Pidiendo ayuda a mi vecino
De como una necesidad de apoyo se convirtió en una oportunidad para divertirme y darle una sorpresa a mi vecino casado
Hola cómo están?, Yo me encuentro muy bien esta noche.
Hoy les quiero platicar esta anécdota, Cómo en todos mis relatos Algo hay de cierto y algo hay de fantasía.
Ocurrió que en una habitación que estaba pintando se descompuso uno de los ventiladores, yo no tengo conocimiento de electricidad, entonces cada vez que surge un desperfecto aunque sea menor debo recurrir a la ayuda de alguien que sí sepa hacerlo. Tradicionalmente le pido alguno de mis hermanos o alguno de mis sobrinos que ya aprendieron a reparar algunas cosas. Dado que esté ventilador tiene la iluminación integrada y como yo tenía que continuar pintando está recámara aún a pesar de que la noche ya se acercaba decidí llamarle a uno de mis vecinos qué siempre ofrece su ayuda Supongo que de manera muy desinteresada cada vez que me ve pasar.
Este señor al igual que muchos de mis vecinos qué ahora trabajan desde sus casas partir de la pandemia se toman ciertas licencias para darse algunas pausas entre el trabajo y las tareas de sus casas.
Andrés es el nombre de este vecino que ya ha ofrecido el apoyo cuando fuera necesario. Andrés está casado con una mujer originaria de Mazatlán, Sinaloa. Cómo muchas de las originarias de ese estado de la república, ella era voluptuosa de cara muy bonita pero de carácter muy fuerte. Él también tiene dos hijos varones de entre 18 y 20 años de edad y una hija de 24 años que Resulta ser la Fantasía de muchos vecinos jóvenes del lugar en dónde vivo.
Ya eran las 4 de la tarde y la tarde empezaba a tornarse un tanto gris, yo sabía que la esposa de Andrés no le permitía mucho contacto conmigo ya que algunas vecinas desconfiaban de mí por vivir sola Y por qué pensaban qué era una rompe hogares, nada más alejado de la realidad, ¡Si supieran el tipo de hombre que me gusta, seguramente tendrían plena seguridad de que no intentaba robarles a sus maridos!.
Decidí apresurarme en pedir el apoyo a Andrés para evitar que su esposa llegará del trabajo y se enterara que estaba dentro de mi casa.
Toqué a su puerta y me abrió uno de sus hijos repasándome discretamente con la mirada el escote que logró asomarse de mi suéter y también me miró las piernas rápidamente.
Se encuentra tu papá en casa, le pregunté. El respondió que sí.
Emitió un grito a su papá y pasado casi un minuto después Andrés llego a la puerta con cara de enfado qué se transformó en una amable sonrisa cuando supo que era yo quien lo buscaba.
Dime, en qué puedo ayudarte?. Me preguntó. Le respondí que necesitaba ayuda revisando una lámpara y ventilador de mi casa. Ambos se encienden pero repente parece qué se quieren Apagar, Podría ayudarme a revisarlos?. El respondió que sí y que le diera un par minutos para buscar su herramienta. De acuerdo lo espero en mi casa, muchas gracias!!.
Tocó a la puerta, le abrí y lo conduje a la habitación Dónde estaba el desperfecto. Cómo se trata de una habitación que usualmente está cerrada y como el ventilador no funciona el lugar estaba muy caliente. Le mostré la lámpara ventilador y se dio cuenta que efectivamente estaba fallando.
Disculpe Andrés que me quite el suéter, tengo mucho calor, me retiré la prenda y él se sorprendió al ver qué solamente llevaba un vestido muy pequeño y bastante descubierto.
Debo confesar qué a veces me gusta usar ese tipo de ropa dentro de mi casa porque me agrada mirarme accidentalmente en algún reflejo y ver lo que algunos hombres observan cuando me encuentro en público. Me excita un poco. Había olvidado que llevaba ese vestido tan pequeño porque ya estoy acostumbrada a usarlos permanentemente.
Me di cuenta que él se ponía nervioso, también me di cuenta que disfrutaba la situación. Le acerque un banco pequeño un banco pequeño para que alcanzara el ventilador. Él me pidió qué le acercara el aparato para medir la corriente eléctrica. Al entregárselo decidí jugarle una broma y presione mis senos en contra de su pierna, casi de inmediato pude ver el aumento en el ritmo de su respiración.
Mientras él examinaba el ventilador platicamos de algunas cosas, el dirigía la conversación hacia temas de halagos a mi persona y yo sabía que lo hacía con ánimos de cortejo.
El señor Andrés no me parece para nada atractivo pero me excita la idea de sentirme deseada, me prende mucho pensar Cuáles son las fantasías qué algunos hombres vienen conmigo, también me excita pensar solo como una fantasía que yo pudiera ayudarles a cumplirlas, yo había estado pasando unos días algo complicados porque tenía muchas ganas de tener relaciones sexuales y no lo había logrado.
Un pensamiento llevo a lo otro y la plática deliberadamente seductora de Andrés despertó a la diablilla que vive en mi mente.
Me divertí por algunos minutos paseándome en la habitación simulando que estaba haciendo limpieza en ella, esto lo hice con el objetivo de que él me mirara caminar porque yo sabía me miraba cuando pasaba frente a su casa, esta era mi forma de pago, dándole un show privado y provocando su morbo.
A veces me agachaba frente a él y mi escote casi dejaba mis pezones al descubierto, cuándo eso estaba apunto de ocurrir volteaba rápidamente a verlo Y él esquivaba la mirada con vergüenza.
Cómo ve Andrés?, el contestó muy hábilmente: Pues yo la veo muy bien y se rió. Me refiero al ventilador jajaja. Ah, eso!!! Me contestó Andrés. Pues lo veo bien Solo que estaba haciendo corto, voy a aislar bien los cables y problema resuelto.
Quiere que le acerque la cinta de aislar?. Le pregunté
Por favor sí, respondió.
Le acerqué la cinta y como vi que se estaba estirando le dije: quiere que lo detenga de aquí para que no se caiga?. Y lo sujeté de los muslos.
Era notorio que él estaba muy excitado y la verdad es que yo también, pero más que excitación tenía curiosidad y ganas de hacerle una broma, me causaba diversión ver sus reacciones nerviosas y su intento de parecer muy ecuánime.
Oiga, cree usted que su esposa tarde mucho en llegar a su casa?, le pregunté para jugar con él haciéndole creer que estaba planeando acostarme o coger con él.
No sé si tarde mucho, me respondió. Pero yo ya casi termino por si necesita ayuda con algo más, Esas últimas palabras las pronunció con un cierto tono de picardía, no hay que ser muy lista para entender qué me estaba proponiendo una aventura sexual.
O como porque me pregunta? Reiteró Cómo en ánimo de que yo diera el primer paso. Ya en este momento yo estaba plenamente decidida a jugar un poquito con el. Entonces le contesté pues para esto mientras en simultáneo le acariciaba El bulto de la entrepierna, se sorprendió e intentó bajarse de inmediato del banco en un intento de ser el quién tomara las riendas.
No!, No se baje, siga por favor con su encargo y yo me encargo de lo mío, por favor terminé de repararlo. Tácitamente aceptó las condiciones y se dejó tocar mientras continuaba aislando los cables, ocasionalmente bajaba su mano y tocaba mis senos pero yo enérgicamente se la retiraba y volvía a darle la orden qué el continuara en su tarea.
Le baje el Zipper del pantalón y lentamente fuí sacando su pene. Aún no lo tenía erecto, él estaba muy velludo, lo que me daba a entender que no era común el sexo con su mujer o que al menos el no tenía la delicadeza de depilarse para ella, en mi experiencia Eso significa qué no le practican sexo oral muy a menudo, su pene estaba pulsando pero aún flácido, probablemente también estaba nervioso, así que le retraje el prepucio y lentamente fui acercando mi lengua hacia su glande.
Comenzó a sonar su teléfono, lo ignoró, pero inmediatamente volvió a sonar, lo sacó de su bolsillo y respondió a la llamada.
Hola mi amor, sí, vine a ayudar a darle un vistazo a una caja de fusibles, Ya terminamos Ya voy para allá. Justo en ese momento introduje su pene ya plenamente erecto en mi boca, con un tono con cierto dejo de sufrimiento preguntó a su esposa otro lado de la línea telefónica, ¿Quieres que lleve algo?, mientras yo seguía con mucha intensidad introduciendo y sacando y al mismo tiempo succionando fuertemente su miembro dentro de mi boca. El aún no concluía la llamada y se alcanzaba a escuchar que su esposa le preguntaba en casa de quién estaba. Estoy en casa de Arturo no te preocupes Ya voy para allá. Algunos ruidos se alcanzaban a escapar del teléfono y me daba la impresión de que su esposa le estaba gritando. El colgó
Perdóname, Ya me tengo que ir, me dijo.
Y le respondí: y no va a terminar la lámpara?
Mejor otro día vengo más calma y terminamos lo que usted quiera mi reina.
No habrá otra ocasión igual, le afirmé y seguí engullendo su pene. Me bajé el escote dejando al descubierto mis pechos, el se apresuró a terminar de hacer los últimos detalles de la reparación y yo apresuré en hacerlo venir. Intensifiqué el ritmo con mi mano sobre su pene y él me hizo señal de que estaba a punto de tener un orgasmo. Logré qué iniciara su eyaculación y alejé su miembro de mi cara, arrojó su esperma caliente al piso y Me encargué de que soltara hasta la última gota.
El seguía parado sobre el banco y su pene comenzaba a ponerse flácido, aproveché esos últimos segundos para estimularlo nuevamente con mi lengua y labios provocándole contorsiones bastante exageradas. La idea de hacer esto era para quitarle cualquier posibilidad de Nueva erección y que quisiera consumar la tarde penetrándome, yo no quería eso, solo quería jugar.
Se bajó del banquito ya con su tarea concluida y con asombro aún en sus ojos se dirigió cuál becerro hacia mis pezones erectos, dirigió una de sus manos hacia mí vulva, se la retiré como consecuencia me agarró las nalgas, con gentileza lo alejé con mis manos y le dije: bueno, creo que esto es todo por hoy, te agradezco mucho y más agradeceré que seas discreto con lo que acaba de ocurrir, esto no fué un pago sino mi manera de agradecer tu ayuda, estamos a mano.
Dejé mis tetas al descubierto y lo encaminé hacia la salida para que volviera a su casa. Aprovechó los últimos instantes para admirarme nuevamente Y antes de que terminara de decirme si podíamos repetir la aventura, lo callé, le dije adiós con firmeza y lo forcé a salir.
Así concluye mi relato de esta tarde y espero que así concluya la participación de Andrés en cualquiera de mis futuras aventuras.