Piensa en frío... él alteró mi mundo (18)

-necesitaba verte- dijo en un suspiro- que me hiciste… - no alcancé comprender lo que decía ni mucho menos a elaborar una respuesta en mi cabeza, Fernando, MI Fernando…. Me tenía arrinconado, con mi espalda a la pared, me besaba con desesperación

Hola.... :(

no tengo cara, enserio, se me cae la cara de la verguenza por la demora excesiva, juro que mi intension no ha sido darle "suspenso" a la historia, si no que todo lo contrario, moria de ganas por publicar, y esque mi tiempo ha sido de caos total, tenia este capítulo listo hace un par de semanas pero, me parecio que estaba incompleto, por eso preferí esperar, mas aún D: , espero me perdonen de verad...

La semana pasada contesté algunos correos que me enviaron, los que agradezco de todo corazón, en serio, es muy bueno saber que hay impaciencia de parte de algunos para saber la continuacion de esta historia.

Quiero contarles que estoy impaciente por ecribir mas, pero el tieempo no me acompaña para nada, les pido perdon, disculpas y les suplico que no me odien, de verdad jajaja, juro que seré mas constante, espero de todo corazon lograr tener listo el siguiente capitulo la proxima semana, como también espero que aún hayan interesados en leerlo D:

bueno, no los aburro mas, como siempre muchas gracias por leer, espero sus comentarios, criticas, valoraciones, contructivas y destructivas también, todo sirve, como a algunos les comenté por correo y como creo que ya he mensionado con anterioridad, el hilo de la historia no lo tengo para nada definido, tengo varias ideas para el capitulo siguiente que van a estar plasmadas, lo juro, pero aún así, estoy lejos de decidir que pasara finalmente con la historia, por lo tanto ni siquiera he pensado en terminarla, pero piendo que también puede comenzar a aburrir si se hace muy extensa, por lo mismo, es que les pido cada vez que publico (si, se que no lo hago muy seguido), que comenten, aqui o en mail, estaré encantada de saber sus opiniones, como siempre.... no doy mas lata, espero lo disfruten, confieso que yo ame escribirlo, y esque llevaba tanto tiempo sin escribir que estoy hasta emocionada, estaré atenta a sus comentarios y críticas de todo tipo...

una vez mas y desde el fondo de mi corazon les pido las mas sinceras disculpas y perdon por la muuuuuuuuuuuy larga demora... lo siento :(

un beso a todos quienes se den el tiempo de leer, atenta a sus comentarios, y espero escribirles muy pronto... de verdad espero...

Cariños a todos, comenten!! :D

PD: este capítulo me parece que es un poco mas largo que los anteriores, tómenlo como una forma de disculparme por la demora :(

.....................................................

Rodrigo

Si bien todo iba como yo suponía, o más bien como yo esperaba, si bien las reacciones de Fernando habían sido exactamente las que yo esperaba, a estas alturas, me estaba poniendo ansioso, quería resultados, y los quería rápido, de alguna forma tendría que apurar las cosas…

Fernando

Hace un par de horas ya que había vuelto a casa, pasar la noche con Santiago había hecho que las cosas se calmaran, en el ultimo tiempo habían ocurrido de forma tan rápido tantas cosas, me recosté sobre la cama y un millón de imágenes se me vinieron a la cabeza, como había cambiado mi vida desde que Santiago había aparecido en ella, recordé cuando notaba sus miradas, las que al principio ignoraba pero que con el pasar del tiempo fueron intrigándome, hicieron que despertada mi interés en él y que al final fuera en lo único en lo que pensaba, recordé las situaciones desagradables que habíamos vivido, así como también las cosas buenas que aunque quizás eran menos por las idioteces que he hecho, aun así, han significado tanto para mi, en realidad para los dos.

Mi madre me hizo un pequeño interrogatorio en cuanto entre a la casa, y es que en el ultimo tiempo había pasado la noche fuera varias veces y eso le extrañaba, más aún porque ella sabía que mi relación con Camila había terminado, entonces…. ¿Dónde pasaba las noches?, como podría contestarle eso, aun no me sentía seguro de hablar del tema con mi familia, amo a Santiago de eso no tengo ninguna duda, y por ningún motivo lo quiero perder, pero no sé cómo va a reaccionar mi familia el día que se enteren que estoy enamorado de otro hombre, si bien hay opiniones que no me importan en los absoluto, como la de mi padre, también están quienes son mi vida, mi madre y mi hermana y me aterraba pensar en su reacción…

En eso estaba cuando golpearon a la puerta…

-puedo pasar?

-ya estas adentro

-hermanito…. Quería hablar contigo- Bárbara es mi hermana mayor aunque es como si fuera una niña pequeña

-que pasa? – le pregunte

-estoy preocupada, en realidad es mama quien está preocupada, en el último tiempo has estado muy extraño- claro, las cosas cambiaron tanto, pensé- Fernando, tu sabes que sea lo que sea que te pase puedes contar con nosotras, lo sabes cierto? – la mire por un segundo y sentí una angustia enorme al darme cuenta de que no era capaz de contarles lo que estaba pasando, no era capaz de decirles lo feliz que estaba desde que Santiago y yo estábamos juntos, no me atrevía

-bárbara… claro que lo sé, y no pasa nada, quédate tranquila

-bueno si no pasa nada entonces porqué estas así?

-así como?

  • así!! Extraño. Mas callado de lo usual, aveces pasas la noche fuera y ni siquiera avisas para que mama no esté preocupada por ti, ni mucho menos cuentas donde es que te has estado quedando

-ya se los dije- comencé a ponerme nervioso con sus preguntas- me quede en casa de un amigo, y bueno he estado muy ocupado, con la universidad, pero eso es todo, tienen que estar tranquilas.

-ok voy a confiar en lo que dice –sonrió-  y ahora quiero que hablemos de otro tema

-qué ocurre?

-este fin de semana, mama quiere hacer una comida familiar para celebrar mi cumpleaños, por lo que te pido que no hagas plan alguno para el fin de semana, no podrías no estar ahí

-tu tranquila, claro que voy a estar… ahora- la idea cruzo mi cabeza en un instante y ni siquiera lo pensé antes de preguntar- te importaría si traigo a alguien ese día?

-eh – mi hermana me miro como sorprendida- claro, claro que no hay problema, pero, dime quién es? Acaso tienes novia nueva?

-eh no!, es un amigo, él es un amigo

-un amigo?

-claro, un amigo, bueno, puedo o no?

-eh, obvio que puedes, si es un amigo tuyo no hay problema

-segura? No te molesta? Digo, es tú cumpleaños y… mejor no, no es buena idea, no importa…- me arrepentí

-qué?! No!, tranquilo, claro que no me molesta, tráelo, es bueno que conozcamos a tus amigos

-ok – sonreí, imagine que a Santiago le gustaría la idea, espero

-pero dime….-mi hermana se puso muy seria- ese amigo… es con el que te has quedado las veces que no has llegado a casa?

-eh si, si es el

-ah entonces perfecto, me parece excelente que lo traigas, algo debe tener de especial que quieres traerlo, genial- sonrió- bueno hermanito me voy, descansa- me beso en la frente, tal como ella y mi madre lo han hecho desde que era pequeño, y salió de la habitación

Me sentí un poco mejor por haber hablado con ella, aunque no le contara las razones, era cierto que me quedaba con Santiago cuando no llegaba a casa, al menos en eso no les estaba mintiendo…

Mi madre tiene la costumbre de hacer una comida familiar, con los parientes más cercanos, para celebrar cada los cumpleaños de mi hermana y el mío, a Bárbara le encantan estas “reuniones familiares”, en cambio a mí me parecían lo más aburrido del mundo pero no sería capaz de negarle algo a mi madre, ahora, que Santiago estuviera en ella, la mejoraría mucho, me sentí un poco tonto, pero la idea me emociono bastante y no aguantaba las ganas de hablar con él para decírselo, asique lo llamé enseguida

-hola?- me pareció haberlo despertado

-hola… te desperté?

-sí, volví a dormirme pero no importa

-si quieres te llamo luego

-no no, está bien

-quería preguntare algo

-que sería?

-este fin de semana, el día sábado, tienes planes, tienes algo que hacer?

-eh no, no de hecho no he pensado en nada, ni siquiera sé cuando llegan mis papás así que no, porque lo preguntas?

-bueno perfecto… no hagas planes, porque vas a estar ocupado

-ah así?- lo escuche reírse, amaba cuando se reía- y porque? Que se supone que tengo que hacer?

-bueno, tienes que venir a mi casa a una entretenida comida familiar para celebrar el cumpleaños de mi hermana- esperé que me hablara, pero se quedó mudo- Santiago? Me escuchas?

-sí, si te escucho

-paso algo?

-por qué quieres que valla?

-eh bueno, pensé que quizás querrías conocer a mi familia – me arrepentí enseguida de todo lo que había imaginado- pero si no quieres, está bien, no tiene importancia, ya

-que no!. No me malinterpretes, no es que no quiera, es solo que me parece extraño que me pidas esto, o sea, que tu familia no va a encontrar extraño que llegué yo a una comida familiar?

-bueno, quizás les extrañe, pero mi hermana está de  acuerdo, eso es lo que me importa, y por otro lado, ya es hora de empezar a hacer bien las cosas, no crees?- volvió a quedarse mudo por un minuto

-claro, está bien, entonces si es así, y si tú quieres que valla, yo voy feliz- sentí un alivio enorme al escucharlo

-genial, entonces ahora vuelve a dormir… hablamos después?

-sí, claro, hablamos luego, un beso

Tomás

-que vas a hacer?

-marcela por dios, puedes dejarme en paz?- mi hermanita llevaba horas insistiendo con que le contara que era lo que haría para que Santiago volviera a estar conmigo, me pregunto si sabía que tenía novio y para desgracia mía, en un descuido le dije que eso no era problema, que yo lo arreglaría… bueno, ahí empezó mi calvario

-tomy, tomy por favor –me pedía- no me parece bien que te entrometas en la relación de Santiago, por favor, tomy

-a mí lo que no me parece es que tu entrometas en mis cosas- le interrumpí- cuantas veces tengo que repetirte que no opines

-es que está mal!

-ni siquiera sabes lo que quiero hacer- me reí

-y no sé si quiero saberlo… tomas por favor, si volvimos a vivir aquí era para que tú te sintieras mejor y ya dejaras de meterte en tantos problemas, tomas escúchame!!- grito cuando se dio cuenta de que la estaba ignorando, me molesto

-no! –le grite- escúchame tu- tome su brazo con fuerza y la lleve casi arrastrando a la puerta- no vuelvas a entrometerte en mis cosas! Te queda claro?!

-tomas suéltame, me estas lastimando- y lo hacía, tenía su brazo presionado con mucha fuerza – sal de aquí- la empuje fuera

Para mi tranquilidad mi hermana se había cansado y no volvió siquiera a tocar a la puerta de mi habitación, el tema de Santiago no estaba abierto al dialogo, era una decisión ya tomada el que lo iba a recuperar, a cualquier costo, Santiago volvería a ser mío…

Después de un par de días decidí que ya no podía seguir esperando que respondiera mis llamados, ni mucho menos que intentara comunicarse conmigo, por eso decidí que lo mejor sería ir a buscarlo yo, asique fui a verlo a su universidad.

Santiago

Vienes… al fin día viernes, Fernando me había dicho que pasaría el rato del almuerzo en la biblioteca estudiando para un examen, pensé en ir donde él estaba, pero no tenía sentido si había ido allí para estudiar, preferí dejarlo, por otro lado Diana y Pablo estaban en la misma situación, ambos con exámenes por lo que no iría a reunirme con ellos, así, ni siquiera me daban ganas de comer, odio comer solo. Iba saliendo de la sala donde había estado en clases cuando mi teléfono comenzó a sonar, ni siquiera me fije en el número, solo contesté…

-hola!... al fin puedo hablar contigo!...-me sorprendió la voz que escuché, miré la pantalla de mi teléfono para verificar que fuera quien yo estaba pensando y si, lo era, Tomas- hey! Pequeño, estas ahí- ese tono tan cariñoso característico de Tomas me hizo reaccionar

-si…si…perdón…hola- conteste un poco nervioso

-cómo estás?

-eh bien, muy bien… tu?

-perfecto… pero podría estar mejor… dónde estás?

-en la universidad- no lo pensé dos veces antes de contestar, además no tenía motivo alguno para mentirle

-perfecto, por la hora supongo que vas a comer algo

-eh si, iba camino a buscar algo…por…porque lo preguntas?

-porque estoy afuera de tu facultad, pensé en llamarte y que bueno que te encontré, no tienes excusa para negarte a comer algo conmigo o no?- maldición, debí decirle que estaba ocupado, porque no tengo el don de la mentira… -vamos Santiago, una comida pequeña con tu ex novio y amigo no significa que vaya a abusar de ti- dijo con cierto tono picarón

-está bien- me resigné- salgo enseguida

Resignado y maldiciéndome por no haber reaccionado de mejor manera, iba saliendo de la facultad cuando para desgracia mía y de mi tranquilidad psicológica y emocional, encontró en la entrada a una de las personas que preferiría no volver a toparme en la vida… Rodrigo.

Rodrigo y su sonrisa de amigo que francamente me desconcertaba, no éramos amigos, de hecho estábamos lejos, muy lejos de serlo…

-Santiago!!  -solo lo miré y lo salude con un gesto con la mano- como estas?! – demasiado emocionado y eufórico para mis gusto

-bien, bien- dije cortante

-que ya te vas?- pregunto apuntado la salida de la universidad que es a donde yo me dirigía

-sí, voy saliendo, bueno, adiós que… -seguí caminando

-momento!- dijo tomando mi brazo- porqué te vas tan rápido… necesito hablar contigo

-eh bueno, ahora no se podrá porque…

-nada nada- me interrumpió- yo también voy saliendo, por eso vamos juntos- sin soltar mi brazo comento a caminar hacia la salida – bueno necesito que me des una respuesta

-sobre qué?

-sobre lo que te pedí- lo miré extrañado con la clara expresión de “no tengo idea de lo que hablas”- lo de las ayudantías!. Santiago por dios donde está tu cabeza- definitivamente donde no debería

-bueno y que respuesta tengo que darte?

-aun no me cuentas si podrás ayudarme con los ramos que te pedí o no

-eh bueno yo… Rodrigo yo no creo que…-ya estábamos en la puerta de entrada de la facultad, como me lo quitaba de encima? Como le decía que no me interesaba en lo más mínimo tener ningún tipo de relación con él?, cualquiera diría que solo tenía que decirlo y ya, pero para mí estos son los tipos de momentos incomodos que no me gustan, que eme desagradan, trataba de encontrar las mejores palabras para escupirle a Rodrigo que no volviera a molestarme cuando sentí los brazos de alguien atravesar mi cintura y su pecho muy pegado a mi espalda, me gire bruscamente por el susto, claro estaba que ese abrazo no sería de Fernando, aunque eso me habría encantado

-hey! Tranquilo pequeño…-dijo tomas levantando las manos y dando dos pasos atrás- antes no vivías a la defensiva… que pasa ahora?, cualquiera diría que no te agrada nada la idea de verme- bingo, pensé

-no, no es eso- maldición- solo me diste un susto y reaccione mal

-bueno…mil disculpas entonces- dijo sonriendo- y quien es el?- preguntó mirando a Rodrigo quien extrañamente se había quedado en silencio

-el…el…él es un… un compañero de la facultad- al menos eso no era mentira

-y el compañero tiene nombre? –dijo Tomas mirando a Rodrigo

-Rodrigo- contesto este sonriendo

-y bueno Santiago… vamos a comer?- pregunto con una sonrisa….

Rodrigo

El mismo, ese era el mismo chico con quien vi a Santiago hace un tiempo en el metro, en mismo que use para insinuarle cosas a Fernando… ahora, al parecer Santiago y el tenían una historia, se notaba la tensión entre ellos, sobre todo de parte de Santiago, el otro chico en cambio…. Tomás, se veía relajado, incluso me dio la impresión de que estaba disfrutando el momento, donde Santiago hizo muy obvia su incomodidad. Tomás… sigo sin entender que es lo que tiene en imbécil de Santiago para lograr que se fijen en él hombres como Lucas o incluso es tal Tomás, porque tengo que reconocerlo, es más que atractivo, una idea cruzo mi cabeza pero antes de lograr procesarla, me reí de lo tonto que era. Los vi alejarse, di media vuelta y entré nuevamente a la universidad, quería acelerar las cosas, quería resultados YA!, estaba cansado de tener que sonreír y hacer como si el imbécil de Santiago me agradara… pensaría muy bien en como acelerar los resultados.

Santiago

Decir incómodo, era muy poco para expresar como me sentía en este momento, Tomás y su sonrisa cálida sobre mi todo el tiempo me estaban incomodando, eso y su insistencia en recordad viejos tiempos donde estebábamos juntos.

-tan malo es?- preguntó?

-de que hablas?

-de eso, tan malo es juntarte a comer algo con tu ex novio?

-eh..por…porque lo dices..no… yo

-no entiendo la razón por la que estás tan incómodo, hoy en particular-ni yo mismo lo entendía- que, será que tu nuevo novio resulto ser muy celoso y te da miedo que sepa que nos juntamos?- se aventuró a preguntar

-no, no es nada de eso- mentí, porque esa era justamente una de las razones por las que estaba tan incómodo, esa y varias más de hecho

El rato que estuvimos juntos, fue incomodo, tenso, al menos para, si… definitivamente lo fue para mí, porque Tomas a diferencia de mí parecía disfrutar del momento, eso me desconcertaba, más aún, además… moría de ganas de ver a Fernando.

Apuré mi almuerzo con Tomas lo más que me fue posible, tampoco quería ser descortés con él, pero me incomodé más aún cuando noté cierta cercanía que parecía comenzar a tener hacia mí, comí lo más rápido que pude y me excusé diciendo que tenía que volver a casa rápido, quiso acompañarme pero lo convencí de que no era necesario, en cuanto llegué… corrí a la cocina por un vaso de agua y luego a mi habitación, las casa seguía desierta, puse mi cabeza en una de las almohadas de la cama y me relajé, al rato vi la hora, cuatro de la tarde, no aguanté las ganas y marqué a su celular…

-hola!- no alcanzó a marcar una segunda vez cuando mi novio contestó

-hola… estás ocupado?

-no ya no, de hecho, iba a llamarte- se rio- dónde estás?

-en casa, llegué hace muy poco

-bien, quieres que valla a verte?

-tu qué crees?- me reí, este hombre jamás iba a dejar de ponerme nervioso

-espero que si….-calló por un minuto-muero por estar contigo, ahora- un suspiro

-te espero entonces- mi cuerpo dio un pequeño temblor, mi corazón se aceleró y me temblaron las piernas, quería verlo, lo quería conmigo, ahora, en este preciso momento cuando estaba recostado en la cama, reprimiendo la enorme necesidad de sentir sus brazos, sus besos, sus caricias… me estremecí al recordad las veces que habíamos estado en esta misma cama… Dios! la poca cordura que tengo se está desvaneciendo por completo

Salí de la habitación, sentía el aire pasado y denso ahí dentro, baje la escalera y me dirigía a la cocina, agua, un vaso de agua, eso me calmaría, o quizás mejor un litro, que demonios me pasaba, sentía un escalofrío recorrer mi cuerpo y una ansiedad desesperante que me había temblar al pensar que en cualquier momento el timbre anunciaría que estaba aquí.

Salí de la cocina rápidamente y me deslice por el sillón, prendí la televisión y comencé a buscar algo interesante en ella, sin éxito, al rato después, el timbre sonó… me levanté del sillón, nervioso, ansioso, con el corazón en la mano y las piernas temblándome, MIERDA!... CONTROL SANTIAGO, CONTROL!.... no miré si quiera por la ventana de la casa quien estaba en la puerta, sabía que era él, corrí a abrir y en cuanto lo vi mi respiración se detuvo por un minuto…

-necesitaba verte- dijo en un suspiro- que me hiciste… - no alcancé comprender lo que decía ni mucho menos a elaborar una respuesta en mi cabeza, Fernando, MI Fernando…. Me tenía arrinconado, con mi espalda a la pared, me besaba con desesperación, era bueno saber que no solo yo estaba tan ansioso de tenerlo a mi lado una vez más.

No había que decirlo, ni siquiera tuve que pensarlo, me separe de él por un segundo para mirarlo a los ojos y lo vi, la ansiedad, la desesperación, el deseo y por primera vez me pareció ver una ola de lujuria en su mirada, Dios! este hombre iba a volverme totalmente loco-si es que ya no lo estaba- tiré de él nuevamente para volver a besarlo, con rapidez, con furia, con deseo, fuimos andando hacia mi cuarto, aquel que él ya conocía a la perfección, y en el camino, lo más rápido que pude, quité su camisa sin dejar de besarlo y él quito la mía con desesperación, volví a mi mirarlo y el fuego en sus ojos estaba aún más intensificado, si es  que eso podía ser, mi desesperación aumentó, él siguió besándome mientras caminábamos a tropezones hacia mi cuarto, su boca abandono la mía y una angustia se apodero de mi por una milésima de segundo, la calma y la excitación volvieron cuando sentí sus caricias en mi espalda y sus besos en mi cuello, apasionado besaba mi cuello y mi pecho con desesperación, al fin llegamos al cuarto y caímos a la cama con el sonido de un gemido de mi parte hacer eco en la habitación, tomo mis brazos y los puso por sobre mi cabeza, con una de sus manos me inmovilizó quedando sobre mí, mientras con sus besos me hacía perder el control y gemir ya descontrolado, me encontraba ya en el tercer cielo cuando la otra de sus manos intensificó las caricias en mi abdomen, descendiendo hasta sin bajar el cierre de mi pantalón, introducirse en él y presionar mi miembro con una fuerza descomunal que me hizo gemir con fuerza, su boca volvió a la mía mientras acariciaba intensamente aquella parte de mi cuerpo, quería tocarlo y él lo sabía, pero mis brazos seguían presionados por una de sus manos, me estaba volviendo loco, sentía mi cuerpo arder y su mano entre mis pantalones quemaba- por..p..por f..por favor- rogué- Fernando…por favor- volvía  a rogar- sin apartar su boca de la mía, mis gemidos eran ahogados por sus besos…

-que me has hecho- repitió, sin dejar de besarme y sus ojos volvieron a encontrarse con los  míos, nuestras respiraciones se calmaron por un momento, y el brillo en sus ojos me hizo sonreír, pero… -no puedes dejarme así- me reí y él se contagió con mi risa- no mi amor, no podría- y ahí vamos una vez más, los besos apasionados, las caricias que queman, aun si soltar mis brazos pero sacando la mano de mi pantalón, comenzó a tirar de esté para sacarlo, definitivamente era un estorbo, como  lo hizo tan rápido no lo sé, pero en un segundo me encontraba aun con los brazos sobre mi cabeza y completamente desnudo, dando gemidos ahogados mientras sentía su mano acariciar fuertemente mi entre pierna- para…para…oh!..feña…para por favor- se detuvo y di gracias a Dios de que lo hiciera, o perdería la conciencia en cualquier momento, sentí su mano presionar con menos fuerza mis brazos, por lo que rápidamente me moví logrando que me soltara, lo miré a los ojos con la misma lujuria que había en los suyos, se paró a los pies de cama y con rapidez me moví para sentarme frente a él y besar su pecho dejando marcas en él mientras desabrochaba su pantalón con euforia, una vez despojado de sus ropa, acaricie su pecho y lo acerque más a mí para besar su entre pierna e introducir su miembro en mi boca, lo oí dar un suspiro y levantando mis ojos la imagen de mi novio con sus ojos cerrados mientras inclinaba su cabeza hacia atrás me cautivó, pero quería más y estaba seguro de que él también.

Sentí una de sus manos en mi cabeza e imitando el momento anterior, llevé sus brazos hacia su espalda y con una de mis manos presione con fuerza, volví a mirarlo, el sonrío aun con los ojos cerrados, su respiración se agitó más aún, su pecho subía y bajaba cada vez más rápidos, y los suspiros pasaron a ser gemidos que resonaban en toda la habitación, no podía dejar de mirarlo, mi boca se movía por inercia propia, y aquella parte de su cuerpo parecía amoldarse divinamente a ella-sant..Santiago…oh..por…-no lograba articular palabra,, no lo pidió, solo movió rápidamente y saco su miembro de mi boca, liberó sus manos y volvió a recostarse sobre mí- no aguanto más- dijo agitado, lo quería, deseaba, cada parte de mi cuerpo lo pedía y cada parte de su cuerpo pedía el mío, volvió a besar mi pecho con fuerza, separo mis piernas y levanto una de ella para ponerla sobre su hombro, sentí como su miembro se abría paso a mi interior, ahogué un grito, presionando mi mandíbula y al abrir los ojos lo vi mirándome atentamente.. mordí mi labio, pareció gustarle- oh! No puedes morder tu labio así-me reí- deja que yo lo haga por ti- volvió a acercarse a mi boca y con el movimiento de su cuerpo, un fuerte gemido salió de mmi boca que fue abordaba con fuerza y pasión, sin dejar de besarme comenzó un movimiento suave pero que se fue intensificando con fuerza, mis manos aferradas a su espalda, enterré mis dedos en él y el suspiró, yo lo dejaba de gemir con fuerza, y cuando sus movimiento se hacían más y más fuertes su boca invadía la mía ahogando mis gritos de placer, y si, tiró con sus dientes de mi labio inferior cuando lo sentí explotar dentro de mí, no necesité tocar siquiera mi miembro para poder venirme con fuerza al mismo tiempo que él, su cuerpo y el mío se tensaron a la vez, abrí los ojos y lo descubrí mirándome atento, una sexy sonrisa atravesó su rostro, con mis manos tome su rostro para acercarlo al mío y comenzar a besarlo con el mismo nivel de pasión con el que él me beso- oh! Santiago- gimió en mi boca- quiero hacerte mío de nuevo- ahora el gemido se escapó de mi boca- y que esperas- nos miramos por un momento, Fernando aún permanecía dentro de mí, y comencé a sentir su miembro volver a crecer en mi interior, sus besos bajaron a mi pecho una vez se separó por un minuto para mirarme a los ojos, no hizo falta que lo dijera, me volteé quedando boca abajo en la cama y el volvió a entrar en mí, sus suspiros me estremecían, sus caricias y besos en mi espalda me estaban volviendo completamente loco, flexionó un poco mi pierna derecha y volvió a moverse, lentamente, muy lentamente, yo no dejaba de gemir, desesperando y completamente extasiado, sentía su boca en mi cuello, los sonidos que salían de ella llegaban directamente a mi oído y me hacían vibrar, recorrió lo su lengua mi cuello, mis manos se aferraban a la cama con fuerza, sus movimientos de aceleraron y yo gritaba de placer, cada vez más y más rápido, sentía mi cuerpo arder, sentía su cuerpo quemar sobre el mío y lejos de desagradarme, la sensación me encantaba, una vez más su cuerpo se tensó al mismo tiempo que su mandíbula se apretó con fuerza en mi hombro, eso definitivamente dejaría una marca, pero me gustaba, sin dejar de apretar los puños con fuerza en la cama y sin hacer ningún intento de callar, me vine con un grito desgarrador de placer que atravesó todo mi cuerpo, Fernando calló sobre mi espalda exhausto, su respiración se acopló con la mía, yo aún estaba flotando y de a poco iba recuperando la conciencia, él se bajó de mi para moverse a un lado, aun con los ojos cerrados y respirando con dificultad, lo miré, abrió los ojos y me sonrió.

Pasó uno de sus brazos por mi espalda y me acerque para darle un pequeño beso en la nariz, no dijo nada ni él ni yo, ninguno de los dos tenía la fuerza necesaria para articular palabra, caímos rendidos en un profundo sueño luego de que él se moviera un poco para alcanzar una manta y colocarla sobra ambos…

Tomás

Maldición!, no duró nada, que inútil más grande, me moví de la cama frustrado recogí del suelo mi pantalón y sentía la mirada de aquel a quien acaba de follar y que ni siquiera recordaba el nombre, luego del almuerzo con Santiago, como no logré convencerlo de acompañarlo a su casa, pase a un bar por una cerveza, un tipo joven, vestido muy formal, me miraba sonriendo coquetamente, le devolví la mirada y la sonrisa, tome mi cerveza y caminé hacia él, hablamos por un rato y terminamos aquí, en su departamento follando, lástima que siendo un hombre tan guapo sea una desilusión tan grande en la cama…

-que haces?- me pregunto con los ojos abiertos por la sorpresa

-qué te parece que hago- conteste con ironía

-te vas?, por qué?

-está claro, vine por un solo motivo y resultaste ser una desilusión, no tengo para que quedarme eh… -con un demonio no recuerdo su nombre

-Cristian- dijo adivinando

-claro, claro eso, Cristian… -me reí, tampoco me importaba recordarlo- adiós

Salí de la habitación y lo escuché habar pero no me importó y tomando la chaqueta que había dejado en el living abrí la puerta del departamento y volví a la calle… y ahora?, un trago, eso necesito.

Volví al bar donde encontré a Claudio, o no, Cristian, eso, bueno da igual. Me senté en la barra y después de un rato volví a sentir una mirada en mi hombro, giré mi cabeza y lo vi, el tipo ese, el que estaba con Santiago… le sonreí, y el pareció sonrojarse, un suspiro y caminé hacia él…

-hola, nos volvemos a encontrar…- le dije con una sonrisa

-hola – parecía nervioso, me reí

-como estas?… Rodrigo

Santiago

Desperté y miré a mi lado, el brazo de Fernando seguía sobre mí, y mi novio dormía plácidamente, dando pequeños suspiros, wow, jamás me cansaría de verlo, miré hacia el costado de la cama y con el mayor cuidado para no despertarlo me moví y tome mi celular… ocho de la noche…y como no, si ambos estábamos agotados.

Me levanté con cuidado y me puse el pantalón, salí de la habitación sin hacer ruido y caminé a la cocina haber que encontraba de comer, saqué algunas cosas y las puse sobre la mesa, unos platos y subí a la habitación para despertar al guapo que dormía desnudo en mi cama, cuando entré lo encontré de pie, poniéndose los pantalones…

-hola- sonreí- venía a despertarte para comer algo

-genial, muero de hambre- se acercó a mí y me besó con ternura

Bajamos a la cocina y nos sentamos a comer, en verdad ambos moríamos de hambre, según Fernando el ejercicio físico aumentaba el apetito y nosotros nos ejercitamos bastante, me reí ante su respuesta

-entonces?- preguntó- vas a ir?

-donde?- lo miré extrañado

-a mi casa, mañana, el cumpleaños de mi hermana

-quieres que valla?- le pregunte porque no quería que se sintiera de alguna manera presionado a invitarme

-claro que quiero, de hecho, ya le dije que alguien me acompañaría- me sorprendió

-y que fue lo que le dijiste exactamente? –Fernando se tensó por un momento- mi amor tranquilo, le dijiste que ibas a llevar a un amigo?- pregunte sonriendo

-si- contesto con tristeza

-ok… no hay problema, claro que voy- me sonrió

-lamento haberle dicho que solo eres un amigo, pero

-hey!- le interrumpí- está bien!, de hecho me parece lo más correcto, digo, no sé si a tu hermana le gustaría que le dijeras “te presento a mi novio” el día de su cumpleaños – me reí- está bien, tómatelo con calma, no hay apuro- una hermosa sonrisa de alivio atravesó su rostro

Al rato después, Fernando decidió no quedarse en mi casa, me explico que su madre estaba preocupada por las contantes noches fuera, noches en las que estaba conmigo, y que no sabía cómo explicarle que esas noches se quedaba en la casa de su novio, por lo que no decía nada y eso la mantenía más preocupada aún, acordamos que era mejor que se fuera, aunque en el fondo me hubiera encantado pasar la noche juntos, se despidió con un largo beso y miles Te amo, quedamos en que al día siguiente nos reuniríamos a una cuadra de su casa, me explico quienes estarían y me hablo un poco de cada uno de los familiares que asistían a esta “celebración familiar” me estremecí cuando lo mencionó de esa forma, él quería que yo fuera y estuviera presente en el cumpleaños de su hermana, me estaba haciendo partícipe de su familia, aunque le angustiaba no hablarles con la verdad a su hermana y su madre, lo tranquilicé diciéndole que no había porque apurarse, una mueca de desagrado atravesó su rostro cuando me nombro a su padre, me dijo un par de cosas que obviamente no me agradaron, pero lo que más le preocupaba a él, era que su padre era un “maldito troglodita” como el mismo lo definió, en consecuencia, su padre es un hombre homofóbico, porque me lo contaba? Bueno porque su madre-como toda mamá- comenzaría con ese típico interrogatorio de novias y ese tipo de cosas, en mi caso no me han sometido a ello, porque si bien mi familia acepta mi decisión, me piden que sea cauteloso, solo una vez tuve una charla sexual con mi padre, que junto todo el valor posible y me hablo de algunas cosas que hoy recuerdo y sonrió porque valoro demasiado intento, ahora en cambio, el padre de Fernando, según el mismo dijo no sería para nada tolerante si yo decía que soy gay, le pregunte s prefería que mintiera, mi novio dijo que no quería hacerme mentir, que no era justo, pero que no sabía cómo evitar que su padre me hiciera sentir mal, lo tranquilicé, no sería la primera persona que me habla con desprecio o me dice alguna pesadez y claramente se lidiar con ello, por lo que en conjunto, decidimos que si surgía la pregunta entonces yo sería sincero, y que él no dejaría que su padre hiciera comentarios ofensivos, lo que agradecí de sobre manera porque no soy bueno mintiendo.

Al día siguiente salí con bastante tiempo antes de encontrarme con Fernando, si iba a saludar a su hermana tenía que llevarle un presente, el problema era ¿Qué?, por eso recorrí el centro comercial hasta que encontré algo que me pareció apropiado, con bueno tiempo aún, caminé tranquilo a encontrarme con mi novio.

Me senté en el lugar donde habíamos acordado juntarnos y a los poco minutos lo vi caminando hacia mí, cuando me vio sonrió, Dios! estaba atónito, se veía excesivamente guapo, cuando estuvo a mi lado y antes de que lograra articular palabra se acercó a mí y depósito un pequeño beso en mis labios mientras toma una de mis manos, quedé en shock, un beso, aunque fuera pequeño, un beso en público, eso no lo esperaba para nada, sentí las miradas de algunos curiosos sobre nosotros, y uno que otro cuchicheo, sonreí embobado…

-vamos?- parecía ansioso

-vamos-contesté automáticamente- caminamos en dirección a su casa- y eso? Que fue?- él sonrió

-un beso, por qué?, te molesto? –pregunto sonriendo

-sabes que tus besos no me molestan para nada, solo me sorprendió

-bueno, quiero empezar de a poco, claro que en mi casa no es un buen momento para empezar a ser sincero con mi familia, Santiago tus sabes que quiero hacer esto y que…

-basta- lo interrumpí- no quiero que hagas nada de lo que no te sientas listo, está todo bien, quédate tranquilo, lo tranquilicé

Llegamos a su casa y cuanto puse un pie dentro de ella una mujer mayor, con un elegante vestido color crema, apareció por una puerta sonriendo amablemente

-hola cariño!- dijo mientras me abrazaba- tú debes ser Santiago- me sorprendí

  • Santiago- dijo Fernando- ella es mi madre- le dije que es en tu casa donde me he quedado varias noches- sonrió

-deben ser muy amigos ustedes dos, que Fernando haya traído a alguien es toda una novedad, me alegro de conocerte- dijo al mujer con una resplandeciente sonrisa

-igualmente- contesté un poco tímido

Segundos después apareció por la misma puerta, una hermosa rubia de cabello largo, piel blanca y unos asombrosos ojos verdes, en verdad muy guapa…

-hola!- dijo efusivamente mientras se acercaba para abrazarme- tú debes ser Santiago- sobre sorpresa

-es mi hermana- dijo Fernando – Bárbara

-oh! Bárbara mucho gusto, y muy feliz cumpleaños…. –extendí el paquete que traía en mis manos con su regalo

-oh! No debiste molestarte, muchas gracias- me sonrío amablemente

Después de una pequeña conversación con las dos mujeres, un interrogatorio donde me pedían explicaciones de donde había conocido a Fernando, de porque se quedaba tanto en mi casa y una serie de cosas más, miraba a Fernando y tenía una expresión de súplica, en un momento se acercó a mí y dijo “lamento exponerte a este interrogatorio” lo tranquilicé y seguí conversando con las dos mujeres., al rato después Fernando las interrumpió diciendo que me dejaran en paz, lo mire reprochándolo, en realidad no me estaban molestando, de hecho eran graciosas, sobre todo su hermana.

Salimos a la parte trasera de la casa, la verdad es que no conocía prácticamente nada de su casa, solo su habitación-me sonrojé- cuando salimos pude ver al resto de la gente, Fernando me fui indicando con la mano disimuladamente a cada una de las personas que estaban en la casa, los apuntaba, decía su nombre, el parentesco que tenían con mi novio y una que otra descripción como “no hables con él después de una hora, el alcohol le hace efecto muy rápido” me causo gracia las caras que ponía cada vez que nombraba a alguien, hasta que su expresión cambió drásticamente para volverse rígida, la sonrisa se fue de inmediato y su expresión se volvió dura.

-mierda, pensé que no vendría- dijo molesto

-ah? Quién? –pregunté mirando a todas las personas que estaban en la casa

-cuando salí a encontrarme contigo, no había llegado aún- seguía molesto, muy molesto- tenía la esperanza de que no vendría

-Fernando no entiendo-le dije frustrado- de quien hablas?-él dio un suspiro

-mi padre- dijo mirándome con un gesto de  disculpa- es el que está ahí- apunto hacia donde se encontraba

Lo miré, intrigado, Fernando no hablaba de su padre, y ahora entiendo por qué, claramente no le agradaba, en ocasiones cuando le preguntaba de su familia con el fin de conocerlo más, siempre me contaba sobre su madre y su hermana, a quienes me había quedado muy claro que adoraba, pero su padre, recuerdo en una ocasión haberle preguntado por el, mi novio hizo un gesto de desagrado por lo que no insistí, solo sabía de mi “suegro” que era quien había comprado el auto de Fernando, y que de hecho, no le gustaba usar, cuando le pregunté solo dijo “no me interesa nada que venga de él”, ahora lo veía frustrado, como si quisiera salir corriendo y llevarme con él, porque me miraba como si me estuviera pidiendo perdón por algo que yo no sabía, o no entendía, miré una vez al hombre sentado en una esquina, hablando con dos mujeres mayores, su expresión era rígida, vestía de manera formal y su rostro tenía una expresión de molestia y desagrado, como si le molestara estar aquí, fuera de eso, era un hombre alto, de piel blanca y cabello negro azabache, con unos ojos grises, dios! Fernando era el retrato de su padre, con la diferencia de que en los ojos de mi novio no existía esa mirada despectiva hacia los demás, mirada que su padre tenía incluso hacia quienes estaban a su lado, su familia… me molestó, volví los ojos a mi novio, se veía incómoda

-estas bien?- le pregunté tomando su brazo, el me miro un minuto como desorientado

-claro, si, es solo que, él no me agrada- hizo una mueca de molestia- no te habría pedido que vinieras si hubiera sabido que él vendría- wow, eso dolió un poco- se suponía que estaba fuera del país, que mierda hace aquí- dijo molesto

-bueno, eh… sí.. si quieres me voy- dije incómodo- la idea era saludar a tu hermana y ya lo hice asique yo…-me miraba con los ojos abiertos llenos de sorpresa

-qué? No!, no claro que no te vas- suspiró- disculpa, no quise decir eso, es solo que, no quiero exponerte a esto

-Fernando no entiendo, en serio- me estaba frustrando, él hablaba con monosílabos que yo no entendía

-escucha, mi padre es una persona…desagradable, por decir lo menos…-suspiró y tomo airé- cuando dije que no te habría invitado no lo dije porque el problema seas tú, si no que él, lo conozco y  al decir que no te quería exponer a esto, es que si alguien te pregunta sobre lo que ya hablamos y acordamos que serías sincero porque no tengo intención alguna de pedirte que mientas- ok, de a poco voy entendiendo, es sobre ser sincero- bueno, sé que él puede hacerte sentí mal y no quiero eso- repitió frustrado

-oh no, Fernando, ya hablamos de esto, y quizás ni siquiera sea necesario que lo sigamos hablando, creo que nos estamos volviendo un poco paranoicos, quizás a nadie de tu familia le interese preguntarme sobre mi vida amorosa, o quizás ni siquiera noten que estoy aquí- le dije sonriendo, eso esperaba- tranquilo

El dio una pequeña sonrisa, su madre aparecía sin aviso y nos tomó a ambos de la mano para llevarnos con el resto de la gente- mi corazón se aceleró- y comenzó a presentarme a muchos, tíos, primos, sobrinos, parientes lejanos, las novias de los primos y un montón de gente más- pensé que iba a ser una comida familiar, pero por dios, esta familia es muy grande- mire a Fernando y se veía divertido, miraba a su madre como parloteaba exageradamente cuando me presentaba con alguien, como si fuera la gran novedad que su hijo trajera a alguien, en este caso un “amigo” a una comida familiar, todos me saludaron muy cordialmente, también conocí al novio de su hermana, muy guapo y como no, Bárbara era realmente hermosa- esto es de familia- en un momento la madre me soltó y le dijo a Fernando que siguiera presentándome a la familia-estaba cansado- caminó rápidamente hacia dentro de la casa mientras yo la miraba divertido…

-le gustaste

-ah?- lo miré

-a mi madre, en serio le gustaste – tenía una sonrisa que atravesaba su rostro completo, una hermosa sonrisa- y esto fue muy gracioso- se rio

-oh si no te imaginas cuanto- le contesté riendo- tienes una familia muy grande

-de que hablas, aquí solo están los más cercanos- oh por dios, más aún-.

Nos reímos por un momento, hasta que una vez más la sonrisa en el rostro de mi novio desapareció por completo, una línea dura apareció en su boca, oh esa boca- CONCENTRATE!- gritaba mi yo interno, moví mi cabeza como volviendo a la tierra luego de haberme perdido en esa boca durante unos segundos….

-ni siquiera eres capaz de saludar?- una voz ronca hablo a mis espaldas

-pensé que no vendrías- contestó mi novio con frialdad, tuve una leve impresión de quien era la persona de la voz ronca

-como podría perderme la celebración de cumpleaños de uno de mis hijos- contesto el hombre con…ironía? Me giré para estar seguro de que era quien yo creía, y si, esa expresión tensa, de desagrado y molestia, miraba a mi novio como desafiándolo, este estaba en la lista de mis momentos más incómodos –quién es él?- preguntó con desprecio dándome una leve examinada, ni siquiera me conoce y ya no le agradé…wow… o será así con todo el mundo?

-Santiago…-volví mis ojos a Fernando- este es Eduardo

-su padre- dijo el hombre con voz grave, Fernando hizo una mueca

-ho…hola, mucho gusto- contesté lo más seguro que pude, este hombre me intimidaba

-hola- contestó secamente- ¿amigo tuyo? – volvió a preguntar mirando hacia Fernando con seriedad

-por supuesto

-de dónde? – preguntó cómo interrogando, la mirada de mi novio se volvió más tensa y fría

-no te importa- le contesto con el mismo nivel de voz ronca- wow… no lo había visto tan enojado, una sonrisa burlona apareció por una fracción de segundo en el rostro del hombre de mirada fría, sin decir más, dio media vuelta y caminó alejándose de donde estábamos Fernando y yo.

Seguí al hombre con la mirada fija, en serio es desagradable,  de presencia, intimida, asusta, a esto se refería Fernando cuando dijo que podía hacerme sentir mal?, disimuladamente tome la mano de mi novio y la apreté con fuerza por un segundo, para volver a soltarlo rápidamente, el me miró y su expresión se calmó, le sonreí, y después de un minuto,, me guiño un ojo, dios! amaba cuando hacía eso, se veía tan…tan…tan sexy.

Los estragos de nuestro último encuentro apasionado definitivamente seguían en mí…

La tarde comenzó a correr, la expresión y la postura de mi novio de relajaron, por lo tanto yo también estaba mucho más tranquilo, su familia era enserio agradable, a excepción claro de aquel hombre, todo el mundo estaba más que alegre y de hecho, aquellos a quienes Fernando había dicho que les afectaba más el alcohol, eran los más contentos, me reí

-y tu joven!- esa voz ronca de nuevo

-Santiago, papa, se llama Santiago- la voz de Bárbara hizo que me diera cuenta de que era a mí a quien se refería el hombre

-claro eso… Santiago- lo miré- esta es la primera vez que conozco a un amigo de Fernando, cuéntanos de ti- miré de reojo a mi novio su mandíbula estaba apretada y miraba con odio hacia aquel hombre de voz ronca

-que quiere saber?- contesté los más tranquilo y relajado que pude

-que estudias Santiago?, con amigos de la universidad?- una agradable voz llamo mi atención, una de las tías de mi novio

-si- sonreí- amigos de la universidad, justo eso, estoy estudiando medicina- contesté cortésmente, la mujer me respondió con una amplia sonrisa

-oh un médico!- dijo el padre de Fernando- pero mira que interesante, una carrera de verdad, podrías aprender de tu amigo Fernando- que?, lo estaba criticando? Lo estaba comparando?

-oh papá por favor-  volvió a decir Bárbara- mi hermano está feliz con la carrera que estudio

-claro claro- es risa burlona otra vez- solo estoy dando mi opinión

-bien sabes que tu opinión no me importa, no pierdas el tiempo- wow… silencio, un incómodo silencio se instaló en la casa, en todos, no solo yo miraba a Fernando y a su padre que parecían estar en una lucha de miradas bastante peligrosa, otro momento tenso para agregar a la lista

-y tienes novia Santiago?- mierda! Esa pregunta, la madre de Fernando hablo como para romper el hielo que se había creado entre todos, pero solo logró ponerme más nervioso aún

-eh… bueno… no, señora- sentí la mano de Fernando tomar una de las mías por debajo de la mesa, dando un cálido apretón como yo lo hice con él hace un rato- no tengo

-oh una verdadera lástima cariño, eres muy guapo- dijo una de las primas de Fernando, me reí- porqué estás soltero?- maldición, al parecer Fernando sabía perfectamente que este interrogatorio iba a estar presente, por eso me advirtió tanto

-bueno, eh… es solo… que- estaba nervioso

-no creo que estés soltero porque seas un maricón- santa mierda!, me derrumbé, enserio el adre de Fernando era así con todo el mundo?

-papa!- dijo bárbara como reprendiéndolo

-qué?- contesto el hombre riendo

-eso no te incumbe- dijo Fernando con voz ronca, estaba furioso- no vuelvas a hablarle así!- levanto la voz

-oh enserio?- preguntó el hombre con ironía- que acaso di en el blanco?

-no señor- me arme de valor y hablé fuerte, claro y decidido- se equivoca, no soy ningún maricon- bien Santiago, sigue así, firme, vas bien….repetía mi yo interno- soy gay, quizás usted tiene un concepto errado por eso, se lo aclaro

El silencio volvió a reinar entre todos los presentes… -¿enserio hice eso?- mantuve fija la mirada en el hombre que me miraba con desprecio, ni por un momento baje la frente en señal de intimidación, aunque lo estaba, enserio estaba intimidado… miré de reojo a Fernando, me miraba fijamente y por un segundo nuestras mirada se encontraron, sus ojos brillaban, nunca lo vi así, y una leve sonrisa aprecio en su rostro, me sorprendió, pensé que estaría molesto…

-esto es exactamente lo que faltaba- dijo el hombre- tu hijo mezclándose con maricones- hablo mirando hacia la madre de Santiago, que me miraba directo a los ojos con la boca semi abierta, estaba sorprendida, de hecho hasta yo lo estaba, no esperaba ser capaz de esto

-oh por favor  Eduardo- dijo la señora viéndome con una sonrisa amable en el rostro- deja al chico tranquilo,  no vino aquí para ser interrogado ni mucho menos ofendido por ti

-entonces a que mierda vino?!- hablo el hombre levantando la voz

-vino a verme a mí- bárbara- a desearme un feliz cumpleaños y darme un hermoso regalo, que aprovecho de agradecer y decir que me encantó- me guiñó un ojo

-esto es insólito!- comenzó a decir el hombre una vez más, y lo venía venir, veía venir los insultos y las descalificaciones, pero….

-basta!- Fernando, mi Fernando, lo miré- no voy a aceptar que le hables de esa forma ni mucho menos que lo insultes, quien mierda te crees que eres?! – estaba furioso

-no me hables así!, te guste o no soy tu padre y tengo todo el derecho de hablar como quiera

-no eres nadie!- grito mi novio- y no tienes ningún puto derecho a opinar sobre nada en esta casa, grábatelo bien en la cabeza! – Fernando se levantó bruscamente, me miro y no hizo falta que dijera absolutamente nada.

-con permiso- dije levantándome y siguiéndolo cuando comenzó a caminar

Entramos a la casa, Fernando caminó rápidamente escaleras arriba y abrió la puerta de su habitación, la mantuvo abierta para que yo entrara y él entro detrás de mí tirando de la puerta para cerrarla… caminaba de un lado a otro en la habitación, pasaba sus manos por su cabello, estaba exasperado y furioso, de repente se detuvo y me miró, no dijo nada y llevo mi cuerpo de un tirón al suyo para abrazarme, fuerte, se aferraba a mí con fuerza, pero claro que sin llegar a lastimarme, tenía su rostro hundido en mi cuello dándome pequeños besos

-lo siento, lo siento tanto- acariciaba mi espalda y seguía besándome

-tranquilo- le dije tratando de calmarlo- está todo bien

-no!, no está todo bien, no digas eso!

-Fernando… por dios, no importa

-importa!, a mí me importa! Y por favor no me digas que a ti no te importa porque sé que no es así- su voz se quebró- vi tu rostro cuando te habló así y se me partió el alma por haberte expuesto a esta mierda!- vi una lagrima caer por su mejilla

-mi amor…-lo abracé- basta, no hables así

-yo no soy como él- dijo mirándome a los ojos

-por supuesto que no eres como él! No digas eso

-pero…-se veía confundido, frustrado- yo también te traté mal

-oh no Fernando… por favor eso no… eso ya paso, está olvidado- tome su rostro en mis manos

-yo no lo olvido

-pues deberías! –dije seriamente- porque yo lo hice, porque lo que paso ya está en el pasado y ahora las cosas entre nosotros están bien, mi amor por favor.. no te tortures más con eso- le suplique

-es que no te quiero perder- dijo volviendo a abrazarme- no te puedo perder

Se me partió el corazón escucharlo hablar así, como mierda iba a perderme si estaba total y estúpidamente enamorado de este hombre…

Nos sentamos por un rato en la cama, cuando Fernando se calmó, insistió en llevarme a casa, después de pedirle que no lo hiciera, que podía volver a casa solo, repetirle que no podía salir siendo el cumpleaños de su hermana, no hubo caso, no logré convencerlo

Bajamos para poder despedirme de su madre y su hermana, ambas me miraron con una sonrisa en el rostro, al menos no me miraban con asco, eso era bueno… Bárbara dijo que no me preocupara que olvidara el incidente con su padre, y que no hiciera problema porque Fernando me llevara  a casa, que sería mejor así, de esa forma él podría calmarse y volver cuando su padre ya no estuviera en la casa, lo que sería un gran alivio pensado en que podía producirse otra discusión, su madre insistió con lo mismo y al final terminé convenciéndome con que era lo mejor, cuando abrace a mi suegra- dios! me agradaba mi suegra, aunque ella no lo supiera- me beso tiernamente en la mejilla y dijo que era bienvenido en su casa cuando quisiese, que mujer más agradable, me gire para despedirme de la cumpleañeras y la imagen me cautivo…

Bárbara abrazaba con ternura y un aire protector a Fernando que la miraba extrañado, ella acaricio su rostro y sus ojos se humedecieron –eres mi hermano y te amo, siempre será así, no lo olvides- dijo con una sonrisa, Fernando parecía no entender, al igual que yo, asintió levemente y le dio un pequeño beso en la frente a su hermana, quien luego se dirigió a mí y con las misma ternura y sonrisa dijo-eres un chico excelente, y estoy feliz de haberte conocido- no entendía la emoción en sus palabras, pero lo agradecí, me despedí de ella también y salimos rumbo a mi casa, preferimos caminar, así tendríamos más tiempo de poder estar juntos.

Fernando

Cuando legué a casa luego de haberme despedido de Santiago, estaba mucho más calmado, era bastante tarde, y las luces del patio estaban apagadas, supuse que ya se había retirado todo el mundo, busque en la casa a mi madre y la encontré en la cocina preparándose un té para llevárselo a la cama.

-oh cariño, te estaba esperando, todo bien con Santiago?, dime por favor que no se fue molesto

-no mamá tranquila, él está bien

-me alegro mucho, es un chico en verdad adorable, no puedo creer que Eduardo le haya hablado de esa forma, estoy estupefacta

-mamá, por favor, no hablemos del tema –le pedí

-está bien cariño, me voy a la cama y tu deberías hacer lo mismo, te ves agotado

-eso haré, buenas noches – le di un beso en la mejilla y partí a mi habitación

Me sorprendió abrir la puerta y encontrar a mi hermana sentada en la orilla de mi cama, mirando una fotografía en las aparecíamos mi madre, ella y yo, esa fotografía permanecía a un costado de mi cama… se veía triste

-lamento lo que pasó- dije sin prender la luz, no se había dado cuenta de mi presencia

-oh… que bueno que llegaste, estaba preocupada- dijo sonriendo

-de verdad barby - ese era su apodo, impuesto por mí- hermanita de verdad lo siento, no imagine que podía pasar esto

-como está él?- me interrumpió- espero que no se haya ofendido, de verdad- agradecí su preocupación por mi novio, así como la de mi madre

-está bien, quédate tranquila, no es la primera vez que pasa por un mal rato como ese

-es muy injusto

-qué?

-eso, es muy injusto que se le juzgue de esa forma, yo lo adoré- sonreí, ampliamente, de verdad eso era lo que más me importaba- y espero que él lo haya notado- dijo mi hermana sonriendo

-claro que sí, quédate tranquila- la miré extrañado, algo le pasaba, estaba triste- barby que pasa?

-confías en mí?- pregunto de repente mirándome fijamente

-claro que si- le conteste, ella me miró un minuto  y sus ojos se humedecieron

-bueno pues nunca dejes de hacerlo- dijo sonriendo- erres mi hermanito, te amo, y lo voy a hacer siempre, pase lo que pase, entiendes?

-si –contesté sorprendido- porque estás así?- ella sonrió

-debe ser la edad-dijo- a todos nos pone más melancólicos hacernos más viejos, y a las mujeres más aún- me reí ante  su respuesta, bárbara era apenas 3 años mayor que yo- descansa hermanito, me voy a la cama que hoy fue un largo día, descansa- beso mi frente y salió de la habitación sonriéndome.

Estaba agotado, me tiré en la cama y caí rendido en dos segundos, antes de perder la conciencia por completo, la sonrisa de Santiago llego a mi cabeza, y el sonido de su voz fue como una suave melodía que  me ayudo a caer en un profundo sueño

Bárbara

Ya estaba en la cama y esa imagen no dejaba mi cabeza en ningún momento, por dios, mi hermano, mi hermanito, estaba pasando quizás por el momento más importante de su vida y no lo estaba compartiendo conmigo ni con nuestra madre, por dios, mi hermano está enamorado, y de un hombre, de otro hombre, la imagen de ellos dos abrazados en la habitación de Fernando, ver como este se acercaba a él para besarlo tiernamente, esa imagen daba vueltas en mi cabeza, y estaba feliz, feliz por mi hermano y porque haya encontrado el amor, porque se notaba, era obvio lo que pasaba entre ellos, si ya era extraño que dijera que quería traer a casa a alguien, más aun fue que se tratara de un chico, ahora, en cuanto los vi juntos, como se miraban, como se sonreían secretamente, dios! me cautivaron, pero al mismo tiempo me dolía el alma pensar en que él no era sincero con nosotras, quizás pensaba que lo rechazaríamos si nos contaba la verdad, después de todo siempre había tenido novias, pero que equivocado estaba, si lo único que me importaba a mí y a mi madre era verlo feliz, y Santiago lo hacía feliz.

Lo esperé en su cuarto hasta que llegara, quería decirlo lo que había visto y que lo apoyaba, pero decidí no hacerlo, Fernando tenía que sentirse preparado para contarnos a mi madre y a mí, yo no podía presionarlo de esa manera, por eso preferí calla, y callaré hasta que él decida que ya es momento de hablar, hasta entonces, estoy feliz, feliz por los dos, feliz por haber notado el amor entre los dos y porque de alguna forma me sentía partícipe de su secreto, aunque ellos no lo supieran.