Pidió una puta... Llegó su nieta
Un viejo de 67 años va a buscar putas para una rica noche, y llega su nieta vestida de escolar, la mejor invitación al incesto.
El viejo se estaba acomodando en la conocida cama de la casa de putas que siempre visitaba. Ya estaba sin ropa y acariciandose la verga mientras el viagra hacia efecto, para sorprender a su chica de esa noche. La dueña de la casa le había ofrecido una chica nueva, una jovencita recién contratada que prometía mucho. Eso a él lo habia calentado al instante.
La chica entró con el disfraz que el había solicitado: escolar. Una faldita escocesa roja muy corta, medias blancas, blusa atada a la cintura y un delicioso escote. El hombre la miró completamente, partiendo de los pies hasta la cara, en ese momento quedó pálido al ver la dulce cara de su nieta menor, una chica de 18 años recien cumplidos.
La chica tambien palideció al reconocer a su abuelo, mas aun al notar que estaba completamente desnudo y pajeandose, y enrojeció al ver la gruesa verga de 25 centimetros de largo que sostenía en la mano.
El morbo los invadió a los dos en ese momento. El hombre comenzó a masturbarse mas rapido aun, dandole una clara señal a la chica. Ella a su vez siguio acercandose, meneando la cintura al ritmo de un sensual striptease. La chica se iba quitando la blusa, mostrando un sostén de latex que cubria deliciosamente sus senos. Seguía bailando muy sensual, agachandose y meneandole el culito que venia con una pequeña tanga negra. El viejo no paraba de pajearse con todas sus ganas sin perder detalle del show de su nietecita.
La chica lo miró directamente a los ojos, mientras despacio se quitaba el sostén y se lo lanzaba a la cara. Mostró sus ricos pechos, no grandes en exceso, sino perfectos, redonditos, con pezones pequeños. El hombre moría de deseo, y le hizo una señal para que se subiera a la cama. Ella obedeció de inmediato, montandose en la camita.
El viejo se lanzó como animal sobre ella, empezando a manosearla de inmediato. Con una mano le estrujaba las tetas, mientras la otra se colaba entre las piernitas de la joven, bajo la tanguita, y lentamente introducía un dedo en su mojada vaginita. La masturbó a maxima velocidad, haciendo que su pequeña nieta gimiera descontrolada, bajó la velocidad un poco para meterle otro dedo, y volvió a retomar la enloquecedora caricia haciendola gritar de placer. Con sus labios comenzo a tirar los pezones de la chica, luego los succionó con ganas, hasta endurecerlos.
La chica tomó la verga del viejo y lo pajeó con ganas, luego se acomodó sobre el hombre para mamarsela, pero el viejo ansiaba comerse la joven conchita de la chica, asi que la puso sobre el montada sobre su cara, en posición perfecta para el 69. Ella chupaba gustosa la rica verga de su abuelo, apenas le cabía un poco en la boca, pero lamia y succionaba salvajemente en tanto el hombre le introducía la lengua en su humeda cavidad, lamiendo sus juguitos. Le chupaba el clitoris, le lamia cada milimetro, volviendo loca a la chica. Siguieron sus juegos orales por un rato, hasta que el viejo logró que su nieta se corriera en su boca. El bebió hasta la ultima gota de esa corrida, y luego le llenó la boca de su semen a la chica, ella tambien se bebió hasta la ultima gota, saboreandolo con ganas.
El viejo seguía como piedra. Sin ninguna delicadeza agarró a la muchacha y la hizo ponerse a cuatro patas, apuntando directamente con su verga a la joven vaginita de su nieta. De un solo movimiento se la metió hasta el fondo provocando un grito de dolor en la joven, que nunca había tenido una verga tan grande dentro de ella. El viejo bombeaba enloquecido, y sin parar comenzó a nalguear a la chica hasta dejarle los cachetes rojos. La tiró del pelo y la hizo arquearse hacia él, sin dejar de embestirla brutalmente manoseó sus tetas, provocando enormes gemidos en ella. Siguió bombeandola de ese modo hasta hacerla correrse.
Luego la empujó a la cama, la tomó de los tobillos y la hizo girarse boca arriba. Puso rapidamente las piernas de la muchacha es sus hombros, alzandole bien la cadera, y nuevamente se la metió hasta el fondo y volvió a bombear enloquecido, mientras su dulce nieta gritaba y se retorcía debajo de él. Siguió dándole y dándole hasta mas no poder, y luego comenzó con lentas pero fuertes embestidas, abriendole mas y mas la conchita.
Ambos sudaban y gemían de placer mientras seguían follando con todas sus ganas, hasta que el viejo no resistió mas. Sacó la verga de la concha de su nieta, la hizo levantarse mientras él de pie sobre la cama le lanzaba el semen en la cara. La muchacha completamente caliente abría la boca para beber un poco de la leche de su abuelito.
Obviamente tras este episodio ella pasó a ser la nieta favorita, ambos mantuvieron en completo secreto esta historia y en cuanto podian se echaban una follada de las buenas.