Pie lindo

Un nene angelical me hace sentir el mas feliz del universo.

Que me pasa?

Que tiene ese niño que me tiene como un loco poseído?

Siempre he asistido al gimnasio a mantenerme en forma y máxime que a mis treinta y tres años ya es muy difícil conseguir mantener la figura. Un tiempo practique ballet y me permitio tener un cuerpo delgado pero marcado pero sobre todo, de la cintura para abajo se nota más ya que mi cola y mis piernas son casi perfectas.

En fin, en el gym siempre he visto como los demás hombres se ejercitan y nunca había sentido ninguna sensación: solo eran tipos malolientes y sudados envanecidos con sus logros y teniendo como aliados a los espejos que pletóricos devuelven la imagen fornida y llena de músculos con venas exaltadas.

Pero desde el día 15 de julio entró un imberbe de aproximadamente 19 años, moreno, delgado y con una carita de los mas mona. Siempre usa pants ajustados lo que permite ver perfectamente lo que se carga entre las piernas.

El dice que es lampiño pero en realidad se depila todos los vellos por lo que su figura asemeja un nativo de las americas antes de la conquista de los españoles.

Su nombre: Julio, su profesión: hacerme sentir como loca. Su delirio: mostrarse y que todos le envidien. Su defecto: ninguno, es perfecto.

En una ocasión coincidimos en la banca para ejercitar el pecho y el gentilmente me auxilio en las ultimas repeticiones. Mi cola deseaba a ese machito. Yo acostado veía con gran deleite como su pene sobresalía sus calzones y se dibujaba perfecto sobre la tela del pants y deseaba que estuviera encuerado y poder tocar esos huevos que imaginaba serian como duraznos y ese miembro gordo y circunciso que adivinaba tendría.

El notó como mi verga se enderezo un poco y a manera de broma dijo que era raro pues el ejercicio era para los pectorales y el que crecía era mi pellejito. El rubor me inundo y me sentí altamente cohibido con ese comentario pero a la vez me agrado que lo hubiera notado.

Los días siguieron pasando y en otro chance me encontraba ejercitando las piernas haciendo sentadillas. Cuando me toca trabajar esa parte del cuerpo procuro ponerme una tanga para que mis nalgas trabajen correctamente. Y ahí estoy, subiendo y bajando presumiendo mi culo a quien lo quiera ver. De pronto veo que el no me aparta la vista de mis nalgas y cuando lo descubro inmediatamente aparta su mirado y continua ejercitándose. Yo siento un cosquilleo que recorre todo mi cuerpo.¿le gustare? o solo le atrajo mi cola? Quien sabe pero sea lo que sea me siento muy turbado.

Y como olvidar el día en que coincidimos en las duchas. Yo no se porque el dueño del local no le pone puertas a las regaderas y solo las divide con una lamina de acrílico de apenas unos 120 cms. de alto por lo que prácticamente no tapan nada.

Ese día estaba en la banca esperando mi turno y tenia mi vista en el suelo cuando de pronto veo pasar los pies más lindos que hubiera visto, morenitos, los dedos largos y bien cuidados y las uñas con un perfecto pedicure. Lindos pies, lindos dedos como para probarlos uno a uno y masajear esos perfectos y hermosos pies, besarlos, acariciarlos y entregarme a su adoración eterna.

El me vio y sonrió "¿esta apartada?" le conteste que no, que pasara. Dios mío, que niño tan sexy, dejó caer la toalla y apareció completamente desnudo y solo portando unas sandalias tipo pata de gallo; abrió la llave del agua caliente, la templó y luego se metió al agua fluyente. Su cuerpo se tensó y yo lo recorrí de abajo hacia arriba: sus lindos pies, sus pantorrillas, sus corvas, sus nalgas redondas, su cintura apretada y su espalda un poco más ancha que su caderas. El agua lo recorría o mejor dicho, lo acariciaba renuente a caer al suelo y permanecer eternamente en su piel. Se giró y vi su pecho cuadrado, su cara hermosa, su abdomen marcadito y su miembro semierecto cubierto (para mi desgracia) con un prepucio negruzco, sus bolas grandes y bamboleantes y lo mejor: ni un pelillo en toda su humanidad.

Comenzó a enjabonarse y mi rabo no aguanto más y se puso tieso. Meneo su verga con gran destreza y enjabonó abundantemente sus huevos. Paso el estropajo por debajo de ellos y su pene se paro un poco más. Se volteo y se agacho a enjabonarse los pies y las piernas, luego los hombros y al ultimo su cola. Era increíble ver como recorría su hendidura con el estropajo y ver ese culo rosita resbalando el jabón que le aplicaba. Yo comencé a jalar mi palo gozando ante imponente espectáculo. El lo notó y rió.

"Es tu turno" y yo pase a la regadera. De pronto, me salió de los más profundo de mi ser la calentura mas exquisita del universo. A cada movimiento que hacia el lo seguía ávidamente con su mirada y yo me esforzaba por ser lo mas puta que pudiera, abriendo mis piernas, masajeando mi verga y sobando mi culo con el jabón. El se masturbaba lentamente.

En eso estábamos cuando un ruido nos volvió a la realidad y disimulamos nuestro fervor ante la entrada de otros usuarios del gym. Me vestí rápidamente y el hizo lo propio "¿quieres un aventón?" y el asintió con la mirada. En el auto no podía apartar la vista de sus formidables pies y de su camisa abierta que dejaba al descubierto sus pezones. Mi falo estaba congestionado. Platicábamos puras tonterías hasta que me anime y le dije que lo invitaba a mi departamento para seguir con la platica. El aceptó.

En el departamento me preguntó porque no afeitaba mi cuerpo pues era muy peludillo y le dije que no me gustaba la irritación posterior, el me dijo que había cremas depiladoras y que incluso el traía una por si quería probar. Yo le dije que si y el me indicó que deba desnudarme para hacer la aplicación. Así lo hice y comenzó a embadurnarme la espalda, nalgas, piernas. Pasaron 20 minutos y me la retiro con todo y pelos, "Voltéate" lo hice y mi verga erecta palpito. "Lindo nabo" y me aplicó la crema en el pecho, abdomen, piernas y ... mi verga y huevos. La retiró y quede como pollo lavado, totalmente lampiño. "deja que te aplique un humectante" y comenzó a acariciarme todo mi cuerpo, me lamió y mordió mis tetillas, mis nalgas y todo mi ser.

No soporte más y comencé a agasjarme con el, lo desnude y comencé a besarlo y cuando llegue a sus pies me volví loco. Que frenesí tan grande! Acaricie cada uno de sus dedillos y los chupe y bese. Tuve que empinarme para continuar con mi deleite cuando de pronto sentí que mis nalgas eran separadas y su dedo índice hurgaba mi orificio. Se quitó y me dejó con el culito al aire y comenzó a lamerlo y a untarme un aceite en mi cola y el dedeo fue descomunal. En cuatro patas como estaba se puso delante de mi y me ofreció su rabo y lo succione como puta en celo, lengüetee su bolas y mi culo estaba palpitando.

Se posó detrás de mi y apunto su glande en la entrada de mi hoyo. Con sus pulgares separó mi culito y metió la cabecita. Yo estaba en el cielo y un ligero ardor recorrió mis entrañas. Empujó otro cacho y la parte gorda de su miembro estaba ya adentro. ¡Que dolor tan delicioso! No aguante más y avente mis nalgas a su pelvis logrando una penetración total.

Comenzó a cabalgarme dándome azotes en las nalgas y de vez en cuando apretando mi verga. Yo sentía como mi intestino era reventado por esa bella tranca y apretaba mi ano haciendo que Julio gimiera de placer. De pronto se apartó de mi y arrojo un gran chorro de leche en mi espalda nalgas y ano.

Bajo su mano y me ordeñó con gran destreza "¡me vengooooo!" y rápidamente se acomodo bajo mi pene y lo succionó hasta que acabe en su boquita angelical.

Se vistió rápidamente y se fue. Lo vi al día siguiente en el gym pero se hizo el occiso. No importa. El placer de mirarle, saborearle, sentirme penetrado y de tirar mi leche en su garganta valió la pena.

Hoy, de vez en vez voy al baño y cuando el se esta bañando, el solo ver sus piececitos me ponen como loca y mi verga y culo reclaman su cuota...

dream4uevercx@yahoo.com.mx