Piel, cuero y nudos
Tu look no deja lugar a las dudas para quien sepa leer en tu piel, toda cubierta por la emoción, la excitación de entregarte, como nunca antes lo habías hecho con nadie, confiando en ser tratada, así como te ves, toda atada...por cadenas invisibles, más fuertes que el cáñamo que ciñe tu preciosa piel.
Tu look no deja lugar a las dudas para quien sepa leer en tu piel, toda cubierta por la emoción,
la excitación de entregarte, como nunca antes lo habías hecho con nadie, confiando en ser tratada,
así como te ves, toda atada...por cadenas invisibles,
más fuertes que el cáñamo que ciñe tu preciosa piel.
Mis caricias no se hacen esperar...
las palabras de mí voz te hacen temblar y temer lo peor, no sabes dónde acaba el juego, el rol, donde la realidad y eso te hace aun estar más excitada,
ansiosa por sentir caricias que nadie te dio antes,
por no saber lo que tú piel quería,
y hasta tú desconocías.
Tus pezones reciben mí lengua como agua de mayo, cimbreándose, peleando por no perder el mínimo contacto, piden ser azotados por esa lengua que los enerva...por esos dedos que los aprieta y retuerce,
hasta hacerte llegar donde yo quiero...
donde dolor y placer se confunden,
hasta hacerte temblar de puro deseo animal...
desear que esas caricias...tortura sutil y dulce,
no pare en tu excitada y caliente piel.
Tu pubis está todo inundado por la sorpresa,
extrañeza de sentir lo que sientes,
mí boca va descendiendo poro a poro por toda tu piel...más lenta de lo que tú quieres,
tus pezones entre mis dedos están duros,
como torreones de tu placer,
el dolor ya ha desaparecido... perdido en tu mente,
para no volver, en un trueque sumiso,
que jamás habías sentido, todo a cambio de ese placer,
y sentirse tan entregada a no saber,
que será lo siguiente que mi piel sentirá...
¡¡Por dios!! me chilla tu cuerpo ¡¡No pares este dulce tormento...!!
Mis manos están acariciando tus nalgas,
dándoles palmadas para que cojan color,
color del sol al amanecer...rojo fuego...
para que haga juego con tu corsé de cuero...
negro como la noche,
como el vello que cubre tu caliente y oscuro sexo,
cada vez que oyes mi mano resonar en tu piel,
tus ojos se asombran de cómo reacciona tu cuerpo,
mi boca se acerca a la tuya,
toma tus labios como si me los quisiera llevar...
en prenda por el placer que te dan,
los muerdo con suavidad,
ellos se dejan hacer esperando una pelea...que has de perder, te dejo con los labios abiertos,
esperabas algo mas...pero no hay prisa, es tu sexo quien ya no puede más.
El cáñamo te mantiene, con tus preciosas columnas de alabastro separadas, como una imaginaria pirámide del amor, como un templo de la sumisión,
esperando el sacrificio de tu piel,
como si el cuero del flogger fuera parte de ella,
las caricias del cuero por tus muslos aceleran tu respiración, te retuerces como una presa atada...
sin que nada puedas hacer,
más que gemir y dejarte llevar,
hacia donde quien tú has elegido lo hará,
a los límites de la cordura y la entrega total,
ahora sabes qué es confiar.
Tu piel esta toda empapada...
como por una cascada de tu néctar viscoso...
dulce y salado a la vez,
mi lengua no desperdicia una gota,
haciendo que cada vez tu fuente, abierta por las caricias, no pueda retener la fuerza que mi lengua en ella parece ejercer, sometiéndola en cada pliegue,
a suplicios caprichosos,
que se mezclan con el chasquido en tu piel,
del cuero del azote,
mezcla de sabores desconocidos...placer y...no,
no es dolor es sentirse dada y entregada...
como un juguete sexual, tu coño todo húmedo,
no para de estremecerse como tú en las cuerdas.
A cada nalgada mía, mi ariete parece mirarte, desafiándote, amenazándote con hurgar más aun,
dentro de ti, para hacerte sentir lo dominada que estas, lo mucho que tu le has dado, como ese flujo que emana de tu interior, que no parece tener fin...
que mi boca no para de ingerir, de compartir contigo,
en el beso que esperabas después de tal dulce martirio.
Detrás de ti la visión que tengo es de otro mundo,
tus nalgas duras y redondas,
parecen invitar a ser acariciadas, nalgueadas,
a tomarlas por la fuerza del placer,
a ser mordidas sin compasión,
como usándote a mi antojo, como así voy hacer.
Tu piel no me canso de dibujar una y otra vez...
en una gula sexual sin fin...
con el lápiz de mi lengua,
voy reescribiendo cada contorno tuyo...
como dándote a conocer que no me parece bien,
que seas tan excitante, tan perfecta,
en cambio es que no, es pura sed sexual de beberte toda entera, someterte a mis caricias por pura maldad,
para llevarte a mi mazmorra de los deseos,
donde tú sabes que soy tu dueño.
Tus pechos sienten mis manos como los van moldeando, mientras beso tu oreja y la invado como si la asaltara,
te muerdo la piel, la estiro entre los dientes,
mi aliento te abrasa y no te apartas,
sino que gimes queriendo tragar una bocanada de aire, mi aliento abrasa tu vientre,
que no para de intentar apagar,
el fuego que lo consume,
como una brasa del infierno...
con caricias satánicas que tu piel sigue sin protestar,
entregada al Sabbat del pequeño macho cabrón,
que está entrando por tu lugar más oculto...
ese que nadie ha sabido tratar,
y que tu cuerpo quiere dar a quien te sepa acariciar,
sin pudor alguno, como amante fiel a tu oculta piel...
esa que ya quiero besar, lamer, penetrar con mi lengua, hacer que tus nalgas se estremezcan,
al sentir mi lengua acariciarlas poco a poco,
como un suave beso negro sin fin...
arrancándote sies de tu garganta profunda,
como una bacanal de sonidos perversos.
Mis dedos no paran de torturarte,
mientras empujas tus nalgas hacia ellos.
reclamando que entren más que no se lo piensen ya,
estas poseída por ese placer de darte del todo,
a quien te ha dominado con la voz,
atado con cáñamo y caricias perversas...
como la que ahora estas sintiendo,
y que quieres sentir sin importar...
donde estará el final de esa dulce tortura,
que te quema por dentro,
quieres sentir como te penetra,
te hace suya de verdad, que te abrase su líquido,
como una llama helada,
llenándote toda de esa carne abrasadora,
que tu boca ha acariciado, besado,
preparado para ser tuya, hasta donde nadie entro...
por tus nalgas ofrecidas, azotadas,
maltratadas por esa lengua sin compasión,
por ese diabólico pistón.
Sorprendida por la invasión esperada,
pero no antes sentida gimes y respiras con dificultad, mientras sientes mi voz que te calma,
te hace notar que ya estoy penetrando tu oscura flor,
esa que tanto codicio, esa que tanto me encanta lamer,
besar, chupar y hacerla mía...si,
penetrándote con mi verga hasta dentro,
mientras mis dedos buscan tu clítoris todo hinchado, excitado, tratando de hacerte sentir más placer aun,
y más dolor también, me notas todo dentro de ti,
como si me llevara algo tuyo al sacar mi miembro,
para volver a sentirme tan adentro tuyo,
que no puedes parar de moverte,
pedirme que te penetre más...hasta el final,
sintiéndote tan invadida como nunca lo estuviste jamás, sollozamos los dos, mientras juntos nos movemos,
de forma maquiavélica, en una danza sexual,
que no parece tener fin, hasta que sin avisar,
no podemos más y me chillas ya... ya...mi Amo. ¡¡Dámela toda si...!!! y con tu muerte llega la mía, muriendo juntos en un clímax final...
como una dulce sentencia por haberte tenido,
dominado así de esta manera sin igual,
notando tu piel toda arder junto a la mía,
mezclando dolor y placer,
en esta excitante agonía de nudos, cuero, y tu piel.
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