal por todas las imbecilidades que tuvo que escuchar.

Durante la tarde estuve hablando con Santiago mediante mensaje, sabía que sus padres ya estaban en casa y que la tarde la había pasado en compañía de Pablo y Diana, si bien el ambiente entre su amigo y yo había mejorado bastante, tampoco era bueno forzar más aún las cosas, por lo que aunque tuve ganas, muchas ganas de ir a verlo, preferí quedarme concentrado en los estudios, bueno, no muy concentrado, pero al menos lo intente.

En la noche luego de haber comido en compañía de mi hermana y mi madre, les avisé que saldría por un rato, extrañamente Barbara ayudo a que mi madre no comenzara reclamar el poco tiempo que paso en casa… Me encontré con Santiago en un parque que está cerca de su casa, al menos quería verlo por un rato… por la hora en el lugar prácticamente no transitaba nadie, eso ayudaba a que estuviéramos más tranquilos, al menos yo lo estaba, aun me complicaba mucho que alguien nos viera porque debo reconocer que cada vez me costaba más contenerme para no besarlo en cuento lo tenía en frente, era frustrante…. Pero este no era el caso, sin mucha gente alrededor, no fue un problema besarlo con ansias en cuanto lo tuve a mi lado

-como va ese estudio?-pregunto abrazándome

-lento, muy lento, no logro concentrarme

-y eso por qué? –dijo mientras nos sentábamos

-es difícil… te extrañaba –sonrió- además –me reí

-que paso?

-mi hermana… insiste en que te lleve a la casa de nuevo

-enserio?

-sí, no me ha dejado tranquilo y es, ella es insistente

-así parece, pero no importa no te preocupes

-cómo?... no irías?

-ah? – me miro como sorprendido

-no irías a mi casa otra vez?

-eh..o sea… depende…tu… tú quieres que valla?

-momento Santiago, independiente de lo que yo quiera y lo digo porque no quiero que hagas algo solo porque yo lo quiero, yo feliz de tenerte en mi casa, pero no sé si tu querrás volver después de lo que paso con..

-no- me interrumpió- ni pienses en eso, porque no es tema, te dije que no importaba, mira… tu hermana y tu madres me agradaron mucho, enserio, si ella quiere que valla y a ti no te complica entonces yo voy feliz, no me pidas que no piense en lo que tú quieres porque no puedo dejar de hacerlo, pero al parecer en este caso no es problema para ninguno de los dos, así que, dile a tu hermana que voy- sonrió y que demonios, amaba esa sonrisa, bueno, la sonrisa y más aún a la persona de quien venía, podría decirse que es difícil que estuviera más enamorado aun, pero lo estoy, y es que cada día me arrepiento de no haberme acercado a él antes, de haber esperado tanto y haberme torturado por intentar callar lo que siento por él, ahora en cambio, todo parece más sencillo, tanto así que sin preocuparme de si había o no gente cerca de nosotros, solo me abalance sobre y comencé a besarlo..

-hey… contrólate, que estamos en público- decía riendo

-no me importa

-bueno, eso es bueno, pero, mi amor yo… nunca he sido muy exhibicionista-me reí

-ok ok me calmo

-perdón pero es que soy pudoroso- se rio

-esto es mucho exhibicionismo?- le pregunte mientras tomaba sus mano

-no… me gusta esto- se movió para recostarse sobre mí, así nos quedamos por un rato

Rodrigo

Cuando desperté me sentía un poco desorientado, había estado bebiendo y no recordaba bien lo último que había hecho, solo que estaba con Tomas y que después de un rato habíamos decidido venir a departamento, solo que después de eso, solo tenía imágenes borrosas en la cabeza, estaba en la cama, había dormido no se cuánto pero parecía que bastante

-estuve a punto de llevarte al hospital- dijo un voz ronca desde la puerta, cuando reaccioné vi a Tomas apoyado en el marco, se veía serio, como molesto

-porque?

-bueno, no reaccionabas, no sabía si estabas durmiendo o inconsciente

-lo siento, es que no he dormido bien y…

-claro da igual- me interrumpió- bueno como ya despertaste, yo me voy

-pero, no tienes que irte si no quieres

-quien dice que quiero quedarme?- no reaccioné enseguida, enserio estaba enojado

-ok- dije levantándome, el salió de la habitación, tomo su chaqueta que estaba en el sillón y lo seguí a la puerta- lamento que te hayas aburrido porque me dormí y…

-no me aburrí, en absoluto- mi miró serio

-ah?- yo estaba un poco mareado y no lograba recordar bien que había pasado cuando llegamos a mi departamento

-ni si quiera recuerdas lo que hicimos cierto?- un sonrisa seductora apareció en su rostro…. ¿Qué hicimos? No recordaba nada… Tomás se acercó más a mí y yo di un paso atrás hasta que me topé con la pared en mi espalda

-aun piensas que muerdo? – parecía divertido, su buen humor había vuelto sin duda

-eh de que… es que-comencé a tartamudear estúpidamente, me ponía nervioso- no recuerdo

-quieres recordar? –pregunto mitras apoyaba una de sus manos al costado de mi cabeza, me sentí acorralado, nervioso, pero me gustaba

-que paso?- mi voz salió casi como un suspiro, más bien un chillido nervioso, sus ojos estaban quietos, creo que ni siquiera pestañeaba y me miraba muy serio… hasta que…

-nada- sonrió… ¿Qué…se…está burlando de mí?...- tranquilo nene… no pasó nada, te dormiste mientras hablábamos, fue frustrante, pero divertido, quédate tranquilo que no abuse de ti- sonrió- aunque podría haberlo hecho- sentí su mirada recorrerme por un minuto- pero bueno, nada paso- volvió a sonreír

-que gracioso…- dije aun nervioso y mientras trataba de calmarme o al menos que él no se diera cuenta de lo nervioso que lograba ponerme

-no es chiste… fue una lástima, pero nada paso- lo miré sorprendido, me estaba diciendo muy directamente que, bueno que quería algo conmigo?...creo que no reaccioné por un rato, más un teniéndolo tan cerca, intenté moverme para lograr más distancia entre nosotros, pero cuando lo intenté puso su mano en mi brazo y me sujetó para que no me moviera y así si siquiera decir algo, me beso, me impacte por un minuto y cuando reaccioné a penas me di cuenta y estaba respondiendo a su beso gustoso, iba a rodearlo con mis brazos cuando con un sonrisa burlona se separó de mí y mientras abría la puerta solo dijo…

-nos vemos…- no alcancé a decir nada cuando la puerta ya se había cerrado y yo había quedado como idiota parado frente a ella…

Tomás

-voy a divertirme bastante contigo Rodrigo… me reí mientras iba saliendo del departamento del que sería mi nuevo juguete, al menos hasta que me cansara de él, pero… este juguete no sería como los otros, este me ayudaría en lo que quería lograr… tener a Santiago para ni ora vez… y además podría no hacer tan aburrida la espera, Rodrigo me iba a servir mucho más de lo que había pensado…

Santiago

-puedo preguntar algo?- llevábamos un rato, un par de horas creo hablando tranquilos, pero desde el incidente en su casa no dejaba de darme vueltas en la cabeza una pregunta…

-claro…

-que..que pasa, que pasa con tu padre?- cuando lo pregunte estaba nervioso, y fue peor aún porque sentí que su cuerpo se tensó de inmediato

-porque me preguntas eso?- su voz se volvió grave, pero no parecía molesto, más bien incómodo

-bueno es que lo que paso, la verdad no esperaba que te llevaras tan mal con él

-mi padre es desagradable, tú mismo lo pudiste comprobar

-si pero…-lo mire por un segundo y enserio estaba incomodo, reflexione sobre seguir preguntando

-Santiago…-dio un leve suspiro y hablo- no sé si quieras saber detalles, si es así me lo dices pero resumiendo, la separación de mis padres no fue en buenos términos y prácticamente yo lo saque de la casa, por eso me detesta

-cómo? No digas eso, es tu padre, no puede ..

-odiarme?, ja!, lo hace, y la verdad no es que me importe, yo mismo, no lo soporto…-se calló un segundo- quieres saber todo?

-si quieres contarme- la verdad es que si quería saber

-ok… te cuento entonces … cuando mis padres se separaron yo era aún un niño, debo haber tenido unos 10 años, no más que eso, y mi hermana unos 13, no tengo buenos recuerdos de nuestra vida en familia estando el presente en la casa, si no que todo lo contrario, solo recuerdo gritos, peleas, discusiones, incluso muchas veces lo vi golpear a mi madre, resumiendo y porque no es una historia entretenida, con el pasar de los años yo fui involucrándome en sus peleas, cada vez que él le gritaba a mi madre yo me ponía entre ellos y la defendía, incluso cuando ya estaban separados no lográbamos librarnos de él, aparecía en la casa solo para discutir, siempre me enfrente a él y me transforme en “una piedra en su zapato” como el mismo decía, peleábamos todo el tiempo, nunca nos hemos llevado bien, pero el problema lo tiene conmigo, si vez a mi hermana nunca ni siquiera le ha gritado, de lo que me alegro porque no se lo permitiría, pero como yo siempre estuve en su contra, bueno ahora cada vez que nos vemos discutimos por algo, tú mismo pudiste darte cuenta de la personalidad tan desagradable que tiene, es arribista, clasista, altanero y soberbio, bueno eso y muchas cosas más, aun así y creo que como una forma de protegerse de las críticas y del que dirán es que ha tratado de “consentirnos” con todo lo que queremos, en mi caso yo no le he pedido nunca absolutamente nada, el auto que viste lo compro él y lo puso a mi nombre, así como también compro uno para mi hermana pero yo evito usarlo porque no quiero nada de él, así mismo la universidad por ejemplo, el deposita en una cuenta a mi nombre una cantidad de dinero mensual de la que yo ocupo solo el mínimo, siempre tuve un buen rendimiento académico y cuando postule a la universidad di una buena prueba de ingreso por lo que me dieron una beca, mi padre es un troglodita y tiene todos esos defectos desagradables que yo espero no tener jamás, es por eso que el día del cumpleaños de mi hermana, con lo que paso, me recordó la vez que yo te trate mal, inevitablemente debo tener algunas cosas de él,  lo que no me gusta en absoluto, esa es la razón de porque la mala onda y la pelea entre nosotros.

-ahora entiendo- le dije después de un rato de haber intentado asimilar todo lo que había dicho, por un lado me arrepentí de haber preguntado, pero por otro eso me acercaba más a él al saber más de su vida

-algo más que quieras saber?- pregunto sonriendo

-por ahora no, por ahora- nos reímos

Rodrigo

Dos días, dos días habían pasado desde la última vez que vi a Tomas y cuando se fue del departamento dijo…”nos vemos” claro después de besarme lo que me dejo un poco sorprendido, bueno, muy sorprendido de  hecho,… pero, ¿Cuándo?...

Esperaba que me buscara, o que me llamara como había sido la vez anterior, nos habíamos encontrado por casualidad, hablamos por un rato y luego quedamos en volver a vernos, al otro día el me llamo para decirme donde vernos, pero ahora, después de lo “particular” que había sido nuestro último encuentro y a pesar de que había quedado en vernos otra vez, aun así, no tenía señales de él… Llevaba estos dos días pensando en llamarlo y hablar con él, preguntarle bien lo que había pasado entre nosotros y porque me había besado, pero no me convencía, esperaba que él se comunicara conmigo, pero nada.

Algo había cambiado, y yo ni siquiera me había dado cuenta de ello, solo por estar pendiente de si Tomas se comunicaba conmigo o no, de los dos días, ni cuenta me di cuando ya había pasado una semana completa, ni siquiera lograba concentrarme en algo que no fuera él, desde el estudio hasta mi afán por separar Fernando de Santiago, todo había pasado a un segundo o tercer lugar en mi escala de importancia, de hecho, cuando llego el viernes y en la hora de almuerzo me di cuenta de que una vez más Fernando estaba comiendo con el grupo de Santiago e incluso con un par de compañeros nuestros, ahí fue cuando me di cuenta de que tenía mi cabeza enfocada en cualquier parte, bueno no en cualquier parte, sino que en el lugar equivocado, en la persona equivocada, en Tomás.

Aun así no logre aguantar la ansiedad y cuando llegue a mi departamento por la tarde lo llamé, y no una sino que un millón de veces… jamás contestó.

Pensar en este tipo que acababa de conocer y que peor aún, estaba tan relacionado con Santiago, me tenía irritado, durante la mañana muchos compañeros de facultad me preguntaron si por ser viernes por la noche saldría a alguna parte a beber o algo así, al no tener planes para la noche muchos me dijeron que saliera con ellos, no tenía nada de ganas.

Me quede en el departamento haciendo nada, más bien, pensando.

Desperté sobresaltado por el ruido del timbre, me había dormido sobre la cama, aun medio dormido busque en la cama el celular para ver la hora… 4:25 a.m. … y el tiemble no dejaba de sonar, quien demonios podía ser a las cuatro de la madrugada.

Me levante lo más rápido que pude y fui a la puerta a ver quién era y cuando abrí me sorprendí por que fuera la última persona en el mundo que pensaría que llegaría a mi casa.

-hola nene…-dijo con una sonrisa seductora

-tomas

-no vas a invitarme a entrar?

-que haces aquí?

-enserio no me vas a invitar a entrar?- me miraba sonriendo

-entra…- cuando paso por mi lado sentí un leve olor a alcohol y claro, por la hora estaba claro que venía de haber estado bebiendo… ahora, no por eso ni por la hora se podría decir que se veía mal, de hecho, él nunca se veía mal, camino al sillón y se quitó la chaqueta de cuero que llevaba para dejar tirada por cualquier parte… -que haces aquí?- le pregunte cuando reaccione

-te molesta que haya venido?- me miro seriamente- si quieres me voy- lo vi caminar hacia donde había caído su chaqueta

-no!- me apresure- no quise decir eso, es solo que, me sorprende verte aquí

-por qué?- dijo divertido- pensé que si me llamaste tantas veces querías verme- sonrió

-eh…bueno, si te llame un par de veces- de hecho no un par sino más bien un millón y el jamás contesto ninguna llamada- pero…tu no, no contéstate nunca

-ah bueno, quería que me extrañaras un poco- me guiño un ojo- lo conseguí?- no supe que responderle- vamos Rodrigo, pareciera que te asusto, en serio, te lo repito, yo no muerdo

-no no me asustas, pero

-pero?...

-no te entiendo- le dije

-no hay mucho que entender

-por qué me buscas?

-yo te busco?- se rio-  parece que no estamos muy de acuerdo, no soy yo el que lleva días buscándote- es verdad, era yo quien lo buscaba

-bueno eso, eso fue porque quería saber bien lo que había pasado el otro día, por nada mas- conteste lo más seguro que pude, el me miro muy serio

-ya te dije, estábamos hablando y de un momento a otro, te dormiste espere que despertaras y me fui… que más quieres saber, si no pasó nada mas- parecía que estuviera molesto

-me besaste- le dije porque me pareció que estaba olvidando algo

-y? –contesto seco, como si fuera lo más insignificante, me miro un segundo y se rio- no estoy para esto – dijo caminando hacia la puerta

-espera! No te vallas

-haber niño!- tomo mi brazo con fuerza para empujarme y que quedara pegado a la pared, se acercó a mí y dijo en un tono desafiante- yo no juego…- sentí su mirada recorrerme de pies a cabeza por un minuto- al menos no así, asique decide ahora… o juegas a mi manera o simplemente… adiós..

Me miro seriamente, más que nunca, no supe que contestar, estaba prácticamente en shock, no sabía ni entendía muy bien a lo que se refería con “jugar a su manera” pero me intrigaba, me llamaba a seguirlo y aunque me molestara asumirlo, me gustaba, me gustaba esa personalidad desafiante y tan seguro de que yo haría lo que le dijera, creo que era precisamente eso lo que me tenía tan seducido y me hacía pensar en el a cada momento…

Que podría decirle, no quería decirle textual “ok… puedes jugar conmigo” porque algo me decía que eso era lo que el pretendía, pero a pesar de tenerlo claro, lo quería conmigo, opté por lo más rápido y no lo pensé, solo me lance con fuerza a besarlo enredando mis brazos en su cuello… Al principio no hubo respuesta de su parte, me pareció percibir una sonrisa y de ahí ya era  él quien llevaba las riendas y claro a estas alturas yo haría lo que él quisiera, aunque no supiera exactamente qué era lo que pretendía.

Nos fundimos en un beso apasionado, casi rudo y brusco, yo sentía el gusto del alcohol en su boca y jadeaba cuando sus manos me tomaban con fuerza, solo una vez habló antes de que me diera cuenta de lo que quería, le escuche repetir en mi oído… “es mi juego y vas a hacer lo que te diga” … no le respondí, no supe que decir, en ese momento solo me rendí a lo que él quisiera.

Prácticamente me colgué de su cuello mientras me arrastraba a la habitación mientras tiraba de mi ropa y la arrancaba rápido, mis manos torpemente intentaban sacarle la ropa… el reía… por un momento me separo de su cuello y con esa sonrisa burlona en una milésima de segundo logro sacarse la camisa con la que yo torpemente había luchado, mi ropa en cambio había ido quedando en el camino a mi habitación, volví a lanzarme sobre el pero con un movimiento brusco me giro y empujo pegando mi rostro a la pared, llevo mis manos a mi espalda y presiono mientras con una voz autoritaria volvió a repetir… “dije que sería a mi manera” fue recién en ese momento cuando comprendí lo que pretendía, era claro a lo que íbamos… era solo sexo pero era muy distinto, al menos lo era para mí y entre en pánico porque nunca había estado en ese papel, siempre había sido yo el que llevaba las riendas, ahora me sentía vulnerable, una de sus manos aún mantenía mis brazos atados en mi espalda mientras con la otra acariciaba mi pecho, sus besos eran más bien mordidas en mi cuello que de seguro dejarían marcas, pero me gustaba, sus caricias rudas y fuertes me tenía en el tercer cielo jadeando mientras sin palabras pedía mas, con la mano que acariciaba mi pecho ahora me masturbaba excesivamente lento, quería pedirle, rogarle que no me torturara así, pero cada palabra que intentaba decir, se transformaba en un gemido ahogado… soltó mis brazos para ocupar su mano en otro lugar y volví a entrar en pánico cuando su mano bajo hasta mi trasero, y un chillido de dolor salió desde lo más profundo se mi ser cuando sentí como bruscamente dos de sus dedos se movían con brusquedad en mi interior..

-no!- dije en lo que pretendía fuera un grito, pero sonó mas bien como un aullido

-silencio- dijo su autoritaria voz

-pero…-me sentía ahogado- no… por favor… Tomás- le rogué

-porque demonios tienes que arruinar el momento- dijo de manera burlona

-no… así no- no lograba articular una frase completa

-dije que sería a mi manera

-pero

-pero qué?... pretendes que sea al revés?

-yo… no…nunca…por favor

-ah!- rio- o sea que voy a ser el primero que entre aquí?- volvió a mover sus dedos bruscamente… y su tono burlón se intensifico

-no quiero- le conteste lo más seguro que pude y su mano se detuvo, con su otra mano tomo mi cabello y llevo mi cabeza hacia atrás…

-no?... te lo dije… o es a mi manera o no es… tú decides, no voy a forzarte- dijo seriamente sus ojos clavados en los míos, desafiante, esa mirada me decía que si lo rechazaba ahora, entonces era seguro que no lo volvería a ver

-pero…-titubee

-pero nada- dijo con voz ronca- si o no…no voy a perder el tiempo contigo… decídete…. Ahora- volvió a repetir autoritario, como si estuviera dándome una orden, no sabía que decir, lo quería, quería tener sexo con él, pero así?, no estaba seguro…- me estás haciendo perder el tiempo… me estoy cansando…. Rodrigo…. Decide AHORA! –se veía molesto, estaba enojado… no lo pensé, preferí no pensarlo más solo contesté…

-si- dije casi en un suspiro y lo miré de re ojo, sonrió con suficiencia…-solo- volví a hablar- hazlo con cuidado- volví a mirarlo y ahora parecía más divertido que antes…

-no prometo nada…- dijo y volví a sentir como su mano se movía en mi interior, primero despacio para volver a ser brusco.

Sentí un alivio y como me volvió el aire cuando me libero de sus manos y me giro para quedar frente a frente, lo mire a los ojos y tenía la mirada de un niño al que le acaban de dar un juguete nuevo, genial yo sería para el su nuevo juguete, no podía estar cayendo más bajo, pero lo quería.

-dijiste que no mordías- recordé y le dije esperanzado de que con eso fuera más cuidadoso, una vez más rio

-no lo hago… pero si quieres también podemos jugar- me guiñó un ojos y volví a quedar en blanco, solo me acerqué a él y comencé a besarlo, nos movimos en dirección a la cama y caí sobre ella con Tomas sobre mí, sus manos volvieron a presionar mis brazos esta vez sobre mi cabeza mientras volvía a besar mi cuello y mi pecho dando pequeñas mordidas… - ves como también puedo morder- le escuche, ahora me sentía totalmente diferente a como estaba hace dos minutos, sus caricias y sus besos me estaban trastornando, quería mas, me movía sobre la cama desesperado por besarlo, por tocarlo pero no me dejaba, solo volvió a girarme, di una vuelta en la cama para quedar boca abajo, aun con mis manos presionadas levanto mi cuerpo para que no estuviera acostado, soltó mis manos y yo tome con fuerza la cabecera de la cama..

-esto es lo que querías? – pregunto seductoramente

-sí..- dije en un suspiro

-sí que?

-si es lo que quiero…

-pídemelo... –volvió a reír

-Tomas

-PIDELO- repitió

-por favor

-por favor que?- seguía riendo

-Tomas por favor- le escuche una pequeña carcajada

-me va a gustar escucharte después- no había terminado la frase cuando en un movimiento brusco y sin ningún cuidado como le había pedido que lo hiciera, ya estaba dentro de mí, di un grito de dolor, el más puro e intenso dolor que nunca en mi vida había sentido, dolor que se intensificaba con cada movimiento que el hacia dentro de mí, sentía las lágrimas caer por mi rostro, no lograba hablar, no lograba decirle que se detuviera, solo lograba sentir como mi cuerpo se habría paso a él desgarrándose y el maldito dolor que no cesaba…

Así estuvimos por un largo rato, se movía dentro de mí mientras con una de sus manos volvió a masturbarme, la mezcla de dolor con el placer que sentía ahora por sus caricias me estaba matando, a pesar del dolor no logré durar mucho sin explotar con sus caricias, Tomas dio un rugido y sus embestidas se hicieron más salvajes aún, me temblaban las piernas y mi vista se nublaba, pensé que sería eterno, pero su cuerpo se tensó y una sensación indescriptible me llenó por completo cuando callo rendido sobre mí, su pecho se adecuo a mi respiración y mis piernas perdieron la poca fuerza que aun tenían, caí en la cama rendido, derrotado y con Tomas aun sobre, aun dentro de mí, así nos quedamos por unos minutos, en silencio..

Hasta que salió de mí y callo aun con la respiración agitada a mi lado, gire mi rostro y lo miré mientras el mantenía sus ojos cerrados, cuando los abrió me miró y después de un par de minutos que a mí se me hicieron eternos, sonrió, nuevamente con esa sonrisa sexi y juguetona…

-fue mejor de lo que esperaba- dijo aun sonriendo, se acercó a mí y muy cerca de mi rostro dijo- te portaste bastante bien, pero recuerda, es siempre a mi manera y cuando yo quiera- me pareció que sus ojos se hicieron más oscuros y más intensos, no dije nada y solo me acerque más a él para poder besarlo, así como correspondió a mi beso también le dio fin apartándose de mi boca mucho antes de lo que yo hubiera querido, demasiado rápido... volvió su vista al techo y cerró los ojos, lo observe hasta que su respiración se calmó, su pecho subía y bajaba en cada suspiro, no dijo más y se durmió…

-al menos el lo disfruto- pensé mientras pasaba mi brazo sobre su pecho y acercaba mis rostro a él, solo descanse mi cabeza en su pecho hasta que el sueño me venció y me dormí

Fernando

-vamos… te llevo a tu casa- le dije a mi novio mientras me levantaba y le daba mi mano para que se pusiera de pie

-puedo ir solo- respondió riendo- no voy a perderme

-es tarde- no lo dejaría solo cuando eran casi las 5 de la mañana, nos habíamos encontrado bastante tarde y las horas pasaron demasiado rápido, suerte que el clima nos acompañó y era una noche cálida

Caminamos en dirección a su casa abrazados, Santiago no hablaba mucho, parecía estar cansado, yo también lo estaba, cuando llegamos a su casa lo bese rápido como despedida…

-entonces? Vas?

-a tu casa?- se rio- claro, tu di cuando

-genial…- sonreí, me gustaba la idea de tenerlo en mi casa, aunque las preguntas de mi hermana me ponían un poco nervioso, me gustaba que al menos le haya gustado mi novio, bueno, ella no lo sabía pero si las cosas iban bien quizás el hecho de que ellos se relacionaran harían más fáciles las cosas que vengan, después de todo tarde o temprano tendría que hablar con ellas y contarles la verdad.

Caminé rápido de vuelta a mi casa y en cuanto entré abrí con cuidado la puerta de la habitación de mi madre, estaba dormida al igual que mi hermana, salí rápido y me desplome sobre la cama agotado por el sueño, cuando estaba con Santiago no sentía cansancio alguno, ahora en cambio, estaba muriendo.

Era alrededor del mediodía cuando mi madre entro en la habitación hablando para que despertara, me levanté y partí a la ducha y me vestí, antes de bajar a la cocina a comer algo marque el número de Santiago…

-hola guapo- le escuché decir del otro lado del teléfono, me reí

-buenos días- le conteste

-buenos días? Buenas tardes querrás decir, creo que perdiste la noción del tiempo- se rio, es verdad

-cómo estás?, te desperté?

-que dices, hacer horas que estoy despierto- volvió a reír- no quise llamarte porque me imagine que estarías durmiendo, creo que no me equivoque, preferí esperar que me llamaras tu

-ah sí? Y tan seguro estabas que te llamaría en cuanto despertara?

-por supuesto- se rio

-y por qué estás tan seguro? –le pregunte divertido

-porque me amas, así de sencillo- dio una pequeña carcajada

-ah tienes razón, te amo- “Santiago juguetón”.. me encantaba- pero lamento decirte que no te llame en cuanto desperté, esperé un rato

-oh, estoy decepcionado, enserio

-tonto – me reí – dónde estás?- escuchaba de fondo ruido, demasiado ruido

-ah bueno, voy a ser sincero, la razón por la que estoy en pie hace varias horas ya es porque Diana llego muy temprano a mi casa y me saco de la cama a la fuerza para que recorriera un millón de tiendas de ropa con ella, estoy muy entretenido, lo juro –dijo en tono irónico- hey no Diana!- grito riendo…-Fernando escucha, me caes bien creo que hasta cariño te tengo pero hoy Santiago es mío, asique voy a quitarle el celular para que solo se concentre en mí y no estén mandándose mensajitos de enamorados- escuchaba de fondo la risa de mi novio- así que ahora despídanse rápido por favor… toma- volvió a darle el teléfono a Santiago- lo ves? No tengo autoridad- me reí

-no no la tienes, bueno no los interrumpo más entonces- dije divertido- háblame cuando estés solo.. ok?

-si, en cuanto me la quite de encima te llamo…- “te escuché!....corta ese celular ahora!!” gritaba Diana de fondo- si si ya deja de gritar…

-hablamos después

-momento!...-dijo rápido- hablaste con tu hermana?-pregunto

-no aun no- había quedado en hablar con ella para saber si aún estaba tan interesada en que mi novio estuviera en la casa, claro omitiendo lo de novio- cuando me llames te cuento que me dice

-ok.. hablamos luego… te amo- sonreí

-también te amo- “ya fue mucho!” escuché gritar a Diana y la llamada se cortó.

Me reí un momento y luego baje a comer algo, en la cocina mi madre y mi hermana esperaba que bajara para como ellas mismas le llamaron “tener una conversación familiar”, mi hermana insistió con que llevara a Santiago a la casa y mi madre se sumó hablando de lo agradable y simpático que era y me quede con ellas hablando o más bien escuchándolas, vivir con dos mujeres a veces es complicado..

Rodrigo

Cuando desperté al día siguiente me sentía adolorido, muy adolorido, quise sentarme en la cama pero el dolor fue mayor, no estás acostumbrado a que sea así me repetí, mire a mi lado y busque en la cama a Tomas… no estaba.

Con dolor en el cuerpo en general, me levante y salí de la habitación para buscarlo, no lo encontré, se había ido, ni siquiera me desperté cuando se fue, quizás hace cuanto que ya no estaba en el departamento, caminé de vuelta al cuarto y busque mi celular para llamarlo… 1, 2, 3, 4, 5 llamadas, nunca contestó, supongo que sería siempre así con él.

Tiré el celular al sueño con rabia, “ es mi juego” repetía su voz en mi cabeza…-claro, solo un juego- dije amargamente, caminé al baño y entre en la ducha, pasaba mis manos por mi cabello y me parecía sentir aun sus manos en mi pelo o tomando con fuerza mis brazos en mi espalda…

Salí de la ducha con rabia, mientras pasaba una toalla por mi cabello me fije en el reflejo en el espejo..- mierda- dije cuando vi las marcas en mi cuello, brazos, incluso en el pecho…- “ si quieres también puedo morder” una vez más su voz con tono burlón volaba en mi cabeza, no sé si eran mordiscos o no, pero habían quedado marcas, marcas que no estarían borradas al día siguiente.

Santiago

-ok no hay problema, si quieren que valla, tu hermana es muy simpática- le dije a mi novio cuando estábamos en la cafetería esperando a Diana y Pablo para comer con ellos, increíblemente y de forma muy espontanea Fernando había empezado a convivir con mis amigos de la nada, incluso con Pablo, hablaban sin ningún problema mientras Diana y yo los mirábamos aterrados cuando notábamos que incluso se reían.

-también está loca – contesto divertido refiriéndose a su hermana

-debe ser de familia

-que gracioso- nos reímos

-oye… le pasa algo? – le pregunte a mi novio señalando a Rodrigo que permanecía sentado en una mesa cerca de la nuestra, con un grupo de chicos a los que ignoraba, tenía en la mano el celular y no dejaba de mirarlo, parecía ido

-no lo sé, aunque la verdad ha estado actuando muy raro…porque lo preguntas? –me miro cauteloso, me reí

-tonto… no es que me importe, pero me parece extraño, me parecía que siempre estaba acechando cerca de donde estábamos

-sí, es verdad, de hecho, siempre me hablaba de ti, bueno me decía que t había visto en tal lugar o que había hablado contigo para pedirte disculpas

-es extraño- mi celular comenzó a sonar en la mochila…-debe ser Pablo, apuesto que esta atrasado- me reí, pero debo haber palidecido cuando vi el nombre en la pantalla, miré de reojo a Fernando quien solo se movió un poco para mirar también la pantalla, hizo un gesto de desagrado…

-contesta- dijo muy tranquilo- quieres que te deje solo?

-qué? No!- contesté incomodo, la situación era desagradable

-hola..- dije

-hola pequeño.. como estas?- contesto Tomas amablemente del otro lado

-bien bien –aun tenía mucho cariño por el pero me incomodaba hablar con el teniendo a Fernando a mi lado, además su cara era monumental, estaba molesto, hablamos por un minuto, cuando corte miré a mi novio esperando que dijera algo, pero no, suspire –no vas a decir nada? – el me miro

-Diana y Pablo se están tardando… tengo hambre

-Fernando

-que quieres que diga? –pregunto indiferente

-ok, no  importa

-no si importa-se arrepintió- es que…-movía la cabeza como frustrado, volví a suspirar

-Tomas dice que me tiene un regalo de cumpleaños atrasado y quiere dármelo hoy en la tarde, me pregunto a qué hora estoy desocupado- mi novio me miraba en silencio- ha pasado mucho tiempo desde que estábamos juntos, no creo que te interese saber así que no voy a contarte la historia completa, solo te diré que quedamos como amigos cuando se fue a vivir al extranjero…

-igual que con tu amigo Lucas?- pregunto cómo ironizando, no me molesté, se veía lindo celoso, lo encontré tierno

-similar, pero no igual, Lucas y yo nunca fuimos más que amigos, la cosa es que ahora que Tomás volvió quiere retomar una amistad, solo eso y la verdad yo no le veo lo malo, pero no quiero que desconfíes de mí, de hecho como saliendo de aquí me voy contigo a tu casa- me reí, él puso los ojos en blanco- quiero que estés cuando me encuentre con él en la entrada, le dije que estaría ocupado y dijo que solo quería entregarme mi regalo… que dices?- espere nervioso su respuesta

-con Pablo puedo llevarme bien, pero no esperes que sea amigo de tu ex

-ni lo pensaría, de hecho no me gustaría, pero quiero que no sea problema entre nosotros

-ok, voy contigo- lo mire por un segundo sonriendo, el aún estaba muy serio, pero luego me miro y también se rio- que difícil es estar contigo, tienes demasiados admiradores

-tonto!- nos reímos y vi cómo se acercaba Diana y Pablo a la mesa donde estábamos esperando

-se tardaron- dijo mi novio mirando a mis amigos

-Diana no quería ocupar las escaleras y el ascensor estaba repleto- contesto Pablo simulando molestia

-pero si son seis pisos!- dijo Diana con espanto

Mientras comíamos Diana me estaba tratando de convencerme de que volviera a ir de compras con ella, pero es un sacrificio hacerlo, y el día anterior había quedado totalmente derrotado.

-ayúdame- le dijo Pablo a Fernando muy serio, mi novio lo miro como sorprendido, la misma expresión que teníamos Diana y yo, daba miedo ver lo “bien” que se llevaban esos dos ahora

-tú me pides ayuda a mí?- le contesto divertido

-no te hagas el gracioso, que de algo sirva tener que aguantar tu presencia- dijo Pablo… el tema es que Fernando y Pablo estudian la misma carrera, pero con diferencia de cursos, mi novio esta una generación adelantado a la de Pablo ya que es un año mayor y mi amigo quería que Fernando le ayudara con un ramo para un examen, parecía que le costaba pedirlo como favor, era divertido verlo

-y yo que gano?- le contesto mi novio cuando Pablo explico por qué quería su ayuda

-hey! Sin vergüenza, te recuerdo que aun estas condicional, de hecho deberías ofrecerte solito, tómalo como una prueba, aun no confío en ti- le dijo mi amigo mirándolo seriamente, Diana y yo estábamos muertos de la risa

-y eso que, estoy con Santiago no contigo- decía Fernando mientras reía

-bueno ten presente que puedo convencer a Santiago de que te mande a volar y te ignore hasta el día que salga de esta universidad

-no podrías- le contesto Fernando y me guiño un ojo, yo me sonrojé

-quieres apostar?- dijo Pablo desafiante- Santiago dile!- dijo mirando hacia mí

-que le diga qué? – lo mire divertido

-dile que tengo razón- decía pablo muy seguro

-haber, dime, quien tiene razón él o yo?- pregunto Fernando, yo los mire un segundo y me reí al verlos

-no me metan en sus problemas, arréglenlo solos!- le dije riendo

-Santiago!!- dijeron los dos al mismo tiempo, supongo que esperaban que le diera la razón a uno de ellos

-parecen niños- se reía Diana

-Diana no te metas en esta pelea- le dijo Pablo seriamente

-cual pelea? No estamos peleando- le contesto Fernando

-claro que sí!, es una pelea, y te voy a decir una cosa, Santiago no contesta solo para no hacerte sentir mal- Diana y yo nos reímos a carcajadas mientras ellos seguían discutiendo tontamente.

Al final Fernando accedió a darle su ayuda a Pablo, pero claro mi amigo lo hizo ver como si fuera una obligación de mi novio, algo así como una forma de “ganar su confianza”, luego de salir de la cafetería cada uno fue a sus respectivas clases y en cuanto me desocupe llamé a Fernando, el estaría libre antes que yo, había quedado en esperarme, nos juntamos en la entrada de la universidad, para desgracia mía Fernando estaba sentado escuchando a Rodrigo, hace un par de horas habíamos estado comentando lo extraño que estaba actuando, cuando llegue a su lado ambos me saludaron con un “hola” acompañado de una sonrisa de parte de mi novio, mientras Rodrigo seguía hablando, al parecer estaban discutiendo un trabajo, no les preste atención, mientras ellos hablaban vi acercarse a Tomás, miré a Fernando como hacia un gesto de desagrado.

-hola pequeño..- dijo Tomas sonriendo

-Tomas, no me digas así, no soy un niño- le dije riendo pero en realidad lo hice porque note el rostro molesto de mi novio

-claro claro- se rio- y ellos?- pregunto mirando a Fernando y Rodrigo con una sonrisa, no supe que contestarle, por un lado tenía que decirle que Fernando era mi amigo ya que estaba Rodrigo al lado, pero también no sabía si eso iba a molestar a mi novio, Fernando me miro como entendiendo lo que estaba pensando y contesto por mí con una media sonrisa

-amigos – lo dijo mirándome como si se estuviera disculpando, la verdad no me importo, ya no me complicaba por eso

-que tal..- les dijo Tomas sonriendo a cada uno- me pareció que Rodrigo estaba un poco pálido

-bueno a él ya lo viste hace unos días- le recordé a Tomas

-ah sí, claro, me acuerdo… eh… ¿Raúl?- pregunto mirando hacia Rodrigo

-no Rodrigo- le corregí

-disculpa, no tengo buena memoria- dijo sonriendo

Rápidamente hablé con Tomas unos minutos y me entrego un regalo… un libro, siempre me ha gustado la literatura en general, él lo sabía, agradecí su regalo, me gusto, él fue muy simpático como siempre con Fernando que lo miraba muy serio y con Rodrigo que seguía hablando con Fernando, le explique que tenía que irme y el no hizo problema

-nos vemos luego, solo quería darte eso- dijo sonriendo

-muchas gracias, me encanto- me agradecí sincero

Tomas se despidió de manera cordial tanto de Fernando como de Rodrigo y se marchó con una sonriendo, mientras tanto esperaba a Fernando que terminara de hablar con Rodrigo guarde el libro en mi mochila y le envié un mensaje a Diana y Pablo para que no fuerana mi casa durante la tarde porque estaría en casa de Fernando, la respuesta no se hizo esperar, por parte de Diana “ok… aprovecha los arrumacos para que después salgas conmigo” me reí, insistía en arrastrarme por las tiendas con ella, por otro lado Pablo solo contesto con un “deja de babear”, me reí más aun, Fernando me miro curioso y yo le hice un gesto de no es nada.

Espere unos 10 minutos mientras ellos terminaban de hablar, al final Rodrigo se despidió muy serio de ambos y se marchó, por otro lado Fernando me miro, me guiño un ojo y sonrió, sin decir nada nos levantamos y comenzamos a caminar en dirección a su casa.

Tomás

Ese tendría que ser el nuevo novio de Santiago, conociéndolo era muy fácil darse cuenta de gestos que lo delataban, el hecho de que al momento de preguntarle por él se puso nervioso y miro al tal Fernando como esperando que el respondiera, lo que claro el tipo hizo, “no lo conoces, es de la universidad”….”es un poco complicado”…. Recordé la conversación que había tenido con Pablo y todo tomo forma, claro, el tipo era compañero en la universidad de Santiago y lo más seguro es que nadie más que Pablo y Diana que eran amigos de Santiago supieran que estaban juntos, de seguro el aun no “salía del closet” como vulgarmente se dice.

Si ese era el escenario entonces todos sería más sencillo y las cosas estarían a mi favor, si el tipo ese estaba inseguro de estar con Santiago, conociendo a mi pequeño romántico, sería un problema constante en su relación, Santiago estaba acostumbrado a no esconderse, a no ocultar lo que era, nunca se complicó cuando alguien le preguntaba si era gay y claro nunca había estado con alguien que tuviera problemas con reconocerlo, no sería capaz de aguantar mucho tiempo que lo tuvieran escondido.

Siendo así, solo tenía que preocuparme de ser cauto y mover algunas piezas para que poco a poco el mismo se fuera dando cuenta que estaba perdiendo el tiempo en esa relación y de esa forma, estando yo cerca, sería a mí a quien recurriría para consolarlo, porque quizás Pablo y Diana sean muy amigos y confié mucho en ellos, pero no podrían consolarlo como yo, no sabían lo que tendría que decir o hacer, yo en cambio, podría hacer muy rápido que se olvidara del tal Fernando.

Iba llegando al metro cuando sentí en el bolsillo del pantalón como sonaba mi celular…. Rodrigo, me reí por un momento, no esperaba encontrarlo en la facultad, de hecho ni siquiera había pensado en él, había estado llamándome hace días, después de pasar la noche en su departamento, salí del lugar sin decirle nada mientras lo vi dormir, me había estado llamando y enviando mensajes por días, pero no me importo, no tenía ganas de jugar con él, pero ahora, me haría divertirme un rato…

-hola nene…- conteste.

Rodrigo

Cuando me separe de Fernando y Santiago no volví a entrar a la universidad, camine lo más rápido que pude al metro para llegar lo antes posible a mi departamento y tratar de calmarme.

Cuando lo vi acercarse quedé en blanco, en shock, vi el gesto de desagrado de Fernando cuando vio a Tomas acercarse, no sabía con certeza cuál era su historia con Santiago, pero siempre me imagine que habían tenido algo, supongo que la cara de Fernando lo confirmaba, estaba celoso.

En cuanto Tomas estuvo al lado de Santiago lo saludo cariñosamente y sonriendo, pero no era la misma sonrisa que me daba a mí, sino que parecía que sentía cariño por él, muy cordial saludo también a Fernando quien dijo ser amigo de Santiago, por otro lado, cuando me saludo a mi volvió a sonreír burlonamente, como tantas veces lo había visto, me saludo de la misma forma que saludo a Fernando, incluso fingió no recordar mi nombre, fingió… claro que lo había fingido, no podía ser que se olvidara de mi nombre así como así, no después de lo que había pasado entre nosotros días atrás, días en lo que jamás se comunicó conmigo, nunca contesto mis llamadas ni mucho menos mis mensajes, después de saludarme me ignoro y centro su atención en el imbécil de Santiago el que parecía mucho más preocupado de las caras que ponía Fernando que de lo que Tomas le decía, le llevaba un regalo, un libro, me ignoraba, descaradamente me ignoraba y yo no hacía nada, que mierda haría si nadie tenía idea de lo que había pasado entre nosotros, y tampoco tenía interés en que alguien lo supiera.

Cuando llegué al departamento trate de calmarme…. –qué carajo le pasa!?- grite lanzando la mochila con rabia, respire hondo un millón de veces para tratar de calmarme y al no encontrar respuesta alguna me decidí por llamarlo…

Marque a su celular una, dos, tres veces y no contestaba, estaba desesperado, tenía rabia, estaba furioso, quien demonios se creía este imbécil que era para jugar así conmigo … “es mi juego…y es cuando yo quiera” claro, claro que solo jugaba, el mismo lo había dicho.

Quise dejar de pensar en eso, camine  rápido a la cocina y tome una cerveza fría para relajarme, no lo logré, una vez más tome el celular y mirando el nombre en la pantalla, volví a marcar, en el fondo, estaba rogando que contestara….

-hola nene…-escuche su voz saludar muy relajado… que mierda , me alteré

-quien diablos te crees que eres para actuar así?!- le grite furioso, me pareció escucharlo reír

-cálmate Rodrigo… no tienes porqué alterarte- contesto muy sereno

-qué?! Ahora recuerdas mi nombre?!- cada vez mi rabia crecía mas

-dónde estás?- pregunto ignorando mis reclamos

-contesta lo que te pregunto!!!- le grite

-te lo voy a decir una sola vez Rodrigo…-dijo en un tono distinto- no vuelvas a gritarme- su voz se hizo más ronca y un escalofrió me recorrió el cuerpo- una vez más y es la última vez que te lo pregunto, donde estás?- repitió

-en..en, en mi departamento –respondí después de un minuto

-no te muevas de ahí, voy en camino- no alcancé a contestarle nada porque cortó, volví a marcarle pero no volvió a contestar.

Dejé caer el celular y volví a tomar la cerveza que había comenzado a beber antes, aun con la mente en blanco me quede en el sillón con la cerveza en  la mano…

Después de un rato, el timbre sonó, miré la puerta y dude en abrir, pero al final me rendí y me levanté.

Cuando abrí la puerta lo vi muy serio apoyado en el marco de la puerta, se veía molesto y sin decir nada entro al departamento, yo estaba aún en blanco, no dije nada cuando entro solo cerré la puerta y me gire para mirarlo

-no lo vuelvas a hacer- dijo mirándome seriamente- te quedo claro?

-no…no…no entiendo… no entiendo lo que haces- se giró y me dio la espalda, cuando volvió a mirarme su expresión había cambiado

-no hay nada que entender- dijo sonriendo, con esa sonrisa , esa seductora, burlona y sexi sonrisa

-porque… Tomas porque no…-no termine la pregunta porque no sabía cómo completarla

-porque fingí no recordarte?, porque no le dije a Santiago que hace unos días estuvimos juntos y tuvimos sexo?- lo mire desconcertado…- quieres que se lo diga?

-NO!- conteste de inmediato, aterrado él se rio

-entonces que es lo que no entiendes, está claro que no quieres que alguien se entere de que te gustan los hombres, cual es el problema entonces

-tu..tú.. actúas extraño… Tomas no te entiendo- logre hablar seguro- porque desapareces? Porque nunca contestas mis llamadas? Porque no estabas cuando…-me callé, era hasta vergonzoso decirlo, me sentía patético

-porque no estaba cuando despertaste en la mañana?- pregunto divertido, sentí el color subir a mi cara- que pasa Rodrigo?, para que te quedes tranquilo si recuerdo tu nombre…- se está burlando - me extrañaste cuando despertaste? O…-se calló por un minuto- o es que tenías ganas de más? –levante mi cabeza y lo miré, sentía mi cara arder y mi pulso se había disparado, el me miraba sonriendo, con suficiencia, en el fondo estaba tan seguro de lo que hacía conmigo…-es eso entonces?...oh nene eso se puede arreglar…- mi respiración se aceleró cuando comenzó a caminar en mi dirección

-no- dije casi en un murmuro- no soy tu juguete- lo mire lo más seguro que pude, él se detuvo por un instante y con su mirada me examino por completo, parecía recorrer mi cuerpo muy concentrado, me ponía nervioso, volvió a caminar hacia mí, yo retrocedí hasta chocar con la pared, se acercó hasta acorralarme…

-si lo eres –sonrió seductoramente- eres un lindo juguete- tomo mi rostro con una de sus manos y me beso apasionadamente, quise separarlo pero después de un par de intentos de alejarlo, solo me deje llevar y correspondí su beso con ansia... me abracé a su cuello y enrede mis dedos en su cabello, sus manos bajaron hasta mi polera, la que comenzó a levantar mientras acariciaba mi torso con pasión, cuando quito mi polera sus ojos se centraron en mi cuello y pecho… sonrió…- aquí quedaron rastros de la última vez, hice un buen trabajo- me guiñó un ojo.

Tomándome desde el pantalón me hizo girar y caminar de espalda, mis piernas chocaron con el sillón y caí sentado, lo mire y aun sonriendo se quitó la camisa, empujando mi hombre me hizo recostar y subió sobre mí en el sillón, volvió a besarme mientras con mis manos recorría su espalda, toma una de ella y la puso por sobre mi cabeza, besando mi cuello susurro en mi oído…-¿quieres jugar?- no contesté, su otra mano bajo por mi pecho y se metió por debajo de mi pantalón donde la cerro con fuerza haciendo presión, yo di un gemido mientras sentía una de sus manos entre mis piernas apretando con fuerza y su boca morder mi cuello…-dilo- repitió….-¿quieres jugar?- volvió a morder mi cuello y a hacer presión con su mano… me sentía ahogado, respiraba entre cortado y en un suspiro le respondí…- si…- sus ojos se encontraron con los míos y esa sonrisa sexi y juguetona apareció…- vamos a jugar entonces…- dijo riendo.