Pervertiendo a Laurita (2)

Comienza la transformacion de Laurita, de inocente colegiala a adicta al sexo, Esta vez, anal.

Esta es la segunda parte de Pervertiendo a Laurita

Luego de la excitante experiencia en el Autobús Laurita planea cuidadosamente el mes, esta vez es ella la que manda y esto la excita mucho, tener un hombre como esclavo para satisfacer sus más bajos instintos y cumplir todas sus fantasías.

DIA 1

La semana siguiente pasó sin novedades, ni noticias de Laurita, hasta que suena el timbre de mi casa, voy a abrir la puerta y ¿Quién estaba ahí?, LAURITA vestida de colegiala y con un bolso muy grande y cargado en el hombro.

-Ni se te ocurra quedarte en mi casa!!!!- Le dije sin siquiera saludarla

-No salame, queres que rajen de mi casa, traigo algunas cositas para divertirnos un rato-

-Bueno, pasa-

Fui a la cocina traje un par de botellas de vino dos copas, y sin decirle nada le serví y empezamos a tomar, me contó lo que había sentido aquel día en el colectivo, cuanto le había excitado que alguien a quien ni conocía la penetrara, el morbo que sintió estando en un lugar público y con tanta gente alrededor y que no sabía que hay gente que está dispuesta a tener sexo en cualquier lugar y con cualquier persona, que la había excitado mucho sentirse una verdadera puta y lo que mas le gustó es que le rompieran la colita.

-Pensé mucho en este mes y en que cosas hacer con vos, tengo muchas ideas locas y degeneradas, pero vamos de a poco, hoy quiero…..-

Y mordiéndose los labios de una manera muy sensual se acerco al bolso, lo abrió y sacando una gran cantidad de consoladores, cremas, verduras, y aparatos saboreando cada uno de ellos a medida que me los mostraba, cuando termino de sacar todos los consoladores del bolso me dijo.

-Me encanto que me hicieran la colita, y quiero que me la pongas por ahí hasta que explote de placer-

Me quedé sin palabras, no podía creer lo que me estaba pasando, lo que empezó con una apuesta inocente se transformó en un sueño, tenía en mi departamento a una tremenda pendeja de 16 añitos, con un lomo tremendo 100-65-95, todo paradito, una colita hermosa, rendodita y firme, y lo mas increíble, me la estaba ofreciendo en bandeja!!! No hay palabras para explicar lo que es este bombón

-ehhhh… bueno…. Tenes algo pensado, o me das la libertad de hacer lo que yo quiera-

-Traje todo esto, quiero vos seas el que decida como empezamos y como seguimos-

-Bueno-

A esta altura ya nos habíamos tomado las dos botellas de vino, la agarre de la mano y la levante llevándola al centro del cuarto, lentamente empecé a desvestirla, le quité la camisa, besando cada centímetro de su cuerpo, le saqué el jumper muy lentamente, quedando solamente en ropa interior, una hermosa tanguita roja diminuta y un corpiño negro transparente que de dejaban ver sus hermosos pezones.

Agarré una silla sin respaldo y la puse en el centro del cuarto, haciendo que Laurita se recostara en ella con la panza, quedando sus piernas colgando de un lado y su cabeza y torso colgando del otro. Tomé unas tijeras y corte su tanga y corpiño dejando todo su cuerpo al desnudo y entregado, luego agarré unas sogas que Laurita trajo en el bolso, tomando cada uno de sus tobillos los ate a la soga y a los extremos del sillón para dejarle las piernas bien abiertas y extendidas. Con otra soga ate sus muñecas a la mesa, me aleje un poco para ver a esa hembra y quede boquiabierto, completamente inmóvil con las piernas abiertas ofreciendo su sexo a mis deseos.

-Vamos a empezar despacito, así disfrutas plenamente todo el día- Le dije al oído-

Agarré un tarro de vaselina y comencé a untárselo en la colita acariciando cada centímetro de piel, disfrutando de esa tremenda cola y hermosas piernas, una vez que tuvo el culito bien lubricado, deslicé un dedo dentro de ella, lo recibió sin problema succionando hasta que estuvo todo adentro, en esos momentos comenzó a gemir muy levemente y tratando de mover sus caderas para aumentar el placer sin conseguirlo ya que estaba firmemente atada.

Retiré el dedo, tomé un pequeño consolador de color rosa de unos 12 cm. de largo y 3 cm. de ancho y apuntado hacia su agujero negro empecé a introducirlo, se lo comió como si nada, ese culito estaba mas que hambriento.

-Poné algo mas grande!!!!!- me grito Laurita.

Grande fue la sorpresa para mi al escuchar este grito desesperado de una verdadera puta en celo, esto me calentó muchísimo, se me puso duro como un garrote y no veía la hora de meterme mi miembro en ese culito, me controlé un poco tomé un consolador en forma de pirámide, que es finito en la punta y se hace mas grande en la base, y sin miramientos se lo metí hasta el fondo de un solo y brutal empujón. Laurita pegó un grito tremendo mezcla de dolor y de placer, al escuchar el grito le di un golpe muy fuerte en la cabeza.

-No grites!!!, no querías esto?-

Agarre su cortada tanga se la introduje en la boca y con una cinta le tape la boca.

-Ahora vamos a ver si podes gritar otra vez-

Sacándole el consolador de un solo tirón tome uno que son una serie de 8 bolitas cada una mas grande que la otra unidas con un hilo, y metiendo una a una las fui empujando hasta su interior, las 4 primeras entraron sin problema, la 5 costo un poco mas, la 6 ya casi no entraba, Laurita gemía e intentaba retorcerse esta vez de dolor, la 7 de las bolitas de un diámetro de 6 cm. no quería entrar empujé con mucha fuerza y al abrirse el culo vi que las bolitas estaban ocupando todo su interior, entonces masajeé su culo para que las bolitas se acomoden en su interior y empuje violentamente la bolita numero siete que entro dejando escapar un largo y doloroso gemido, Laurita no podía ni levantar la cabeza, me acerque hacia su cabeza la levanté y vi que le caían algunas lagrimas.

Al ver esto saqué la cinta que tapaba su boca, y la tanga que la tenía casi en la garganta y le dije.

-Si no queres mas, decime y terminamos acá-

Entre sollozos me dijo –No, quiero llegar al límite, quiero que este gran dolor se transforme en un gran placer-

Viendo que Laurita estaba dispuesta a todo, volví a tapar su boca, pero esta vez no con su tanga ni con cinta, le metí hasta tocar la campanilla mi dura y erecta herramienta, acción que hizo que Laurita tenga arcadas y empezara a babear sin parar, le tome la cabeza con las dos manos y bombeando como loco me la cogí por la boca, yo estaba tan caliente que no tarde ni dos minutos en acabar en su boquita, le llené toda la garganta de semen con la primer descarga, retiré mi miembro termine de acabarle el toda la cara, mezclando el semen con su saliva y con su pelo, haciendo que este quedara todo pegajoso y pastoso, le di un par de cachetadas y le dije.

-Mira que flor de puta resultaste, esta va a ser una experiencia que no te la vas a olvidar en tu vida-.

Entonces volví a su parte posterior y empecé a empujar dentro de ella la última bolita que le quedaba colgando del culo, esta era de gran tamaño, casi unos 7,5 cm. no creí que le entraría, pero estaba dispuesto a meterla sea como sea, le masajeé nuevamente el culo para que se acomoden en su interior las anteriores 7 bolitas, su culo había crecido notablemente de tamaño por todo lo que tenia adentro, hice fuerza con la bolita y esta comenzó a perderse dentro del ano, hizo tope con otra que ya estaba adentro y no quería moverse, entonces empujé con gran fuerza poniendo todo el peso de mi cuerpo empujando hasta que al fin, las 8 bolitas estaban dentro del culo de Laurita.

-Ahora te vas a quedar así un rato mientras yo preparo lo que sigue-

Laurita estaba rendida, no podía ni levantar la cabeza, ya ni siquiera tenía fuerzas para gritar, apenas una respiración entrecortada y agitada.

-De a poco te vas a ir acostumbrando y va a venir el placer, no te preocupes- Le dije

Voy a la cocina y traigo otra botella de vino, mientras prendo el equipo de música me siento delante de ella, me encanta ver su carita mezcla de dolor y placer, me sirvo vino en una copa y se la ofrezco, ella asiente con la cabeza, entonces le desato las manos y le doy la copa, ella se queja del dolor ya que no se puede mover debido a la gran cantidad de cosas que tiene metidas dentro de su culo, toma el vino, y poco a poco el dolor va pasando, ella ya esta empezando a disfrutarlo, entonces voy detrás de ella, tomo un vibrador eléctrico, y muy suavemente se lo meto en su cuca, ella ahora grita de placer, y con las manos libres se retuerce los gigantes pechos, mueve sus caderas como una perra en celo, sus gritos aumentan y enciendo el vibrador al máximo, Laurita se retuerce violentamente los pechos, y sus gritos se ahogan en único y gigante grito mudo de placer, en ese momento tuvo su primer orgasmo.

Fui retirando las bolitas muy suavemente de su culito mientras Laurita se retorcía de placer, cuando retiré todas las bolitas desate sus pies me tumbé en el suelo al lado de ella, y guiándola la senté arriba mío, mi pene entro sin problema gracias al gran dilatamiento de su ano, Laurita empezó a cabalgar ferozmente, estaba ida, en otro mundo, se clavaba mi herramienta en su culito una y otra vez, hasta que juntos llegamos al clímax, ella consiguiendo otro orgasmo y yo acabando dentro de su culito, la idea de estar acabando dentro de ese culo tan deseado hizo que saliera una gran cantidad de leche, chorreando por los costados y llenando todo su interior.

Ella se bajo y comenzó a limpiar todo mi pene, chupando y tragando hasta la última gota de leche. Riendo y tomándose la cara se dejo caer en el suelo.

-¿Te gusto?- Pregunté

-mnmnmnmmnm, delicioso-

-Y todavía queda mucho mas- Dije.

Pero para eso van a tener que esperar a la próxima entrega, espero que les guste la historia.