Pervirtiendo a un adolescente

Un chaval que limpio el parabrisas de mi auto en un crucero termina la noche conmigo en el asiento trasero.

Este relato es verídico, me sucedió hace solo un mes. Soy de México, tengo 25 años, alto, moreno, delgado, no soy mal parecido, me considero bisexual, y muy caliente.

Sucede que manejaba de regreso de la oficina como a eso de las 11 de la noche, estaba algo cansado del trabajo de la oficina, no había tráfico, me aproxime a un semáforo que cambio a color rojo y me detuve, me distraje un segundo para cambiarle a la música y cuando mire al frente a través del parabrisas vi caminando hacia el auto a un chaval de unos 19 años, no feo, vestía un pantalón deportivo rojo de tela muy delgada y una camiseta de tirantes blanca, el chaval caminaba del semáforo en dirección hacia mi, y en cada paso que daba no pude evitar dirigir mi mirada a su entrepierna, pude constatar por el movimiento a través del pantalón deportivo que el tío se cargaba un buen trozo de carne entre las piernas, ya que, el rabo se le movía de un lado al otro, al ritmo de cada paso. Se acerca y me dice

-Limpio el parabrisas señor?

Esto es común en algunos cruceros de la CD de México, se acercan chavales a limpiar el parabrisas de tu auto a cambio de una ayuda económica. Generalmente son chavales sin empleo que se dedican a esto mientras encuentran un trabajo formal o que divagan por ahí en las calles solas de la Cd. buscando simplemente quien les regale una moneda.

El tío debía medir 1.75 mts. , mas o menos mi estatura, delgado, moreno claro, con rasgos finos en el rostro, brazos anchos y marcados, piernas que se dibujaban firmes a través del pantalón deportivo y un trozo, que como les decía, me llamo bastante la atención.

El chaval tenia toda la cara de adolescente, pude observar ya cuando limpiaba el cristal del carro, era guapo, cabello largo, algo rizado , movía el brazo de un lado a otro limpiando el parabrisas, a un ritmo que me tenia hipnotizado, ya que me dejaba ver una pequeña mata de vello rizado en su axila que por el calor que hacia, a pesar de ser de noche, estaba húmeda de sudor, esa mata de vello contrastaba con el resto de su cuerpo, ya que, no tenia mucho vello en el pecho ni en los brazos, pero como sea, yo estaba perdido admirando a este semental adolescente dando este espectáculo exclusivamente para mi, frente a mi auto.

El chaval no tardo mas de un minuto en limpiar el cristal y luego de limpiarse el sudor de la frente se aproximo a mi ventanilla para recibir lo que yo le ofreciera, realmente estaba dispuesto a ofrecerle lo que me pidiera, pero tenia que ser discreto. Ya era algo tarde, de hecho yo era el único en el crucero, no había algún otro vehiculo.

-Siempre estas por aquí hasta tarde?

-No – me contesto el chaval algo sorprendido de que hiciera platica con el.

-Pasan de las 11 de la noche!

-Si ya me voy a mi casa.

-Y vives cerca de aquí?

-No mucho -tengo que caminar como 15 minutos.

-Tanto? -Pregunte algo sorprendido, al tiempo que le daba una moneda.

-Si, vivo sobre esta avenida pero mas adelante –dijo señalando hacia enfrente.

  • Yo vivo en esa dirección, si quieres…., te llevo. – dije

Lo pensó unos segundos y luego

-Esta bien – dijo al tiempo que se dirigió al semáforo por una mochila con sus pertenencias. Abrí la puerta del auto y entro.

Asumí el riesgo, Mira que subir a un chaval de noche a tu auto en un crucero, no lo haría cualquiera, pero la verdad no le vi malas intenciones al chaval, más bien el que tenia malas intenciones era yo.

  • Soy Gabriel

-Yo Adrián. –dijo y estrechó mi mano.

Hablamos trivialidades por 5 minutos y después me dijo que diera vuelta a la derecha. Era una calle algo obscura, la colonia no era muy apropiada para andar solo en la noche, avancé dos cuadras y me dijo que lo dejara ahí. Pare el auto debajo de un árbol que hacia más oscuro el lugar y

-Y tienes novia? - pregunté

-No exactamente, de hecho soy casado,

-Casado? -pregunte sorprendido

-Pues si, me case hace siete meses, porque mi chava resulto embarazada.

-Que edad tienes?

-18 –contesto

-Y ahora …(Pensé un poco la siguiente pregunta) que tal que tu chava esta embarazada le pones con ella? –Pregunte para iniciar el tema

-No wey… desde hace 4 meses que nada…, se quejaba mucho a la hora del sexo y pues …decidió ya no hacerlo mas hasta después…del bebe, sabes, yo no me quería casar, pero sus papas casi me obligaron.

-Vives con ella?

-No todavía, dicen sus papas que hasta después que nazca el bebe, ahora solo vivo con mi hermano menor, porque mis papas no viven aquí.

-Tu chava es menor o mayor que tu?

-Tiene 24

-Se aprovecho de ti!!! Reímos los dos.

-Y entonces que haces cuando andas caliente si no vives con ella.

-Me la jalo, - Me dijo al tiempo que se llevo una mano al bulto y se lo sobo.

-Cabrón entonces vives jalándotela, porque se ve que eres muy caliente para haber embarazado a una de 24. - Reímos

A pesar de habernos conocido hace unos minutos le tome confianza y yo creo que también le inspire confianza, porque me contó su vida a detalle en tan solo 20 minutos que teníamos platicando en el auto. Se veía tan inocente, risueño pícaro, caliente, ahí sentado en el auto junto a mi abriendo y cerrando esas largas piernas y tocándose el bulto una que otra vez, que no aguantaba mas

-Y ahora andas caliente? –pregunte interesado.

-Algo!

-Que tan caliente –insistí

-Bastante! –contesto sin dejar de abrir y cerrar las piernas y rozándose el bulto con una mano discretamente y mirando hacia enfrente con la mirada perdida, como pensando en algo.

-Te lo han chupado últimamente –pregunte mientras no le quitaba un ojo a su entrepierna.

-No… a mi chava no le gusta, la ultima vez fue hace como un año….pues…. me lo mamo un cabrón que me encontré en los baños de un bar. Andaba algo ebrio –me dijo- y muy caliente y este wey que estaba orinando a lado mio, como estaba solo el baño, se agacho antes yo de terminar de orinar las ultimas gotas y se metió mi verga a la boca. Lo deje hacer, me metió en un privado del baño y ahí me lo mamo hasta que me corrí en su boca.

-Y te gusto?

-La verdad no se wey, pero creo que me tengo que ir! –dijo casi apunto de bajar del auto.

Mi conversación había despertado aquella vivencia que tuvo mi amigo en aquel bar aquella noche en la que se excedió de copas y por su borrachera no supo con quien perdió. Y ahora que regresaba a su mente ese recuerdo y se estaba calentando. Pero su lado heterosexual le decía que bajara del auto porque sabía a donde iba yo con todo esto.

-Quieres que te lo haga? – lo interrogué, sin mas preámbulo, al tiempo que llevaba mi mano derecha a su pierna impidiendo que bajara del auto.

La pregunta estaba en el aire, hubo silencio por unos segundos

Me sentía como un criminal abusando de un adolescente, pero… no lo obligaría a nada, si el decía que no, ahí paraba todo.

No contestó simplemente me dejo hacerle, nuevamente como aquella ocasión en el bar mi amigo simplemente se dejo llevar, solo que ahora estaba sobrio.

Acaricie su pierna por encima del pantalón deportivo, que por la tela tan delgada me permitía sentir cada vello de su pierna y percibir que su temperatura estaba aumentando, con la sensación de mi mano rozando su paquete muy de cerca. Tomé valor y pase mi mano por encima de su trozo, lo recorrí suavemente con las yemas de mis dedos y percibí sus dimensiones. El chaval estaba muy bien armando, sentía un trozo de carne grande, ancho sudoroso y unas bolas enormes y duras que le hacían juego. Comencé a frotar su pene con una mano encima del pans de nylon color rojo y con la otra acariciaba su pierna, lo sobe mas y mas, la tela delgada de la prenda me dejo hacer un buen trabajo, tan bien que a los dos minutos yo sentía que ese pedazo de carne había crecido considerablemente y la respiración de mi amigo se había agitado un poco, ocupe mi mano izquierda para deshacer el nudo del cordón del pantalón deportivo y con la otra mano saque su tremendo rabo.

-Mámala – fue lo que rompió el silencio de la situación.

Ahora me sentía como un depravado haciendo esto en el auto, a la mitad de una calle obscura y con un chaval 7 años menor que yo, pero mi calentura y la adrenalina del momento pudieron mas que mi mente, y me entregué a los jugos de ese pedazo de carne que tenia a unos centímetros de mi boca. El trozo de mi amigo media unos 16 centímetros, en completo estado de erección apuntaba directo al techo, con un par de dedos baje la delicada piel que cubría la punta de este delicioso pene y comencé a engullir cada milímetro. Solo alcanzaba a ver el rostro de mi amigo entre sombras pero supe que tenía los ojos cerrados y una respiración que iba en aumento cada vez más. Coloco su mano en mi cabeza y entonces me empujaba su herramienta dentro de la boca, hasta casi ahogarme, aparte su pene un segundo y con ambas manos baje completamente su pans hasta los tobillos, de tal forma que abriera las piernas bien para dejarme tocar su bolas que estaban llenas de vellos rizados que se enredaban en mis dedos y se mojaban con mi saliva. Mientras mi boca engullía tan delicioso manjar que apenas entraba en ella por lo grueso que estaba, ocupaba una mano para masturbarle al mismo tiempo que mi otra mano disfrutaba de la suave piel de sus testículos, tan delicados, tan tersos, tan suaves que no pude mas y deslice mi lengua por su contorno, rozando su escroto y su pierna a la vez en la ingle, esto mando a las nubes a mi amigo, ya que dio un jadeo muy fuerte tanto podría jurar que alguien nos había escuchado.

Afortunadamente la calle estaba vacía confirme al voltear para todos lados afuera del auto, no me había percatado que los cristales estaban ya completamente empañados, abrí un poco una ventanilla para que entrara aire y seguí con mi tarea, mi amigo había ya reclinado el haciendo al grado de casi estar acostado en el, y esta posición me permitió admirar a este macho aun mejor, el niño estaba delicioso, unas piernas duras, un abdomen plano, no muy marcado pero si ejercitado, una cara de niño malcriado que no podía con ella, y un pene enorme duro, caliente, sudoroso que olía a macho joven.

Pasaron casi 15 minutos y yo no me cansaba de disfrutar de tremenda herramienta, cada centímetro lo metía en mi boca con una maestría que hasta yo me sorprendí de mi habilidad para hacer esto. El trozo estaba caliente, duro, sudado. Recorrí cada área de su cuerpo que sentí que ni su esposa había disfrutado tanto de el. Su prepucio estaba completamente descubierto y me dejaba ver una cabeza ancha perfecta. Recorrí con mi lengua cada vena que atravesaba semejante carajo y no dejaba de acariciar su bolas duras con mi mano libre, baje mi lengua hasta sus pelotas y las acaricie delicadamente con la punta, una que otro vello se me quedaba en la boca, pero no me importo yo seguí dándole placer a mi amigo.

-Te lo han metido –Pregunto entre Jadeos

Lo mire a los ojos mientras pasaba la punta de mi lengua por la punta de su glande, unos ojos tan tiernos y pícaros que me sentía culpable, pero mi lujuria pudo mas.

-Solo un par de veces

Me acaricio los cabellos de la cabeza mientras me decía-

-Te gustaría tenerla dentro?

Ahora era el, el que quería ir mas allá.

-Lo has hecho antes? -pregunte

-No, wey pero la verdad ando tan caliente que no me importa.

-Quieres ir a otro lado?

-No wey o me bajo la calentura ahora o me quedo con las ganas. –dijo todavía jadeando

-Endereza el asiento

Se incorporó y enderezo el asiento, de un salto ya estábamos en el asiento de atrás y nos habíamos quitado todo de la cintura para abajo. Afortunadamente el asiento trasero es amplio y los cristales polarizados impiden ver hacia dentro. Recline el asiento de atrás y me monto por el cuello al tiempo que me ofrecía su herramienta con una mano, me jalaba de los cabellos con la otra. Abrí mi boca nuevamente y recibí tremenda estocada, sus testículos chocaba ahora contra mi barbilla.

-Tu barba me raspa cabrón –me dijo al tiempo que me seguía empujando tremendo trozo en la boca.

La posición era un poco complicada en el auto pero con este semental montado en mi cuello cogiéndome por la boca me sentí dominado. Acariciaba sus nalgas al tiempo que el empujaba una y otra vez su pene en mi boca y sus bolas velludas seguían chocando contra mi barbilla.

-Lo mamas delicioso. Tienes una boca tremenda, cabrón, dale wey, chúpalo todo, todo, todo. Ni mi vieja me ha hecho gozar tanto. Coméntela toda, anda putito, mámala. Ufffff, uffffffff, ahhhhhhhhhh

-Espera todavía no te corras –dije al tiempo que me saque su verga de la boca y puse mi mano en su abdomen para detener sus estocadas.

Saque un condón de la guantera y se lo puse, entonces me acosté en el asiento y puso mis piernas en sus hombros. Al tiempo que escupía en sus dedos y embarraba la saliva en mi raja con la otra mano ya se abría paso con su herramienta, apuntando el glande de semejante carajo justo en la entrada de mi ano.

-Despacio cabrón -dije

Con tremenda maestría este wey me introdujo todo su carajo. Contuve la respiración hasta tenerlo todo dentro.

-Ufffffffffff que rico culo, apretado tienes putito ufffffff– me dijo casi al oído, había apoyado sus brazos en el asiento, justo al lado de mi cuello, mientras mis piernas estaban totalmente apoyadas en sus hombros.

-Dámelo todo -le dije

-Uff, uff, uff, uff, ah, ah, ah, ah

-Que apretado estas, hace cuanto que no te lo metían?

-Dámelo todo –alcance a decir nuevamente entre jadeos

-Toma putito, tómalo todo, trágatelo todo, eres una putita apretada.

Este semental me estaba dando tremenda cogida que yo estaba perdido, mi mente en blanco, solo sintiendo su fuerza dentro de mi y su tremendo carajo ancho palpitante taladrando mi trasero. Gotas de su sudor chorreaban sobre mi, llego un momento en el que quería que todo terminara, sin embargo, me aferraba a sus brazos y recuperaba la fuerza. Pensar en semejante cabrón dándome con toda su energía en el interior de mi auto me llenaba de adrenalina. Sentía cada centímetro de su carne fusionarse conmigo, sus bolas chocando contra mi raja, estire la mano y las toque una y después la otra a un ritmo perfecto con sus estocadas. Por casi 15 minutos estuvimos en esta posición, con lapsos de descanso para que no se corriera. Saco su pene para cambiar de posición y sentí su respiración tan cerca de mi cara que abrí los ojos, tenía sus labios, gruesos y carnosos, a escasos cinco centímetros de mi boca, mientras otras tantas gotas de sudor escurrían y caían a mis mejillas le arranque un beso que duro unos segundos, y luego aparto su boca. Mi bolas rozaban con su verga en esta posición en la que lo tenia encima, baje mis piernas de sus hombros y entonces tome nuestras vergas con una ambas manos mientras el permanecía arrodillado en el asiento entre mis piernas y apoyando sus manos junto a mi cuello y mirándome a los ojos yo masajeaba ambos pedazos de carne juntos, palpitantes, erectos y sudorosos. En este momento nuestras miradas se toparon y sin decir nada nuevamente nos besamos como locos.

Se sentó en el asiento dejando su pedazo de carne al aire, que lucia duro, erecto orgulloso con ese par de bolas en reposo y me senté encima de el de frente de tal forma que nuestras miradas se cruzaran, puse mis rodillas a sus costados y me acomode su carajo en la entrada de mi ano, y suavemente me senté en el. Permanecía inmóvil simplemente me dejo todo a mí. Subía y bajaba todo mi cuerpo muy suavemente para que su pene no saliera de mis entrañas, subía y bajaba hasta que lo tenia todo dentro. Estuve dando sentones en tremendo trozo por cinco minutos, hasta que me dijo

-Quiero correrme en tu boca

Me baje de esta posición y me senté a su lado, le quite el condón y me dispuse a mamárselo de nuevo, sobe sus bolas suavemente al tiempo que sentía tremendo animal palpitando en mis labios, lo succioné y me lo trague todo centímetro a centímetro, mis labios ya conocían cada una de las venas de tremendo pene. Una y otra vez Salía y entraba en mi boca hasta que

-Me voy a venir!!!!!!!

Metió su carajo en mi boca y apretó mi cabeza con sus manos no dejándome apartar para tragarme todo el jugo que estaba a punto de salir.

-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, cabrón, chúpala, toda, Uffffffffffffffffffffff, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Entre jadeo y jadeo seguía empujando mi cabeza contra su herramienta y entones comencé a sentir como fluía el semen desde sus bolas y atravesaba todo su mástil hasta explotar uno, dos, tres chorros, cuatro, cinco, seis, bestial corrida. Más de siete chorros con tremenda fuerza que sentí que llegaron hasta mi garganta, sentí que mi boca se fusiono con su pene, y todo se mezclo, saliva semen, sudor. Ufffffffffffffffffffffffffff.

-Ha sido lo mejor que me ha pasado nunca –dijo al ponerse los pantalones y mirándome a los ojos.

Entonces escuchamos un ruido afuera del auto y ahí estaba, un chaval observando todo a través de la ventanilla abierta, lo alcance a ver antes de que echara a correr, debía tener unos 15 años.

Continua…..