Pervirtiendo a estudiantes 2.1: Viqui y María

Era el turno de pervertir a Viqui y a María

Al empezar el año, después de los exámenes del primer cuatrimestre de la universidad, Verónica me llamó.

_ Quiero que "juegues" con un par de amigas mías. Algo similar a lo que hicimos tu y yo, pero lo harás con dos chicas. Pero quiero que acabe en un sitio especial...

Entonces Verónica me contó cómo quería que acabase. A mí me pareció perfecto. Sólo tenía que pensar qué hacer con sus amigas antes de todo eso.

Quedé con las dos chicas delante de la facultad en la que me había encontrado con Verónica la otra vez. Ninguna de la dos era muy alta. La primera se llamaba María. Tenía un buen par de tetas grandes, cabello negro hasta los hombros y un culo perfecto. La segunda era Viqui. No tenía demasiado pecho, el culo era estrecho, iba con la cabeza rapada al cero, y llevaba diversos piercings y tatuajes. Se veía claramente que Viqui era mucho más lanzada que María.

Entramos en la facultad, y subimos a la biblioteca general. Nos metimos en la hemeroteca. La hemeroteca tiene diversos pisos, de los cuales sólo dos son públicos. Los pisos tienen una rejilla de metal a través de la cual se puede ver y oír tanto el piso de arriba como el de abajo. Subimos a la planta de arriba y fuimos al fondo. Allí había una ventana que daba a un tragaluz, una mesa, tres sillas y el suelo no tenía rendijas. Nadie podía vernos desde abajo y nos separaban de la entrada del piso diversas estanterías llenas de revistas y libros. O sea, estábamos en un rincón privado de un sitio público.

_ ¿Vamos a hacer alguna cosa aquí?_ Preguntó Viqui sonriendo.

_ Claro que sí_ Le respondí yo_ Bájate los pantalones y las bragas.

Ella lo hizo y, cómo si intuyera lo que yo iba a hacerle, se agachó en una silla, poniendo al descubierto su culo y su coño. Yo pasé mi mano por su coño. Estaba igual que su cabeza: completamente rapado. Seguramente el único cabello que iba a haber en todo su cuerpo iba a ser sus cejas.

Cogí a María y le dije:

_ Chúpale el culo y dilátaselo.

_ ¿¿¿Qué???_ Preguntó María sorprendida.

_ Sabías que ibas a jugar a esto si veníais las dos juntas. Hazlo.

María se puso de rodillas detrás de Viqui, y empezó a lamer su culo. Viqui intentó acariciarse el clítoris, pero le dije que no lo hiciera. Le mandé hacerlo a María. Después de un par de minutos de ensalivarle el culo a Viqui, le dije a María que le metiera un dedo.

_ Mejor dos_ dijo Viqui_ Ya estoy demasiado acostumbrada a uno y casi no noto nada.

María lo hizo, y cómo yo veía que la cosa iba tirando adelante, me puse detrás de María y le levanté el jersey y la camiseta. Le quité el sostén y empecé a masajearle las tetas. Las tenía tan grandes que me faltaba mano para cogerle una entera. Cuando me hube cansado, y María ya tenía tres dedos en el culo de Viqui, le desabroché el pantalón, y metí mi mano por la parte de atrás de sus bragas. Debido a la posición en la que se encontraba, yo sólo podía frotarle el ano, pero con eso ya me conformaba.

_ Tengo un par de regalos anales para vosotras dos_ Les dije. Entonces me dirigí a María_ Sácale los dedos del culo y métele la lengua dentro.

Yo cogí mi bolsa, y antes de que pudiera decir nada, Viqui se había girado y le estaba chupando los dedos a María. Hizo que María se estirase boca arriba, y se puso a besarla con lengua. Viqui vio que yo tenía un plug anal en mi mano y se puso con el culo levantado. No hacía falta decir nada. Le clavé el plug por el culo y lo puse en modo vibrador. El ruido que hacía fue apagado por el por culo de Viqui.

_ Um!!! Qué gustazo!!!!_ Dijo Viqui_ ¿Qué hay para María?

Saqué de la bolsa unas bolas anales y se las pasé a Viqui.

_ ¿Me vais a meter eso tan largo por el culo?_ Preguntó María

_ Sí_ dijo Viqui mientras les bajaba los pantalones y le hacía doblar las piernas por encima de la barriga.

Le pasé las bolas a Viqui, y como María no parecía que quisiera dejar de quejarse, me desabroché los pantalones y le metí la polla por la boca.

_ Chupa, que así estarás distraída un rato.

Viqui le metió las bolas por el culo bastante rápido, y le empezó a acariciar el clítoris a María. Ésta se corrió muy rápido. Sus gemidos no se oyeron porque aún tenía mi polla metida en la boca, pero de verla corriéndose, me corrí yo.

_ Trágate toda la leche_ Le dije acariciándole el cuello, como si quisiera hacerle bajar la leche.

_ ¡Yo también quiero leche!_ Se quejó Viqui.

Saqué la polla de la boca de María, y Viqui me la estuvo lamiendo hasta que dejaron de caer gotas de semen.

Viqui se puso de pie. Tenía los pantalones y las bragas bajadas hasta las rodillas. Se quitó los pantalones, las bragas, la chaqueta y la camiseta que llevaba debajo, y se acercó a la parte del suelo donde había la rejilla.

_ Si entra alguien y mira hacia arriba me verá el chomino y el culo_ Dijo poniéndose en cuclillas sobre la reja. Acto seguido, se estiró boca abajo sobre la rejilla, de manera que cualquier persona que entrase en la hemeroteca y mirase hacia arriba la vería completamente desnuda. Ella estaba de espaldas a mí, y la imagen de su culo con el plug metido me inspiró. Por mi cabeza pasó una idea que hizo que me empalmase otra vez de golpe. Hice que Viqui se pusiera a cuatro patas mirando a María y se la metí por el coño. Acto seguido, hice que se volviera a estirar sobre la rejilla, boca abajo. Pasé mis brazos por debajo de su cuerpo y la cogí por los hombros, como si quisiera inmovilizarla mientras le clavaba mi polla en lo más profundo de su coño. Allí estuvimos, follando sobre la rejilla, mirando a María. Ella, que ya empezaba a perder su pudor, se sentó delante de nosotros y empezó a acariciarse. Yo la hice sentarse más cerca, y Viqui empezó a lamerle el coño, mientras la arandela de las bolas anales le colgaba por una de las rendijas del suelo.

Cuando hubimos acabado, Viqui me dio un beso con el sabor del coño de María, y las hice vestir sin quitarse sus juguetes anales.

De la facultad fuimos a la sex-shop que había allí cerca. Ninguna de las dos se esperaba lo que les queríamos hacer allí. Al entrar, Verónica las estaba esperando dentro.

_ Muy bien_ Dijo Verónica_ Os explico lo que vais a hacer. Es muy simple. Vais a entrar en cada cabina ocupada y vais a satisfacer al cliente. Eso significa que le vais a hacer lo que él os pida, sea lo que sea. Cuando acabéis de una cabina, iréis a la siguiente. Cuando ya hayáis acabado con las cabinas, habrá otros juegos.

María se quejó un poco, pero a Viqui le encantó la idea y se puso manos a la obra.

_ Yo también quiero jugar contigo_ Me dijo Verónica. Los dos nos desnudamos, y acompañamos a María a su primera cabina. Dejamos la puerta abierta, mientras María le hacía una mamada a un hombre mayor. Verónica se apoyó con las manos en la puerta mientras yo se la metía por el chomino por detrás. El hombre estiró su mano para acariciar los pechos de Verónica, y esta se inclinó sobre él para que le chupase los pezones. El hombre se corrió llenándole de semen la boca de María.

_ Trágatelo todo_ Le ordenó Verónica.

Salimos de aquella cabina sin que ni yo ni Verónica nos hubiéramos corrido, pero con el señor satisfecho. En ese momento también salía Viqui de una cabina. Llevaba un chorretón se semen que le cruzaba toda la calva.

_ Voy a por el siguiente_ Nos dijo sin limpiarse el chorretón.

Esta vez fuimos a ver como se lo montaba ella. Entró sin avisar en la cabina y le pegó un susto de muerte al hombre, pero cuando él se dio cuenta de lo que pasaba, hizo que se sentara en su polla, de cara a él, mientras yo entraba en la cabina con Verónica y ella se subía a mi polla abrazándome con sus brazos y piernas, y yo la sostenía en el aire cogiéndola por el culo, haciéndola subir y bajar de mi polla. El hombre cogió con un dedo el semen que Viqui tenía en la calva mientras ella saltaba sin piedad sobre su polla, y él acercó su dedo al culo de Verónica. Yo no veía lo que pasaba, pero no hacía falta. Verónica me lo contaba a grito pelado, como si quisiera que todo el sex-shop supiera qué estaba pasando.

_ OHHH, Siiiiiiiiiiii. Me está metiendo el dedo lleno del semen de la calva de Viqui por el culo. No se te ocurra sacarlo, que voy a correrme!

Y efectivamente, Verónica se corrió en ese instante. El hombre sacó el dedo de su culo, ella bajó al suelo, y se puso de rodillas al lado del hombre.

_ Dame ese dedo_ Le dijo Verónica al hombre, con ganas de chuparlo.

_ Ni de Coña!_ Dijo Viqui, cogiendo la mano del hombre y llevándose el dedo ella a la boca, mientras miraba directa a los ojos del hombre. Éste se corrió en medio de convulsiones_ Para ti tengo algo más sabroso_ dijo Viqui a Verónica. La hizo estirar en el suelo y se sentó en su cara para que Verónica le lamiera a Viqui el chocho mientras el semen del hombre le chorreaba de su chomino. Al ver que yo no me había corrido, Viqui me cogió la polla y me hizo una mamada. Aguantó mi semen en su boca, se levantó, y se lo metió a Verónica con un beso. Verónica se lo tragó.

En ese momento salía María de una cabina, con la mano en el culo.

_ Me ha quitado las bolas, me ha enculado, se ha corrido y me ha vuelto a meter las bolas para que no se escapase el semen!

Ya no quedaban más cabinas ocupadas. Las llevamos a la sala x. Ahí habían dos hombres, un par de chicos negros y una transexual.

_ Me parece que vamos a tener que turnarnos_ dijo Verónica_ La primera será María.

_ ¿Y con quién lo hago?_ Preguntó María.

_ Pues con cinco a la vez_ Dije yo como si aquella fuera la pregunta más estúpida que había oído en mi vida.

_ Yo me cojo coño_ Dijo la transexual_ Estoy cansada de bocas y culos de hombres. ¡Quiero un buen chochete!

_ Yo me cojo el culo_ Dijo uno de los chicos negros con un buen pollón.

La chica transexual ya se había estirado en el suelo y esperaba a María.

_ Pero ..._ Dijo María.

_ Hazlo_ Dijo Viqui_ Sólo es otra polla.

María se sentó en la polla y la transexual hizo que se estirara sobre ella.

_ Frota tus tetas contra las mías_ Dijo la transexual.

María intento levantarse apoyando sus manos, pero los dos hombres hicieron que les cogiera las pollas para hacerles unas pajas. De mientras, el chico negro le quitó las bolas del culo.

_ ¿Dónde te las dejo?_ Preguntó.

_ En mi boca_ Dijo Viqui estirándose a su lado. Él las dejó caer en su boca y Viqui las estuvo chupando hasta dejarlas limpias.

El chico negro se la clavó a María de golpe y sin avisar. Ella gritó y comenzó a quejarse, pero no duró demasiado tiempo. El otro chico negro la hizo callar con su verga.

Los dos chicos negros fueron los primeros en acabar y entonces los hombres dejaron libres sus manos y ocuparon su boca y su culo. Entonces acabo la transexual, y luego el hombre que ocupaba el culo de María. El que la tenía metida en su boca la cambió de sitio y fue a por su culo, donde se corrió en diez segundos. Entonces, yo me ocupé del culo de María, mientras la gente repetía la operación con Viqui. La única diferencia fue que a Viqui, la gente se le empezó a correr en la calva, de manera que le quedó toda la cabeza llena de semen que le caía por la cara, las orejas y el cogote. Yo nunca había visto algo así y me hacía poner cachondo. Sé que suena raro y que me había corrido diversas veces, pero era lo que pasaba. María ya empezaba a estar curada de espantos y, delante de todos, le lamió todo el semen a Viqui y le dio un morreo con la lengua llena de semen.

De todas maneras, aún quedaban más pruebas para Viqui y María.

(Continuará...)