Perversiones en público y en privado

Cositas que me han pasado hace poco, todas bien deliciosas

Esto pasó hace un par de semanas y todavía me masturbo pensando en ello.

Estaba ayudando a una amiga a mudarse y el otro día, recogiendo trastos para vaciar su piso, se nos hizo muy tarde y acabamos yendo a su trastero a guardar cosas casi a media noche.

La cosa es que, no sé por qué, yo andaba un poco cachonda y caliente y, mientras ella iba delante de mí por el pasillo hasta su trastero, porteando cajas, no sé por qué me apeteció levantarme el vestido y quedarme desnuda detrás de ella mientras andábamos. Me encanta el verano porque solo llevo vestiditos y no me pongo ropa interior, así que voy muy libre y fresquita, y entonces si me levanto el vestido mi coñito y mis grandes tetas quedan al descubierto. Es algo que me pone muy cachonda.

Cuando llegamos a la puerta de su trastero, me bajé el vestido antes de que me viera, pero noté que se me habían puesto los pezones muy duros y se marcaban, pero me dio igual.

De hecho, cuando salimos a por más cajas a su coche, volví a ponerme detrás de ella y a subirme el vestido, per esta vez empecé a toquetearme las tetas y a pellizcarme los pezones sin que ella se enterase.

Cogimos las cajas restantes y me dijo que no hacía falta que la acompañase esta vez y que la esperase fuera, así que me senté en el borde de una especie de maceta de piedra que había a la entrada.

Seguía muy muy cachonda y quería hacer algo guarro y pervertido, así que empecé a tocarme el clitoris disimuladamente, pero no era suficiente, quería hacer algo realmente cerdo y tabú. Además era medianoche, estaba oscuro y no había nadie en la calle.

Así que me subí el vestido, me abrí de piernas en la maceta en la que estaba sentada y empecé a masturbarme fuerte. Estaba poniéndome muy caliente y me entraron ganas de mear, así que totalmente excitada, lo hice.

Notaba como mi pis salía a chorros de mi coñito sin dejar de masturbarme, metiéndome los dedos y frotandome el clitoris, aguantando las ganas de gemir o de decir obscenidades. De vez en cuando, ponía mi dedito en el agujero por donde salía mi meada, tapándolo y acariciandolo, metiéndolo un poquito apenas y haciendo que el pis saliese a presión alrededor de mi dedo.

Acabé de mear y oí como pasos acercándose.

Me asusté un poco, pero era un perrito, un beagle precioso. Supuse que el dueño estaba más atrás, porque iba con collar y es muy común que la gente de la urbanización les saque a pasear sin correa y les dejen ir un poco a su aire. Vi como orinaba en la rueda del coche de mi amiga y empecé a fantasear con cómo se sentiría toda esa orina cayendo sobre mí.

El perro se me acercó todo contento y yo, cachonda y con ganas de correrme bien fuerte después de hacer lo que había hecho, le llamé dulcemente y le enseñé mi coñito abierto y empapado.

Le atraje hacia mí, acariciandole con una mano y frotándome el coño con la otra. Y entonces conseguí que empezase a olisquearme y lamerme el clitoris y los muslos con desesperación, supongo que por todos los fluidos que emanaban de mi entrepierna. Así que me separé bien los labios con los deditos para dejar que su lengua grande y caliente entrase bien dentro. Me chupaba tan rápido y fuerte que me corrí, volviendo a chorrear intensamente. El perrito se bebió toda mi corrida, cosa que hacía que quisiera volver a tocarme como una guarra.

Pero quería aprovechar antes de que saliese mi amiga o de que apareciese el dueño del perro, así que me bajé de la maceta rápidamente y me agaché al lado del perro con ls piernas y el chocho bien abiertos, buscando su polla. Asomaba brillante, roja y caliente, me provocó tanto que me escupí en la mano y comencé a frotársela. Dios, qué rico era y qué quietecito estaba. No pude aguantar y empecé a mamársela. Se corrió rapidísimo, llenándome la boca y manchándome la cara. Me metí los dedos frenéticamente en el coño y volví a correrme, esta vez en el suelo. El perrito me lamió su propia corrida de mi cara y justo cuando me incorporé, oí a su dueño llamándole. Apareció doblando la esquina, le saludé como si nada y vi cómo se marchaban. Me quedé con ganas de que ese perro me follara como a una puta perra.

A los pocos minutos salió mi amiga, disculpándose por tardar tanto, y nos montamos en su coche para irnos a mi casa, donde se estaba quedando a dormir hasta que pudiese instalarse en su casa nueva.

Y pensaréis que este el final, pero no. Cuando llegamos a mi casa, me confesó que había tardado tanto porque resulta que en el almacén de trasteros hay cámaras que le mandan un vídeo al móvil cuando notan movimiento en la puerta de su trastero y había visto como iba desnuda y sobándome detrás de ella y se había puesto cachonda viéndolo así que se metió al trastero para masturbarse con el vídeo.

Creo que pensaba que me iba a enfadar o algo, porque cuando le pedí que me enseñara el vídeo, se sorprendió. Y aún se sorprendió más cuando de dije si quería verlo conmigo en la cama. Empecé a tocarle las tetas y a preguntarle si le gustaba lo que salía en el vídeo. Me dijo que sí, que siempre me mira las tetas y que estaba deseando chuparme los pezones. Me puso a mil. Le dije que le dejaría hacerlo si me dejaba comerle el coño. Me dio un morreo super cachondo y empezó a desnudarse. Empezamos a sobarnos y a decirnos guarradas. Me dijo que quería que le comiese el coño como una puta y vaya si lo hice. Le conté que yo también me había estado masturbando cuando ella estaba en el trastero mientras le metía los dedos y le escupía en el coño bien abierto. Me dijo que tenía que ir al baño a orinar un momento, pero la convencí de que lo hiciera en mi boca. Al principio dijo que no, pero la pude convencer y le encantó, me dijo que nunca lo había hecho pero que le puso súper cachonda y que se sintio super puta y que quería probar al revés también, así que oriné en su cara mientras ella me comía el coño. No sabéis qué bien lo hace, la muy zorra.  Luego hicimos la tijera, rozando nuestros coños empapados en uno contra el otro hasta que nos corrimos. Hemos estado follando y haciendo guarradas desde entonces, incluso en público y delante de mis vecinos, mirandonos por la ventana. Tengo que convencerla para follarnos a un perro. Si lo consigo, os lo contar.

Perdon que esté escrito con tanta prisa, pero necesito hacerlo rapido para poder ir a masturbarme como una perrita :)