Piensa en frío... él alteró mi mundo (10)
Orgullo
Hola
les dejo el siguiente capitulo, me parece que es un poco largo pero creo que en consideracion de la demora, está bien
espero como siempre sus comentarios y valoraciones
un beso.... comenten :D (aquí o en mi mail. gracias)
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Santiago
El día se me hizo eterno, a pesar de tratar de evitarlo no dejaba de pensar en lo que había pasado, el mensaje de Fernando pidiéndome que habláramos no fue el único, le siguieron varios más donde decía que quería “explicarme”.- no hay nada que explicar, esta todo claro- pensé mil veces
En cuanto terminé las clases iba saliendo de la facultad, en la entrada estaba Fernando que en cuanto me vio se levantó y caminó hacia mí, evité mirarlo y sentí que alguien pasaba su brazo por mis hombros
-te estaba esperando- me dijo Pablo- nos vamos?
-cómo lo haces para aparecer así de la nada?- le pregunte divertido, siempre hacía lo mismo
-talento natural- dijo riendo
Caminamos un poco y note que Fernando en cuanto vio a Pablo se detuvo y no quiso acercarse, mejor- pensé. Pablo me convenció para no tomar el metro he irnos caminando… era obvio que quería hablar del tema
-cuéntame- dijo de repente
-que quieres que te cuente?- quise hacer como que no entendía
-que paso con el tipo ese… Fernando- sentí una punzada en el estómago cuando escuché su nombre, disimulé
-que va a pasar, nada, no se me ha vuelto a acercar- dije tratando de sonar seguro
-mentira – maldición- porqué tratas de mentirme si eres igual de malo que yo
-no estoy mintiendo, te estas imaginando cosas- le die riendo
-Santiago… si no me lo cuentas- me amenazó, pablo asustaba cuando hablaba así- sabes que soy capaz de ir y preguntárselo a él y aunque sea a golpes voy a hacer que hable
-eres un troglodita- le dije enojado, aunque me causo gracia la idea… oriéntate Santiago!! Me dije reflexionando
-si lo soy- me dijo orgulloso- pero me funciona ser así, así que habla
Di un suspiro y nos sentamos en una banca, pablo me miraba atento, no me quedaba otra que contarle, aunque precisamente él era la última persona que quería que se enterara…
-eres un idiota- me dijo muy serio después de haber escuchado todo en silencio y haberse quedado pensativo por un rato
-si- le dije, era la verdad
-eres un idiota, tonto y masoquista- me reclamaba- eres…
-ya entendí!- le interrumpí
-no, no entiendes, nunca entiendes-decía negando con la cabeza- crees que me gusta andar por la vida golpeando gente?- me preguntó alterado- y ahora tengo unas ganas enormes de partirle la cara
-no digas tonteras- le dije muy calmado, lo peor que podía hacer era alterarme como él- no vale la pena, además ya me quedó todo claro, fui un tonto
Nos quedamos en silencio por un rato, Pablo miraba hacia otro lado, lo miré y me dio mucha más rabia de la que tenía, maldito Fernando! Pablo siempre me había dicho que me lo sacara de la cabeza, que iba a terminal mal, pero nunca lo escuché lo suficiente…
Entre la rabia y la pena que había aguantado toda la tarde, sentí como se me humedecieron los ojos, no podía, no podía darle tanta importancia, no podía dejar que me afectara, mucho menos que Pablo me viera así… pero no pude, no pude aguantar mas y de la nada una lagrima de deslizó por mi mejilla, él me vio, no dijo nada, después de un rato solo sentí como me tomaba del brazo para guiarme a él y abrazarme. A pesar de esa imagen dura e incluso agresivo, Pablo era un tipo fenomenal, el mejor amigo que pude haber encontrado, incluso hacía el papel de protector y cuando me abrazó me sentí mucho mejor, no quería que me recriminara, ni que me dijera “te lo dije”, pero no era un insensible y desconsiderado
Fernando
Llegué a la casa derrotado, apenas lograba caminar lo único que quería era dejarme caer en la cama y tratar de arreglar el enredo que tenía en la cabeza…
Lo llamé, estuve toda la tarde enviándole mensajes, quería hablar con él, quería que me escuchara, quería explicarle, pero que iba a explicarle?... que fui un imbécil, un cobarde, un idiota… me aterré, cuando Rodrigo lo atacó y comenzó a increparme, me aterré, como iba a hacer que parara toda la pelea sin que él insinuara algo sobre mí…
-maldito cobarde- dije en voz alta recriminándome- tengo que hablar con él, tengo que explicarle
Pensé en ir corriendo a su casa, en la facultad sería un problema acercármele con sus amigos cerca, con el imbécil de Rodrigo asechando… pero preferí esperar, aún había sido muy reciente todo, lo mejor sería esperar al menos hasta mañana para hablarle.
Recordaba la escena y me dolía la cabeza de solo pensarlo, como fui capaz de dejar que le hablaran así, como fui capaz de mirarlo y decir que no lo conocía, en cuanto volví a sentarme después del show de Rodrigo pensé en todas las veces que Santiago me había preguntado si lo que quería era burlarme de él, nunca fue así, pero ahora lo más probable es que estuviera pensando que esa era mi intención…
“de verdad necesito hablarte, déjame que te explique, sé que estás pensando que soy lo peor y que me burlé de ti… pero no es así, por favor Santiago, solo escúchame, te busco mañana en la facultad… perdóname”…
No podía hacer más por ahora, solo enviarle un mensaje teniendo la mínima esperanza en que me contestaría, pero no fue así, me dormí esperando que el celular sonara, pero no pasó…
Por la mañana desperté ansioso, solo quería llegar a la facultad creo que nunca había tenido tantas ganas de estar en clases, me vestí, tome un café y salí corriendo de la casa. Llegué mucho mas temprano que de costumbre, pero lamentablemente me topé en la entrada con Rodrigo, este idiota era una maldición aparecía en los peores momentos…
-feña tan temprano- me dijo con una sonrisa idiota
-si, tengo cosas que hacer…- le dije mirando hacia todos lados, sabia que Santiago llegaba temprano a la facultad, tenia la esperanza de encontrarlo sin guarda espalda y lo vi… venía como siempre distraído, con unos audífonos absorto a todo lo que pasaba a su alrededor, eso era lo que mas me gustaba de él, saco de su bolsillo su celular y cuando paso por mi lado ni siquiera me miro…
-ah pero mira… la niña llego sin su protector?- dijo Rodrigo cuando Santiago pasó junto a nosotros- deberían tenerle prohibida la entrada a la facultad a estos tipos- dijo con desprecio
Me dieron ganas de golpearlo y gritarle que no volviera a hablarle así a Santiago, pero no me atreví denuevo fui un maldito cobarde, Santiago en cambio hizo lo que no me esperaba, miro a Rodrigo dio un suspiro y me miró a mí, me mantuvo la mirada unos minutos y me sentí lo peor del mundo por que ni siquiera fui capaz de mirarlo a los ojos, me sentía la peor de las mierdas.- idiota- le escuché decir…
-solo voy a decirte una cosa- le dijo Santiago a Rodrigo- eres un pobre imbécil patético, te dedicas a intentar molestarme y digo intentar porque te comunico que no lo logras, la nada misma me importa lo que pienses o digas de mí, soy gay y jamás me he avergonzado de serlo porque estoy orgulloso y seguro de mí mismo, cosa que estoy seguro que tu no puedes decir- se rio un poco- sabes que tienes la actitud del típico gay reprimido que no ha salido del closet y que no quiere aceptar ni reconocer que le gustan los hombres… o sea, eres patético
-no tengas ilusiones conmigo, yo no soy como tu!
-donde habré escuchado eso antes?- dijo mirándome- bueno no importa, está claro que no eres como yo… yo no soy un idiota patético tu sí, ahora si quieres seguir con el jueguito de insultarme o tratar de agredirme, hazlo, pierdes tu tiempo pero no importa, haz lo que quieras que nada de lo que digas o hagas en mi contra va a llegar a afectarme… ya perdí demasiado tiempo contigo y esta situación me cansa y la encuentro deplorable..- dijo dando media vuelta entrando a la facultad
Rodrigo no supo que responderle, por un momento me dio la impresión de que Santiago había dado justo en el blanco con todo lo que le había dicho, no había motivo alguno para que lo atacara constantemente, dicen que quienes atacan a los homosexuales en general solo son personas inseguras de su propia sexualidad… me causo mucha gracia verle la cara
-yo voy a clases- le dije rápidamente, no tenía ninguna intención de seguir hablando con él
-ese imbécil no sabe lo que esta diciendo.- me dijo
-ese no es problema mio, tus gustos no son de mi incumbencia, solo déjalo tranquilo y ya- le dije alejándome
Ganas de haberle dicho más que eso, no me faltaron pero creo que ni siquiera valía la pena. Entré a la facultad y a poca distancia estaba Santiago hablando con unos compañeros, m quedé viéndolo sin moverme, creo que apenas si conseguía respirar, hace dos días habíamos estado juntos y había sido perfecto, pero había sido tan idiota, lo arruiné, lo que recién había comenzado lo arruiné.
Lo vi despedirse y caminar directo a los baños, no podía esperar a que contestara todos los mensajes que le había enviado porque no iba a hacerlo, así que lo seguí…
Cuando entré Santiago estaba lavándose la manos, tenia la mirada como perdida, pensativo, demasiado, me sentí mal por haber sido tan tonto
-no te costaba nada contestarme al menos un mensaje de los muchos que te envié- le dije, reclamándole, me arrepentí, con que cara le reclamaba
-disculpa?- me dijo mirándome a los ojos- eso es una queja?...no lo creo- dijo riendo
-sé que estás molesto, pero déjame que te explique, Santiago yo..
-quien dice que estoy molesto- me interrumpió riendo- Fernando, no te des tanta importancia, lo que paso pasó y ya, yo no estoy molesto ni me importa lo que quieras decirme- no podía estar hablando enserio, me dolía lo que estaba escuchando, no podía ser verdad
-eso no es verdad- le dije angustiado- no puedo creer que me estés diciendo esto, no te creo
-porqué? pensaste que estaba enamorado de ti o algo así?- me miraba muy serio, no podía ser real
-dijiste que yo te gustaba-le dije recordando lo que habíamos hablado días antes- dijiste que te gustaba hace mucho, y el otro día en tu casa estuvimos tan bien que no puedo creer esto
Santiago me miro por unos minutos, agacho la cabeza y lo vi negando con la cabeza con una semi sonrisa, cuando volvió a mirarme ya no era esa mirada dura, si no que era todo lo contrario, había dolor en su mirada un dolor tan fuerte que incluso yo pude sentirlo
-que quieres?- me pregunto mirándome- dime que quieres de mi- vi una lagrima caer por su mejilla, di un paso hacia él pero se apartó mas- no te me acerques, dime… quieres un juguete con el que puedas estar un rato y después tratar como si fuera cualquier cosa?...contéstame!!- me grito
-no hables así, no digas eso por que estas equivocado- no pude evitar las lagrimas, no quería verlo así, mucho menos por mi culpa
-eres una mierda Fernando- me dijo mirándome con desprecio- sabia que no tenía que confiar en ti, sabia que no podía creer que de un día para otro te fijaste en mi… dios! Como fui tan ingenuo!
-no te mentí!- le dije desesperado- Santiago me gustas, me gustas demasiado, tienes que creerme
-te creí!!- me gritó- te creí y me convencí que esto era real, pero no!, no es así, tu solo te quieres burlar de mi, en el fondo lo sabía, en el fondo siempre supe que no tenía que confiar en ti….-me decía llorando- reconocí que me gustas que me gustaste siempre, pero aunque sea así voy a decirte una cosa, tu puedes gustarme mucho, puedo haber estado embobado contigo todo este tiempo, sabes me preocupé tanto de que no te dieras cuenta porque no quería ser el idiota y patético gay que se enamora de un heterosexual y solo resulta herido, no quería ser eso!, por eso nunca me acerqué a ti, por eso nunca tuve ni la mas mínima esperanza de estar contigo, soñé mil veces que venias y me decías que me querías, pero eran sueños, solo sueños!, y cuando pasó me ilusioné, tontamente me ilusioné y confié en cada palabra que me dijiste, dios fui tan imbécil!... tanto tiempo mirándote a lo lejos en cada oportunidad que tenía, suspirando cada vez que pasabas junto a mí y muriendo de nervios cuando te tenía cerca, no te imaginas siquiera como me gustaría poder decir que lo que pasó ayer con ese imbécil amigo tuyo! No me importo, pero no! No soy un mentiroso, no se mentir, no se fingir que algo no me importa cuando me duele tanto!...-volvió a mirar el piso y yo sentía que me derrumbaba- eres una mierda Fernando- dijo tapando su rostro con sus manos.- una mierda…
Santiago volvió a levantar su vista y me miró, como esperando que le dijera algo pero yo no lograba articular sonido alguno, negó con la cabeza, tomo sus cosas y se dispuso a salir…
-no…-dije tomando su brazo y haciéndolo entrar a unos de los baños privados
-que haces suéltame!- me grito alterado
Cerré la puerta y puse el seguro, ahí dentro en un espacio reducido donde dos personas no están cómodas lo miré, solo quería tenerlo cerca, quería sentir sus manos abrazándome denuevo, quería sentir su cuerpo junto al mío entregándonos el uno al otro ese sentimiento tan fuerte que ambos sentíamos…
-tu me amas…- le dije mirándolo
-es mucho descaro lo que estas haciendo no te parece?- dijo tratando de salir pero no lo dejé, puse mis manos en su cintura y apoyé mi cabeza en su hombro, hace dos días había descubierto que su aroma me embriagaba, quería volver a sentirme y a perderme en él
-suéltame…-me pidió- por favor
-muchas veces soñé contigo- comencé a decirle- cuando te reclame en este mismo baño, que me atormentabas y no me dejabas tranquilo fue porque ni siquiera en sueños era capaz de sacarte de mi cabeza, ni siquiera en sueños lograba dejar de pensar en ti, tenía tanta rabia, quien eras tu para venir a perturbarme de esa manera, eso fue lo que pensé todo ese tiempo, pero en el fondo, algo me decía que nada iba a ganar tratando de odiarte, por que si, quise odiarte, quise que al menos si pensaría en ti todo el tiempo lo hiciera porque te odiaba, pero no…-suspiré- jamás logré siquiera algo parecido, si no que todo lo contario, mientras mas trataba de odiarte mas me daba cuenta de que te hacías un espacio cada vez mas grande en mi cabeza, en mi corazón… -me quede en silencio unos segundos, tome aire y proseguí.- al igual que tu también me ponía nervioso cuando te tenía cerca, mi pulso se aceleraba y siempre pensé que serías capaz de escuchar el acelerado latir de mi corazón, no quería que lo notaras, no quería que me descubrieras, cuando ni yo mismo había descubierto lo que me pasaba…hace un tiempo tuve un sueño que creo que voy a recordar toda la vida, estabas tu, estábamos juntos, y me sentía mejor que nunca en mi vida, solo quiero hacer ese sueño real, ahora que sé que sientes lo mismo que yo, ahora que sé que me quieres- sentí como me empujaba, me aferré mas fuerte a él- me quieres Santiago, me quieres tanto como yo a ti-lo abracé
Después de unos minutos así, sin decir absolutamente nada ninguno de los dos el habló….
-no- me dijo- yo no te quiero como tu a mi- me miró- yo te quiero mucho mas… lo sé, porque yo no sería capaz de hacer contigo lo que tu estas haciendo conmigo
-yo te amo- era la verdad, sentí un alivio tan grande cuando se lo dije
-porqué haces esto?- sus ojos volvieron a humedecerse
-déjame estar contigo, déjame arreglar el error que comentó- le supliqué
Santiago se quedó en silencio, esperaba que estuviera al menos pensando un poco en lo que le estaba pidiendo, pero en realidad no tenía ni la mas mínima idea de que pasaba por su cabeza…
-déjame salir…tengo clases- dijo apartándome, no insistí más…solo me aparté y lo dejé salir
-entonces?- le pregunte mientras tomaba sus cosas y caminaba a la puerta- que va a pasar?, vas a dejar de hablarme y a decirme que no me acerque mas a ti?
-no lo sé…
-bueno, yo no te voy a dejar, no me voy a alejar de ti- le dije muy seguro
-como quieras- salió del baño y ahí me quedé un rato
No iba a alejarme de él, no lo quiero perder, bueno no es que estemos juntos así como pareja y todo eso, bueno nunca lo había pensado, pero es lo que quería, solo tenía que atreverme a pedírselo, solo tenia que asumir y no preocuparme mas por si me vieran con el o no, es mucho mas importante él que cualquier otra persona…-no lo voy a perder- me convencí
Santiago
Solo tenía clases durante la mañana, me juntaría con Diana y con Pablo para almorzar y luego me iría a casa a descansar, quizás no había sido un día muy ajetreado en lo académico pero si había sido un día agotador en lo sentimental… que cursi suena eso, pero es la verdad, ver a Fernando, después de lo que había pasado, primero esa tarde perfecta que pasamos en mi casa y luego el desprecio que me hizo porque estaba el idiota ese que no había encontrado nada mejor para hacer que molestarme de un día para otro, y ahora, la encerrona en el baño, me dolía la cabeza con solo recordar todo lo que me había dicho, descarado insensible, decir que me ama cuando me trata como si fuera un juguete, puedo estar muy enamorado de él, puedo suspirar cada vez que lo veo e incluso puedo seguir sintiendo esos nervios malditos cuando se me acerca, pero a pesar de todo eso, tengo dignidad, y hacer como que nada había pasado sería lo mas patético de mi parte, no iba a dejar que me basureara ni mucho menos que pensara que cada vez queme buscara yo iba a seguirlo como un tonto…
Lucas
Hace al menos dos días que no hablaba con Santiago, me sentía mal por no haberlo vuelto a llamar, pero él tampoco lo había hecho, por lo que pensé que no se acordaría siquiera de mí, desde que lo conocí me gustó, me gustó mucho, pero no quiero parecer desesperado por llamar su atención, no quiero que él se dé cuenta de lo mucho que me gusta… momento, pero si se lo dije, idiota-pensé
Bueno quizás al menos podíamos ser buenos amigos, si es la típica esperanza del despechado que se fijó en alguien que no lo ve como esperaría, no creo estar despechado, no estábamos juntos, pero no había dejado de pensar en él, la última vez que hablamos le dije que lo llamará luego, tenía clases si, pero en realidad no me sentía bien hablando con el después de haberlo dejado el día anterior a solas con el chico del que está tan enamorado, él no lo dice, pero es algo que no es muy difícil de notar.
Ahora…que hago?, insisto?, doy la pelea por él?... primero tenia que saber en que situación se encontraba él, listo no había otra opción...
“hey! Como estas?... sigues vivo?..” –le envié un mensaje, haber si había algo que hacer o no, estaba nervioso, quería hablar con él pero me pareció que llamarlo sería verme muy desesperado, aunque lo estaba… mis nervios y mi ansiedad no duraron mucho porque Chago me respondió al instante…
“hola!, que bueno saber de ti… pensé que estabas molesto o algo así, dijiste que me llamarías y no quise insistir para no molestarte…”- que?! Idiota!... como no lo llamaste- pensé
“molesto yo? No para nada, pero creí que podía agobiarte mucho si te llamaba enseguida…disculpa, fue una tontería”… le envié
“en realidad quería saber de ti… eh no se si quieras pero tengo la tarde libre, te tinca si nos juntamos?... podrías traer tus perros, son simpáticos ajjaja”- me contesto de inmediato, y ahora? la idea me encantaba, pero sería buena opción, hay ya que, me arriesgo
“paso a tu casa en la tarde…como a las 4 esta bien?”
“ok…perfecto, nos vemos, un beso”….- un beso, siempre era eso, Chago era tan cariñoso, tan de piel, le encantaba dar abrazos y todas esas cosas con las que me hacía flotar
Decidido, iba a verlo, pero no llevaría a los perros, quería hablar con él tranquilos y muy enserio, iba a ser lo mas honesto posible en cuanto a mis sentimientos… quizás sería un poco apresurado pero necesitaba desahogarme, necesitaba escuchar de su boca si valía la pena o no esperar a que el sintiera algo por mí…
Pablo
Nos juntamos en la cafetería para almorzar como siempre Diana, Chago y yo… lamentablemente en el último tiempo la cafetería de la facultad no era el lugar mas ameno del mundo, con diana notábamos lo incómodo que estaba chago, aunque no dijera absolutamente nada…
-deberíamos cambiar de lugar para comer… -les dije- las comidas de aquí ya no me gustan…
-buena idea, siempre comemos lo mismo-dijo diana apoyándome, era una vil escusa lo de la comida y ella lo sabía, ya habíamos hablado antes y le conté lo que me había contado Chago, tengo entendido que hablaron ellos a solas, diana siempre lograba consolarlo un poco, yo trataba, pero soy un poco bruto
-si están aburridos de lo que comen, pidan otra cosa- dijo Santiago sin mirarnos, estaba concentrado leyendo mientras comía
-somos mayoría…nos cambiamos- le dije
-ni se les ocurra- nos miro muy serio- déjense de tonterías, ni yo ninguno de ustedes va a cambiar su rutina solo porque a ése de un día para otro le dio por hostigarme
-eso no tiene nada que ver con la comida- le dijo diana, aunque era obvio que esa era la razón real…
-ya dije!- dijo chago autoritario, era muy gracioso cuando se ponía serio, aunque me gustaba escucharlo hablar así, nada que hacer, si él no quería complicarse, yo tampoco lo haría- yo ahora me voy, no tengo mas clases así que nos vemos mañana
-me voy contigo- le dije
-tu tampoco tienes clases?- me pregunto diana
-si tengo, pero mañana tengo examen y prefiero irme para estudiar
-apuesto que vas a llegar a tu casa y dormirás toda la tarde- me dijo burlándose
-si, ya envidiosa, chao
Santiago y yo nos despedimos de Diana y salimos de la cafetería, teníamos que pasar por donde estaba sentado Fernando, éste miró a mi amigo, pero chago ni siquiera se inmuto, no pude evitar reírme, acompañé a Santiago hasta su casa, íbamos hablando de cualquier cosa y cuando llegamos a su casa me venció la pereza y me dormí en el sillón.
Chago me dijo que durmiera mientras él se duchaba, iba a salir con Lucas… simpático el muchacho ese, y le gusta mi amigo, se le nota, bueno por lo que Santiago que me había contado de él, de todas formas me alegre al saber que no se dejaba deprimir por culpa del otro idiota…
Cuando desperté Chago estaba vistiéndose, me dijo que me levantara, que Lucas pasaría a buscarlo y que tenía que irme, bien bonito, hecha al amigo para quedarse con un pretendiente, terrible.
El timbre sonó y Santiago me dijo que abriera yo mientras el terminaba de vestirse, me levanté del sillón de mala gana y fui a abrir, pero sorpresa… no era Lucas
-que haces tu aquí?- me pregunto el muy descarado hijo de puta del Fernando
-desde cuando yo tengo que darte explicaciones de lo que hago o dejo de hacer?- le contesté molesto
-bueno no importa, dime…
-que mierda haces tu aquí- le interrumpí
-quiero hablar Santiago
-que?! Ahora lo molestas en su casa, eres alguna especie de acosador o que, deja tranquilo a mi amigo, lo digo muy enserio
-no me amenaces, sé que no te agrado pero…
-no, no me agradas, no es un secreto- le interrumpí denuevo, este tipo me irritaba
-bueno tampoco me importa agradarte- me contesto a la defensiva, que se creía-quiero hablar con Santiago
-a mi me importa una mierda lo que tu quieras
-puedes llamarlo?- quería pelear con él, pero se estaba resistiendo, ni para eso servía
-no- le dije tajante
-enserio pablo no quiero problemas contigo, solo quiero hablar con Santiago, llámalo por favor.- si me pedía las cosas por favor entonces menos iba a poder pelear con él
-no- le dije pensando- Santiago no está- fue lo único que se me ocurrió
-no esta?- me miro intrigado- y por qué estas en su casa entonces?
-oye tonto, soy su mejor amigo, prácticamente vivo aquí, Santiago no está- pensé en algo mejor para decirle- salió con Lucas- sonreí
-que?.- dijo como aturdido, me gusto velo así, imbécil
Fernando se quedo en silencio mirando el suelo, lo mejor que le pude decir fue eso, si este tipo estaba aunque sea un poco interesado en mi amigo, no era una idea que me agradara, lo mejor sería que no lo buscara ni lo molestara mas, no tendría problema si no fuera porque después de comporta como un imbécil y es el Chago el que termina triste y deprimido por su culpa, soy un genio
-pablo? Quien era?- maldición!, Santiago salió de la casa con una toalla en la mano ya vestido, venia secándose el pelo, así no funcionaba mi idea de joder a Fernando
-así que no estaba?- me pregunto Fernando arqueando una ceja
-cállate idiota- le contesté molesto
-que haces tu aquí?- dijo Santiago sorprendido…
-vengo a hablar contigo- le contestó el muy tonto
-no tenemos nada de que hablar, ya tuve suficiente de ti por hoy- le contesto chago muy serio
-que pena…adiós Fernando- le dije burlándome, pablo me dio una miraba asesina que me causo gracia y Fernando hizo como si no me hubiera escuchado
Estábamos en silencio, era un momento tenso, pero reconozco que ver la cara de afligido de Fernando me gustó, me agradó ver a chago ser tan duro con él y hacer como si no le importara, lo que yo sabia perfectamente que no era así, pero la actuación de mi amigo había mejorado bastante, ahora lo mejor… la situación se puso mucho mas entretenida aun cuando apareció un auto que paró frente a la casa… ese debía ser el tal Lucas, justo a tiempo
-hola- dijo mirándonos a los tres
-Lucas… pasa- el entro y saludo a Santiago con un beso en la mejilla, podría haber sido en la boca, habría sido perfecto
-quieres que hablemos después?- le pregunto a chago
-no no para nada, ellos ya se iban- dijo Santiago mirándonos a Fernando y a mí
-que?! Yo también?- y yo porqué tenia que irme
-si pablo tu también te ibas… ve a buscar tus cosas y anda a estudiar
Fernando permanecía en silencio mirando a Santiago fijamente, tenia rabia, ardía en rabia, que bueno verlo así, fui a buscar mis cosas y salí rápido, le di un beso a Santiago y la mano al tal Lucas, ya me agradaba este chico, cuando pasé por el lado de Fernando solo lo miré con una gran sonrisa en el rostro, salí de la casa rumbo a mi hogar…
Fernando
-Lucas por que no me esperas adentro un momento- le dijo Santiago al tipo ese
- ok- no dijo más y entró a la casa, me molesto la confianza entre ellos
Mire a Santiago unos minutos, a el parecía no importarle en absoluto que yo estuviera allí, que estuviera viendo como trataba con tanta propiedad al tal Lucas…
-que estas haciendo?- le pregunté molesto
-que estoy haciendo de que no te entiendo?- me dijo
-vas a salir con ese?- le pregunte mas irritado aún
-ese, como tu le dices tiene nombre, pero eso no es tu problema, como tampoco lo es lo que yo haga o deje de hacer, estamos claros
-deja esta estupidez Santiago, dile que se valla y hablemos- le pedí
-te golpeaste la cabeza o que?!- me contesto alterado, me sorprendió
-no voy a pedirle nada a Lucas por darte en el gusto a ti, ahora vete, y déjame tranquilo de una buena vez- di media vuelta y comenzó a entrar…
-espera!- dije tomando su brazo- por favor, disculpa, solo quiero que hablemos, lo sabes, dame un minuto, solo uno
-no!, déjame tranquilo, vete, no me molestes mas, no quiero saber nada mas de ti, no quiero!, no entiendes que lo único que has hecho desde que se te ocurrió la brillante idea de hablarme, ha sido hacerme sentir mal, entiende!
-lo voy a arreglar!- le dije desesperándome
-no vas a arreglar nada, yo no quiero arreglar nada!, solo déjame- dijo haciendo que lo soltara, dio media vuelta rápido y entro a la casa.
Que mas iba a hacer, no iba a quedarme parado en la puerta como un idiota esperando que saliera para que me escuchara, solo me frustré, me alejé y salí de ahí pensando en como mierda arreglar todo
-Santiago… no te voy a perder, no te puedo perder- pensé
Santiago
Me alivié demasiado cuando vi a Fernando irse, había sido tan incómodo todo…
-todo bien?- pregunto Lucas mirándome apoyado en una pared
-si, todo bien- le sonreí, el me miraba serio
-si quieres me voy, no hay problema
-no! Ni lo pienses, vamos quieres tomar algo?- le pregunté tomándolo del brazo para llevarlo dentro… el solo sonrió
No iba a dejar que Fernando interfiriera en todo lo que hacía, Lucas era un amigo, un amigo excelente, con quien tenía un tema pendiente desde la ultima vez que nos vimos, y supuse que si llego sin la compañía de sus perros era por que quería hablar de eso, quizás Lucas era la respuesta a todos mis enredos mentales, teníamos que hablar…