Piensa en frio.... el altero mi mundo (17)

¿bandera blanca?

Hola!!! ....

eh se me cae la cara de la verguenza por la demora, de verdad, creo que no hay excusa que valva, pero tengo una, mi año en la universidad ya comenzo, por lo tanto la tortura y el poco tiempo volvieron.... mil disculpas de verdad, pero ahora cuando son exactamente las 3:33 am acabo de terminar otro capitulo y espero que aun siga el interes por leerlo.... :( De ser asi espero ansiosa sus comentarios, y bueno si no, pues no se.... no doy mas lata... a los que lean espero les guste y a los que no quieran leerlo porque lo encuentrn muy largo o que ser yo, bueno, tomse en minuto para leerlo :D

ESPERO LES GUSTE.... ESPERO SUS COMENTARIOS.... BESOS (y de nuevo perdon por el retrazo)

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Santiago

Aún era temprano cuando desperté, Fernando seguía dormido abrazándome, nos habíamos quedado sobre la cama toda la noche, después de esa pelea por la que casi se termina lo que teníamos, entre sueños sentí como me abrazaba y fue una de las mejores noches que he pasado, lo miré y le acaricié el rostro por un rato, de a poco fue despertando y medio dormido me sonrió

-hola…-sonrió aun medio dormido

-buenos días… quieres comer algo?

-mmm puede ser- se rio- puede ser

-cuál es el chiste? –pregunté intrigado

-tú no sabes cocinar

-ah eso! Bueno pero si se preparar un desayuno, no tiene mucha ciencia aunque….

-aunque?

-sería mejor- sonrío y se subió sobre mí, me abrazo y comenzó a besarme

-mmm que cariñoso –me reí

-Santiago- me miró a los ojos seriamente- yo siempre quiero estar contigo, aunque me porte como un idiota muy seguido

-ok, no hablemos de eso –lo bese- quieres bajar?

-no… quedémonos aquí…- comenzó a besarme, levanto mi camisa con sus manos, porque incluso nos habíamos dormido con ropa, sentía mi respiración entrecortada, el contacto de sus manos recorriendo mi pecho tratando de arrancar mi camisa, sus labios besando mi cuello y el repitiendo una y otra vez los mucho que me amaba, me sentía en la gloría, me sentía flotando, cada vez que me hablaba, con cada beso Fernando lograba quitarme toda la cordura que pudiera tener y caía totalmente rendido para quedar a su merced, y es que lo amaba tanto que olvidaba todos los problemas y las complicaciones que pudiéramos tener

-hace días que no te tenía así- dijo sonriendo

-cómo?... acorralado?- le pregunte mirando hacia los costados donde tenía sus brazos como si quisiera cerrarme el paso para levantarme

-mm si, así mismo, solo para mi

-cuidado- dije mirándolo serio- que puedo ser yo el que te encierre

-perfecto… mejor aún- dijo para luego volver a besarme

Cada vez que estábamos así, solos las cosas eran tan distintas entre nosotros, nunca pretendí que de un día a otro se paseara con migo de la mano por todas partes solo, creí que a veces exageraba

Nos quedamos en la cama por un rato más, entre abrazos, cariños y besos escuché el sonido de mi celular…

-no vas a contestar?- pregunto Fernando mirándome seriamente

-sí, claro- le dije viendo el nombre de quien llamaba –Hola? –contesté y mire a Fernando que seguía con esa expresión rígida

-hola! Como estas?

-bien, bien – Tomás- y tú?

-bien, estas ocupado? Podemos vernos?

-ahora?- pregunte incomodo, me sentía extraño hablando con mi ex cuando tenía al que ahora era mi novio a un lado

-si ahora- contesto Tomas, supongo que extrañado de porque no hablaba- te complica? Estas ocupado?

-si la verdad si, ahora no puedo

-bueno no importa, cuando puedes?

-eh no lo sé- le dije

-mm estas ocupado? Te llamo luego?

-si por favor- agradecí que no siguiera preguntándome

-ok hablamos después, un beso- supongo que mi rostro no se vio muy bien después de eso porque yo no me sentí nada bien

-eh… adiós- dije rápido y no se bien porque motivo pero apague el celular

Me sentía extraño estaba entre nervioso y sentía además algo así como… culpa, momento ¿culpa? Pero, ¿culpa porque? Si no había nada de malo en una llamada, discutía con mi subconsciente cuando la voz de Fernando me hizo reaccionar…

-todo bien? –lo mire y seguía con el mismo semblante serio

-eh si, si claro, todo bien

-quien era? - volvió a preguntar

-un amigo- dije sin mirarlo

-Pablo?- porque seguía preguntando y porque mierda yo estaba tan estúpidamente nervioso

-no, no era pablo- Fernando me miro como i esperara una respuesta, yo como un idiota lo evite, no volvió a hablar solo lo sentí como se levantaba de la cama- que haces?

-ir al baño, vamos a comer algo o no?- pregunto aún muy serio

-sí, claro, voy a la cocina a ver que encuentro

-ok- dio media vuelta y entro al baño

Me sentí como un verdadero tarado, porque reaccionaba así ante una simple llamada que no tenía absolutamente nada de malo, pero es que era incomodo hablar con Tomas teniendo a Fernando a mi lado, después de todo se suponía que éramos novios entonces la relación con mi ex en este momento me hacía sentir incómodo, por decirlo de alguna forma.

Además Fernando había resultado ser un poco celoso, el día anterior habíamos discutido porque estaba molesto porque me había encontrado con un amigo que resulto ser Tomás y en el momento debido a la molestia que sentía hacia el preferí no decirle que me había encontrado con mi ex novio.

Bajé a la cocina y comencé a buscar algo de comer…

-eres un idiota!!- dije con rabia y es que justo así era como me sentía

-y ahora que hice?- pregunto Fernando, lo mire y estaba apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa hermosa, y no lo digo porque fuera mi novio ni porque yo babeaba “literalmente” por él, no, es que este hombre en verdad era guapo.- sé que a veces me porto como un idiota,, lo tengo totalmente asumido, pero ahora… que hice?- me miro divertido

-qué? No! Tu no! El idiota soy yo- le dije sin mirarlo y es que me sentía un poco tonto y avergonzado

-tenemos serios problemas entonces- lo mire extrañado- el que pone la cuota de cordura aquí definitivamente eres tú, y si no es así entonces no sé dónde vamos a parar- se rio

-ok… yo soy el idiota pero definitivamente tu eres un tonto- dije riendo

-hey! Acabas de herir mis sentimientos

Han visto alguna vez la expresión de pena en un cachorro?  Bueno Fernando se acababa de convertir en u cachorro regañado

-no pongas esa cara- le dije riendo mientras me acercaba a él para abrazarlo

-eres cruel

-vas a hacer que me sienta mal

-ah no! El que está triste aquí soy yo – dijo mirándome seriamente- pero quiero saber algo- tomaba mi rostro delicadamente con una de sus manos mientras que con la otra acercaba mi cuerpo más al suyo

-que quieres saber?- dije un poco nervioso, en realidad bastante nervioso y es que es algo tonto pero este hombre aun lograba hacerme titubear antes de hablar

-porque?- dijo dándome pequeños besos alrededor de la boca- porque dices que eres un idiota?

-porque es la cruda realidad- le dije cerrando los ojos, amaba cuando Fernando era así de cariñoso

-pero- siguió besándome- no creo que lo digas porque si- me estremecí cuando sentí que sus besos bajaban por mi cuello

-n…no…no

-entonces?

-porque me torturas así- dije dando un suspiro

-y ahora qué?!- me miro divertido, me reí

-no vamos a comer?

-después- volvió a estar serio

-pero…

-pero nada- me interrumpió para besarme

No sé si en realidad era así, pero por inercia ambos caminamos de vuelta a mi cuarto, se suponía que íbamos a desayunar y yo tenía un hambre del demonio, pero en realidad moría de ganas de poder estar con él.

Fernando era… era lo más preciado que tenía en este momento, desde el día que comenzó nuestro acercamiento un tanto tortuoso por  todo  lo que ocurrió, desde aquel día era él quien ocupaba mi mente y mi corazón casi por completo, bueno, que patrañas estoy contando la realidad es que comenzó a ser mi vida desde el día que lo vi por primera vez y como un verdadero idiota me enamore de él.

En qué momento no lo sé, ni tampoco estoy seguro de haber subido las escaleras, el hecho era que en el momento en el que abrí los ojos ya estaba recostado sobre la cama con él, con mi novio sobre mí, besándome ya no tan delicadamente sus besos se habían vuelto mucho más apasionados y sus manos tiraban mi ropa ferozmente, lo miré y nuestros ojos se encontraron en el momento justo.- ¿ves lo que me haces?- dijo afligido- ¿y qué tiene de malo esto?- le dije animándole a seguir, una sonrisa picarona y un suspiro fueron su respuesta, no sé bien como pero sin dejar de besarme se quitó la polera para arrancar la mía luego, sus manos acariciaban mi pecho con delicadeza pero a la vez de una manera intensa, era una mezcla de sensaciones las que mi novio me provocaba, me hacía estremecer con sus besos y por momentos incluso dejaba de respirar, pero el peso de su cuerpo sobre el mío, el roce de sus manos, sus besos y sus caricias me hacían estar ansioso de que fuera más allá.

No sé bien si es que Fernando es un experto o en realidad es el amor tan grande que ciento por él lo que me hace reaccionar de esta manera, pienso que es una mezcla entre ambas, lo cierto es que solo quería que continuara.

Entre besos desabrochó mi pantalón y es que la noche anterior nos habíamos dormido sin siquiera quitarnos la ropa y era justo esta la que ahora nos estorbaba, sus manos ansiosas me quitaban la ropa que estorbaba y sentía su respiración agitada, yo, yo estaba en la gloria pero quería más, lo tome de los brazos y lo guie a mi cuando lo tuve sobre mi cuerpo lo gire para quedar yo encima de él, divise una semi sonrisa en él para luego buscar con sus labios los míos, quería que el sintiera lo mismo que yo sentía con cada uno de sus besos, comencé a bajar por su pecho ya desnudo mientras escuchaba sus suspiros los que me indicaban que estaba haciendo bien mi parte, nos quedamos un rato mas solo en eso, concentrados en una sesión de besos intensa y que de alguna forma recompensaba los días que habíamos estado distanciados, él se levantó y quedo sentado en la cama conmigo aun sobre su cuerpo, su respiración se agitaba cada vez más mientras lo besaba iba bajando por su cuello para pasar a besar su pecho ya le había quitado su pantalón y una de mis manos se deslizo por entrepierna para acariciarla, dio un pequeño gemido y su cabeza se hizo hacia atrás, lo acariciaba mientras seguía besándolo con calma, no quería apresurar las cosas aunque tampoco pude esperar mucho más, era algo así como una reconciliación después de las peleas.- san.. Santiago…ya…- su voz entrecortada y su respiración agitada me decían que estaba cada vez más ansioso, al igual que yo ahora era Fernando quien estaba sobre mí, sentí como una corriente atravesar mi cuerpo y sus movimientos lentos pero intensos, me aferré a su espalda y en momentos enterraba mis dedos en ella.- te amo.- le escuchaba susurrar en mi oído mientras sus besos se concentraban en mi cuello, busque sus labios y por un momento nuestras miradas se unieron pero no hacía falta decir absolutamente nada, sabía que me amaba, está seguro…

Sin necesidad de separar nuestros cuerpos volví a hacer que Fernando se levantara y quedar ambos sentados, acaricie mil veces su pecho que sentía como reaccionaba cada vez más acelerado mientras sentía sus besos en el mío y sus manos aferradas a mi espalda, cuanto tiempo estuvimos así, pudieron ser minutos u horas, en realidad no me importaba, solo quería sentir su cuerpo reaccionar con el mío, reaccionar a mis besos, a mis caricias, que el sintiera lo mismo que yo cada vez que me tocaba, cada vez que me hacía estremecer con un beso, con una caricia, con esos ojos que puede sonar cliché pero podían hacerme perder la conciencia y nisiqiuera mi habría importado, de hecho, no me importaba, ya no…

-te amo- repetía- Santiago te amo- entre besos seguía repitiendo- di que me amas- me pidió- lo sabes- le dije entre gemidos –dímelo… por favor… di que me amas…dilo….- sus voz se quebraba- por dios Fernando… -me costaba hablar-… te amo… sabes…sabes que te amo…que…-sus movimientos se hicieron más rápidos-… te voy a amar siempre… lo… lo sabes…-ya no lograba articular una frase completa y solo hablaba entre monosílabos- vas.. vas a quedarte… conmigo?... dímelo… di que…no … que no vas …a de…dejarme…-sentí una dolor oprimiendo mi pecho, como iba a dejarlo, no podía, acaricie su rostro con una de mis manos y sentí las lágrimas que caían de él, lo miré y su mirada volvió a encontrarse con la mía, tome su rostro en mis manos y con toda la seguridad del mundo le contesté –nunca… nunca mi amor… no podría dejarte, ya no podría estar si ti- note un brillo distinto en sus ojos y un atisbo de sonrisa para luego volver a besarnos, fundirnos en un beso tierno, delicado, que poco a poco se fue tornando cada vez más apasionado, volvió a recostarme aun sin separe de mí y sus movimientos fueron acelerando, haciéndose cada vez más intensos, me faltaba el aire, pero me sentía en la gloria, sin dejar de besar mis labios, mi cuellos, mi pecho, una de sus manos bajo a mi entrepierna para acariciarme, entonces el final estaba cerca, sentí una ráfaga de calor atravesar mi cuerpo, un escalofrío recorrer cada centímetro de mi ser, mis manos se aferraron con fuerza a su cuerpo mientras él se tensaba mientras ahogaba nuestro último gemido con un apasionado beso, sentí su cuerpo caer derrotado sobre el mío mientras mi respiración recuperaba su ritmo normal…

Nos quedamos así un par de minutos, agotados el uno abrazado al otro, recuperando las fuerzas para volver a hablar, su cabeza en mi pecho parecía estar quedándose dormido, acaricie su espalda para asegurarme de ello…

-nunca- suspiro- prométemelo… promete que te quedaras conmigo- me sentí mal, no quería que él lo pusiera en duda

-Fernando… mírame…-levanto la vista y volví a ver sus ojos húmedos, se me partió el corazón- te lo juro-cerro los ojos y sonrió, volvió a apoyar su cabeza en mi pecho y así nos quedamos, hasta que el cansancio y el sueño nos vencieron a ambos…

Tomás

-desde cuándo?

  • hace poco, pero lo ama, demasiado- dijo pablo haciendo una mueca de desagrado

-quién es?

-no lo conoces, es de la universidad

-cuál es su nombre

-no voy a decirte más, si quieres saber detalles, pregúntaselos a él mismo

-se lo pregunté, pero no quiso hablar del tema

-entonces no le preguntes más, déjalo así, él sabe lo que lo hace

-no te agrada cierto?

-no… pero Santiago lo ama, y yo voy a apoyarlo

-aunque salga lastimado?

-porque piensas que saldrá lastimado?

-si no te agrada es por algo

-tomas… no me agrada por una razón muy simple, es un imbécil, pero no puedo negar que ama a Santiago de la misma forma que mi amigo lo ama a él, aunque suene cursi, eso no lo puedo negar, entonces, no va a lastimarlo, al menos no a propósito

-que quieres decir con eso?

-nada, no quiero decir nada y no voy a contarte nada mas- tomo la cerveza y se concentró en ella

Nos habíamos encontrado por casualidad y fuimos a tomar algo, siempre nos llevamos bien, no éramos íntimos amigos pero teníamos una buena relación, siendo él el mejor amigo de quien en ese entonces era mi novio, convivíamos mucho, ahora… lo tenía frente a mí con una cerveza en la mano y sin querer darme detalles de quien estaba con Santiago, con quien quizás estaría en este mismo momento, porque pienso eso? Bueno porque pablo le marco a su celular para que se encontrar con nosotros y Santiago ahora tenía el teléfono apagado, cuando quise hablar con él por la mañana, se escuchaba nervioso, incomodo, supuse que estaría con él….

Puede que ya haya pasado bastante tiempo desde que nos separamos, pero eso no quiere decir que no haya renacido en mi la idea de volver a estar juntos en cuento supe que regresaba a mi país junto con mi familia, el trabajo de mi padre nos había separado y ahora, cuando podríamos volver a estar juntos, ahora había un tercero que se interponía entre nosotros, o más bien, el tercero en este momento vendría siendo yo mismo, no me importaba, ese tipo de quien pablo ni siquiera el nombre había querido decirme, no podía ser tan importante para Santiago como lo había sido lo nuestro, aun existiendo él, tenía la esperanza de que se quedaría conmigo.

Al parecer las cosas entre ellos dos eran un poco complicadas, tenía que hablar con Santiago para enterarme bien de lo que estaba pasando y aprovechar el escenario, poner el juego a mi favor, nunca había sido competitivo ni nada por el estilo, pero con Santiago de por medio, nada me importaba, mucho menos me importaría su nuevo novio, solo me importaba recuperarlo…

Rodrigo

Las cosas había resultado mucho más fáciles de lo que pensaba, Fernando no solo había resultado un tipo inseguro y temerario de que alguien se enterara de la realidad, sino que también, había resultado ser celoso, basto que insinuara algo tan insignificante como que había viso a Santiago saludar muy afectivamente a un tipo para que mi amiguito perdiera el control, de seguro habían discutido por ello, de seguro había logrado al menos, una pelea entre los tortolitos, dudo que se haya terminado la relación, pero al menos ya sabía de qué forma presionar para que eso ocurriera, y quien sabe lo que podría pasar, el odio que sentía por Santiago era muy fuerte, pero no podía negar que en otro momento, en un escenario distinto incluso podría haberme fijado en el muchacho de cabello castaño y mirada de niño inocente, porque por mucho que lo odiara, no podría decir que no es guapo, lo es y mucho, quizás incluso podría aprovechar la angustia y la pena que le causaría para que me sirviera por un rato, jugar un poco con él y luego desecharlo, cualquier cosa podría pasar…

Santiago

Comencé a reaccionar, moví uno de mis brazos y sentí el cuerpo de mi novio aun a mi lado, sonreí…

-me encanta verte sonreír- sentí sus labios posarse en mi mejilla… abrí los ojos y vi a Fernando a mi lado sonriendo, una sábana cubría de la cintura para abajo nuestros cuerpos

-hace mucho que estas despierto?- le pregunte

-un par de minutos

-porque no me despertaste?

-para qué? Te veías tan bien, tranquilo, además mientras dormías dijiste que me amabas, esperaba que volvieras a hacerlo- me sonrió

-te extraña?

-me gusta escucharlo…- poso un pequeño beso en mis labios- yo también te amo- sonrió

-lo sé- me sonrojé

-hey! Porque te sonrojas- pregunto divertido

-porque va a ser, aun me pones nervioso- dije avergonzado… me miro con ternura y volvió a sonreír, amaba tenerlo así, tome su rostro y lo acerque al mío para besarlo, nos quedamos largo tiempo recostados, uno al lado del otro, cruzando miradas, regalándonos sonrisas, su mano entrelaza a la mía mientras en su otro brazo tenía mi cabeza apoyada… que más podría pedir… solo una cosa…

-muero de hambre- no aguante mas y con el dolor de mi alma rompí ese silencio tan exquisito

-yo igual- nos reímos

Resignados nos levantamos de la cama para buscar algo de comida, bueno buscar no, en realidad, Fernando se encargó de preparar algo, yo solo le ayude a llevar las cosas para sentarnos frente al televisor en el living de la casa, mientras comíamos, en silencio observaba a mi novio que estaba concentrado en un programa que mostraban en la televisión que me a mí me pareció bastante tonto, pero que a él le causaba mucha gracia, era mejor verlo sonreír que mirar el programa

-no voy a cambiar mucho – dijo sin mirarme

-ah? – no entendí

-no voy a cambiar de un momento a otro, por mucho que me mires- dijo mirándome

-jajjaja tienes el ego muy alto- me reí

  • es tu culpa- se acercó a mí y me dio un pequeño beso, se levantó y tomo los platos para llevarlos a la cocina, cuando volvió se recostó en el sillón con la cabeza en mis piernas…

-quieres que lo cambie?- dijo mirando el televisor

-no me importa, da igual

-entonces no- dijo tomando una de mis manos para entrelazarla con la suya

-Fernando

-pasa algo?- me miro, me sentí mal, angustiado

-hey! Que pasa?- se levantó y se sentó a mi lado

-perdóname – no aguante y sentí mis ojos humedecerse

-que… de… que hablas? Que pasa?

-no he sido justo contigo

-no te entiendo

-todo este tiempo he sido egoísta y no quería darme cuenta de que… de verdad lo siento, sé que es difícil… perdóname

-momento, Santiago si no me explicas no entiendo, de que hablas?

-de todo, te prometí que no iba a presionarte porque sé que esto es difícil  per…

-no- me interrumpió- no no hablemos de eso porque ahora porque-dijo poniéndose de pie

-porque sí, porque tengo que decírtelo, y es que recién ahora me doy cuenta de que no está bien, esto no está bien yo

-por favor- volvió a interrumpirme- por favor no hablemos de eso, te prometí que lo iba a arreglar, juro que no voy a actuar más como un idiota, lo prometo solo ten un poco, un poco más de paciencia, por favor Santiago yo te amo, y he sido un idiota pero…

-no! No estas entendiendo, el que ha actuado mal soy yo

-qué? – me miro desconcertado

-solo escucha….- respire hondo- siempre te digo que no voy a presionarte pero inconscientemente lo estoy haciendo, cada vez que me molesto porque tu actitud cambia cuando estamos con más gente alrededor, cada vez que me cuestiono si esto va a funcionar o no, cada vez que pienso en que no quiero resignarme a estar con alguien que jamás va a reconocer que está conmigo, y me molesto por eso, y me deprime, cada vez que pasa eso y tu notas el cambio en mí, eso es presión, y cuando he pensado en terminar lo nuestro por miedo a que la situación cambie, también te estoy presionado, pero te juro que no me daba cuenta, hasta ahora no me daba cuenta- baje la cabeza avergonzado, sentía las lagrimar caer por mi rostro y me sentía un idiota, como es que recién ahora lograba darme cuenta de que estaba haciendo las cosas mal, Fernando volvió a situarse a mi lado, tomo mi rostro en sus manos y paso su pulgar por mi mejilla quitando las lágrimas…

-la culpa es mía

-no, no es así

-escúchame- me interrumpió- solo escucha… te entiendo, y es que si las cosas fueran a la inversa, si fuera yo quien estuviera en tu lugar, estoy seguro que reclamaría lo mismo, y es mi culpa, porque me he vuelto un paranoico, porque de una forma estúpida me preocupo de cualquier detalle cuando hay alguien más, porque soy un cobarde de mierda al que le aterra tener que soportar los comentarios, las miradas, las críticas, las burlas, porque sé que va a pasar, pero eso no quita que me muera de ganas de besarte cada vez que te tengo cerca en la facultad, o que preferiría estar contigo en vez de escuchar las idioteces que hablan mis amigos, algunos tarados como Rodrigo… -suspiró- pensaras que soy tonto pero… Santiago yo… no sé si soy gay- lo mire extrañado, no entendía- no sé si para darse cuenta de algo así hay signos, quizás podría decirte que si porque me fijo en hombres pero no, no lo hago, no me pasa, nunca me fije en un hombre, solo en ti, solo te vi a ti, solo tú me gustas, solo a ti te amo, y es que nunca antes le había dicho te amo a nadie, pero contigo es distinto, todo es distinto y aunque me aterra pensar en lo que va a pasar cuando alguien nos vea, también me aterra y me atormenta cada día pensar en que puede que te aburras de eso, que quieras dejarme y es que me aterra perderte…-se le quebró la voz

-no…no… yo no, no quiero dejarte, no quiero, yo, no puedo Fernando no pienses eso, por favor- lo abracé

Así nos quedamos por un rato, no era un tema agradable pero si, era algo de lo que teníamos que hablar, volvimos a recostarnos en el sillón sin decir palabra alguna y es que ya no había nada más que decir, Fernando parecía estar pensando en algo, no quise preguntarle nada…

Sentí como se tensó cuando el timbre de la casa sonó, pensé que serían mis padres, pero no tenía sentido que tocaran el timbre…

-tus padres?- pregunto inquieto

-no

-esperas a alguien?

-no, voy a ver- me levanté y miré por la ventana de la casa, pensé que el día de arrumacos había acabado, lo más probable es que Fernando quisiera irse en cuento pablo entrara- es pablo- dije mirándolo

-no vas a abrir?

-sí, claro- Salí de la casa para abrirle a mi amigo

-para que tienes teléfono si no lo contestas- me dijo reclamando

-hola querido- no me había fijado que diana venía con él

-que hacen aquí?

-esa no es forma de saludar Santiago por dios, abre rápido

-estas solo?- pregunto pablo mientras entraba a la casa

-no –antes de poder decirles quien estaba ya habían entrado

-hola- dijo Fernando muy serio, seguía en el mismo lugar que lo deje cuando salí a abrir la puerta

-hola!- le saludo diana muy animada y mirándome con una sonrisa radiante, me sonrojé

-que haces aquí?- le dijo pablo en su típico tono desagradable

-qué crees que hago? Vine a estar con mi novio – la cara de diana y pablo fue épica, y supongo que la mía también, puede sonar como una tontería pero era la primera vez que Fernando hablaba de mi como “su novio” aunque Pablo y Diana ya supieran todo, que él lo dijera para mí ya era mucho, sentí que mi corazón no cabía en mi pecho, Fernando se levantó y camino hacia mí, me guiño un ojo paso su brazo por mi cintura y beso mis labios por un segundo- ya está pablo, ten claro que no lo voy a dejar, así que te parece si hacemos un esfuerzo y nos entendemos?- pablo seguía sin decir una palabra, al igual que diana y yo, Fernando miraba a mi amigo serio y muy seguro, creo que en ese momento me enamore aún más de él, si es que podía ser

-te quedo claro cierto?- dijo diana mirando a pablo con una sonrisa radiante, mi amigo parecía estar en shock, fue divertido verlo así, por primera vez pablo no contestaba una pesadez

-tengo hambre-dijo- que hay de comer? Supongo que el que preparo algo de comer fuiste tú porque Santiago no sabe ni hervir agua- momento, esto era algo así como “bandera blanca”, tenía que estar dormido, pero no, no lo estaba

-si… yo prepare algo- dijo Fernando sonriendo

-genial, voy a comer- pablo dio media vuelta y emprendió rumbo a la cocina

-qué lindo que es estar en paz… cierto?- dijo diana riendo

-porque? Yo no quiero que creas que lo que hablamos lo dije para presionarte- pensé que quizás nuevamente lo había presionado sin darme cuenta

-tranquilo… es un primer paso, y no costo tanto- sonrió y me beso

-ya dejen los arrumacos!- grito diana- hay no lo creo! Fernando te gusta ese programa?- se rio mientras miraba el televisor, Fernando me sonrió y camino hacia ella

Yo por mi parte fui a la cocina….-cocina bien- dijo pablo en cuanto entre y lo vi comiendo, si, definitivamente esa era bandera blanca, lo mire y me dio una leve sonrisa…

A paso lento pero seguro, las cosas estaban mejorando…